El Diseño Del Poder Judicial en La Constitución Reformada - Borello
El Diseño Del Poder Judicial en La Constitución Reformada - Borello
El Diseño Del Poder Judicial en La Constitución Reformada - Borello
En “El espíritu de las leyes” (1748), Montesquieu escribe "Es una experiencia eterna
que todo hombre que tiene poder siente inclinación a abusar de él, yendo hasta donde
encuentra límites"
Se ocupa entonces de un ensayar un diseño (que ya funcionaba de algún modo en
Inglaterra) para limitar el poder a partir de un sistema de distribución las funciones
del Estado en la cual "el poder contrarreste el poder".
Es la teoría de la división de poderes, que encontramos en la segunda parte nuestra
Constitución Nacional: el Poder Legislativo (Sección Primera); el Poder Ejecutivo
(Sección Segunda), el Poder Judicial (Sección Tercera), y el Ministerio Público,
incorporada en la reforma de 1994 (Sección Cuarta).
Si comenzamos a leer nuestra Constitución, veremos que el artículo 5 estipula que cada
provincia dictará para sí una Constitución....que asegure su administración de justicia.
Y por el otro lado, el artículo 108 nos dice “El Poder Judicial de la Nación será ejercido
por una Corte Suprema de Justicia, y por los demás tribunales inferiores que el
Congreso estableciere en el territorio de la Nación”.
Existen en el país, por un lado una Justicia Nacional que ejerce sus atribuciones en
todo el territorio de la república, con respecto a los asuntos específicos, mencionados en
el artículo 116 de la Constitución Nacional (competencia federal), y sin esa limitación
en los lugares sometidos a la potestad del gobierno nacional; y por el otro lado, una
Justicia Ordinaria y común que ejerce sus funciones a través de los órganos
judiciales que cada provincia debe crear y organizar con prescindencia del gobierno
central (artículos 5, 121, 123 de la Constitución Nacional) y cuya competencia abarca el
conocimiento de todos los puntos regidos por el derecho común y local, con las
limitaciones establecidas en el artículo 75 inc. 12 de la Carta Magna Nacional
(naturalización, nacionalidad, bancarrotas, falsificación de moneda corriente y
documentos públicos del Estado y las materias que requieran el establecimiento del
juicio por jurados, que corresponden a la justicia federal)1.
Así entonces, cada una de las provincias organiza sus tribunales para prestar el
servicio judicial exclusivamente dentro de su territorio. Y denominamos a esa actividad
“justicia ordinaria”.
A diferencia de la Justicia Federal (que como veremos es “acotada”) la justicia ordinaria
1
Centro de Información Judicial (www.cij.gov.ar)
contempla la mayoría de los aspectos de los conflictos de la sociedad, que se resuelven
aplicando los denominados “códigos de fondo” (Civil y Comercial, Penal, etc..2).
Es por ello que en Argentina hay una organización judicial distinta en cada una de las
provincias de acuerdo a sus constituciones provinciales, así como en C.A. B.A.
Dijimos que la justicia federal es mas acotada. En efecto los “jueces o tribunales
federales”, ejercen su radio de acción en temas que específicamente están señalados en
la Constitución Nacional, aún cuando dicho juzgado este instalado en Rosario, Salta o
Neuquén. Es decir que es limitada y excepcional en tanto solo puede ser ejercida en
casos estrictamente señalados por la Constitución o las leyes.
Como bien señala Bidart Campos3 la justicia federal puede serlo en razón de:
materia: causas que versan sobre puntos regidos por la Constitución y por las
leyes nacionales, cuando estas así lo dispongan: Ej delitos de trata de personas,
tráfico de estupefacientes, etc..
de personas (o “partes”), es decir: causas concernientes a embajadores,
ministros públicos y cónsules extranjeros; etc...
También en los asuntos en que la Nación sea parte4; de las causas que se susciten entre
dos o más provincias5; entre una provincia y los vecinos de otra: entre los vecinos de
diferentes provincias: y entre una provincia o sus vecinos, contra un Estado o ciudadano
extranjero6.
de lugar: Es decir en hechos ocurridos en lugares sometidos a la jurisdicción
federal, como el caso de las Universidades Nacionales.
Requisitos: Para ser juez de la Corte se requiere ser abogado, con un mínimo de ocho
años de ejercicio en la profesión, una edad mínima de 30 años, y las demás calidades
necesarias para ser senador (art. 111 CN), a las que se añaden las condiciones
establecidas por el decreto 222/03. Deben publicase el nombre y los antecedentes de
quien se considere idóneo para la cobertura de la vacante en un plazo máximo de 30
días de producida en el Boletín Oficial y en por lo menos dos diarios de circulación
nacional durante tres días, así como en la página oficial del Ministerio de Justicia. El
postulante debe presentar una declaración jurada de sus bienes en los términos indicados
en la ley de Ética de la Función Pública (ley 25.188). Pondrá también de manifiesto
ciertos aspectos de su desempeño profesional con las limitaciones que imponen las
normas de ética vigentes. Todos los ciudadanos se encuentran facultados para presentar
observaciones respecto de los candidatos, así como las organizaciones no
gubernamentales, las asociaciones profesionales, entidades académicas y de derechos
humanos, quienes las hacen llegar al Ministerio de Justicia y pueden ser abordadas en la
audiencia pública que se lleva a cabo en el Senado luego de la propuesta formulada por
el Poder Ejecutivo.
especialidades profesionales e integración regional y federal, así como también a los requisitos
atinentes a la integridad moral e idoneidad técnica y el compromiso con la democracia y la defensa de
los derechos humanos que deben reunir los postulantes.
9
La “intangibilidad del salario” ha sido materia de discusión en el sentido si dicho principio incluye lo
referido al pago de impuesto a las ganancias. Recién en 2017 se ha logrado que los jueces puedan
pagar – como todos los ciudadanos- este tributo. No se aplica en forma retroactiva sino para los jueces
a designar en el futuro.
10
Hasta marzo de 2017, y en base al caso “Fayt” la Corte había declarado la inconstitucionalidad de
dicha disposición. En ese caso, este Tribunal había declarado que era nulo el artículo 99, inciso 4°,
tercer párrafo introducido por la reforma constitucional de 1994, es decir la invalidez de exigir a los
jueces que pretendan seguir en funciones después de cumplir la edad de 75 años la necesidad de que
obtengan un nuevo acuerdo del Senado de la Nación y un nuevo nombramiento del Presidente de la
Nación para mantenerse en el cargo. Pero en marzo de 2017, la Corte Suprema resolvió la causa
“Schiffrin Leopoldo Héctor c/ Poder Ejecutivo Nacional” abandonó lo decidido en el fallo “Fayt” en
1999. Al revocar la doctrina del caso “Fayt”, la decisión de esta Corte en el presente caso “Schiffrin”
devuelve la validez a la única norma de la Constitución Nacional que fue declarada nula -en toda la
historia constitucional de la Argentina- por la Corte Suprema de Justicia de la Nación. Es decir que
este fallo restableció entonces la potestad del Congreso y del Presidente de la Nación -como poderes
políticos reconocidos por la Constitución- de ejercer las funciones que el constituyente reformador les
otorgó para decidir como representantes del pueblo si un juez puede continuar ejerciendo su función
después de los 75 años.
funciones o por crímenes comunes, por voto de la mayoría de dos terceras partes de sus
miembros presentes. A su vez, el art. 59 de la CN establece que corresponde al Senado
juzgar en juicio público a los acusados por la Cámara de Diputados. El fallo requiere
también de dos tercios de la mayoría de los miembros presentes y tiene como único
efecto la destitución del acusado al que puede declarar incapaz de ocupar empleo alguno
de honor, de confianza o a sueldo en la Nación (art. 60 CN).
Como hemos señalado mas arriba los miembros de la Corte son designados por el
Presidente de la Nación con acuerdo del Senado.
Hasta 1994, también eran designado se esa forma los demás jueces inferiores. Se trataba
entonces de una modalidad de selección de magistrados de las denominadas “políticas”
en la que intervienen exclusivamente órganos políticos.
La reforma de 1994 conservó esta forma de elección solo para los jueces de la Corte,
pero con relación a los demás miembros, si bien la designación también es realizada por
tales órganos12, se debe dar intervención previa a un organismo (el Consejo de la
Magistratura) que posee un mecanismo mas complejo tratando de asegurar la idoneidad
de los magistrados a designar13.
Este órgano se encuentra regulado por la Ley 24.937 (t.o. por Decreto 816/1999),
norma esta última que fue reformada parcialmente por la Ley 26.080 (t.o. por Decreto
207/2006).
Las atribuciones del Cuerpo han sido establecidas por el art. 114 de la Constitución
11
El desarrollo de este punto esta basado en la información proporcionada por el sitio
www.consejomagistratura.gov.ar
12
En efecto, la función del Consejo, se coordina con la atribución que la Constitución le otorga al
Poder Ejecutivo (artículo 99, inciso 4º), que dispone que el Presidente nombre los demás jueces de los
tribunales federales inferiores en base de una propuesta vinculante en terna del Consejo de la
Magistratura.
13
El sistema es mediante concurso como método que garantiza la idoneidad técnica y la igualdad de
oportunidades a todos los postulantes, la primera comparando y evaluando calidades técnicas,
mientras que con respecto a la igualdad dando la posibilidad de que todos aquellos que se crean
capaces para ejercer el cargo puedan presentarse.
Nacional, en los siguientes términos:
“El Consejo de la Magistratura, regulado por una ley especial sancionada por la
mayoría absoluta de la totalidad de los miembros de cada Cámara, tendrá a su cargo la
selección de los magistrados y la administración del Poder Judicial. El Consejo será
integrado periódicamente de modo que se procure el equilibrio entre la representación
de los órganos políticos resultante de la elección popular, de los jueces de todas las
instancias y de los abogados de la matrícula federal. Será integrado, asimismo, por otras
personas del ámbito académico y científico, en el número y la forma que indique la ley.
1. Tres jueces del Poder Judicial de la Nación, elegidos por el sistema D`Hont,
debiéndose garantizar la representación igualitaria de los jueces de cámara y de primera
instancia y la presencia de magistrados, con competencia federal del interior de la
República.
5. Un representante del ámbito académico y científico que deberá ser profesor regular
de cátedra universitaria de facultades de derecho nacionales y contar con una reconocida
trayectoria y prestigio, el cual será elegido por el Consejo Interuniversitario Nacional
con mayoría absoluta de sus integrantes.
Duración: Los miembros del Consejo de la Magistratura durarán cuatro años en sus
cargos, pudiendo ser reelectos con intervalo de un período.
El proceso de selección de magistrados debe tener una duración total de noventa días
hábiles y se inicia con el sorteo en acto público del jurado, y el llamado a concurso
publico de oposición y antecedentes.
Ahora bien, una vez efectuados los exámenes, se determina el orden de mérito, pero
quien en definitiva elige la terna es el Plenario del Consejo (es decir la reunión de todos
sus miembros). Dicho plenario revisa las calificaciones, los antecedentes, efectúa la
entrevista, y - finalmente, elige la terna que se enviará el Ejecutivo, mediante el voto
de los 2/3 de los miembros presentes.
Los jueces de los tribunales inferiores de la Nación son removidos por el Jury de
Enjuiciamiento.
Con relación a las causales de remoción el art. 115 remite a las causales enunciadas en
el Art. 53 de la Constitución Nacional, por lo tanto los magistrados podrán ser
removidos por mal desempeño o por delito en el ejercicio de sus funciones, o por delitos
comunes, pero el Art. 110 requiere también buena conducta, lo cual se agrega una causal
más, cual es la de mala conducta.
Es un fallo que solo persigue eso: separar al juez de la judicatura. Pero es independiente
de la posterior intervención de los tribunales ordinarios en cuanto al juicio y castigo,
que le corresponde en caso – por ejemplo- de tratarse de un delito. Por eso, el efecto
14
Son muy ocasionales las destituciones de jueces. Uno de los casos mas conocidos, fue la remoción del
juez Juan José Galeano, que dirigió la investigación del atentado contra la Amia que dejó 85 muertos
en 1994 en Buenos Aires. En 2005 fue destituido por "mal desempeño de sus funciones". En 2010 el
Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados de la Nación destituyó al juez federal de Zárate-Campana
Federico Faggionato Márquez por mal desempeño de sus funciones, al considerar que se comportó
con parcialidad en causas a su cargo y en connivencia con oficiales de la Policía Bonaerense para su
provecho personal.. En 2011 el Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados destituyó de su cargo al
juez Roque Otilio Romano por amparar delitos de lesa humanidad durante la última dictadura militar
(1976-1983).
principal, además de destituir al magistrado es el de quitar la inmunidad de proceso
penal, pudiendo el condenado ser sometido a proceso ante los tribunales comunes.
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