Marco Teorico
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OBJETIVO GENERAL
Reducir la violencia y aumentar la convivencia entre sociedad, entorno familiar, laboral, en las
instituciones, comunidad y demás a largo plazo. Identificar recursos y herramientas en todos los
entornos para una solución pacífica, para mejor así la formación integral propia de y todos lo que
nos rodean a diario para brindar y obtener una sana convivencia.
OBJETIVOS ESPECÍFICOS
“RESOLUCIÓN DE CONFLICTOS”
El hombre es un ser social por excelencia, históricamente ha tenido la necesidad de agruparse con
sus similares por la sobrevivencia humana; por lógica consecuente este hecho crea constantes
malentendidos, discusiones y fuertes fricciones de interacción, que a la larga se convirtieron en
disputas por el poder en el grupo; posteriormente, en las diferentes épocas, se han generado
controversias entre grupos, etnias, culturas, nacionalidades, clases sociales y otros; todos estos
conflictos, a su turno, buscaron y encontraron alguna solución. Sin embargo, en la actualidad han
surgido nuevas formas de relación, esta vez entre las diversas culturas que hoy empiezan a ser
directas protagonistas de la historia, por ello, el devenir de las sociedades modernas, requiere
nuevos abordajes de reflexión; para tal efecto, será conveniente plantear si, ¿es necesaria la
resolución de conflictos para una buena comunicación intercultural?; de ahí por qué el objetivo del
presente de este trabajo será reflexionar en torno a la importancia de la resolución de los conflictos
en la actual sociedad globalizada.
En primera instancia se puede decir que el conflicto es un fenómeno social de carácter universal, tal
como afirma Vinyamata “el conflicto se encuentra en la base de la vida y de toda relación humana;
sin embargo, no se trata de temer al conflicto, sino más bien, se lo tiene que considerar como un
elemento de progreso en la vida social, ya que “los conflictos son elementos que nos permiten
avanzar, prever su función regeneradora y sacar provecho, aunque también se puede notar que el
conflicto puede generar destrucción, dominación, alienación, frustración, guerra, desgracia, dolor,
sufrimiento, angustia, ofuscación, violencia; pero, como todo cambia en la sociedad, es posible que
el ser humano encuentre la forma de superar las diversas situaciones, por adversas que se presenten.
Pero, si se toma en cuenta el conflicto como objeto de estudio, se ha podido notar que al respecto
existen dos perspectivas de análisis, una que toma en cuenta el conflicto como un fenómeno cuyo
origen estaría en la superestructura de la sociedad; en cambio, la otra considera al conflicto como
reflejo de la estructura social, entendida esta última, como la base económica de toda formación
histórico social. Podemos notar que el objetivo de la resolución de conflictos es pacificar la
sociedad, es decir, mantener el orden social establecido; de ahí que se plantea que: “el objetivo
implícito de la resolución de conflictos, no es otro que el restablecimiento de la armonía original, de
la comunicación y la cooperación en las relaciones humanas; es la resolución de los problemas
generados por errores o accidentes en las relaciones interpersonales o internacionales; en otras
palabras, se está refiriendo a problemas cotidianos, productos de la incomprensión o intolerancia
entre actores sociales; pero que en el fondo, no afectan a los intereses vitales de las personas o
grupos sociales a los que pertenecen.
Para continuar con la reflexión acerca del conflicto como tal, es necesario hacer referencia a los
diferentes tipos de conflicto que se presentan en la sociedad, puesto que se tiene que diferenciar
entre los conflictos interpersonales y los conflictos sociales, toda vez que la solución a los mismos,
dependerá precisamente, del fenómeno que los causó. De esta manera, se puede observar diversas
manifestaciones conflictuales y en particular, los conflictos entre personas: “las relaciones de
pareja, las familiares, entre compañeros de escuela o de trabajo, las relaciones vecinales y
ciudadanas, en estos casos, la resolución de conflicto pasa por el diálogo fraterno entre las personas,
para lo cual, muchas veces es necesaria la presencia de terceros que hagan las veces de mediadores
en el mencionado conflicto, de tal manera que se restablezcan las buenas relaciones interpersonales.
Pero, la situación cambia cuando el conflicto es de carácter social, en el que se encuentran
involucrados grupos grandes de personas y se juegan intereses vitales; por ejemplo, en los
conflictos existentes entre clases sociales antagónicas, donde el diálogo, se hace literalmente
imposible. Entonces en la sociedad capitalista, “mantiene el proletariado su lucha política,
utilizando los medios más diversos: huelgas, manifestaciones políticas. Lógicamente que éstas, son
formas de libre expresión, ante la presencia y permanencia de un conflicto irresuelto. En ese
sentido, para estudiar el conflicto a solucionar, no sólo se tiene que caracterizar el mismo, sino y
sobre todo determinar cuál es la causa que lo generó, los conflictos se resuelven mejor conociendo
sus causas, estableciendo remedios y aceptando que el conflicto no es una característica que deba
ser eliminada o ignorada ni por la razón
ni por la fuerza, sino que éste tiene una función importante que cumplir dentro de la complejidad de
las relaciones humanas.
Debemos tener en cuenta que existen diferentes tipos de conflictos dependiendo del contexto o la
forma en que se manifiestan.
Conflictos latentes: son aquellos conflictos que existen, pero las personas implicadas no son
conscientes de ellos.
Conflictos explícitos o manifiestos: aquellos conflictos que son aparentes y reconocidos por las
personas implicadas.
Conflictos interpersonales: aquellos que surgen entre dos personas por la intervención de una
tercera persona, una idea o por el interés en un bien que los dos aspiran, es decir, por algo que los
dos quieren.
Conflictos intergrupales: nos referimos a aquellos que tienen lugar entre dos grupos
definidos.
Definir El Problema: buscar el origen o las causas que dan lugar a la situación que se están
viviendo, intentando responder a las siguientes preguntas ¿Qué va mal? ¿Qué ocurre?
Analizar Las Causas: tener presente el porqué del conflicto, todo lo que ocurre tiene una o
varias causas, saber analizarlas ayudará a resolver la situación.
Definir Objetivos Para Actuar: antes de emprender cualquier acción se debe tener claro lo que
se quiere conseguir en esa situación o conflicto. ¿Queremos solucionarlo?
Generar Alternativas: se deben buscar diferentes formas de resolución del conflicto y pensar
qué se puede hacer desde un punto de vista positivo. Aunque en el momento nos parezca
imposible, cada situación de conflicto tiene multitud de soluciones posibles, hay que pensar en
todas ellas, desde la más irracional a la más racional.
Elegir Las Alternativas Apropiadas: siempre que se tomen decisiones se ha de preguntar qué
se debe hacer y cuál es la forma más adecuada de actuar. La clave para ello es poder prever las
posibles consecuencias que puede tener cada alternativa que se nos ha ocurrido, así podremos
valorar cuál es la más adecuada. Pensar antes de actuar.
Poner En Práctica La Solución Elegida: una vez que se tiene claro de qué manera se puede
solucionar hay que llevarlo a la práctica eligiendo la manera más adecuada.
Evaluar Los Resultados: las consecuencias de las acciones llevadas a cabo dirán si la
resolución del conflicto ha sido positiva o no.
Se ha elegido este tema, dado que nos enfocamos en un tema muy importante que es manejo de
conflictos ya que suele ser uno de los mayores impulsores de cambios, en todos los ámbitos en los
que nos encontremos día a día, cuando se saca el mayor provecho de estas situaciones, se convierten
en un excelente mecanismo para fortalecer ideas y opiniones que, como resultado, pueden generar
un equipo de trabajo más innovador y eficaz, mantener nuestros entornos en un ambiente de paz,
serenidad teniendo buenas bases para la resolución de conflictos.
En nuestra sociedad y en todos los entornos se manejan y presentan la mayor parte del tiempo
muchas diferencias dado que todos somos un mundo distinto, vemos y pensamos de una manera
diferente.
Por estas y otras razones nos vemos expuestos y sometidos a muchos desacuerdos con las personas
que nos rodean, ya sea nuestro trabajo, hogar, pareja, familia, sociedad en general. Esta una de las
causas por la que a diario se presentan conflictos, es por esto que debemos tener unas bases
establecidas con valores para darles solución de la mejor manera para vivir en un medio armónico
No olvidemos que los sentimientos están dirigidos a la acción, nos ayudan a evitar situaciones
destructivas o a perseguir las convenientes.
Los conflictos generan emociones que en muchas ocasiones pueden ser un grave obstáculo para
facilitar su resolución positiva. A su vez, las emociones pueden generar conflictos. Existe, por lo
tanto, una interacción permanente entre emoción y conflicto.
Existe también una interacción continua entre emoción, pensamiento y acción. Las emociones
influyen en qué pensamos y en qué hacemos. A su vez, los pensamientos influyen en la forma de
experimentar las emociones y en las acciones. Y por último, las acciones también repercuten en el
pensamiento y en la emoción. Esta interacción se deberá tener presente en cualquier propuesta de
regulación de las emociones. Relación entre emociones y pensamientos que las generan, ira, miedo,
ansiedad, tristeza, vergüenza, culpa, es asi como las emociones son importantes porque, además,
predisponen a la acción. Es decir, cada emoción concreta despierta un abanico de posibles
respuestas.
De esta forma, por ejemplo, ante una situación de miedo podemos huir o escondernos, la ira, por su
parte, nos predispone hacia el ataque, la tristeza hacia la soledad o las ganas de llorar, entre otras.
Es importante tener claro que la respuesta al conflicto se construye entre las dos o más personas que
interactúan, entre todas las personas implicadas en el conflicto. La relación que se establece entre
estas personas es clave, aunque cada uno tiene responsabilidad sobre su respuesta, y hay que
tenerla en cuenta para continuar esa construcción de forma adecuada, es decir, para encauzar las
tensiones hacia el encuentro, el entendimiento y un acuerdo.
Para adquirir esta habilidad es interesante conocer los distintos estilos de afrontamiento del
conflicto, a fin de tomar conciencia del propio y reconocer el de los demás para una mejor gestión,
sobre todo cuando trabajamos con grupos.
REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS
http://red.pucp.edu.pe/ridei/wp-content/uploads/biblioteca/010310.pdf
http://www3.gobiernodecanarias.org/medusa/ecoblog/aperjim/resolucion-de-conflictos/
https://reunir.unir.net/bitstream/handle/123456789/1223/2012_11_09_TFG_ESTUDIO_DEL_TRA
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