Hacia Una Parroquia Misionera y Solidaria PDF
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Perfectamente se pueden leer todos estos capítulos cambiando el sujeto ‘Iglesia’ por el
de ‘Parroquia’ y así tenemos que los obispos en el DA formulan un profético y urgente
llamado expresando que:
El acento está puesto en dos grandes llamados que se hacen a la Iglesia y a la Parroquia
desde el encuentro con Cristo Vivo:
2. con un fuerte sentido y compromiso social por los más pobres del Continente.
Formulan claramente el mandato universal de la caridad de Cristo que nos urge para:
• trabajar por el Reino de Dios, la justicia social y la promoción de la dignidad
humana (DA 380-390),
• con una vigorosa y renovada opción preferencial por los pobres (DA 391-398),
Lo mismo con la opción por la familia (DA 432-463), la cultura de la vida (DA 464-
469), el cuidado del medio ambiente (DA 470-475), y la opción por la cultura y su
evangelización (DA 476-480), la educación (DA 481-483), la pastoral de la
comunicación social (DA 484-490), los nuevos aerópagos y centros de decisión (DA
491-500), los constructores de la sociedad (DA 501-508), la pastoral urbana (DA 509-
519), al servicio de la unidad y la fraternidad de nuestros pueblos (DA 520-528), con la
integración de los indígenas y afroamericanos (DA 529-533), los que se deben realizar
todos por los caminos de reconciliación y solidaridad (DA 534-546).
Se trata – dicen los pastores - de ‘entrar decididamente, con todas sus fuerzas, en los
procesos constantes de renovación misionera’, agregando una increíble e inaudita
invitación ‘de abandonar las estructuras caducas que ya no favorezcan la transmisión de
la fe’ (DA 365).
Por lo tanto, todas las unidades pastorales, todos los responsables de la evangelización,
todos los proyectos diocesanos, de manera especial las parroquias, deben considerar
que:
2.- Para que las parroquias sean de verdad: ‘espacios de la iniciación cristiana,
de la educación y celebración de la fe, abiertas a la diversidad de carismas,
servicios y ministerios, organizadas de modo comunitario y responsable,
integradoras de movimientos de apostolado ya existentes, atentas a la diversidad
cultural de sus habitantes, abiertas a los proyectos pastorales y supraparroquiales
y a las realidades circundantes’ (DA 170).
4.- Con la exigencia de ‘reformular sus estructuras, para que sea una red de
comunidades y grupos, capaces de articularse logrando que sus miembros se
sientan y sean realmente discípulos y misioneros de Jesucristo en comunión’
(DA 172). Reformulación que ‘exige que se deje iluminar siempre de nuevo por
la Palabra viva y eficaz’ (DA 172).
5.- Para que ‘todas nuestras parroquias se vuelvan misioneras’ (DA 173).
6.- Convocando y formando laicos misioneros al servicio del mundo (DA 174).
Pedro Ossandón B.
Vicario Episcopal de la Zona Norte de Santiago, Chile.
FICHA BIBLIOGRÁFICA