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Actividad 1

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Universidad Del Istmo – Panamá

Facultad de Derecho y Ciencias Políticas

Licenciatura en Derecho Y Ciencias Políticas

Derecho Civil II

El cuasicontrato como fuente de obligaciones

Integrante:

César Enrique Huertas Quiroz 8-789-1229

Profesora:

Josu Gabriel Paz Expósito

Panamá 24 de octubre 2019

1
Índice

Introducción..................................................................................................................... 3

El cuasicontrato como fuente de obligaciones ................................................................ 4

La gestión de negocios ajenos sin mandato. ............................................................... 5

Cobro de lo indebido .................................................................................................... 7

Del enriquecimiento sin causa ..................................................................................... 8

Conclusión .................................................................................................................... 10

Bibliografía .................................................................................................................... 11

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Introducción

Las obligaciones no se auto constituyen, puesto que siempre tienen una génesis, un
nacimiento, una causa establecida por la legislación que las generan. Es la ley la que
en última instancia siempre regula el reconocimiento y eficacia de una obligación, la
que delimita sus ámbitos. El Código Civil panameño en su Art. 974 señala ““las
obligaciones nacen de la ley, de los contratos y cuasicontratos y de los actos y
omisiones ilícitos o que intervenga cualquier género de culpa o negligencia”

“Las obligaciones nacen, ya del concurso real de las voluntades de dos o más
personas, como en los contratos o convenciones; ya de un hecho voluntario de la
persona que se obliga, como en la aceptación de una herencia o legado y en todos los
cuasicontratos; ya a consecuencia de un hecho que ha inferido injuria o daño a otra
persona, como en los delitos y cuasidelitos; ya por disposición de la ley, como entre los
padres y los hijos de familia”. Esta es una clasificación que en lo principal viene desde
las instituciones de Justiniano y de manera formal rescatamos cinco fuentes de las
obligaciones: el contrato, el cuasicontrato, el delito, el cuasidelito y la ley.

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El cuasicontrato como fuente de obligaciones

El Código Civil se limita en su artículo 1629, norma que rige en materia de


obligaciones, nos indica que “son cuasicontratos los hechos lícitos y puramente
voluntarios, de los cuales resulta obligado su autor con un tercero y a veces una
obligación recíproca entre los interesados”

Las obligaciones que se contraen sin convención nacen, o de la ley, o del hecho
voluntario de una de las partes… Si el hecho de que nacen es lícito, constituye un
cuasicontrato”. Se desprende entonces que las obligaciones derivadas de un
cuasicontrato son aquellas que las personas suelen contraer sin que mediara
convención.

El cuasicontrato se lo define como un acto lícito, voluntario y por lo tanto no


convencional que impone determinadas obligaciones. Su carácter lícito le permite
establecer sus fronteras con los delitos y cuasidelitos que por naturaleza son ilícitos; el
voluntario, por expresarse la voluntad de un individuo; y lo no convencional, por no
mediar acuerdo de voluntades. El maestro Planiol señala respecto a la diferencia entre
contrato y cuasicontrato lo siguiente “que mientras el contrato nace del acuerdo de
voluntades entre dos o más personas, en el cuasicontrato no existe este acuerdo, sino
que hay la voluntad de una sola persona, que por disposición de la ley contrae una
obligación”. Situación que pone de manifiesto la posición de Planiol de que son las
disposiciones legales las que imponen la obligación antes que el carácter voluntario,
lícito y no convencional de los cuasicontratos. (Pesantes, 2017)

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La legislación civil panameña reconoce tres principales cuasicontratos, que son los
siguientes:

1. La gestión de negocios ajenos sin mandato.


2. Cobro de lo indebido.
3. El enriquecimiento sin causa.

La gestión de negocios ajenos sin mandato.

Una de las especies de cuasicontratos es, precisamente, la gestión de negocios ajenos


sin mandato que, con CASTÁN, podemos definir como el «hecho de encargarse una
persona de asuntos o intereses de otra, sin haber recibido mandato de ésta y sin
obligación legal de intervenir en ellos».

Es uno de los primeros supuestos en que se manifiesta la idea básica de los cuasi
contratos. Se considera que una persona puede cuidar los intereses o el negocio de
otra sin haber recibido este encargo, pero con el plausible propósito de evitar un
perjuicio o una molestia al titular de aquéllos. Realizada la gestión, el gestor tendrá
derecho a resarcirse frente al interesado o titular del negocio o asunto gestionado. Para
ello es preciso que se den los siguientes requisitos: el gestor ha de haber actuado de
buena fe y conscientemente; ha de haber intervenido en la gestión de un asunto en el
que el interesado podía ser sustituido; debe llevar hasta el final la gestión iniciada,
salvo que el interesado interviniera directamente apartándole; por último, hay que

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valorar el resultado de la gestión. Si ésta consistía en evitar un perjuicio al interesado, y
se evitó gracias a la intervención del gestor, éste tendrá derecho al resarcimiento de los
gastos que tuvo. Si la gestión consistía en lograr un aprovechamiento, el gestor ha de
haber tenido éxito en la gestión logrando que el aprovechamiento buscado beneficie al
interesado. Y este beneficio se medirá teniendo en cuenta también los gastos
realizados por el gestor. (Enciclopedia jurídica, s.f.)

Se conoce como gestión de negocios ajenos sin mandato donde el mandatario actúa
sin mandante. De la gestión de negocios ajenos se ocupa el Art. 1630 del Código Civil
cuando dice que “El que se encarga voluntariamente de la agencia o administración de
los negocios de otro, sin mandato de éste, está obligado a continuar su gestión hasta el
término del asunto y sus incidencias, o a requerir al interesado para que le sustituya en
la gestión, si se hallase en estado de poder hacerlo así”.

Es necesario señalar que toda persona que administrare un negocio ajeno contra la
expresa prohibición del interesado, no tiene acción contra este, sino solamente cuando
la gestión fuera útil y llegare a existir utilidad al tiempo de la demanda, así lo dispone la
legislación.

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Cobro de lo indebido

El cobro de lo indebido es el vínculo jurídico que se establece entre la persona que


recibe lo que no tenía derecho a recibir y aquella que paga por error y en cuya virtud el
cobrador se constituye en la obligación de restituir lo indebidamente pagado.

El Código Civil en su Art. 1637 señala “Cuando se recibe alguna cosa que no había
derecho a cobrar, y que por error ha sido indebidamente entregada surge la obligación
de restituirla.”. Artículo 1638, El que acepta un pago indebido, si hubiere procedido de
mala fe, deberá abonar el interés legal cuando se trate de capitales, o los frutos
percibidos o debidos percibir cuando la cosa recibida los produjere.

Además, responderá de los menoscabos que la cosa haya sufrido por cualquiera
causa, y de los perjuicios que se irrogaren al que la entregó, hasta que la recobre. No
se prestará el caso fortuito, cuando hubiese podido afectar del mismo modo a las cosas
hallándose en poder del que las entregó.

El cobro de lo indebido tiene que ver con la teoría general de las obligaciones, es decir,
con los vínculos jurídicos que ligan a dos o más personas en cuya virtud una de ellas
(deudor) queda sujeta a realizar una prestación (comportamiento) a favor de otra
(acreedor) para la satisfacción de un interés de éste digno de protección y a éste le
corresponde un poder (derecho de crédito) para obtener el cumplimiento de la
prestación. También se define la obligación como la relación jurídica establecida entre
dos personas y dirigida a que una de ellas obtenga determinados bienes o servicios a
través de la cooperación de otra, o bien al intercambio recíproco de bienes y servicios
mediante una recíproca cooperación.

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Del enriquecimiento sin causa

El Código Civil en su Art. 1643a señala, “Quien se ha enriquecido sin causa, a costa o
con perjuicio de otro, está obligado, dentro de los límites del enriquecimiento, a
indemnizar a éste de su correlativa disminución patrimonial.
El principio general de derecho del enriquecimiento injusto o sin causa se produce
cuando una parte obtiene una ventaja patrimonial con el correlativo empobrecimiento
de la otra parte, sin que exista una causa que justifique tal desplazamiento patrimonial.
(Ariño, s.f.)

Artículo 1643b. La acción de enriquecimiento sin causa no puede ejercitarse cuando el


perjudicado tiene otra acción para hacerse indemnizar por el perjuicio sufrido.

Artículo 1643c. La acción prescribe a los cinco (5) años de producidos los hechos.

¿Cuáles son los requisitos del Enriquecimiento Injusto?

a) Que la persona demandada haya disfrutado, injustamente, de un aumento de su


patrimonio. Es decir, cualquier ventaja patrimonial.
b) Que la persona demandante, de forma correlativa, se haya empobrecido. Este
empobrecimiento debe ser apreciable. Sirve puntualizar en este punto, que deberá
ser el demandante el que pruebe el enriquecimiento del demandado.
c) No es necesario que el enriquecido haya tenido mala fe, negligencia o un acto
ilícito.

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d) Que no exista ninguna causa que justifique el aumento patrimonial de demandante,
es decir, que no exista vínculo contractual entre las partes. Sí que se exige un
vínculo entre el enriquecimiento de uno y el empobrecimiento de otro.
e) Que no exista norma alguna que exceptúe la aplicación de este principio.
f) Que no haya podido hacerse valer el derecho mediante otra acción.

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Conclusión

Podemos concluir que la obligación es un vínculo jurídico entre dos partes, en virtud del
cual el deudor está en la capacidad de cumplir con una prestación en favor de otra que
se constituye en el acreedor, que está en condiciones de exigir su cumplimiento.

Los cuasicontratos son actos voluntarios, lícitos y no convencionales que generan


obligaciones, El cuasicontrato de la gestión de negocios ajenos sin mandato se lo ha
definido como un mandato en el que el mandatario obra sin mandante. En cuanto al
cuasicontrato del pago de lo no debido en el Código se dice que el que por error ha
hecho un pago y prueba que no lo debía tiene derecho para repetir lo pagado. Según
nuestro código civil del enriquecimiento sin causa de una cosa universal o singular
entre dos o más personas, sin que ninguna de ellas haya contratado sociedad o
celebrado otra convención relativa a la misma es una especie de cuasicontrato.

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Bibliografía

Ariño, B. (s.f.). V Lex. Obtenido de https://practicos-vlex.es/vid/enriquecimiento-causa-


415990746

Enciclopedia jurídica. (s.f.). Obtenido de http://www.enciclopedia-juridica.com/d/gestion-


de-negocios-ajenos/gestion-de-negocios-ajenos.htm

Pesantes, E. G. (2017). LAS OBLIGACIONES CIVILES Y SUS FUENTES.

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