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Secretos para Recibir Respuestas de Parte de Dios

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Noticias Manmin No. 179 3136 2014-12-28


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Secretos para recibir respuestas de parte de Dios

Mateo 7:11: “Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros
hijos, ¿cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará buenas cosas a los que le
pidan?”,

El Dios de amor quiere darle a Sus hijos todo lo que ellos pidan.

No obstante, para poder recibir de parte de Él, deben alcanzar ciertos requisitos, los
mismos que presentamos a continuación.

Los siguientes cinco puntos son secretos para recibir las respuestas de parte de Dios.
Examinemos nuestras vidas basándonos en estos puntos y así recibiremos bendiciones
abundantes como hijos de Dios.

1. ¿Usted cree y confía en Jesucristo?

Jesús pasó por todas las ciudades y aldeas proclamando el evangelio del reino y
confirmando sus palabras con señales. El cojo caminó, los leprosos fueron limpiados,
los ciegos recibieron la vista, los sordos oyeron y los demonios fueron expulsados. Las
noticias de Su ministerio se esparcían a lo grande y las personas se reunían donde
quiera que Él iba.

Lucas 18:35-38 “35 Aconteció que acercándose Jesús a Jericó, un ciego estaba
sentado junto al camino mendigando; 36 y al oír a la multitud que pasaba, preguntó qué
era aquello. 37 Y le dijeron que pasaba Jesús nazareno.38 Entonces dio voces,
diciendo: !!Jesús, Hijo de David, ten misericordia de mí!”

Cierto día, se estaba acercando a Jericó; sentado a la orilla del camino se encontraba
un ciego. Al hombre se le informó que Jesús estaba pasando por ahí, y entonces lo
llamó diciendo: “¡Jesús, Hijo de David, ten misericordia de mí!” ()

Este hombre había escuchado acerca del ministerio de Jesús y creyó en su corazón
que Jesús podría abrir sus ojos.

El hombre llamó a Jesús “Hijo de David”. Esto muestra su creencia en Jesús quien vino
como el Salvador; cualquier judío sabía que el Salvador vendría de la genealogía de
David.
2 Samuel 7:12-13
12 Y cuando tus días sean cumplidos, y duermas con tus padres, yo levantaré después

de ti a uno de tu linaje, el cual procederá de tus entrañas, y afirmaré su reino.


13 El edificará casa a mi nombre, y yo afirmaré para siempre el trono de su reino.

Apocalipsis 22:16
Yo, Jesús, he enviado a mi ángel a fin de daros testimonio de estas cosas para las
iglesias. Yo soy la raíz y la descendencia de David, el lucero resplandeciente de la
mañana.

Tal como hizo este hombre ciego, si nosotros creemos y confiamos en Jesucristo de
corazón, las respuestas de Dios serán nuestras.

2. ¿Usted clama en oración siguiendo la justicia de Dios?

El primer hombre, Adán, vivió en opulencia en el Huerto del Edén a pesar de que él no
tuvo que esforzarse ya que Dios le dio todo. Sin embargo, luego de que comió del árbol
de la ciencia del bien y del mal en desobediencia a Dios, el pecado entró al mundo;
desde ese instante, las personas solo pudieron comer mediante el trabajo duro todos
los días de sus vidas

(Génesis 3:17-19 Y al hombre dijo: Por cuanto obedeciste a la voz de tu mujer, y


comiste del árbol de que te mandé diciendo: No comerás de él; maldita será la tierra por
tu causa; con dolor comerás de ella todos los días de tu vida.18 Espinos y cardos te
producirá, y comerás plantas del campo.19 Con el sudor de tu rostro comerás el pan
hasta que vuelvas a la tierra, porque de ella fuiste tomado; pues polvo eres, y al polvo
volverás ).

Esta es la regla que Dios estableció, la cual conocemos como la justicia de Dios. De
acuerdo a esto, las personas deben trabajar arduamente para obtener ganancias. En la
misma manera, nosotros debemos trabajar en oración al clamar con todo nuestro
corazón para disfrutar respuestas de parte de Dios.

Jesús nos mostró un buen ejemplo. En Lucas 22:44 leemos: “Y estando en agonía,
oraba más intensamente; y era su sudor como grandes gotas de sangre que caían
hasta la tierra”. Cuando Él revivió a Lázaro, quien había estado muerto durante cuatro
días, clamó con fuerte voz: “¡Lázaro, ven fuera!” (Juan 11:43.

Nuevamente en Lucas 23:46 dice: “Entonces Jesús, clamando a gran voz, dijo: Padre,
en tus manos encomiendo mi espíritu. Y habiendo dicho esto, expiró”.

Entonces, es sin duda una cuestión de rutina que nosotros, simples criaturas, debemos
clamar en voz alta en oración si queremos recibir respuestas, sobre todo cuando se
quiere resolver un determinado problema que no puede resolverse con la fuerza
humana.
3. ¿Muestra usted su fe por medio de las obras de manera perfecta?

Demos un segundo vistazo al hombre ciego que se describe en Lucas 18:38-39


“38 Entonces dio voces, diciendo: !!Jesús, Hijo de David, ten misericordia de mí!

39 Y los que iban delante le reprendían para que callase; pero él clamaba mucho más:
!!Hijo de David, ten misericordia de mí!

Una gran cantidad de personas lo reprendían para que se callara, pero él gritaba más
fuerte: “¡Hijo de David, ten misericordia de mí!”

En vez de que el hombre se callara, comenzó a llamarlo con más fervor. Este hombre
estaba mostrando su fe por medio de las obras que no oscilan en ninguna situación.

Si él se hubiera sentido herido e intimidado y se hubiera callado como se le dijo, no


hubiera podido recuperar su vista.

No obstante, debido a que su fe fue fuerte y no vaciló, él creyó que a través de Jesús
podía recibir su respuesta, por esta razón pidió de manera persistente y no perdió la
oportunidad.

En Jeremías 33:3, leemos: “Clama a mí, y yo te responderé, y te enseñaré cosas


grandes y ocultas que tú no conoces”.

Como se ha dicho, si queremos recibir respuestas de Dios deberíamos clamar a Él con


fervor, con una actitud humilde en cualquier circunstancia.

4. ¿Usted obedece y se despoja de su capa?

En Marcos 10 encontramos la historia de un mendigo que era ciego, llamado Bartimeo.


Al escuchar que Jesús estaba pasando por ahí, comenzó a llamarlo con fuerte voz.
Entonces Jesús se detuvo y dijo: “Llámenlo”. Entonces este hombre arrojó su capa, se
levantó y vino donde estaba Jesús

(Marcos 10:49-50 49 Entonces Jesús, deteniéndose, mandó llamarle; y llamaron al


ciego, diciéndole: Ten confianza; levántate, te llama. 50 El entonces, arrojando su capa,
se levantó y vino a Jesús.).

La capa de un mendigo era sucia y olía mal, pero era muy importante para la necesidad
diaria de un mendigo.
Era su única posesión.
Bartimeo escuchó y sabía que Jesús era santo y limpio y que le había dado gracia a las
personas, sanado a los enfermos y dado esperanza a los pobres y a los enfermos.

Así que pensó dentro de sí que no podía ir donde Jesús con una capa tan sucia y
olorosa. Al obedecer la voz en su interior, él arrojó su capa al instante.

Hebreos 12:1 Puestos los ojos en Jesús

12 Por tanto, nosotros también, teniendo en derredor nuestro tan grande nube de
testigos, despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con
paciencia la carrera que tenemos por delante,

Romanos 13:12
La noche está muy avanzada, y el día está cerca. Por tanto, desechemos las obras de
las tinieblas y vistámonos con las armas de la luz.

Efesios 4:22-24
22 En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre, que está viciado
conforme a los deseos engañosos,
23 y renovaos en el espíritu de vuestra mente,
24 y vestíos del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad.

Esto indica que debemos despojarnos de todos los pecados sucios y malolientes para
encontrarnos con Dios que es santo.

De esta manera, para recibir la respuesta de Dios, primero debemos arrepentirnos


completamente de nuestros pecados pasados con la ayuda del Espíritu Santo, limpiar
nuestro corazón de tales cosas, y luego obedecer lo que el Espíritu Santo nos inste a
hacer inmediatamente sin dudarlo.

5. ¿Confiesa su fe con sus labios?

Lucas 18:35-42
35 Aconteció que acercándose Jesús a Jericó, un ciego estaba sentado junto al camino
mendigando;

36 y al oír a la multitud que pasaba, preguntó qué era aquello.

37 Y le dijeron que pasaba Jesús nazareno.

38 Entonces dio voces, diciendo: !!Jesús, Hijo de David, ten misericordia de mí!

39 Y los que iban delante le reprendían para que callase; pero él clamaba mucho más:
!!Hijo de David, ten misericordia de mí!
40 Jesús entonces, deteniéndose, mandó traerle a su presencia; y cuando llegó, le
preguntó,

41 diciendo: ¿Qué quieres que te haga? Y él dijo: Señor, que reciba la vista.

42 Jesús le dijo: Recíbela, tu fe te ha salvado.

Jesús preguntó: “¿Qué quieres que haga por ti?” De hecho, Él conocía el deseo del
corazón del hombre ciego, no obstante, le preguntó qué quería que hiciera por él. ¿Por
qué hizo esto?

Esto es porque para poder recibir respuestas de parte de Dios, debemos profesar
nuestra fe con nuestros labios.

La justicia de Dios es que la respuesta viene solo cuando confesamos nuestra fe con
nuestra boca. Eje

De acuerdo a la justicia, el mendigo ciego expresó su fe a través de las palabras de sus


labios, diciendo: “¡Señor, que reciba la vista!, y recibió lo que pidió”

Salmos 107:13-14Luego que clamaron a Jehová en su angustia, Los libró de sus aflicciones;
Los sacó de las tinieblas y de la sombra de muerte, Y rompió sus prisiones.” .

6 Glorifica a Dios

Lucas 18:43
43 Y luego vio, y le seguía, glorificando a Dios; y todo el pueblo, cuando vio aquello, dio
alabanza a Dios.

Debemos glorificar a Dios por la obra hecho en nuestras vidas,

Primero por agradecimiento

Y segundo para que otros puedan creer en Él por medio de nuestro testimonio, para que otros
puedan también crecer en fe.

AHORA

1 Cree usted y confía en Jesucristo

2 Está dispuesto a abrir su boca para clamar en oración


3 Está dispuesto a mostrar su fe en obras

A orar sin que se lo recuerden

A escuchar Palabra solo porque su corazón anhela escuchar de Él

A buscarlo por voluntad propia sin que me estén obligando

4 Está dispuesto a hacer cambios en su vida y apartarse del pecado

5 Está dispuesto a confesar con sus labios su fe y a pedirle a Dios su milagro creyendo que Él
lo hará

6 Está dispuesto a glorificar a Dios, aún cuando su milagro todavía no ha llegado, pero con la
certeza que ya ha sido otorgado

“Cuan grande es Dios”

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