Obtencion de Ladrillos
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El interés en observar el proceso de producción que se lleva a cabo en cada una de ellas,
permitirá que se identifiquen las posibles causas de las deficiencias que se presentan en
el producto final.
Un agradecimiento especial para mi asesora Ing. Gaby Ruiz Petrozzi, por su constante e
incondicional apoyo en el desarrollo del presente trabajo.
Resumen
Los resultados obtenidos indicarían que no hay una mejora significativa en la calidad de
las unidades en relación a lo reportado en 1995 por García Rodríguez. Al parecer, los
esfuerzos aislados de mejorar el proceso de producción sin integrarlos con la materia
prima sería la principal causa de este comportamiento.
Índice General
Prólogo I
Resumen III
Índice General V
Introducción 1
27
27
28
VI
Introducción
Muchas de las construcciones en el Perú, han adoptado el ladrillo como uno de los
materiales más importantes y más usados. Su aplicación no se reduce a la de un simple
cerramiento, sino que cumple también una función estructural. Sin embargo el ladrillo
puede llegar a cuestionarse en cuanto a sus propiedades y características dependiendo si
cumple o no con los requisitos y normas establecidas.
Estos proyectos de desarrollo han tenido una orientación ambiental y han logrado la
mejora de aspectos del proceso productivo pero no se sabe en qué grado han logrado
una mejora de la calidad de las unidades. Aunque se percibe una mejora en su aspecto
externo, por la uniformidad de la unidad, no se tiene certeza sobre otros parámetros
importantes como la succión, absorción y resistencia a la compresión.
Para una mejor investigación y sustentación se han incluido visitas a las ladrilleras más
importantes de nuestra zona, recogiendo muestras en cada una de ellas para que sean
analizadas las principales propiedades físicas y mecánicas de los ladrillos, identificando
las posibles causas de las deficiencia que se presentan en el producto final, sin dejar de
lado las diferentes investigaciones que sobre el tema se han realizado y que han servido
de mucha ayuda para complementar este trabajo citándolas en las referencias
bibliográficas.
Una de estas referencias es la tesis desarrollada en 1995 por Francisco García Rodríguez
que muestra la relación de las zonas ladrilleras más importantes de Piura, y evalúa las
propiedades físicas y mecánicas de las unidades de albañilería producidas en las
distintas zonas de ese entonces, identificando los productores de ladrillos de arcilla de
mejor calidad en Piura. En este trabajo sólo se pone énfasis en las propiedades de las
unidades, mas no en su proceso de producción
Para ello, se ha creído conveniente, por cuestiones metodológicas, dividir el presente
trabajo en tres capítulos. En el primer capítulo se da una conceptualización general sobre
el ladrillo, indicando sus características, propiedades y clasificación. El segundo capítulo
se enfoca en el proceso de producción en la Región Piura. En el tercer capítulo, se
muestra la caracterización de los ladrillos en el laboratorio y los resultados obtenidos
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Capítulo 1
Marco teórico
1.1 Definición
Los ladrillos son pequeñas piezas cerámicas en forma de paralelepípedo, formadas por
tierras arcillosas, moldeadas, comprimidas y sometidas a una cocción. Pueden utilizarse
en toda clase de construcciones por ser su forma regular y fácil su manejo (Moreno,
1981).
Gallegos (2005); Hendry, Sinha y Davies (1997) definen al ladrillo como el componente
básico para la construcción de la albañilería y la construcción.
Schneider y Dickey (1980), Marotta (2005) y Somayaji (2001) lo definen como una
pequeña unidad de arcilla quemada para albañilería, de forma rectangular.
Del Río (1975), Moreno (1981), Somayaji (2001) y Gallegos (2005), coinciden en que
un ladrillo considerado como bueno, para muros de albañilería, debe poseer las
características generales siguientes: estar bien moldeado, lo que da lugar a caras planas,
lados paralelos y los bordes y ángulos agudos. Ser poroso, sin exceso, para poder tomar
bien el mortero, no contener sales solubles para no propiciar la eflorescencia, poseer un
sonido metálico al ser golpeado con un martillo u otro objeto similar, puesto que cuando
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se da este sonido es una muestra que el ladrillo está bien cocido y no tiene defectos
como fisuras.
Así mismo debe contar con una geometría homogénea, compacta, luciente y exenta de
caliches, no debe estar demasiado cocido ya que produciría una unidad de color
violáceo o negruzco, con una estructura vitrificada y brillosa, con deformaciones y
grietas. Un ladrillo demasiado cocido es muy duro pero la resistencia queda anulada por
las fisuras. Tampoco debe estar poco cocido o blando, pues podría desmoronarse
fácilmente y daría un sonido sordo. En resumen, las características físicas del ladrillo
son que debe tener una buena cocción, un color uniforme, un sonido claro y seco al ser
golpeado.
Algunas propiedades físicas y mecánicas de los ladrillos de arcillas son las siguientes
(Gallegos, 2005):
La Norma Técnica Peruana 331.017 (2003), clasifica a los ladrillos de arcilla, en cuatro
tipos, tal como sigue:
- Tipo 21: Para uso donde se requiera alta resistencia a la compresión y resistencia a
la penetración de la humedad y a la acción severa del frío.
- Tipo 17: Para uso general donde se requiere moderada resistencia a la compresión
y resistencia a la acción del frío y a la penetración de la humedad.
- Tipo 14: Para uso general donde se requiere moderada resistencia a la compresión.
- Tipo 10: Para uso general donde se requiere moderada resistencia a la compresión.
hidrotermal o ser el resultado de una síntesis. La imprecisión del término arcilla radica
en que conceptualmente es diferente para el ceramista, el geólogo, el edafólogo o el
fabricante de ladrillos (Besoain, 1985).
Del Río (1975), define la arcilla como una roca terrosa, como un producto secundario
proveniente de la destrucción de materiales antiguos silicatados y aluminosos.
Otros autores como Kohl (1975), precisan que las arcillas son producto de la erosión
química de las rocas. De una manera más ambigua Del Busto (1991) considera que es
una clase especial de tierra, formada por descomposición de rocas mediante la acción de
agentes ambientales.
La definición más completa parece ser la propuesta por Rhodes (1990), que indica que
la arcilla constituye un agregado de minerales y de sustancias coloidales que se han
formado mediante la desintegración química de las rocas alúminas. Ésta ha sido
obtenida por procesos geológicos de envejecimiento del planeta. Debido a que el
proceso de envejecimiento es continuo y ocurre en cualquier punto del planeta, es
considerada un material corriente y bastante abundante.
La gran mayoría de las rocas que conforman la corteza terrestre están formadas de
feldespato ya que es el mineral más común de la Tierra. A este tipo de rocas formadas
por feldespato se le conoce como rocas feldespáticas. Debido a la descomposición de
estas rocas es que se da origen a la formación de arcilla (Rhodes, 1990).
La arcilla, en su estado natural, está compuesta de uno o, como es el caso general, varios
minerales arcillosos. En esencia los minerales de arcilla son silicatos de aluminio, pero
también hay presente productos hidratados de la descomposición de las rocas
aluminosas y silicatadas, y otras sustancias como fragmentos de rocas, de óxidos
hidratados, álcalis y materiales coloidales (Del Río, 1975).
Algunos autores como Rhodes (1990) y Clews (1969) proponen la siguiente fórmula
molecular de la arcilla: Al2O32SiO22H2O. Esta fórmula no incluye las impurezas que
siempre están presentes. Por tal motivo la fórmula anterior hace referencia a una arcilla
pura que recibe el nombre de caolín.
Las arcillas con un mayor grado de pureza son las que cuentan con un alto contenido de
sílice y alúmina. El contenido de hierro y otras impurezas en este tipo de arcillas tiende
a ser más bajo. El caolín y la arcilla plástica son un ejemplo de este tipo de arcillas. El
contenido químico de los diferentes tipos de arcillas puede variar considerablemente.
Este cambio es consecuencia de las condiciones con las cuales se formó la roca ígnea de
la que proviene (Rhodes, 1990).
agua, resistencia a la flexión, etc. Debido a que el tamaño de los granos de arcilla puede
variar mucho dependiendo el tipo de arcilla al que se esté refiriendo, las propiedades
físicas de las arcillas también varían (Rhodes, 1990).
La proporción de los minerales en una arcilla varía con el tamaño del gránulo, es decir,
hay tendencia a que se concentren algunos minerales entre límites de determinado
tamaño. Así, el cuarzo, y más aún el feldespato, se acumula preferentemente en la
fracción de la arcilla gruesa (2-0.2µ ϕ). Por el contrario, los minerales propios de la
arcilla son los más abundantes en las fracciones más finas. Por lo general, en tamaños
menores a 0.2µ ϕ, existen sólo minerales de arcilla y algunos óxidos. La determinación
completa de una arcilla sólo puede lograrse efectuando las segregaciones o
fraccionamientos de tamaño adecuados. Una correcta identificación debe preservar las
características que exhiben los minerales en su estado natural (Besoain, 1985).
Las propiedades de las arcillas están determinadas por sus antecedentes geológicos,
especialmente por el medio en que se ha formado el depósito (ONU, 1970).
1.5.4.1 Plasticidad:
Ésta es la propiedad principal de las arcillas que la hacen adecuada para la fabricación
de ladrillo y que hace referencia a la habilidad que tiene la arcilla, en combinación de
cierta cantidad de agua, de mantener casi cualquier forma que se le dé.
La causa de que las partículas de arcilla se adhieran unas con otras ha sido motivo de
muchos estudios, pero no ha sido completamente determinado aún. Hasta cierto punto la
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1.5.4.2 Contracción:
Propiedad de las arcillas que produce una disminución en las dimensiones de lo que se
esté moldeando al perder humedad. Al momento de realizar el moldeado, la arcilla se
encuentra húmeda y con un alto contenido de agua, y cuando se realiza el proceso de
secado la mezcla pierde el agua que contenía produciendo una reducción en el tamaño
de la pieza moldeada.
a) Contracción por aire, que tiene lugar después que se ha formado la unidad, pero
antes de que sea secada al horno.
b) Contracción por fuego, que se produce durante el proceso de quemado.
1.5.4.3 Refractariedad:
1.5.4.4 Porosidad:
La porosidad de las arcillas varía de un tipo a otro. Esta propiedad depende mucho del
tamaño de grano que tenga la arcilla. Si la arcilla tiene un tamaño de grano grande la
porosidad será mayor que la de una arcilla con un tamaño de grano pequeño. Al
momento de moldear y compactar la mezcla que será utilizada en la fabricación de la
unidad de albañilería, las arcillas con granos pequeños quedan más unidas unas con
otras. Esto evita que se acumule tanta agua entre ellas y al momento de que se cueza la
pieza, disminuyen las cavidades provocadas por la evaporación del agua.
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1.5.4.5 Color:
Las arcillas se presentan con variados colores, siendo blancas las arcillas más puras,
pero, en general, son más o menos grises, a veces azules o negras, y frecuentemente,
amarillas, rojas o pardas (Del Río, 1975).
Los depósitos primarios de arcilla se han formado en el mismo lugar que sus rocas
madres. Las arcillas derivan directamente de la degradación natural de las rocas ígneas o
de los feldespatos (Gallegos, 2005). Es por ello que la arcilla originaria de estos
depósitos suministra los productos más puros, pero se encuentran raramente (Del Río,
1975).
Estas arcillas que no han sido transportadas por el agua, el viento o el glaciar; son
generalmente más puras. Esto se debe a que las partículas que contienen el mayor
número de impurezas son aquellas arrastradas por el viento o el agua. En la mayoría de
los depósitos de arcillas primarias se pueden encontrar pedazos de roca inalterada.
Debido a que la arcilla no ha sido sometida al proceso de selección de granos mediante
la suspensión en el agua, los granos grandes y pequeños se encuentran mezclados.
Comúnmente los bancos de arcillas primarias tienden a tener granos gruesos (ver Figura
1.1) y una plasticidad baja (Hamilton, 1989).
A pesar de que las arcillas primarias generalmente tienden a estar libres de impurezas,
no existen depósitos de arcilla en donde sea posible encontrar arcillas 100% puras. Esto
se debe a que incluso las arcillas residuales contienen algunas impurezas, producto de la
asociación de varios minerales de arcilla con otros minerales.
Los depósitos secundarios resultan del transporte de la arcilla por la acción del agua,
viento o del hielo. La arcilla procedente de estos depósitos es la que más abunda en la
Tierra (Del Río, 1975).
La pureza de este tipo de arcillas es menor al de las arcillas primarias, ya que las arcillas
secundarias son una mezcla de gran cantidad de arcillas producto de la erosión
procedentes de diferentes lugares. Por ello es común encontrar, en el contenido químico
de estas arcillas, porcentajes de hierro, cuarzo, mica y otras impurezas.
Es muy raro, pero no imposible encontrar arcillas secundarias con un nivel de pureza
mayor al de la mayoría de este tipo de arcillas. A este tipo de arcillas se le conoce como
“arcillas de bola”, y son muy útiles para mejorar la plasticidad de las arcillas primarias
sin afectar su coloración blanca. Un ejemplo de este tipo de arcillas son los llamados
“caolines secundarios”, los cuales tienen relativamente un bajo contenido de hierro.
- Alto grado de plasticidad, ya que tienen granos más pequeños (ver Figura 1.2).
- Pueden adquirir diferentes coloraciones después del proceso de cocción, desde
blanco hasta marrón oscuro, la razón es porque cuentan con un alto contenido de
impurezas.
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Este tipo de arcillas son usadas para la elaboración de unidades de albañilería en las que
la apariencia estética no es un factor (Huntington y Ellison, 1987).
Del Busto (1991) y Kohl (1975) coinciden en clasificar a las arcillas según su capacidad
para absorber agua. Así, tenemos 2 clases:
determinarán las propiedades que va a tener la mezcla de la cual formen parte, en este
caso para la elaboración de ladrillos (Gallegos, 2005).
- Las arcillas usadas en la mezcla deben ser plásticas al mezclarse con agua, de
modo tal que puedan ser formadas en moldes o por el dado de las máquinas
extrusoras que moldean y dan la forma definitiva a las unidades de arcilla
(Referencia Figura 1.5).
De acuerdo a estas características, son las arcillas superficiales las que satisfacen estas
condiciones para ser adecuadas para la fabricación de ladrillos. Este tipo de arcillas son
las más fáciles de explotar porque corresponden a una formación sedimentaria reciente
y, por lo tanto son las más empleadas. Sin embargo, al estar más expuestas a la
contaminación con sales por razones naturales y por el empleo agrícola del suelo, ellas
producen las unidades más vulnerables a la eflorescencia (Gallegos, 2005).
No hay arcilla perfectamente pura, sino que siempre va acompañada por más o menos
cantidad de materias extrañas a ella que constituyen las llamadas impurezas. Estas
impurezas pueden encontrarse en ella a partir de su origen; pueden también hallarse
accidentalmente o haber sido incorporadas mucho más tarde (Del Río, 1975).
a) Impurezas de origen:
Con frecuencia provienen de los residuos que han dejado las rocas cuando, en su
desintegración, dan origen a la arcilla. El cuarzo y la mica son los que se encuentran
más frecuentemente y en mayor cantidad. Por consiguiente, solamente deben
considerarse como impurezas principales el cuarzo y la mica. A veces se podrá
encontrar algo más, pero es tan poco y tan raras veces, que no tiene importancia tenerlo
o no en cuenta.
b) Impurezas accidentales:
Aparecen en las arcillas que han sido desplazadas y arrastradas a lugares lejanos de los
de su formación a causa de perturbaciones geológicas; por lo tanto no es sorprendente
que en dichas arcillas se hayan depositado cuerpos extraños que han sido arrastrados en
su desplazamiento. Tales son los carbonatos alcalinotérreos o terrosos (calcio,
magnesio), los compuestos ferruginosos y el rutilo, que es el anhídrido titánico.
Las piritas de hierro no aparecen extremadamente puras en las arcillas; por el contrario,
a veces están completamente oxidadas. La arcilla que posea piritas es porosa bajo la
influencia del calor. Sometida a la acción de una llama reductora, la pirita se transforma
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El sulfato de calcio, que puede ser anhidro (anhidrita) o hidratado (distintas variedades
de yeso), en el caso de que la arcilla esté débilmente cocida, se deshidrata sencillamente
y se vuelve a hidratar bajo la influencia del aire húmedo, taladrando la masa con una
multitud de canales capilares que la convierten en una materia heladiza y,
paralelamente, disminuyen su solidez (Del Río, 1975).
Las características y propiedades de las unidades de arcilla son afectadas por diversos
factores, pero determinante es la composición química de la materia prima. Aunque el
proceso de moldeo y cocción también son relevantes, éstos se establecen en función de
las características de la materia prima.
Por ejemplo el color de las unidades se ve afectada por la presencia de hierro, que en
una cantidad menor al 7% proporciona una coloración rojiza, si se presenta un mayor
porcentaje se presentará una coloración azul oscura. Además del hierro, el óxido de
magnesio, en un porcentaje menor a uno, proporciona una coloración amarilla. El óxido
de hierro produce unidades rojas o blancas con porcentajes menores al 5%.
Existen algunos minerales tales como sílice, cal y feldespato que proporcionan
compacidad a las unidades, de presentarse exceso de estos minerales, se perdería la
cohesión y homogeneidad del material. Así, la sílice debe mantenerse en un rango de
50% a 60% y la cal debe encontrarse por debajo del 10%. Estos valores límite también
evitan el agrietamiento en el producto final.
1.6.2 Fabricación
El porcentaje de agua utilizada para la mezcla es aproximadamente del 25% del total
(Jiménez y Salazar, 2005).
b) Moldeado
En esta etapa, se le da a la arcilla la forma que las unidades de albañilería deberán tener
después de la cocción. El proceso de moldeado se puede realizar a mano o empleando
máquinas.
La fabricación mecánica puede ser mediante una máquina que se conoce como galletera
de hélice o mediante una prensa de vacío (Moreno, 1981).
La galletera de hélice consiste en un cilindro horizontal, dentro del cual gira un eje
guarnecido con una hélice que impulsa la pasta y la obliga a salir por una boquilla (ver
Figura 1.3).
La boquilla, cuya misión es darle forma al ladrillo, consiste en una pieza de madera
sujetada con tornillos a una gruesa placa rectangular de fundición llamado
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c) Secado
Dentro del proceso de secado hay un proceso conocido como pre-secado, el cual
consiste en dejar durante un tiempo el ladrillo recién moldeado en el mismo lugar donde
fue hecho para que pierda humedad y sea posible su manipulación.
El secado puede ser natural o artificial. En el primer caso el secado está condicionado a
las características climáticas de la región y algunas veces el lugar de secado es colocado
sobre los hornos para que de esta manera se pueda recuperar algo de la energía perdida a
través de la bóveda del horno.
En el caso de secado artificial, este proceso es acelerado por acondicionamiento del aire.
Existen muchos tipos de secadores artificiales pero los más conocidos son los de cámara
y los de túnel. Los productos a secar son llevados por medio de pequeñas vagonetas en
donde son sometidos a un proceso de secado regulado al contenido de agua de los
productos. El aire caliente utilizado para el secado proviene de máquinas especiales que
algunas veces aprovechan el calor de los hornos cuando éstos están en proceso de
enfriamiento.
El secado de los ladrillos es una de las partes más delicadas de la fabricación, pues un
secado muy rápido puede rajarlos y un secado incompleto puede impedir el buen
cocimiento (Robusté, 1969).
d) Cocción:
Las fases de cochura en el horno son tres: precalentamiento, cocción y enfriamiento (ver
Figura 1.6). En la primera fase se elimina paulatinamente el agua impregnada en la
arcilla. El agua es removida por aire continuamente renovado y aumenta constantemente
la temperatura, el precalentamiento se considera terminado cuando toda la masa alcanza
los 100º C.
El enfriamiento de las piezas está definido por su tamaño, cuanto mayor es el tamaño de
los ladrillos, la temperatura normal se alcanza más lentamente. Los productos cuyo
enfriamiento se realiza lentamente, son tenaces y muy resistentes a las acciones
mecánicas. Por el contrario un enfriamiento rápido los hace frágiles, hasta el punto que
si han sido enfriados con demasiada premura se rompen a veces espontáneamente, sin la
intervención de agentes mecánicos exteriores (Anfalit, 2002).
Los hornos intermitentes, son los más sencillos y consisten en un cuarto con planta
cuadrada o rectangular, de altura de 5 a 6 metros. Sus muros deben tener bastante
espesor para que retengan mejor el calor; por la parte superior está libre, disponiendo
una cubierta separada lo suficiente para que los productos de combustión puedan salir
libremente (ver Figura 1.7). En la parte baja de la pared de fachada se practican algunas
puertas o bocas para la introducción del combustible y entrada de aire; en las paredes
empezando desde 1.50 a 2 metros del suelo, se disponen de unas aberturas estrechas y
altas que facilitan la carga y descarga del horno, cerrándose estas aberturas durante la
cocción. En este tipo de hornos el proceso de combustión es incompleto porque la falta
de oxígeno provoca que el material no se queme completamente, generando piezas
crudas y ahumadas (Moreno, 1981).
Figura 1.7: Horno Intermitente con suelo y muros laterales, típico de México
(Jiménez y Salazar, 2005)
Este horno puede ser de planta rectangular y consta de una galería anular rodeada por
gruesos muros y cubierta por una bóveda recubierta superiormente por una capa de
arena. Esta galería está dividida en varios compartimentos mediante unos tabiques de
plancha de hierro que corren por unas rodaduras que sirven de guías. Cada
compartimiento tiene una boca o entrada de 0.80 por 1 metro practicada en el muro
exterior del cerramiento, la que sirve para la carga y descarga del material, teniendo
además en el muro interior un orificio que comunica con otra galería concéntrica y más
pequeña que la primera, llamada galería de humo que, a su vez, está en comunicación
con la chimenea que establece el tiraje necesario para la combustión mediante cuatro
aberturas practicadas en el muro de la chimenea (Moreno, 1981).
Las etapas del proceso de producción también influyen en las propiedades de las
unidades de arcillas. De hecho, el proceso de producción (moldeo y cocción) debe
adaptarse a las características de la materia prima. Como se ha visto en el punto 1.5.8,
muchos componentes presentes en la materia prima de las unidades requiere
condiciones especiales de secado y un determinado control de las temperaturas de
cocción.
Por otro lado, en el proceso de moldeo se debe considerar realizar un buen amasado de
la mezcla y una correcta colocación en los moldes. La mezcla debe prensarse
adecuadamente dentro los moldes llenándolos en su totalidad, para evitar obtener
unidades porosas o unidades con esquinas redondeadas.
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De la misma forma debe considerarse utilizar arena en los moldes o asegurarse que
estén suficientemente húmedos de lo contrario las esquinas quedarían pegadas al molde
al momento de desmoldarse generándose esquinas levantadas en la unidad.
En esta etapa se produce el color final que tendrá la unidad. Con una subcocción se
tendría una unidad amarillenta y cruda. Por otro lado con una sobrecocción, podría
llegarse a unidades negruzcas.
Una síntesis de los efectos de cada etapa en la calidad final de las unidades se muestra
en la Tabla 1.3. Tomando en consideración los efectos de la composición mineralógica
de la materia prima en la calidad final de las unidades (Tabla 1.2) y las etapas del
proceso de producción (Tabla 1.3), se puede concluir que ambas se relacionan e
influyen en el resultado final de las unidades, favoreciendo en mayor o menor medida
su calidad. No se trata únicamente de qué tipo de materia haya sido seleccionada para la
elaboración de las unidades y si presenta mejores características, sino también la manera
en que esta materia prima es tratada para la fabricación de los ladrillos, lo que llevará a
un único resultado final.
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PROCESO DE PRODUCCIÓN
EFECTOS Cocción
PRODUCIDOS EN Preparación de la
LAS UNIDADES Moldeo Secado Intensidad de
mezcla Enfriamiento
quemado
La subcocción da lugar
a unidades débiles que
Sonido se reconocen por el
sonido sordo al
golpearlas entre sí.
Agrietamiento en la
Con una cocción muy El rápido
unidad que disminuye
Resistencia alta se disminuiría la enfriamiento
su resistencia, si el
compresión resistencia del ocasionaría rotura de
secado es demasiado
producto final. la unidad.
rápido.
Capítulo 2
Proceso de producción en las zonas productoras de la Región Piura
2.1 Características de la materia prima en la región
En la Figura 2.1 se puede observar algunos de los lugares donde se ejerce la actividad
de fabricación de ladrillos. Estas zonas no siempre son elegidas con conocimiento
completo acerca de las propiedades de las arcillas que se encuentran allí, sino que se
eligen por su proximidad a las carreteras para facilitar su transporte y comercialización.
Otro criterio es la cercanía a las fuentes de agua que utilizarán en la preparación de la
mezcla, como los lechos de ríos.
Uno de los lugares donde se encuentra la arcilla más adecuada para la producción de
ladrillos es Chulucanas, en la zona de La Encantada. Esto se debe a la proximidad con
los grandes macizos graníticos que hay en el área. El tipo de roca encontrada es
caolinita que es una arcilla plástica, de fácil moldeo, con alta resistencia mecánica en
crudo y en cocido, además de presentar una mayor facilidad para desmoldar.
Conclusiones
Este trabajo tiene carácter exploratorio y proporciona una idea general de cómo
se realiza el trabajo de fabricación de ladrillos. Para tener datos específicos sobre
el proceso de todas las ladrilleras de la Región Piura se necesitaría un estudio
estadístico con un mayor número de muestreo de unidades y zonas de
producción.
- Los ladrillos El Tallán no superan los requisitos de calidad que exige la norma
NTP 331.017 para un ladrillo tipo industrial, por lo que estas unidades deberían
considerarse como semi-industriales.
3. Clews, F.H. (1969). Heavy clay technology (2ª). New York: Academic Press.
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Reino Unido: E&FN Spon.
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Materials and types of construction (3ª). Australia: John Wiley & Sons.
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José Montesó.
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20. Schneider, R., & Dickey, W. (1980). Reinforced masonry design. Englewood
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24. Villareal, LA. (2004). Uso de lodo y papel para la fabricación de ladrillos y
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