Subfilo Crustacea
Subfilo Crustacea
Subfilo Crustacea
Los crustáceos (Crustacea, del latín crusta, "costra" y aceum, "relación o la naturaleza de
algo") son un extenso subfilo de artrópodos, con más de 67.000 especies y sin duda faltan
por descubrir hasta cinco o diez veces este número. Incluyen varios grupos de animales como
las langostas, los camarones, los cangrejos, los langostinos y los percebes. Los crustáceos
son fundamentalmente acuáticos y habitan en todas las profundidades, tanto en el medio
marino, salobre y de agua dulce; unos pocos han colonizado el medio terrestre, como la
cochinilla de la humedad (isópodos). Los crustáceos son uno de los grupos zoológicos con
mayor éxito biológico, tanto por el número de especies vivientes como por la diversidad de
hábitats que colonizan; dominan los mares, como los insectos dominan la tierra. Como
característica propia y definitoria del grupo podemos citar la presencia de larva nauplio
provista de un ojo naupliano en alguna etapa de su vida, que puede ser sustituido más tarde
por dos ojos compuestos. Son los únicos artrópodos con dos pares de antenas, tienen al menos
un par de maxilas y pasan por períodos de muda e intermuda para poder crecer. Todos
excepto Cirripedia son de sexos separados. A la ciencia que estudia a los crustáceos se la
conoce como carcinología.
Se trata de un grupo con una gran importancia económica, por su valor gastronómico, y del
que se conocen más de 65.000 especies. Su diversidad morfológica es muy variada, así como
su tamaño, con un rango que va desde especies microscópicas hasta los 4 m de envergadura
de patas del cangrejo japonés (Macrocheira kaempferi)
Origen de los crustáceos
Los primeros crustáceos del registro fósil aparecieron en el período cámbrico o cambriano, en
la era paleozoica, hace unos 540 millones de años.
Dicho período se caracterizó por una verdadera explosión de la vida y proliferación de las
especies, entre las que aparecieron los primeros artrópodos marinos.
Al igual que sus primos terrestres, el éxito evolutivo de los crustáceos tiene que ver por un
lado con su cuerpo resistente pero ágil, articulado y capaz de movimientos precisos. Por otro
lado, se debe a su sistema sensorial, que puede ir de uno solo a cientos de ojos diferentes.
La clasificación de los crustáceos siempre ha sido una tarea difícil para los zoólogos.
Usualmente se reconocen seis clases distintas:
Maxilopoda. Artrópodos de muy poco tamaño (los hay de 0,1 mm) y abdomen y apéndices
reducidos. Hay una enorme diversidad de especies conocidas.
CARACTERÍSTICAS GENERALES
El hábitat de los crustáceos es casi siempre acuático, ya sea submarino (agua salada) o
en ríos y lagos (agua dulce). Es usual hallarlos en arrecifes coralinos, enterrados en la arena
o incluso en el fondo de los océanos (la zona abisal).
Entre las formas de vida más diminutas del mar se encuentran pequeñísimos crustáceos.
Junto al plancton, componen de base a toda la pirámide alimenticia.
Sólo algunas especies de crustáceos han logrado conquistar la vida en tierra firme, como las
cochinillas de humedad (isópodos). Otros, en cambio, son anfibios, viviendo en la tierra pero
acudiendo al agua para el desove.
Alimentación de los crustáceos
Estructura
El cuerpo está segmentado, con más de 60 en las formas más primitivas, y cubierto por una
cutícula (exoesqueleto) formada por varias capas. En general se divide en: cabeza o céfalon
y el tronco. Este último se encuentra compuesto por el tórax o pereión y el abdomen o pleon,
el cual termina en el telson.
Anatomía de los crustáceos
El cuerpo de los crustáceos está cubierto de un caparazón de quitina que protege su interior
blando y tierno. Además, otorga la dureza necesaria a sus apéndices (como pinzas o
quelíceros). Su cuerpo está segmentado y se divide en varias partes:
Céfalon o cabeza. En ella se encuentra el protocerebro y los órganos sensoriales,
usualmente dos pares de antenas, así como las mandíbulas y los ojos, que pueden ser
un par o varios pares, dependiendo de la especie.
Tórax y pereion. En el tórax se hallan los apéndices del crustáceo, que pueden variar
en número y función. Usualmente hay cuatro pares de patas, y otro par con una
función secundaria, como pinzas o apéndices no dedicados a la locomoción.
Abdomen o pleon. La parte baja del crustáceo, la más blanda y usualmente la menos
expuesta, al ser la más vulnerable, suelen tener forma de pala para ayudar al animal
a nadar, o bien ser muy pequeños (casi ausentes) y servir apenas para funciones
excretoras y reproductivas.
Debe tomarse en cuenta la enorme diversidad de formas de los crustáceos, que permite
excepciones a muchas de las normas morfológicas que detallamos.
La cabeza está formada por el acrón y cinco segmentos: antenular, antenal, mandibular,
maxilular y maxilar y poseen, excepto algunos grupos, un escudo cefálico o caparazón. Son
los únicos artrópodos con dos pares de antenas,
Cada segmento del cuerpo, normalmente, lleva asociado un par de apéndices birrámeos, en los
que puede faltar el exopodio, especializados en diferentes funciones.
Sistema nervioso
Es segmentado y similar al de los anélidos, aunque con tendencia a la fusión de los ganglios.
En la parte anterior se encuentra el cerebro, compuesto por la fusión de dos ganglios
supraesofágicos, el cual está unido a los ganglios subesofágicos, también fusionados entre sí.
De estos parte el cordón nervioso ventral, con los ganglios segmentarios de las diferentes
partes del cuerpo. Los grupos más evolucionados tienden a una fusión de los ganglios,
llegando, por ejemplo, en la langosta a concentrarse en la parte anterior del cuerpo.
Como órganos de los sentidos poseen: sensilias con pelos sensoriales, quimiorreceptores,
propioceptores, estatocistos y fotorreceptores (ojos simples o compuestos).
Ojo compuesto de un cladócero
En general, los sexos están separados (dioicos) y poseen diferentes adaptaciones para la
cópula. La mayoría incuba la puesta y pasan por diferentes estados larvarios.
Los crustáceos, para crecer, tienen que cambiar periódicamente la cutícula. Este proceso está
regulado hormonalmente y se realiza, lógicamente, con más frecuencia en los individuos
juveniles. El proceso comienza con la separación de la vieja cutícula de las células
epidérmicas que la generaron, a continuación estas células construyen una nueva epicutícula
y se producen enzimas que disuelven la parte inferior (endocutícula) de la cutícula a mudar.
Por último se produce una entrada de agua por el intestino que incrementa la presión interior,
dando lugar a la rotura de la membrana existente entre el abdomen y el caparazón,
permitiendo la salida del animal.
Crustáceos en la cultura
Los crustáceos representan un enorme éxito evolutivo dentro del phylum artrópoda, y junto
a los insectos se reparten el mundo, siendo los seres vivos más numerosos y abundantes en
todo el mundo submarino.
Los artrópodos constituyen la base alimenticia de prácticamente todo el ecosistema marino,
así como importantes detritófagos (descomponedores).