Actividad 1
Actividad 1
Actividad 1
Derecho Civil II
Integrante:
Profesora:
1
Índice
Introducción..................................................................................................................... 3
Conclusión .................................................................................................................... 10
Bibliografía .................................................................................................................... 11
2
Introducción
Las obligaciones no se auto constituyen, puesto que siempre tienen una génesis, un
nacimiento, una causa establecida por la legislación que las generan. Es la ley la que
en última instancia siempre regula el reconocimiento y eficacia de una obligación, la
que delimita sus ámbitos. El Código Civil panameño en su Art. 974 señala ““las
obligaciones nacen de la ley, de los contratos y cuasicontratos y de los actos y
omisiones ilícitos o que intervenga cualquier género de culpa o negligencia”
“Las obligaciones nacen, ya del concurso real de las voluntades de dos o más
personas, como en los contratos o convenciones; ya de un hecho voluntario de la
persona que se obliga, como en la aceptación de una herencia o legado y en todos los
cuasicontratos; ya a consecuencia de un hecho que ha inferido injuria o daño a otra
persona, como en los delitos y cuasidelitos; ya por disposición de la ley, como entre los
padres y los hijos de familia”. Esta es una clasificación que en lo principal viene desde
las instituciones de Justiniano y de manera formal rescatamos cinco fuentes de las
obligaciones: el contrato, el cuasicontrato, el delito, el cuasidelito y la ley.
3
El cuasicontrato como fuente de obligaciones
Las obligaciones que se contraen sin convención nacen, o de la ley, o del hecho
voluntario de una de las partes… Si el hecho de que nacen es lícito, constituye un
cuasicontrato”. Se desprende entonces que las obligaciones derivadas de un
cuasicontrato son aquellas que las personas suelen contraer sin que mediara
convención.
4
La legislación civil panameña reconoce tres principales cuasicontratos, que son los
siguientes:
Es uno de los primeros supuestos en que se manifiesta la idea básica de los cuasi
contratos. Se considera que una persona puede cuidar los intereses o el negocio de
otra sin haber recibido este encargo, pero con el plausible propósito de evitar un
perjuicio o una molestia al titular de aquéllos. Realizada la gestión, el gestor tendrá
derecho a resarcirse frente al interesado o titular del negocio o asunto gestionado. Para
ello es preciso que se den los siguientes requisitos: el gestor ha de haber actuado de
buena fe y conscientemente; ha de haber intervenido en la gestión de un asunto en el
que el interesado podía ser sustituido; debe llevar hasta el final la gestión iniciada,
salvo que el interesado interviniera directamente apartándole; por último, hay que
5
valorar el resultado de la gestión. Si ésta consistía en evitar un perjuicio al interesado, y
se evitó gracias a la intervención del gestor, éste tendrá derecho al resarcimiento de los
gastos que tuvo. Si la gestión consistía en lograr un aprovechamiento, el gestor ha de
haber tenido éxito en la gestión logrando que el aprovechamiento buscado beneficie al
interesado. Y este beneficio se medirá teniendo en cuenta también los gastos
realizados por el gestor. (Enciclopedia jurídica, s.f.)
Se conoce como gestión de negocios ajenos sin mandato donde el mandatario actúa
sin mandante. De la gestión de negocios ajenos se ocupa el Art. 1630 del Código Civil
cuando dice que “El que se encarga voluntariamente de la agencia o administración de
los negocios de otro, sin mandato de éste, está obligado a continuar su gestión hasta el
término del asunto y sus incidencias, o a requerir al interesado para que le sustituya en
la gestión, si se hallase en estado de poder hacerlo así”.
Es necesario señalar que toda persona que administrare un negocio ajeno contra la
expresa prohibición del interesado, no tiene acción contra este, sino solamente cuando
la gestión fuera útil y llegare a existir utilidad al tiempo de la demanda, así lo dispone la
legislación.
6
Cobro de lo indebido
El Código Civil en su Art. 1637 señala “Cuando se recibe alguna cosa que no había
derecho a cobrar, y que por error ha sido indebidamente entregada surge la obligación
de restituirla.”. Artículo 1638, El que acepta un pago indebido, si hubiere procedido de
mala fe, deberá abonar el interés legal cuando se trate de capitales, o los frutos
percibidos o debidos percibir cuando la cosa recibida los produjere.
Además, responderá de los menoscabos que la cosa haya sufrido por cualquiera
causa, y de los perjuicios que se irrogaren al que la entregó, hasta que la recobre. No
se prestará el caso fortuito, cuando hubiese podido afectar del mismo modo a las cosas
hallándose en poder del que las entregó.
El cobro de lo indebido tiene que ver con la teoría general de las obligaciones, es decir,
con los vínculos jurídicos que ligan a dos o más personas en cuya virtud una de ellas
(deudor) queda sujeta a realizar una prestación (comportamiento) a favor de otra
(acreedor) para la satisfacción de un interés de éste digno de protección y a éste le
corresponde un poder (derecho de crédito) para obtener el cumplimiento de la
prestación. También se define la obligación como la relación jurídica establecida entre
dos personas y dirigida a que una de ellas obtenga determinados bienes o servicios a
través de la cooperación de otra, o bien al intercambio recíproco de bienes y servicios
mediante una recíproca cooperación.
7
Del enriquecimiento sin causa
El Código Civil en su Art. 1643a señala, “Quien se ha enriquecido sin causa, a costa o
con perjuicio de otro, está obligado, dentro de los límites del enriquecimiento, a
indemnizar a éste de su correlativa disminución patrimonial.
El principio general de derecho del enriquecimiento injusto o sin causa se produce
cuando una parte obtiene una ventaja patrimonial con el correlativo empobrecimiento
de la otra parte, sin que exista una causa que justifique tal desplazamiento patrimonial.
(Ariño, s.f.)
Artículo 1643c. La acción prescribe a los cinco (5) años de producidos los hechos.
8
d) Que no exista ninguna causa que justifique el aumento patrimonial de demandante,
es decir, que no exista vínculo contractual entre las partes. Sí que se exige un
vínculo entre el enriquecimiento de uno y el empobrecimiento de otro.
e) Que no exista norma alguna que exceptúe la aplicación de este principio.
f) Que no haya podido hacerse valer el derecho mediante otra acción.
9
Conclusión
Podemos concluir que la obligación es un vínculo jurídico entre dos partes, en virtud del
cual el deudor está en la capacidad de cumplir con una prestación en favor de otra que
se constituye en el acreedor, que está en condiciones de exigir su cumplimiento.
10
Bibliografía
11