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Ingapirca

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INGAPIRCA: ARQUITECTURA Y ANÁLISIS FORMAL

Arq. María Enriqueta Carvajal, MSc. Profesora, Universidad Espíritu Santo - Ecuador, Facultad de
Arquitectura.
maecarvajal@uees.edu.ec

Arq. Daniela Hidalgo Molina, MSc., PhD. Profesora, Universidad Espíritu Santo-Ecuador, Facultad de
Arquitectura.
mdhidalgo@uees.edu.ec

Recepción / Received: 23, 04, 2018


Aceptación / Accepted: 27, 06, 2018
Publicado / Published: 30, 06, 2018

Resumen
El presente artículo recopila y realiza un análisis formal del complejo arqueológico de Ingapirca. En
cuanto a la función, los autores toman como referencia a investigadores que han realizado hipótesis de los
espacios del complejo. El análisis permite identificar formas y elementos arquitectónicos utilizados por
nuestros antepasados, que pueden servir como base de inspiración para futuros proyectos arquitectónicos
utilizando materiales actuales. La metodología de la investigación es descriptiva con datos cualitativos,
basados en observación in situ, e información secundaria. El propósito de este artículo es investigar
previos análisis formales y opiniones de autores sobre las funciones de Ingapirca, considerando
antecedentes e introduciendo aspectos culturales de los cañari. Como aspectos formales, se estudia la
geometría, el dinamismo, la jerarquía, la concavidad y la convexidad con formas y volúmenes propios a
través de elementos básicos y sencillos constituidos por sistemas constructivos. La forma del complejo
arqueológico nos habla de una cultura que jerarquizaba sus edificaciones, respetando su topografía y
naturaleza. La identidad de una sociedad se refleja en su entorno físico y esa identidad puede servir como
inspiración para futuros proyectos modernos, por lo que es necesario estudiar las formas de la arquitectura
cañari-inca.

Palabras clave: Análisis formal, arquitectura, Cañaris, Francis Ching, Ingapirca

Abstract
This article compiles and performs a formal analysis of the archaeological complex of Ingapirca. The
analysis allows identifying forms and architectural elements, which can serve as inspiration for future
architectural projects, using modern materials. The methodology of the research is descriptive with
qualitative data, based on observation in situ and secondary information. The purpose of this article is to
investigate previous formal and functional analysis of authors, introducing the background and cultural
aspects of Cañari. The formal analysis considers the following aspects: geometry, dynamism, hierarchy,
concavity, and simple elements constituted by constructive systems. Taking into account that architecture
is the story written in stone, the shape of the archaeological complex reflex a culture, which hierarchized
its buildings, respecting the topography and nature. The physical environment reflects the identity of
society; it is recommended to study forms of ancient architecture for the inspiration of future modern
projects.

Keywords: Architecture, Cañari, formal analysis, Francis Ching, Ingapirca

1
Introducción

Entre los pocos vestigios arquitectónicos de la época precolombina que se conservan en


el territorio ecuatoriano, se encuentra un torreón elíptico localizado en la cuenca alta del
río Cañar, en la provincia del mismo nombre, conocido como el Castillo de Ingapirca1
(Fig. 1) (Almeida, 2011). Así lo llamaron Charles-Marie de La Condamine y su colega
Pierre Bouguer. Charles-Marie de La Condamine (1701-1774), una de las figuras
significativas en el periodo de la ilustración en Europa, realizó un levantamiento
cartográfico de Ingapirca. La Condamine fue miembro de la expedición francesa
enviada a Latinoamérica en 1735 para medir el grado de la longitud del Ecuador.
(Barnes & Fleming, 1989).
Ingapirca fue el sitio de Hatun Cañar, capital en los tiempos Incas, según las Relaciones
Geográficas de Indias. Hatun Cañar significa en la lengua inga “la provincia grande de
los cañari”; en el tiempo del inga Guaynacaba o Huayna Capac había grandes
poblaciones de indios y allí era la principal cabeza de estos cañares. (Jiménez, 1897,
citado por Barnes & Fleming, 1989).

Figura 1. Ruinas arqueológicas de Ingapirca. Elaboración propia, 2017.

Ingapirca, según investigadores2, ha sido catalogado como un fuerte militar, templo


donde se realizaban sacrificios, palacio o templo para observación del sol y la luna o
adoratorio, pero no se sabe con certeza el uso. Datos históricos aseveran la existencia
de un reino cañari, conformado por más de veinte y cinco tribus, cuyas capitales eran: al
norte, Hatun Cañar o Ingapirca; y al sur, Guapondelig o la actual ciudad de Cuenca en
Ecuador (Fig.2), remontándose su ocupación hacia el año 2500 a.C., o más (Arte
Ecuatoriano, I y II, 1965).

Este monumento arqueológico está ubicado en los 2° 32´de latitud sur y 78° 52´ de
longitud oeste, en los alrededores del centro parroquial de Ingapirca (Ver figura 1). Se
encuentra a una altitud de 3160 m.s.n.m y está enclavado en una hoya de clima frío y
estacional, cuyo invierno acredita abundantes lluvias para la zona, especialmente en
marzo y abril. Su temperatura media anual es de 10°C., y una precipitación de 500 mm

1
De acuerdo al censo de población INEC (2010) el número de habitantes es de 8.871 en la
parroquia de Ingapirca. Con una zona monumental de 105.093.09 m2 y una zona de influencia
directa de 311,819.03 (Palacios, 2010).
2
La función de las ruinas de Ingapirca se basa en estudios de varios autores: Charles-Marie de
La Condamine y Pierre Bouguer (1739), Alcina Franch (1978), Ziolkowski y Sadowski (1989),
Antonio Fresco (1984).

2
anual; el entorno corresponde a laderas sin fuerte gradiente, en donde se realiza
actividades agrícolas, cultivos de cebada, trigo, habas, papas, entre otros (Almeida,
2011).

Figura 2. Mapa de ubicación de Ingapirca, provincia del Cañar-Ecuador. Elaboración Sol Intriago, 2017.

En vista de la presencia de dos culturas en diferente orden cronológico, se puede notar


la presencia de dos tipos de arquitectura: la cañari, que se caracteriza por “casas de
forma redonda, de tabiques; bajas con dos estantes, uno a un cabo y a otro” (La
Arquitectura Cañarí, 2011); y la inca, dotada por la sencillez de sus formas y su
simetría. El artículo presenta a la cultura cañari, y realiza una recopilación de datos para
conocer los antecedentes, forma y función de Ingapirca. Agregando a esto como
herramienta de análisis de la forma, los autores se basaron en la teoría del arquitecto
Francis Ching.

Francis D.K. Ching (Honolulú, 1943) profesor del College of Built Environments de
University of Washington (Seattle), donde ha ejercido como docente. El libro de su
autoría: Arquitectura, forma, espacio y orden es un manual para realizar un análisis
arquitectónico, al que este artículo utiliza de guía. (Ching, 2015).

La metodología de la investigación es descriptiva con datos cualitativos, basados en


observación in situ, de donde se extraen ideas más importantes, imágenes con el
propósito de identificar su organización y componentes formales e información
secundaria. El propósito de este artículo es investigar previos análisis formales y
opiniones de autores sobre las funciones de Ingapirca, considerando los antecedentes e
introduciendo aspectos culturales de los cañari.

Desarrollo: Cultura cañari, arquitectura, concepción constructiva


La zona geográfica donde se asentaron los cañari, en la actualidad corresponde a las
provincias del Cañar y Azuay, partes del sur de la provincia de Chimborazo, Loja,
Morona Santiago, el Oro y Guayas. A más de Ingapirca, se han registrado una serie de
centros ceremoniales, tales como: Pumapungo, Paredones de Molleturo, Duma para,
Pachamama, Cojitambo, Ingapirca, Coyoctor, Paredones de Culebrillas, Shugumarca,
Cimientos, Llactacashca, entre otros también llamados santuarios de altura, calificados
como templos huacas, tales como: cerros, cascadas, lagunas, unión de ríos, páramos,
desfiladeros, montículos, piedras, cimas, inclusive restos de fortalezas, etc. (Burgos,
2003), que en quechua, siendo lengua madre del kichwa, waka se refiere a “lugares
sagrados”. (Garzón, 2012).

3
Burgos señala que ¨La actual denominación ´huaca´ se refiere a lugares antiguos -
generalmente hitos montañosos que recibieron la veneración y culto aborigen¨, según el
historiador Federico González Suárez (1875), citado por Burgos, quien realizó un
estudio histórico por algunas décadas de los cañari. Por su lado, González Suárez señala
que el origen de la palabra cañari viene del idioma quiché, “can-ah-ri”, que significa
“éstos son de la culebra”. (Burgos, 2003).
Cristian Israel durante una entrevista personal menciona: ¨Los cañari creen en la Mama
Quilla y también en la Pachamama, obviamente en el Taita Inti. Aquí se practica un
sistema que se llama randi randi, dando y recibiendo¨. un residente de Ingapirca,
menciona que en la filosofía andina, en general, existían los amautas, encargados de
estudiar el cosmos, el agua, el aire, la tierra, la lluvia, que establecían principios de vida,
conectándola con el sol, la luna y la madre tierra. Estos principios están conexos con la
naturaleza y su forma de vida, la agricultura, por ejemplo, tiene un fuerte vínculo
cultural.
Los cañari utilizaban el maíz para la elaboración de la chicha con fines ceremoniales y
sociales: además, se ofrecía la mejor cosecha a las divinidades. Durante la cosecha del
maíz, hombres y mujeres entonaban cánticos para que el grano durara. Además, durante
tres noches seguidas velaban a la Mama Zara, la diosa del maíz. (Garzón, 2012).
Muy diferente fue la arquitectura cañari de la inca, y es muy probable que la primera
influyera mucho más sobre la segunda que al revés, claro ejemplo es Ingapirca, en
donde se aprecia con claridad esa simbiosis; los incas, respetando el trazado
astronómico cañari, lo convirtieron en un fuerte de observación (Quille, 2012).
La arquitectura cañari comprende plataformas elípticas circundadas por construcciones
rectangulares y a veces protegidas con muros y terrecerías adosadas a las pendientes.
Sus construcciones están ubicadas en las cimas de montañas, con óptimas condiciones
para la agricultura y con una red vial que se caracteriza por enlazar pueblos. (Garzón,
2012). Dicha red vial era complementada con: chasqui huasi (casa de chasquis) que
servían de depósitos de alimentos, víveres, fuentes de agua, y otros hitos que servían de
referencias para la ubicación. (Meyers, Die Inka in EkusdorBas,1986, citado por Garzón
2010).
Con respecto a las características de las viviendas cañari, se tiene poca información,
pero se conoce que se dividen en tres espacios (Ver tabla 1): familiar, social y de
trabajo. En ocasiones pudieron estar asociadas por ciertas variables de modo individual
en el conjunto de vivienda o en el colectivo. Estos serían: los huertos, vías menores y un
lugar con fines de culto y espiritualidad (Quille, 2012). En las crónicas de Fray Gaspar
Gallegos (1580), al referirse a la provincia de Hatun Cañar, menciona que la forma y
edificios de las casas de este pueblo eran redondas.

4
Tabla 1

Espacios de vivienda Cañari

Vivienda Cañari
Espacio familiar Casa
Área espiritual (variable)
Espacio social Patio
Vías Chaquiñales (variable)
Espacio de trabajo Cocina
Huertos
Área cerámica (variable)
Y textil
Nota: Realizado por autores basado en Quille, 2012.

Para definir la concepción constructiva cañari o andina se podría decir que es un sistema
de acciones conscientes dirigidas a la transformación de la materia en objetos útiles al
ser humano y que se encontraría integrada básicamente por: a) Conceptos cosmológicos,
teológicos que den respuesta a las necesidades sociales del ser humano. b)
Materialización de las ideas en el proceso constructivo, condicionadas, desde luego, por
los materiales residentes de cada zona (Quille, 2012).
Como materiales de uso andino y cañarí fueron utilizados: la tierra, la paja, la piedra, la
madera. Además, Charles-Marie de La Condamine identifica el uso del posible adobe o
ladrillo de lodo, con nombre quechua tika, que era muy común en las culturas
precolombinas. Charles-Marie de La Condamine junto con su colega Pierre Bouguer, en
mayo 20 de 1739, visitaron el denominado castillo inca. Y como era muy común con las
otras ruinas de los indios las llamaron con un nombre general: Inca Pirca. (Barnes y
Fleming, 1989).

5
Análisis formal y funcional
Ingapirca significa ¨murallas del inca¨, es un término genérico para cualquier ruina
precolonial con identidad desconocida. Para Garzón, el nombre fue impuesto por los
españoles, en quechua quiere decir “pared o muro del inca”. El monumento es conocido
con tal nombre por lo menos desde mediados del siglo XVIII, pero se desconoce su
nombre original. Además, los investigadores Ziolkowski y Sadowski (1989) confirman
el conocimiento del nombre desde dicho siglo.
Durante el levantamiento cartográfico de Ingapirca, realizado por La Condamine y su
colega Pierre (1739) (Fig.3), concluyeron que el sitio funcionaba como una fortaleza del
imperio inca, cuyo propósito era proteger la frontera. Esto lo contradijeron varios
autores como el padre Joaquín de Merisaldo y Santiesteban (1894 (1765): 65), que
supuso que era un templo donde se practicaban sacrificios. En cambio, Federico
González Suárez, durante sus visitas a las ruinas de Ingapirca las definió como: una
fortaleza (1878), adoratorio (1904), y después como un palacio y templo. Citado por (
Barnes y Fleming, 1989).

Federico González Suárez, historiador, en varias de sus obras, como el Estudio histórico
sobre los cañari (1878), reporta con detalle estas edificaciones y comenta el avanzado
estado de deterioro en el que se encontraban ya en su época (Almeida, 2011). Con el
pasar de los años, Ingapirca fue deteriorándose, este dato también está registrado cuando
La Condamine realizaba sus medidas y observaba cómo alguien estaba trabajando en la
demolición de lo que se había preservado, con el fin de usar los materiales para un
nuevo edificio en una granja cercana.( Barnes y Fleming, 1989).

Científicos e investigadores han aportado, en gran medida, datos históricos que


permiten en la actualidad denominar al Complejo Arqueológico de Ingapirca como el
más importante monumento arqueológico prehispánico del Ecuador (García, 2014). En
la siguiente sección se detalla la descripción de las áreas del complejo, basado en
observaciones de investigadores y un análisis formal utilizando como guía el libro
Forma, espacio y orden de Francis Ching.
Francis D. K. Ching (2015, pp 34) en su libro, capítulo II, se refiere a la forma como
“un principio que confiere unidad al todo” que da un sentido de tridimensionalidad;
confirmándose con esto lo que se observa en el complejo arqueológico de Ingapirca en
sus distintas edificaciones dedicadas en su mayoría a protección, culto, jerarquía, y
dejando como huella y ejemplo de una gran organización tanto urbanística como
arquitectónica. Además de seguir como guía a Ching, los autores también recopilamos
observaciones de investigadores como Charles-Marie de La Condamine (1739), quien
realizó un levantamiento cartográfico (Fig.3) de Ingapirca que transcendió en el tiempo.
Él no excavó las ruinas, así que sus conclusiones se basan en observaciones.

6
Figura 3 Plano de Ingapirca, con localización de espacios realizado por los autores, basado en el actual mapa ubicado
en complejo turístico. La Condamine (1746, 1748), planos de Ingapirca, citado por Barnes y Fleming (1989).
Elaborado por los autores, 2017.

Siguiendo el plano (Fig.3), las ruinas arqueológicas están ubicadas desde el este al oeste.
La forma curvilínea y la distribución de espacios de Ingapirca responden a la forma
topográfica del emplazamiento, la vegetación y las vistas. La circulación une los
espacios con varias agrupaciones a lo largo del recorrido. Los espacios están separados,
pero ligados entre sí por un tercer elemento, es decir, en cada agrupación los volúmenes
tienen una proximidad y están integrados con el patio. El recorrido culmina con la
elevación del denominado Castillo o templo del sol, convirtiéndose en el lugar de mayor
jerarquía. (Ching, 2015).
El Castillo o Templo del sol tiene forma elíptica y mide 37,10 metros de largo por 12,35
de ancho. En la terraza de mayor altitud (E, F) se encuentra la edificación cuadrada (C
D) con 7,32 metros de largo y 6,70 de ancho que, La Condamine supone, sirvió para la
guardia. Se desconoce su uso, pero otros investigadores plantean diferentes hipótesis,
siendo la única edificación que se encuentra en el medio de la explanada. (La
Condamine, 1748, 1746: Barnes & Fleming, 1989).

7
Figura 4. Castillo o templo del sol. Los autores,
2017.

Investigadores como González Suárez (1969), citado por Alcina Franch, aseguran que
estos cuartos posiblemente eran de carácter ceremonial, relacionados específicamente
para el culto al sol. Alcina está de acuerdo en que el denominado “castillo” podría ser
un ushnu (inca) o un templo (Alcina Franch, 1978). El Castillo está ubicado en un plano
elevado ovalado que enmarca dos habitaciones, las cuales comparten una pared, pero los
accesos no tienen vínculo. Las puertas de los cuartos estaban ubicadas una hacia el
levante del sol y la otra hacia el poniente. (Fig.4).

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Figura 5. Sistema constructivo de pared de piedra. Los autores, 2017.

La articulación de la superficie es rugosa, de piedra (Fig. 5), con diferentes tamaños. El


terraplén está ceñido por un muro de sillares de frente almohadillado, con una altura de
3,15 y 4,10 metros; las piedras utilizadas para esta construcción son de origen volcánico
y andesita verde, traídos de la colina llamada Hato de la Virgen, ubicada un kilómetro al
norte de las ruinas (García, 2014). Los vanos ciegos o nichos ubicados en las
habitaciones crean un efecto de sombra, característico de la arquitectura inca.
Según Francis Ching (2015, pp 157) “el flujo espacial definido por los planos paralelos
corresponde a los recorridos internos del edificio que se desarrolla a lo largo del pasillo,
vestíbulo o galerías”. Esto lo encontramos en el recorrido oblicuo hacia el Castillo que
permite prolongar la secuencia de aproximación. Se sube a la explanada desde el sur
hacia el norte en rampas paralelas. Los cuartos (ab) se conectan por un acceso desde el
pasillo principal (gh); dicho pasillo tiene como característica unas puertas de 2,41
metros de alto que son superiores a las demás puertas, las cuales tienen una altura de
1,82 metros. (La Condamine, 1748, 1746: Barnes & Fleming, 1989). (Fig. 3 y 4).
En el lugar denominado La Condamine, las cimentaciones evidencian un conjunto de
cuatro habitaciones rectangulares y dos cuadrangulares pequeñas, distribuidas a los
lados de un corredor que conecta con la plaza; solamente una se encuentra completa, en
la cual se muestra un acceso de forma trapezoidal (García, 2014). Los cuartos, si bien
no son contiguos, están conectados con un patio. Las habitaciones se dice que eran
destinadas para las vírgenes del Sol, es decir, mujeres escogidas para servir al dios Sol y
a las personas de alta alcurnia del imperio (akllawasi ) (García, 2014). Según Antonio
Fresco (1984), pudo tratarse de un lugar de ocupación temporal de quienes llegaban a
participar en las ceremonias religiosas del lugar junto al inca.

9
La plaza o kancha en la terminología kichwa, aplica a esos espacios centrales de
función social alrededor del cual se levantaban las casas. Probablemente el sitio fue
utilizado como talleres, donde los incas elaboraban sus vasijas y utensilios de cocina.
(García, 2014). Se deduce que algunas habitaciones fueron utilizadas como cocinas o
bodegas de alimentos, debido a que en el sitio se encontró restos de ollas cilíndricas,
platos planos, asas, tapas, restos de aríbalos, molinos de piedra. Por lo que se supone
que servía como un lugar donde se preparaba la chicha, bebida típica que se conserva
hasta la actualidad.
Pilaloma es el edificio más antiguo del complejo ubicado en una colina a 200 metros al
sureste. (Ingapirca, s.f.) Tiene forma semielíptica y está conformada por una serie de
cuartos de forma rectangular, ubicados alrededor de un gran patio. En el centro del patio
se encuentra un pavimento con forma circular, construido con piedras de río, en el cual
se observa una piedra colocada de forma vertical.
Ahí se descubrió un enterramiento cañari masivo, en donde el principal esqueleto
pertenecía a quien se cree fue una sacerdotisa cañari, ya que se encontraron alrededor
esqueletos y acompañada de otros esqueletos junto con un ajuar mortuorio, conformado
con objetos tales como cerámica cashaloma (cerámica que caracteriza a la cultura cañari
y predominante en Ingapirca), tupus (grandes alfileres, eran siempre dos y servían para
sostener el anaco en los hombros) y concha Spondylus (García, 2014). Según estudios,
se cree que Pilaloma pudo ser lugar de sacrificios y fue ocupada hasta pocos años antes
de la conquista española. Fue destruida durante la guerra de los herederos de Huayna
Cápac: Huáscar y Atahualpa (Almeida, 2011).

El Ingachungana viene del kichwa que significa ¨juego de inca¨; según Mario Jaramillo
en su libro denominado Estudio Histórico sobre Ingapirca, menciona que se trata de un
sector rocoso ubicado en el norte de las ruinas, allí se encuentran unas cavidades en

Figura 6 Pilaloma. Por autores, 2017.

forma de tinas o asientos decorados con altos relieves que representan serpientes
enroscadas. Su uso se desconoce, pero por los pequeños canales que tiene se piensa que
fueron baños, mientras que otros opinan que se trata de unintihuatana o intiwatana , o
roca en la cual se ataba al sol en los días de equinoccio para que descansara. Una parte
se ha desprendido de su lugar de origen y actualmente se encuentra en el barranco

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llamado Inti Huayco, es La Tortuga, una piedra zoomorfa en forma de tortuga de 1,20
metros de largo por 0,60 de ancho y, 50 cm de alto. En su extremo mayor surge una
pequeña cabeza que trata de replegarse hacia el interior. Se encuentra en la parte baja
posterior del Ingachungana, hacia la quebrada del Inti Huayco (García, 2014).

Resultados alcanzados por la investigación


El propósito de este artículo es recopilar información previa sobre análisis formales y
opiniones de diferentes autores acerca de las posibles funciones de Ingapirca. Como
resultados alcanzados por la investigación, se cuenta con una compilación de
información de autores que han analizado Ingapirca, en diferentes épocas,
principalmente de Charles-Marie de La Condamine y Pierre Bouguer (1739), y demás
autores tales como: Federico González Suárez (1878), Alcina Franch (1978),
Ziolkowski y Sadowski (1989), Antonio Fresco (1984), Jiménez (1897), Barnes y
Fleming (1989), Burgos, (2003), Almeida, (2011), Quille (2012), Garzón (2012).
Se desconoce la función, pero dichos autores han definido a Ingapirca, como un hito, ya
sea como un fuerte militar, templo, palacio, observación del sol y la luna o adoratorio.
Su ubicación podría interpretarse como un lugar sagrado, ya que se encuentra a 3.160
m.s.n.m. No solo podría ser un lugar sagrado de adoración, su ubicación es considerada
por los pobladores una zona altamente fértil, debido a las facilidades de cultivos de
cebada, trigo, habas, y papas.
Los cañari realizaban tributo a la Mama Zara, la diosa del maíz, y realizaban la chicha
con fines ceremoniales, y ofrecían la mejor cosecha a las divinidades, como lo detalla
Garzón (2012), Se asume que Ingapirca fue un sitio de recolección de maíz y diferentes
granos, como un centro de acopio del sector, conectado por una red vial que atravesaba
por diferentes pueblos.
Para realizar un análisis formal por observación hay dificultades, pues como dato
registrado por La Condamine (1739), citado por Barnes y Fleming (1989), las personas
que vivían alrededor demolían las ruinas para usar los materiales para edificaciones en
proceso de construcción. Es decir, lo que vemos hoy de Ingapirca, son las bases,
conforme a eso se ha podido deducir que los espacios de cuartos tienen vínculos entre sí
por medio de patios centrales, y estos conjuntos de espacios se vinculan con el recorrido
que culmina con el Castillo o templo del sol, siendo el lugar de mayor jerarquía. Podría
darse el caso de que Ingapirca haya tenido varios usos: protección, observación,
adoratorio, reserva de alimentos.

Conclusiones
Ingapirca, con nombre original desconocido, fue probablemente el sitio de Hatun Cañar,
capital de los incas, y se le ha otorgado diferentes usos: fuerte militar, templo donde se
realizaban sacrificios, palacio o templo, observación del sol y la luna o adoratorio, pero
no se sabe con certeza el uso, lo cual queda a nivel de hipótesis. A través de la
observación del complejo arqueológico de Ingapirca, las formas de los componentes
antiguos de los cañari, y posteriormente, la de los incas, dan lugar a una mezcla de las
dos culturas y definen el concepto en lo que se refiere a la forma geométrica con las
construcciones circulares de los cañari y las líneas rectas de los incas, y la importancia
del valor estético que esto representa, así como de los materiales que involucran a las

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dos culturas, como el adobe (tika),siendo la madera y la piedra sus principales
materiales. En todas estas características propias de las dos culturas cumple un papel
fundamental la geometría, el dinamismo, la jerarquía, la concavidad y la convexidad,
con formas y volúmenes propios a través de elementos básicos y sencillos constituidos
por sistemas constructivos.
Como guía de análisis formal se utilizó la teoría del arquitecto Francis Ching, descrita
en su libro Forma, espacio y orden, que bajo observación e investigación secundaria
ayudó a los autores a identificar la forma y elementos arquitectónicos relevantes. Existe
poca información sobre cómo era la arquitectura de los cañari, pero de acuerdo a las
crónicas de Fray Gaspar (1580), en donde se definen las casas circulares, y Quille
(2012), hay tres espacios: familiar, social y de trabajo. No se tiene más información
referente a las viviendas, pero las ruinas de Ingapirca son definidas por un recorrido
cóncavo, que vincula espacios conectados con un patio común con funciones
relacionadas probablemente marcadas con lo familiar, social, ceremonial y de trabajo.
Mediante el análisis de la forma, podemos plantear que, por sus muros, la construcción
tenía un sentido de protección y, por su jerarquía, estaba relacionada con la ubicación de
las montañas, en el sentido de que la forma de aproximación hacia un punto elevado
tenía un significado de culto o de posición relevante. Además, por la ubicación del sitio,
enfatizando este-oeste y los recorridos siguiendo el trayecto del sol, pudo haber tenido
una función de observatorio. Sin duda, la forma curvilínea y distribución de espacios
sigue la topografía. Hay que recalcar que los estudios formales de hitos precolombinos
son necesarios ya que podrían servir de inspiración para nuevos conceptos en proyectos
urbano-arquitectónicos.

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