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Setiembre de 2014
Lima - Perú
“Turismo en Áreas
Naturales Protegidas”
Una oportunidad de desarrollo sostenible
(Si es necesario una imagen)
Autor: Denisse Pinazo
Organización Pro Desarrollo Turístico
RESUMEN
El Perú es uno de los pocos países con reservas de biosfera y espacios denominados pulmones
del mundo, ante ello el turismo es visto como una herramienta que contribuye a la conservación
de las áreas naturales protegidas (ANP´s) donde se desarrolla, ya que genera beneficios
económicos, sociales y ambientales al área visitada. Los beneficios económicos se obtienen
mediante el cobro de las entradas, y contribuyen a la conservación del área, también sirve para
la implementación de senderos, señalizaciones, centros de interpretación entre otros. Los
beneficios sociales están ligados a las poblaciones locales o comunidades aledañas, ya que éstas
pueden desarrollar actividades turísticas y de esta manera mejorar su calidad de vida. Los
beneficios ambientales están ligados a que existe una adecuada capacidad de carga, con esto ya
no se generarían impactos negativos que alteren el ecosistema del área. Sin embargo hay que
tomar en cuenta que toda intervención en las ANP tienen que tomar en cuenta sus planes
maestros, planes de uso turístico y su zonificación.
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INTRODUCCIÓN
Actualmente las preferencias de los turistas han cambiado, el turista busca visitar espacios
naturales, estar en contacto y disfrutar de la naturaleza; pero sobre todo existe una preocupación
por cuidar el espacio visitado y causar un impacto mínimo sobre este.
Ante este escenario surge la oportunidad de desarrollar un turismo sostenible, a través del
turismo que se desarrolla en áreas naturales o también llamado ecoturismo.
El ecoturismo es visto como una herramienta que contribuye a la conservación del área natural
protegida donde se desarrolla, ya que genera beneficios económicos, sociales y ambientales al
área visitada. Los beneficios económicos se obtienen mediante el cobro de las entradas, y
contribuyen a la conservación del área, también sirve para la implementación de senderos,
señalizaciones, centros de interpretación entre otros. Los beneficios sociales están ligados a las
poblaciones locales o comunidades aledañas, ya que éstas pueden desarrollar actividades
turísticas y de esta manera mejorar su calidad de vida. Los beneficios ambientales están ligados
a que existe una adecuada capacidad de carga, con esto ya no se generarían impactos negativos
que alteren el ecosistema del área.
Para que se lleve a cabo el turismo en un área natural protegida se tiene que cumplir con ciertas
exigencias, lo primero es conocer los objetivos del Plan Maestro y el Plan de Uso Turístico del
área, ya que las oportunidades y amenazas que trae consigo el ecoturismo no son aplicables a
todas las áreas protegidas. Los impactos generados por la actividad turística pueden variar
dependiendo de la fragilidad de los recursos naturales y los tipos de actividades que están
permitidas en el área natural protegida donde se desarrolle la actividad.
La implementación del ecoturismo en un área natural protegida también ayudaría a identificar
ciertas amenazas y plantear estrategias que ayuden a su conservación.
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1. OBJETIVOS
2. METODOLOGÍA
La información del presente artículo está basada en estudios e informes realizados por el
SERNANP, respecto al turismo que se desarrolla en las Áreas Naturales Protegidas.
También se han tomado como referencia algunas fuentes de información relacionados con
el ecoturismo.
3. CONTENIDO
Para el desarrollo del presente artículo, es necesario saber conceptos claves que nos ayuden a
comprender mejor el tema.
Turismo Sostenible
La Organización Mundial del Turismo (OMT) define al turismo sostenible como aquel que
pretende satisfacer las necesidades de los turistas así como de los destinos turísticos,
protegiendo e incrementando las oportunidades de futuro. El turismo sostenible gestiona los
recursos de manera que las necesidades económicas, sociales y estéticas puedan ser satisfechas
mientras se mantiene la integridad cultural, los procesos ecológicos esenciales, la diversidad
biológica y los ecosistemas de vida.
Por tanto, el objetivo fundamental de turismo sostenible es mantenerse en el tiempo,
necesitando para ello obtener la máxima rentabilidad pero protegiendo los recursos naturales
que lo sostienen y respetando e involucrando a la población. Lo cual responde a los tres
componentes de sostenibilidad:
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Social Ambiental
Económico
• Debe ayudar a reforzar • Tiene que colaborar
•Debe ser rentable valores de relación, en la protección y
para ser viable. intercambio de conservación del
experiencia, medio ambiente en
enriquecimiento de los el que se desarrolla
visitantes como de los porque de él
habitantes del lugar. depende.
El turismo sostenible no es por tanto un sector turístico, a pesar de que haya bibliografía errónea
que lo confunde con el ecoturismo-turismo en espacios naturales con unas peculiaridades muy
especiales-, sino un objetivo al que deben tender todos los tipos de turismo; cultural, deportivo,
sol y playa, náutico, de congresos, rural, ecoturismo, etc. y todos los sectores implicados en la
actividad turística: alojamientos, transportes, restaurantes, agencias de viajes, etc.
Desarrollo Sostenible
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Ecoturismo
Existen muchos conceptos de ecoturismo, pero uno de los pioneros en el planteamiento del
ecoturismo ha sido Héctor Ceballos- Lascuaráin.
Lascuaráin define al ecoturismo como la modalidad turística ambientalmente responsable que
consistente en viajar o visitar áreas naturales relativamente sin disturbar con el fin de disfrutar,
apreciar y estudiar los atractivos naturales (paisaje, flora y fauna silvestres) de dichas áreas, así
como cualquier manifestación cultural (del presente y del pasado) que puedan encontrarse ahí,
a través de un proceso que promueve la conservación, tiene bajo impacto ambiental y cultural y
propicia el involucramiento activo y socio- económicamente beneficioso para las poblaciones
locales.
Para la Organización Mundial del Turismo (OMT), el término ecoturismo se emplea para
designar las formas de turismo que cuentan con las siguientes características:
Toda forma de turismo basado en la naturaleza en la que la motivación principal de los
turistas sea la observación y apreciación de esa naturaleza o de las culturas tradicionales
dominantes en las zonas naturales.
Incluye elementos educacionales y de interpretación.
Generalmente, si bien no exclusivamente, está organizado para pequeños grupos por
empresas especializadas. Los proveedores de servicios que colaboran en el destino
tienden a ser pequeñas empresas de propiedad local.
Procura reducir todo lo posible los impactos negativos sobre el entorno natural y
sociocultural.
Contribuye a la protección de las zonas naturales utilizadas como centros de atracción
de ecoturismo:
Generando beneficios económicos para las comunidades, organizaciones y
administraciones anfitrionas que gestionan zonas naturales con objetivos
conservacionistas,
Ofreciendo oportunidades alternativas de empleo y renta a las comunidades locales,
Incrementando la concienciación sobre conservación de los activos naturales y
culturales, tanto en los habitantes de la zona como en los turistas.
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áreas naturales donde se desarrolla, o de aquellas prioritarias para el mantenimiento de la
biodiversidad.
Las razones por las que los conservacionistas y administradores de áreas protegidas consideran
al ecoturismo como una herramienta para el manejo de áreas, son muchas. Algunas de éstas son:
El turismo convencional aparece algunas veces como una fuente de presión para la
biodiversidad del área protegida. En cambio el ecoturismo puede ser una estrategia
apropiada porque toma en cuenta las amenazas para la conservación y los costos
derivados de éstas.
Como mínimo, los administradores deben controlar los impactos negativos del turismo.
Aún si no se implementara una planta turística se deben tomar medidas para asegurar
que el número creciente de visitantes no provoque impactos negativos en la
biodiversidad del área.
El ecoturismo puede captar ingresos económicos para las áreas protegidas. Los
visitantes que no encuentren sitios donde gastar su dinero son oportunidades perdidas.
Cientos de miles de dólares de ingresos potenciales son perdidos por comunidades
locales y administradores de área debido a que los turistas no tienen facilidades para el
pago de tarifas y para la compra de bienes y servicios.
El ecoturismo puede ser una mejor opción que otras actividades económicas en áreas
naturales. Muchas áreas naturales son amenazadas y necesitan ser fortalecidas para
poder sobrevivir. El ecoturismo puede ayudar a proteger las áreas de estas amenazas.
Por ejemplo, un programa exitoso de ecoturismo puede prevenir la implementación de
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actividades de explotación de alto impacto en un área, ya que puede generar mayores
ingresos, especialmente a largo plazo.
Al implementar el ecoturismo en áreas protegidas, se demuestra que el turismo no tiene
que ser necesariamente masivo y destructivo y que, aunque en un frágil ambiente, el
desarrollo sostenible si puede funcionar en áreas protegidas.
Determinar cuáles oportunidades deben ser buscadas y cuales amenazas deben evitarse
es una decisión subjetiva que es mejor tomada al incluir a todos los actores.
El Reglamento de la Ley de Áreas Naturales Protegidas (2001) las define como los espacios
continentales y/o marinos del territorio nacional reconocidos, establecidos y protegidos
legalmente por el Estado como tales, debido a su importancia para la conservación de la
diversidad biológica y demás valores asociados de interés cultural, paisajístico y científico, así
como por su contribución al desarrollo sostenible del país.
Las Áreas Naturales Protegidas en el Perú, se crearon en un inicio, principalmente para proteger
la belleza paisajística y conservar espacios con fines de recreación. Posteriormente este
concepto fue modificado y ahora son definidas como los espacios marinos o terrestres que el
Estado decide reconocer, establecer y proteger porque en ellas se encuentran muestras únicas o
representativas de nuestra valiosa diversidad biológica.
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Las ANP son importantes porque:
Contribuyen a la prestación
de importantes servicios
ambientales.
Protegen y representan la
importante diversidad
cultural del país.
En el Perú, desde el año 2008, fecha en que se creó el Ministerio del Ambiente, todas las Áreas
Naturales Protegidas son administradas por el SERNANP (Servicio Nacional de Áreas
Naturales Protegidas por el Estado). El SERNANP, es la autoridad competente en relación al
recurso natural paisaje dentro de las áreas naturales protegidas, también es el organismo
encargado de establecer y aprobar los lineamientos y documentos de gestión que regulan el
aprovechamiento con fines turísticos.
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En principio sí, pero es necesario que se lleve a cabo en zonas apropiadamente designadas y
manejadas para ello, y que no afecte los objetivos de conservación del área planteados en el
Plan Maestro y Plan de Uso Turístico. Se debe tener en cuenta que no todas las áreas naturales
protegidas son iguales, ya que tienen distintos niveles, naturaleza y objetivos para su
conservación.
También se debe considerar que existen áreas naturales protegidas de uso directo donde se
permite el aprovechamiento regulado, bajo planes de manejo y condiciones especiales, de uno o
más recursos; mientras que en las áreas naturales protegidas de uso indirecto no se permite
ningún aprovechamiento directo o extracción de los recursos naturales.
El vínculo entre áreas naturales protegidas y turismo es tan antiguo como la historia de las áreas
naturales protegidas. Las áreas naturales protegidas necesitan del turismo para generar recursos
económicos que ayuden en su conservación y puesta en valor. De igual manera, el turismo
requiere de las áreas naturales protegidas para responder a una creciente demanda, demanda que
busca acercarse a la naturaleza y comprenderla mejor.
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En la práctica, la convivencia entre turismo y áreas naturales protegidas no ha sido fácil.
Actualmente, la gestión turística de estas áreas precisa de nuevos enfoques y herramientas para
el manejo de los recursos naturales y culturales.
Las decisiones administrativas, para ser efectivas, no pueden apoyarse únicamente en el
conocimiento de los ecosistemas naturales. Los encargados de las áreas naturales protegidas
necesitan también implementar infraestructura y capacidad gerencial para maximizar el disfrute
del visitante, mientras que se minimizan los impactos negativos sobre los recursos naturales y
culturales, así como sobre las poblaciones locales.
Concesión: Aplica para los proyectos que van a desarrollar infraestructura o estructura
turística, pero sólo en sitios de dominio público. El plazo de las concesiones es hasta 40
años renovables.
Contrato de servicio turístico: Se permite el aprovechamiento económico del
paisaje, pero sólo en sitios de dominio público. Las actividades que se van a
desarrollar no requieren la construcción o habilitación de infraestructura o
estructura. El plazo del contrato es hasta 10 años renovables.
Permiso: Es una modalidad exclusiva para el desarrollo de actividades menores o
eventuales en materia de turismo. Para las actividades menores, el plazo es hasta 2
años; y para las eventuales un plazo menor a 15 días hábiles. Los permisos se
pueden dar hasta 2 veces al año. Tienen preferencia para el otorgamiento de estos
permisos la población local organizada, reconocida por el SERNANP y que habita
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en el interior o en los límites adyacentes del ANP, y aquella que cuente con un
título o derecho previo al establecimiento del ANP.
Autorización: es una modalidad creada para actividades turísticas menores en
predios de propiedad privada o comunal dentro de una ANP. Requiere de la
presentación de un perfil de proyecto.
Acuerdo: mediante esta modalidad, el jefe del ANP podrá permitir que las
poblaciones locales presten servicios turísticos y que en lugar de solicitar una
contraprestación económica, se fijen compromisos para que el titular del derecho
contribuya a la gestión del área natural protegida.
Los principales atractivos turísticos con que cuenta el Perú son históricos, culturales y naturales,
aunque tradicionalmente el patrimonio arqueológico – cultural ha constituido la principal
atracción turística. Sin embargo, las preferencias del mercado internacional están cambiando, y
la tendencia se orienta hacia nuevos tipos de turismo y destinos como los atractivos naturales,
especialmente aquellos poco intervenidos por la acción humana.
Los recursos naturales del Perú son atractivos que pueden lograr la atención de los turistas,
especialmente los amantes de la naturaleza. Por otro lado, si bien es cierto que en la mayor parte
del territorio peruano se puede desarrollar ecoturismo por la gran diversidad de flora y fauna, las
áreas naturales protegidas son especialmente privilegiadas para esta práctica.
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Diversos autores resaltan el valor económico del turismo en las áreas naturales protegidas y la
posibilidad concreta de mostrar que la conservación puede ser más rentable y generar más
beneficios, no sólo económicos.
El manejo de las áreas naturales protegidas se basa en los objetivos y planes maestros de cada
área. La mayoría de planes maestros considera como uno de sus elementos de manejo el turismo
y la recreación, contempla la existencia de una zona de uso turístico delimitado y de un plan de
uso turístico a fin de prevenir eventuales impactos.
También es importante señalar que no todo el turismo existente en la actualidad en las áreas
naturales protegidas del país es ecoturismo. Áreas como las Reservas Nacionales de Paracas y
Lachay cuentan con una importante afluencia de visitantes o excursionistas, pero éstos incluso
desconocen por qué ambas zonas son áreas naturales protegidas y más bien consideran que el
pago al ingreso se hace por ciertos servicios que esperan recibir.
Según una investigación que cubre, entre otros aspectos, visitas a parques en dieciséis países de
diferentes continentes, demuestra que la mayoría de las agencias gubernamentales relacionadas
con su manejo tiene capacidades turísticas muy débiles. Pocas agencias, y casi ninguno de los
parques, tienen experiencia profesional en política de precios, economía turística, mercadeo,
administración de turismo, estadísticas sociales, calidad de servicios o estudios de recreación.
Esto ocurre también en el Perú, donde existen pocos profesionales relacionados al turismo y la
conservación. Por estas razones debería considerarse que los ingresos generados ayuden a la
capacitación del personal de las áreas en estos temas.
Por otra parte, en muchas áreas naturales protegidas no existen folletos ni adecuados centros de
interpretación que expliquen al visitante la importancia del área, su valor y por qué se trata de
una zona protegida por el Estado. De igual manera, en la mayoría de los casos no se ha
dispuesto de señales que indiquen las diversas zonas del área de acuerdo a sus objetivos de
creación (conservación, uso turístico, recuperación, entre otras). Ante esta carencia, algunas
veces los visitantes ingresan y circulan por zonas no autorizadas, afectando la capacidad de
gestión del área protegida.
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Turismo y Áreas Naturales Protegidas
El turismo es una actividad del uso público de las áreas naturales protegidas, la cual se basa en
un Reglamento y un Plan de Uso Turístico, en el que se definen los procedimientos para ordenar
y regular su gestión. Asimismo, la creación de áreas naturales protegidas permite identificar
espacios para la recreación, el esparcimiento al aire libre así como el desarrollo de la actividad
turística sostenible a favor de la sociedad.
En la actualidad, con excepción del Santuario Histórico de Machu Picchu, los recursos
recaudados por la tarifa de ingreso no retornan en su totalidad a las áreas naturales protegidas
que los generan, en parte porque contribuyen para financiar aquellas que no cuentan con
recursos autogenerados.
Las tarifas de ingreso, constituyen el vehículo a través del cual se recaudan los ingresos en las
áreas naturales protegidas del SINANPE. Desde el punto de vista legal, tienen sustento en el
Reglamento de la Ley de Áreas Naturales Protegidas y desde el punto de vista técnico, desde el
año 2004, se vienen fijando con base en los costos incrementales de gestión del área natural
protegida en la que se desarrolla la actividad.
Actualmente existe una norma que fija una tarifa única para el ingreso a las áreas naturales
protegidas del SINANPE, salvo en aquellas donde se han fijado tarifas diferenciadas en función
a sitios de visitación. La diferenciación a través de la disposición de pago de los turistas que se
usa frecuentemente en otras áreas protegidas del mundo para fijar tarifas a visitantes nacionales
y extranjeros no es usada en el SINANPE porque existen también normas legales que prohíben
la discriminación de las personas por nacionalidad.
En realidad, esto genera por un lado, que los visitantes nacionales, principalmente locales,
paguen tarifas que consideran altas frente a su capacidad adquisitiva, teniendo un impacto social
indeseable, y por otro, que los visitantes extranjeros paguen tarifas por debajo de su disposición
de pago revelada, generando un impacto económico en desmedro de la inversión necesaria para
la adecuada gestión del turismo.
Debemos considerar que un sistema de tarifas de ingreso a un área natural protegida debe tomar
en cuenta no solo la recaudación proyectada de recursos financieros, sino que debe considerar
también que los recursos generados por esta vía cubran los requerimientos para una efectiva
conservación de la biodiversidad a la vez que los montos fijados sean socialmente aceptables.
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Es importante mencionar que una tarifa de ingreso óptima debe considerar entre otras, las
siguientes características:
Según el artículo 12° del Reglamento de Uso Turístico de las Áreas Naturales Protegidas, todo
visitante que ingresa a un área natural protegida con fines de turismo o recreación deberá abonar
un pago por concepto de derecho de ingreso. Los recursos generados por este concepto deben
ser invertidos en la conservación, recuperación, mantenimiento, seguridad y en la mejora de los
servicios al visitante en el área natural protegida que genera estos ingresos. El SERNANP podrá
disponer de hasta un 30% de la recaudación que genera el pago por ingreso al ANP, para la
conducción del SINANPE.
El Perú, país megadiverso, cuenta con 76 Áreas Naturales Protegidas de administración pública
(administradas por el Sistema de Áreas Naturales Protegidas por el Estado- SINANPE), 15 áreas
de conservación administradas por los gobiernos regionales y 70 áreas de conservación privada.
Las áreas de conservación pública representan 19 518 146.58 ha.; pero en total son más de 22
millones de hectáreas, lo que representa el 17% del territorio nacional.
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Las áreas naturales protegidas administradas por el SINANPE, se clasifican en:
Reservas Bosques de
Parques Nacionales Cotos de Caza
Nacionales Protección
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15 6
Refugio de Vida
Zonas Reservadas
Silvestre
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En el 2013, las áreas naturales protegidas del Perú recibieron 1’331,529 turistas, entre
nacionales y extranjeros, habiendo un incremento del 12,41% respecto del año 2012. El ingreso
que esto generó al país fue de S/.9´531,280.22, lo que se obtuvo mediante el cobro de entrada
(boletaje turístico) y concesiones en las áreas naturales protegidas. El área nacional protegida
que obtuvo mayor afluencia de visitantes es la Reserva Nacional Sistemas de Islas, Islotes y
Puntas Guaneras, ésta registró 235,734 visitas, el número de visitas se incrementó en 10.68%
respecto al año 2012. Los turistas que visitaron esta ANP disfrutaron de la belleza paisajística de
las islas y del contacto con la naturaleza marina. El segundo lugar en número de visitas lo
obtuvo la Reserva Nacional de Paracas, donde se registró un flujo turístico de 200,572
personas. Incrementándose un 13.98% en el número de afluencia respecto al año 2012.
A continuación se muestra un cuadro con las áreas naturales protegidas más visitadas durante el
2013: (*) Cuadro elaborado en base a información del SERNANP.
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3.3. Otros temas necesarios abordar
Para el desarrollo del ecoturismo en un área natural protegida se debe partir por elaborar un Plan
de Ecoturismo que al ser ejecutado contribuya a la conservación y permita el desarrollo de las
actividades turísticas y de recreación de acuerdo a la zona.
Un plan para el manejo del ecoturismo es una herramienta para guiar el desarrollo del turismo
en un área protegida; también es un documento que explica claramente y detalla lo que es
necesario hacer para implementar un programa de uso público basado en el ecoturismo en un
área protegida o en otro sitio potencial.
Un Plan de Ecoturismo debe constar de dos sesiones: Una de información básica o diagnóstico
que recoja y analice la situación actual del área protegida y de las variables que afectan la
implementación de un programa de ecoturismo en dicha área, y otra de recomendaciones que
describa de una manera organizada y sistemática como implementar un programa de
ecoturismo. En este último existen unos factores claves, que pueden ser divididos a su vez en
dos categorías factores relacionados con el personal y factores pragmáticos.
Los factores relacionados con el personal son:
Un director del programa, el personal de programa de Ecoturismo, capacitación, un
comité asesor para el ecoturismo.
Los factores pragmáticos son: el monitoreo, la evaluación, los planes anuales de
trabajo, los sistemas de informes, planes para los sitios, análisis de los actores de la
comunidad.
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es la clase de turismo que se desea para un área protegida en particular y que el ecoturismo, o tal
vez, el uso público, será un programa específico que implementen los directores del área. El
plan general de manejo también definirá cómo se configurará la zonificación para el área, que a
su vez designará los sectores que estarán disponibles para el uso de los turistas.
Antes de embarcarse en un Plan Para el Manejo del Ecoturismo a gran escala, es esencial hacer
una cuidadosa evaluación de los recursos, la capacidad humana y el potencial turístico del área.
Hay que considerar ciertos temas fundamentales tales como:
1. Plan General para el manejo: El área protegida debe tener un plan general para el
manejo que explique claros lineamientos sobre los cuales basar el PME: objetivos
generales para el manejo de área protegidas y recomendaciones para los programas de
manejo del uso público y el turismo. El plan general de manejo debe mencionar la
necesidad de utilizar el ecoturismo como un concepto guía o al menos argumentar en
pro de las actividades turísticas que generan ganancias y que son de bajo impacto.
2. Aceptar y comprometerse con los principios del ecoturismo: El personal del área
protegida debe aceptar y comprometerse con los principios del ecoturismo. Esto
significa aceptar que el turismo masivo no es una opción y que la administración del
área debe manejar los impactos del turismo diligentemente.
3. Apoyo financiero, técnico y logístico: Debe tener una razonable expectativa de que el
apoyo financiero, técnico y logístico esté disponible cuando sea necesario. Realizar un
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PME puede ser costoso. Involucrar a las personas interesadas desde el comienzo
posibilita que uno vea lo que pueden aportar para ayudar en el proceso de planificación.
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4. CONCLUSIONES
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5. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Páginas web
El Mercado inglés del ecoturismo, OMT 2002.
http://sdt.unwto.org/es/content/ecoturismo-y-areas-protegidas
http://www.sernanp.gob.pe/sernanp/archivos/imagenes/2014/notas/abril/Entrevista%20
El%20Peruano.pdf
http://www.sernanp.gob.pe/sernanp/
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