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Vigilar y Castigar

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VIGILAR Y CASTIGAR

MICHAEL FOCAULT

SUPLICIO:

1. EL CUERPO DE LOS CONDENADOS:


Las torturas han sido un método de castigo a lo largo de la hitoria, ya que siempre se ha
necesitado corregir a las malas conductas y por eso aplicar los castigos físicos fue muy
efectivo. En la edad media la iglesia era quien imponía los castigos además de las malas
acciones los pecados eran también castigados muy severamente, como la prostitución entre
otras.
La tecnología de esos siglos se encaminaba a hacer los castigos mas doloroso para fomentar
el terror entre las sociedades, se ideo por ejemplo el potro una mesa que alaba las
extremidades en direcciones opuestas para asi dislocarlas.
En el libro se habla de la tortura de Damiens que fue acusado de parricidio por lo cual se le
descuartizo musculo por musculo y sus restos fueron quemados. A raíz de esto se hace una
reforma a los castigos por un pensamiento de humanización de las penas.
El castigo a las malas acciones deja de provocar terror y causar tanto dolor y se vuelve mas
humanizado quedando asi en privatización de las voluntades y derechos, en algunos casos
matar pero sin causar dolor, asi que se crea la guillotina.

1. LA RESINANCIA DE LOS SUPLICIOS:

En éste capítulo el autor Michel Foucault por medio de la ejecución de penas manifiesta la
búsqueda de justicia, para reformar o corregir. Las cuales se siguen ejerciendo a través del
cuerpo comoinstrumento para así privar al individuo de un derecho que definimos como
decir la libertad.

Despertando así dos maneras de organizar el poder en una se ve al delincuente como aquel
que ha roto el pacto social y que, por tanto, representa un daño para toda la sociedad. En
este caso, ya no es el soberano quien impone justicia, sino la sociedad entera contra el
delincuente la que ejerce su derechode defensa.

El castigo se ejerce como forma de calificar a los individuos para así asegurar que el delito
es castigado. El objeto de la pena ya no es el cuerpo sino el alma a través del castigo penal,
si bien se castigan ciertas acciones. Para Foucault los elementos constitutivos del delito,
formulados por la teoría penal, son aquellas prácticas que no están permitidas en el
discurso.
Para las épocas anteriores al siglo XVIII la forma de establecer el control sobre las personas
era aplicando castigos al cuerpo pretendiendo la salvación, quien cometía el crimen era
castigado bárbaramente ante un grupo de espectadores que eran testigos de la aplicación de
justicia. Dichos castigos físicos debían incluir un sufrimiento proporcional al crimen;
debían conservar una relación entre el crimen,el delincuente y la víctima; finalmente el
castigo debía ser un método de verificación pública convirtiéndose indirectamente en un
sistema preventivo.

Un suplicio era definido como una pena corporal, dolorosa, más o menos atroz. Una pena
para ser un suplicio debe responder a tres criterios principales:

El suplicio también consistía en un ritual político, ya que en el derecho de la edad clásicael


crimen suponía sobre todo un ataque al soberano, que era aquel del que emanaba la ley, la
pena debía reparar el daño que se había cometido.

El autor mantenía el modelo monárquico caracterizado por las penas escandalosas y


públicas, dirigidos a obtener la confesión mediante suplicios, que son tanto una pena como
una prueba de la conformidad del juicio de los hombres con el juicio de Dios,
implementando un medio de investigación; por las mismas personas que administran
justicia.

La pena se organiza de tal forma que busca corregir al condenado, con lo que respecta a
conductas, pensamientos y sentimientos son conformes las expectativas de quien ejerce el
poder cuyo fin era enmendarlo o enderezarlo.

Sacado de : https://www.buenastareas.com/ensayos/An%C3%A1lisis-Resonancia-De-Los-Suplicios/7546793.html

CASTIGO:

1. EL CASTIGO GENERALIZADO
La protesta contra los suplicios se encuentra por doquier en la segunda mitad del siglo
XVIII: entre los filósofos y los teóricos del derecho; entre juristas y parlamentarios. Hay
que castigar de otro modo. El suplicio se ha vuelto intolerable.
Podría decirse entonces que el suplicio cumple dos consecuencias una deseada y otra no
deseada y por lo tanto no prevista. La consecuencia deseada es castigar al culpable
haciendo caer sobre el todo el poder ante los ojos del pueblo, para que este vea cuan
poderoso es el rey o el príncipe y lo que les pasará si actúan de igual o parecida forma, y
la consecuencia no deseada es que el pueblo se siente más cerca que nunca de los
criminales, e incluso los apoya, sienten pena por lo que les sucede y en ocasiones se
revelan e intentan salvarlos( en ocasiones a determinados condenados se les convertía en
una especie de santos) .Uno de los primeros clamores del pueblo fue para pedir la
supresión de los suplicios.
Uno de los mecanismos fundamentales del poder absoluto: entre el príncipe y el pueblo,
el verdugo constituye un engranaje.
Los reformadores del siglo XVIII: es preciso que la justicia criminal, en lugar de vengarse,
castigue al fin.
Esta necesidad de un castigo sin suplicio se formula en primer lugar como un grito del
corazón o de la naturaleza indignada: en el peor de los asesinos, una cosa al menos es de
respetar cuando se castiga: su humanidad.
Problema de una economía de los castigos. Es como si el siglo XVIII hubiera abierto la crisis
de esta economía, y propuesto para resolverla la ley fundamental de que el castigo debe
tener la “humanidad” como “medida”, sin que se haya podido dar un sentido definitivo a
este principio, considerado sin embargo como insoslayable. Es preciso, pues, referir el
nacimiento y la primera historia de esta enigmática “benignidad”.
La derivación de una criminalidad de sangre a una delincuencia de fraude forma parte de
todo un mecanismo complejo, en el que figuran el desarrollo de la producción, el aumento
de las riquezas, una autorización jurídica y moral más intensa de las relaciones de
propiedad, unos métodos de vigilancia más rigurosos, una división en zonas más ceñida de
la población, unas técnicas más afinadas de localización, de captura y de información.
Tendencia a una justicia más sutil y más fina, a una división penal en zonas más estrechas
del cuerpo social.
Más que debilidad o crueldad, de lo que se trata en la crítica del reformador es de una
mala economía del poder.
Mal funcionamiento del poder remite a un exceso central: lo que podría llamarse el
“sobrepoder” monárquico que identifica el derecho de castigar con el poder personal del
sobreano.
Sacado de: https://es.scribd.com/document/72760083/Ensayo-Vigilar-y-Castigar-El-Castigo-Generalizado

2. LA BENIGNIDAD DE LAS PENAS


En esta parte del libro Foucault utiliza los argumentos de Peletier cuando este afirma que
son necesarias unas relaciones exactas entre la naturaleza del delito y la naturaleza del
castigo. El que haya sido feroz en su crimen padecerá dolores físicos; el que haya sido
holgazan se vera forzado a un trabajo penoso .
Con relación a lo anterior es necesario no solo combatir el delito desde su materialización,
sino que se debe erradicar de raíz. El delito de la vagancia será condenado con trabajo. Asi
mismo el delito de un ladron o de un asesino a parte de recibir el castigo correspondiente
deben ser re-educados para que etiendan de nuevo el respeto a lo ajeno.
El principio formulado es el que haya relaciones exactas entre la índole del delito y la
índole del castigo de ha demostrado que la falta de un oficio es detonante para la
criminalidad, es por eso que la pedagogía proporciona una ventaja de reconstruir al
individuo perezoso en un gran trabajador . es preciso decir de quien quiera vivir debe
trabajar.
Sacado de: https://es.slideshare.net/camiladaza/resumen-por-captulos-vigilar-y-castigar

DISCIPLINA

1. LOS CUERPOS DOCILES :


señala que el hombre máquina (a partir del siglo XVIII) ha sido escrito sobre el registro
anatomo-metafísico (médicos, etc.) y el técnico-político (reglamentos militares y
escolares, entre otros, destinados a controlar o corregir las operaciones del cuerpo). La
noción de docilidad une al cuerpo analizable y al cuerpo manipulable. Es dócil un cuerpo
que puede ser sometido, utilizado, transformado y perfeccionado.

A partir del siglo XVIII, estos esquemas de docilidad desarrollaron una escala de control al
nivel de la mecánica: movimientos, gestos, actitudes, rapidez. Su modalidad fue una
coerción constante, fueron métodos que permitían el control minucioso sobre las
operaciones del cuerpo llamadas disciplinas. Éstas no se fundan sobre una relación de
apropiación de los cuerpos. Busca hacer al cuerpo obediente y útil. Este mecanismo de
poder explora al cuerpo, lo desarticula y lo recompone: una anatomía política. Éstas
desarrollan una microfísica de poder que pone la atención en los detalles.

La disciplina distribuye a los individuos en el espacio: exige la clausura, la especificación de


un lugar heterogéneo y cerrado sobre sí mismo. Los aparatos trabajan en él de una forma
flexible y fina: a cada zona un individuo, descomponen lo colectivo: el espacio de la
disciplina es celular. Las disciplinas fabrican espacios complejos: funcionales y jerárquicos
a la vez, establecen la fijación y permiten la circulación, garantizan una mejor economía
del tiempo y de los gestos.
Sacado de: https://resumenesdecomunicacion.blogspot.com/2015/03/foucault-vigilar-castigar-cuerpos-dociles.html

2. LOS MEDIOS DE UN BUEN ENCAUSAMIENTO :


A principio del capítulo, Foucault menciona a Walhausen quien hablaba de “recta
disciplina” como un arte del “buen encauzamiento de la conducta” y menciona que el
poder disciplinario tiene como función principal “enderezar conductas”. No encadena las
fuerzas para reducirlas; lo hace para multiplicarlas y usarlas. Lleva sus procedimientos de
descomposición hasta las singularidades. “Encauza” las multitudes móviles, confusas,
inútiles de cuerpos y de fuerzas en una multiplicidad de elementos individuales. La
disciplina “fabrica” individuos como objetos y como instrumentos de su ejercicio. No es un
poder triunfante, es un poder modesto que funciona según el modelo de …ver más…
Se hace indispensable un personal especializado, constantemente presente y distintos de
los obreros La vigilancia pasa a ser un operador económico decisivo, a la vez una pieza
interna en el aparato de producción y un engranaje del poder disciplinario.

El mismo movimiento en la organización de la enseñanza elemental: especificación de la


vigilancia. Se da por ej. el esbozo de una institución de tipo “de enseñanza mutua”, donde
están integrados en el interior de un dispositivo único tres procedimientos: la enseñanza
propiamente dicha, la adquisición de conocimientos por la actividad pedagógica, y una
observación recíproca y jerarquizada. Encontramos en el corazón de la práctica de
enseñanza una relación de vigilancia como mecanismo inherente que multiplica su
eficacia.
La vigilancia jerarquizada, continua y funcional, no es una de las grandes “invenciones”
técnicas del S XVIII, pero su extensión debe su importancia a las nuevas mecánicas de
poder que lleva consigo. El poder disciplinario, gracias a ella, se convierte en un sistema
“integrado” vinculado del interior a la economía y a los fines del dispositivo en que se
ejerce.
Sacado de: https://www.monografias.com/docs/LOS-MEDIOS-DEL-BUEN-ENCAUZAMIENTO-PKJCJS6YBZ

3. EL PANOPTISMO:
Fines del SD. XVIII; medidas q’ había q’ adoptar cuando se declaraba la peste: Una estricta
división espacial, privación de salir de la zona bajo pena de la vida; división de la ciudad en
secciones distintas; cada calle queda bajo la autoridad de un sindico; se ordena a cada cual
q’ se encierre en su casa; el sindico cierra personalmente cada casa; cuando es preciso en
absoluto salir de la casa se hace por turno y evitando todo encuentro. Hay un espacio
petrificado, inmóvil. Cada cual esta pegado a su puesto, y si se mueve, le va con ello la
vida, contagio o castigo.
La inspección (vigilancia) funciona sin cesar, la mirada esta por doquier en movimiento. Un
cuerpo de milicia, en las puertas, en el ayuntamiento y en todas las secciones. Cada cual
encerrado en su jaula, asomándose a la ventana y mostrándose cuando se lo llama, es la
gran revista de los vivos y de los muertos.
Esta vigilancia es apoyada por un sistema de registro permanente (informe de los síndicos
a los intendentes); al comienzo del “encierro”, se establece, uno por uno, el papel de
todos los vecinos presentes en la ciudad. De todo lo q’ se advierte en el curso de las
visitas, se toma nota y se transmite a los intendentes y magistrados. Estos tiene autoridad
sobre los cuidados médicos de las persona. El registro de lo patológico debe ser constante
y centralizado. La relación de cada cual con su enfermedad y su muerte pasa por las
instancias de poder, el registro a q’ estas la someten y las decisiones q’ toman.
Cinco o seis días después del comienzo de la cuarentena se procede con la purificación de
las casa.
Este espacio cerrado, recortado, vigilado, en todos sus puntos, en el q’ los individuos están
insertos en un lugar fijo, en los q’ los menores movimientos se hallan controlados [...] en
el q’ el poder se ejerce de acuerdo con una figura jerárquica [...] constituye un modelo
compacto del dispositivo disciplinario. A la peste responde el orden. Contra la peste q’ es
mezcla, la disciplina hace valer su poder q’ es análisis. La peste como forma a la vez real e
imaginaria del desorden tiene como correlato medico y político la disciplina.
Sacado de : http://www.psico-web.com/sociologia/foucault_vigilar_y_castigar_10.htm

PRISION

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