Autista - Artista. Cristina Huberman
Autista - Artista. Cristina Huberman
Autista - Artista. Cristina Huberman
il diagnóstico
prca)/, como el d n n n ito m.ís importante para evitar las evolucio
nes de mayor gravedad, y permitir, cuando ello sea posible, que el
niño pueda salir del autismo.
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1
I listona del autismo y sus enfoques actuales
lis Bleuler quien en 1908 utiliza por primera vez la palabra autis
mo; esta palabra no proviene de la psiquiatría infantil sino de la
psicj|iiatría de adultos. Podemos remitirnos a la correspondencia
entre Jung y Freud para conocer cómo había elaborado Bleuler esta
palabra; proviene de una raíz griega: autos (= sí mismo) derivado
del concepto de autoerotismo que Freud utilizaba en esa época.
Definió el término autismo para diferenciarlo de la esquizofrenia,
como un “alejamiento de la realidad exterior acompañado por un
predominio absoluto o relativo de la vida interior”.
Leo Kanner describió el autismo en Estados Unidos en el
año 1943 a partir de once casos que estudió con rigurosidad. Lla
mó a este cuadro clínico “Síndrome de autismo precoz infantil”.
Continúa siendo, aún hoy, un modelo en la descripción clínica
del autismo.
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3) I n m u ta b ilid a d . I I mtio <,xi|’,(' del enlomo c|uc ínula se ino
difique. La intolerancia a las variaciones del medio moviliza en
ellos estereotipias similares a los rituales compulsivos.
4) Insiste sobre el aire inteligente y sus aptitudes llamativas
en ciertos dominios privilegiados como la memoria, la música y/o
las matemáticas. A diferencia de los cuadros psicóticos, el retardo
mental y la esquizofrenia.
Consideraba que los signos de autismo se podían encontrar
en los dos primeros años de vida, y que el diagnóstico era posible a
partir de este período. En el segundo semestre de la vida se podían
observar signos de dificultades en el desarrollo psíquico como la
tendencia a la retracción y a la no-comunicación.
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I li llfj’.ul< i .1 l.i i (inclusión de i|ui' el concepto de esqui/.olrc
ni.i < ii p.inii iil.ir y de l.i psicosis en general, tal como se presentan
• 11 <I i aso de los niños debe ser ampliado, yo creo que unas de las
i in as piiiu ¡pales del psicoanálisis de niños consiste en detectar y
n.nai las psicosis de la infancia”. (Klein, Melanie, La importancia
de la formación de símbolos en el desarrollo del Yo, 1930).
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se observa .il bebé, mi enlomo y Lis miel ,u i iones eni re el bebé y
su familia. I .as enseñan/.is de L Ifick se pueden agrupar en dos
categorías:
1) permitir descubrir y redescubrir la comunicación prever-
bal, y
2) tolerar la atención y contener las tensiones emocionales.
Posibilita la comprensión de la conducta no verbal del bebé y su
juego. En consecuencia la conducta de los niños que no hablan
y no juegan. Este método es utilizado para la formación psicoa-
nalítica y también es de interés para las madres y sus bebés que
padecen dificultades en la interacción. Los tratamientos de niños
autistas, psicóticos y la observación de bebés han permitido com
prender cómo se desarrolla la construcción de la imagen del cuer
po, la expresión preverbal y el pensamiento.
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..... 111 i Me modelo del .mi isino lloro mi debido ,i <|iie Lis reí ¡en les
........ iones lian demostrado las capacidades de los bebés desde
■I u n m ile n io para inleractuar con el entorno (Stern, Laude, etc.).
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c) Y en ima l.ill.i en Lis categorías de espítelo y tiempo.
luí el estado amista vive en un inundo unidimensional, en
el que superpone el tiempo y la distancia sin diferenciarse una
de otra. Corresponde a un tiempo de clausura en un mundo sin
mente en que existe una sucesión de eventos no disponibles para
la memoria y el pensamiento. A la salida de este estado el mundo
es bidimensional, es una relación con el objeto libidinal, de adhe
rencia, de pegamiento. El yo es considerado como una superfice
sensible que percibe las cualidades sensoriales del objeto. El tiem
po es circular, se mueve en forma cíclica, el día y la noche son
diferentes, pero siempre se vuelve al mismo lugar.
Cuando comienza a entrar en la tridimensión los objetos son
vivenciados como resistentes a la penetración, adquieren orificios,
esfínter y espacialidad (Etchegoyen) y el tiempo es reversible y
oscilatorio. En la tetradimensión el tiempo es lineal y es irrecupe
rable. Avanza sin cesar con un comienzo definido y un final.
En sus desarrollos considera al laleo como el primer ejercicio
en “el teatro de la boca”, el vínculo emocional con el objeto de
amor. Muestra que es habitual que los niños autistas no han po
dido jugarlo.
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>1' •.[•.u t o en un momento (emprimo de su vida, en circunstancias
•11 u pueden haber sido banales y que pueden destruir la ilusión:
poi ejemplo una mudanza, un nuevo embarazo, una enfermedad,
un i internación. Id niño autista no vive esas circunstancias como
una etapa en su individuación. No tiene recursos para superar la
nr.ciK ia de su mamá en la espera. Lo vive como un desgarro, un
ibismo que se abre ante sí. Repeticiones de esta situación que le
iei uerden esa separación en la que pierde la ilusión de continui
dad, lo lleva a buscar la inmutabilidad y la necesidad de evitar la
ielación con otros, a no tolerar la alteridad y sobreinvestir la sen-
•.orialidad. Tustin mostró que son niños que pueden utilizar sus
propi^ secreciones para tener sensaciones: la saliva en su boca, la
materia fecal, secreciones nasales. También utilizan objetos, pero
no objetos que tengan un sentido simbólico, por ejemplo, que
sirvan para comer, como una cuchara, o que permitan expresar
icpresentaciones, fantasmas. Se llaman objetos autísticos, son con-
i retos, duros, reemplazables, porque el niño los utiliza para tener/
obtener sensaciones; el niño se encierra en un mundo de autosen-
saciones en forma compulsiva, sensaciones que se procura a través
de las mucosas, la piel (formas autistas), movimientos del propio
cuerpo (rocking, aleteo, etc.).
Las discontinuidades serían vividas corporalmente por el
niño como un arrancamiento del pecho materno y amputación de
su boca (.agujero negro con pinches malos). Tustin atribuye a la expe
riencia catastrófica que está en el origen de la fantasía de arranca
miento del pezón a lo que llama un nacimiento psíquico prematuro.
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lint Lamen! piensa t i ti u . 1 1 >sul.i 111 icn t<> .miisi.i ( I ii m in )
tomo «el retorno del pote sobre un borde en el cuerpo, un neo
borde que ocupa el lugar tle lo que hay cuando no están los límites
del cuerpo. La forma en que el amista trata el vacío va más allá de
la metáfora del agujero negro. Introduce como mecanismo que lo
funda “la forclusión del agujero negro”, el sujeto trata de intro
ducirlo en el mundo cavando agujeros o utilizando los agujeros
que se presentan y tratar de bordearlos con cierta instrumentación
para darle la dignidad de agujero ya que en el mundo en que se
desplaza no hay agujeros».
Se puede realizar un examen clínico de la variedad de los bor
des, circuitos, trayectos en los cuales el cuerpo trata de inscribirse
en el límite entre las sustancia corporal y el afuera.
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I )|iln i l l o i i / c l . I'ai.i I louzel lodo puede .utieul.ir.se en las
. >. •!• 1 1 ii 11 i1111 íd.u I y discontinuidad. I I psiquismo tiene lio
fon • 11 dr.i ommuid.id, que es sentida como un vacío atrayente
*...... u'illj’o mu ontrol.iNe y que amenaza al psiquismo de desor-
i m i/ 1 , mu \ i .ios i|iie él llama “angustias de precipitación”.
I I I>i he desde el nacimiento está confrontado a discontinui-
•I nli la lítenle de satisfacción ya no es permanente y estable.
1 1•11 una distancia espacial y temporal ente la necesidad y la
25
Los puntos de vista desde el cognitivismo
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IVici I lohson ( l l)H(>) defiende l.i teoría emocional que iu
. ii|',.i sol)re una actividad que él llama social referencingque con
i o en la lectura empalica de las emociones del rostro de la madre
i i o su ausencia en el caso del niño autista.
Signos precoces
'.. lia prestado atención a los signos precoces ya que pueden per-
mu n conocer este síndrome y su génesis y un abordaje temprano
paia evitar una evolución más severa.
^ A continuación presentamos los signos precoces.
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lo sel 1.1l*i y .m.iicninneme es i o n i o si quisiera darle también un
nombre, saber de c]tic* se líala. Los niños con riesgo aulístico no
tienen el señalamiento protodeclarativo. I lay ausencia del juego
de hacer como si, y no puede jugar al cucú: el bebé que se esconde
para que lo busquen.
28
1 i i I| m . mil i i i .iii .i de los objetos (objetos autistas, liisiin ),
.................. I< i .i 1111»>.i j>,i ts¡ v ¡i l.u I y beteroagresividad.
mi i / h fh nli,ii/i \ / i u n i o n a / e s :
■ I Mili lili,ules de mamar,
• \ (II mi I is,
• \ ...... i .i pru o/, (Kanner),
• I........... o i almo y/o agitado (Soule-Kreisler).
. 11 i muim í a s de desmantelamiento.
29
ojo .i o|(>, un It.i \ I mis (1111 -11.i <ii movimiento. I m lileientr .1 los som
<los, no II01.1 pai.i <|lie se 01 upen tic el No leal t lona a la voz. I i as
tornos alimentarios: durante la succión: tetadas lentas, rechazo di I
pecho o el biberón y regurgitaciones.
3°
l|i||llH' iiin l.. Mu ilu'. 11 .mil mis en las i minas lu í un ules. Halan
iin 11 i. ■ ,i 11n |',i i i Ir manos y dedos delante de los ojos. Aleteo
....... ii i|i la1, manos constituye una señal de alarma si
| | iiiil. lii
MPM o luí i'o di- los 10 meses). No tiene angustia al extraño (se-
...... 1......| mi nliii de Spitz). No hay gestos simbólicos. No hay
lili i......... 11 ,n<ha los juguetes o los utiliza de manera inhabitual.
|||i I.......... i l mi r ni . u ión con cuchara y/o a los alimentos sólidos.
..................... .. ismo, anorexia.
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Problemáticas actuales
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I I | " l i n d o 1 1< plasticidad inicial
33
té m a le s su tile s en l.i o i'g a n i/.ti m u de u n .i base de v iiln e i al ni id ul
en los n id o s en i i usgo, en el i tu so del pi im e i a ñ o de v id a N o «t
c o n s id e ra ría n a las m a d re s c o m o re sp o n sa b le s de la p a to lu g i i ni
tista de su n iñ o p e ro s í p o d r ía n estar im p lic a d a s e n la c o m p o s n m u
d e l e n fo q u e p o lif a c t o r ia l a n te rio rm e n t e d e sc rip to .
R e s u m e n d e u n a g r il l a d e in d ic a d o r e s c l ín ic o s d e la
e v o lu c ió n d e la p e r s o n a lid a d e n e l c a s o d e l n i ñ o a m is t a
(G . H a a g , 19 9 5 )
• L a c o n s t r u c c ió n d e l m o d e lo de la im a g e n c o rp o r a l q u e H a a g
p o n e e n esce n a e n la s identificaciones intracorporales.•
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||MII* n lll
i i <<(,1, tonales relaciónales.
M íen la
I PM *' " di / <
fHMHitl' í 'i t l ' i ll
l u s i i n ( 1 9 8 1 ) , p o r e je m p lo la a g it a c ió n en fo rm a r ít m ic a d e u n
o b je to so n o ro . T a m b ié n las e ste re o tip ia s d e g iro , e n tre o tras. •
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lom os (Icmi i|)lo,s se presen lai i .il observador como rituales com
piejos típicos entre los Ib meses y los 1 anos, en lugar de la man i
ptilación constructiva de los objetos de los niños normales.
• Evitación del contacto con los otros con falta de expresiones emocio
nales y pulsionales: la llamada “presencia separada” es producto de
la falta de capacidad del autista de percibir al otro como alguien
distinto a sí mismo. Parece registrarlo como una prolongación de
su propio cuerpo. Cualquier intento de tomar contacto forzado
desde el interlocutor por lo general produce aumento de excita
ción, estereotipias, crisis de rabia u otras maniobras autistas de
evitación.
2) M ira d a
No perceptiva, como si fuese ausente, huidiza, parece atravesar
al otro, como no registrando su presencia, sin intencionalidad ni
penetración (G. Hagg) o periférica (Bullinger, 1989).
3) Im agen d e l cuerpo
Trastornos de la imagen corporal, observables a partir de estados
de hipotonía o hipertonía que testimonian vivencias corporales
de caída, derramamiento, desmembramiento y licuefacción. Estos
niños viven el contacto fusional de los labios con el pezón como
un arrancamiento o desprendimiento de la boca. Es común obser-
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t n m u i i i i .is diir.i d p e r í o d o tic n o in tc g r a c ió n , la e s p e c i a l a to n í a
i) / cuguaje
I ,ih,i Je lenguaje o ecolálico; los autistas no dialogan, no utilizan el
I. iii'iiaje simbólico. La ecolalia puede ser inmediata o diferida. En
■.i, último caso con mejor pronóstico. Emiten sonidos o gritos
, tíldenles que parecen perforar el tímpano de quien los escucha
\ que en ocasiones se han demostrado relacionados con la vivencia
, mporal de caída. Falta el laleo.
'0 ( Irafismo
. \usencia de grafismo: el lenguaje escrito o gráfico es inexistente o
.iilo son trazos sin ida y vuelta ni intencionalidad comunicativa o
expresiva.
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su i.ibc/a siguiendo .1 un objeto e n movimiento circular, como un
ventilador de techo en sus evoluciones.
8) R e a ctivid a d a l dolor
Es nula o débil.
Segunda etapa
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I i " . 111 m i mies, i '.s j j c -i i.ilmc'iiic* Lis manos. 1.a cavidad bucal pue
i|> i. iim mu.si* sobre el plano sonoro y seguir un camino vocálico
.....lo i I laico y ion actividades de la mano-boca.
Icreerá etapa
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1) 1.i/<> c ii.sc* i d ii.nulo diili emente h,k i.i l.i raí/ del mismo, sostener
el brazo para (|iie el n ifio pinte, en un despegue progresivo.
El lenguaje en eco, uso de medias palabras esperando que las
complete el adulto y sonidos con vocales.
Cuarta etapa
Desaparición de estereotipias.
Juego simbólico con figuraciones humanas o de animales.
Rivalidad que puede ser feroz.
Confirmación del estadio del espejo.
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i •ii 11 iiun tc/con tenido, abrir/cerrar, penetrar, empaquetar, poner
Im, objetos en la mano del otro y retomarlos. Juego con puertas y
meterse adentro de espacios, puede desarrollarse paralelamente al
1 1 ii 111 <>
1 de esfínteres. Estos juegos pueden tomar forma obsesio-
ii.il l;l golismo se puede desarrollar en el cierre del círculo y en
Le. lumias radiales y en trazos figurativos posibles. El tiempo lineal
.1 puede desarrollar.
( 'uerpo tubo
l'ara Tustin el armado del cuerpo y los futuros espacios menta
les del bebé se pueden teorizar, según el modelo de un “cuerpo
tu b o ’'. Las primeras experiencias de la vida extrauterina son para
el bebé como la sensación de estar constituido por fluidos y gases.
En este estado protomental el recién nacido emerge a la vida des
de un medio acuoso y sus primeros intercambios con el mundo
exterior son a partir de fluidos y gases, tanto en su incorporación
como en su excreción.
El reencuentro con la respuesta perceptiva y transformadora
establecería zonas que originan un ritmo de ida y vuelta, del flujo
y reflujo pulsional y entonces a partir de los 4 meses es cuando el
niño comienza a tener la impresión de un interior con una “forma
sólida” y permanente. Si falla la respuesta transformadora y percep
tiva, “la posición subjetiva sería la de un sistema de cañerías con la
imagen corporal de un <cuerpo tu b o [...]. Un tubo filtra el uni
verso y no retiene nada [...] un agujero sin fondo que exige ser lle
nado”, como lo describe Amélie Nothomb) 1-orificios necesarios
para que los alimentos y líquidos lo atravesaran.. (Nothomb, A.,
Méthaphisique des tubes, Paris, Éditions Albin Michel, 2000).
4i
A n g u s t i a s c s p a i ¡ales
42
i i hli mi ■■|impresos podía hablar del miedo que le daba ver poi
I u n i i i i i i h io donde el protagonista de una propaganda de tele-
( Mijetos autistas
La función de los objetos autistas es taponar las sensaciones
de caída y de ser derramado o esparcido.
El primer objeto para el bebé es el pezón, lo experimenta sin
diferenciación de su propia lengua en su relación con el pecho. La
luga hacia la patología se daría por el sentimiento de arrancamien
to que W innicott (1958) llamó depresión psicótica, la experiencia
intolerable de la pérdida de una parte del cuerpo: ciertos aspectos
de la boca (amputación de la boca) y alrededor de la boca desapa
recen junto con la madre y el pecho, antes que el aparato psíquico
esté preparado para sufrir esa pérdida.
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Podemos . i u T i . i i el conecpio de I’. AulagnicT que habla de
la confusión de la boca y del pecho en términos de zona comple
mentaría que ha sido arrancada. La consecuencia es el desmánte-
lamiento de la zona erógena.
Según J. Hochman el autismo es un autoerotismo que ha
fallado.
El objeto se pierde acompañado de la sustancia corporal con
la que ha hecho contacto con un agujereamiento corporal. Estas
pérdidas son representadas como mutilaciones en la simbolización
del cuerpo. No existe el intercambio, la vivencia es de arranca
miento. Este sentimiento de separación corporal prematuro rom
pe la ilusión y las capacidades alucinatorias normales del desarro
llo, como la succión y los gorjeos.
En su ejemplo princeps, Tustin nos habla de su primer pa
ciente autista. Relata que el niño en una sesión le cuenta con sus
recursos su sorpresa al ver a una amiga de su mamá amamantando
a su bebé. Muy conmovido con algunos lápices y algunas palabras
que podía decir en aquel entonces pudo hacerse comprender o
hacerle comprender a Tustin que lo que más le impresionó era
que el pecho y el pezón fueran exteriores a la boca del bebé. El bebé
tenía que aferrarse al pezón para obtener satisfacción porque para
él lo que llamaba botón era una excrecencia de su propia boca y
cuando ella pudo interpretarlo en la relación transferencia!, eso
permitió que el niño empezara a evolucionar.
El niño recurre a las maniobras que Tustin llamó autosensua-
les para evitar la percepción de falta, “para defenderse contra una
muerte, una nada, una aniquilación alucinada”. El negativo es un
abismo sin puente que puede ser experimentado como la desespe
ración absoluta.
El aspecto duro del objeto autista provendría de la rigidez
muscular o aferramiento ante situaciones de extrema tensión al
borde del abismo. “Los niños auristas usan, bastante a menudo,
un objeto duro en la boca o en la mano, pero el contorno blando
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I i I il>1 0 -. csi.i vc-idadir.miente perdido basta que los vínculos a
>>>. I- la mirada sean s u l k ientemente restablecidos” (Ci. I laag).
I I Milu >-acmé el objeto autista unido a su cuerpo. Los espacios
................ n l o i i s son taponados por el uso de las formas y los objetos
............... ni el acec lio del agujero negro por debajo de ellos. Estos
ti1 1 ni a sienten envueltos por sus sensaciones corporales, prove-
■•u un . del endurecimiento de la “coraza” muscular o del uso de
nli|i ni duros” externos, como picaportes, autos, etc. Estos obje-
I-- diiios lorman parte de ellos mismos, constituyendo un casca-
.... tuioj>,enerado en una espacialidad bidimensional que excluye
I I | n ii epi ion de otros cuerpos; su consecuencia es la carencia de
I >uli .1 de l.i separación corporal.
I I analista no debe dejarse usar como un objeto autista, o sea
>niño un objeto inanimado ni tampoco arrancarle el objeto bru-
i límente. La diferencia con el objeto transicional es que el objeto
mi isla es un objeto-yo y no un objeto no-yo.
l oi inas autistas
I as formas autistas son creaciones idiosincráticas personales de
- ada niño. El espectáculo de formas redondas como la caída del
sol, la luna llena, las pelotas o los aros le resultan fascinantes. En
estas contemplaciones, y en todas las producciones táctiles, labe-
iínticas y kinestésicas parecen mostrar la búsqueda desesperada
de- un sentimiento de continuidad del existir y un tiempo circular
i orno el platito que hace circular A. en sus manos en el inicio de
la cura.
Estas formas introducen un límite elemental, que encierra
un espacio, que no están localizadas en el exterior ni en el interior.
Las formas del sonido, el aroma, el gusto y la visión parecen más
“tocadas” que escuchadas, olidas, saboreadas o vistas. Las formas
se inician “tocando” sustancias corporales blandas como heces,
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movimientos, iliciones, tienen v.iloi de imágenes, imágenes que
citan y evocan imágenes en el psiquismo del espectador.
Estos fenómenos señalan un punto de inflexión en la ma
duración de los procesos de simbolización precoces, tanto en la
localización de los significantes primordiales en presencia de la
madre como en la simbolización posterior de la madre ausente.
Estas puestas en escena corporales tendrían la función de que el
niño pueda representar su mundo interno.
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2
I 11 In| |,| tic A.
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