Epidemia de Baile (Coreomania)
Epidemia de Baile (Coreomania)
Epidemia de Baile (Coreomania)
Acontecimientos
Los hechos se iniciaron a mediados de julio de 1518 cuando una mujer comenzó a bailar
fervorosamente en una calle de Estrasburgo. Este hecho se mantuvo por cuatro a seis días. En
una semana se habían unido 34 personas más y en un mes cerca de 400 bailarines. Algunas de
estas personas finalmente murieron de ataques al corazón, derrames cerebrales o
agotamiento.
Sin embargo, en vez de prescribir sangrías, las autoridades persuadieron a que la gente
continuara bailando, en parte abriendo dos mercados e incluso construyendo un escenario. Lo
anterior debido a que creían que si las personas bailaban día y noche, se mejorarían. Para
incrementar la efectividad de la cura, incluso contrataron músicos para mantener a los
enfermos bailando. Algunos de los bailarines fueron llevados a capillas, donde buscaron la cura
de su enfermedad.
Las teorías modernas incluyen la intoxicación alimentaria por los productos tóxicos y
psicoactivos de los hongos del cornezuelo, que crecen comúnmente en los granos de la familia
del trigo (como el centeno o la cebada). La ergotamina es el principal producto psicoactivo de
los hongos del cornezuelo, está estructuralmente relacionada con el fármaco recreativo
dietilamida del ácido lisérgico (LSD-25) y es la sustancia a partir de la cual se sintetizó
originalmente el LSD-25. El mismo hongo también ha sido implicado en otras grandes
anomalías históricas, incluyendo los juicios de Salem.
El historiador británico John C. Waller propuso en su libro A time to dance, a time to die: the
extraordinary story of the dancing plague of 1518 (2008), que una posible época de extrema
hambruna pudo provocar fiebres altas que impulsaron momentos de desenfreno sin control.