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Liberación, El Ministerio de Ministracion (R. Ovalle)

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El Ministerio de Liberación Dr.

Roberto Ovalle
14
Texto: Mr. 3: 14-15 Y estableció a doce, para que estuviesen con él, y para enviarlos
a predicar, 15y que tuviesen autoridad para sanar enfermedades y para echar fuera
demonios.
Objetivo: que todos debemos de tener en mente la necesidad de un equipo de
hermanos que colaboren estrechamente con el pastor y la iglesia, para que muchas de
las necesidades de la congregación puedan ser atendida por un equipo de hombres y
mujeres, especialmente entrenado para la resolución de los diversos problemas de tipo
espiritual.
Introducción: El ministerio de liberación no es simplemente un complemento, sino
una necesidad dentro de toda iglesia. Los hermanos vienen salvos, pero con amargura,
ataduras, influencia satánica; salvos sí, pero con grandes problemas que necesitan ser
atendidos. No pretendemos agotar el tema, es mas una motivación para seguir
investigando de la importancia de este ministerio. Las actividades principales son: La
consejería, sanidad del alma, liberación demoníaca, y la sanidad divina. Cada una de
estas cuatro actividades, son diferentes, pero van en un mismo paquete. El ministerio de
liberación es como una clínica y un hospital, especialmente para el alma cargada y
atribulada, para que pueda reposar en Cristo.
I. La Consejería.
La mejor forma de poder ayudar, es escuchando. Consejería es: escuchar,
reflexionar y ofrecer opciones. Escuchando es como se logra conocer el alma,
las necesidades, es como un grito de desesperación que viene de lo profundo.
Lo cual puede demandar tiempo y disponibilidad, para que los hermanos puedan
exponer su causa. Son tantas las necesidades que el pastor se cargaría
grandemente, necesita el auxilio del ministerio. A continuación presento algunas
de las quejas mas frecuentes.
A. La crítica; Nm. 12: 1-3 1María y Aarón hablaron contra Moisés a
causa de la mujer cusita que había tomado; porque él había tomado
mujer cusita. 2Y dijeron: ¿Solamente por Moisés ha hablado Jehová?
¿No ha hablado también por nosotros? Y lo oyó Jehová. 3Y aquel varón
Moisés era muy manso, más que todos los hombres que había sobre la
tierra.
B. Falta de fe; Nm. 13: 31-32 31Mas los varones que subieron con él,
dijeron: No podremos subir contra aquel pueblo, porque es más fuerte
que nosotros. 32Y hablaron mal entre los hijos de Israel, de la tierra que
habían reconocido, diciendo: La tierra por donde pasamos para
reconocerla, es tierra que traga a sus moradores; y todo el pueblo que
vimos en medio de ella son hombres de grande estatura.
C. Echarle la responsabilidad a otro; Nm. 16: 41 41El día siguiente, toda
la congregación de los hijos de Israel murmuró contra Moisés y Aarón,
diciendo: Vosotros habéis dado muerte al pueblo de Jehová.
D. Desobediencia; Nm. 20: 8,11 8Toma la vara, y reúne la congregación,
tú y Aarón tu hermano, y hablad a la peña a vista de ellos; y ella dará su
agua, y les sacarás aguas de la peña, y darás de beber a la congregación
y a sus bestias. 11Entonces alzó Moisés su mano y golpeó la peña con su
vara dos veces; y salieron muchas aguas, y bebió la congregación, y sus
bestias. 12Y Jehová dijo a Moisés y a Aarón: Por cuanto no creísteis en
mí, para santificarme delante de los hijos de Israel, por tanto, no
meteréis esta congregación en la tierra que les he dado.
E. Desanimo; 21: 4-5 4Después partieron del monte de Hor, camino del
Mar Rojo, para rodear la tierra de Edom; y se desanimó el pueblo por el
camino. 5Y habló el pueblo contra Dios y contra Moisés: ¿Por qué nos
hiciste subir de Egipto para que muramos en este desierto? Pues no hay
pan ni agua, y nuestra alma tiene fastidio de este pan tan liviano.
F. Maldiciones; es necesario romper maldiciones ancestrales y las de su
generación.
G. Falta de amor Fraternal; Rom. 12: 9-10 9El amor sea sin fingimiento.
Aborreced lo malo, seguid lo bueno. 10Amaos los unos a los otros con
amor fraternal; en cuanto a honra, prefiriéndoos los unos a los otros.
H. Celos, envidias; 1ª. Co. 3: 3 3porque aún sois carnales; pues habiendo
entre vosotros celos, contiendas y disensiones, ¿no sois carnales, y
andáis como hombres?
I. Matrimonios; 1ª. Corintios 5: 1-2 1De cierto se oye que hay entre
vosotros fornicación, y tal fornicación cual ni aun se nombra entre los
gentiles; tanto que alguno tiene la mujer de su padre. 2Y vosotros estáis
envanecidos. ¿No debierais más bien haberos lamentado, para que fuese
quitado de en medio de vosotros el que cometió tal acción?
II. La Sanidad del Alma.
Una de las áreas de mayor cuidado es el alma, cuando se llega a Cristo, muchos
acontecimientos han dañado el alma, siendo necesario otorgar el perdón por todo
el daño que se les causo en el pasado. Para algunos es muy fácil, pero para otros
es todo un proceso que demanda tiempo y mucha paciencia. Se detallan algunos.
A. Raíces de amargura; Heb. 12: 15 15Mirad bien, no sea que alguno deje
de alcanzar la gracia de Dios; que brotando alguna raíz de amargura,
os estorbe, y por ella muchos sean contaminados. La amargura puede ser
evidente. Puede estar como una raíz de amargura oculta, que pueda
contaminar a muchos, especialmente los que están cerca. Su núcleo
familiar, el trabajo, la iglesia.
B. Ataduras; Daniel 4: 15 15Mas la cepa de sus raíces dejaréis en la tierra,
con atadura de hierro y de bronce entre la hierba del campo; sea
mojado con el rocío del cielo, y con las bestias sea su parte entre la hierba
de la tierra. Existen ataduras desconocidas que en la ministración el
Espíritu Santo las revela.
C. Falta de perdón; Mt. 5: 24 Por tanto, si traes tu ofrenda al altar, y allí
te acuerdas de que tu hermano tiene algo contra ti, 24deja allí tu ofrenda
delante del altar, y anda, reconcíliate primero con tu hermano, y
entonces ven y presenta tu ofrenda. Daños ocasionados en el pasado, aún
no perdonados. Le producen supuración dentro del alma.
B. Restauración de las tres partes del alma.
1. Intelecto; Rom. 12:2a 2No os conforméis a este siglo, sino
transformaos por medio de la renovación de vuestro
entendimiento,.
2. Voluntad, Rom. 12: 2b “…para que comprobéis cuál sea la
buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.”
3. Emociones; 1ª. Pedro 3: 8 8Finalmente, sed todos de un mismo
sentir, compasivos, amándoos fraternalmente, misericordiosos,
amigables;
III. La Liberación demoníaca.
Jesús practicaba ampliamente la liberación, el caso del gadareno, no era un
demonio eran muchos.
A. ¿Para quiénes es?
1. Para los que creen, Mt. 9: 27-29 27Pasando Jesús de allí, le
siguieron dos ciegos, dando voces y diciendo: ¡Ten misericordia
de nosotros, Hijo de David! 28Y llegado a la casa, vinieron a él los
ciegos; y Jesús les dijo: ¿Creéis que puedo hacer esto? Ellos
dijeron: Sí, Señor. 29Entonces les tocó los ojos, diciendo:
Conforme a vuestra fe os sea hecho.
2. Jesús reprende a un espíritu inmundo; Mt. 17: 18 18Y reprendió
Jesús al demonio, el cual salió del muchacho, y éste quedó sano
desde aquella hora. Jesús, él mismo liberaba de espíritus
inmundos.
IV. La Sanidad Divina.
A. La practicaba Cristo,
1. Sanaba los enfermos; Lc. 6: 17-19 17Y descendió con ellos, y se
detuvo en un lugar llano, en compañía de sus discípulos y de una
gran multitud de gente de toda Judea, de Jerusalén y de la costa
de Tiro y de Sidón, que había venido para oírle, y para ser
sanados de sus enfermedades; 18y los que habían sido
atormentados de espíritus inmundos eran sanados. 19Y toda la
gente procuraba tocarle, porque poder salía de él y sanaba a
todos.
B. La practicaban los Apóstoles;
1. Pedro; Hch. 9: 33-34 33Y halló allí a uno que se llamaba Eneas,
que hacía ocho años que estaba en cama, pues era paralítico. 34Y
le dijo Pedro: Eneas, Jesucristo te sana; levántate, y haz tu cama.
Y en seguida se levantó.
2. Pablo; Hch.. 28: 8 . 8Y aconteció que el padre de Publio estaba
en cama, enfermo de fiebre y de disentería; y entró Pablo a verle,
y después de haber orado, le impuso las manos, y le sanó.
C. La practicaban los discípulos; Lc. 10: 19 19He aquí os doy potestad de
hollar serpientes y escorpiones, y sobre toda fuerza del enemigo, y nada
os dañará.
D. La practicaban los ancianos, Stg. 5: 14 14¿Está alguno enfermo entre
vosotros Llame a los ancianos de la iglesia, y oren por él, ungiéndole
con aceite en el nombre del Señor.

Conclusión: es importante efectuar todas estas funciones, no solo en forma


colectiva desde un púlpito, sino también en forma personal, privada, con personal
capacitado, como un apoyo dentro de la iglesia. Este es el equipo de liberación,
ministración y consejería.

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