Info Poesia Precolombina
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MAYAS
Sistema de Escritura
El sistema de escritura maya (a menudo llamada jeroglífica por un vago
parecido superficial con la escritura del Antiguo Egipto, con la que no se
relaciona) era una combinación de símbolos fonéticos e ideogramas, en
realidad la estructura pictográfica es más parecida al chino, donde los
ideogramas pueden anidarse para formar conceptos más complejos, a la vez
que funcionar sólo como representaciones fonéticas. El desciframiento de la
escritura maya ha sido un largo y laborioso proceso. Algunas partes de ésta
fueron descifradas a finales del siglo XIX y a principios del siglo XX (en su
mayoría partes relacionadas con números, el calendario, y astronomía), pero
los mayores avances se hicieron en las décadas de 1960 y 1970, y se
aceleraron de allí en adelante, de manera que ahora la mayoría de textos
mayas pueden ser leídos casi completamente en sus idiomas originales. Los
misioneros españoles, en su afán por imponer y arraigar la religión cristiana
entre los indígenas, para acelerar el proceso de catequización, ordenaron la
quema de todos los libros mayas poco después de la conquista.[3] El hecho fue
un gran golpe a la conservación del conocimiento de la antigua escritura
maya. Aunque muchas inscripciones en piedra aún sobreviven (la mayoría de
ciudades que ya estaban abandonadas cuando llegaron los españoles), sólo
tres libros y algunas páginas de un cuarto sobreviven de las antiguas
bibliotecas. Terrones rectangulares de yeso son un descubrimiento frecuente
en la arqueología maya; parecen ser restos de lo que una vez fueron libros,
después de que todo el material orgánico se pudrió.
Literatura
Hay pocos ejemplos de la literatura maya, pues muchos códices mayas (libros)
fueron destruidos por el tiempo, la humedad o los misioneros españoles, y
sólo se salvaron cuatro: El Códice de Dresde; el Códice Tro-Cortesiano, el
Códice Peresiano y el Códice Grolier que se encuentran respectivamente en
Dresde, Alemania; Madrid, España; París, Francia; y Ciudad de México,
México. Los Libros de Chilam Balam, El Popol Vuh y Los Anales de los
Cakchiqueles fueron escritos respectivamente en maya yucateco, quiché y
cakchiquel utilizando el alfabeto latino traído por los españoles. Así, la
“pureza” de estos libros está bajo sospecha pues los españoles pudieron haber
influido de forma directa o indirecta, pero de cualquier forma, son libros
mayas, es decir de los mayas que vivieron en tiempos de la colonia española.
En el caso del Popol Vuh, el descubrimiento de un bajorrelieve de 1.500 años
de antigüedad en la Acrópolis, (una pirámide de cerca de 75 m de altura) en
Toniná, Chiapas, podría confirmar la autenticidad del Popol Vuh.
Música
La música maya se basaba en dos tipos de instrumentos: de viento (silbatos,
flautas y caracoles) y de percusión (xilófono [tanto de piedra como de
madera], caparazones de tortugas y bastones de madera). Los bastones de
madera son huecos y tienen estrechos pasajes interiores que hacen sonar las
semillas en su interior. No se conoció la música producida por instrumentos de
cuerda (por ejemplo las guitarras). No conocemos muchos de los instrumentos
hechos en madera que desaparecieron al paso del tiempo y la humedad.
Aztecas
Literatura
La escritura
Fuentes
La literatura náhuatl es conocida, sin embargo, por diversas fuentes que han
llegado hasta nuestros días. Muchos códices de la época aborigen, fueron
destruidos por los españoles, para evitar la supervivencias de las regiones
idolátricas y a veces, lo destruyeron también los propios aborígenes en sus
luchas intestinas.
Se sabe, así, que entre los aztecas llegaron a formarse verdaderas escuelas
literarias y que al menos hubo tres grandes centros culturales: Tenochtitan
(México), Texcoco y Cualhtitlán. En las primeras de esas ciudades, existió un
verdadero emporio cultural, y en la segunda hubo archivos y museos
importantes, ahora desaparecidos.
La poesía lírica
Los aztecas componían himnos religiosos en honor a sus dioses, que provenían
de la inspiración de compositores oficiales de los templos.
Literatura
Escrituras y fuentes
La poesía Quechua
Con la Conquista, los cantos indígenas se mezclaron con los católicos, y de esa
fusión surgió un arte nuevo o mestizo. Los españoles, del mismo modo que lo
habían hecho en México, Guatemala y otros países, destruyeron los elementos
paganos de las civilizaciones indígenas. Sin embargo, la mentalidad indígena,
muy religiosa de por si, transfirió muchos aspectos de su paganismo al
catolicismo, y fue así como en algunos casos Jesucristo fue asimilado en
Pachacamac, dios de los incas.
Clases de lírica
Escritura
En el siglo XVI se escribieron textos en lengua maya pero con alfabeto latino,
y entre los más importantes se encuentran el Popol Vuh, relato mítico sobre
el origen del mundo y la historia del pueblo maya, y los llamados libros de
Chilam Balam, crónicas de chamanes o sacerdotes en las que se recogen
acontecimientos históricos. La obra del obispo fray Diego de Landa, Relación
de las cosas de Yucatán, ha resultado una fuente importantísima para
descifrar la grafía maya.
Se transmitió originalmente por tradición oral, hasta mediados del Siglo XVI,
en que fue escrito por un indígena en lengua quiché pero con caracteres
latinos.
Este fue traducido al castellano por Francisco Jiménez, cura párroco de Santo
Tomás Chuilá, antigua población de Guatemala.
El popol vuh narra la historia de la creación de los pueblos quiches:
Primera creación
Segunda creación
Los dioses crean figuras humanas de barro que hablan pero carecen de
pensamientos. Vieron que no estaba bien y las destruyeron.
Tercera creación
Los dioses fabricaron muñecos de madera con forma humana, los cuales
hablaban y tuvieron descendencia, pero al carecer de sangre se secaron.
Cuarta creación
SIGLO XV
Claro que existía una forma de escritura no podía ser de otra manera de
nudos los cuales tenían diferentes colores que a la vez estaban ubicados
distante del uno al otro esta forma constituyo claramente una evolución
estos Kipus para la memoria y para los números es posible que esta
leyes. Sin duda una forma muy interesante de dar a conocer los hechos
aquella civilización eran los Arawikus que preferian los versos cortos de
unas cuatro, cinco o seis silabas, los poemas mas famosos de los Incas los
a sus dioses.
Otra forma que poseían los Incas eran el Wawaki su similar en Jailli, una
canción de tipo dialogada este genero si podemos llamar así era utilizado
donde podemos referir temas tales como el amor leve, puro, lìrico. El
otro genero era conocido como Ghashwa que se referia en sus estrofas a
existe otro elemento lírico como Urpi (La paloma) vendría siendo una
paloma.
Jillis
QUITA URPI
palomita agreste,
desamorada;
palomita agreste,
desamorada.
! OH Creador, Providente!
que diciendo:
”Sea el hombre,
sea la mujer”
a todos hiciste.
Creado y colocado
pacíficamente
y sin cuidados
viviré.
¿Dónde estás?
¿Estás afuera?
¿Estás adentro?;
¿Estás en la sombra?
¡Escúchame, atiéndeme!
Hazme vivir
protégeme, susténtame!
Recíbeme,
¡OH Wiracocha!
omo su nombre lo indica, la literatura precolombina hace referencia a la
producción literaria que tuvo lugar en el continente americano antes de la
llegada de Cristóbal Colón y los conquistadores europeos. Por lo tanto, el
concepto abarca miles de años de historia y llega hasta 1492.
Los Aztecas
Los aztecas fueron un pueblo que tomó muchos elementos culturales de los
Olmecas (mencionados anteriormente); de los Zapotecas, que poseían un
sistema de escritura que grabaron en pergaminos y piedra. De los Mixtecas, de
los cuales se conservan códices pintados sobre piel de animales y de los
Teotihuacanes cuyo legado religioso fue profundo. Fueron politeístas con un
marcado antropomorfismo. En el aspecto lingüístico no pronunciaban la b, g,
r y s. Usaban mucho los sonidos p, c, l y x, predominando el tl. Los poetas en
esta cultura poseían un elevado rango que los ponía a la par con sacerdotes,
nobles y príncipes. Algunos nombres que se conservan son los de
Netzahualcoyotl, Tlacahuepan, Tozcuatectli y Tlatecatzin, entre otros. La
mayor parte de la poesía azteca o Náhualtl es anónima y priman los poemas
de corte místico donde la relación con la divinidad prevalece, tal como se
expresa en este fragmento: "Y decían que a los primeros hombres/ que dios
los hizo, los forjó de ceniza./ Eso lo atribuían a Quetzalcóalt, cuyo signo es
el viento" (...) "Se cimentó luego el tercer Sol. Su signo era lluvia" (...) "Y
decían que en él llovieron las pedrezuelas que vemos,/ que hirvió la piedra
tezontle/ y que entonces se enrojecieron los peñascos", perteneciente al
texto "Rito de los cinco Soles". Otro poema importante se titula "Poema de
Quetzalcóatl y el nacimiento de Huitzilopochtli". Vale destacar unos singulares
concursos de poesía llamados Huehuetitlan donde participaban los caudillos y
guerreros. Estos fueron recogidos luego en los Cantares Mexicanos.
Los Mayas
Los Incas
Guaraníes y Mapuche
(alma) reina y habita el dolor, y no sólo eso, además, recalca que nuestra
existencia se reduce al momento de la muerte, al olvido.
"He bebido vino de hongos y llora mi corazo: / sufro y soy un desdichado en la
tierra/ Me pongo a meditar en que no gozo, en que no soy feliz…"5.
Sigo viendo a algunos "malditos" con taparrabo. También recuerdo a Borges
cuando dice que es el más infortunado de los hombres porque no ha sido feliz.
Pero siguiendo con el tema, en algunos poemas aztecas, subyace un
sentimiento
surrealista de dudar que la existencia sea real y que seamos apenas el reflejo
de
otros mundos que se anidan en el inconsciente.
Sólo venimos a dormir, / sólo venimos a soñar: / ¡no es verdad que venimos a
vivir en la tierra!6.
¡Oh, tú que con flores pintas las cosas, / dador de la vida:/ con cantos tú las
metes en tinte, las matizas de colores: / ha todo lo que ha de vivir en la
tierra! /
Luego queda rota la orden de las águilas y tigres: / ¡Sólo en tu pintura hemos
vivido aquí en la tierra!7.
Podemos ver que existe un profundo deseo de manifestar que somos apenas
producto de la imaginación de otros seres superiores, incluso, producto de
nuestros sueños, o del sueño de otro; característica que resaltó el
pensamiento
simbolista y surrealista de Mallarme, Valery, Dalí y otros.
Por ultimo, me queda decir que la literatura de los aztecas también refleja
las
esferas del erotismo y la sexualidad, ofreciendo una serie de imágenes y
pensamientos que, mas allá del morbo, generan placer al leerlos, goce y una
profunda sensación estética de belleza, no sólo por su concepción del cuerpo,
sino por la calidad del lenguaje aflorado en metáforas y comparaciones ricas
de
sentido; me recuerdan el erotismo salvaje que existe en "el cantar de los
cantares" bíblico. Cuando digo salvaje no me refiero al salvajismo, lo ago
refiriéndome a las figuras de animales que representan la corporeidad
humana.
He venido a dar placer a mi vulva florida, / mi boca pequeña. Deseo señor, /
al
pequeño Axayacatl. / mira mi pintura florida: mira mis pechos. / He aquí tus
manitas, /ya con tus manos tómame a mi. / tengamos placer. / En tu estera
de
flores, poco a poco, / entrégate al sueño, queda tranquilo, niñito mió, / tú,
señor
Axayacatl. 8.
La literatura erótica azteca posee elementos que en la literatura Europea
necesitaron mas de diez siglos para poder expresar con tranquilidad; en
Rabelais, Boccacio, en los cuentos de "Cantelburry" y otros un poco más
contemporáneos, pero lo que importa es que la literatura precolombina esta
1. "La flor y el canto", En: Garibay, Ángel, la literatura de los aztecas. Joaquín
Mortiz editorial, México: 1964. Pág. 56.
2. "MISIÓN DEL POETA" En: GARIBAY, Ángel, la literatura de los aztecas.
Joaquín Mortiz editorial, México: 1964. Pág. 67.
3. "LA VIDA PASA: HAY QUE VIVIR". Ibidem, Pág. 66
4. "LA TIRÁNICA LEY DE LA MUERTE" En: ibidem, Pág. 68.
5. "CANTOS DE ANGUSTIA" En: PANIAGUA, Jorge Eduardo, Antología de
poesía indígena precolombina. Politécnico colombiano, Bogotá: 1983. Pág. 38.
6. "LA VIDA ES SUEÑO", En: En: GARIBAY, Ángel, la literatura de los aztecas.
Joaquín Mortiz editorial, México: 1964. Pág. 60.
7. "COMO UNA PINTURA NOS IREMOS BORRANDO" En: PANIAGUA, Jorge
Eduardo, Antología de poesía indígena precolombina. Politécnico colombiano,
Bogotá: 1983. Pág. 45.
8. Ver: "CANTO DE LAS MUJERES DE CHALCO" En: PANIAGUA, Jorge
Eduardo, Antología de poesía indígena precolombina. Politécnico colombiano,
Bogotá: 1983. Pág. 51.
La literatura mapuche
La oralidad absoluta
Las formas de arte verbal mapuche se pueden dividir en dos clases de textos,
contados y cantados. Entre los primeros ha predominado el epeu, el género
más representativo del folklore literario o etnoliteratura (Carrasco 1988: 710;
1990: 20-21); otro tipo de texto narrativo de gran importancia es el nütram.
No hay criterios uniformes sobre la clasificación del relato oral mapuche, lo
que se manifiesta en las diferentes descripciones del epeu y del nütram.
Hugo Carrasco, basándose en su trabajo de campo en comunidades indígenas,
cree que de manera intuitiva los narradores mapuches hacen una distinción
entre estos dos tipos de texto según su estructuración: el epeu es un relato
estructurado como tal, ‘algo que se cuenta’ o ‘lo que relatan los mayores’,
mientras que el nütram es una conversación sobre un tema específico, no
estructurada como relato, aunque posee elementos narrativos; es
básicamente una descripción o explicación (en I. Carrasco 1988: 711).
Se puede decir que las descripciones de María Catrileo, aunque ponen más
énfasis en la intencionalidad del texto y el contenido temático, globalmente
están basadas en la misma distinción entre cuento y descripción/explicación.
Según ella el epeu, generalmente contado a orillas del fogón, es un discurso
didáctico y de entretenimiento "acerca de un acontecimiento imaginario
perteneciente a la tradición de las creencias mapuches, o también una
narración en donde los protagonistas principales son los animales que
simbolizan vicios y virtudes humanas" (1992: 67). El nütram, dice Catrileo, es
una narración principalmente informativa "acerca de un acontecimiento
histórico, un evento ritual, un tema sobre sucesos actuales en la comunidad, o
experiencias de la vida diaria. A través del nütram, los miembros de la familia
y de la comunidad se mantienen informados acerca de los acontecimientos
pasados y presentes" (1992: 65).
Lucía Golluscio, por último, opina que la variable decisiva para distinguir el
epeu del nütram es la de los mundos representados; se refiere a la oposición
fantasía/realidad. Dice, de manera concisa: "[T]odo relato verdadero, que
‘sucedió’, es ngïtram; todo relato de ficción es epew"(1984: 109). No
obstante, al mismo tiempo hace observar la dificultad de trabajar con este
criterio: de ninguna manera se puede partir de la suposición de que la
realidad mapuche coincide con la realidad ‘occidental-racionalista’. Esta
observación hace pensar sobre la exactitud del uso de la palabra "imaginario"
por María Catrileo en su descripción del epeu.
La segunda categoría del arte verbal mapuche abarca los textos cantados. La
característica fundamental que, lógicamente, distingue este segundo tipo de
texto mapuche del texto contado recién descrito, es la presencia de música.
El canto mapuche evidentemente es un texto complejo, constituido por dos
códigos: verbal y musical.
La pertenencia de los cantos a los dos sistemas de signos, verbales y no
verbales, suscita problemas de clasificación, opina Iván Carrasco. ¿Se puede
considerar literario este tipo de texto? La canción, dice, excede los límites de
la textualidad verbal y su forma de transmisión es distinta a la literaria.
Además, las palabras están subordinadas a la música; no hay norma para la
construcción del verso (el número de sílabas, el orden de los acentos, etc.): el
único requisito indispensable parece ser la cantabilidad. Por eso Iván Carrasco
prefiere hablar de ‘frases musicales’ en vez de versos. Consideradas las
observaciones anteriores es lógica la conclusión del investigador: el canto
mapuche, por su carácter especial no pertenece al folklore literario, sino más
bien al folklore social (1988: 706-710).
Entre las dos clases de canto mapuche distinguidas por Lucía Golluscio, a
saber tayïl o canto religioso e ïl (ïlkantun) o canto profano (1984: 105-108), el
tayïl ha tenido las mejores posibilidades de conservar sus rasgos genuinos
hasta hoy día. Es el canto de la machi, que ocurre en estrecha relación con las
ceremonias rituales y depende en gran medida de ellas. Porque tiene como
finalidad la relación con lo trascendente, son limitadas la improvisación y la
creación personal. La transmisión del tayïl es cerrada: se realiza de machi a
machi, de las ancianas a las más jóvenes. Golluscio dice que el canto religioso
se caracteriza por su tono penoso – muchas veces suena como un lamento – y
por su estructura arcaica.
Los ïlkantun, por contrario, tienen una función sobre todo recreativa, lo que
permite una gran cuota de improvisación y creatividad individual. Muchas de
estas canciones, que pueden ser cantadas por cualquier mapuche, son creadas
por los mismos cantores de manera espontánea para, por ejemplo, manifestar
sentimientos de agradecimiento, pena o alegría, o simplemente para contar
una historia. Porque tienen menos restricciones y más flexibilidad, los
ïlkantun son más sensibles a influencias externas y al cambio que los tayïl
(Golluscio 1984: 106, 108).
Las distintas formas de la tradición oral mapuche hasta aquí tratadas, todas
características de la primera etapa de la evolución literaria mapuche,
coexistieron separadamente durante algún tiempo, después de la llegada de
los españoles, con las formas literarias europeas. Hubo una situación de
paralelismo, sin interacción textual, explica Iván Carrasco, a causa de la
existencia de dos lenguas mutuamente desconocidas. Cuando más tarde sí hay
contactos entre la cultura mapuche y española, que tienen su influencia en la
literatura mapuche, empieza la segunda fase literaria: la oralidad inscrita
(Carrasco 1990: 21).
La oralidad inscrita
En cuanto a los tipos de textos en este período: son los mismos que los ya
considerados en la etapa de la ‘oralidad absoluta’ (nütram, epeu, tayïl,
ïlkantun), pero ahora con más posibilidades comunicativas. Esto acentúa
también el término ‘oralidad inscrita’, que Carrasco da a esta etapa literaria
mapuche, "puesto que se trata de una textualidad oral que se adecúa a las
posibilidades de la escritura" (1990: 22).
Queda por señalar que también ha habido el proceso inverso; por su parte, la
etnoliteratura mapuche ha incorporado el tema huinca, tratándolo de manera
directa o indirecta (Carrasco 1990: 24).
La escritura propia