Clasificación y Estructura de Los Sistemas Operativos
Clasificación y Estructura de Los Sistemas Operativos
Clasificación y Estructura de Los Sistemas Operativos
Existe gran diversidad de sistemas operativos. Hoy en día, cada plataforma posee, al menos, un
sistema operativo y, en muchas ocasiones, más de uno. Por ejemplo, en una computadora personal
podemos tener instalado Windows, Linux, MacOS, etc.
Cada sistema operativo aporta sus características peculiares, haciendo difícil su clasificación. Por
tanto, se ha optado por exponer las características esenciales de los sistemas operativos actuales,
pudiendo un mismo sistema operativo poseer varias de ellas:
Hoy en día, los sistemas operativos poseen interfaz gráfica o un sistema adicional gráfico que
permite el manejo con el ratón u otro dispositivo apuntador, facilitando tanto su manejo con su
administración. Este tipo de sistemas tienden a hacer el uso del ordenador más intuitivo mediante
la utilización de iconos gráficos o avisos sonoros. Cada día se está avanzando más en facilitar la
interacción computadora-usuario y se tiende al uso de la voz para indicar órdenes y al empleo de
técnicas de realidad virtual.
Entre los sistemas operativos más conocidos están FAT32 y NTFS (para los sistemas operativos
Windows), ISO9660 (CD), UDF (DVD), Ext2 y Ext3 (Linux) y HFS (MacOS).
Otras características: pueden ser sistemas operativos en tiempo real, sistemas operativos
distribuidos o sistemas operativos de red.
Bibliografía
Caro Herrero, J. L., Gómez Gallego, I., Leiva Olivencia, J. L., & López Valverde, F. (2016). Sistemas
Informáticos aplicados al turismo. En A. G. Plaza. México: PIRÁMIDE.
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CLASIFICACIÓN DE LOS SISTEMAS OPERATIVOS
Hay diversas clasificaciones que se pueden aplicar a los sistemas operativos actuales. Las
principales se refieren a la organización de su funcionalidad, al modelo de distribución que siguen y
a la forma en que administración los procesos.
La primera clasificación se realiza de acuerdo a la estrategia que el sistema operativo siga para
organizar su funcionalidad. Debido a la gran cantidad de responsabilidades que suele traer, es
común que los proyectos de código que conforman un sistema operativo tengan millones de líneas,
por lo que es muy conveniente mantener solo la funcionalidad mínima en un núcleo de alta
coherencia y que se desarrolle el resto de la funcionalidad con un énfasis en el desacoplamiento de
esta aun a costa de complicar la estructura del sistema y los pasos necesarios para diagnosticar y
corregir errores.
Los sistemas operativos que por su simplicidad tienden a integrar una buena parte de la funcionalidad
del sistema en el kernel o núcleo se conocen como monolíticos y resultan convenientes para
sistemas especializados y de limitada magnitud por ser más sencillos en su estructura.
Los sistemas micro kernel son aquellos que procuran incluir solo el mínimo de funcionalidad en el
núcleo y desacoplar el resto de esta incluso a costa de usar mecánicas más complejas.
La segunda gran distinción se refiere no tanto a la funcionalidad o estructura (de hecho, a menudo
encontramos grandes similitudes entre sistemas que siguen modelos de distribución contrarios) sino
al modelo de propiedad intelectual, comercialización y distribución que los sistemas siguen. Aunque
hay algunos que usan esquemas particulares, existen dos grandes alternativas:
Hoy en día, los dos modelos de negocio están tendiendo a converger ya que empresas como Red
Hat, MySQL, Sun y otras que de manera tradicional aprovechaban el software libre, están siendo
adquiridas por empresas como Oracle, que mantiene los proyectos de software libre como una
especie de semillero de ideas para posteriores productos de código propietario.
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Según la administración de procesos
Por último, se clasifica a los sistemas operativos según los objetivos que persigue en la
administración de procesos.
Por lotes (Batch): Es aprovechado para una administración de procesos rudimentaria. Se emplea
hoy en día en aquellos sistemas de propósito particular que solo utilizan una aplicación, o un número
reducido de ellas, e incluso pueden prescindir del modelo de procesos.
Tiempo compartido o interactivo: Es destinado a los sistemas que habitualmente empleamos los
usuarios finales, orientados a mantener una interacción fluida con las interfaces de usuario o para la
atención de peticiones a los procesos que ejecutan.
Sistemas de tiempo real: Estos sistemas son responsables de establecer y cumplir compromisos
en el tiempo de atención de la CPU para los procesos que ejecutan. Gracias a ello pueden brindar
una atención predecible y constante a procesos de control o de multimedios a fin de evitar que las
variaciones en el nivel de atención sean perjudiciales en sus aplicaciones.
Embebido: En sistemas que tienen propósitos específicos con dispositivos fabricados a la medida,
originalmente se usaban versiones reducidas de otros tipos de sistemas operativos que eran
adaptadas a las necesidades particulares del dispositivo y su aplicación. Gracias al progreso del
mercado y de los dispositivos, estos sistemas comenzaron a incluir capacidades de cómputo de
propósito general: tal es el caso de los sistemas operativos de smartphones como Android e Ios, que
sin perder de vista las funciones básicas, como el uso de teléfono, cámara y demás características
específicas del dispositivo, permiten también la instalación de aplicaciones de propósito general.
Los sistemas operativos actuales deben lidiar con un gran número de requerimientos a fin de brindar
las facilidades necesarias para dar soporte al desarrollo de aplicaciones y a la operación de los
sistemas. Esto hace que los productos comercializados o distribuidos de forma gratuita no solo
incluyan los elementos esenciales del sistema operativo, sino que lo enriquezcan con diversos
elementos de apoyo, como los siguiente:
Núcleo del sistema operativo: Funcionalidad básica del sistema operativo que proporciona
el ambiente en el que operarán las aplicaciones. Suele incluir la administración de procesos
y memoria, el control de algunos dispositivos de entrada y salida, así como parte de la
administración de la red y del sistema de archivos. Se ejecuta en el modo protegido en las
plataformas de la CPU que lo soportan, con lo que tiene acceso pleno a los recursos y lleva
a cabo las operaciones que las aplicaciones de usuario no pueden realizar por ejecutarse
en un modo con privilegios reducidos conocido como modo usuario. El núcleo de sistema
operativo también es conocido como kernel.
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Interfaz gráfica: Ambiente gráfico que el usuario puede apreciar en la pantalla donde se
tienen elementos estandarizados a fin de representar aquellos que se emplean para
interactuar con el sistema. Según cada sistema operativo o implementación de interfaz
gráfica, se establece una serie de estándares con el objetivo de presentar elementos que
resulten familiares para los usuarios en todas las aplicaciones, de modo que se facilite el
aprendizaje del uso de cada una de las aplicaciones en virtud de que el conocimiento
adquirido sobre cómo manipular y qué elementos usar sean comunes a todas las
aplicaciones.
Utilerías de sistema: Serie de programas que, aunque no forman parte del núcleo del
sistema operativo, resultan necesarios para que los usuarios y las aplicaciones pueden
utilizar sus servicios y realizar operaciones básicas de mantenimiento, administración y
monitoreo.
Servicios básicos: Servicios que proveen funcionalidad a los sistemas y usuarios, y que
suelen incluir los sistemas de archivos, el control de los dispositivos de entrada y salida, la
implementación de las capas de funcionalidad requeridas para controlar la red, el manejo de
errores, la asignación y protección de recursos, el seguimiento del consumo de recursos por
las aplicaciones y las facilidades para protección, autenticación y control de acceso a dichos
recursos.
Bibliografía