Tema 4
Tema 4
Tema 4
© R. Pérez Juste
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PRESENTACIÓN
Toda investigación arranca de un problema, esto es, de una realidad para la que no
tenemos una respuesta convincente o satisfactoria. Ante el mismo, el investigador se
plantea la forma de resolverlo, y hacerlo de un modo correcto y eficaz, tarea en la que
encuentra en el diseño la solución adecuada.
Por ello, el objeto central del presente tema es el análisis de la vinculación del problema
a investigar con el diseño de investigación como medio para afrontar su resolución, para
dar respuesta a las preguntas en que aquel se concrete.
A los efectos pertinentes, se aconseja que la formulación del problema se lleve a cabo en
forma de preguntas, cuanto más claras y precisas, mejor. Por tanto, la elección del diseño
deberá atender a las exigencias derivadas de la naturaleza de las preguntas; determinadas
preguntas se limitan a constatar si se da relación entre variables; pero otras, como
apreciaremos más adelante, nos ponen ante metas más ambiciosas, tales como establecer
si la relación es causal, esto es: si la variable independiente es la causa de los efectos
apreciados en la variable dependiente. Obviamente, las exigencias en este caso son
mayores y se concretan en un término clave en investigación cuantitativa: el de control,
control de las variables extrañas que, de no ser controladas, pueden conducir a invalidar
el diseño y, en consecuencia, a no poder responder a las preguntas del problema.
Dado que la investigación según el enfoque positivista tiene como meta el establecimiento
de relaciones causales entre las variables del diseño –antecedentes o independientes y
consecuentes o dependientes- someteremos a análisis y valoración los tres grandes tipos
de diseños existentes: pre, cuasi y experimentales.
1. INTRODUCCIÓN
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Los saberes que adquirimos pueden ser clasificados de diversas formas; una de ellas se
refiere al tipo de conocimientos de que se trate. Así, la mayoría de los conocimientos a
adquirir tienen que ver con el saber disponible, más o menos elaborado, organizado y
estructurado.
Pero otros saberes, y este es el caso de la presente asignatura, tienen como objeto no tanto
lo ya conocido como el procedimiento para aumentar, corregir o descubrir nuevos saberes.
Pero el ser humano tiene, entre sus cualidades naturales, la tendencia a que las respuestas
a sus inquietudes sean convincentes, satisfagan su racionalidad. En estos casos, necesita
procedimientos que, al menos de entrada, sean capaces de satisfacer a su inteligencia y
razón.
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Es planificado y organizado porque, lejos de toda improvisación u ocurrencia, todo el
hacer al servicio del contraste de la hipótesis responde a un plan ordenado, un plan
exigente y convincente, aunque todo ello no asegure el éxito tanto por limitaciones
humanas como por las del propio plan, al margen, claro está, de aquellas que se deben a
los errores o a las limitaciones del propio investigador.
Y pretende unos resultados objetivos, esto es, unas conclusiones que deriven de los datos
rigurosamente obtenidos y no de la interpretación más o menos subjetiva, a veces forzada,
para que se ajusten a ideas preconcebidas.
2. EL DISEÑO DE INVESTIGACIÓN
Entre las diferentes acepciones del término “diseño” según el Diccionario de la RAE se
encuentran las de “Traza o delineación de un edificio o de una figura. Proyecto, plan.
Concepción original de un objeto u obra… Por su parte, en el de María Moliner leemos.
“Apunte. Boceto. Croquis. Esbozo. Esquema”.
De alguna manera, todas esas acepciones enlazan con el concepto técnico de diseño
aplicado a la investigación empírica en general y a la experimental en particular.
2.1. Concepto
No obstante, tal vez sea la más adecuada la de “proyecto o plan” pudiendo servir de
referencia su aplicación a la arquitectura, donde toma la forma de “plano”.
Pues bien: en líneas generales esa es, de modo genérico, la concepción del diseño. No
obstante, y para precisar su naturaleza, funciones y objetivos, será bueno acudir a las
definiciones dadas por expertos en la materia.
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Así, contamos con aportaciones que, sin dar una definición formal, acuden a la
enumeración de las tareas que integran el diseño. Tal es el caso de Finney1 para quien en
el diseño deben considerarse, de una parte, aquellos tratamientos que van a ser
comparados y las unidades a las que se aplicarán los tratamientos, y de otra las reglas para
asignar los tratamientos a las unidades seleccionadas y las medidas a tomar en cada
unidad.
Entre nosotros, Arnau3, también desde una perspectiva descriptiva, considera que, bajo
ese concepto, se incluyen “los procedimientos requeridos en una investigación
experimental”, incluyendo entre ellos “desde la formulación de la hipótesis a la
obtención de las conclusiones”.
En línea con el enfoque de la finalidad del diseño, Domenech i Massons5 lo entiende como
“las técnicas de realización de experiencias que permiten estudiar la influencia de uno o
varios factores o variables”.
A nuestro juicio, el planteamiento más correcto, y la definición más sencilla a la vez que
completa, es la debida a Kerlinger6. Estas son sus palabras:
“Diseño es el plan, estructura y estrategia de una investigación cuyo objetivo es dar respuesta
a ciertas preguntas y controlar la varianza”.
En apenas veinte palabras el autor hace una definición formal y, además, la completa
incluyendo sus objetivos, como tendremos ocasión de comentar. Veamos ahora cómo
define cada uno de sus términos:
“El plan es un esquema global o programa que consiste en bosquejar lo que hará el
investigador, desde la redacción de la hipótesis y sus consecuencias operacionales, hasta el
1
FINNEY, D.J. (1960) Experimental Design and its Statistical basics. Chicago: The University of Chicado
Press.
2
McGUIGAN, F.J. (1976) Psicología experimental. México: Trillas.
3
ARNAU GRASS, J. (1981) Diseños experimentales en Psicología y Educación. Vol. 3. México:
Trillas.
4
CAMPBELL, D. y STANLEY, J. (1978) Diseños experimentales y cuasi-experimentales en la
investigación social. Buenos Aires: Amorrortu.
5
DOMÉNECH I MASSONS, J.M (1980) Bioestadística. Métodos estadísticos para investigadores.
Barcelona: Herder.
6
KERLINGER, F.N. (1981) Investigación del comportamiento. Técnicas y metodología. 2ª edición,
México: Interamericana, cap. 17
5
análisis final de los datos. La estructura es más específica: es el bosquejo, el esquema, el
paradigma de operación de las variables. Al trazar diagramas donde se describen las
variables, su relación y yuxtaposición, construimos esquemas estructurales que nos permiten
alcanzar las finalidades operacionales de la investigación. El significado de estrategia…
comprende los métodos mediante los cuales se reunirán y analizarán los datos. En otras
palabras, indica cómo se conseguirán los objetivos de la investigación y cómo se abordarán
los problemas que se hallen en ella”.
Como hemos podido apreciar, Kerlinger utiliza la mayoría de los términos recogidos del
diccionario y referidos al diseño en general.
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• La aplicación de la metodología A en los últimos cursos del grado de Economía,
en la asignatura Macroeconomía avanzada, da lugar mejores resultados en el
aprendizaje por parte de alumnos a distancia que siguen el curso “on line”.
En una concepción amplia de diseño la hipótesis forma ya parte del mismo: el investigador
ha llegado a una conjetura más o menos audaz, según vimos decir a M. Bunge, pero ahora
llega el momento de ser muy rigurosos en someterla a contraste. Y aquí es donde aparece
el diseño como plan.
La cuestión es ahora decidir qué hacer para dar la respuesta que demanda el problema y
para contrastar la conjetura, de forma que quede o no validada, aunque, como tendremos
ocasión de constatar, sea de forma probabilística, esto es: no con seguridad sino con un
riesgo más o menos elevado de error, admitido a priori por el investigador.
• Definir con toda claridad las dos metodologías, A y B. Es más, con el fin de que
las diferencias puedan surgir, convendrá que ambas sean claramente diferentes7.
• Decidir sobre los alumnos a los que se aplicarán las metodologías. Nuestra
formulación del problema deja fuera los de todas las carreras excepto Economía
y, dentro de esta, todos menos los de Macroeconomía avanzada.
• Del mismo modo, deberá decidir si selecciona a todos o a una muestra, en cuyo
caso deberá cuidar su tamaño y el procedimiento imparcial de muestreo.
• Habrá de tomar decisiones sobre la asignación de los alumnos a los grupos y de
la metodología a los grupos.
• Se deberá decidir cómo medirá la eficacia, cuándo recogerá los datos y qué
análisis hará de ellos, así como el tratamiento estadístico de los mismos
• Y será preciso avanzar los resultados que le permitirían aceptar la hipótesis como
validada o, por el contrario, considerar que esto no ha sido posible.
Primero:
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Más adelante analizaremos este punto, dentro de denominado principio MAX- MIN- CON de Kerlinger,
formando parte del MAX.
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V.i.: variable independiente; V.d.: variable dependiente
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V. independiente V. dependiente V. independiente V. dependiente
Metodología A Media de A Metodología B Media de B
Resultado: Media A – Media de B
Segundo:
Tercero:
Estos esquemas, en los que se relacionan la V.i. (metodología) con la V.d. (logro
de las competencias), nos indican diferentes formas de actuar. Veamos:
En el segundo nos valemos de dos grupos; cada uno de ellos recibe una
metodología y, al finalizar, constatamos los resultados, pudiendo comprobar si
se dan o no diferencias entre las medias de un grupo y otro, o lo que es lo mismo,
entre los resultados con una y con otra metodología.
No entramos por el momento a valorar las alternativas, algo que haremos más
adelante; simplemente se trata de dejar constancia de diferentes estructuras de
acción.
Y, ahora, la estrategia.
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que la aplicada en segundo lugar se verá alternada por la primera, cuál es el
tiempo que debe mediar entre la aplicación de una y otra metodologías, si
convendría tener datos previos sobre la situación del grupo en las competencias
que se desea conseguir (línea de base)…
Si optamos por acudir a dos grupos es preciso decidir qué grupo recibirá qué
metodologías, por qué procedimiento se asignarán las metodologías, qué
actuaciones deberán llevarse a cabo que puedan garantizar no ya la igualdad de
ambos antes de aplicar la V.i. en sus dos niveles o modalidades pero sí al menos
la equivalencia, de forma que no haya entre ellos diferencias iniciales que
pudieran explicar las diferencias finales. Se trata de evitar una variable extraña
que pueda anular nuestro planteamiento.
2.2. Objetivos
Siguiendo lo indicado por Kerlinger, los grandes objetivos del diseño son:
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Kerlinger no es partidario de este procedimiento sino sustituirlo por el análisis de covarianza, que
presentaremos más adelante, y que compara al final las medias finales ajustadas a las diferencias iniciales.
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5. ¿Permanece durante más tiempo el aprendizaje de competencias con una
metodología que con otra?
6. El aprendizaje de competencias alcanzado con una metodología, ¿es de mayor
aplicación que con otra?
7. ¿Aprenden más (antes, durante más tiempo…) los alumnos adultos que los más
jóvenes?
8. ¿Es más eficaz una concreta metodología con alumnas que con alumnos?
9. ¿Es más eficaz una metodología en el aprendizaje “on line” que en la enseñanza
presencial?
10. ¿Aprenden más (antes, durante más tiempo...) las competencias en unos grados
que en otros (ciencias frente a humanidades…)?
11. ¿Aprenden más (antes, durante más tiempo..) en una tipología de materias y
asignaturas que en otras?
Etc.
Sin embargo, en los casos 2 a 6 el interés del investigador parece ir más allá de la mera
constatación de tal relación, estando interesado en atribuir al método el origen de las
posibles diferencias. Decimos el origen aunque, en realidad, querríamos decir la causa;
ahora bien: para probar si los métodos son esa causa entramos en el terreno de la
investigación experimental y necesitaremos de diseños que puedan controlar las hipótesis
alternativas a la del investigador, esto es, las variables extrañas.
Si analizamos las preguntas 7 a 11, nos encontramos ante una dificultad, en efecto: por
un lado tenemos la misma preocupación del investigador en relación con el efecto que
puedan producir las metodologías sobre el aprendizaje de las competencias. Pero, por
otro, aparece una preocupación añadida: si tal efecto difiere en función de la edad, el sexo,
el tipo de enseñanza, la naturaleza de los grados académicos, las materias o las
asignaturas.
Una solución consistiría en plantear diseños paralelos: uno para comprobar la eficacia de
las metodologías con alumnos adultos y otro para alumnos jóvenes; uno para alumnas y
otro para alumnos; uno para la enseñanza presencial y otro para la enseñanza “on line”…,
solución poco satisfactoria y con evidentes dificultades a la hora de comparar.
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0
4. ¿Permanece durante más tiempo el aprendizaje de competencias con una
metodología que con otra en los primeros cursos o en los últimos?
5. El aprendizaje de competencias alcanzado con una metodología, ¿es de mayor
aplicación que con otra según la tipología de las materias?
6. ¿Aprenden más (antes, durante más tiempo…) los alumnos adultos que los más
jóvenes con una metodología que con otra?
7. ¿Es más eficaz una concreta metodología con alumnas que con alumnos?
8. ¿Es más eficaz una metodología en el aprendizaje “on line” que en la enseñanza
presencial?
9. ¿Se aprende más (antes, durante más tiempo...) las competencias en unos grados
que en otros (ciencias frente a humanidades…) según las metodologías?
10. ¿Aprenden más (antes, durante más tiempo..) en una tipología de materias y
asignaturas que en otras según la metodología utilizada?
11. Etc.
En todos estos casos, el interés del investigador no se limita a la acción de una variable
independiente, la metodología, con al menos dos niveles (A y B) sino que lo hace teniendo
en cuenta, a la vez, el influjo de otra, sea el sexo, el curso, el tipo de enseñanza, el grado,
la materia… En este tipo de situaciones, el esquema de acción que hemos analizado en el
apartado anterior será, obviamente, más complejo y contemplará simultáneamente esas
dos variables independientes. Por ejemplo (cuadro 4.1):
TOTAL
Y algo más, y de mayor aportación científica y práctica: podría darse el caso de que una
metodología, la A, diera mejores resultados con Filosofía, mientras la B lo hiciera con
Física. Este caso, aportación específica de este tipo de diseños, denominados factoriales,
se denomina interacción, y es especialmente relevante en el ámbito de las ciencias
humanas.
Hasta ahora hemos podido apreciar cómo diferentes enunciados de las preguntas que se
hace el investigador en torno a su problema, requieren esquemas de acción diferentes,
esto es, diseños distintos.
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A continuación analizaremos con algún detenimiento la segunda gran cuestión, el
segundo objetivo del diseño: controlar la varianza
Debemos recordar que entendemos por varianza una medida de dispersión de las
puntuaciones en torno a la medida del grupo. Si en un determinado grupo todos sus
componentes obtuvieran la misma puntuación, por ejemplo, la misma talla, el mismo
peso, la misma calificación en ortografía…, su desviación típica –s- seria nula -0- y su
varianza –s2- también. Sin embargo, con tan solo un caso en que la puntuación fuera
diferente de las demás, por pequeña que fuera la diferencia, sí habría dispersión, el valor
de s y el de s2 serían diferentes de 0. El problema en el diseño es el de poder asignar esa
dispersión o varianza a una fuente concreta, a una variable concreta.
Parece evidente en nuestro diseño que lo deseable es poder asignar la dispersión a las
metodologías, pero la situación no es tan sencilla como parece. ¿No podría darse el caso
de influencias alternativas o simultáneas a las metodologías?. Por ejemplo: el influjo del
profesor que aplica la metodología, la asignatura de que se trate, el grado académico, el
curso de dicho grado, la edad o el sexo de los alumnos…
Como podemos comprender este objetivo presenta dos momentos claramente diferentes:
Poder afirmar, antes de comenzar la investigación, que los dos grupos que hemos
formado para recibir cada uno de los niveles de la v.i. metodología, A y B, son no ya
iguales pero sí equivalentes, que tanto da asignar a uno de ellos la metodología A como
la B, y viceversa.
Que una vez iniciada la investigación las condiciones y circunstancias en que esta
se desarrolla son las mismas para cada uno de los grupos que forman parte de la
investigación.
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Si se lograra tal control estaríamos ante un caso como el siguiente: la dispersión o
variabilidad, medida en términos de varianza, sería igual en términos estadísticos10 antes
de comenzar la investigación. Por tanto, si pasado el tiempo en que los grupos reciben
diferentes metodologías, se constatara una variación entre ambos, y se diera ese control,
la dispersión no podría tener otro origen que la v.i.: una metodología produciría cambios
mayores o diferentes a los originados por la otra.
Más adelante tendremos ocasión de conocer los procedimientos existentes para abordar
este control en sus dos manifestaciones. Sin embargo, sí es el momento de concretar las
principales cuestiones en torno al diseño acudiendo a un principio fundamental,
formulado magistralmente por Kerlinger: el principio MAX – MIN – CON.
Como señalábamos, con un buen diseño se pretende dar respuestas a las preguntas en que
se concreta el problema de investigación; junto a ello, y, en gran medida, como un medio
para lograrlo, el segundo objetivo es controlar la varianza.
La segunda, suele ser una varianza aleatoria pues sus efectos vienen a compensarse al
afectar por igual a los grupos en que se concreta el diseño de investigación. Su origen se
encuentra en las diferencias individuales existentes entre los sujetos dentro de los grupos
del diseño y en las ligadas a los errores de medida. Se la denomina varianza de error. El
diseño nos dará una u otra respuesta a las preguntas en función de la relación entre una y
otra. Parece lógico pensar que si la primera es claramente superior a la segunda, cabe
esperar que se deba a la manipulación de la variable independiente... siempre que se hayan
controlado las posibles hipótesis rivales de la formulada por el investigador.
En definitiva, pues, un buen diseño deberá responder al principio que Kerlinger denominó
Max-Min-Con:
Max representa la meta de maximizar, esto es, de hacer tan grande como sea necesario, la
varianza debida a la variable independiente; min, por el contrario, la de minimizar o hacer
tan pequeña como se pueda aquella varianza explicable por efecto de las diferencias
individuales o del azar; y con no es sino la gran exigencia: el control de toda hipótesis
rival o alternativa de la formulada por el investigador, algo que se denomina técnicamente
validez interna.
Max y min son importantes para conseguir que los resultados de una investigación
puedan llegar a ser estadísticamente significativos, esto es, para que el investigador pueda
10
Queremos decir que ese ser igual no debe entenderse como “exactamente igual”, sino que las diferencias
entre uno y otro grupo no son estadísticamente significativas, esto es: sus diferencias no van más allá de lo
esperado por puro azar.
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decidir, con un elevado nivel de confianza, que no se deben al azar sino al efecto de la
variable independiente, lo que representa la posibilidad de rechazar H0, esto es, la
hipótesis nula o de nulidad y, en consecuencia, poder aceptar la suya, H1, admitiendo un
riesgo cuya probabilidad denominamos nivel de significación, representado por , y cuyo
valor es complementario del nivel de confianza.11
Pero aunque Max y Min logren ese objetivo, si con el diseño no se consigue el Con, no
habremos hecho nada. En efecto: podremos afirmar que las diferencias son
estadísticamente significativas, pero no sabremos a qué se deben, ya que, junto a nuestra
variable independiente, caben otras explicaciones, otras hipótesis rivales o alternativas:
las correspondientes a las variables extrañas, esto es, no controladas.
2.3. Tipos
En el diseño 1) no hay justificación que permita asignar los efectos medidos en Y a la v.i.
X; muchas otras variables distintas de X pueden estar ocurriendo a la vez que X y ser la
causa o parte de la causa de los resultados medidos en Y.
El investigador suele plantear sus resultados poniéndolos en relación con la realidad que
él conoce, por su experiencia, por datos de otros estudios, por información acumulada de
otros trabajos… Cualquiera estas comparaciones no está justificada y las conclusiones
derivadas no son defendibles.
11
Si el nivel de confianza fuera del 95%, el de significación es del 5%. O en términos de probabilidad: 0,95
y 0.05 respectivamente.
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En el diseño 2) estamos ante una comparación formal: disponemos de información previa
al inicio del experimento -Y1- aplicamos la v.i. y medimos sus efectos. Aparentemente,
el planteamiento es más exigente; desde luego, permite la comparación antes – después,
pero no evita los riesgos de 1) ya que variables extrañas alternativas o simultáneas pueden
estar actuando a la vez que X. Es decir: la diferencia Y2 - Y1 será la que fuere, pero su
origen o causa no tiene por qué ser X sino otras X diferentes o ambas a la vez en forma y
proporción desconocidas.
Por último, en 3) estamos ante una comparación de nuestro grupo experimental con otro
grupo; el primero ha recibido X y el segundo no, pero ¿disponemos de información que
asegure que ambos grupos eran comparables en todo menos en la recepción o no de X?.
Evidentemente, no. El segundo grupo puede ser muy diferente del primero en interés,
motivación, dedicación, conocimientos previos, dominio inicial de las competencias…
que podrían explicar la diferencia Y2 - Y1 al margen del hecho de haber recibido o no X.
En el diseño 4) estamos ante dos grupos, constituidos ambos por selección y asignación
aleatoria de los sujetos, a uno de los cuales se somete a la influencia de v.i, esto es, de
X, y a otro no. Vale la pena señalar que ese no estar sometido a X no equivale a no recibir
ninguna influencia, esto es: no contrastamos X contra no X, sino X frente a una forma de
influencia no especificada, que suele ser la forma ordinaria de trabajo, en nuestro caso la
forma ordinaria de actuación para alcanzar las competencias.
Conviene, por tanto, esmerarse en definir ese “no X” al igual que se define X, porque las
diferencias, si las hubiere, no serán de X frente a no X sino de X frente a esa modalidad
concreta de no X.
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5
Teóricamente, este diseño, al partir de una asignación de sujetos y tratamientos al azar,
controla las hipótesis rivales a la del investigador. Más adelante analizaremos esta
importantísima cuestión al hablar de la validez interna.
Tampoco lo estaría, sin más, la comparación de las ganancias: (Y2 – Y4) - (Y1 – Y3) ya
que a ambas diferencias les podemos aplicar las mismas restricciones de errores de
medida y muestrales. Por otra parte, y como señala Kerlinger12, “las diferencias del grupo
de control y del grupo experimental pueden carecer de importancia cuando de hecho
existe un efecto sustancial” y se apoya en Cronbach y Furby quienes afirman que las
puntuaciones de cambio no se deben utilizar, siendo lo importante si se dan diferencias
entre ambos grupos.
En efecto: como podemos apreciar, estamos ante una investigación en que se combina el
cuatro (los dos primeros grupos) con el 3, si bien aquí con asignación de sujetos y
tratamientos al azar.
Las principales comparaciones que podemos realizar son más que en el caso anterior:
• Por una parte Y2 frente a Y1: ¿Hay ganancias por la introducción de una v.i.?
• Por otra Y2 frente a Y4: ¿Hay diferencias como efecto de X frente a no X?
• Si tomamos ahora los dos primeros grupos podemos llevar a cabo las
comparaciones propias del diseño 4.
• Además, Y5 frente a Y6: ¿Hay diferencias como consecuencia de la
introducción de una v.i.?
• Y, por último: Y6 frente a Y3: ¿Hay diferencias en el caso de medidas iniciales
en otro grupo con medidas finales en el propio?
• Tomando en conjunto estos dos últimos grupos podemos hacer las
comparaciones del diseño 3, mejoradas por contar con las ventajas derivadas
de la aleatorización.
12
KERLINGER, F.N. (1981) Investigación del comportamiento. Técnicas y metodología. 2ªvedi. México:
Interamericana, p. 239
1
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Lo más importante de este diseño es que analiza la existencia o no de diferencias en
situaciones diferentes; caso de darse concordancia, se eleva la credibilidad de los
resultados.
Cuando conozcamos los factores que atentan a la validez interna y externa podremos
comprobar que este diseño sale al paso de factores como los denominados historia y
maduración (dos primeros grupos), de la interacción entre pruebas y v.i. (tres primeras
filas) y los efectos que puedan darse durante la investigación (las cuatro filas).
Si desde el punto de vista de la finalidad del diseño este es un buen diseño, los problemas
que arrastra consigo se refieren, por un lado, a la dificultad para llevarlo a cabo y, por
otra, al análisis estadístico.
El primero es obvio: es más difícil articular un diseño con cuatro grupos que con dos. El
segundo reside en que no existe una prueba que permita decidir de una forma global en
torno a las preguntas del investigador y contrastar las hipótesis. Sí podemos, como hemos
señalado en los diseños 3 y 4, estudiar las diferencias entre Y5 e Y6 mediante una prueba
t de Student y entre Y2 e Y4 ajustadas a las diferencias iniciales mediante una covarianza.
Por otra parte, debemos reconocer que no siempre estamos en condiciones de disponer de
pretest y que, a veces, su aplicación tiene inconvenientes14. Es más, si en el diseño 4
necesitaríamos identificar a los sujetos para en el caso de formar grupos por
emparejamiento, en este caso, al utilizar el azar, no es preciso.
1313
Idem., p. 241. Recuerde el lector que no nos parece adecuado utilizar el término verificar; preferimos,
por más preciso y correcto, el de validar.
14
Al estudiar la validez externa podremos comprender lo que se denomina el efecto reactivo del pretest,
que puede alterar los resultados y limitar su generalización.
análisis de la varianza sencillo, para dos grupos (prueba F) si bien no es preciso porque
se dispone de la conocida prueba t de Student, aplicable en este caso.
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7
Diseño 7: Diseño factorial
Es fácil argumentar que, en muchos procesos educativos, hay dos o más variables
independientes actuando simultáneamente sobre la v.d. Aunque aquí representaremos el
caso de dos v.i., la realidad es todavía más compleja, pero nos sirve para comprender lo
que este hecho representa para su diseño y su resolución estadística (Cuadro 4.4).
• Poder someter a contraste simultáneamente dos hipótesis, una en relación con cada
una de las dos v.i., en nuestro caso Metodología y Sistema de motivación.
• Además, y esto es lo fundamental, poder apreciar si se da el efecto denominado
de interacción, esto es, el hecho de que los efectos de una de las v.i. estén
condicionados por la otra v.i. En efecto: puede ocurrir que una de las dos v.i.
siempre dé mejores resultados que la otra, pero también, y esto es la interacción,
que una v.i. dé mejores resultados con uno de los niveles de la otra, alterándose la
situación con el otro nivel. Por ejemplo: que la combinación motivación intrínseca
/ trabajo individual dé mejores resultados, pero que la extrínseca los dé con la
metodología cooperativa.
F sólo indica si alguna de las posibles diferencias entre medias es o no significativa; por
eso, en caso afirmativo, se deben proseguir las pesquisas para ver entre qué par de medias
se dan las diferencias, acudiendo a los denominados contrastes a posteriori mediante
pruebas como las de Tukey (si el valor de n en las celdillas es el mismo) o Sheffé, también
aplicable a este caso pero especialmente adecuado cuando tales valores no lo son.
1
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Podría parecer más correcto haber analizado estos diseños inmediatamente después de los
pre - experimentales; sin embargo, hemos preferido este orden porque la diferencia
esencial entre ellos y los experimentales radica en las limitaciones que pondremos de
manifiesto en cuanto a las posibilidades de control.
Esta situación es común en nuestro campo del saber y con ella debemos familiarizarnos
con el fin de trabajar con ella sacando el máximo fruto. Para ello conviene conocer cuáles
son las variables que no controla cada diseño, algo que veremos más adelante.
Y1 X Y2
Y3 Y4
Cuadro 4.5. Esquemas de un diseño cuasi – experimental: pretest / postet con grupo de control
no equivalente
Por lo general, los grupos son naturales, esto es: se encuentran constituidos previamente
al diseño de la investigación, razón por la cual, aunque puedan ser próximos a la
equivalencia, no lo son en la realidad. Esta es la razón fundamental para necesitar del
pretest.
Si esos grupos naturales fueran en verdad cercanos a la equivalencia inicial y, con ello,
más similares las puntuaciones pretest de ambos grupos, mejor resultará este diseño para
probar el efecto de X. Más adelante, al igual que en los demás diseños, analizaremos las
posibles variables que atentan a su validez.
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Este tipo de diseños forma parte de un grupo más amplio denominado de diseños
compensados.
La ventaja de este diseño radica en el control del efecto que puedan representar las dos
variables utilizadas para homogeneizar los grupos, en nuestro caso la clase social y el
rendimiento previo.
Por el contrario, el riesgo salta a la vista: en cada casilla confluye el tratamiento o variable
independiente con el cruce de ambas variables de homogeneización; a este efecto se le
denomina interacción, un efecto que es muy beneficioso y de utilidad en otro tipo de
diseños ya conocidos, los denominados factoriales, pero que en el diseño que analizamos
resulta indeseable ya que no podríamos diferenciar el efecto debido a la variable
tratamiento (metodología) del existente por la interacción. Si recordamos que la meta de
los diseños experimentales es poder atribuir los resultados medidos en la v.d. a y solo a
la v.i., comprenderemos lo que este hecho representa.
2
0
En este tipo de diseño, el investigador cuenta con una serie de medidas repetidas, previas
a la introducción de la v.i.; después de introducirla, se vuelven a realizar medidas de la
v.d. de forma que se pueda apreciar si X da lugar a cambios.
Y1 Y2 Y3 Y4 X Y5 Y6 Y7 Y8
2
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En la situación B no es suficiente, dado que el cambio que se aprecia desaparece
pronto, tal vez producido por su novedad; pero pasada esta, la situación vuelve a
la normalidad.
A la luz de lo hasta aquí dicho, es fácil deducir que los dos grandes criterios tienen que
ver con los dos objetivos planteados por Kerlinger. Esto es: debemos seleccionar aquel
diseño que pueda dar respuesta a las preguntas en que se concreta el problema y acorde
con la hipótesis del investigador, y de entre los posibles, aquel que controle en mayor
medida la varianza de las variables extrañas, a fin de evitar que se conviertan en hipótesis
rivales a la del investigador.
Realmente, la pregunta no exige el grupo de control como tal ya que todos ellos se pueden
tomar con control de resto. Bastaría con los tres grupos experimentales.
2
2
Sin embargo, ese diseño sería adecuado si la pregunta fuere: ¿Cuál de los tres métodos,
A, B o C da mejores resultados para el logro de las competencias en relación con la actual
metodología (no X)?
Cuadro 4.9. Criterios para la selección del diseño adecuado. Alternativas incorrectas
Sin embargo, en el siguiente esquema, de una sola investigación, probamos las dos
hipótesis y la posibilidad de interacción entre las variables (aquí denominadas factores,
por lo general).
Sistema de motivación
M N
A M/A N/A
Método B M/B N/B
C M/C N/C
Cuadro 4.10. Criterios para la selección del diseño adecuado. Alternativa correcta
Los sujetos de cada una de las celdillas reciben el cruce del nivel correspondiente de las
dos v.i.
2
3
Estas dos cuestiones deben completarse con otro importante aspecto: el control de las
posibles variables extrañas, antes y durante la realización del trabajo experimental.
Por último, un tercer criterio a tener en cuenta. Al investigador le interesa ante todo,
contrastar su hipótesis para poder decidir sobre su validación (no verificación), pero, una
vez alzando esto, o sea, una vez lograda la validez interna, su preocupación, como
debemos recordar de aspectos ya analizados, es la de poder extender sus conclusiones al
mayor número de sujetos y circunstancias posibles, esto es: generalizar los resultados por
procedimientos de inferencia.
Como hemos señalado con anterioridad, la investigación realizada a través del método
científico experimental es transversal a prácticamente todas las disciplinas que
constituyen el curriculum pedagógico, probablemente con la única excepción de la
Filosofía de la Educación y materias anejas y, tal vez, de las asignaturas históricas. ¿Se
puede decir, pues, que todos los problemas son abordables experimentalmente?
"Cualquier cuestión pedagógica que pueda ser objeto de experiencia cae dentro de la
Pedagogía experimental. Si muchos problemas quedan aún sin resolver ello se debe no a
la incapacidad intrínseca de la Pedagogía experimental, sino a la imperfección actual de
algunas técnicas de medida y de evaluación"
13
O.c., p. 93
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únicamente fuera el fin en cuanto tal, esto es, en cuanto que trasciende aquello de lo cual
es fin.
En el mismo sentido se expresaba Piaget, para quien el que un problema sea abordable o
no experimentalmente está ligado a un momento histórico concreto, de tal manera que
problemas típicos de la filosofía en el siglo XIX son ahora abordados por la psicología
experimental –Piaget14 pone el ejemplo del juicio en el marco de la inteligencia-; pues
bien, nuestro autor considera que, en la medida en que un problema concreto pueda
delimitarse con suficiente precisión como "para dar lugar a una solución por la
experiencia y el cálculo" y en que las soluciones alcanzadas por este procedimiento logren
"la aceptación general de los investigadores", estamos ante un problema abordable
experimentalmente.
• del alumno,
• de los educadores y de la enseñanza,
• de las materias que deben ser enseñadas
• del sistema educativo y
• de las soluciones aportadas por otros.
Por su parte, J. Simon, al estudiar el dominio propio de la disciplina, reseña tres grandes
sectores de interacciones, referidas al escolar y
a) los conocimientos,
b) los métodos, tanto generales como didácticos y,
c) sus profesores.
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PIAGET, J. (1973): La psicología, en J. PIAGET, J. y otros: O. c. pp. 121-198, p. 124
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LANDSHEERE, G. DE (1964) Introduction à la recherche pédagogique. París, Colin-Bourreliere, p. 16
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Landsheere o de Buyse parece echarse de menos una referencia, al menos explícita, a todo
el proceso formativo, representado entre nosotros por aquellas materias que englobamos
bajo el área de Orientación, a no ser que le otorguen un sentido muy amplio al concepto
de aprendizaje; igualmente parecen faltar referencias explícitas a los problemas
organizativos, aunque puedan entenderse englobados bien en las referencias al sistema
educativo, bien a los tratamientos que se entienden adecuados a las deficiencias o al
desarrollo de los talentos.
Artículo 5. Promoción del saber mediante la investigación en los ámbitos de la ciencia, el arte y las
humanidades y la difusión de sus resultados
a) El progreso del conocimiento mediante la investigación es una función esencial de todos
los sistemas de educación superior que tienen el deber de promover los estudios de postgrado.
Deberían fomentarse y reforzarse la innovación, la interdisciplinariedad y la transdisciplinariedad
en los programas, fundando las orientaciones a largo plazo en los objetivos y necesidades sociales
y culturales. Se debería establecer un equilibrio adecuado entre la investigación fundamental y la
orientada hacia objetivos específicos.
b) Las instituciones deberán velar por que todos los miembros de la comunidad académica
que realizan investigaciones reciban formación, recursos y apoyo suficientes. Los derechos
intelectuales y culturales derivados de las conclusiones de la investigación deberían utilizarse en
provecho de la humanidad y protegerse para evitar su uso indebido.
c) Se debería incrementar la investigación en todas las disciplinas, comprendidas las ciencias
sociales y humanas, las ciencias de la educación (incluida la investigación sobre la educación
superior), la ingeniería, las ciencias naturales, las matemáticas, la informática y las artes, en el
marco de políticas nacionales, regionales e internacionales de investigación y desarrollo. Reviste
especial importancia el fomento de las capacidades de investigación en los establecimientos de
enseñanza superior con funciones de investigación puesto que cuando la educación superior y la
investigación se llevan a cabo en un alto nivel dentro de la misma institución se logra una
potenciación mutua de la calidad. Estas instituciones deberían obtener el apoyo material y
financiero necesario de fuentes públicas y privadas.
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http://www.unesco.org/education/educprog/wche/declaration_spa.htm
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.Y más adelante, en su artículo 11, en relación con la evaluación de la calidad,
íntimamente ligada a la evaluación en su enfoque de investigación evaluativa, se lee
c) Para lograr y mantener la calidad nacional, regional o internacional, ciertos elementos son
especialmente importantes, principalmente la selección esmerada del personal y su
perfeccionamiento constante, en particular mediante la promoción de planes de estudios adecuados
para el perfeccionamiento del personal universitario, incluida la metodología del proceso
pedagógico, y mediante la movilidad entre los países y los establecimientos de enseñanza superior
y entre los establecimientos de educación superior y el mundo del trabajo, así como la movilidad
de los estudiantes en cada país y entre los distintos países. Las nuevas tecnologías de la información
constituyen un instrumento importante en este proceso debido a su impacto en la adquisición de
conocimientos teóricos y prácticos.
RESUMEN
Una vez recordado lo que representa la investigación científica, hemos analizado dos
grandes cuestiones:
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Vid. http://www.unesco.org/education/WCHE2009/comunicado_es.pdf
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La primera se refiere a uno de los dos conceptos de nuestra asignatura, el diseño. Tras
considerar algunas definiciones, nos hemos centrado en la ofrecida por Kerlinger, como
el plan, la estructura y la estrategia de la investigación, por su calidad y capacidad de
síntesis, así como por añadir, en forma breve, los dos grandes objetivos: responder a las
preguntas de la investigación y controlar la varianza.
La segunda gran cuestión analizada tiene que ver con los criterios que deben someterse a
consideración del investigador antes de decidir cuál es el diseño más adecuado. En este
punto, hemos tomado como referencia los objetivos citados por Kerlinger: responder a
las preguntas de la investigación y controlar la varianza En igualdad de estas
características, añadimos un tercer criterio, grado de generalización, dado que, añade a su
validez interna un mayor o menor grado de generalización de los resultados.
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