Lanzando Fuera Demonios
Lanzando Fuera Demonios
Lanzando Fuera Demonios
Por Ralph Mahoney, con porciones extensas de los escritos del Misionero Charles Haupt
(Sudamérica) y el Evangelista T.L. Osborn (Tulsa, OK, USA).
Capítulo 1
Introducción
Un creyente en Cristo puede llegar a ser un amo de los demonios al momento en que
recibe un entendimiento claro del modelo con el que operan, pues fueron derrotados
completamente en el Calvario. Puede revisar la Sección B1 titulada: "Viviendo Una Vida
Cristiana Victoriosa", cerca del comienzo de La Guía Para El entrenamiento De Líderes,
para un conocimiento completo al respecto. Una vez que usted entienda que los
demonios están totalmente exentos de poder contra los creyentes, jamás volverá a sentir
temor de ellos, ni del diablo. Cada creyente puede tener autoridad sobre el diablo y los
demonios. Aprenda respecto a la autoridad que tiene el creyente y a cómo ejecutarla con
fe en la Palabra de Dios.
Lectura Bíblica
"Después de estas cosas, designó el Señor también a otros setenta, a quienes envió de
dos en dos delante de él a toda ciudad y lugar adonde él había de ir.
"Volvieron los setenta con gozo, diciendo: Señor, aun los demonios se nos sujetan en tu
nombre.
Y les dijo: Yo veía a Satanás caer del cielo como un rayo. He aquí os doy potestad de
hollar serpientes y escorpiones [dos símbolos bíblicos de demonios], y sobre toda fuerza
del enemigo, y nada os dañará.
Pero no os regocijéis de que los espíritus se os sujetan, sino regocijaos de que vuestros
nombres están escritos en los cielos" (Lc 10:17-20).
El último versículo (vs 20) habla muy claro de que el hecho de ser salvos es una causa
mayor para el regocijo, que lanzar fuera demonios en el Nombre de Jesús. El objetivo
principal de nuestro ministerio no es lanzar fuera demonios, sino predicar el evangelio a
los perdidos.
Ahora, a fin de predicar el evangelio de una manera que las personas respondan y sean
salvas, tenemos que trabajar en el poder y demostración del Espíritu (1 Co 2:4). Es vital
que tengamos autoridad sobre los demonios de Satanás y que pongamos tal autoridad en
práctica.
Dos grandes poderes están envueltos en una lucha de vida o muerte por los seres
humanos. Pedro y Juan describieron esto de la siguiente manera:
Pedro dijo: "...velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda
alrededor buscando a quien devorar" (1 P 5:8).
Juan dijo: "Para esto apareció el Hijo de Dios, para deshacer las obras del diablo" (1 Jn
3:8). Jesús nos llama a unirnos en Su obra de destrucción contra el diablo.
A. ¿QUIÉN ES SATANÁS?
Satanás es el dios de este mundo (2 Co 4:4). Él era príncipe de naciones (Mt 4:8, 9). Él es
autor de todas las miserias y problemas, de todas nuestras enfermedades y dolores, y de
la misma muerte. Es rey y comandante de todos los espíritus demoniacos. Él reina sobre
todos los ejércitos de las tinieblas y del Infierno. Su principal deseo y maquinación es
destruir las vidas humanas; por consiguiente, se complace en causar dolor al corazón de
Dios, nuestro Padre celestial.
Los demonios son seres espirituales caídos, malvados, aborrecibles y destructivos. Son
personalidades de la misma manera en que los espíritus humanos son personalidades.
Los demonios son espíritus sin cuerpos físicos donde puedan morar. Nosotros somos
espíritus con cuerpos. Nuestros espíritus vinieron de Dios. Los espíritus de los demonios
sirven a Satanás y son enviados de su parte.
1. Pertenecen Al Diablo
Los demonios pertenecen a Satanás, quien es el gobernador de los demonios, Jesús
habla de ellos como sigue: "…el diablo y sus ángeles" (Mt 25:41). La terminología griega
"Diabolos" (diablo), significa "acusador" o "calumniador". Es siempre usado en singular en
el Nuevo Testamento.
Las palabras "daimon y daimonion" son usadas tanto en singular como en plural, y no son
intercambiables con la terminología de "diabolos", ya que, sólo existe un "diabolos": el
diablo, pero existen muchos "daimonion o daimon": demonios.
2. Son Ángeles Caídos
Los demonios son ángeles caídos, "que no guardaron su dignidad, sino que abandonaron
su propia morada" (Jud 6). Cuando fueron creados, al principio eran criaturas perfectas,
pero recibieron la libertad para escoger entre el bien y el mal. Los demonios son ángeles
que escogieron desobedecer a Dios y hacer la voluntad de Satanás.
a. Algunos Están En Prisión. Primero, están los que pecaron y están en "prisiones de
oscuridad" (2 P 2:4), esperando por el juicio de los ángeles (1 Co 6:3).
b. Algunos Están Libres. Segundo, están los que cayeron, y a quienes Dios les ha
permitido continuar sirviendo a Satanás y a su reino. La razón para esto es uno de los
secretos de Dios (Dt 29:29). Satanás no es omnipresente (no puede estar en todas partes
al mismo tiempo, como Dios); no obstante, tiene una multitud de demonios o espíritus sin
cuerpo que hacen su voluntad con tanta precisión que al parecer está presente en todas
partes.
Yo (mi espíritu) soy una persona. Me expreso a mí mismo con mi cuerpo. Si mi cuerpo
muere, no podré (mi espíritu) expresarme.
Si mis piernas y manos fueran amputadas, si mi sentido del olfato y cuerdas vocales
fueran destruidas, con todo, mi espíritu seguirá viviendo. Sin embargo, no podría
expresarse como antes. Mi espíritu sigue teniendo un cuerpo, pero sus facultades de
expresión no podrán manifestarse.
Ahora puede entender lo que quiero decir cuando hablo de la diferencia entre mi espíritu y
mi cuerpo o la diferencia entre yo y mi cuerpo.
Existen varias clases o tipos de espíritus demoniacos, de la misma manera en que existen
diferentes tipos de personas, las cuales, discutiremos más tarde.
D. ¿QUIÉN ES SATANÁS?
Satanás es su adversario. Los demonios son sus enemigos. Ellos se oponen a los
derechos legales que usted tiene sobre ellos y están celosos de su herencia.
"Porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la
destrucción de fortalezas" (2 Co 10:4).
Este versículo nos dice que estamos en guerra, y nuestras armas espirituales son
habilitadas por el Espíritu para destruir las ciudadelas o fuertes que los demonios y el
diablo dominan al cegar las mentes de los hombres (2 Co 4:4).
"Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra
potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes
espirituales de maldad en las regiones celestes" (Ef 6:12).
1. Él Es Malo
Todo lo que es malo, destructivo, desanimador, malicioso y opresor, viene de Satanás.
Las obras del diablo son, y siempre han sido: "hurtar y matar y destruir" (Jn 10:10) los
espíritus, mentes y cuerpos de la Creación de Dios, ya sea totalmente o en parte.
Pero Jesucristo "apareció el Hijo de Dios, para deshacer las obras del diablo" (1 Jn 3:8).
"Y los espíritus inmundos, al verle, se postraban delante de él, y daban voces, diciendo:
Tú eres el Hijo de Dios" (Mr 3:10, 11). "También salían demonios de muchos, dando
voces y diciendo: Tú eres el Hijo de Dios" (Lc 4:40, 41).
"Y se admiraban de su doctrina; porque les enseñaba como quien tiene autoridad… Pero
había en la sinagoga de ellos un hombre con espíritu inmundo, que dio voces, diciendo:
¡Ah! ¿qué tienes con nosotros, Jesús Nazareno? ¿Has venido para destruirnos? Sé quién
eres, el Santo de Dios. Pero Jesús le reprendió, diciendo: ¡Cállate, y sal de él!" (Mr 1:22-
25).
Estas escrituras nos muestran cómo los demonios hablaban a los que los echaban fuera
en el nombre de Jesús.
¿Qué querían decir los demonios al declarar: "¿Has venido acá para atormentarnos antes
de tiempo?". ¿De qué tiempo estaban ellos hablando?
Los demonios saben que el Infierno fue preparado para el diablo y sus ángeles. Ellos
saben que vendrá el día en el cual el diablo será "lanzado en el lago de fuego y azufre,
donde estaban la bestia y el falso profeta; y serán atormentados día y noche por los siglos
de los siglos" (Ap 20:10) "…con los cobardes e incrédulos, los abominables y homicidas,
los fornicarios y hechiceros, los idólatras y todos los mentirosos…" (Ap 21:8), y con todos
los que no estén "escritos en el libro de la vida" (Ap 20:15).
Los demonios saben que viene el día en el cual serán atormentados día y noche para
siempre. Saben que para entonces, jamás podrán atormentar a la humanidad, pues
estarán en prisiones de donde nunca podrán salir.
Por consiguiente, tiemblan ante la presencia de Jesús y claman: "¿Has venido acá para
atormentarnos antes de tiempo?".
Primero: Los demonios profesaron adorar a Cristo, tratando de evitar que el Señor fuera
muy firme con ellos (Mr 5:6).
Segundo: Jesús les ordenó que salieran fuera del hombre (Lc 8:29; Mr 5:8).
Tercero: Los demonios le rogaron a Jesús que no los atormentara; cuando Él les habló,
los demonios se atemorizaron (Lc 8:28).
Quinto: Los demonios respondieron: "Legión me llamo, porque somos muchos" (Mr 5:9).
Sexto: Cuando Jesús insistió en que salieran, los demonios, sorprendidos de ser
expulsados de su habitación, el cuerpo del demente, "le rogaban mucho que no los
enviase fuera de aquella región" (Mr 5:10).
Luego, la legión de demonios que había poseído al demente, trató de negociar más con
Jesús. Si tenían que salir fuera de su posesión humana, el siguiente y mejor lugar para
entrar sería a un hato de cerdos que estaban ubicados en las inmediaciones.
"Y le rogaron todos los demonios, diciendo: Envíanos a los cerdos para que entremos en
ellos" (Mr 5:12).
Séptimo: "Y luego Jesús les dio permiso. Y saliendo aquellos espíritus inmundos, entraron
en los cerdos, los cuales eran como dos mil; y el hato se precipitó en el mar por un
despeñadero, y en el mar se ahogaron" (Mr 5:13).
Este relato extraordinario muestra cómo los demonios hacen resistencia para no dejar el
lugar donde habitan, pero que tienen que salir ante la orden de los siervos de Dios. Cristo
nos ha dicho a nosotros: "…os doy poder y autoridad sobre todos los demonios… y en mi
nombre echarán fuera demonios" (Mr 16:17; Lc 9:1; Lc 10:19).
"Cuando el espíritu inmundo sale del hombre, anda por lugares secos, buscando reposo,
y no lo halla. Entonces dice: Volveré a mi casa de donde salí; y cuando llega, la halla
desocupada, barrida y adornada.
Entonces va, y toma consigo otros siete espíritus peores que él, y entrados, moran allí; y
el postrer estado de aquel hombre viene a ser peor que el primero" (Mt 12:43-45).
Es posible que los demonios que una vez fueron lanzados fuera, llamen a otros demonios
como refuerzo para volver a entrar a la persona de la cual fueron echados. Esto sucede
cuando la persona liberada es negligente en consagrar su vida completamente a Cristo.
Por lo tanto, el demonio llama a otros espíritus más malos que él mismo para entrar y
habitar allí: "...y el postrer estado de aquel hombre viene a ser peor que el primero".
Jesús dijo al hombre paralítico que había sido sanado: "Mira, has sido sanado; no peques
más, para que no te venga alguna cosa peor" (Jn 5:14).
5. Los Demonios Reconocen Y Obedecen A Los Que Tienen Poder Sobre Ellos
Cuando Jesús era afrontado por los que tenían demonios, muchas veces los demonios
clamaban: "Sabemos quien eres; eres el Hijo de Dios".
"Pero algunos de los judíos, exorcistas ambulantes, intentaron invocar el nombre del
Señor Jesús sobre los que tenían espíritus malos, diciendo: Os conjuro por Jesús, el que
predica Pablo.
Pero respondiendo el espíritu malo, dijo: A Jesús conozco, y sé quién es Pablo; pero
vosotros, ¿quiénes sois? Y el hombre en quien estaba el espíritu malo, saltando sobre
ellos y dominándolos, pudo más que ellos, de tal manera que huyeron de aquella casa
desnudos y heridos" (Hch 19:13-16).
Los demonios saben quién tiene poder sobre ellos. Ellos sabían quiénes eran Jesús y
Pablo. Ellos se burlaron y dominaron completamente a los siete hijos de Esceva, quienes
trataron de echarlos fuera por el dinero que recibirían como recompensa.
"Cómo Dios ungió con el Espíritu Santo y con poder a Jesús de Nazaret" (Hch 10:38). Fue
el Espíritu Santo quien dijo: "Apartadme a Bernabé y a Saulo para la obra a que los he
llamado" (Hch 13:2).
Las dos personas que los demonios reconocieron habían sido ungidas con el Espíritu
Santo, el poder de Dios. Los demonios lo sabían y les obedecían.
Sin embargo, este caso era una advertencia clara para que los creyentes no jueguen con
los demonios. Cada creyente ha recibido poder y autoridad sobre todos los demonios, y
nunca deberán sentir temor, ni dudar en ejecutar tal autoridad.
Jesús dijo: "Y estas señales seguirán a los que creen: En mi nombre echarán fuera
demonios" (Mr 16:17).
María Magdalena estaba poseída por siete demonios; no obstante, cuando el ungido de
Dios la encontró, lanzó fuera a todos esos espíritus del mal.
Por el contrario, hubo siete hombres, ninguno de ellos siervo ungido de Dios, y los siete
hombres no pudieron echar fuera un sólo demonio; un demonio dominó a esos siete
hombres de tal manera que salieron huyendo desnudos y heridos.
Esto comprueba que toda nuestra fortaleza y sabiduría natural son inútiles delante del
diablo; sin embargo, todos los demonios del infierno huyen aterrados ante un creyente
ungido de Dios.
2. Él Otorga Vida
La Biblia dice: "Como todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad nos han sido
dadas por su divino poder" (2 P 1:3).
"Porque el Hijo del Hombre no ha venido para perder las almas de los hombres, sino para
salvarlas" (Lc 9:56).
Hemos concluido que Satanás es el dios del mal y Dios el del bien. Todo lo bueno viene
de Dios y las cosas malas vienen de Satanás.
La espada del Espíritu, la cual es la Palabra de Dios, está a nuestra disposición para que
la usemos contra Satanás.
"…les dio poder y autoridad sobre todos los demonios…" (Lc 9:1).
Capítulo 2
c. Tiene Una Fuerza Extrema. Así como el hombre Gadareno poseído del demonio (Mr
5:3, 4), aun la más tímida e inofensiva ama de casa puede convertirse en un ser tan fuerte
como un toro, y actuar violentamente si los poderes demoniacos están en su vida.
d. Disturbios Intestinales. Algunas personas padecen de disturbios orgánicos,
especialmente en la región estomacal. Por ejemplo, "algo" se moverá fuertemente hacia
arriba y hacia abajo en el estómago de la persona.
e. Reacciones Extrañas. Los niños reaccionan raramente bajo la influencia de una fuerza
demoniaca. He visto niños bajo el poder del ‘dios mono', estiran sus rostros para
asemejarse a la de un mono, y brincan para arriba y para abajo sobre las mesas y las
sillas.
f. Alta Tensión Sexual. Muchas personas bajo opresión demoniaca experimentan alta
tensión sexual.
h. Sonidos Vocales. Los espíritus malignos pueden toser, estornudar, hablar, reír,
amenazar, llorar, suplicar, mentir, etc. (Lea Marcos 5:5, 7, 9, 10.)
i. Resistencia Activa/Pasiva. El espíritu del mal en la persona, puede hacer que caiga al
suelo y actúe como si estuviera muerta. También puede maldecir, gritar o reírse del
creyente.
j. Acciones Violentas. Puede que traten de morder, arañar, patear o golpear. Recuerdo
acerca del creyente en Cristo que aprendió de la manera difícil a no tratar de lanzar fuera
demonios con sus ojos cerrados. El endemoniado le asestó un fuerte golpe en pleno
rostro.
2. Emocional
a. Depresión. Una persona que está bajo el poder de un espíritu del mal a menudo se
siente deprimido y abrumado con pensamientos de suicidio. [El rey Saúl, "…le
atormentaba un espíritu malo de parte de Jehová… Entonces tomó Saúl su propia espada
y se echó sobre ella" (1 S 16:14; 31:4).]
4. Espiritual
a. Resistencia A La Palabra De Dios. Usualmente hay una resistencia presente, en tal
persona, hacia la Palabra de Dios y la oración.
b. El Acto De Ver A Los Demonios. Algunas personas en África dicen que ven "al
hombrecito pequeño", al llamado "tikoloshe".
2. Pruebe Su Confesión
Cuando la persona está bajo el control o influencia del espíritu, esta prueba resultará:
"Amados, no creáis a todo espíritu, sino probad los espíritus si son de Dios...
En esto conoced el Espíritu de Dios: Todo espíritu que confiesa que Jesucristo ha venido
en carne, es de Dios;
Este hombre poseído del demonio (v 2) tenía la fuerza física de muchos hombres. Cuando
Jesús le preguntó al demonio cómo se llamaba, él respondió: "Legión me llamo; porque
somos muchos" (v 9).
Una legión romana consistía de tres a seis mil tropas, y este hombre tenía la fortaleza de
una legión de demonios.
a. Esas Son Maravillas De Mentira. Tenemos que ser como Moisés y Aarón. Cuando los
poderes de las tinieblas están en exhibición, debemos demostrar que el poder de Dios es
mayor.
"Entonces llamó también… hechiceros… Pues echó cada uno su vara, las cuales se
volvieron culebras; mas la vara de Aarón devoró las varas de ellos" (Ex 7:11, 12).
"…porque mayor es el que está en vosotros, que el que está en el mundo" ( Jn 1:1, 14).
a. Una Prueba Genuina. Juan dijo: "Todo espíritu que confiesa que Jesucristo [el Mesías]
ha venido en carne [que Jesús es Dios-Hombre] es de Dios". Todas las demás religiones
son inspiradas por Satanás y controladas por los demonios.
Usted puede identificar a los falsos maestros; todo lo que necesita hacer es preguntarles
si creen que Jesús es Dios (Jn 1:1, 4). Si contestan con un "NO", son falsos profetas.
Puede que sean líderes de congregaciones grandes y aun ser considerados como líderes
cristianos sobresalientes; sin embargo, si niegan la deidad de Jesús, no son de Dios.
Nuestro Señor llama a todos los creyentes a "salid de en medio de ellos, y apartaos… no
toquéis lo inmundo" (2 Co 6:14-18). Dios nos amonesta a no contaminarnos con lo
siguiente:
a. Los Adivinos: aquéllos que profesan tener conocimiento secreto del futuro (los que
adivinan o leen las cartas). Esa práctica está controlada por los demonios (Ez 13:6-8).
b. La Brujería: las brujerías aumentarán para los días del fin. Durante el reinado de Saúl,
una persona hasta tenía la habilidad y el permiso de traer los espíritus de los muertos (1 S
28:7-20).
c. Los Mediums: aquéllos que reclaman tener espíritus familiares (demonios). "Porque es
abominación para con Jehová cualquiera que hace estas cosas" (Dt 18:12).
Dios amonestó a Israel, cuando iban a entrar a la Tierra Prometida, a tener cuidado de los
mediums espiritistas: "…no aprenderás a hacer según las abominaciones de aquellas
naciones" (Dt 18:9-14).
d. La Idolatría: No deberán adorar ídolos (Moloc), a quienes tenían que ofrecer sacrificios
humanos de niños; el Señor llamó a tal religión demoniaca una "abominación". Aun
Salomón pecó al erigir un altar a Moloc (1 R 11:7).
Los que salieron de Egipto "bajo el pacto de la sangre del Cordero" tienen la siguiente
promesa:
"Porque contra Jacob no hay agüero [brujo que pueda trabajar], ni adivinación [sortilegio
que pueda obrar] contra Israel…" (Nm 23:23).
No sienta temor a los demonios. Recuerde: "Hijitos, vosotros sois de Dios, y los habéis
vencido; porque mayor es el que está en vosotros, que el que está en el mundo" (1 Jn
4:4).
Algunos creen que la voz poseído es demasiado fuerte para comunicar con exactitud el
significado del vocablo griego daimonizomai. Una traducción más exacta podría ser
endemoniado.
b. Vejación Mental. "Señor, ten misericordia de mi hijo, que es lunático, y padece [de la
raíz griega = pascho: sensación dolorosa] muchísimo; porque muchas veces cae en el
fuego, y muchas en el agua… Y reprendió Jesús al demonio, el cual salió del
muchacho…" (Mt 17:15, 18).
c. Fastidio Emocional. "Y los que habían sido atormentados [de la raíz griega = ochleo:
fastidiar] de espíritus inmundos eran sanados" (Lc 6:18).
d. Vejación Moral. "Y aun de las ciudades vecinas muchos venían a Jerusalén, trayendo
enfermos y atormentados de espíritus [de la raíz griega = akathartos: impuros,
contaminados, sucios] inmundos; y todos eran sanados" (Hch 5:16).
Cada enfermedad tiene vida: un germen o virus hace que crezca. Esa vida maligna o
"espíritu de enfermedad" es lo que da vida o crecimiento a la enfermedad, así como su
espíritu da vida al cuerpo.
Cuando el espíritu deja su cuerpo, éste muere (Stg 2:26). Así que, cuando un "espíritu de
enfermedad" es lanzado fuera, la enfermedad muere y desaparece.
Por ejemplo, un cáncer es causado por células renegadas que se producen más rápido
que las células amigables que pueden matarlas. Todos los doctores están de acuerdo en
que si pudieran eliminar la vida del cáncer, los efectos del mismo desaparecerían del
cuerpo.
No obstante, existen dos "fuentes de vida" batallando la una contra la otra: la vida maligna
del cáncer y la vida divina proveniente de Dios que reside en su cuerpo.
Cualquier método médico usado para destruir la vida del cáncer, matará muchas de las
células saludables en el cuerpo en el cual el cáncer vive.
Cuando la vida del cáncer, que viene de Satanás, se ha retirado, éste muere y sus efectos
desaparecen.
Cuando escuché esta explicación por primera vez, el evangelista lo demostró orando por
personas cancerosas. Muchas fueron sanadas instantáneamente.
Este versículo implica que algunas de las enfermedades que Jesús sanó eran causadas
por los demonios. Él lanzó fuera los demonios y sanó a los enfermos.
Pedro dijo esto mismo cuando escribió: "Cómo Dios ungió con el Espíritu Santo y con
poder a Jesús de Nazaret, y cómo éste anduvo haciendo bienes y sanando a todos los
oprimidos por el diablo…" (Hch 10:38).
a. La Mujer Encorvada. En Lucas 13, Jesús "enseñaba en una sinagoga… y había allí una
mujer que desde hacía dieciocho años tenía espíritu de enfermedad, y andaba encorvada,
y en ninguna manera se podía enderezar" (Lc 13:11).
Si dicha mujer hubiera sido examinada por un médico, él no habría podido decir: "Un
espíritu de Satanás la tiene atada". Los doctores la habrían diagnosticado como que
padecía de artritis de la espina dorsal o tal vez tenía una vértebra fuera de lugar o algún
otro término médico. Ellos habrían estado en lo cierto en lo que a la ciencia médica se
refiere.
Pero el recurso verdadero del problema era "un espíritu de enfermedad que la había
atado". Una vez que tal espíritu fue lanzado fuera y Satanás fue reprendido, la
enfermedad desapareció. Eso mismo fue lo que hizo Jesús.
Un espíritu de ceguera hizo que aquel hombre perdiera su visión. La ceguera puede
continuar siendo causada por Satanás.
d. El Hombre Con Espíritu Inmundo. "Pero había en la sinagoga de ellos un hombre con
espíritu inmundo, que dio voces…
Pero Jesús le reprendió, diciendo: ¡Cállate, y sal de él!" (Mr 1:23, 25; Lc 4:35).
Allí había un hombre con espíritu inmundo en la sinagoga, y su condición era causada por
un espíritu inmundo (sucio, impuro). La causa de un carácter impuro y profano todavía
puede ser el resultado de un demonio.
El término científico puede ser cuerdas vocales no desarrolladas y nervios muertos en los
oídos, pero el problema real, en algunos casos, es el resultado de un espíritu sordomudo
que deberá ser lanzado fuera en el Nombre de Jesús.
Los especialistas podrían decir que la causa es glaucoma o catarata, pero la verdad es
que la ceguera puede ser el resultado de un espíritu demoniaco.
Las dolencias tienen su origen en Satanás, y pueden tener su causa en los "espíritus de
enfermedades". Cuando esos espíritus son lanzados fuera en el Nombre de Jesús, los
enfermos se recuperan.
Capítulo 3
Pedro era un pescador de profesión, Pablo era un teólogo, y Felipe comenzó sirviendo las
mesas. Esto nos dirige a la conclusión de que siendo que en la Iglesia primitiva la mayoría
de los líderes eran hombres laicos al principio, el ministerio de echar fuera demonios es
para todos los que creen (Mr 16:17).
Es usualmente sabio seguir el ejemplo de Jesús en Marcos 6:7: "Después llamó a los
doce, y comenzó a enviarlos de dos en dos; y les dio autoridad sobre los espíritus
inmundos".
Hay poder en el acuerdo espiritual (lea Mateo 18:19). Los equipos de liberación (de dos a
seis personas) pueden tener más éxito que una persona sola. Cuando el Señor está con
usted, "uno podría perseguir a mil, Y dos hacer huir a diez mil" (Dt 32:30). Esto indica que
dos son diez veces más poderosos que uno. Así que, recomendamos que entrene
equipos para la liberación.
No puede ser un polígamo. Debe ser templado, que tenga control propio, respetable,
hospitalario, no dado a las bebidas alcohólicas, sino bondadoso, no heridor, ni amante del
dinero.
Deberá gobernar su familia bien y ver que sus hijos le obedezcan con el debido respeto.
No deberá ser un neófito: recién convertido, a fin de evitar que sea engañado y caiga en
el mismo juicio del demonio que esté tratando de lanzar fuera.
Deberá tener buena reputación de los de afuera, sin ser codicioso de torpes ganancias a
fin de evitar que caiga en desgracia y en la trampa del diablo.
El espíritu inmundo habló inmediatamente por labios del hombre endemoniado: "¿Por qué
estás tratando de echarme fuera cuando tú haces las mismas cosas que yo hago que este
hombre haga?"
El rostro del joven se tornó blanco como las cenizas, lleno de estupefacción y vergüenza;
saltó sobre sus pies y salió corriendo de la habitación.
"Cetro de equidad es el cetro de tu reino" (He 1:8). Los demonios sólo obedecerán al
cetro de equidad o justicia. (Repase la historia de Hechos 19:13-17 con sus candidatos.)
La autoridad espiritual deberá ser únicamente ejercida en el Reino de Cristo, por aquéllos
que viven vidas moralmente limpias y justas. Escoja los miembros de su equipo
cuidadosamente.
b. Tiene Que Tener Fe. Escoja miembros del equipo que hayan demostrado actos de fe.
Si hay falta de fe, ya sea en la persona que ora por la liberación o por el que desea ser
librado (aun cuando sean creyentes), el endemoniado no recibirá liberación (lea Marcos
9:18b, 19, 23, 24; Mateo 17:19, 20).
Pídale al que está bajo entrenamiento que abra su Biblia en Efesios 6 y lea los versículos
13-18. A medida que lee acerca de cada pieza de la armadura, deberá decir: "Señor,
ahora visto esta pieza de la armadura". Luego, debe visualizarse haciendo tal cosa.
a. Verdad. Lea el primer versículo en alta voz: "Estad, pues, firmes, ceñidos vuestros
lomos con la verdad…" (Ef 6:14). Esto significa que usted somete sus deseos sexuales al
gobierno del Espíritu Santo y ejerce el fruto del Espíritu: dominio propio.
El alumno bajo entrenamiento dice después: "Señor, ciño mis lomos con la verdad de Tu
Palabra que dice: "No reine, pues, el pecado en vuestro cuerpo mortal, de modo que lo
obedezcáis en sus concupiscencias" (Ro 6:12).
Esta declaración verbal es una armadura contra los demonios que procuren usar su
influencia para causar una sensualidad de alta tensión cuando comience a lanzarlos
fuera. Su armadura le protege para que no se rinda a esa tentación e influencia
demoniaca.
c. El Evangelio De Paz. "Y calzados los pies con el apresto del evangelio de la paz".
Si el miembro del equipo no está listo para compartir el evangelio, entonces, no estará
preparado para envolverse en el exorcismo.
d. Fe. "Sobre todo, tomad el escudo de la fe...". El propósito de este escudo es para
"poder apagar todos los dardos de fuego del maligno". Esto es particularmente esencial
en el exorcismo.
e. Salvación. "Y tomad el yelmo de la salvación". Salvación viene de la raíz griega llamada
soteria, la cual, puede ser traducida como liberación.
Use la Palabra de Mando con fe. La fe es su escudo y protección contra los asaltos del
maligno. "…y con la palabra [Jesús] echó fuera a los demonios…" (Mt 8:16). "¿Qué
palabra es esta, que con autoridad y poder manda a los espíritus inmundos, y salen?" (Lc
4:36).
(Asegúrese de que sus alumnos bajo entrenamiento hayan estudiado la sección sobre El
Bautismo Con El Espíritu Santo en La Guía o Manual para el Entrenamiento de Líderes.)
Jesús dice en Lucas 4:18: "El Espíritu del Señor está sobre mí, por cuanto me ha ungido
para… pregonar libertad a los cautivos y… poner en libertad a los oprimidos" (Lc 4:18).
También dice en Mateo 12:28: "…si yo por el Espíritu de Dios echo fuera los …". La
unción del Espíritu Santo obra íntimamente con nosotros a medida que usamos nuestra
autoridad en el nombre de Jesucristo.
"Cómo Dios ungió con el Espíritu Santo y con poder a Jesús de Nazaret, y cómo éste
anduvo haciendo bienes y sanando a todos los oprimidos por el diablo, porque Dios
estaba con él" (Hch 10:38).
La razón para esto es resumida en 1 Corintios 12:11: "Pero todas estas cosas las hace
uno y el mismo Espíritu, repartiendo a cada uno [los dones] en particular como él quiere".
No concluya con esto que todo caso lunático, sordera, mudez o epilepsia, tenga que ser
ministrado con oración y ayuno. Estos factores son aplicables únicamente a casos difíciles
y especiales o donde no se haya desarrollado la fe. A fin de resolver el problema de "poca
fe", lea la Sección D3 en La Guía para el Entrenamiento de Líderes bajo el título: Cómo
Hacer Que Su Fe Aumente (Crezca).
Esté seguro de que la persona bajo entrenamiento entiende que los casos lunáticos,
mudez, sordera y otros como la epilepsia, pueden ser causados por heridas, defectos
físicos hereditarios, traumas o detrimento cerebral, tumores del cerebro, ancianidad o
alguna enfermedad y también por opresiones demoniacas.
Cuando era un joven creyente fui parte de un equipo, no entrenado, que trataba lanzar
fuera el demonio de un epiléptico. No tuvimos éxito, y murió unos cuatro meses después.
Dependiendo de la parte del mundo en que usted viva, la causa de estos problemas
puede variar. En algunos países donde el evangelio está bien establecido, únicamente un
pequeño por ciento puede ser atribuido a opresiones demoníacas.
En otras naciones donde sólo hay pocos cristianos, un extenso porcentaje de esos
síntomas pueden tener su fuente de origen en las opresiones del demonio.
Esa es la razón por la cual necesitamos que los miembros del equipo de liberación
posean los Dones de Discernimiento de Espíritus o el don de Ciencia o Palabra de
Conocimiento.
Si la causa del problema es física y usted está tratando de echar fuera un demonio, lo
más posible es que no tenga éxito. Este error a menudo genera el temor indebido en la
persona enferma. Tal temor, puede causar aun mayores complicaciones en el enfermo.
(Repase la sección D9.2 A. ¿Cuáles Son Los Síntomas De La Opresión Demoniaca?)
Existen relatos bíblicos relativos a los exorcismos "espontáneos". En tales casos, las
Escrituras indican que el Espíritu Santo descendió de manera poderosa sobre los
apóstoles o evangelistas antes de lanzar fuera el espíritu.
Y esto lo hacía por muchos días; mas desagradando a Pablo, éste se volvió y dijo al
espíritu: Te mando en el nombre de Jesucristo, que salgas de ella. Y salió en aquella
misma hora" (Hch 16:16-18).
Note que fue después de muchos días que Pablo echó fuera el espíritu. Con esto no
queremos sugerir que usted tenga que esperar muchos días, sino que el exorcismo
público es usualmente obrado cuando el Espíritu Santo viene sobre usted con gran poder
y espontaneidad con la palabra de autoridad para echar fuera el espíritu del mal.
El tratar de lanzar espíritus fuera de personas quienes no desean ser libradas de ellos,
puede abrir la puerta para mayores ligaduras en su vida. Vuelva a repasar el pasaje de
Mateo 12:13-45 con aquellos adultos que pidan ayuda. Asegúrese de que sientan un
deseo sincero de ser liberados. Vea la Sección 6 o 7 que siguen posteriormente.
La fe viene por el oír la exposición de la Palabra de Dios. "Y no pudo hacer allí ningún
milagro, salvo que sanó a unos pocos enfermos, poniendo sobre ellos las manos.
"No os volváis a los encantadores ni a los adivinos; no los consultéis, contaminándoos con
ellos. Yo JEHOVÁ vuestro Dios" (Lv 19:31). Zacarías 10:2 nos dice: "los adivinos han
visto mentira, han hablado sueños vanos, y vano es su consuelo; por lo cual el pueblo
vaga como ovejas, y sufre porque no tiene pastor".
"Cristo nos redimió de la maldición de la ley, hecho por nosotros maldición (porque está
escrito: Maldito todo el que es colgado en un madero), para que en Cristo Jesús la
bendición de Abraham alcanzase a los gentiles…" (Ga 3:13, 14a).
7. Recibiendo Salvación
Es necesario que la persona sea conducida a Cristo o traída de vuelta a Él si estaba
descarriado. Dígale que confiese su pecado (1 Jn 1:9). Asesórele para que permanezca
libre en el futuro por medio del reconocimiento y confesión de cualquier pecado.
Si una persona no desea aceptar a Cristo, lo mejor es no orar por su liberación, ya que,
ello podría hacer que su condición sea peor: "Cuando el espíritu inmundo sale del
hombre, anda por lugares secos, buscando reposo; y no hallándolo, dice: Volveré a mi
casa de donde salí. Y cuando llega, la halla barrida y adornada.
Entonces va, y toma otros siete espíritus peores que él; y entrados, moran allí; y el postrer
estado de aquel hombre viene a ser peor que el primero" (Lc 11:24-26).
Siempre le recuerdo a Satanás del poder de la preciosa sangre de Jesús. Los demonios
siempre demuestran terror cuando mencionamos la sangre de Jesús.
La sangre disuelve todos los derechos legales de Satanás para poseer a la persona
endemoniada.
"En quien tenemos redención por su sangre…" (Col 1:14). Redención significa "comprar
de vuelta". Ahora pertenecemos a un nuevo dueño, y el precio que fue pagado por
nosotros fue la sangre que Jesús derramó.
"…la iglesia del Señor, la cual él ganó por su propia sangre" (Hch 20:28; lea también 1
Corintios 6:19, 20; 1 Timoteo 2:6).
Esa es la razón por la cual los demonios tienen que salir cuando un siervo ungido de Dios
les ordena que salgan. Ellos saben que no tienen derecho legal de permanecer en una
persona que ha sido comprada por la sangre de Cristo.
"Y ellos le han vencido [a Satanás] por medio de la sangre del Cordero…" (Ap 12:11).
Capítulo 4
"Y cuando Jesús vio que la multitud se agolpaba, reprendió al espíritu inmundo,
diciéndole: Espíritu mudo y sordo, yo te mando, sal de él, y no entres más en él" (Mr
9:25).
B. ¿CÓMO?
1. Comience Con Adoración Y Alabanzas
Cuando se vaya a envolver en liberaciones, es bueno comenzar con adoración y continúe
con alabanzas a Dios en el Espíritu (Jn 4:23, 24).
Las alabanzas a Dios edifican su fe. "Tampoco dudó, por incredulidad, de la promesa de
Dios, sino que se fortaleció en fe, dando gloria a Dios" (Ro 4:20).
Declare la victoria que tiene sobre Satanás. "Y ellos le han vencido [al diablo] por medio
de la sangre del Cordero y de la palabra del testimonio de ellos [confesión, declaración]…"
(Ap 12:11).
La adoración hace que la presencia del Espíritu Santo se manifieste en la situación. Cante
coros breves de adoración y cantos que preparen el ambiente para la manifestación del
poder de Dios.
Músicos ungidos tocando sus instrumentos y cantores que adoren a Jesús con devoción,
pueden crear una atmósfera donde la voluntad del Espíritu Santo pueda ser
implementada más prontamente.
"Mas ahora traedme un tañedor. Y mientras el tañedor tocaba, la mano de Jehová vino
sobre Eliseo" (2 R 3:15).
"…Y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres… Así que, si el Hijo os libertare,
seréis verdaderamente libres" (Jn 8:32, 36).