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Obtencion de Ladrillos

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Prólogo

La importancia que ha adquirido el ladrillo a través de su historia lo ha colocado como


un material indispensable en la industria de la construcción a nivel mundial. Muchas de
las construcciones de albañilería que se realizan hoy en día tienen como componente
básico al ladrillo, que, en nuestro medio, es elaborado mayormente de arcilla.

La fabricación del ladrillo en Piura es una práctica habitual, generadora de puestos de


trabajo, sobre todo en los sectores socioeconómicos bajos y que forman parte de la
economía del país. Por estas razones, es que se han venido realizando proyectos para
mejorar los procedimientos empleados por los productores ladrilleros en la elaboración
de las unidades, haciendo más eficiente esta actividad. Así se esperaría que estas
mejoras tengan efecto en los resultados finales garantizando un mínimo de calidad.

Es por ello que se ha querido recopilar en el presente estudio, información acerca de la


producción de ladrillos en nuestra región, para poder realizar una caracterización de
estas unidades y realizar una comparación con los criterios establecidos en las normas.

Este trabajo se centra en conocer la producción de ladrillos que se lleva a cabo en


nuestra región, visitando las ladrilleras más importantes de la zona y recogiendo
muestras de cada una de ellas para analizar sus propiedades físicas y mecánicas.

El interés en observar el proceso de producción que se lleva a cabo en cada una de ellas,
permitirá que se identifiquen las posibles causas de las deficiencias que se presentan en
el producto final.

Un agradecimiento especial para mi asesora Ing. Gaby Ruiz Petrozzi, por su constante e
incondicional apoyo en el desarrollo del presente trabajo.
Resumen

El presente trabajo tiene por objetivo identificar el proceso de producción de las


unidades fabricadas en el departamento de Piura y establecer algunos valores referentes
de sus propiedades.

El trabajo se basó en un muestreo exploratorio con visitas a las zonas de producción


más importantes en la Región Piura observando el proceso de fabricación desde la
extracción de la materia prima hasta la cocción de las unidades. Para los valores
referentes del producto final se tomaron muestras de las unidades elaboradas y se
realizaron los ensayos que establece la Norma Peruana.

Los resultados obtenidos indicarían que no hay una mejora significativa en la calidad de
las unidades en relación a lo reportado en 1995 por García Rodríguez. Al parecer, los
esfuerzos aislados de mejorar el proceso de producción sin integrarlos con la materia
prima sería la principal causa de este comportamiento.
Índice General
Prólogo I

Resumen III

Índice General V

Introducción 1

Capítulo 1: Marco teórico 3


1.1 Definición 3
1.2 Características de los ladrillos 3
1.3 Propiedades de los ladrillos 4
1.4 Clasificación de los ladrillos 5
1.5 Materia prima 5
1.5.1 Origen de la arcilla 5
1.5.2 Composición de la arcilla 6
1.5.3 Características físicas de la arcilla 7
1.5.4 Propiedades de la arcilla 8
1.5.5 Clasificación de las arcillas 10
1.5.6 Arcillas para la fabricación de ladrillos 12
1.5.7 Impurezas frecuentes y su influencia sobre las unidades de arcilla 13
1.5.8 Efectos de la calidad de la materia prima en la calidad final de las
unidades 14
18
18
18
24

27
27
28
VI

Introducción
Muchas de las construcciones en el Perú, han adoptado el ladrillo como uno de los
materiales más importantes y más usados. Su aplicación no se reduce a la de un simple
cerramiento, sino que cumple también una función estructural. Sin embargo el ladrillo
puede llegar a cuestionarse en cuanto a sus propiedades y características dependiendo si
cumple o no con los requisitos y normas establecidas.

La elaboración de estas unidades de albañilería se produce en lugares que no tienen un


control industrial y sin ningún estricto control de calidad. Es por ello que se ha venido
tratando de solucionar las deficiencias de producción a través de distintos proyectos de
entidades preocupadas por mejorar las condiciones de producción. Podemos mencionar
el “Estudio de definición de tipo de horno apropiado para el sector ladrillero”, licitado
por el Programa Regional de Aire Limpio (PRAL) y el Consejo Nacional de Medio
Ambiente (CONAM) realizado en el año 2008. También está el proyecto piloto sobre la
utilización de la cascarilla de arroz como combustible, para la fabricación de ladrillos en
Piura (Perú), que fue ejecutado por el Programa APGEP-SENREM, en el año 2001.

Estos proyectos de desarrollo han tenido una orientación ambiental y han logrado la
mejora de aspectos del proceso productivo pero no se sabe en qué grado han logrado
una mejora de la calidad de las unidades. Aunque se percibe una mejora en su aspecto
externo, por la uniformidad de la unidad, no se tiene certeza sobre otros parámetros
importantes como la succión, absorción y resistencia a la compresión.

Para una mejor investigación y sustentación se han incluido visitas a las ladrilleras más
importantes de nuestra zona, recogiendo muestras en cada una de ellas para que sean
analizadas las principales propiedades físicas y mecánicas de los ladrillos, identificando
las posibles causas de las deficiencia que se presentan en el producto final, sin dejar de
lado las diferentes investigaciones que sobre el tema se han realizado y que han servido
de mucha ayuda para complementar este trabajo citándolas en las referencias
bibliográficas.

Una de estas referencias es la tesis desarrollada en 1995 por Francisco García Rodríguez
que muestra la relación de las zonas ladrilleras más importantes de Piura, y evalúa las
propiedades físicas y mecánicas de las unidades de albañilería producidas en las
distintas zonas de ese entonces, identificando los productores de ladrillos de arcilla de
mejor calidad en Piura. En este trabajo sólo se pone énfasis en las propiedades de las
unidades, mas no en su proceso de producción
Para ello, se ha creído conveniente, por cuestiones metodológicas, dividir el presente
trabajo en tres capítulos. En el primer capítulo se da una conceptualización general sobre
el ladrillo, indicando sus características, propiedades y clasificación. El segundo capítulo
se enfoca en el proceso de producción en la Región Piura. En el tercer capítulo, se
muestra la caracterización de los ladrillos en el laboratorio y los resultados obtenidos
2

Capítulo 1
Marco teórico
1.1 Definición

Los ladrillos son pequeñas piezas cerámicas en forma de paralelepípedo, formadas por
tierras arcillosas, moldeadas, comprimidas y sometidas a una cocción. Pueden utilizarse
en toda clase de construcciones por ser su forma regular y fácil su manejo (Moreno,
1981).

Gallegos (2005); Hendry, Sinha y Davies (1997) definen al ladrillo como el componente
básico para la construcción de la albañilería y la construcción.

Schneider y Dickey (1980), Marotta (2005) y Somayaji (2001) lo definen como una
pequeña unidad de arcilla quemada para albañilería, de forma rectangular.

La Norma Técnica Peruana 331.017 (2003) denomina al ladrillo como la unidad de


albañilería fabricada con arcilla, esquisto arcilloso, o sustancias terrosas similares de
ocurrencia natural, conformada mediante moldeo, prensado o extrusión y sometida a un
tratamiento con calor a temperaturas elevadas (quema).

El presente trabajo se refiere a las unidades prismáticas fabricadas con arcilla y


sometida a cocción con aplicaciones específicas en muros de albañilería.

1.2 Características de los ladrillos

El ladrillo está destinado principalmente a la construcción de muros, tabiques, suelos,


etc., por lo que debe ser invulnerable a los efectos de la intemperie, y poseer suficiente
resistencia a la compresión.

Del Río (1975), Moreno (1981), Somayaji (2001) y Gallegos (2005), coinciden en que
un ladrillo considerado como bueno, para muros de albañilería, debe poseer las
características generales siguientes: estar bien moldeado, lo que da lugar a caras planas,
lados paralelos y los bordes y ángulos agudos. Ser poroso, sin exceso, para poder tomar
bien el mortero, no contener sales solubles para no propiciar la eflorescencia, poseer un
sonido metálico al ser golpeado con un martillo u otro objeto similar, puesto que cuando
4

se da este sonido es una muestra que el ladrillo está bien cocido y no tiene defectos
como fisuras.

Así mismo debe contar con una geometría homogénea, compacta, luciente y exenta de
caliches, no debe estar demasiado cocido ya que produciría una unidad de color
violáceo o negruzco, con una estructura vitrificada y brillosa, con deformaciones y
grietas. Un ladrillo demasiado cocido es muy duro pero la resistencia queda anulada por
las fisuras. Tampoco debe estar poco cocido o blando, pues podría desmoronarse
fácilmente y daría un sonido sordo. En resumen, las características físicas del ladrillo
son que debe tener una buena cocción, un color uniforme, un sonido claro y seco al ser
golpeado.

El Reglamento Nacional de Edificaciones (Norma E.070 Albañilería) manifiesta que el


ladrillo no tendrá materias extrañas en sus superficies o en su interior, tales como
guijarros, conchuelas o nódulos de naturaleza calcárea. Además el ladrillo estará bien
cocido, tendrá un color uniforme y no presentará vitrificaciones. No tendrá
resquebrajaduras, fracturas, hendiduras o grietas u otros defectos similares que degraden
su durabilidad y/o resistencia. No tendrá manchas o vetas blanquecinas de origen
salitroso o de otro tipo.

Según la NTP 331.017, los ladrillos estarán libres de defectos, deficiencias y


tratamientos superficiales, incluyendo recubrimientos, que pudieran interferir con la
adecuada colación del ladrillo o perjudicar significativamente la resistencia o el
desempeño de la construcción.

1.3 Propiedades de los ladrillos

Las propiedades principales de las unidades de albañilería deben entenderse en su


relación con el producto terminado, que es la albañilería.

Se pueden dividir en dos categorías mayores:

1.3.1 Propiedades físicas relacionadas a la estética del material:

- Color: Depende de su composición química de la materia prima y de la intensidad


del quemado. De todos los óxidos comúnmente encontrados en las arcillas, el
hierro tiene el mayor efecto sobre el color.
- Textura: Es el efecto en la superficie o la apariencia que presenta la unidad como
resultado de la forma de elaboración (Somayaji, 2001).

1.3.2 Propiedades ingenieriles:

Algunas propiedades físicas y mecánicas de los ladrillos de arcillas son las siguientes
(Gallegos, 2005):

Relacionadas con la resistencia estructural:

- Resistencia a la compresión: Propiedad mecánica que le permite al ladrillo


soportar a compresión.
5

- Variabilidad dimensional con relación a la unidad nominal, o mejor con relación a


la unidad promedio y, principalmente, la variabilidad de la altura de la unidad.
- Alabeos, medidos como concavidades o convexidades en las superficies de
asiento.
- Succión o velocidad inicial de absorción en la cara de asiento.

Relacionadas con la durabilidad:

- Absorción: Propiedad física que hace referencia a la capacidad de retener una


sustancia (agua) en estado líquido.
- Resistencia a la congelación: Capacidad de los ladrillos de soportar bajas
temperaturas sin perder sus propiedades ni sufrir fracturas.
- Resistencia al fuego: Propiedad física de los ladrillos que consiste en soportar
altas temperaturas sin sufrir daños.
- Aislamiento térmico: Propiedad física que no permite la transferencia de calor, ya
que tiene una baja conductividad térmica.

1.4 Clasificación de los ladrillos

De acuerdo a sus propiedades, el Reglamento Nacional de Edificaciones, clasifica al


ladrillo en cinco tipos:

- Tipo I: Resistencia y durabilidad muy bajas. Apto para construcciones de


albañilería en condiciones de servicio con exigencias mínimas.
- Tipo II: Resistencia y durabilidad bajas. Apto para construcciones de albañilería
en condiciones de servicios moderadas.
- Tipo III: Resistencia y durabilidad media. Apto para construcciones de albañilería
de uso general.
- Tipo IV: Resistencia y durabilidad altas. Apto para construcciones de albañilería
en condiciones de servicio rigurosas.
- Tipo V: Resistencia y durabilidad muy altas. Apto para construcciones de
albañilería en condiciones de servicio particularmente rigurosas.

La Norma Técnica Peruana 331.017 (2003), clasifica a los ladrillos de arcilla, en cuatro
tipos, tal como sigue:

- Tipo 21: Para uso donde se requiera alta resistencia a la compresión y resistencia a
la penetración de la humedad y a la acción severa del frío.
- Tipo 17: Para uso general donde se requiere moderada resistencia a la compresión
y resistencia a la acción del frío y a la penetración de la humedad.
- Tipo 14: Para uso general donde se requiere moderada resistencia a la compresión.
- Tipo 10: Para uso general donde se requiere moderada resistencia a la compresión.

1.5 Materia prima

1.5.1 Origen de la arcilla

El término arcilla, que se considera y define de muchas maneras, es variable y difícil de


precisar. Desde el punto de vista de su origen, la arcilla no tiene significado unitario ya
que puede ser un depósito sedimentario, un producto de meteorización, un producto
6

hidrotermal o ser el resultado de una síntesis. La imprecisión del término arcilla radica
en que conceptualmente es diferente para el ceramista, el geólogo, el edafólogo o el
fabricante de ladrillos (Besoain, 1985).

Del Río (1975), define la arcilla como una roca terrosa, como un producto secundario
proveniente de la destrucción de materiales antiguos silicatados y aluminosos.

Otros autores como Kohl (1975), precisan que las arcillas son producto de la erosión
química de las rocas. De una manera más ambigua Del Busto (1991) considera que es
una clase especial de tierra, formada por descomposición de rocas mediante la acción de
agentes ambientales.

La definición más completa parece ser la propuesta por Rhodes (1990), que indica que
la arcilla constituye un agregado de minerales y de sustancias coloidales que se han
formado mediante la desintegración química de las rocas alúminas. Ésta ha sido
obtenida por procesos geológicos de envejecimiento del planeta. Debido a que el
proceso de envejecimiento es continuo y ocurre en cualquier punto del planeta, es
considerada un material corriente y bastante abundante.

La gran mayoría de las rocas que conforman la corteza terrestre están formadas de
feldespato ya que es el mineral más común de la Tierra. A este tipo de rocas formadas
por feldespato se le conoce como rocas feldespáticas. Debido a la descomposición de
estas rocas es que se da origen a la formación de arcilla (Rhodes, 1990).

1.5.2 Composición de la arcilla

La arcilla, en su estado natural, está compuesta de uno o, como es el caso general, varios
minerales arcillosos. En esencia los minerales de arcilla son silicatos de aluminio, pero
también hay presente productos hidratados de la descomposición de las rocas
aluminosas y silicatadas, y otras sustancias como fragmentos de rocas, de óxidos
hidratados, álcalis y materiales coloidales (Del Río, 1975).

Como ya se ha mencionado anteriormente, las arcillas se presentan en la naturaleza,


derivadas directamente de la degradación natural de las rocas ígneas o de los feldespatos
o en depósitos aluviales o eólicos (Gallegos, 2005). Es por eso que la composición
química de la corteza terrestre y la de la mayoría de las arcillas es muy similar como se
muestra en la Tabla 1.1, donde los contenidos de sílice y de alúmina son los más altos
dentro de la composición de los minerales (Rhodes, 1990).
7

Tabla 1.1: Comparación entre el contenido químico de la corteza terrestre y la


arcilla roja común (Rhodes, 1990)

Corteza Arcilla Roja


Componente
Terrestre (%) Común (%)
SiO2 59.14 57.02
Al2O3 15.34 19.15
Fe2O3 6.88 6.70
MgO 3.49 3.08
CaO 5.08 4.26
Na2O 3.84 2.38
K 2O 3.13 2.03
H 2O 1.15 3.45
TiO2 1.05 0.91

Algunos autores como Rhodes (1990) y Clews (1969) proponen la siguiente fórmula
molecular de la arcilla: Al2O32SiO22H2O. Esta fórmula no incluye las impurezas que
siempre están presentes. Por tal motivo la fórmula anterior hace referencia a una arcilla
pura que recibe el nombre de caolín.

Las arcillas con un mayor grado de pureza son las que cuentan con un alto contenido de
sílice y alúmina. El contenido de hierro y otras impurezas en este tipo de arcillas tiende
a ser más bajo. El caolín y la arcilla plástica son un ejemplo de este tipo de arcillas. El
contenido químico de los diferentes tipos de arcillas puede variar considerablemente.
Este cambio es consecuencia de las condiciones con las cuales se formó la roca ígnea de
la que proviene (Rhodes, 1990).

La composición y naturaleza de la arcilla, determinan el uso y el valor de ésta. Es así


que algunos de sus componentes tienen influencia sobre algunas de sus propiedades

- El cuarzo disminuye la plasticidad y la retracción y contribuye a hacerla


refractaria.
- La sílice en forma coloidal aumenta la plasticidad.
- La alúmina la hace refractaria.
- El óxido de hierro al igual que el feldespato, disminuye la temperatura de fusión,
actúa como fundente y también es un poderoso agente colorante. Un poco de
óxido de hierro colorea intensamente la arcilla tostada pero una gran cantidad la
convierte en un producto rojo o blanco si tiene 5% menos.
- Los filosilicatos de aluminio, manganeso y hierro le proporcionan a la arcilla
cualidades plásticas y si bien es cierto que intervienen otros que tienen
propiedades diferentes, contribuyen a darles cualidades que determinan su uso
(Del Busto, 1991).

1.5.3 Características físicas de la arcilla

Es indudable que la caracterización de la arcilla depende de la complejidad y proporción


de los componentes que la constituyen (Besoain, 1985).

La distribución granulométrica es una variable de suma importancia, dado que de ella va


a depender el grado de empaquetamiento de las partículas y, por tanto, las propiedades
físico-mecánicas de los elementos hechos con arcilla tales como porosidad, absorción de
8

agua, resistencia a la flexión, etc. Debido a que el tamaño de los granos de arcilla puede
variar mucho dependiendo el tipo de arcilla al que se esté refiriendo, las propiedades
físicas de las arcillas también varían (Rhodes, 1990).

Existen grandes cantidades de arcillas que cuentan con un porcentaje elevado de


partículas cuyo diámetro es inferior a un micrón (0.001mm). La forma de estas
partículas es delgada, plana y alargada. La arcilla cuenta con un área superficial por
unidad de volumen muy grande, producto de la combinación de tamaño de sus
partículas y su forma. El tamaño extremadamente pequeño de las partículas de arcillas
es producto de la desintegración de la roca por el choque entre las partículas de las
rocas. Pero en combinación con los granos diminutos de algunas arcillas se encuentran
mezclados fragmentos de mayor tamaño. Estos granos de mayor tamaño pueden ser
feldespato inalterado, cuarzo u algún otro mineral que se ha unido a la arcilla producto
del transporte o durante la sedimentación.

El tamaño típico de grano, según SUCS, es de 4.75mm a 0.075mm de diámetro para


arenas y menores de 0.075mm de diámetro para arcillas.

La proporción de los minerales en una arcilla varía con el tamaño del gránulo, es decir,
hay tendencia a que se concentren algunos minerales entre límites de determinado
tamaño. Así, el cuarzo, y más aún el feldespato, se acumula preferentemente en la
fracción de la arcilla gruesa (2-0.2µ ϕ). Por el contrario, los minerales propios de la
arcilla son los más abundantes en las fracciones más finas. Por lo general, en tamaños
menores a 0.2µ ϕ, existen sólo minerales de arcilla y algunos óxidos. La determinación
completa de una arcilla sólo puede lograrse efectuando las segregaciones o
fraccionamientos de tamaño adecuados. Una correcta identificación debe preservar las
características que exhiben los minerales en su estado natural (Besoain, 1985).

1.5.4 Propiedades de la arcilla

Las propiedades de las arcillas están determinadas por sus antecedentes geológicos,
especialmente por el medio en que se ha formado el depósito (ONU, 1970).

Las propiedades, que dependen de su mineralogía, estado físico e historia geológica,


pueden modificarse con relativa facilidad y sus amplios usos son función de sus propias
características y de las que resultan al asociarse con otras sustancias (Sociedad
Geológica Mexicana, 1964).

Con el fin de entender mejor el comportamiento de la arcilla utilizada para la


conformación de la mezcla para ladrillos, a continuación se definen algunas de las
principales propiedades de la arcilla.

1.5.4.1 Plasticidad:

Ésta es la propiedad principal de las arcillas que la hacen adecuada para la fabricación
de ladrillo y que hace referencia a la habilidad que tiene la arcilla, en combinación de
cierta cantidad de agua, de mantener casi cualquier forma que se le dé.

La causa de que las partículas de arcilla se adhieran unas con otras ha sido motivo de
muchos estudios, pero no ha sido completamente determinado aún. Hasta cierto punto la
9

plasticidad se debe a que el grano, por su forma (delgada, plana y alargada) y


encontrarse húmedo, forma una película alrededor del grano que produce tal efecto.

Otros factores que contribuyen a la plasticidad de la mezcla son: la atracción química y


el contenido de carbón en las arcillas. Debido a que la plasticidad no ha sido
comprendida en su totalidad la forma de medirla sigue siendo mediante el tacto, esto es
pellizcando, estrujando, o haciendo una bola con la mezcla, y observando si permanece
con la forma que se le dio.

Se encuentran plasticidades diferentes en las arcillas, la estructura interior no es la


misma en todas las tierras y, además, los cuerpos extraños mezclados con la materia
arcillosa modifican la plasticidad según su estado físico y su composición (Del Río,
1975).

1.5.4.2 Contracción:

Propiedad de las arcillas que produce una disminución en las dimensiones de lo que se
esté moldeando al perder humedad. Al momento de realizar el moldeado, la arcilla se
encuentra húmeda y con un alto contenido de agua, y cuando se realiza el proceso de
secado la mezcla pierde el agua que contenía produciendo una reducción en el tamaño
de la pieza moldeada.

Dos tipos de contracciones se llevan a cabo:

a) Contracción por aire, que tiene lugar después que se ha formado la unidad, pero
antes de que sea secada al horno.
b) Contracción por fuego, que se produce durante el proceso de quemado.

Cualquiera de estos tipos de contracciones, si es excesivo, puede causar grietas y


deformaciones en la unidad de albañilería (Schneider y Dickey, 1980).

1.5.4.3 Refractariedad:

Propiedad de las arcillas, que se refiere a la resistencia a los aumentos de temperatura.


Todas las arcillas tienen esta propiedad, pero algunas presentan un mayor grado de
refractariedad. La variación en el grado de refractariedad de una arcilla a otra se debe al
contenido químico de alúmina y sílice. Si la arcilla cuenta con un porcentaje alto de
estos compuestos esta propiedad será mayor.

1.5.4.4 Porosidad:

La porosidad de las arcillas varía de un tipo a otro. Esta propiedad depende mucho del
tamaño de grano que tenga la arcilla. Si la arcilla tiene un tamaño de grano grande la
porosidad será mayor que la de una arcilla con un tamaño de grano pequeño. Al
momento de moldear y compactar la mezcla que será utilizada en la fabricación de la
unidad de albañilería, las arcillas con granos pequeños quedan más unidas unas con
otras. Esto evita que se acumule tanta agua entre ellas y al momento de que se cueza la
pieza, disminuyen las cavidades provocadas por la evaporación del agua.
10

1.5.4.5 Color:

Las arcillas se presentan con variados colores, siendo blancas las arcillas más puras,
pero, en general, son más o menos grises, a veces azules o negras, y frecuentemente,
amarillas, rojas o pardas (Del Río, 1975).

Los diversos matices dependen de su contenido químico pero en este caso no lo


determina el contenido de sílice y alúmina, sino que los causantes de la coloración lo
determinan las impurezas de origen tanto mineral como orgánico, principalmente: óxido
de hierro, óxido de cobalto, óxido de cobre, pentóxido de vanadio, cobalto y el óxido de
manganeso.

1.5.5 Clasificación de las arcillas

Diversos autores establecen la clasificación de las arcillas teniendo en cuenta ciertos


aspectos, como son su origen, su composición o su capacidad para absorber agua.

1.5.5.1 Según su origen:

a) Arcillas primarias o residuales:

Los depósitos primarios de arcilla se han formado en el mismo lugar que sus rocas
madres. Las arcillas derivan directamente de la degradación natural de las rocas ígneas o
de los feldespatos (Gallegos, 2005). Es por ello que la arcilla originaria de estos
depósitos suministra los productos más puros, pero se encuentran raramente (Del Río,
1975).

Estas arcillas que no han sido transportadas por el agua, el viento o el glaciar; son
generalmente más puras. Esto se debe a que las partículas que contienen el mayor
número de impurezas son aquellas arrastradas por el viento o el agua. En la mayoría de
los depósitos de arcillas primarias se pueden encontrar pedazos de roca inalterada.
Debido a que la arcilla no ha sido sometida al proceso de selección de granos mediante
la suspensión en el agua, los granos grandes y pequeños se encuentran mezclados.
Comúnmente los bancos de arcillas primarias tienden a tener granos gruesos (ver Figura
1.1) y una plasticidad baja (Hamilton, 1989).

Figura 1.1: Distribución esquemática de las partículas en una arcilla residual o


primaria (Hamilton, 1989)
11

A pesar de que las arcillas primarias generalmente tienden a estar libres de impurezas,
no existen depósitos de arcilla en donde sea posible encontrar arcillas 100% puras. Esto
se debe a que incluso las arcillas residuales contienen algunas impurezas, producto de la
asociación de varios minerales de arcilla con otros minerales.

Las arcillas primarias se caracterizan por:

- Alto grado de refractariedad, ya que se funden a temperaturas apenas menores a


los 1750° C.
- Relativa pureza, ya que tienen altos porcentajes de sílice y alúmina, y bajo
contenido de óxido de hierro y otras impurezas; en su composición química.
- Color blanco adquirido después de la cocción, producto de su bajo contenido de
impurezas.
- Poca plasticidad al ser moldeadas, ya que no conservan la forma que se les da
después del moldeo.

b) Arcillas secundarias o sedimentarias:

Los depósitos secundarios resultan del transporte de la arcilla por la acción del agua,
viento o del hielo. La arcilla procedente de estos depósitos es la que más abunda en la
Tierra (Del Río, 1975).

Las arcillas secundarias hacen referencia al tipo de arcilla que no se encuentra en el


mismo lugar en donde se realizó la desintegración de su roca madre, y ha sido
transportada a otro lugar. El medio más común en el que son transportadas las partículas
de este tipo de arcillas es el agua, pero el viento y los glaciares también funcionan como
medio de transporte para estas arcillas. Las arcillas transportadas por agua sufren dos
procesos durante su transporte. Primero son disminuidas de tamaño debido al desgaste
por rozamiento entre las partículas, y después, al llegar a aguas tranquilas pasan por un
proceso de selección. En esta etapa de selección, las partículas más grandes se separan
por sedimentación de las partículas más pequeñas, las cuales continúan suspendidas en
el agua.

La pureza de este tipo de arcillas es menor al de las arcillas primarias, ya que las arcillas
secundarias son una mezcla de gran cantidad de arcillas producto de la erosión
procedentes de diferentes lugares. Por ello es común encontrar, en el contenido químico
de estas arcillas, porcentajes de hierro, cuarzo, mica y otras impurezas.

Es muy raro, pero no imposible encontrar arcillas secundarias con un nivel de pureza
mayor al de la mayoría de este tipo de arcillas. A este tipo de arcillas se le conoce como
“arcillas de bola”, y son muy útiles para mejorar la plasticidad de las arcillas primarias
sin afectar su coloración blanca. Un ejemplo de este tipo de arcillas son los llamados
“caolines secundarios”, los cuales tienen relativamente un bajo contenido de hierro.

Las principales características de las arcillas secundarias son:

- Alto grado de plasticidad, ya que tienen granos más pequeños (ver Figura 1.2).
- Pueden adquirir diferentes coloraciones después del proceso de cocción, desde
blanco hasta marrón oscuro, la razón es porque cuentan con un alto contenido de
impurezas.
12

- Su punto de fusión generalmente se encuentra entre los 1150° C y los 1500° C.

Figura 1.2: Distribución esquemática de las partículas en una arcilla sedimentaria


o secundaria (Hamilton, 1989)

1.5.5.2 Según su composición:

Pueden ser clasificadas, dependiendo de su composición básica (Gallegos, 2005):

a) Calcáreas: Contienen alrededor de 15% de carbonato de calcio. Producen


ladrillos de color amarillento.

b) No calcáreas: Compuestas de silicato de alúmina, tienen de 2 a 10% de óxidos


de hierro y feldespato y queman a un color rojizo o salmón.

Este tipo de arcillas son usadas para la elaboración de unidades de albañilería en las que
la apariencia estética no es un factor (Huntington y Ellison, 1987).

1.5.5.3 Según su capacidad de absorción de agua:

Del Busto (1991) y Kohl (1975) coinciden en clasificar a las arcillas según su capacidad
para absorber agua. Así, tenemos 2 clases:

a) Grasas: Son arcillas demasiado plásticas, incluso para pequeñas humedades.


Presentan en su constitución una gran concentración de minerales arcillosos y
una baja concentración en arenas silíceas. Además contienen gran cantidad de
componentes en estado coloidal, pueden absorber mucha agua, al secarse sufren
de contracciones demasiado considerables. Este tipo de arcillas se moldean con
facilidad, pero su gran adherencia impide el desmoldeo correcto del producto
elaborado.

b) Magras: Absorben poca agua y poseen una baja plasticidad. Al secarse no


experimentan mucha contracción. Va acompañada de abundante arena.

1.5.6 Arcillas para la fabricación de ladrillos

Dependiendo de las condiciones y factores que influyeron en la formación de las


arcillas, éstas presentarán diferentes características propias de cada tipo que
13

determinarán las propiedades que va a tener la mezcla de la cual formen parte, en este
caso para la elaboración de ladrillos (Gallegos, 2005).

- Los materiales utilizados en la fabricación de ladrillos son por lo general arcillas


amarillas o rojas de composición heterogénea o relativamente impura (casi
siempre secundarias).

- Las arcillas usadas en la mezcla deben ser plásticas al mezclarse con agua, de
modo tal que puedan ser formadas en moldes o por el dado de las máquinas
extrusoras que moldean y dan la forma definitiva a las unidades de arcilla
(Referencia Figura 1.5).

- Sus partículas deben tener suficiente adhesión para mantener la estabilidad de la


unidad después del moldeo y ser capaces de unirse fundiéndose cuando se
calientan a temperaturas elevadas.

De acuerdo a estas características, son las arcillas superficiales las que satisfacen estas
condiciones para ser adecuadas para la fabricación de ladrillos. Este tipo de arcillas son
las más fáciles de explotar porque corresponden a una formación sedimentaria reciente
y, por lo tanto son las más empleadas. Sin embargo, al estar más expuestas a la
contaminación con sales por razones naturales y por el empleo agrícola del suelo, ellas
producen las unidades más vulnerables a la eflorescencia (Gallegos, 2005).

1.5.7 Impurezas frecuentes y su influencia sobre las unidades de arcillas

No hay arcilla perfectamente pura, sino que siempre va acompañada por más o menos
cantidad de materias extrañas a ella que constituyen las llamadas impurezas. Estas
impurezas pueden encontrarse en ella a partir de su origen; pueden también hallarse
accidentalmente o haber sido incorporadas mucho más tarde (Del Río, 1975).

a) Impurezas de origen:

Con frecuencia provienen de los residuos que han dejado las rocas cuando, en su
desintegración, dan origen a la arcilla. El cuarzo y la mica son los que se encuentran
más frecuentemente y en mayor cantidad. Por consiguiente, solamente deben
considerarse como impurezas principales el cuarzo y la mica. A veces se podrá
encontrar algo más, pero es tan poco y tan raras veces, que no tiene importancia tenerlo
o no en cuenta.

b) Impurezas accidentales:

Aparecen en las arcillas que han sido desplazadas y arrastradas a lugares lejanos de los
de su formación a causa de perturbaciones geológicas; por lo tanto no es sorprendente
que en dichas arcillas se hayan depositado cuerpos extraños que han sido arrastrados en
su desplazamiento. Tales son los carbonatos alcalinotérreos o terrosos (calcio,
magnesio), los compuestos ferruginosos y el rutilo, que es el anhídrido titánico.

Las piritas de hierro no aparecen extremadamente puras en las arcillas; por el contrario,
a veces están completamente oxidadas. La arcilla que posea piritas es porosa bajo la
influencia del calor. Sometida a la acción de una llama reductora, la pirita se transforma
14

en sulfuro de hierro fácilmente reducible a polvo, lo cual puede producir hendiduras.


Bajo fuego oxidante aparece la producción de óxido de hierro y compuestos oxigenados
de azufre. Estas combinaciones sulfurosas pueden originar graves inconvenientes en la
cocción de los ladrillos, puesto que éstos son alterados fácilmente por esa causa.

Las piezas elaboradas conteniendo sulfuro de hierro se mantienen húmedas durante un


tiempo bastante largo y cada grano de sulfuro, al oxidarse, conduce indefectiblemente a
una destrucción de la homogeneidad de la región arcillosa que lo envuelve, y esta falta
de homogeneidad provoca una rotura.

La cal se encuentra especialmente en el estado de carbonato. Este carbonato se presenta


a veces en trozos compactos; otros casos, y más a menudo, está íntimamente mezclado a
la arcilla y únicamente por medio de un ensayo químico puede apreciarse su presencia.
Una gran cantidad de carbonato cálcico es perjudicial en la arcilla, puesto que el
producto se agrieta y pierde cohesión.

El sulfato de calcio, que puede ser anhidro (anhidrita) o hidratado (distintas variedades
de yeso), en el caso de que la arcilla esté débilmente cocida, se deshidrata sencillamente
y se vuelve a hidratar bajo la influencia del aire húmedo, taladrando la masa con una
multitud de canales capilares que la convierten en una materia heladiza y,
paralelamente, disminuyen su solidez (Del Río, 1975).

El carbono es una impureza común en las arcillas y se presenta en forma de raíces, de


vetas de turba o en capas delgadas, como en el caso del carbón o disperso en partículas
muy finas como en los esquistos carbonosos y bituminosos. Su presencia es útil cuando
sirve de combustible o muy perjudicial sobre todo cuando hay variación de calidad y
cantidad. En este último caso, es necesario alargar la duración de la cochura o bien
oxidar completamente el carbono. De lo contrario, habrá que resignarse a obtener un
producto ennegrecido por dentro o incluso “hinchado” (ONU, 1970).

1.5.8 Efectos de la calidad de la materia prima en la calidad final de las unidades

Las características y propiedades de las unidades de arcilla son afectadas por diversos
factores, pero determinante es la composición química de la materia prima. Aunque el
proceso de moldeo y cocción también son relevantes, éstos se establecen en función de
las características de la materia prima.

En la Tabla 1.2 se ha resumido los principales componentes mineralógicos de la materia


prima de la arcilla y los efectos que producen en la fabricación de las unidades de
albañilería.

Por ejemplo el color de las unidades se ve afectada por la presencia de hierro, que en
una cantidad menor al 7% proporciona una coloración rojiza, si se presenta un mayor
porcentaje se presentará una coloración azul oscura. Además del hierro, el óxido de
magnesio, en un porcentaje menor a uno, proporciona una coloración amarilla. El óxido
de hierro produce unidades rojas o blancas con porcentajes menores al 5%.

La presencia de carbono puede llegar a producir unidades ennegrecidas por dentro si no


se ha tomado un adecuado control del proceso de cocción.
15

Asimismo la presencia de piritas de hierro en exceso puede ocasionar coloraciones


indeseables. También puede llegar a alterar la textura de las unidades de albañilería por
la aparición de cuarteaduras sobre el producto obtenido.

Existen algunos minerales tales como sílice, cal y feldespato que proporcionan
compacidad a las unidades, de presentarse exceso de estos minerales, se perdería la
cohesión y homogeneidad del material. Así, la sílice debe mantenerse en un rango de
50% a 60% y la cal debe encontrarse por debajo del 10%. Estos valores límite también
evitan el agrietamiento en el producto final.

Otros minerales como el cuarzo, disminuyen la retracción y contribuyen a la


refractariedad. La alúmina en porcentajes mayores a cinco, proporciona el aumento de
la refractariedad del material.

La presencia de cal, influye en el alabeo. Si se presenta un exceso de cal (mayor a 10%),


produciría deformaciones de las unidades. También la presencia de carbono durante el
proceso de cocción, llevaría a unidades hinchadas.

Una característica importante en las unidades es que no debe presentar eflorescencia;


para ello el porcentaje de álcalis y ácidos presentes en la materia prima debe permanecer
por debajo del 0.2%.

Otra de las propiedades a mencionar es la resistencia a la compresión. Entre los


componentes que producen efectos sobre ella, está el sulfato de calcio que produciría
una unidad quebradiza con poca resistencia si se lleva a cabo una cocción débil. El
óxido de magnesio que produciría deterioro por expansión de la superficie si se
presentan cantidades mayores a 1%.

También se encuentra que el sulfuro de hierro al oxidarse, lleva a la destrucción de la


homogeneidad, afectando la resistencia puesto que provoca rotura de la unidad.
18
17

1.6 Procesos de producción

1.6.1 Tipos de proceso de fabricación

La producción de ladrillos puede llevarse a cabo de tres formas, de acuerdo a la Norma


Técnica Peruana:

1. Artesanal: Ladrillo fabricado con procedimientos predominantemente manuales.


El amasado o moldeado es hecho a mano. El ladrillo producido artesanalmente
se caracteriza por variaciones de unidad a unidad.

2. Semi-Industrial: Es el ladrillo fabricado con procedimientos manuales, donde el


proceso de moldeado se realiza con maquinaria elemental que en ciertos casos
extruye, a baja presión, la pasta de arcilla. El ladrillo semi-industrial se
caracteriza por presentar una superficie lisa.

3. Industrial: Es el ladrillo fabricado con maquinaria que amasa, moldea y prensa o


extruye la pasta de arcilla. El ladrillo producido industrialmente se caracteriza
por su uniformidad.

Las formas de producción artesanal y semi-industrial, tienen los mismos pasos o


secuencias, únicamente variando en los instrumentos, métodos y herramientas utilizadas
para la producción. La principal variación se da en el proceso de moldeado, como ya se
explicó en la definición, para el ladrillo semi-industrial se utiliza maquinaria que
extruye la pasta de arcilla, por lo que se obtienen unidades de superficie lisa.

El proceso industrial se diferencia de los dos primeros procesos de fabricación no solo


en la utilización de maquinaria para el proceso de moldeado sino en el empleo de
hornos más sofisticados para la fase de cocción. En estos hornos se lleva un control de
temperatura, logrando una mayor eficiencia en la producción de unidades de arcilla con
una mejor calidad final.

1.6.2 Fabricación

Los pasos básicos para la producción de ladrillos son:

a) Selección y preparación de la mezcla

Etapa muy importante de la fabricación. De la fineza de la pasta depende en gran parte


que el producto sea bien logrado (aspecto, resistencia, etc.).

Los depósitos de arcilla se encuentran al pie de colinas o en tierras agrícolas cercanas a


ríos. Los criterios para seleccionar una localización adecuada son la calidad de la arcilla,
disponibilidad a nivel superficial y la cercanía de una vía transitable.

La excavación manual en plantas de pequeña y mediana escala generalmente se realiza


a una profundidad menor de dos metros. Para plantas de fabricación de ladrillos a gran
escala se necesitan medios mecánicos como dragaminas y excavadoras de cucharas de
diferentes tipos. Estos métodos requieren proporcionalmente menos área de excavación,
pero hacen cortes profundos en el paisaje.
19

La arcilla debe someterse a ciertos tratamientos de trituración, homogenización y reposo


en acopio, para obtener una adecuada consistencia y uniformidad de las características
mecánicas y químicas. La exposición a la acción atmosférica (aire, lluvia, sol, etc.)
favorece además a la descomposición de la materia orgánica que puede estar presente y
permite la purificación química del material.

La principal dificultad inherente a la fabricación consiste en la elección de una mezcla


de diferentes arcillas. Así por ejemplo con aquellas que son muy grasas se les mezclará
con materiales desgrasantes como la arena (Robusté, 1969).

El porcentaje de agua utilizada para la mezcla es aproximadamente del 25% del total
(Jiménez y Salazar, 2005).

b) Moldeado

En esta etapa, se le da a la arcilla la forma que las unidades de albañilería deberán tener
después de la cocción. El proceso de moldeado se puede realizar a mano o empleando
máquinas.

El proceso de moldeado en la producción de ladrillo artesanal únicamente consiste en


llenar las gaveras o moldes vaciando la mezcla dentro de ellas, compactándola con las
manos y después alisándola con un rasero, que es un palo cilíndrico que se usa para
quitar la parte que excede de una medida determinada (Rhodes, 1990).

La fabricación mecánica puede ser mediante una máquina que se conoce como galletera
de hélice o mediante una prensa de vacío (Moreno, 1981).

La galletera de hélice consiste en un cilindro horizontal, dentro del cual gira un eje
guarnecido con una hélice que impulsa la pasta y la obliga a salir por una boquilla (ver
Figura 1.3).

Figura 1.3: Galletera de Hélice (Moreno, 1981)

La boquilla, cuya misión es darle forma al ladrillo, consiste en una pieza de madera
sujetada con tornillos a una gruesa placa rectangular de fundición llamado
20

portaboquillas (ver Figura 1.4). El portaboquillas es el que recoge la arcilla y la hace


compacta antes de llegar a la boquilla.

Figura 1.4: Boquilla (Moreno, 1981)

Actualmente se usan galleteras de vacío, también conocidas como Prensas de Vacío,


que tienen la ventaja de que al momento de realizar el moldeado consiguen una
homogenización de la arcilla y eliminación del aire, como la que se muestra en la Figura
1.5 (Moreno, 1981).

Figura 1.5: Prensa de Vacío (Moreno, 1981)

c) Secado

El proceso de secado consiste en el desprendimiento del agua unida físicamente a la


pasta.

Dentro del proceso de secado hay un proceso conocido como pre-secado, el cual
consiste en dejar durante un tiempo el ladrillo recién moldeado en el mismo lugar donde
fue hecho para que pierda humedad y sea posible su manipulación.

En el proceso de secado se involucran dos fenómenos físicos: Transferencia de calor y


Transferencia de masa. La transferencia de calor se da cuando el ladrillo y el ambiente
encuentran un equilibrio térmico, del cual dependerá en parte la velocidad de difusión
21

del agua presente en la arcilla. El fenómeno de transferencia de masa se da siempre y


cuando exista un gradiente de humedad entre el ambiente y la arcilla, ya que se produce
cuando el vapor de agua se difunde a través de los poros de la matriz arcillosa. El
tiempo de secado dependerá de la velocidad de difusión, misma que está en función del
tamaño, longitud y forma del poro de la arcilla (Rhodes, 1990).

El secado puede ser natural o artificial. En el primer caso el secado está condicionado a
las características climáticas de la región y algunas veces el lugar de secado es colocado
sobre los hornos para que de esta manera se pueda recuperar algo de la energía perdida a
través de la bóveda del horno.

En el caso de secado artificial, este proceso es acelerado por acondicionamiento del aire.
Existen muchos tipos de secadores artificiales pero los más conocidos son los de cámara
y los de túnel. Los productos a secar son llevados por medio de pequeñas vagonetas en
donde son sometidos a un proceso de secado regulado al contenido de agua de los
productos. El aire caliente utilizado para el secado proviene de máquinas especiales que
algunas veces aprovechan el calor de los hornos cuando éstos están en proceso de
enfriamiento.

El secado de los ladrillos es una de las partes más delicadas de la fabricación, pues un
secado muy rápido puede rajarlos y un secado incompleto puede impedir el buen
cocimiento (Robusté, 1969).

d) Cocción:

El proceso de cocción consiste en someter los ladrillos previamente secados a


condiciones de alta temperatura por tiempos prolongados en hornos, con el fin de que
adquieran sus propiedades mecánicas y físicas, ya que la arcilla sin cocer tiene
propiedades muy bajas. Con este proceso no sólo consiguen las propiedades físicas y
mecánicas sino también la apariencia final.

Las fases de cochura en el horno son tres: precalentamiento, cocción y enfriamiento (ver
Figura 1.6). En la primera fase se elimina paulatinamente el agua impregnada en la
arcilla. El agua es removida por aire continuamente renovado y aumenta constantemente
la temperatura, el precalentamiento se considera terminado cuando toda la masa alcanza
los 100º C.

Figura 1.6: Ciclo de cocción típico de un producto de arcilla (Terán, 2013)


22

En la etapa de enfriamiento la temperatura desciende desde la de cocción hasta la


normal, esto debe realizarse paulatinamente (de 500º C a 600º C), especialmente en los
hornos cerrados, para garantizar dureza, tenacidad y colorado de la piezas vitrificadas.

El enfriamiento de las piezas está definido por su tamaño, cuanto mayor es el tamaño de
los ladrillos, la temperatura normal se alcanza más lentamente. Los productos cuyo
enfriamiento se realiza lentamente, son tenaces y muy resistentes a las acciones
mecánicas. Por el contrario un enfriamiento rápido los hace frágiles, hasta el punto que
si han sido enfriados con demasiada premura se rompen a veces espontáneamente, sin la
intervención de agentes mecánicos exteriores (Anfalit, 2002).

Villarreal (2004) considera cuatro etapas durante el proceso de cochura:

1. Precalentamiento a 200° C y eliminación del agua unida físicamente a la arcilla.


2. Calentamiento hasta 700° C, aquí se da la eliminación del agua químicamente
unida a la arcilla.
3. Maduración del producto entre 900º C y 1000° C.
4. Temple de la pieza, enfriamiento lento hasta alcanzar 500° C.

En este proceso, es importante considerar el intervalo de cocción, es decir, el rango de


temperatura entre el inicio de la vitrificación (formación de fase vítrea) y el inicio de la
deformación. Este intervalo depende de las características de la pasta y debe ser lo más
amplio posible, debiendo estar la temperatura óptima de cocción dentro de dicho
intervalo, no demasiado cerca del inicio de la vitrificación para que el material no sea
demasiado poroso, y no demasiado cerca del inicio de la deformación para que la pieza
no quede deformada.

Con un intervalo de cocción demasiado corto, cualquier pequeña diferencia de


temperatura del horno hace que el producto pase de poco a demasiado cocido.

Otro factor importante a considerar es el control de la curva de cocción, de la cual


dependerán varias de las características del ladrillo. Si no se controla la evolución de la
temperatura en el tiempo, puede haber problemas con el ladrillo, incluso durante el
calentamiento y enfriamiento, ya que pueden presentarse tensiones que produzcan
roturas.

La cocción, en el proceso de fabricación de las unidades de albañilería, es la fase final


más importante del mismo. La eficiencia de esta etapa depende, entre otros factores, del
tipo de horno empleado.

Durante el proceso de cocción, el material, ya bastante seco como para no agrietarse al


ser sometido al fuego, adquiere la resistencia necesaria para ser empleado como
material de construcción, de lo que se deduce que esta etapa es la más compleja del
proceso de elaboración. De hecho, el ciclo de cocción requiere un diseño específico para
cada materia prima, con el fin de lograr los resultados esperados. Los efectos que
producen los componentes mineralógicos de las arcilla (Tabla 1.2) suponen la necesidad
de un diseño del ciclo de cocción o un control de dichos componentes para que el ciclo
de cocción se desarrolle correctamente.
23

En esta etapa se utilizan, de acuerdo al tipo de fábrica o a la tecnología empleada, varios


tipos de hornos que van desde los más rústicos hasta los más modernos y eficientes
(Gordejuela, 2004). En general, se pueden identificar dos tipos de hornos para la
cocción de ladrillos: los Hornos Intermitentes con suelo y muros laterales, y los Hornos
de Fuego Continuo tipo Hoffman.

Los hornos intermitentes, son los más sencillos y consisten en un cuarto con planta
cuadrada o rectangular, de altura de 5 a 6 metros. Sus muros deben tener bastante
espesor para que retengan mejor el calor; por la parte superior está libre, disponiendo
una cubierta separada lo suficiente para que los productos de combustión puedan salir
libremente (ver Figura 1.7). En la parte baja de la pared de fachada se practican algunas
puertas o bocas para la introducción del combustible y entrada de aire; en las paredes
empezando desde 1.50 a 2 metros del suelo, se disponen de unas aberturas estrechas y
altas que facilitan la carga y descarga del horno, cerrándose estas aberturas durante la
cocción. En este tipo de hornos el proceso de combustión es incompleto porque la falta
de oxígeno provoca que el material no se queme completamente, generando piezas
crudas y ahumadas (Moreno, 1981).

Figura 1.7: Horno Intermitente con suelo y muros laterales, típico de México
(Jiménez y Salazar, 2005)

Otro tipo de horno que puede ser utilizado en la producción de ladrillos es el


denominado Horno de Fuego Continuo tipo Hoffman (ver Figura 1.8).

El funcionamiento continuo de los hornos se caracteriza por el desarrollo


ininterrumpido de la cocción y la posibilidad de efectuar las diferentes etapas sin variar
el ritmo de la producción. Son hornos de alta producción, donde el fuego se mueve a
través del horno en dirección opuesta a las manecillas del reloj; esto permite obtener una
alta eficiencia térmica y de producción, ya que el calor obtenido en la cámara de
combustión se utiliza en el precalentamiento de las cámaras precedentes.
24

Figura 1.8: Horno de Fuego Continuo tipo Hoffman (Moreno, 1981)

Este horno puede ser de planta rectangular y consta de una galería anular rodeada por
gruesos muros y cubierta por una bóveda recubierta superiormente por una capa de
arena. Esta galería está dividida en varios compartimentos mediante unos tabiques de
plancha de hierro que corren por unas rodaduras que sirven de guías. Cada
compartimiento tiene una boca o entrada de 0.80 por 1 metro practicada en el muro
exterior del cerramiento, la que sirve para la carga y descarga del material, teniendo
además en el muro interior un orificio que comunica con otra galería concéntrica y más
pequeña que la primera, llamada galería de humo que, a su vez, está en comunicación
con la chimenea que establece el tiraje necesario para la combustión mediante cuatro
aberturas practicadas en el muro de la chimenea (Moreno, 1981).

1.6.3 Efectos del proceso de producción en la calidad final de las unidades

Las etapas del proceso de producción también influyen en las propiedades de las
unidades de arcillas. De hecho, el proceso de producción (moldeo y cocción) debe
adaptarse a las características de la materia prima. Como se ha visto en el punto 1.5.8,
muchos componentes presentes en la materia prima de las unidades requiere
condiciones especiales de secado y un determinado control de las temperaturas de
cocción.

Durante la preparación de la mezcla, que incluye el proceso de extracción de la materia


prima, debe cuidarse que se haya realizado una correcta eliminación de las raíces,
piedras, restos de arbustos o cualquier otro residuo que podría aparecer en la superficie
de la unidad de albañilería ya terminada. Asimismo debe tenerse en cuenta el tipo de
materia prima que se va a emplear, puesto que si posee sales solubles originaría
eflorescencia en las unidades. Lo mismo ocurriría si no se cuida el tipo de agua a
emplear en la mezcla, para ello se debería comprobar que esté libre de sales para evitar
eflorescencias.

Por otro lado, en el proceso de moldeo se debe considerar realizar un buen amasado de
la mezcla y una correcta colocación en los moldes. La mezcla debe prensarse
adecuadamente dentro los moldes llenándolos en su totalidad, para evitar obtener
unidades porosas o unidades con esquinas redondeadas.
25

De la misma forma debe considerarse utilizar arena en los moldes o asegurarse que
estén suficientemente húmedos de lo contrario las esquinas quedarían pegadas al molde
al momento de desmoldarse generándose esquinas levantadas en la unidad.

En el proceso de secado, las unidades deben estar lo suficientemente secas antes de


apilarse, pues ocasionaría marcas por apilamiento. Además si la superficie de secado
está sucia o es accidentada, influiría en la textura pues se obtendrían productos con
superficies irregulares o distorsionadas.

Por los cambios de temperatura que se presentan en el ambiente, en la etapa de secado


se presentan cambios en las dimensiones originales al producirse el fenómeno de
contracción. Y de realizarse un secado rápido, se produciría agrietamientos que
disminuirían la resistencia de la unidad.

Finalmente se tiene el proceso de cocción, donde se determina muchas de las


propiedades de las unidades de arcilla.

En esta etapa se produce el color final que tendrá la unidad. Con una subcocción se
tendría una unidad amarillenta y cruda. Por otro lado con una sobrecocción, podría
llegarse a unidades negruzcas.

La subcocción también da lugar a unidades de baja resistencia que se reconocen por el


sonido sordo al golpearlas entre sí.

De presentarse subcocción o sobrecocción, se modificaría el tamaño de unidad, al


disminuir o aumentar sus dimensiones. Y por el cambio de temperaturas en el horno,
que llevaría a variaciones en la forma de la unidad, se presentaría el alabeo.

En el proceso de cocción se puede diferenciar la intensidad de quemado y el


enfriamiento. Con una cocción demasiado alta, se disminuiría la resistencia de la
unidad. Asimismo si el enfriamiento es demasiado rápido, provocaría rotura o
agrietamiento en la unidad, lo cual disminuiría su resistencia.

Una síntesis de los efectos de cada etapa en la calidad final de las unidades se muestra
en la Tabla 1.3. Tomando en consideración los efectos de la composición mineralógica
de la materia prima en la calidad final de las unidades (Tabla 1.2) y las etapas del
proceso de producción (Tabla 1.3), se puede concluir que ambas se relacionan e
influyen en el resultado final de las unidades, favoreciendo en mayor o menor medida
su calidad. No se trata únicamente de qué tipo de materia haya sido seleccionada para la
elaboración de las unidades y si presenta mejores características, sino también la manera
en que esta materia prima es tratada para la fabricación de los ladrillos, lo que llevará a
un único resultado final.
26

Tabla 1.3: Cuadro resumen de los factores influyentes en las propiedades y


características de las unidades de arcilla cocida (Elaboración propia)

PROCESO DE PRODUCCIÓN

EFECTOS Cocción
PRODUCIDOS EN Preparación de la
LAS UNIDADES Moldeo Secado Intensidad de
mezcla Enfriamiento
quemado

Las unidades deben


El mal amasado de la
estar suficientemente
mezcla, así como la
Ángulos y bordes secas antes de apilarse,
mala colocación en sus
agudos pues ocasionaría
moldes lleva a obtener
marcas por
unidades deformadas.
apilamiento.

Los moldes deben


llenarse correctamente y
en su totalidad, evitando
Porosidad
dejar vacíos que lleven a
aumentar la porosidad
del producto final.
Si se da una
sobrecocción puede
producirse una unidad
Color
negruzca o muy
amarilla de estar
subcocido.
Sin una correcta Con una superficie de
extracción de raíces, Dependiendo de los secado sucia o
piedras, restos de moldes utilizados y su accidentada, se
Textura arbustos, podrían limpieza internase obtendría productos
aparecer en la unidad presentará una texturas con superficies
terminada, en su más o menos regular. irregulares o
superficie. distorsionadas.

La subcocción da lugar
a unidades débiles que
Sonido se reconocen por el
sonido sordo al
golpearlas entre sí.

Puede presentarse De presentarse una


contracción por los subcocción o
cambios de sobrecocción, se
Tamaño
temperatura, modificarían las
disminuyendo sus dimensiones del la
dimensiones originales. unidad.

Si hay sales solubles ya


sea en la materia prima
Eflorescencia o en el agua utilizada en
la mezcla, se producirá
eflorescencia.
La mala colocación en
el molde y la mala Por los cambios de
manipulación en el temperatura en el
desmoldeo o al horno, se puede
Alabeo
trasladarlos presentar variaciones
incorrectamente al lugar en la forma de la
de secado produce unidad.
deformaciones.

Agrietamiento en la
Con una cocción muy El rápido
unidad que disminuye
Resistencia alta se disminuiría la enfriamiento
su resistencia, si el
compresión resistencia del ocasionaría rotura de
secado es demasiado
producto final. la unidad.
rápido.
Capítulo 2
Proceso de producción en las zonas productoras de la Región Piura
2.1 Características de la materia prima en la región

Como ya se ha visto en el Capítulo 1, la materia prima y el proceso de producción


influyen en la calidad final de las unidades de albañilería. Por ello, en base a criterios
geológicos, se puede mencionar que en la región Piura la arcilla usada para la
producción de ladrillos pertenece al Cuaternario Reciente.

En la Figura 2.1 se puede observar algunos de los lugares donde se ejerce la actividad
de fabricación de ladrillos. Estas zonas no siempre son elegidas con conocimiento
completo acerca de las propiedades de las arcillas que se encuentran allí, sino que se
eligen por su proximidad a las carreteras para facilitar su transporte y comercialización.
Otro criterio es la cercanía a las fuentes de agua que utilizarán en la preparación de la
mezcla, como los lechos de ríos.

Figura 2.1: Mapa de zonas de elaboración de unidades de albañilería en la Región


Piura
28

Uno de los lugares donde se encuentra la arcilla más adecuada para la producción de
ladrillos es Chulucanas, en la zona de La Encantada. Esto se debe a la proximidad con
los grandes macizos graníticos que hay en el área. El tipo de roca encontrada es
caolinita que es una arcilla plástica, de fácil moldeo, con alta resistencia mecánica en
crudo y en cocido, además de presentar una mayor facilidad para desmoldar.

Otros lugares a mencionar son La Unión, en la que se encuentra arcilla procedente de


cuencas sedimentarias de origen marino y por lo tanto con alto contenido de sales.
También se tiene La Huaca cuyas arcillas proceden de depósitos marinos. En esta zona
se observa mayor concentración de sales, distinguidas a simple vista en las arcillas
durante la visita de campo.

Se tiene las canteras en Marcavelica y Cerro Mocho, pertenecientes al cuaternario


reciente, y que tienen sales y montmorillonita con posibilidades de ser expansivas.

2.2 Zonas productoras de la Región Piura

En el presente trabajo se han elegido siete principales proveedores localizados en las


zonas de estudio mostradas en la Figura 2.2.

Figura 2.2: Mapa de las zonas de estudio


29
30

Conclusiones

Este trabajo tiene carácter exploratorio y proporciona una idea general de cómo
se realiza el trabajo de fabricación de ladrillos. Para tener datos específicos sobre
el proceso de todas las ladrilleras de la Región Piura se necesitaría un estudio
estadístico con un mayor número de muestreo de unidades y zonas de
producción.

- El proceso de producción, especialmente las condiciones de secado y cocción,


están necesariamente asociados a las características de la materia prima. No es
posible estandarizar el proceso si no se conoce bien los componentes
mineralógicos de la materia prima, porque esto lleva a obtener resultados
diversos en la calidad de las unidades.

- Respecto a la tesis de García Rodríguez (1995), ya se ve que los procesos de


moldeo, desmoldado y secado previo a la cocción son los mismos. Los hornos
siguen siendo los mismos; sin embargo se observa que existen más ladrilleras
que utilizan como combustible la cascarilla de arroz. Los productores están
mejor organizados en términos de especialización de trabajo y secuencia de los
procesos. Por otro lado, se ha producido cambio en los productos usados, ya que
anteriormente se usaba una única adición como es el aserrín o la cascarilla de
arroz. Actualmente se adiciona cenizas de cascarilla de arroz solas o
combinaciones de aserrín y cascarilla de arroz, en ambos casos el propósito es
disminuir la plasticidad de la pasta para evitar que se pegue a las manos cuando
se está manipulando, facilitando el moldeo de las unidades.

- Las variaciones que se han identificado en el proceso de producción artesanal no


son determinantes en la resistencia a la compresión, pues los resultados
obtenidos son bajos. De acuerdo a los resultados del presente estudio, no se ve
una clara influencia de los distintos modos de cocción sobre los resultados.
Aunque se ve que los procesos previos de selección y preparación de la materia
prima son importantes. Por teoría se tiene que el proceso de compactación
influye en los resultados obtenidos en el ensayo de succión, dependiendo si es
artesanal o semi-industrial. Debería haber diferencia en los resultados de ambos
70

tipos pero no la hay. De esto se deduce que el proceso de compactación no es


suficientemente eficiente para garantizar una mejora en la succión.

- La mejor calidad de la Ladrillera El Tallán, confirma que un proceso más


controlado garantiza mejores propiedades de las unidades. Pero esta mejora se
da en ciertas propiedades como variabilidad dimensional y alabeo, como
consecuencia de las mejoras técnicas de moldeo, y la resistencia a la compresión
con un proceso de cocción más controlado. Pero las propiedades de absorción no
se logran uniformizar porque aún siendo un proceso tecnológico mejorado,
tampoco tiene un control sobre la materia prima. Además la incorporación de
diatomita que reduce la temperatura en la mezcla, y el desgaste de los equipos
durante el moldeo podría tener un efecto adicional en la capacidad refractaria de
las unidades finales.

- Los ladrillos El Tallán no superan los requisitos de calidad que exige la norma
NTP 331.017 para un ladrillo tipo industrial, por lo que estas unidades deberían
considerarse como semi-industriales.

- Si se desea diseñar con unidades artesanales el valor de resistencia a la


compresión para diseño podría considerarse en 50 kg/cm2.

- Aunque por la prueba de absorción los ladrillos semi-industriales son más


impermeables que los artesanales ninguno garantiza la durabilidad ante la
intemperie. Ambos requerirán recubrimiento para garantizar la integridad del
muro. Como la absorción es mayor en los ladrillos artesanales, estos requerirán
tarrajeo, mientras que los semi-industriales requerirán semi-tarrajeo.

- Los ladrillos artesanales son más susceptibles a presentar eflorescencia, es por


ello que se hace mayor la importancia y la necesidad de recubrir el muro del cual
formen parte las unidades artesanales. Con esto se evitará que las sales
contenidas en las unidades se cristalicen al entrar en contacto con el agua y
lleven a la desintegración de la unidad, lo que significaría pérdida de resistencia.

- De acuerdo a los resultados obtenidos en el ensayo de succión, se observa que


tanto los ladrillos artesanales como semi-industriales deben ser saturados antes
de su uso. Sin embargo en la práctica constructiva, los ladrillos semi-industriales
no se saturan, mas son humedecidos minutos antes de colocarlos, esto porque las
unidades son vendidas como unidades industriales y se hace la suposición que
ya cumplen con los requisitos que se plantean en las normas de construcción.
Referencias Bibliográficas

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