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Sujeto Supuesto Saber Miller

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‘LA TRANSFERENCIA. ‘EL SUJETO SUPUESTO AL SABER ‘Me propono, en Ia prOxima hors, hacer una exposicién concen- ‘ada de la teoriade Lacan sobre el ujeto eupuesto al saber, Ta conviecién racionalista de Lacan es que la transferencia no es ‘un milagro ante ef eval el psicoanalista debs arodilase, La teoris {et sujeto supuesto al saber sitha la transferencia como la consecuen- fa inmediata de la estructura de i situacionanalftica, es dete, como 4a conseounsia inmate Jo,aue Lacan amo of isurso dna 00 #8 ‘ete término a To quc reais ol psiccanalsta, SGoTfllamente a te estructura e fa station nnalfica Se pusde ademfs decir de Ia transferencin, en tanto tiene como pvote a sujeto Supuesto al atber, que pertenece a Ja esiuctura misma del discurso snalitico, También, si hay una fenomenotogta de In transferenci, ‘siyos distintos aspectos Freud encontzo en el uso del tempo, ¢ Intent ordemar, 10 qUe la vez pasada resin en tes palabra: rep Cion, resistencia, gestion si existe esta fenomenofogin matizada, divers, de In transferenca, que siempre epesion® a ios psiconnalistan, el sufetosupuesto al saber de Lacan cstésituado como et fundament ‘rans ide ta transferen zo agul esrba en Intere- ‘erea por la extructurs de Ia situacion analitica, que los es olvidor. La ett: ” or irvsin, aggciacibn libre; porque el postulado analitico es prech Shinente que ita afociacign os todo menes libre y que, por el contra. Fo, estérestringida por leyes esenciales. ‘Esta poscion de oyentee silo pain? Obvamente ridad nla experiencia analitie, fundamentaimente, ese ‘hey que ver ~y Lacan munca ces6 de insistiracorea de ‘Bie punto de las formas més diversas, cada voz més y mis lopicas— que clavente, su zespustta, su aval, su interpretacién, deciden el sem elo aus es dicha y,aiin mis, sigo aqui muy precissmente el texto de Lacan, laident{¢ad miama de quien habla. Al respecto, exis te Jo que Lacan no vacila en Imar un poder, el poder del anal sobre el sentido, io. cual es cierto para toda comunicacion humana, Dara Toda relacin, En este sentido, como nos hablamos unes a ots, podemos decir que por tumo compartimos el poder y que asf lat comunicasiones se equiibran. Ep psicaanslisis, pox el contratjo, a eta ta hace de él exac. {arnents jue podemos lamar, ain svendo hay que ser muy Pre dente con erta expresin, el-amo de la verdad, Hay que ser muy prudente con esta expresiOn y con To que ella recubre, pues jmplica la responsabilidad del analista, responsabilidad esencial, que hace la Hebd de sion ore Lacan pode coir ug el aalte dduplica el poder diserecional de la palabra. Es una frase que cto, que j {uve ocasion de-comentar, et Codos sus detalles, en el seminario en que pasticipo aqut, por ser éste un punto decisivo de la teorfa de Lacan. ES un punto decisive de la teorfa de Lacan, pero puedo decir que no eseapa a quients tienen un sentimiento profundo de les propic- dades del lengusje, Layendo, durante este fin de semana, la obra de Rorenblat Buenar y malas palabras én et castellano de’ Venezuela, enconté este fiase muy lacaniant: “Elque habla es pendicnte del interlocutor porque las palabras se tilfen con lo que.dice el oyente ¥-no se sabe adonde pueden Ilegar las palabras”. Evidentemenie, no std dicho con los términos de Lacan, pero se trata de alguien que tiene el verdadero sentimiento de lo que es el campo del lengu: ‘que se ecerca muy bien a esta estructura fundamental a translerencia aprehendida en su fundamento no es otra cose {1 materal mientras que el otro Lene como funeidn estructural inter folir ete ister, escucharo, eso, aprecarlo yen ocasones; Erapinte Tg water de ibeen sal ease mice de done 0 Ue la insttuetn de esta reliciom misma, Les ité aver anteneP txpresisn de Nunberg he veodines fo manafrence, cata us tee taisir un punta ave le parece precede ai fenomencogis dea transfeendis, que hace pole tats extosfendmence tan dive conralicorin mates dei eomensoa Ge lesen can retoma esta expreion de Nonberg ea apertura Ganate densia”’ que, en cierto modo, inaugura la relacion analitica mi rs Lacan iy ayers a ts ecncs pared ie oS Rtponante= poral incre lose gusg ere elec Susar fa verdad sobre misno, sobre su Wenlad sobs mse eso deseo. (Donde busca verdad? La base ales Cease Senipaaby'y el eabo fe spat ofa gl satan on anes ee ea Ot oft hmiopenal sue dead Rae av lances tan came su Slenco aes dae soon “Seda rae sabe sin me weenie, que cl demance de jquién soy? yeudlesmi deo? gut quiero verdaderamente? ‘ * -Tenemon si In base de la relacn anlitia y Lacan fommakz6, de modo sumamentesenclo, slomencal, I cul consulta ae ta relacin. En une formlseén, que ho puedo star estes Si isan, on relacon asta cuetn de In eunafrencan Be unk tinier gue encontanos en foes los cutton Lacan dade principio asta el final, primero en forma impieta-y les om fnma entiizada que voy a dibujar en el plamon, que les puede sehr podria deo come memoria yess centerena SIGNIFICADO 14 transorencia se ubica en este vector A (analista) SIGNIFICANTE, Este esquema se lee de diversas formas, aqut podemos contentamos con leerlo del siguiente modo: A es el primer ej, ele del signe ante; en el segundo eje eseribimos el Sgnifieado, y colocamos, al al snalista en este punto; atmismo tiempo como aguel a qulen ve dicige cl significante y en tanto es quien, rtroactivamente, decide aceres 4e Is sigiticacién de Jo que lees cirisido, Y aqui, en pan A, colocs mos al analista que funciona como] sujeto que. e fupone sabe el ‘sentido. Como pueden ver, ls gente que imagina que Lacan es Compl ‘cado se equivoca. Este esquema es un esquema eapeeialmenterotu- to, que tiene en la obra de Lacan un valor polimorto, polialent, estoy convencido de que a parti dal momento en que fo escrban fo ppodrin utilizar con toda sencillez, Es muy robust en su sencillez, no «facil quebrarlo, y es posible complicario mucho, podemos prefun tamos qué ponemos en est sitio, nombrar este punto Y aquel otro, rultiplicar y desplegar el esquema, Lacan lo ha heeho,pero tienen Uustedes anu ta ella bésica y, sin ella, ef término misma del sujeto supuesto al saber es diffel de aprehender en la teorla Je Lacan. La ‘dea inicial, por cierto, el término mismo de inconsciente comgespon. fase ie ¢qe ced : —_ Tie ‘iene 2 ee me area ne médica, una fonei6n palquidtrica, mientras que la experiencia snail fe slo es posible sobre el teldn de fondo de la suspension del diag- néstico, Es esta resera la que Freud formula aconssjano Al pcos. nalsta recomenzar, con cada caso, como si fuese primero. Desde este punto de vista, hay un desvanecimiento del saber ya consituids necesario para que comlence de modo autentico la experiencia anal fica, To que muestra que a este efecto de sujeto supvesto al taher intl ia experiencia ‘tulien Vowvere mis tarde ete puiol plcomeise ne tae ‘entificarse al sujeto supuesto al saber: sueto supesto al saber es lun efecto. de la estructura de la situscion analftca, lo cual es muy listinto idemtificarse a esta posieiin. Lo je ls ltima vee, no se observe forzosamente que el paciente comience a creer y.a desir que el analista tabe tado lo que le concer” ne. Lo que puede observarse muy bien, y elo que observa Nunbers ‘cuando habla de la apertura a i transferencia, es, al contrario, una ‘desuposicion de saber por parte del paciente en telacién al anise ©, como dice Lacan, un cleo mado de verficar que el habito no le ‘queda muy bien al psicoanalista, En cambio, fo que se observa de moto muy puro es la emergencia 2 steriorizante del sujeto supuesto al saber cuando la experiencia anali- fica desencadena una psicosi alucinatoria erénice, en ln cutl el psicoanalista encama realmente al sujeto supuesto'saber todo 10 que 8° refiere al paciente y es imaginado por éste en posesin de los Iulos que mueven las mavionetas. Tenemos alli una emergencia real fel sujeto supuesto al saber y esta teoria permite explicar esos efec- tos que conocemos, ese efecto de desencadenamiento psicotico que se produce por Ia entrada misma en la experiencia anaicn, Por cierto, encontré en un diecionerio médieo del sslo XIX, un pérrafo donde se explicaba como reeonocer a un paranoico: cuando se.comienza a. intertogarlo les did, inmediatamente, "por que me inferoga si usted ya lo sabe todo de mi?” Es sin duda‘um truco Un poco simple, pero nos permite palpar queen la psleoss vemos bajo tm aspecto real y aterrorizante el rostra del sujelo supuesto al saber Esta posicién, hagamos un paréntesis, no es una ereencia, no se ‘rata aqui de un sentimiento del sujeto, Se trata de una suposicion de esinuctura que puede traduciise por el fendmeno exactamente con tuario, Esto es dificil de entender, ~pero lo es tanto en Paris como agui, ya que esta advertencis la hive, hace poco, en la Escuela Frew. diana de Paris— pues existe la tendencia a confit, a superpones a 84 ‘Lacan construy6 un esquema, mls complicado que éste, que ‘en las raslaciones de un espejo, para explicar este difesen "que esclarece textos muy densos de Freud, A partir de esto, la teorts i de la transferencia-amor puede ser Ilevada hasta tse punto fwencial que es la teorfa simbolica de la transferencia, la que se spoys fa lo que, sl comienzo, Lacan lamaba et “pacto analtico”. Freud fnlsmo utliz6 un término sumamente peligroco: "la alianzaanalitica™, fiemino que hizo bastantes estragos en la historia del psicoandlisis palque volveremos despuss, Lo divertido es que, al mismo tiempo que desarroli6 esta teori imavinaria de la transferencia, en sus inicios, Lacan, a partir de st Discurso de Roms, en el 53,'habéa retervado ya ef lugar del sujcto puesto al saber, pero no pudo descubrtlo sino retrosctivanete, Ghedeciendo asf a su propio esquema, Fseribe dos parrafos que lo flv a poner una nota en 1966, en le cual explica: "Se encuentra tonces all{ definido 1o que luego designamos como el soporte de transferencia; el sujeto supuesto al saber” Fue necesaria una retroaccion de diez afos para que se dicra ‘enta de lo que habia eserito, Dice “Sin duda no tiene que respon det por su parte, de ese error subjetivo que, confesato 0 no en si Ascurs0, es inmanente al hecho de que entsé en andlisis, y aque ha ferrado su pactoinicial"? Lo que Lacan aqui llama el error subjetivo inmanente sla expe- fenia. naitica es precament lv dusién del paint, a ion indamental, estructural, de que su saber, el saber del inconsciente, ‘ati ya todd, constitufdo en el psicoanalista, Dice: “Y no puede descuidarse 1s subjetiridad de este momento, tanto menos cuando aque encontramos en ef la r226n de lo que podriamos llama los efec {os constituyentes de la transferencia en tanto que se dstinguen por lm indice de realidad de tos efectos constitusdos que le siguen" > La diferencia que hace aqui Lacan entre los efectos constituyentes y los ectos constituidos, es ls que les presents dstinguiendo los fenome~ fos de transferencia, que son los efectos constituldos, y su funda Mento transfenoménico, que es constituyente de estos cfectos. Es singular que este andlsis hay quedado asi como una piedsa de espera ft el discurso de Lacan, que s6lo encontzd su empleo diez afios mis lurde, en la teoria del Sujeto supuesto al saber, en un punto muy DPreciso. Esto nos permite esperar que hays minperosas piedras de fspera en el discurso de Lacan, alas que le hacen falta lectores prec 85 A sof y convencidos, afin de ave puedan er desiolladasytzaday- ‘Ami citero, la tort de Lacan apenas coments, Cones Freud hay ain ina mina en ete dacuno, No quote deci Te set EI Dorado, pero hay macho tan du reaper Bo ale? o anal consste prs ol pacente en oftedte al nga {ing ex cir ge, por et hesho mismo de enar eh la eres inalta, consent «ia poscion dl sna como Otay ees fo geo deca que podemor encontrar el comiento dels ies cy ‘eto ipuesto al saber en Freud, ons texto gabe ei dee is ents “Haeriton sobre atone” “Qué es lo que Fre lamé la “reel princpl de diss” gue sempre ius, dela cual dt feentesformuladenes pe Sg siriter opeatriy fundamental spre subaye? br cores del ans spone la iberad que se le dea a eto ene rence Giones. Tay un punto que n0 pucde ser elimiade de sewn i blcoshalata ot pacone, el gh ondste et iar et ep ae ata rg principal ese de asia Ibremente de feng ae erties, toda reda alla tiene ya enloncs un eaneter penne de confit en fo que Freud lmao que le vene eh mene’ a ‘tee el sentido timolic. ce ‘Al respesto hay une extortaion peconnaliea que et: “Dig siempre, ya veremos. En el fondo, la presencia del sla ee Pruca de i conflanza que snd ene! inonitente sate so sempre ascir, Hay allen el momento onginal ins dene del analist, ls demands de dail que no quiere detonate bono de que ea empre queef dec son, Fedemos, en ee seni, lamar als transferencl tanferenca i sn-sentdo aa sigifeacia, promest de siento, Per sos asi poraue Lacan puede decir que la stuacion anita fea al sujet que entra en ann, ieciamente pomun su le nak ‘38 palabra, s0 menor produceion inmediatamentewontaa, fae SXpevencsanaites misma, Es valde en tomas ea eee del mundo, por et precio es muy divetido™ el mie tent at usr ss propia produecions. Exe cx haleago det preening tater peer bao pr el que tab, chloe eho Xn a fond, allt ex donde ests cl sujeto upuasto aster Cone gen Is formula de Freud, qus a princess Mass asarane sus Ana Berman, ttdujo como “lyodsbe desplarar ai ins Goda 86 ues sein el modelo “quitate de ahi, pra ponerme yo", Lacan, por fF contrario did a esta frase de Freud tn valor mucho més esencsl,¥ in trado en formas distintas alo largo de su discarso. Yo puedo tr tar de tmadueisla de otra forms, en relacién al sucto sapuesto al saber: Ld oid ga était, (ga ne veut rien dire): AMt donde evo etaba {eso no quiere decir nada), yo s€ lo que debe ser, 1 que debe advent. sto nos permite percibir Ia dimension racionslista esencial de la experiencia analftica. La experiencia analitica (hay que pastr por slto ‘lchos de los discursos de los psicoanalistas mitmos. para. darse ‘lenta) €§ profundamente Iaica, Mientras que en les experieneias sntims, las que buscan el conocimiento mas profund de ie verdad fe sujeto, hay siempre un tiempo de meditacton, de concentracion, | uns invitacion a entrar en sf mismo, a pusifiearse, nada de est0 ‘encontramos en la experiencia analitca. Si ella promete al sujto una ‘edad acerca de su deseo, es en un marco que na implica ninguno de estos aspectos de purificacion, de concentracion, Al eomtrario, es una feremonia, un ritual, pero fo, podrfames decir que implica una regularidad casi burocritica, volver 4 Ia misma hora, in cierto nime- ro de-veces por semana y, leis de que por adelantado el sujeto tenet ‘que concentrarse, por el contrario, debe entregsr, sin preparacion, alguna, el material Debe pereibirse to que implica esta extraordinaria operacin, la misma se opone a todos los antiguos ensayos de descubrimiento de Ja vertad del sujeto. Efectivamente, ex con le invenciGn de la reg fundamental que Freud traza en la historia del pensemiento un corte ‘ayo precedente es imposible encontrar. Y, una vez, dispuesto el sujeto a decir cualquier cosa, como por sar, a presencia del analista atestigua que asume sobre si el principio que est en la base de Ia sieneiat que todo, incluso lo que ali te dice de cualquier modo, tiene El inconsciente, en tanto que es puesto en abra en la experiencia snalftica, en tanto que el sujeto es invitado a decir Io que se le pasa por la eabeza, y a pagar el hecho mismo de este decir lo que se le pasa por Is cabeza ante el analista, movilizado 0 més bien inmovilizado, Por esta experiencia, implica este axioms, gue nadie formul6 a pro: sito de la experiencia analitica antes ds Lacan, pero que funciona 4 Koay mane camo soporte de expec od tone una causa". Es un principio esencial del peneamionto cientfice y fue formulado en um momento muy preciso desu historia, cuando Leibniz 37 formulé sus dos:principios: “nada orma potitiv, "todo tiene una causa En el fondo, esto constituyé en ia historia det pensamiento corte radical. Heidegger, por cierto, dedieé un librite a este a4 ‘ue se llama “El principio de raz6n suffciente”, en el eual lo fn defalle, pues su formulacin constituye un corte en la historia Jn flosotta, que consagra la emergencia de ese discurso, distinto del | Sisco anita pee gue ne ded eer elactn con | se dela ciencia, ‘lay un deicrminismo implicito en ls experientia analitica, ue implica, #1 se quiere, al comienzo una especie de acto de fe en ly racionalidad de todo lo que se produce, y el psicoanalista es aquel ‘que se consugra a sortener este acto de fe, a parti del cal el anal zante puede trabajar, ‘Volveremos mis adelante a esta diferencia entre el analista y el analizante en el acto y el trabajo analftico. Pero quisiera primer fratar de mostrarles las consecuencias que tuvo, en la historia del psicoandlisis, la Wentificacién del psicoanalista con la posicion del Otro. La posicién del Otro es una posicin de amo, y el psicoanaista se identified gustoso al amo, al maestro, al que exhorta, al que demanda, al Otro poderoso y omnisciente (lo que le permite no siber tan cosa), Hay un extraordinario contrast entre le fatuidad del ana lista la jgnorancia, bastante general, que le permite continua pro: longando esta situacibn. ‘sta identifiacién del psicoanalista con el Otro generé una teas la esencial, dominante en el drea de influencia anglo-sajona, que ubica al analista como superyé del pacieate 1Bs muy interesante esta teorfa, cuyos excesos hoy se han borrade tun poco, pero que sigue presente ¥ actuante en los psicoanalista no lacanianos (creo que es distinto ent los Kleinianos). Es una teonit interesante porque muestra que todos los tebricos verdaderamente serios de la experiencia analftica ge ven obligados a esignar an Iga al analista en el inconsciente, Sin ello no se podtia entender cdma ‘opera el analista, De ali que, lo que les formulaba como una propos ion lacanians, ol analsta ef si quiere una formacion del inconseien- te, se impone a todo teGric serio del psicoandlisis "Esta teorfa implica, on primer lugsr, que el analista debe ocupar cl Iugar del superyé y, en segundo Ingar, que el analizante debe ien- tifearse 3 6, la cura esasi el proceso de identifcaciOn dela sin causa” y también, 85 ». analista como sopery6. Un fantasma esté af desarrolladg: ix 4 partir de su posiciOn superyoica podrd insinuar valores ‘Wrideramente positives en el yo del sujeto. La. cura entonces se Prstenta ante todo como una especie de educacién, una educacion por sugestion del pacient, y el analista simplemente se ofrece él mis- {ho en la experiencia como la verdadera medida de la ealidad, cl que fabe lo que la realidad debe ser, y que por medio de su presto fuperyoico debe levar al sujeto a situarse en el mismo nivel de reali: dad. Es decir, muy ingenuamente, que el pricosnalsta se constituyé 4 mismo como el nec plus ult de la experiencia universal, En exe Jentido, le cura se convierte en una empresa de adoctrinamiento que tiene como consecuencia el aplastamiento de la dimension propia de lun deseo fundamentalments imeductible, Esto el pslooenalista'n0 lo logrs, pero tiene tiempo como para hicer cierto dao, El picoandlisis feonees puede ser un verdadero combate contra este esfuerzo de faloctrinamiento del analista, quien se hace fuerte amurallindose en Ia teorfa psicoanaltica constitufda y en sus propios prejuicios sobre todos los temas de este mundo, empresa que el deseo del paciente Jntenta resists. Bsa es la resistencia que no hay que olvidar, la buena Isistencis, Is resistencia que los psicoanalistas descubrieron cuando fenfocaron el andliis como adoctrinamiento y ejercicio dela demanda el psicoanalista. Encontraron la resistencia del deseo, {Lacan dej6, desde hace algunos aos, de leer a Jos psicoanalistas el International Journal; nosotros lo seguimos haciendo, y hacemos Ji conica de esta lectura en nuestra revista Ornicar?, un poco para sonservar el contacto. Lacan dejé de leerios; pero lo: ley, los leyé fmuy precisamente, tanto los grandes como los pequefios textos de la Historia del psiooandlisis en el International Journal, fue siguiendo las Indicaciones que se encuentran en efor textos. En el curso que hice sobre transferencia, analicé todos los textos dedicados a la teoria del finalista como supery6. No sé si todavia se lee a alguien como Richard Sterba, quien formult una teoris acerca de la disociacion terspeu- ica del yo. En ciertos textos antiguos, que tengo aqui, Sterba bar ‘la experiencia terapéutica de la cura en la capacidad de disocia- {GOn del yo y dice: “Esta capacidad da al analista la oportunidad de Inucer una alanza con el yo contra las fuerzas del instinto y de la epresin y, con ayuda de una parte del yo, intenta vencer las fuerzas ‘ontrarias” {Qué es entonces la experiencia analitica? {Es una biparticion 89

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