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Terminos Biologia

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TERMINOS BIOLOGIA

1.- Articulación (anatomía)

Articulación

Ilustración de una articulación sinovial (diartrosis).

Cráneo de un recién nacido. Son visibles las suturas entre los huesos del cráneo que
corresponden a una articulación de tipo sinartrosis con nula movilidad.

Se llama articulación a la estructura anatómica que permite la unión entre dos huesos o


entre un hueso y un cartílago. Las articulaciones se estabilizan mediante ligamentos que
unen los extremos óseos y tienen movilidad gracias a los músculos que se insertan en sus
proximidades. La parte de la anatomía que se encarga del estudio de las articulaciones es
la artrología.1
Las funciones más importantes de las articulaciones son constituir puntos de unión entre los
componentes del sistema óseo (hueso, cartílagos), y facilitar movimientos mecánicos,
proporcionándole elasticidad y plasticidad al cuerpo. Algunas articulaciones no son móviles,
como las que se establecen entre los huesos del cráneo, sin embargo son de gran
importancia pues permiten la protección del encéfalo y hacen posible al mismo tiempo su
crecimiento durante la infancia.
2. Cartílago articular

Corte esquemático de una articulación sinovial.


El Cartílago es un tipo de cartílago hialino, aunque carece de pericondrio. Está formado por
unas células que se llaman condrocitos. Las funciones de este cartílago son
fundamentalmente:

 Amortiguar la sobrecarga de las superficies en contacto (por su elasticidad).


 Permitir el desplazamiento de las superficies óseas durante el movimiento.
Para llevar a cabo estas dos funciones, el cartílago articular tiene una estructura
característica: el cartílago articular es avascular (no tiene vasos sanguíneos ni linfáticos), se
nutre por difusión pasiva desde el líquido sinovial y el hueso subcondral (este último
mecanismo sólo en cartílago joven), no tiene inervación (la percepción del dolor se realiza
por las terminaciones nerviosas de la membrana sinovial, hueso subcondral, cápsula
articular y músculo).
El cartílago está compuesto por una red de fibras de colágeno tipo II y proteoglucanos
producidos por los condrocitos. Las fibras de colágeno forman más del 50 % del peso seco y
se encargan del mantenimiento de la integridad del tejido. Los proteoglucanos son muy
viscosos e hidrófilos, lo que produce una gran resistencia a la compresión.
Es una delgada capa de tejido elástico y resistente que recubre los extremos óseos e impide
su roce directo para evitar el desgaste.

3.- Qué es el colágeno?

Los medios de comunicación tratan de vender infinidad de productos cuyo reclamo es el


colágeno. Bien hidrolizado, los alimentos que lo contienen, en cápsulas, pastillas, cremas
con magnesio, en polvo… encontramos colágeno en infinidad de productos de belleza que
prometen una piel tersa y joven sin arrugas, pero ¿qué es el colágeno? ¿Dónde se
encuentra?

¿Qué es el colágeno? El colágeno es una de las proteínas más frecuentes de las células
animales. En vertebrados se han identificado hasta 40 genes que codifican para moléculas
de la familia del colágeno. Son entre el 25 y el 30% de las proteínas que generan, por lo
que la familia del colágeno es la proteína mayoritaria de la matriz extracelular Estas
moléculas se suelen agrupar para formar hasta 28 tipos diferentes de fibras de colágeno.

Composición: la proteína de colágeno es una molécula formada por trímeros de


aminoácidos, unidos por puentes de hidrógeno entre los tripletes. Los aminoácidos son
glicina, prolina, lisina e hidroxiprolina. La glicina es muy común, sin embargo los otros son
más infrecuentes en la formación de otras proteínas. Los tripletes tienen el orden
siguiente: glicina-prolina o lisina-hidroxiprolina, prolina o lisina. Las cadenas de
colágeno pueden llegar a medir casi 1500 aminoácidos y uno de cada tres siempre es una
glicina.
Fibras de colágeno de dermis vistas al microscopio óptico.

Estructura: los tripletes de aminoácidos forman cadenas alfa. Debido al pequeño


tamaño de la glicina la cadena tiende a girar a la izquierda (es levógira). Estas cadenas
miden unos 300 nm de largo y 1,4 nm de diámetro. Cuando se unen 3 cadenas alfa forman
el llamado procolágeno. A este monómero se le denomina colágeno tipo I y es la forma más
común del colágeno. Tiene un diámetro de 8,6 nanómetros. La triple hélice se mantiene
unida por enlaces de hidrógeno entre las distintas cadenas. Fuera de la célula el colágeno
adquiere su configuración madura, tropocolágeno, que es la unión de diferentes fibras de
procolágeno para formar una malla. Ésta se mantiene unida gracias a los enlaces entre
moléculas de lisina de cadenas distintas. Dependiendo de la cantidad de enlaces que se
establezcan el colágeno tendrá unas cualidades mecánicas de tensión y elasticidad
diferentes. Las fibras tienen un peso medio de 100 KDa.
Función: El colágeno está presente en el tejido conjuntivo de todos los órganos, desde
la piel hasta el hueso o incluso la córnea de los ojos. Su función principal es la de otorgar
resistencia a los diferentes tipos de órganos. Evidentemente cada órgano tiene una
resistencia diferente, la piel es mucho más elástica que el hueso. Esto se debe a que cada
tejido contiene una mezcla de tipos de colágeno diferente. El tipo I es el mayoritario en
todo el cuerpo humano, siendo especialmente importante en la piel. El colágeno forma
una malla elástica que sostiene los tejidos y permite su movimiento. 

4.- Conaliculos
5.- Diáfisis - Definición

Hueso largo en el que se representan las epífisis en sus


extremos, la diáfisis en el centro y la metáfisis en la zona de
transición entre ambas.

Se llama diáfisis a la porción central o cuerpo de los huesos largos.1


La diáfisis tiene forma cilíndrica y alargada y está localizada entre los dos extremos del
hueso o epífisis. Las epífisis se corresponden con los extremos de los huesos largos y es
donde se sitúan las articulaciones. La zona de unión entre diáfisis y epífisis se
llama metáfisis.
Los principales huesos que poseen diáfisis son los huesos largos de las extremidades. En el
ser humano tiene diáfisis el fémur, la tibia, y fíbula (peroné), los metatarsianos y las falanges
en las extremidades inferiores, y el húmero, la ulna (cúbito), el radio, los metacarpianos y las
falanges en las extremidades superiores. Otros huesos largos que poseen diáfisis pero no
están en las extremidades son la clavícula y las costillas.2
La diáfisis se encuentra recubierta en su porción externa por un tejido que se
llama periostio y en su parte interior posee una cavidad denominada canal medular, el cual
contiene médula ósea amarilla (el cual reemplaza a la medula ósea roja que se nota en los
primeros estados de desarrollo del hueso) que tiene gran cantidad de grasa. El hueso que la
forma está constituido por tejido óseo compacto.2
Por el contrario la epífisis tiene en su interior la llamada médula ósea roja y el hueso que la
forma no es tejido óseo compacto en su totalidad, sino tejido óseo esponjoso recubierto de
hueso cortical compacto.

6.- Fractura
Es la ruptura total o parcial de un hueso por diversas causas; lo más común es que se deba
a un accidente, una caída fuerte o una lesión deportiva. La fractura provoca un dolor intenso
y dependiendo de la gravedad puede necesitar cirugía para recomponer el hueso.

Tipos

Existen distintas formas de clasificar las roturas de los huesos. Dependiendo del tipo de
daño, se clasifican de la siguiente manera:

Fractura completa: El hueso se rompe en dos partes.

Fractura en tallo verde: El hueso se rompe pero no se separa en dos partes. Es típica de los
niños.

Fractura simple: El hueso se quiebra por una parte.

Fractura conminuta: El hueso se quiebra en más de una parte o se astilla.

Fractura abierta: El hueso sobresale a través de la piel.

Fractura cerrada: Hay rotura pero no sobresale el hueso por la piel.

Fracturas por estrés Son las que se dan al ejercer presión de forma repetitiva en los
huesos. Se pueden distinguir dos tipos:

Fracturas por debilidad: por haber algún tipo de deficiencia ósea que debilite los huesos,
como la osteoporosis.

Fracturas por fatiga: a causa de una actividad exagerada y repetitiva. Es frecuente en los
deportistas o en aquellas personas que realizan actividades físicas de manera frecuente.

7. Hematopoyesis

La hematopoyesis o hemopoyesis  es el proceso de formación, desarrollo y maduración


de los elementos figurados de la sangre (eritrocitos, leucocitos y trombocitos (plaquetas)) a
partir de un precursor celular común e indiferenciado conocido como célula
madre hematopoyética multipotente, unidad formadora de clones, hemocitoblasto o stem
cell.
Las células madre que en el adulto se encuentran en la médula ósea, son las responsables
de formar todas las células y derivados celulares que circulan por la sangre.
Las células sanguíneas son degradadas por el bazo y los macrófagos del hígado. También
es conocida por su distribución en la sangre
8.- DE FIN IC IÓN D E HISTOLOGÍA

La histología es la rama de la anatomía centrada en el análisis de los tejidos del


organismo. Se trata de la disciplina que estudia desde el nivel microscópico de los tejidos
hasta sus funciones.
El italiano Marcello Malpighi (1628-1694) es señalado como el
fundador de la histología. Este biólogo y anatomista fue quien
detectó células vivas por primera vez. Gracias a
los microscopios cada vez más potentes, la histología fue
avanzando a lo largo del siglo XVII y en los años siguientes.
Partiendo de la estructura microscópica de los tejidos, la histología genera conocimientos
sobre la organización, las interrelaciones y el funcionamiento de los diversos componentes
individuales del organismo. Por eso es muy importante para la biología y para la medicina,
entre otras ciencias.
Es posible distinguir entre la histología animal (que gira en torno a los tejidos de los
animales) y la histología vegetal (los tejidos de las plantas). En los tejidos animales, a su
vez, se puede diferenciar entre el tejido nervioso, el tejido muscular, el tejido epitelial y el
tejido conectivo. A continuación se detalla cada uno de ellos:
* tejido nervioso: se trata del conjunto de miles de millones de neuronas con sus
respectivas interconexiones, que da lugar a un sistema de comunicación de gran
complejidad. Cada neurona cuenta con sus receptores, los cuales se encuentran en sus
terminales y se especializan en la percepción de diferentes clases de estímulos, como ser
químicos, mecánicos o térmicos, entre otros, y en la traducción de los mismos para
convertirlos en impulsos nerviosos que más adelante puedan ser procesados;
* tejido muscular: lo componen una serie de células contráctiles conocidas con el nombre
de miocitos. Éstas se especializan en la generación de movimiento por medio de la
interacción de las proteínas también denominadas contráctiles, que son la miosina y la
actina. Este tipo de tejido, de interés para la histología animal, usa la energía química
llamada ATP o trifosfato de adenosina. En nuestro organismo, representa entre el 40 y el 45
por ciento de nuestra masa total;

* tejido epitelial: también se conoce como epitelio. Se trata de una o más capas de células


que sirven para recubrir todas las áreas libres del organismo. Asimismo cumplen la función
de revestir el interior de las cavidades, los conductos y los órganos huecos, además de
formar las glándulas y las mucosas. Por otro lado, forman uno de los conceptos principales
de la histología, el parénquima, que se define como un tejido que tiene una función
específica, por ejemplo, para el órgano al que pertenece;
* tejido conjuntivo: otro nombre por el cual se conoce este concepto es tejido conectivo.
Está formado por tejidos orgánicos que surgen del mismo origen y tienen la función de
sostener las diversas partes del organismo animal, de mantenerlas unidas (lo que se
denomina cohesión), así como de separar ciertos elementos o incluso de distribuir ciertas
estructuras vasculonerviosas. En este grupo se pueden distinguir los conjuntivos
especializados de los no especializados.
Las técnicas histológicas son las operaciones que permiten preparar los tejidos biológicos
para su observación y estudio mediante el microscopio. De esta manera, el profesional
puede trabajar con aquellas estructuras que no son visibles a los ojos del ser humano.
Como primer paso, se debe obtener una muestra del tejido, para lo cual se suele recurrir al
procedimiento conocido como biopsia (la extracción de tejido). Luego el tejido tiene que
situarse en una sustancia fijadora (como el formol) para que conserve su forma. El lavado
para eliminar el exceso de fijador, la colocación de la muestra en parafina, la realización
de cortes histológicos y la tinción son otras etapas previas a la observación propiamente
dicha.

9 .HUESO

Hueso es un término con origen en el latín ossum. El concepto permite nombrar a las piezas


duras que forman el esqueleto de los vertebrados. Por ejemplo: “Ayer me caí de la
motocicleta y me rompí un hueso”, “Un jugador sufre una terrible fractura expuesta y queda
con un hueso al aire”, “Mi abuela siempre se queja del dolor de huesos”.

Los huesos están compuestos mayoritariamente por tejido óseo (un tipo especial de tejido
conectivo formado por células y componentes calcificados) y poseen cubiertas
de cartílagos, vasos, nervios y otros elementos.
En el ser humano, los huesos tienen una gran capacidad de regeneración y reconstitución,
cumpliendo con funciones importantes en la protección de los órganos vitales (como
el corazón o el cerebro) y permitiendo el movimiento del cuerpo (ya que forma el aparato
locomotor).
Cuando se utiliza en plural, el término puede hacer mención a los restos mortales de
una persona: “Sus huesos fueron trasladados al cementerio de su ciudad natal”, “El
cantante había solicitado que, tras su muerte, sus huesos fueran alojados en la bóveda
familiar”.

10.- D EF IN ICIÓ N D E LIGA M EN TO

El vocablo latino ligamentum llegó a nuestro idioma como ligamento. De acuerdo a


la primera acepción mencionada por la Real Academia Española (RAE) en su
diccionario, se trata del acto y el resultado de ligarse o ligar: fusionar, adherir,
unir.
El uso más habitual de ligamento, de todos modos, refiere
específicamente a una pieza anatómica. Los ligamentos
son porciones de tejido conjuntivo fibroso que permiten
la unión de las articulaciones y los huesos.
De gran resistencia y elasticidad, un ligamento tiene una
composición semejante a un tendón. Estas bandas hacen que
el hueso pueda moverse, pero no en exceso. Así evitan las luxaciones y otras lesiones
ante desplazamientos forzados.
Los ligamentos, en definitiva, tienen la función de estabilizar y unir las
estructuras anatómicas. Mientras que los tendones se encargan de conectar los
huesos con los músculos, los ligamentos vinculan a huesos que son adyacentes entre
sí. Lo que hacen es facilitar los movimientos que son naturales para la anatomía y
restringir aquellos que, en cambio, resultan anormales y provocarían un daño.
En la zona de la rodilla, por ejemplo, podemos encontrar cuatro ligamentos
principales que conectan el fémur, la tibia y la rótula. Ellos son el ligamento
cruzado anterior, el ligamento cruzado posterior, el ligamento lateral
externo y el ligamento lateral interno.
Por lo general los ligamentos se clasifican como cordonados o acintados. Los
ligamentos cordonados o cordonales van de un hueso a otro, mientras que los
ligamentos acintados no pierden el contacto con las estructuras.
Más allá de las articulaciones, también se llama ligamento a cada pliegue
membranoso que permite mantener un órgano en su posición adecuada.
11.- DE FIN IC IÓN D E MATR IZ

También se llama matriz al útero: el órgano que tienen las hembras de los animales
mamíferos adentro de la pelvis. La matriz es hueca y permite el desarrollo del feto en su
interior hasta el momento del parto.
Este órgano es el mayor del aparato reproductor femenino del ser humano. Cuando se
produce la gestación, el bebé crece durante unos 280 días en el seno de la matriz hasta que
está en condiciones de nacer e iniciar su vida independiente.

12.- Osteoblasto

Imagen tomada con un microscopio óptico de un osteoblasto teñido con Giemsa.

Esquema de los osteoblastos y los osteoclastos.

Los osteoblastos (del griego στέον, osteon = hueso y βλαστ, blastos = germen)


son células del hueso encargadas de sintetizar la matriz ósea, por lo que están involucradas
en el desarrollo y el crecimiento de los huesos. El desarrollo de los osteoblastos se ve
influido por distintos factores que estimulan su formación como la hormona paratiroidea y
la vitamina D. Se encargan del mantenimiento, el crecimiento y la reparación del hueso.

Los osteoblastos se disponen en el frente formador de hueso, en una capa epitelioide de


células cuboideas o cilíndricas bajas. El núcleo, con nucléolo único, está muy desarrollado,
situado con frecuencia en el extremo de la célula más distante de la superficie ósea. Además
contienen un aparato de Golgi bien desarrollado, con numerosas mitocondrias, con
abundante retículo endoplasmático rugoso que confiere un color intensamente basófilo al
citoplasma.

13. Definición de Osteocito

El osteocito es una célula ósea, parte del tejido óseo, es decir intrínseca de los huesos, que
justamente está alojada en la matriz, en la parte más importante de un hueso. Más
precisamente se alojan en una pequeña cavidad y diseminan prolongaciones que se
contactan con otros osteocitos conformando un complejo sistema.

.-14 Osteoclasto
Osteoclastos: células que eliminan hueso
Los osteoclastos son un grupo especial de células que cumplen una función
contraria al osteoblastos, su labor es llevar a cabo la resorción del hueso.

Esto se lleva a cabo gracias a la capacidad de estas células de adherirse al tejido


óseo y liberar sustancias ácidas capaces de reabsorber la matriz orgánica y
facilitar la degradación de los cristales de mineral. Este proceso es controlado por
la acción hormonal, hormonas como la parathormona y la vitamina D estimulan la
activación de los osteoclastos, mientras que los estrógenos y la calcitonina la
disminuyen.

La actividad de estas células es necesaria para las etapas en las cuales hay
crecimiento o remodelación de los huesos. En el caso de los niños, sus huesos
tienen una alta actividad de resorción en su interior y de formación de nuevo
hueso en su exterior, este proceso es necesario para que ocurra el crecimiento.

Durante la etapa adulta, una mayor actividad de los osteoclastos en proporción


con la de los osteoblastos lleva a que ocurra un balance negativo, que explica la
disminución de la matriz mineral del hueso que se conoce como osteoporosis.

16.- Qué son las osteonas?

Las osteonas son los elementos básicos estructurales de la matriz del hueso cortical

mineralizado en mamíferos y grandes tetrápodos. También se pueden denominar Sistemas

de Havers (Hall, 2005).

Los huesos podemos estudiarlos desde un punto de vista macroscópico (compuesto por el

tejido óseo compacto y el tejido óseo esponjoso) o microscópico, que es el que ahora nos

interesa. 
Estructura interna del hueso en detalle.
Microscópicamente podemos hacer una clasificación, ya sea atendiendo
a

 la organización de su matriz ósea:


1. Hueso inmaduro: de rápido crecimiento, formado por una matriz
ósea de fibras de colágeno agrupadas, con los osteocitos distribuidos
aleatoriamente. Se encuentra en embriones y en individuos jóvenes
de crecimiento rápido (Hillier & Bell, 2007).
2. Hueso lamelar: presenta una matriz formada por fibras de
colágeno entrecruzadas unas con otras y está asociado con una baja
tasa de osteogénesis, por lo que es común en individuos adultos
(Martínez-Maza, 2007).
 su patrón de vascularización:
1. Tejido óseo primario (osteonas primarias)
2. Tejido óseo secundario (osteonas secundarias).
Las osteonas primarias tienen un canal central que contiene dos o más vasos sanguíneos,
pero carece de una línea de cemento que la delimite (Hall, 2005).
Las osteonas secundarias están delimitadas por una línea de cemento, y en su centro
tienen el canal de Havers, que contiene vasos sanguíneos y nervios (Pfeiffer et al., 2006).
Este tipo de tejido óseo sustituye al tejido óseo vascular primario e implica un proceso de
remodelación ósea cortical (Enlow y Hans, 1998; Martínez-Maza, 2007). Las osteonas
secundarias, a su vez, se dividen en varias categorías:
 Tipo I: son las osteonas típicas, ya explicadas.
 Tipo II: se forman a partir del canal de Havers de una osteona ya existente.
Las osteonas secundarias (imágenes inferiores) están delimitadas por las líneas de
cemento, que las separa del resto de tejido óseo. A su vez están formadas por “bandas”
llamadas lamelas, producto de la actuación de las células óseas (osteoblastos y
osteoclastos). En las osteonas se pueden observar lagunas osteocíticas, estas estructuras
engloban a los osteocitos (un osteocito es una célula ósea que aparece cuando los
osteoblastos quedan gradualmente envueltos por su propia secreción de materia ósea)
(Bloom & Fawcett, 1995). Las lagunas osteocíticas tienen largas prolongaciones contenidas
en conductos llamados canalículos, que desembocan en los canales de Havers de las
osteonas para el intercambio de productos celulares de desecho, por nutrientes y oxígeno
(Gartner & Hiatt, 2011).

17.- D EFIN IC IÓN D E PER IOSTI O

En la palabra latina “periosteum” se encuentra el origen del término periostio. No


obstante, aquella, a su vez, deriva del griego “periosteon” que está conformada por dos
partes claramente delimitadas:
-El prefijo “peri-”, que puede traducirse como “alrededor”.
-El sustantivo “osteon”, que es equivalente a “hueso”.

El término se emplea en el ámbito de la anatomía para nombrar


a una membrana compuesta por fibras que permite nutrir a los
componentes óseos del organismo.
El periostio recubre la parte externa de los huesos, salvo en
aquellos espacios donde se insertan los tendones, ligamentos o
articulaciones. El vínculo con cada hueso está dado a través de fibras de colágeno de gran
resistencia.
La irrigación de sangre permite que el periostio aporte nutrientes a los elementos óseos. La
membrana está formada por dos capas (una interna y otra externa): la interna alberga
células que, en caso de producirse una fractura, resultan vitales para la recuperación del
hueso. Puede decirse, por lo tanto, que el periostio es necesario para alimentar al hueso y
para permitir su desarrollo y recuperación.
Los deportistas en general son las personas que sufren más problemas en cuanto al
periostio se refiere, en concreto, aquellos que realizan una disciplina de alto impacto que les
lleve a tener que correr o a saltar.

Cuando sufren problemas relacionados con esa membrana, suele ser debido a varias
causas, entre las que destacaríamos las siguientes:
-Han realizado demasiado ejercicio. Por eso, para evitar que se produzca por este motivo se
les recomienda que a la semana no aumenten aquel en más del 10%, tanto en lo que se
refiere a duración como a intensidad o frecuencia.
-Una insuficiencia de calcio.
-Debilidad de los huesos, por causas genéticas o de otro tipo.
-Una mala mecánica corporal, debido al estilo que tienen al correr o a la fuerza muscular de
la cadera.

Sea cual sea la causa del problema del periostio se requiere que la persona acuda a su
médico para que le realice distintas pruebas y pueda comprobar el estado en el que se
encuentra así como si realmente esa es la dolencia que se sufre. De esta manera, en caso
afirmativo, establecerá un tratamiento que, por regla general, consistirá en un tiempo de
reposo absoluto.

Es posible que una persona sufra diversos inconvenientes debido a trastornos en el


periostio. Se conoce como periostitis tibial a una hinchazón de la membrana que cubre la
tibia. Dicha lesión es frecuente entre los atletas que se dedican a correr ya que el pie
impacta de manera casi constante contra el terreno, provocando vibraciones en músculos y
huesos que llevan a la inflamación del periostio.
El síntoma más común de la periostitis tibial es un pinchazo en la pierna que dificulta los
movimientos normales. Para prevenir la periostitis se recomienda estirar los músculos antes
de iniciar la actividad física y utilizar un calzado que logre absorber el impacto del pie contra
el piso. Una vez decretado el trastorno, un médico debe ser el encargado de sugerir un
tratamiento, que suele incluir la aplicación de frío en la zona y el uso de antiinflamatorios
18.-Raquitismo

Raquitismo
El raquitismo (del griego ῥάχι-ς/-δος rhakhi(d) "columna vertebral" + -îtis "inflamación" +
-ismos "proceso patológico") es una enfermedad producida por una deficiencia de vitamina
D. Se caracteriza por deformidades esqueléticas causadas por un descenso de la
mineralización de los huesos y cartílagos debido a niveles bajos de calcio y fósforo en la
sangre. Uno de los grandes clínicos del siglo XVII, Francis Glisson, fue el que dio la
explicación más extensa del raquitismo infantil (deformación de la cabeza, tórax y raquis) en
su libro sobre el tema donde dice que los pequeños pacientes no mueven las articulaciones
y tienden más bien a estarse quietos.
La frecuencia del raquitismo ha ido en aumento internacionalmente. Las posibles razones
incluyen las recomendaciones para que los niños usen protector solar y la tendencia de
pasar más tiempo en casa, viendo la televisión o jugando a juegos electrónicos, en vez de
jugar al aire libre.1

19.- TENDON

DEFIN IC IÓN D E TEN D ÓN


Una de las mejores maneras para comenzar a descubrir un término es averiguando su
origen etimológico. Por eso, nada mejor que hacerlo con la palabra tendón que deriva del
griego, concretamente de “tenon”, que se utilizaba con dos sentidos: para definir
propiamente a lo que es un tendón del cuerpo humano y para referirse a la cima de una
montaña.

La idea de tendón se emplea en la anatomía para


nombrar a una estructura fibrosa que cuenta con una
gran resistencia. Los tendones, que se componen de
fibras que forman parte de los tejidos conectivos, se
encuentran en los músculos estriados.
Con forma plana, cilíndrica o de cordón, los tendones
suelen unir músculos y huesos, aunque también
pueden vincular a los músculos con otras estructuras
corporales. Por lo general, permiten que el músculo se
inserte en el hueso y así lograr la transmisión de fuerza para que se genere un movimiento.
Es importante no confundir los tendones con los ligamentos. Mientras que los tendones
permiten mover los huesos, los ligamentos se encargan de vincular los huesos entre sí para
aportar estabilidad a la estructura.
El tendón más fuerte del ser humano es el tendón de Aquiles, también llamado tendón
calcáneo. Con unos quince centímetros de longitud, este tendón se encuentra detrás del
tobillo y llega hasta el sector medio de la pierna. Su función es la unión del músculo sóleo y
del gastrocnemio con el hueso calcáneo.
La rotación lateral y la flexión de la rodilla, por otra parte, son posibilitadas por el tendón de
la corva. Este tendón relaciona el isquión con el peroné y la tibia.
Cuando un tendón se inflama, se produce el trastorno que se conoce como tendinitis. Esta
inflamación, habitual en el tendón de Aquiles, provoca dolor: el tendón, al incrementar su
calibre, ejerce una presión sobre la piel, que se inflama. Por lo general la tendinitis se
produce cuando la persona repite movimientos sin adoptar una postura adecuada.
Además de la mencionada enfermedad, existen otras que también afectan de manera clara
a los tendones. Nos estamos refiriendo, por ejemplo, a las siguientes:
-Calcificación tendinosa, que suele afectar de manera habitual a lo que es el tendón del
hombro. Se traduce en la creación de depósitos de cristales de sal de calcio en esa zona.
-Tenosinovitis, que se identifica por ser la inflamación de la zona que viene a rodear lo que
son los tendones de los músculos, flexores y extensores, que hay en los dedos de las manos
y de los pies. Se detecta porque la persona en cuestión verá que tiene esas zonas
inflamadas y porque siente dolor. Las causas habituales de ese cuadro son una infección de
tipo bacteriano o un reumatismo, entre otras.
-Codo de tenista. En más de una ocasión hemos oído hablar de este problema de salud que,
como su propio nombre indica, afecta al codo y por regla general a quienes practican el
citado deporte de raqueta. Viene a ser una inflamación de los tendones que unen el citado
codo con lo que es el conjunto de músculos del antebrazo.

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