Location via proxy:   [ UP ]  
[Report a bug]   [Manage cookies]                

Que Es La Violencia Psicologica

Descargar como docx, pdf o txt
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 4

1.1.

1 Violencia psicológica

a) Definiciones
O’Leary (1999), describe a la violencia psicológica como un tipo de violencia más tenue
y difícil de percibir, detectar, valorar y demostrar que la física. No obstante, algunos estudios
indican que, en general, la violencia psicológica puede tener peores y más devastadores
efectos sobre la salud que la violencia física

Nogueiras (2004). Manifiesta que la violencia psicológica en las relaciones de pareja se


manifiesta de múltiples formas: como insultos, humillaciones, burlas, coerción,
descalificaciones y críticas constantes, desprecios, abandono y aislamiento emocional,
incomunicación, gritos, chantajes, amenazas de tipo económico o emocional, control de lo que
dice, hace. En ocasiones, se expresa de forma sutil, ya que puede tomar la forma de una
conducta con el propósito de infundir miedo o de minar el auto concepto de la víctima o puede
expresarse verbalmente.

Marie-France Hirigoyen (2006) ha definido la violencia psicológica como “una serie de


actitudes y palabras destinadas a denigrar o negar la manera de ser de otra persona. Estas
palabras o estos gestos, tienen por objetivo desestabilizar o herir al otro, no se trata de un
desliz puntual, sino de una forma de relacionarse. Es negar al otro y considerarlo como un
objeto. Estos modos de proceder están destinados a someter al otro, a controlarlo y mantener
el poder.

b) Manifestaciones de la violencia

Las conductas o manifestaciones encontradas en la violencia psicológica en las relaciones de


pareja son:

b.1 Control

El control es una de las manifestaciones violentas más referidas hacia las parejas jóvenes.
Principalmente se manifiesta en una vigilancia constante de todas las cosas que se hace. Las
amistades con las que sale, sus horarios, su forma de vestir, su peinado o maquillaje, las
actividades que realiza, el dinero que tiene, los sitios dónde va o las personas con las que está
en cada momento, deben ser explicados con todo detalle (CIMTM, 2005).

“El control puede ejercerse sobre cualquier aspecto de la autonomía de la persona a la que se
busca subordinar (pensamiento, sexualidad, economía, capacidad decisoria, etc.)”.Bonino
(1998)

b.2 Aislamiento

El objetivo del aislamiento es impedir que la persona tenga vida social, o que trabaje, y que, de
este modo, sólo tenga relación con él o ella. Para ello, se irá aislándolo progresivamente de su
familia, o de sus amigos y amigas, o suprimirá el teléfono móvil o el ordenador (Calvete y col,
2005; Hirigoyen, 2006; Martín, 2002). Tratándose de parejas jóvenes y teniendo en cuenta la
importancia que el grupo de iguales tiene para ellos, es probable que trate de aislar más
concretamente de sus amistades, impidiendo que se relacione con ellas, o mediante críticas,
insinuaciones o mentiras acerca de sus padres para que termine poniéndose en su contra.

b.3 Celos

Es posible conceptualizar a los celos como un comportamiento violento hacia la pareja si


tenemos en cuenta que este comportamiento parte de una desigualdad y desequilibrio de
poder:

“la persona celosa, se siente poseedor absoluto y exclusivo del otro miembro de la pareja. Esta
actitud no supone, por fuerza, reciprocidad; el celoso puede permitirse para sí libertades de las
que no toleraría al otro la milésima parte” (González Monclús, 2005). Así, los celos se definen
como una “reacción de malestar ante lo que se percibe como una amenaza (sea o no real) para
la relación de pareja”, siendo uno de sus principales componentes el afán de posesión.

b.4 Acoso

La principal estrategia de acoso consiste en vigilar a la pareja, seguirla por la calle, acosar por
teléfono, esperarla a la salida del trabajo. El acoso se ha considerado frecuente cuando
termina la relación y se intenta que vuelva siguiéndola a todas partes, insistiendo mediante
demostraciones de amor o regalos, o llamando continuamente. Sin embargo, no se trata de
algo presente exclusivamente ante una ruptura, sino que este comportamiento, de forma sutil
o sumida puede manifestarse igualmente durante la relación, al igual que el control (Hirigoyen,
2006).

b.5 Denigración

En este caso se trata, ante todo, de atacar la autoestima de la persona, demostrarle que no
vale nada mediante desvalorizaciones constantes, críticas, frases despectivas. Así, puede
decirle que lo hace todo mal, torpe, criticar su forma de pensar, de comportarse o su aspecto,
comparar con otras personas, entre otros. Se trata de desacreditar lo que hace, lo que es,
desprestigiar sus capacidades, criticar. Además, puede manifestarse indirectamente mediante
el ataque a su familia, sus amigos o sus valores. Una forma particular de denigración es
burlarse o hablar groseramente o en términos agraviantes.

b.6 Humillaciones

Las humillaciones o ridiculizaciones indican que no se respeta a una persona. El desprecio y la


humillación se puede manifestar mediante burlas, reproches utilizando lo que conoce de la
vida de su pareja, revelando información que lo desacredite, riéndose delante de sus amigos o
amigas, insultando o haciendo escándalos por algo que dijo, o hizo. A menudo estas
humillaciones poseen un contenido sexual, y se muestran relacionadas con defectos que la
pareja tiene, los cuales se exageran en tono de burla para hacerla sentir descalificada. Así
como la denigración suele implicar un insulto privado, la humillación frecuentemente se realiza
en público, con el objetivo de hacer sentir avergonzado a la otra persona. (Calvete & col.,
2005).

b.7 Manipulación emocional

La manipulación emocional, o también llamada, chantaje emocional “es una forma de


manipulación muy poderosa en la cual las personas cercanas y afectivas nos amenazan, directa
o indirectamente, con castigarnos de alguna manera si no hacemos lo que ellos quieran”
(Forward, 2003).

b.8 Indiferencia afectiva

Una forma más sutil de violencia es mostrarse insensible y desatento ante la pareja o mostrar
rechazo o desprecio. La frialdad de trato, no prestarle atención, ignorar sus necesidades o
sentimientos, o negar las demostraciones de afecto como los besos o abrazos son algunas
manifestaciones de indiferencia. Por otro lado, también se manifiesta en la negación de sus
propios errores, la falta de disculpas ante los mismos, al no expresar ni hablar acerca de lo que
piensa o siente, al no mostrar responsabilidad sobre la relación o sobre lo que les sucede o
mediante la negación a discutir cuestiones que preocupan a la víctima. (Corsi y Ferreira, 1998).

Una forma particular y muy frecuente de mostrar indiferencia es dejar de hablar o desaparecer
durante varios días sin dar explicaciones como manera de demostrar un enfado varios días sin
explicar el motivo (Ferreira, 1992; Hirigoyen, 2006).

También puede dejarla plantada ante una cita, sin explicar ni aclarar los motivos de su
ausencia Así, el silencio y la indiferencia son utilizados como armas y provocan tanto dolor
como una agresión. (Urruzola, 2005; Ferreira, 1992).

b.9 Amenazas

La amenaza supone una violencia psicológica directa. Puede amenazarla con pegar, con dejarle,
con quitarle algo de su propiedad, con suicidarse o incluso mediante el uso de armas. Los
motivos que se esgrimen para amenazar pueden ser variados. Así, puede amenazarla si la
pareja le deja, no quiere mantener relaciones sexuales o no hace algo que él quiere. En todo
caso, una amenaza siempre implica dar a entender con actos o con palabras que se le quiere
hacer daño, se trata de un aviso, o un anuncio de lo que podría pasar si la otra persona no se
comporta de un modo determinado. Se trata de infundir miedo. (Hirigoyen, 2006; Ferreira,
1992; Urruzola, 2005).

b.10 Violencia sexual

Por último, una manifestación de violencia que hemos querido incluir es la violencia sexual.
Esta puede manifestarse físicamente mediante imposiciones de relaciones no deseadas, pero
frecuentemente se utiliza el chantaje, la manipulación o la coacción para conseguirlo, sin
necesidad de utilizar la fuerza. En ese sentido, la violencia sexual y la psicológica se
entremezclan.
Así, se puede obligar a mantener relaciones sexuales, mediante enfados, reproches, amenazas
de buscarse a otras personas, o acusando de anticuado(a). Pero también puede convencer a la
pareja de hacer algo que no quiere de forma más sutil, mediante insinuaciones, presiones, o
poniendo en duda sus sentimientos o su amor por él.

También podría gustarte