HIstoria de La Iglesia 1 PDF
HIstoria de La Iglesia 1 PDF
HIstoria de La Iglesia 1 PDF
CONTENIDO
INTRODUCCIÓN .................................................................................................................................5
CAPÍTULO I..........................................................................................................................................7
EL MUNDO EN EL QUE CRISTO NACIÓ: ORÍGENES DEL CRISTIANISMO ..............7
CAPÍTULO II ...................................................................................................................................... 17
SIGLO I ................................................................................................................................. 17
PRIMEROS PASOS .............................................................................................................. 17
CAPÍTULO IV ..................................................................................................................................... 41
SIGLO II ............................................................................................................................... 41
NUEVOS DESAFÍOS, NUEVOS PERSONAJES ................................................................ 41
CAPÍTULO V ...................................................................................................................................... 56
PRIMERAS ORGANIZACIONES ....................................................................................... 56
CAPÍTULO VI ..................................................................................................................................... 63
SIGLO III ............................................................................................................................... 63
PERSECUSIONES Y NUEVAS TRADICIONES ................................................................. 63
3
Historia de la Iglesia Pastor Christian Amoretti S.
BIBLIOGRAFÍA................................................................................................................................ 155
PÁGINAS WEB REFERENCIALES ..................................................................................... 157
4
Historia de la Iglesia Pastor Christian Amoretti S.
INTRODUCCIÓN
Aquella iglesia que comenzó con un pequeño grupo de 120 creyentes reunidos en un “Aposento Alto”
tuvo que ir enfrentándose a un cada vez más complejo desarrollo, bendecido grandemente con la
maravillosa presencia del Espíritu Santo, pues sin Él no hay iglesia, pero, a la vez con gran oposición,
siendo perseguida, en algunos casos por los de adentro, que con un vivo celo por las cosas de Dios
trataron de “legalizar” tradicionalmente a la naciente iglesia; así como la persecución exterior, sea ésta
de parte de los judíos como de los gentiles, lo cual sirvió también de impulso para el avance y la
extensión del evangelio.
Con el paso de los años aquellos que los perseguían terminaron reconociendo la importancia de la
iglesia, la cual sin darse cuenta se vio envuelta de la noche a la mañana en parte del poder que
lamentablemente terminó corrompiéndola; lo peor de todo es que esa corrupción que existía ya en el
mundo y que penetró en la iglesia hizo que el desarrollo de la civilización como se tenía conocida hasta
entonces diese un paso atrás en vez de mejorar. Es decir aquella iglesia, que es la misma hoy, que está
llamada a ser luz decidió ponerla debajo de una caja, anulando el brillo pleno que debería tener.
Aunque ciertamente había remanentes de la iglesia, éstos sólo permitieron que la misma permaneciera
viva esperando ser liberada…
Es por eso que al dar un pequeño vistazo a la historia cristiana, podemos decir que la iglesia siempre
estuvo presente, aunque las manifestaciones de poder y su influencia habían “decrecido”; consideremos
también que los escritos se dejaron de hacer como antes, en gran parte, por el bajo nivel socio cultura al
cual el mundo llegó; sea como fuese, la iglesia real nunca desapareció, siempre estuvo presente
cumpliendo con su misión.
5
Historia de la Iglesia Pastor Christian Amoretti S.
Pero, para poder comprender el desarrollo de la historia del cristianismo, debemos observarlo dentro de
la historia universal, pues ni la iglesia ni la fe cristiana es ni debe ser ajena al mundo, pues estamos en
el mismo para darle significancia (sal y luz), de allí la importancia de no aislarse y comprender el
desarrollo cristiano en todo el entorno que le rodea.
Así que de manera general sólo debemos recordar cómo se suele dividir los estudios de la historia
universal:
Edad Antigua: Se inicia con el descubrimiento de la escritura, que marca el final de la Prehistoria y el
comienzo de la Historia.
Edad Media: Inicia con la caída del Imperio romano de Occidente (476) y finaliza con la Caída de
Constantinopla por el Imperio turco (1453), otros consideran que se dio con el descubrimiento de
América en 1492.
Edad Moderna: Se inicia con la Caída de Constantinopla (1453) hasta la Revolución Francesa (1789).
A partir de este momento con este concepto básico en mente debemos considerar cada uno de los
acontecimientos que se fueron presentando.
En este breve estudio veremos lo acontecido con la iglesia y el desarrollo del cristianismo desde el inicio
de la Iglesia en el libro de los Hechos hasta nuestros días, procurando resaltar los datos más relevantes,
pues, debemos tener muy en claro, que de la historia se aprende…
En este mismo estudio, hemos procurado condensar lo más resaltante, pues tratar de abarcar cientos de
años en tan poco espacio es muy difícil, sólo esperamos que esto no quede en el papel y sirva de
experiencia para mejorar, especialmente con nuestra interrelación con aquel que guía y fortalece a la
iglesia, aquel Espíritu Santo que nos permitirá seguir haciendo historia hasta la pronta venida del Señor.
1 Otros consideran que ésta se inicia con la Declaración de Independencia de Estados Unidos en 1776.
2 Actualmente se está comenzando a considerar la edad Posmoderna, la misma que se inicia con el fin de la Guerra Fría y la Caída del
Muro de Berlín (1989).
6
Historia de la Iglesia Pastor Christian Amoretti S.
CAPÍTULO I
EL JUDAÍSMO EN PALESTINA
Aunque durante este tiempo Palestina está bajo el dominio del Imperio Romano desde hace cerca de
medio siglo, debemos observarlo más independientemente por la particularidad del mismo a más de la
concentración de eventos que se dieron allí.
Cuando los romanos llegaron a Judea, la misma se encontraba en conflicto interno entre dos de sus
príncipes, Hircano II y Aristóbulo II, quienes recurrieron a la mediación del general romano Pompeyo,
el cual valiéndose de ello nombró a Hircano II como gobernante Asmoneo 3 para poner fin al conflicto,
limitándole su autoridad a cuestiones locales y no exteriores.
Hircano, poseía el carácter débil y el poder real lo ejercía su consejero y general, Antípatro, el Idumeo4,
a quien posteriormente los romanos, debido a los favores recibidos sería nombrado gobernador de Judea.
Antípatro nombraría a sus hijos Fasael y Herodes como gobernadores de Jerusalén y Galilea
respectivamente.
A la muerte de Antípatro, Herodes, conocido como Herodes el Grande llegaría a ser el hombre más
poderoso de Judea.
Herodes, prosélito judío, al parecer también de origen idumeo como su padre, se casó con una judía,
Mariamne5, para ser visto como un judío completo; también hizo divulgar con el historiador de la corte,
Nicolás de Damasco, que él era descendiente de uno de los primeros judíos en retornar del exilio
babilónico, lo cual no le creyeron 6, pues, de acuerdo a la ley judía, él ni su familia tenían derecho al
trono, ni ser rey de los judíos (Deuteronomio 17:15 “asegúrate de nombrar como rey a uno de tu mismo
pueblo, uno que el Señor tu Dios elija. No aceptes como rey a ningún forastero ni extranjero”;
Deuteronomio 23:7-8 “7 No aborrecerás al edomita, porque es tu hermano; no aborrecerás al egipcio,
porque forastero fuiste en su tierra. 8 Los hijos que nacieren de ellos, en la tercera generación entrarán
en la congregación de Jehová”).
Por lo tanto legalmente para los judíos él era un usurpador, de allí que Herodes el Grande eliminase a
todos aquellos que pudieran arrebatarle el título7, es por ello que inclusive mandó matar a todos los niños
menores de dos años que pudieran tener opción legal a heredar el trono (Mateo 2:16), por todo esto, los
judíos lo consideraban como enemigo y usurpador del trono; por ello, los Asmoneos, en varias ocasiones
habían intentado recuperar el poder, hasta que lo lograron entre el año 41 y 40 a.C. capitaneados por el
asmoneo Antígono Matatías, aprovechando la confusión existente en Roma debido a las guerras civiles
consecuencia de la muerte de Julio César.
7
Historia de la Iglesia Pastor Christian Amoretti S.
Herodes debido a esto huyó a Roma, donde fue muy bien recibido por el Senado Romano, quien le
otorgaría el título de "rey de los judíos"8 en el año 39 a.C. Entonces Herodes demostrando su fidelidad
al Imperio encabezó una procesión desde el Senado (el Capitolio), hasta el templo de Júpiter, el santuario
más sagrado de Roma, donde ofreció sacrificios a dioses paganos.
Posteriormente, Herodes con la ayuda de las legiones romanas, derrotó a sus enemigos en Judea
conquistando Jerusalén el 37 a.C. recuperando el trono, acabando con los Asmoneos y con los
aristócratas judíos que los habían apoyado.
Arquelao no alcanzó ninguna popularidad ni entre los suyos ni entre los romanos, y debido a su estéril
mandato fue depuesto en el año 6 d.C. por Augusto, quien creó un nuevo régimen en la región:
Más adelante, debemos destacar que el nieto de Herodes el Grande, Herodes Agripa, mandó matar a
Jacobo, hermano de Juan (“En ese tiempo el rey Herodes hizo arrestar a algunos de la iglesia con el fin
de maltratarlos. A Jacobo, hermano de Juan, lo mandó matar a espada. Al ver que esto agradaba a los
judíos, procedió a prender también a Pedro. Esto sucedió durante la fiesta de los panes sin levadura”
Hechos 12:1-3), el motivo de esto no fue por cuestión teológica, sino política, al querer quedar bien con
los judíos.
8 Fue Marco Antonio, triunviro de Roma y poseedor de la parte oriental del Imperio romano quien facilitó dicho título.
9 Actium, Grecia.
10 Fue el nombre del tribunal más alto de los judíos, que se reunía en Jerusalén, y también de diversos tribunales menores.
8
Historia de la Iglesia Pastor Christian Amoretti S.
El mundo judío mantuvo su fe monoteística y su esperanza mesiánica, a la vez del gran énfasis en la
Ley. La observancia de la Ley traerá divisiones doctrinales dentro del judaísmo: asideos (observantes
maximalistas11), saduceos (racionalistas), fariseos (intérpretes de la Ley, elitistas, recogieron la
interpretación de la Ley por escrito en la Mishnah12 y en el Talmud13), zelotes (observancia de la Ley
unida al combate).
La comunidad de Qumrám
El judaísmo de la diáspora
En la diáspora judía, se abandonó la lengua materna, y se adoptó la lengua koiné (griego común o
vulgar), que se introdujo en el culto sinagogal: el judaísmo egipcio tradujo al griego el Antiguo
11 Partidario de las soluciones más extremadas en el logro de cualquier aspiración. Este grupo después de los macabeos fueron
involucrándose con los zelotes, los fariseos y los esenios, dependiendo de la posición personal de cada uno.
12 Ley oral que fue recopilada por el rabí Judá el Príncipe. La conforman las prescripciones rituales y jurídicas, éticas y religiosas de
los judíos que dieron origen al Talmud.
13 En hebreo significa enseñar. Tradición judaica que representa casi un milenio de actividad rabínica. Consiste de una enorme masa
de interpretación bíblica, explicación de leyes y de sabiduría práctica que originalmente se transmitía verbalmente y que a través de
los siglos paulatinamente adquirió forma escrita antes de 550 d.C.
14 Sobrenombre dado a la familia de los asmoneos que dirigieron el movimiento independentista judío durante los dos últimos siglos
a.C.
15 La palabra diáspora (διασπορά) significa dispersión, lo cual hace referencia a la dispersión del pueblo judío por todo el mundo,
viviendo entre personas que no son de su condición. El primer exilio o diáspora judía ocurrió en el año 606 a. C., cuando el rey de los
babilonios, Nabucodonosor II, conquistó el Reino de Judá, destruyendo el primer templo y trasladando a los líderes judíos a Babilonia.
El segundo exilio se produjo en el año 70 d.C. cuando el general romano Tito, derrotó una revuelta judía, y destruyó el Segundo
templo. Otro buen número de judíos fue expulsado después de que fuera aplastada la rebelión de Bar Kojba en el año 135 d.C.
9
Historia de la Iglesia Pastor Christian Amoretti S.
Testamento (la llamada "Versión de los LXX"), que será adoptada como traducción oficial de la Biblia
en toda la diáspora.
El judío de la diáspora mantenía un fuerte lazo de unión ideal: Jerusalén y el Templo. Cada año ofrecía
un tributo financiero al Templo, y su más vivo deseo era peregrinar allí por Pascua.
La diáspora tuvo una gran importancia para la primera misión cristiana: Le aportó la LXX; las sinagogas
serán el punto de partida de la predicación, encontrando "prosélitos" y "temerosos de Dios" abiertos a
su mensaje.
Cuando el cristianismo surgió fue visto como una secta más dentro del judaísmo, para después ser vista
como una secta mesiánica judía, pues, su mensaje se centraba en el Mesías.
Al inicio de la era cristiana, la diáspora era numerosa, con unos cuatro y medio millones de judíos
repartidos por el mundo mediterráneo (los judíos en Israel serían un millón; en Egipto, uno de cada siete
habitantes era judío).
10
Historia de la Iglesia Pastor Christian Amoretti S.
11
Historia de la Iglesia Pastor Christian Amoretti S.
Desde la segunda Guerra Púnica16 se dio una helenización de los cultos romanos, que se expresó en un
aumento de los templos dedicados a divinidades griegas y de sus estatuas en suelo romano. El teatro se
encargó de hacer conocer al pueblo la mitología griega; con ello se produjo un retroceso de los antiguos
cultos romanos, retroceso aumentado al entrar en Roma el culto de las divinidades orientales: Cibeles17,
Mitra18, Belona19 (procedente de Capadocia) e Isis20.
La filosofía estoica21 penetró también entre las clases altas de la sociedad, hecho que influyó en
detrimento, tanto de las prácticas religiosas públicas como de las familiares.
La religión oficial del imperio romano asumió las religiones nacionales propias de cada ciudad-estado.
Los dioses velaban por la sociedad, por la prosperidad de la ciudad y ahora del gran estado, le defendían
de los peligros, tanto naturales (hambre y peste), como de los pueblos enemigos. En definitiva se trataba
de una religión patriótica, donde no había distinción verdadera entre el estado y ella, ni en los fines ni
en los medios, ni siquiera en las personas que ejercían el sacerdocio o aportaban sus bienes para los
sacrificios.
Esta situación adquiere su punto culminante en el imperio romano con Augusto, quien buscó poner un
freno a la decadencia religiosa y moral de su pueblo, reconstruyendo la religión de estado y una
convicción que la sostuviese.
1) Augusto asume personalmente la dirección del mismo, lo cual harían después los demás
emperadores, por lo cual, en el año 12 a.C. fue proclamado Pontifex Maximus23, que es el cargo
religioso más alto en todo el Imperio.
2) Tras la muerte de Augusto el senado le proclamará «dios», lo que es un buen ejemplo de la
fusión entre política y religión.
Años después de lo acontecido con Augusto, el emperador Calígula sería honrado en vida como una
divinidad, el mismo Claudio permitiría esto en algunas regiones alejadas del Imperio.
16 La Segunda Guerra Púnica es el enfrentamiento bélico entre Roma y Cartago ocurrido entre el año 218 a.C., con la destrucción
de Sagunto, hasta el 201 a.C. cuando Aníbal y Escipión acordaron la rendición de Cartago.
17 Diosa frigia, considerada como la diosa Madre Tierra.
18 Dios de origen persa, considerado como el dios Sol.
19 Belona era la diosa de la guerra, hija de Júpiter y Juno, compañera o esposa de Marte.
20 Nombre griego de una diosa de la mitología egipcia, considerada como la “Gran diosa madre”.
21 La escuela estoica de filosofía derivó su nombre del Stoa Poikile, el pórtico en Atenas donde Zenón de Citio (335–263 a.C.)
enseñaba. Su enseñanza fue sistematizada y ampliada por Crisipo, (alrededor de 280–207 a.C.), el “segundo fundador” del estoicismo.
Para la época en que Pablo se encontró con los estoicos en Atenas (Hch. 17:18) la actitud general de estos había sido modificada con
elementos tomados del platonismo; de este estoicismo más sincretista Posidonio fue uno de los más destacados exponentes.
En su lucha por comprender la incertidumbre en la vida los estoicos se dedicaron a la búsqueda de la salvación alineando la voluntad
con la Razón inherente del universo, el Logos.
22 González, Joaquín. Los Hechos de los Apóstoles y el Mundo Romano. Págs. 238-239.
23 Pontifex Maximus o Sumo Pontifice (el mayor o más grande “constructor de caminos”, entendiéndose el sentido con respecto a los
dioses – viniendo a ser una especie de Sumo Sacerdote); dicho Pontifex era la cabeza religiosa del estado Romano. Siendo el sacerdote
más alto del Colegio de Pontífices -Collegium Pontificum- quien entre otras cosas se encargaba de la Pax Deorum -la paz con los
dioses- o de la realización correcta de los ritos y costumbres. Dicha posición de carácter vitalicio, estaba abierta en principio solamente
a los ciudadanos patricios, posteriormente se abriría a los plebeyos. En el año 13 a.C., cuando el Pontifex Maximus, Lépido, muere,
Octavio Augusto se convertirá en el nuevo Pontifex Maximus, título que a partir de allí pasaría a los siguientes emperadores hasta el
año 381 cuando el Emperador Graciano declinará recibirlo. Este título durante el Imperio, terminaría asegurando que las acciones del
Emperador “tenían un carácter divino”, de lo cual, siglos más tarde aprovecharía Constantino para proteger al cristianismo.
12
Historia de la Iglesia Pastor Christian Amoretti S.
Por extraño que esto nos pueda parecer a primera vista, el culto imperial es la consecuencia lógica de
una sociedad regida por los principios de una religión nacional. Este modelo de religiosidad se
caracteriza por el hecho de no implicar compromisos morales en el individuo, salvo el amor a la patria.
Este culto tendría un gran éxito en el Imperio lo cual tendría grandes repercusiones para el cristianismo.
Para satisfacer el hambre por una religión personal y llenar el vacío en el alma que dejaba la fría religión
nacional, se fueron abriendo paso en el imperio otras religiones que venían de oriente.
Éstas conservaron siempre su originario carácter privado, aunque su influjo fue sensible a todos los
estratos de la población del Imperio.
La religión popular
La gran masa de pueblo se dirigía a las esferas más bajas de la superstición, que siempre habían
encontrado una mayor difusión y heterogeneidad.
En la cima estaba la ciencia astrológica, que daba a las estrellas un determinado influjo sobre el destino
humano, seguido por la práctica de la lectura de intestinos de animales (arúspice) etc.
Una de las cosas que llaman particularmente la atención, al leer el libro de Hechos, es la facilidad para
el movimiento y el transporte
de personajes que
protagonizan el libro,
especialmente Pablo y sus
colaboradores.
24 Pax Romana, llamada también Pax augusta, constituye un largo período de paz impuesto por el Imperio Romano a los pueblos
sometidos. La expresión proviene del hecho de que la administración y el sistema legal romanos pacificaron las regiones que
anteriormente habían sufrido disputas entre jefes, tribus, reyes o ciudades rivales (por ejemplo, los interminables conflictos entre
ciudades griegas o tribus galas).
El estado de paz se refería sólo al interior de las fronteras del imperio, mientras que se siguió combatiendo a los pueblos de la periferia
(germanos, partos, etc.). La pax romana fue en realidad una paz armada, porque los emperadores conservaron las fronteras del Imperio
gracias a las espadas. Se suele aceptar como fecha de inicio de la paz romana el 29 a.C., cuando Augusto declara el fin de las guerras
civiles, y su duración hasta la muerte de Marco Aurelio (año 180).
En el plano institucional, fue un período de equilibrio. El poder absoluto de los emperadores se ejerció con moderación. La seguridad
de las vías de comunicación favoreció el comercio. Esta prosperidad económica se vio en las ciudades, que se embellecieron y
asentaron en detrimento del campo como centros de romanización y de cultura.
13
Historia de la Iglesia Pastor Christian Amoretti S.
Las Calzadas
Los romanos desarrollaron su red de calzadas por motivos militares. En los primeros días de la expansión
de Roma, el ejército sólo necesitaba desplazarse unas horas de la ciudad para defender sus fronteras.
Pero a medida que fue creciendo el
Imperio, resultó de vital importancia
el poder trasladar tropas y víveres en
forma rápida a través de largas
distancias.
Para planificar el trazo de una calzada, los topógrafos romanos buscaban la ruta más corta, directa y
llana. Para encontrarla, tomaban referencias desde un punto alto hasta otro. Una vez planeada la ruta, se
despejaba de hierbas y árboles. Se cavaba una zanja de aproximadamente un metro de profundidad y se
llenaba con capas de piedras. Con objeto de evitar la formación de charcos (que podrían llegar a romper
la calzada al congelarse), la superficie se construía con una curva elevada llamada peralte y se excavaban
cunetas para el desagüe.
A la vez por vía marítima había una vasta red de transporte dado el alto grado de comercio que se
realizaba en todo el imperio y la gran necesidad de trigo de parte de Roma, debido a este alto índice de
movimiento, los viajes no resultaban caros. Además, la piratería había prácticamente desaparecido en el
14
Historia de la Iglesia Pastor Christian Amoretti S.
año 67a.C. con la campaña marítima que realizó Pompeyo donde derrotó a los piratas y expulsó del
Mediterranero.
A la vez debemos tomar en cuenta que la navegación en esa época era muy diferente a la de hoy en día,
especialmente por la ausencia de cartas de navegación mínimamente solvente, a la vez del
desconocimiento de la brújula, así como la inexistencia del sextante 25 para saber la ubicación de la nave.
Así que su único punto de referencia era el reconocimiento de la costa, lo que obligaba a navegar a poca
distancia de la misma, para no perder su visibilidad, por eso la navegación de cabotaje26 que solían tener
era de día para aprovechar la visibilidad y en la noche se hacía escalas obligatorias en los puertos y
ensenadas. Si por alguna razón de distancia el trayecto era largo entre una costa y otra estos se ceñían a
determinadas fechas para aprovechar el buen tiempo. Es por ello que el tiempo adecuado para navegar
se reducía a menos de la mitad del año.
Fechas de navegación
Esta situación se ve descrita en Hechos 27: 9-12 “Y habiendo pasado mucho tiempo, y siendo ya
peligrosa la navegación, por haber pasado ya el ayuno, Pablo les amonestaba, diciéndoles: ‘Varones,
veo que la navegación va a ser con perjuicio y mucha pérdida, no sólo del cargamento y de la nave,
sino también de nuestras personas’. Pero el centurión daba más crédito al piloto y al patrón de la nave,
que a lo que Pablo decía. Y siendo incómodo el puerto para invernar, la mayoría acordó zarpar también
de allí, por si pudiesen arribar a Fenice, puerto de Creta que mira al nordeste y sudeste, e invernar
allí”.
El día de ayuno al que hace referencia el pasaje bíblico, es la fiesta de Expiación o Yon Kippur, celebrado
a comienzos de otoño, que según los cálculos astronómicos del año 59 d.C., cuando se cree que se tuvo
ese viaje, dicha fiesta cayó al parecer el día 4 de octubre, por lo tanto dicho viaje se iniciaría a mediados
de dicho mes en fechas que se consideraba arriesgado hacerlo.
Sea como fuere, por vía marítima o terrestre, el transporte y la comunicación era lo suficientemente
adecuada como para transportarse sin mayor dificultad, muy aparte de consideraciones ajenas al mismo
como pueden ser ladrones o viajes largos y extenuantes que siempre resultan agotadores. Lo importante
es que todo este entorno permitió un gran avance con el evangelio.
EL EJÉRCITO ROMANO
15
Historia de la Iglesia Pastor Christian Amoretti S.
Una de las cosas importantes que debemos destacar, la cual en cierto modo
permitía la unidad del Imperio fue su ejército; las calzadas originalmente no
tenían el sentido de comunicación vial y comercial, sino de valor militar para
poder transportar a las tropas con mayor facilidad a la vez de hacerles llegar
provisiones y ayuda necesaria en caso de ser necesitada.
Con la Pax Romana la función del ejército había variado, pues, ya no tenían el
objetivo de conquista sino de defensa de las fronteras.
1 Contubernium = 8 soldados
1 Centuria27 = 10 contubernium = 80 soldados
1 Manípulo = 2 centurias = 160 soldados
1 Cohorte28 = 3 Manípulos = 6 centurias = 480 soldados
1 Legión = 10 cohortes29
Centurión
16
Historia de la Iglesia Pastor Christian Amoretti S.
CAPÍTULO II
SIGLO I
PRIMEROS PASOS
El ministerio del Espíritu
LA PRIMITIVA COMUNIDAD DE JERUSALÉN Santo no es un fin sino un
medio para hacer
El primer grupo que Jesús tuvo constaba de 12 apóstoles, todos ellos, discípulos.
incluyendo a Jesús eran de la región de Galilea, a excepción de Judas
Iscariote.30
Debemos reconocer que los galileos,31 en su época eran considerados de menor valor y también con
cierta desventaja cultural, sumándose al mismo, el acento rústico, que los delataba como tales.
Con respecto a este pequeño grupo y su mensaje debemos recordar que Jesús, después de su obra en la
cruz y su resurrección, momentos antes de partir, “les dijo: Así está escrito, y así fue necesario que el
Cristo padeciese, y resucitase de los muertos al tercer día; y que se predicase en su nombre el
arrepentimiento y el perdón de pecados en todas las naciones, comenzando desde Jerusalén. Y vosotros
30 Posiblemente Iscariote se deriva del hebreo, “ish queriyot” que significa varón de Queriot. Hay una doble consideración de la
ubicación de dicha ciudad: Queriot en Moab, de acuerdo con Jer. 48.24, 41; Am. 2.2; la otra posible es Queriot-hezrón (Jos. 15.25), a
19 km al Sur de Hebrón; esta explicación geográfica de “Iscariote” es la más aceptada.
31 En la época de los macabeos, la influencia gentil sobre los judíos se hizo tan fuerte que se retiraron hacia el Sur, donde
permanecieron durante medio siglo. En consecuencia, fue necesario volver a colonizar la Galilea, hecho que, sumado a la diversidad
de su población, contribuyó al desprecio que los judíos del Sur sentían por los galileos.
17
Historia de la Iglesia Pastor Christian Amoretti S.
sois testigos de estas cosas. He aquí, yo enviaré la promesa de mi Padre sobre vosotros; pero quedaos
vosotros en la ciudad de Jerusalén, hasta que seáis investidos de poder desde lo alto.” (Lucas 24:46-
49). Dejándoles de esta manera un mensaje y un plan de partida.
Dada la amplitud del tema sólo veremos de manera breve el acontecer durante el tiempo del libro de los
Hechos (del año 30 al 63 aproximadamente de nuestra era).
El orden para realizar su misión está basada en Hechos 1:8 “pero recibiréis poder, cuando haya venido
sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta
lo último de la tierra”.
Será con el primer mensaje de Pedro en Jerusalén (Hechos 2), que se marcará el inicio de la labor
evangelística de la iglesia.
EXTENDIENDO EL EVANGELIO
Después de la muerte de Esteban (Hechos 7), comenzó la primera gran persecución al grupo de
creyentes, persecución principalmente dirigida por Saulo de Tarso (Hechos 8); aquel pequeño grupo
original de 120 había ido creciendo de manera sobrenatural.
La persecución misma fue el instrumento que Dios usaría para la realización de su mandato: “y todos
fueron esparcidos por las tierras de Judea y de Samaria, salvo los apóstoles… pero los que fueron
esparcidos iban por todas partes anunciando el evangelio” (Hechos 8:1, 4)
EL EVANGELIO EN SAMARIA
En la región de Samaria32 fue Felipe quien comenzó a predicar a otro grupo no judío el evangelio, su
mensaje giraba en dos temas centrales: (1) “el evangelio del reino de Dios” y (2) “el nombre de
Jesucristo” (Hechos 8:12).
Un mensaje netamente Cristocéntrico y doctrinal, sin profundizar en los mismos, pues, el mensaje gira
en torno a Cristo y su reino.
A través de su ministerio, como se puede ver también con los demás en el libro de los Hechos, se
presentó con señales y prodigios, las cuales no salvan a nadie, tampoco lo hacen los sueños, visiones,
profecías, etc., sino Cristo. Recordemos que el ministerio del Espíritu Santo no es un fin sino un medio
para hacer discípulos.
PEDRO Y CORNELIO
Posteriormente, cuando Pedro se encuentra orando en Jope, a orillas del Mar Grande (Mediterráneo),
recibe una visión por la cual se dirige acompañado por unos hombres a la casa de Cornelio, Centurión
32 Región situada en el norte de la margen occidental del río Jordán. El nombre de "Samaria" deriva de una antigua ciudad bíblica del
mismo nombre, la cual fue la capital del Reino de Israel. Fue fundada por Omrí, quien la convirtió en la capital de su reino. Omri
compró el monte de Samaria a Semer de donde procede la etimología de su nombre y edificó allí la nueva capital de Israel (1 Reyes
16:24).
18
Historia de la Iglesia Pastor Christian Amoretti S.
romano33, el cual era un temeroso de Dios. Por varias razones, Cornelio no era el mejor candidato para
acceder a la pureza según la mentalidad judía de entonces; vivía en Cesarea, ciudad predominantemente
gentil (Hechos 10:1). Aunque había judíos en esa región, era mal vista porque allí tenía su asiento el
gobierno romano, y en ella eran muchos los que practicaban costumbres paganas.
Cornelio tenía un cargo público desempeñado a favor del imperio romano. Como centurión estaba al
mando del ejército y, probablemente, tenía que luchar contra los rebeldes judíos de entonces. Es posible
que Cornelio participase en batallas en donde derramó sangre.
Pedro aparentemente es un judío puro. Oraba a Dios (Hechos 10:9) y jamás había comido algo impuro
o inmundo (Hechos 10:17). De manera que durante su vida había hecho todo lo que estaba a su alcance
para mantenerse puro evitando cualquier alimento inmundo.
En Hechos 10 se puede notar cómo la acción del Espíritu transforma el paradigma judío de la pureza y
la impureza, de tal manera que los “defensores de la circuncisión” que habían llegado con Pedro
quedaron asombrados.
Saulo, quien antes era el principal perseguidor de la iglesia se convertiría al Señor de una manera
impactante (Hechos 9), recibiendo también un llamado especial al mundo no judío (Hechos 9:15).34
Una cosa que debemos considerar es que el pensamiento judeocristiano de la época, era muy
conservador, y aunque influenciados por su entorno grecorromano ellos fueron capaces de conservar y
preservar sus costumbres debido básicamente a su propia ortodoxia, especialmente en lo que respectaba
a su fe, es por ello que no deseaban hacer grandes cambios en su “esquema”.
Por ello que al realizarse la evangelización de Samaria no hubo mayor reacción que la de enviar a dos
apóstoles, Pedro y Juan, para confirmar a los nuevos creyentes, ministrándoles mediante la oración e
imposición de manos.
19
Historia de la Iglesia Pastor Christian Amoretti S.
Consideremos que para que un judío reconociese la necesidad de anunciar el evangelio al mundo
pagano, le era preciso pasar por un “terremoto” personal, y Pablo lo hizo.
Bernabé, quien procedía de la diáspora judía de Chipre, estaba libre de prejuicios para poder evaluar;
por ello, aprobó la acogida de los griegos en la iglesia, y se formó una idea que tendría consecuencias
históricas para el mundo: en este lugar debería predicar Saulo o Pablo de Tarso, que tras su conversión
a Cristo se había retirado a su patria.
La comunidad de Antioquía se consolidó; y sus miembros inclusive recibieron, por primera vez, el
nombre de "CRISTIANOS"37 (Hechos 11: 22-26).
LA MISIÓN PAULINA
Pablo vio ante sí, como su campo de misión, el Imperio Romano, con hombres unificados por una misma
cultura y una misma lengua, el griego koiné (común).
Pablo al ser un siervo guiado por el Espíritu Santo, nos muestra que tuvo un plan de misión pensado y
seguido por él. Sus viajes misioneros vienen preparados en una misión-base: Antioquía, quienes lo
apoyaron y sostuvieron durante dicha misión, en la cual fue acompañado por Bernabé y Juan Marcos,
siendo originalmente Bernabé quien aparentemente presidía el grupo.
El método misionero que Pablo y su gente emplearon se iniciaba en las sinagogas de la ciudad a la que
iban, donde se encontraban con los judíos de la diáspora, los prosélitos y los temerosos de Dios.
35 Aquel hombre, eunuco, había ido a Jerusalén a adorar (Hechos 8:27) y volvía leyendo al profeta Isaías, lo cual nos evidenciaría la
posibilidad de que él mismo, aunque gentil, era un prosélito.
36 Piadoso y temeroso de Dios.
37 Algunos opinan que “cristianos” era un apodo que los satíricos antioqueños inventaron; la teoría más aceptable es que los propios
miembros de la joven y entusiasta iglesia, en su afán de identificarse con Cristo, se hayan autodenominado así.
20
Historia de la Iglesia Pastor Christian Amoretti S.
El equipo misionero en su viaje fue atravesando diferentes ciudades partiendo desde Antioquía a la isla
de Chipre:
ANTIOQUÍA
Era una ciudad cosmopolita de Siria, situada sobre el río Orontes a 38 km de la desembocadura del
Mediterráneo y unos 480 km al norte de Jerusalén. La fundó Seleuco Nicator 301 a.C. (en honor a su
padre Antíoco) en una situación geográfica ideal. Por hallarse entre montañas y casi rodeada de agua,
gozaba de un clima muy favorable en contraste con la mayor parte de Siria. Llegó a ser una ciudad
próspera y populosa (500.000 habitantes).
Pero si Antioquía tuvo fama de ciudad pagana, ocupa también un lugar prominente en la historia del
cristianismo. Habitada por numerosos judíos, a menudo ricos y celosos en su proselitismo (Hechos 6:5).
Antioquía recibió el impacto del mensaje evangélico poco después de la persecución de Esteban (Hechos
11:19).
Antioquía también fue la base de las operaciones misioneras de Pablo. La iglesia de Antioquía,
conformada por judíos y gentiles, fue generosa con los hermanos en Judea, pero a la vez fue objeto de
controversia a los ojos de estos. En tiempos post apostólicos, Crisóstomo y una escuela de interpretación
bíblica dieron más fama a la ciudad, la cual se denominó “la reina del Oriente”.
38 A veces, para distinguir entre Antioquía y las muchas otras ciudades del mismo nombre, se especificaba “Antioquía cerca de Dafne”
21
Historia de la Iglesia Pastor Christian Amoretti S.
SALAMINA
Salamina era un pueblo en la costa oriental de Chipre. Tenía un buen puerto y era el pueblo con más
gente y el más floreciente en la isla durante los períodos helénico y romano. Su población era mezclada,
y tenía ambos elementos: griego y fenicio. Era famosa por sus minas de cobre y también era conocida
por su fruta excelente, su lino, su vino y su miel de abeja.
Bernabé y Pablo, acompañados por Juan Marcos, salieron de Antioquía en Siria en su primer viaje
misionero, y llegaron a Salamina. Allí predicaron el evangelio en las sinagogas (Hechos 13:5). Ninguna
indicación se da en cuanto a la duración de su visita, o el éxito de sus labores. Era el hogar de Bernabé
(Hechos 4:36), y la tradición nos dice que fue martirizado allí durante el gobierno de Nerón39, en el lugar
que está marcado por el monasterio que lleva su nombre.
PAFOS
La ciudad se encuentra al Oeste de la isla y era la capital de la provincia romana, donde residía el
gobernador. La antigua ciudad fue destruida por un terremoto; por lo que Augusto mando edificar la
nueva Nea Phafos o Sebaste, algo más al norte, llegando a ser la capital administrativa de la isla, y la
sede del gobernador.
La secta local de la diosa griega Afrodita (Venus) es la cosa principal que uno debe recordar de esta
ciudad o pueblo. Su adoración era sensual en carácter y equivalía a la deificación de la lujuria. Después
del tiempo de Pablo muy poco se sabe del lugar o de la iglesia de allí; solamente que la tradición dice
que Tíquico, uno de los compañeros de Pablo, fue muerto allí.
Después de visitar Salamina y atravesar toda la isla, como 161 km. de largo, Bernabé, Pablo y Marcos
llegaron a Pafos (Hechos 13:6).
En esta ciudad, Elimas, el mago, fue herido con ceguera, y Sergio Paulo, el procónsul 40, fue convertido
(Hechos 13:7-12). Pablo zarpó de allí a Perge de Panfilia (Hechos 13:13). Bernabé y Marcos pudieron
haber vuelto a visitar posteriormente a Pafos (Hechos 15:39).
PERGE
Era una ciudad al sur de la Anatolia, en la provincia romana de Licia y Panfilia, al Oeste de Cilicia. No
era la capital, que se llamaba Myra, ni tampoco era la ciudad más importante, Side; en cambio Perge era
la ciudad mejor situada en la ruta que conducía a la meseta central de la península Anatólica. A juzgar
por el tamaño de su teatro, para unas 15.000 persona, un estadio, baños y tumbas concluimos que fue
una ciudad significativa.
Aquí llegaron Bernabé y Pablo desde Chipre, desembarcando probablemente en Atalía. Juan Marcos,
que hasta entonces les había acompañado, decidió abandonarlos y volver a Jerusalén. No hay referencia
sí en este viaje predicasen (Hechos 13:13). Pablo probablemente predicó allí dos años más tarde (Hechos
14:24-25).
PISIDIA
Zona montañosa en Asia Menor. La zona se encontraba en el extremo occidental de los montes Tauro, y
la habitaban tribus montañesas incultas que resistieron los esfuerzos de los persas y de sus sucesores
22
Historia de la Iglesia Pastor Christian Amoretti S.
helenísticos por subyugarlos. Los Seléucidas fundaron Antioquía denominada “de Pisidia” para
distinguirla bien.
Pablo y Bernabé anunciaron el Evangelio en Antioquía de Pisidia, su capital (Hechos 13:14), primero
en la sinagoga y después se dirigieron al público gentil (Hechos 13:14-51).
ICONIO
Ciudad de Asia Menor mencionada en Hechos 13:51; como el lugar de los juicios de Pablo, y en Hechos
16:2 como el lugar en el que fue encomendado Timoteo.
Su religión siguió siendo frigia41 en la época de los romanos, y se adoraba a una diosa madre con
sacerdotes eunucos. Después de ser durante un tiempo la ciudad principal de Licaonia, y de pasar por
diversas suertes políticas, finalmente fue incluida en el reino de Galacia, y un poco más tarde en la
provincia romana del mismo nombre.
Aquí llegaron Bernabé y Pablo desde Antioquía de Pisidia y aquí predicaron en la sinagoga y a los
paganos. Por instigación de los judíos tuvieron que abandonar la ciudad tras la amenaza de ser
apedreados (Hechos 13:51-52; 14:1-6). Al cabo de un tiempo retornaron sólo de paso a Iconio (Hechos
14:21-22).
LISTRA
Listra era una bien situada ciudad de Licaonia como a 35 Km. al sur de Iconio. Su importancia se debía
a que Augusto la había hecho una colonia romana, y por eso vino a ser un centro de educación e
iluminación. No se sabe mucho acerca de ella y nada completamente de su historia más temprana. Su
población consistía de licaonios, griegos, judíos y el grupo local de soldados romanos que formaban la
guarnición de la colonia.
Adoraban a muchos dioses y especialmente eran adoradores de la naturaleza. Este hecho afectó toda la
terminología que Pablo usó cuando les habló (Hechos 14:15-18). Este lugar fue visitado por Pablo tres
veces (Hechos 14:6, 21; 16:1), y probablemente una cuarta vez (Hechos 18:23). Aquí fue el hogar de
Timoteo, quien fue circuncidado y viajó con Pablo (Hechos 16:1-3). Pablo sanó a un hombre cojo. La
gente procuró adorarles (a Pablo y a Bernabé) y después matarlos (Hechos 14:8-20).
DERBE
Era una ciudad en el rincón sudeste extremo del llano de Licaonia. Era la última ciudad en territorio
distintivamente en el camino que va al oriente, de modo que aquí se colectaban los derechos anuales. A
Derbe se le menciona varias veces en los registros de los primeros concilios eclesiásticos y claramente
era importante en la vida del cristianismo primitivo. Pablo y Bernabé llegaron allí de Listra (Hechos
14:20-21). Pablo la visitó otra vez en su segundo viaje misionero (Hechos 16:1). Gayo, uno de los que
acompañaron a Pablo en su viaje a Jerusalén, era de Derbe (Hechos 20:4).
PANFILIA
Región costera en el sur del Asia Menor sobre la gran bahía del Mare Lycium, entre Licia y Cilicia. Se
menciona en Hechos 13:13; 14:24 y 15:38.
23
Historia de la Iglesia Pastor Christian Amoretti S.
ATALIA
Una ciudad en la costa del sur de Asia Menor en la antigua Panfilia. Era el puerto de entrada de Egipto
y Siria al interior de Asia Menor. No vino a ser prominente como centro cristiano muy temprano. Partes
de los muros y torres antiguos que protegían el puerto todavía son evidentes.
Pablo y Bernabé pasaron por aquí en su primer viaje misionero (Hechos 14:25).
Durante todo este período misionero, Pablo y Bernabé, no impusieron a las comunidades del Asia
Menor, que provenían del paganismo, ni la circuncisión ni la observancia de otras prescripciones rituales
judías.
Esto trajo el rechazo de una corriente judeocristiana: los judaizantes, que pretendían que la circuncisión
fuera una condición esencial para la salvación, y que por lo tanto, antes de hacerse cristianos, deberían
hacerse judíos, llenando ciertos requisitos legales.
Esta perversión, a la que Pablo se enfrenta en la carta a los Gálatas, fue la ocasión del primer concilio
eclesiástico en Jerusalén, que se realizó alrededor del año 49.
Además podemos observar sólo algunos ejemplos de señales y prodigios que Dios uso para la conversión de personas:
Unos 3000 fueron atraídos en Pentecostés por medio del estruendo fuerte que se produjo y sorprendidos por las
lenguas que se hablaban (Hch. 2).
El proceso que condujo a la conversión de 5,000 personas comenzó con la sanación de un cojo en la puerta del
Templo por medio de Pedro y Juan (Hch. 3).
Los creyentes que se adhirieron cuando fueron curados por la sombra de Pedro, y algunos demonios fueron
echados fuera (Hch. 5:14-16).
El evangelio llegó a los samaritanos por los milagros hechos por Felipe (Hch. 8).
Muchos creyeron en Jope porque Pedro levantó a Dorcas de los muertos (Hch. 9:36-43).
El procónsul creyó cuando Pablo tuvo un poderoso encuentro con Elimas el mago (Hch. 13: 6-12).
La Palabra se extendió por todo Efeso por las señales que hubieron (Hch.19:10-12).
24
Historia de la Iglesia Pastor Christian Amoretti S.
PRIMEROS OBSTÁCULOS
Este concilio se dio por el éxito de la labor misionera realizada por Pablo y los suyos en Asia Menor,
pues, sino hubiera existido un gran número de gentiles convertidos, esto hubiera demorado en
presentarse.
“Como Pablo y Bernabé tuviesen una discusión y contienda no pequeña con ellos [judaizantes], se
dispuso que subiesen Pablo y Bernabé a Jerusalén, y algunos otros de ellos, a los apóstoles y a los
ancianos, para tratar esta cuestión” (Hechos 15:2).
El concilio de Jerusalén fue una reunión de los apóstoles – que representaban a la iglesia en general –,
los ancianos de la iglesia de Jerusalén, los misioneros y sus colegas de Antioquía.
Allí Pedro expone lo acontecido con los gentiles, de la misma manera lo harán Pablo y Bernabé,
remarcando en ambos casos la obra de Dios (Hechos 15:8, 12, 14).
En este concilio, los que necesitaban corregir su actitud eran los que representaban a Pedro y
desconfiaban de Bernabé y Pablo.
Como conclusión de esto, Jacobo (Santiago), quien al parecer era el pastor de Jerusalén, concluyó
diciendo “que no se inquiete a los gentiles que se convierten a Dios” (Hechos 15:19), considerando que
ellos también forman parte del pueblo de Dios (Hechos 15:14).
Aunque hubo unanimidad y consenso guiado por el Espíritu Santo como lo acredita el decreto emitido,
“Nos pareció bien al Espíritu Santo y a nosotros no imponerles a ustedes ninguna carga” (Hechos
15:28); pero, no todos los judaizantes hicieron caso del concilio.
Un número de partidos surgió, tomando nombres como ebionitas42 y nazarenos43. Quienes insistían en
considerar a Cristo simplemente como un profeta judío y al cristianismo como una extensión del
judaísmo.
La conclusión final del concilio se expresa en la carta que enviaron (Hechos 15:23-29):
“Y escribir por conducto de ellos: Los apóstoles y los ancianos y los hermanos, a los hermanos de entre
los gentiles que están en Antioquía, en Siria y en Cilicia, salud.
Por cuanto hemos oído que algunos que han salido de nosotros, a los cuales no dimos orden, os han
inquietado con palabras, perturbando vuestras almas, mandando circuncidaros y guardar la ley, nos
ha parecido bien, habiendo llegado a un acuerdo, elegir varones y enviarlos a vosotros con nuestros
amados Bernabé y Pablo, hombres que han expuesto su vida por el nombre de nuestro Señor Jesucristo.
Así que enviamos a Judas y a Silas, los cuales también de palabra os harán saber lo mismo. Porque ha
42 El término ebionitas es una transliteración de un vocablo arameo que significa “hombres pobres” y aparece por primera vez en San
Ireneo (Adv. Haer., I, XXVI, 2), pero sin designar un significado. Se mantenían fieles a la Ley mosaica, cumpliendo preceptos judíos
tales como la circuncisión, el sábado, las prohibiciones alimenticias (vegetarianismo), etc. Afirmaban que Jesús era
el Mesías ("Cristo"), pero rechazaban su preexistencia y que tuviera naturaleza divina.
43 Aunque no hay una descripción precisa, pues no hay mucho material para reconstruir su historia y pensamiento, sólo se tiene
referencia de las críticas realizadas por los antiguos escritores y teólogos de la primera iglesia, de ello, también sabemos que son
distintos de los Ebionitas por las referencias que señala Ireneo de Lyon en el siglo II.
25
Historia de la Iglesia Pastor Christian Amoretti S.
parecido bien al Espíritu Santo, y a nosotros, no imponeros ninguna carga más que estas cosas
necesarias: que os abstengáis de lo sacrificado a ídolos, de sangre, de ahogado y de fornicación; de las
cuales cosas si os guardareis, bien haréis. Pasadlo bien”.
Segundo viaje
Después del Concilio, Pablo continuaría su misión con un nuevo impulso. Este Segundo viaje
misionero de Pablo se desarrollaría en las provincias de Macedonia, Acaya y Asia Proconsular, en el
corazón mismo del helenismo. En vez de Bernabé, ahora le acompañará Silas, y más tarde Timoteo.
Pablo se hace acompañar por Silas. Parten de Antioquia, por tierra, hacia Siria y Cilicia, llegando al sur
de Galacia. En Listra, se les une Timoteo. Atraviesan las regiones de Frigia y Misia. Al parecer, se les
une Lucas el Evangelista en Troas. Posteriormente decide ir a Europa; y en Macedonia funda la primera
comunidad cristiana europea: la comunidad de Filipos.
También en Tesalónica, Berea, Atenas y Corinto. En el invierno del año 51 Pablo escribe la primera
carta a los tesalonicenses, quizás el documento más antiguo del Nuevo Testamento. Al año siguiente
vuelve a Antioquía.
En este nuevo recorrido, básicamente realizado por tierra, no se procuró el aumento numérico de las
iglesias, sino la consolidación y fortalecer el número de miembros en las iglesias.
Ahora son confirmadas en la fe estas iglesias por esta visita y por la evidencia por escrito que les fue
presentada, del triunfo en Jerusalén de la libertad cristiana y por las sabias medidas tomadas allí para
conservar la unidad entre convertidos judíos y gentiles.
Algunas de las ciudades recorridas a más de las antes mencionadas en el viaje anterior son:
FILIPOS
Filipos, ciudad en Macedonia, en el camino Ignacio, cerca de Neápolis, su puerto del mar. Su nombre
antiguo era Crenides, así llamada por los manantiales de agua que alimentan el río cercano, el Antiges
y su pantano próximo; pero fue restablecido por Filipo II de Macedonia, el padre de Alejandro el Magno,
y de él tomó su nombre. Las conexiones de sus caminos por los cuales todo el comercio tenía que pasar
yendo del este al oeste, hizo de Filipos una ciudad estratégica para propósitos militares.
Fue la primera ciudad de Europa visitada por Pablo (52 d.C.). Su predicación tuvo como resultado la
conversión de Lidia y de otros. Al echar de una joven un espíritu de pitón se ocasionó un tumulto; Pablo
y Silas fueron azotados y echados a la cárcel, esto llevó a la conversión del carcelero (Hechos 16:12-
40). Los habitantes de esta ciudad practicaban el ocultismo, y además eran politeístas.
En Filipos encontraron muy pronto adhesiones, formando un primer núcleo de la que será una
comunidad floreciente.
MACEDONIA
Es una espléndida extensión de tierras, centrada en las planicies del golfo de Tesalónica, que corre a lo
largo de los grandes valles fluviales hacia las montañas balcánicas. Fue famosa por su madera y sus
metales preciosos. Antiguamente la gobernaron barones de caballería bajo una casa real helenizada, y
26
Historia de la Iglesia Pastor Christian Amoretti S.
sus reyes dominaron los asuntos griegos a partir del siglo IV a.C.; después de Alejandro las dinastías
macedonias reinaron por todo el Mediterráneo oriental, hasta ser desplazadas por los romanos.
Macedonia se convirtió en una serie de cuatro federaciones de repúblicas (estructura a la que quizá se
refiera Hechos 16:12, lo que completó su helenización). Posteriormente fueron agrupadas bajo control
provincial romano.
El procónsul romano se estableció en Tesalónica, mientras que la asamblea de los estados griegos se
reunía en Berea, sede del culto imperial. La provincia incluía seis colonias romanas, una de las cuales
era Filipos. También había comunidades organizadas en tribus. A pesar de esta diversidad, el Nuevo
Testamento normalmente menciona a la zona como una unidad, según el uso romano.
La visión de Pablo de “un varón macedonio” (Hechos 16:9) marca un cambio evidente en sus métodos
de evangelización. Los macedonios manifestaron deseos de ofrendar para el fondo destinado a Jerusalén,
y varios de ellos se agregaron a su grupo regular de ayudantes. Parecería que fue en Macedonia donde
finalmente Pablo se mostró como líder misionero independiente.
La religión en Macedonia era una mezcla de cultos, por las diferentes deidades. Esto dio lugar a que
muchos de ellos buscando algo nuevo en quien o que creer, se convirtieran al evangelio predicado por
Pablo y los cristianos de esa región.
TESALÓNICA
Tesalónica ha sido uno de los pueblos principales de Macedonia desde los tiempos helénicos hasta el
presente. Está situada en el mar Egeo a la cabeza del golfo de Salónica. Tesalónica fue el primer lugar
donde la predicación de Pablo dio como resultado seguidores numerosos y socialmente prominentes
(Hechos 17:4). Sus opositores, desprovistos de su acostumbrada influencia anterior en las altas esferas,
echaron mano a la agitación popular para forzar la mano del gobierno.
27
Historia de la Iglesia Pastor Christian Amoretti S.
Religión: Eran politeístas, creían en muchos dioses y Pablo les escribe: “os convertisteis de los ídolos a
Dios, para servir al Dios vivo y verdadero”, El politeísmo y la idolatría eran uno de los grandes
problemas en Tesalónica. Debido al estilo de vida de la ciudad muchos cristianos de Tesalónica eran
ociosos. Pablo les exhorto en sus dos cartas a que se dedicaran a trabajar, que no se ocuparan del
evangelio de manera mística, como era costumbre en esa ciudad.
CORINTO
A la mitad de la península griega la tierra se reduce a una angosta cintura de menos de 6 km de ancho,
conocida como el Istmo de Corinto. La ciudad de Corinto está ubicada sobre la parte alta del Istmo, era
un importante puente de tierra entre la parte norte y la parte sur de Grecia. Esta franja de tierra constituía
una barrera para la navegación entre el mar Egeo al este y el mar Adriático al oeste. Corinto era una
ciudad célebre del Peloponeso44, la capital Corintia; tenía como 400.000 personas y era la ciudad más
importante de Grecia en la época de Pablo. Estaba situada en un istmo grande; tenía tres buenos puertos
y dominaba el tráfico de ambos mares del este y los mares del oeste. La población se componía de
griegos, judíos e italianos, una multitud mixta de todas partes.
En el tiempo de Pablo había mucha iniquidad allí. La religión y la filosofía habían sido prostituidas a
propósitos bajos.
El texto de los Hechos nos habla de que Pablo en su primera visita a Corinto al final de la segunda
misión fue llevado delante del procónsul de la provincia romana de Acaya, Lucio Junio Galión Eneo,
hermano de Séneca (Hch. 18:12-17) Este dato nos resulta precioso a la hora de fechar la visita de Pablo.
En Delfos se halló una inscripción en que aparece el nombre de Galión. La inscripción fue hecha
mientras Galión ejercía el cargo de procónsul. En ella se nos dan los datos para poder fechar con
exactitud la fecha del ejercicio de su cargo.
Tiber[io Claudio C]és[ar August]o G[ermánico, Gran Sumo Sacerdote, investido de la po]testad [tribunicia]
[por duodécima vez, aclamado emperador p]or vigésima sexta vez, P[adre de la Pa]tri[a] […] [a fin de que
todo lo que] ahora se dice y [es]tas conti[endas de los ciudadanos] tal co[mo Lucio Ju]nio Galión, mi ami[go]
y [procón]sul...
Si Pablo permaneció en Corinto durante 18 meses antes de su detención, habría llegado a esta ciudad a
comienzos de 51. Si damos un plazo de 15 meses a los acontecimientos que precedieron su llegada a
Corinto, habría partido de Antioquía para la segunda misión en el otoño del año 49, después del concilio
de Jerusalén. Por las referencias históricas que tenemos, es probable que Pablo fuese llevado ante Galión
después de la primavera del 51, y antes de enero o febrero del 52.
Religión: Apreciaban la vida intelectual más que la vida moral, y negaban la vida futura, sólo para poder
gratificar sin restricción la vida presente. Pero vino la calamidad. Un terremoto, el paludismo y el austero
gobierno turco la arrasaron finalmente, sin dejar nada, sino solamente siete columnas de un templo
dórico antiguo, que es el único objeto que sobresale de la tierra. Eso y una aldea cercana, marcan el sitio
de esta antigua ciudad de riqueza, lujo e inmoralidad.
28
Historia de la Iglesia Pastor Christian Amoretti S.
La iglesia de Corinto fue fundada por Pablo en su segundo viaje misionero (Hechos 18:1-18) durante
una estancia de 18 meses. Aunque muchos judíos se habían congregado en Corinto como un centro de
comercio, la iglesia se componía principalmente de gentiles, y de las clases más pobres.
Se queda durante año y medio en Corinto, acogido por Aquila y Priscila, matrimonio judeo-cristiano
que había sido expulsado de Roma debido al edicto del emperador Claudio 46.
Predica en las sinagogas de Tesalónica, Berea, Atenas y Corinto; en esta última ciudad, Pablo se detiene
un año y medio, convirtiéndose en centro misionero. Serían los años 51-52 o 52-53. De allí pasó a Efeso,
y de Efeso a Cesarea.
EFESO
Era una ciudad de las provincias romanas de Asia, cerca de la desembocadura del río Cayster, como a 5
km. costa arriba. La isla de Samos está al lado opuesto. Era fácilmente accesible tanto por tierra como
por mar, por causa de los buenos caminos y un buen puerto. Su localidad era propicia para su desarrollo
religioso, político y comercial, y era una gran oportunidad misionera en el tiempo de Pablo. El clima era
muy bueno, y el terreno era extraordinariamente fértil.
Efeso retuvo también su importancia religiosa durante la dominación romana. Se convirtió en centro del
culto imperial y llegó a poseer tres templos oficiales, mereciendo triplemente por lo tanto el arrogante
título de neoµkoros (‘guardiana del templo’) de los emperadores, además de ser neoµkoros de Artemisa
(Hechos 19:35). Es notable que Pablo tuviese amigos entre los asiarcas (Ἀσιάρχης, Hechos 19:31), que
eran oficiales de la “comuna” de Asia, cuya función primaria era justamente la de promover el culto
imperial.
El templo de Artemisa fue reedificado después de un gran incendio en 356 a.C., y constituía una de las
siete maravillas del mundo hasta que fue destruido por los godos en el 263 d.C. Las ruinas se
desenterraron en el pantano al pie del monte Ayasoluk47. Había sido el edificio más grande del mundo
griego. Tenía una imagen de la diosa que, según se afirmaba, había caído del cielo Hechos 19:35. En
realidad es posible que originalmente haya sido un meteorito. Monedas de plata de muchos lugares
evidencian la validez de la afirmación de que la diosa de Efeso era reverenciada en todo el mundo
(Hechos 19:27). Llevan la inscripción Diana efesia.
Hubo una gran colonia de judíos en Efeso, que había disfrutado durante mucho tiempo de una posición
privilegiada bajo el imperio romano. El tercer viaje misionero de Pablo tuvo a Efeso como su meta, y se
quedó allí más de dos años (Hechos 19:8-10), atraído, indudablemente, por su importancia estratégica
como centro comercial, religioso, y político. Su actividad tuvo como base primero la sinagoga; luego
disputó en la sala de conferencias de Tiranno, tomando Efeso como base para la evangelización de toda
la provincia de Asia.
TERCER VIAJE
En el verano del año 54 Pablo realiza su tercer y último viaje registrado, partió desde Antioquia para
Tarso por tierra paso por Derbe, Listra, Iconio y Antioquía de Pisidia de allí fue a Efeso, donde morará
durante dos años; será su nuevo centro de misión. La comunidad efesia se separó rápidamente de la
sinagoga.
46 Edicto de Claudio, mediante el cual se da la orden de expulsión de los judíos de Roma. Según Suetonio, Claudio los expulsó a causa
de las constantes reyertas entre los judíos y los judeo-cristianos a propósito de Chrestos (Cristo): Iudaeos impulsore Chresto assidue
tumultuantes Roma expulsit. Osorio fechó esta expulsión en el año noveno del reinado de Claudio (49 d.C.). Este edicto obligó a Aquila
y Priscila abandonar Roma y marchar a Corinto no mucho antes de que Pablo llegara allí en su 2ª misión (Hechos 18:2).
47 Tras años de paciente búsqueda J. T. Wood en 1870 desenterró las ruinas.
29
Historia de la Iglesia Pastor Christian Amoretti S.
Le llegan noticias de los conflictos surgidos en la comunidad de Corinto. Escribe la primera carta a los
corintios en el año 54 y la segunda carta a los corintios a finales del 57. Atendiendo a los conflictos con
los judeo-cristianos, escribe las cartas a los filipenses (año 57) y a los gálatas. En el otoño del 57 Pablo
marchó a Macedonia y Grecia, después a Troas y Corinto a finales del 57, donde pasa el invierno;
escribió la carta a los Romanos en la primavera del 58, anunciando su intención de visitarlos, después
de ir a España.
Marcha por tierra a Macedonia, pasa por Troas, Mileto, y llega a Jerusalén acompañado por varios
delegados de las diversas iglesias para entregar la colecta destinada a los pobres de las comunidades
cristianas procedentes del paganismo (Hechos 20:4; 2Corintios 8:20-21). Allí sería arrestado y en base
a su condición de ciudadano romano exigiría ser atendido por César, y por tanto enviado a Roma.
El libro de los Hechos calla sobre lo ocurrido posteriormente con Pablo. Muchas razones hacen pensar
que su proceso acabó con la absolución, y que pudo realizar su proyecto de viaje a España (como sugiere
la 1 Clem. 5:7), e incluso que volviera al oriente helenístico. Una segunda prisión romana le llevó al
martirio, bajo Nerón.
Después de la muerte de Pablo, en el mundo helenístico había una red de células cristianas cuya vitalidad
aseguró la propagación de la fe cristiana, además, el centro de la fuerza cristiana se cambió hacia la
sección occidental del área mediterránea. Aunque el material de este período es escaso, una de las
razones de dicho movimiento, es que, alrededor del año 66 estalló la guerra judía en Palestina, resultando
en la completa destrucción de Jerusalén el año 70, a manos de Tito, el general romano que más adelante
sería emperador.
30
Historia de la Iglesia Pastor Christian Amoretti S.
Esta catástrofe marcó el fin del templo de Herodes y de los sacrificios de los judíos; al mismo tiempo
desarraigo la iglesia cristiana de Jerusalén y esparció a la gente.
Los eruditos conservadores atribuyen cinco libros de este período al apóstol Juan. Escritos por “un hijo
del trueno”, estos libros contienen advertencias contra el cristianismo diluido tanto como contra el
menosprecio de la humanidad y la deidad de Cristo. Aparentemente Juan fue desterrado a la isla de
Patmos desde Efeso, durante la fuerte persecución del emperador romano Domiciano (81-96).
Desde las primeras décadas del siglo primero, comenzaron a proliferar tanto textos sagrados como
doctrinas, sin que pudiera saberse cuáles eran ortodoxos y cuáles no. El fijar esto será indispensable para
la consolidación de la doctrina.
Un segundo esfuerzo por diluir el cristianismo tuvo su fuente en la especulación judía, basada en
filosofías gentiles. Este movimiento tomo el nombre de gnosticismo 48, ya que sus seguidores pretendían
tener un conocimiento especial de Dios y del mundo que el resto de la raza humana no tenía. Sus raíces
se encuentran en los escritos judíos como los de Filón de Alejandría (20 a.C. a 40 d.C.), poniendo énfasis
en la naturaleza del mal, la naturaleza de Dios y su relación con el mundo.
Según ellos, si una cosa tenía masa era mala; la bondad se encontraba en el espíritu; por lo tanto una
silla era mala, una casa era mala, el cuerpo físico de un hombre era malo…
Por tanto si el mundo físico era malo, y el Antiguo Testamento decía que Dios había creado ese mundo,
entonces algo andaba mal en ese Dios, y que el tal no era el verdadero, sino que era una creación inferior
del verdadero Dios.
Aplicado esto al cristianismo, este sistema afirmaba que Cristo era el más alto de los eones – el ser
divino que el verdadero Dios había creado. Así que Cristo no recibió un verdadero cuerpo en la
encarnación, pues, era demasiado santo para estar vinculado a una substancia mala; Cristo era sólo
48 El término proviene del griego γνωστικισμóς (gnostikismós); de γνωσις (gnosis): ‘conocimiento’. El gnosticismo es un conjunto
de corrientes sincréticas filosófico-religiosas que llegaron a entre mezclarse con el cristianismo en los tres primeros siglos de nuestra
era, convirtiéndose finalmente en un pensamiento declarado herético después de una etapa de cierto prestigio entre los intelectuales
cristianos.
31
Historia de la Iglesia Pastor Christian Amoretti S.
espíritu que parecía tener forma humana, por esto, la salvación para ellos era la liberación del espíritu
del cuerpo malo donde residía, algo que se puede apreciar en el “Evangelio de Judas”.
Otros, basados en este pensamiento, si la materia es el origen del mal, consideraban que no es concebible
que Jesucristo pudiera ser un ser divino y se asocie a un cuerpo material a la vez, puesto que la materia
es contaminadora. Por esa razón surge la doctrina del Cuerpo aparente de Cristo, según la cual la
Divinidad no pudo venir en carne sino que vino en espíritu mostrando a los hombres un cuerpo
aparentemente material (docetismo 49).
Dentro de los gnósticos encontramos conclusiones éticas muy divergentes: Siguiendo la idea de la
condenación de la materia, algunas corrientes afirmaban que era necesario el castigo y martirización del
cuerpo para, a través del padecimiento de la carne, contribuir a la liberación del espíritu, propugnando
un modo de vida ascético, y ya que el cuerpo era pecaminoso, debía ser dejado morir de hambre,
descuidado y maltratado. Sin embargo, otras corrientes afirmaban que, siendo la salvación dependiente
únicamente de la gnosis del alma, el comportamiento del cuerpo era irrelevante, disculpándolo de toda
atadura moral y librándolo a toda clase de goces, puesto que el cuerpo era pecaminoso, sería desechado
al morir, por tanto no era malo vivir de manera licenciosa: el alma permanecía pura en medio de
cualquier corrupción física.
Durante los siglos siguientes a la era apostólica los escritores cristianos pelearon contra este sistema que
negaba la verdadera deidad y la verdadera humanidad de Cristo.
Desde sus inicios, la fe cristiana no fue cosa fácil ni sencilla. Los primeros cristianos no creían que
pertenecían a una nueva religión. Ellos eran judíos, y la principal diferencia que les separaba del resto
del judaísmo era que creían que el Mesías había venido, mientras los demás judíos seguían aguardando
su venida. Por eso su mensaje para con los judíos no era el de dejar de ser judíos, sino que ahora había
comenzado el tiempo mesiánico y deberían ser mejores judíos.
Para los judíos no cristianos, el cristianismo no era una nueva religión, sino una secta herética dentro
del judaísmo, que iba de ciudad en ciudad tentando a los buenos judíos para hacerse herejes.
Además, en aquella época muchos judíos creían que la razón por la cual habían perdido su antigua
independencia y eran sólo súbditos del Imperio, era por la falta de fidelidad a Dios, por eso los
sentimientos nacionalistas y patrióticos se exacerbaban ante la posibilidad de que los nuevos herejes
desataran la ira de Dios.
Otra razón probable de la persecución es que los judíos cristianos predicaban el inminente regreso del
Rey de los Judíos y el establecimiento de su reino. A oído de los romanos, tal conversación era sediciosa.
Los romanos dieron a los judíos en ese tiempo un autogobierno limitado; las principales obligaciones
de los líderes judíos eran recolectar impuestos para Roma y mantener el orden civil. Así, los líderes
49 La doctrina herética de los docetista toma su nombre del griego dokéō (δοκέω), que significa 'parecer o parecerle a uno'. Doctrina
que aparece a finales del siglo primero, que afirmaba que Jesucristo no había sufrido la crucifixión, ya que su cuerpo sólo era aparente
y no real. Es con relación a ello que el apóstol Juan escribe 1 Jn 1:1 “Lo que era desde el principio, lo que hemos oído, lo que hemos
visto con nuestros ojos, lo que hemos contemplado, y palparon nuestras manos tocante al Verbo de vida”. El Islam conserva también
este punto de vista y sostiene que el cuerpo del profeta Isa (Jesucristo) sólo fue crucificado como una ilusión.
32
Historia de la Iglesia Pastor Christian Amoretti S.
judíos tendrían que suprimir cualquier conversación sediciosa. A menudo cuando los líderes judíos no
suprimían los conatos sediciosos, eran enviados a Roma para ser juzgados.
El imperio romano y sus leyes protegían la libertad de culto y hasta veían bien las diferentes religiones
que, de todas las naciones, se iban implantando en Roma. Es por esto que no deja de ser paradójico que
el hecho del cristianismo fuese la excepción. Era la primera vez en el Imperio Romano que se presentaba
una religión que consideraba a su Dios, no uno entre los demás, sino como el único Dios del mundo y
su único Redentor; junto a este culto no podía existir ningún otro. Ya que de esta religión se derivaban
consecuencias para la vida práctica cotidiana, poco a poco los cristianos fueron apareciendo al mundo
pagano como enemigos declarados de toda la vida civil antigua. Esta atmósfera hostil fue alimentada
por el judaísmo de la diáspora, que no podía perdonar a los judeo-cristianos la apostasía de la fe de sus
padres. La segregación de los cristianos daba auge a los rumores sobre degeneraciones y aberraciones
de su culto, y sobre su fama como gentuza, donde incluso se les acusaba de canibalismo 50 e incesto51.
Fue a causa de enfrentamientos entre judíos y cristianos, o entre cristianos y población pagana por lo
que las autoridades se fijaron en el nuevo movimiento religioso, debiendo intervenir para controlar los
tumultos. Poco a poco, las autoridades se fueron convenciendo de que la paz religiosa gozada hasta
entonces estaba amenazada por el cristianismo, y que por lo tanto constituían una amenaza para la
política religiosa llevada hasta entonces (Hechos 17:6).
Es por ello que cuando había problemas y el tumulto era demasiado, los romanos intervenían para
restaurar el orden y a veces para castigar a los culpables. Un caso que ilustra esta situación es la
expulsión de los judíos de Roma por orden del emperador Claudio, alrededor del año 49. Hechos 18:2
menciona esta expulsión, aunque no explica sus razones. El historiador romano Suetonio nos ofrece un
dato intrigante al decirnos que los judíos fueron expulsados de Roma porque estaban causando disturbios
constantes "a causa de Chresto". La mayoría de los historiadores concuerda en que "Chresto" no es otro
que Cristo, cuyo nombre ha sido mal escrito. Por lo tanto, lo que sucedió en Roma parece haber sido
que, como en tantos otros lugares, la predicación cristiana causó tantos desórdenes entre los judíos, que
el emperador decidió expulsarles a todos.
En Roma, en estos tiempos, todavía la disputa entre judíos y cristianos parecía ser una cuestión interna
dentro del judaísmo. Sin embargo, el cristianismo fue extendiéndose cada vez más entre los gentiles y
la proporción de judíos dentro de la iglesia fue disminuyendo, tanto cristianos como judíos y romanos
fueron estableciendo distinciones cada vez más claras entre el judaísmo y el cristianismo.
También hay ciertas indicaciones de que, en medio del creciente sentimiento nacionalista que llevó a
los judíos a rebelarse contra Roma y que culminó con la destrucción de Jerusalén, los cristianos –
especialmente los gentiles entre ellos – trataron de mostrar claramente que ellos no eran judíos. El
resultado de todo esto fue que las autoridades romanas se enfrentaron por primera vez al cristianismo
como una religión aparte del judaísmo.
En este contexto, hay que recordar que se hizo costumbre entre varios emperadores romanos el erigir
estatuas propias en las diversas ciudades del imperio, y en autoproclamarse dioses (como lo hiciera
Domiciano) o hijos de dioses (bajo el título de señor de señores) a los que sus súbditos debían de respetar.
Un signo ejemplar de esto era la obligación de adorar o cuando menos hincarse ante las estatuas de los
emperadores en las ciudades donde se encontraran. Los cristianos, tomando como principio el que Jesús
es el único Señor de señores, y el único hijo del Dios verdadero, se negaban a tomar tales actitudes. Los
romanos, antes que juzgar sus creencias, verían en estos gestos las actitudes de una rebelión política
contra el imperio, lo cual originó algunas persecuciones contra los cristianos en esa época.
Dentro de las persecuciones romanas hubieron diez grandes contra el cristianismo, denominadas
generalmente con el nombre de los emperadores que las decretaron: Nerón, Domiciano, Trajano, Marco
Aurelio, Septimio Severo, Maximiano, Decio, Valeriano, Aureliano y Diocleciano.
33
Historia de la Iglesia Pastor Christian Amoretti S.
El primer caso documentado de que la autoridad estatal romana haya debido ocuparse de un cristiano,
ha sido el del apóstol Pablo, que en el año 59, ante el procurador Porcio Festo, valiéndose de la propia
ciudadanía romana apeló al Cesar y fue trasladado a Roma.
El más antiguo ejemplo de persecución de los seguidores de la fe cristiana de parte del Imperio romano
es la que se abatió sobre ellos en conexión con el incendio de Roma bajo Nerón 52, en el año 64. Tácito53
nos informa de estos hechos en los Annales. Pues entre la población corría el rumor de que el emperador
era el causante del incendio que devastó Roma la noche del 18 de julio del
64.
Se nos narra que para los que habían quedado sin refugio, Nerón hizo abrir
sus propios jardines y varios otros edificios públicos. Pero todo esto no
bastó para apartar las sospechas que pronto cayeron sobre el emperador a
quien ya muchos tenían por loco. El fuego duró seis días y siete noches; y
después volvió a encenderse en diversos lugares durante tres días más. Diez
de los catorce barrios de la ciudad fueron devorados por las llamas. En
medio de todos sus sufrimientos, el pueblo exigía que se descubriera al
culpable, y no faltaban quienes se inclinaban a pensar que el propio
emperador había hecho incendiar la ciudad para poder reconstruirla a su
gusto, como un gran monumento a su persona. 54 El historiador Tácito, que
probablemente se encontraba entonces en Roma, cuenta varios de los
rumores que circulaban, y él mismo parece dar a entender que el incendio había comenzado
accidentalmente en un almacén de aceite. Pero cada vez más las sospechas recaían sobre el emperador.
Según Suetonio y Dión Casio, mientras Roma ardía, Nerón estaba cantando el Iliupersis55. Según Tácito,
Nerón estaba en Antium56 durante el incendio y, al tener noticias del mismo, viajó rápidamente a Roma
para encargarse del desastre, utilizando su propio tesoro para entregar ayuda material. Tras la catástrofe,
abrió las puertas de su palacio a las personas que habían perdido su hogar y abrió un fondo para pagar
alimentos que serían entregados entre los supervivientes. A raíz del incendio, Nerón desarrolló un nuevo
plan urbanístico dentro del cual proyectó la construcción de un nuevo palacio, conocido como la Domus
Aurea57, en unos terrenos que el fuego despejó. Para conseguir los fondos necesarios para la construcción
del suntuoso complejo, Nerón aumentó los impuestos de las provincias imperiales.
Tácito relata que tras el incendio, la población buscó un chivo expiatorio para desatar su ira, y empezaron
a circular rumores de que Nerón era el responsable. Éste para librarse de la sospecha, hizo recaer las
culpas sobre los cristianos. Estos fueron arrestados en gran número y fueron ajusticiados con los sistemas
en uso contra los incendiarios: arrojados a los perros, quemados vivos y crucificados.
Para Tácito no existe la menor duda de que fueran inocentes, aunque no existe tampoco compasión por
ellos. A esta persecución se refieren los escritos de Clemente de Roma, aludiendo también a que en esta
persecución cayeron Pedro y Pablo (aunque queda abierta la discusión sobre si su muerte se produjo en
el año 64).
34
Historia de la Iglesia Pastor Christian Amoretti S.
Así pues, se empezó por detener a los que confesaban su fe; luego por las indicaciones que estos dieron,
toda una ingente muchedumbre (multitudo ingens) quedaron convictos, no tanto del crimen de incendio,
cuanto de odio al género humano. Su ejecución fue acompañada de escarnios, y así unos, cubiertos de
pieles de animales, eran desgarrados por los dientes de los perros; otros, clavados en cruces eran
quemados al caer el día a modo de luminarias nocturnas.
Para este espectáculo, Nerón había cedido sus propios jardines y celebró unos juegos en el circo 58,
mezclado en atuendo de auriga entre la plebe o guiando él mismo su coche. De ahí que, aun castigando
a culpables y merecedores de los últimos suplicios, se les tenía lástima, pues se tenía la impresión de
que no se los eliminaba por motivo de pública utilidad, sino para satisfacer la crueldad de uno solo”.
El escritor cristiano Tertuliano (155 - 230) fue el primero en llamar a Nerón el "primer perseguidor de
los cristianos". En una de sus obras dice Examinad vuestros recuerdos, y veréis quien fue el primero en
perseguir esta doctrina59.
Por tanto, era de esperarse que se opusiera al cristianismo, que en algunas regiones del Imperio había
ganado muchísimos adeptos, y que en todo caso se oponía tenazmente a la antigua religión romana.
Además, ahora que ya no existía el Templo de Jerusalén, Domiciano decidió que todos los judíos debían
enviar a las arcas imperiales la ofrenda anual que antes mandaban a Jerusalén.
58 Nerón nunca llevó a los cristianos al Coliseo, pues éste no se había construido. El Coliseo o Anfiteatro Flavio se construyó al Este
del Foro Romano, y las obras empezaron aproximadamente en el año 71 d. C., bajo mandato del emperador Vespasiano. El anfiteatro,
se completó en el 80 d. C. por el emperador Tito, y fue modificado durante el reinado de Domiciano.
59 Historia de la Iglesia o Historia Eclesiástica De Eusebio de Cesarea, Libro II, Capítulo 25.4
60 Emperador de Roma desde el 14 de octubre de 81 hasta su muerte el 18 de septiembre de 96.
35
Historia de la Iglesia Pastor Christian Amoretti S.
Domiciano también resucitó la práctica del culto imperial61, caída en desuso durante el reinado de
Vespasiano; además, se confirieron honores a su hermano y se completó el Templo de Vespasiano y
Tito, dedicado a su padre y hermano. A decir verdad, Domiciano fue el único emperador que se declaró
a si mismo dios mientras aún vivía62 causando un gran escándalo.
Al parecer, las religiones extranjeras eran toleradas en la medida que ellas no interfirieran en el orden
público y que se asimilen a la religión romana, pero, según los escritos de Eusebio de Cesárea, los
cristianos y judíos fueron implacablemente perseguidos a finales de su reinado. Inclusive, muchos
estudiosos consideran que el libro de Apocalipsis fue escrito durante el reinado de Domiciano, la cual,
aparentemente también evidencia una reacción a la oposición religiosa del emperador, a más del aspecto
profético que contiene el texto.
De este período debemos de reconocer que no existen pruebas determinantes de una verdadera opresión
religiosa, además, la persecución no fue dada contra el cristianismo como tal, sino contra cualquiera que
no adorara al emperador.
También existe el testimonio de un hombre muy próximo a los hechos, Melitón de Sardis, el cual, en su
Apología dirigida al emperador Marco Aurelio, pone junto a Nerón, como enemigo del nombre cristiano,
a Domiciano. Junto a esto hay que situar las palabras de Clemente en su primera carta a los Corintios,
en la cual dice que no les ha escrito antes por las calamidades y adversidades vividas por los cristianos,
refiriéndose a una acción del emperador contra los cristianos.
61 Veneración de unos pocos emperadores elegidos como dioses una vez que fallecieron.
62 Otros emperadores como Octavio Augusto, Calígula o Nerón se engrandecieron y/o se dedicaron templos como hijos de las
divinidades, pero, directamente nunca se autodenominaron como dios.
36
Historia de la Iglesia Pastor Christian Amoretti S.
Podemos considerar también que los primeros grupos de creyentes fueron llamados de muchas maneras
tales como: Secta de los nazarenos (Hechos 24:5); los del Camino (Hechos 9:2); la comunidad (ekklesía)
y cristianos (Hechos 11:26).
Aquel grupo de creyentes era una sociedad organizada, en que no todos los miembros tienen la misma
posición: hay diversas personas y diversos órdenes de personas, a los que en la vida de comunidad se
les encargan deberes y funciones diversas, que son asignados por una autoridad superior.
En primer lugar se encuentran los Apóstoles. Desde el principio está claro que los 12 apóstoles llamados
personalmente por Cristo, tienen una función fundamental en continuar la obra de Cristo. Y por eso, lo
primero que hacen los 11 que quedan después de la ascensión de Cristo es elegir a alguien que le
remplace a Judas, probablemente lo harían basados en tradiciones antiguas y apoyados en Proverbios
16:33 “La suerte se echa en el regazo; mas de Jehová es la decisión de ella”.
El siguiente paso es lo que ocurre en el día de Pentecostés. Hechos 2:1-4 hay un derramamiento del
poder del Espíritu Santo, se manifiesta predicando en muchas lenguas.
La segunda institución es la de los diáconos, siete hombres que colaboraban con los apóstoles. En los
Hechos, a estos siete no viene dado un nombre específico, aunque sí a su actividad: diakonéin (los que
sirven) (Hechos 6:2). En otras palabras, esto no era un título, sino, la referencia a la función que
realizaban.
Posteriormente aparecerían los ancianos (presbiterói)63 (Hechos 11:30), los cuales eran constituidos por
los apóstoles en cada iglesia local, quienes llegaban a ser el eje central de la organización eclesial en
cada congregación.
Una cosa a destacar, especialmente en Hechos 14:21-23 es que Pablo y Silas, después de haber visitado
varias ciudades para predicar, regresan por esas mismas ciudades, constituyendo en cada grupo a sus
respectivos ancianos. Esto ocurre relativamente poco tiempo después de haberse fundado estas iglesias.
Procurando ellos establecer ancianos del entorno local.
Los misioneros (como Pablo, Lucas, Silas, Timoteo y Tito) permanecían a veces durante años en una
ciudad, pero no se constituían como ancianos de las iglesias.
En este aspecto de persecución, las iglesias, de alguna manera eran establecidas con el objetivo a
mediano plazo de que sean independientes, que NO dependan de otros hermanos de otras partes. NO se
escogen otras alternativas:64
63 El obispado es una obra o una función (1 Tim. 3:1). Realmente, en la Biblia podemos encontrar tres palabras griegas diferentes
que describen la misma función. Estas palabras son usadas en Hechos 20:17, 28.
La responsabilidad e un OBISPO no difiere de la responsabilidad de un PASTOR (poimen) ni de un ANCIANO (presbíteros). En
Hechos 20 leemos que Pablo convoca a los "ANCIANOS" de Efeso (v. 17), a los que llama "OBISPOS" (v. 28) y les encomienda la
OBRA PASTORAL con el rebaño (v. 28), remarcando la igualdad de dicho ministerio.
Estas mismas tres palabras son usadas en 1Pedro 5:1-2: presbuteros, ancianos; poimanate, apacentar o pastorear; episcopos, en algunos
manuscritos griegos, traducida “tomando la vigilancia” o “ejerciendo el cuidado”.
Cuando Pablo escribe a Tito le instruye para "establecer ancianos en cada ciudad" (1:5) que sean irreprensibles, lo cual hace de manera
intercambiable con obispos ("es necesario que el obispo sea irreprensible" Tito 1:7). La palabra poimen es traducida pastor en Efesios
4:11. Refriéndose al anciano o supervisor.
Al parecer los términos supervisor (obispo), anciano y pastor no son títulos honorarios, sino que son descripciones de la dignidad y
función de los hombres que son así designados:
Anciano — describe la dignidad y madurez del hombre.
Supervisor u obispo — describe la superintendencia o custodia del obrero.
Apacentador o pastor (apacentar y pastorear son las formas verbales) — describe el cuidado dado a aquellos que están a su cargo.
En el Nuevo Testamento los supervisores o ancianos nunca son confundidos con los otros obreros en sus funciones. Sólo debemos
remarcar que la obra de los ancianos no es la obra de los diáconos, pues estos están bajo la supervisión de los ancianos (Hch.6:1; Fil.
1:1).
64 Las variantes administrativas que se encuentran en las iglesias hoy en día están enfocadas muchas de ellas a sus contextos inmediatos
y a temas netamente particulares. La Biblia no establece un orden administrativo ni enfatiza en ello, pues, para Dios, esto no parece
prioritario.
37
Historia de la Iglesia Pastor Christian Amoretti S.
No se trataba de administrar las iglesias a distancia, de una sede en otra parte, por medio de mensajeros
y representantes.65
Tampoco se trataba de administrar las iglesias por manos de hermanos ‘entrenados’ en alguna institución
de preparación de líderes, y que luego vayan a diversas partes a ‘pastorear’ iglesias.
Ni se trata de administrar las iglesias utilizando hermanos más maduros, pero de otros lugares.
Los apóstoles y misioneros predican, y enseñan cómo administrar a los hermanos más capaces del
mismo lugar, y luego se van, dejándolos que se administren solos.
La fe de la Iglesia primitiva en la salvación, que viene únicamente de Jesús, viene subrayada con
exclusivismo. Esta salvación consiste en el perdón de los pecados mediante la fe en Cristo.
La joven Iglesia está convencida de que es el Espíritu Santo quien confiere aquella fuerza singular,
íntima y sobrenatural, que anima a los fieles, a los apóstoles y a toda la Iglesia primitiva.
La manifestación de dones con señales y prodigios son el testimonio de poder para salvación.
65 Considérese el entorno de persecución, pues, si una sola iglesia caía, si hubiera habido algún nexo material con otras iglesias, las
otras también hubieran caído.
38
Historia de la Iglesia Pastor Christian Amoretti S.
68/69
Galba
69
Otón
69
Vitelio
39
Historia de la Iglesia Pastor Christian Amoretti S.
96/97
Nerva
40
Historia de la Iglesia Pastor Christian Amoretti S.
CAPÍTULO IV
SIGLO II
Durante este siglo el imperio romano logro su mayor extensión lo que trajo a su vez nuevos campos de
evangelización, pero, también nuevos conflictos y problemas que los miembros de la iglesia tuvieron
que enfrentar, entre ellos las persecuciones y lugares donde congregar sin ser molestados.
LAS CATACUMBAS
41
Historia de la Iglesia Pastor Christian Amoretti S.
comenzaron a desarrollar estudios al respecto, la iniciativa de estos estudios la tuvo el padre jesuita
Marchi; concluyendo que las catacumbas son obra de cristianos con la finalidad de realizar entierros.
Dos argumentos importantes dieron fin a la controversia:
La naturaleza del terreno, en su mayoría roca, era poco apta para la construcción.
Las formas arquitectónicas de la obra no pueden ser concebidas para otra cosa que no sea
enterramientos.
Bajo Trajano
Sobre la situación jurídica de los cristianos bajo Trajano (98-117) no sabríamos nada si tuviéramos que
contar sólo con fuentes cristianas. Realmente tenemos conocimiento de esta época, básicamente por la
petición oficial de Plinio el joven, gobernador de la provincia de Bitinia66 al emperador, de instrucciones
sobre cómo tratar a los cristianos en determinados casos límite, nos permite saber que en esta provincia
del Asia Menor muchos fueron denunciados ante la administración estatal como cristianos, llamados a
juicio, interrogados y condenados a muerte. Además de la respuesta del emperador, el carteo de Trajano
con Plinio el Joven nos da una idea de cómo estaban las cosas a principios del siglo II.
Plinio empezó su cargo de gobernador en el año 111 o 112. Allí se encuentra con que el cristianismo se
ha difundido tanto en las ciudades como en el campo, entre gente de toda edad y condición social. El
problema es que muchos de estos cristianos no se atenían a una orden imperial que prohibía las reuniones
o asociaciones de aquellos que no son reconocidos por el estado.
La respuesta de Trajano deja ver que, efectivamente, no existía ninguna ley universal al respecto: la
situación actual es tal, a juicio del emperador, que no conviene establecer ninguna disposición general
al respecto. La solución al problema: no se busque a los cristianos ni se admita ninguna denuncia
anónima. Quien es denunciado oficialmente como cristiano, debe ser interrogado: quien lo niega
(aunque lo sea) no será castigado; quien lo afirme, es castigado. Por tanto, el simple hecho de ser
cristiano es motivo para ser perseguido.
Sobre los efectos de la carta de Trajano las fuentes dan poquísimas noticias. De esta época sólo se
conocen dos mártires: el obispo Simeón de Jerusalén, crucificado cuando contaba con 120 años de edad,
e Ignacio de Antioquía, trasladado a Roma, como ciudadano romano, y allí martirizado, siendo todavía
Trajano emperador.
Por otro lado debemos destacar también que en esta época según la tradición católica, el obispo de Roma
(Papa) Alejandro I instituyó el uso del agua bendita (agua con sal), para ser utilizada en la purificación
de las casas cristianas, a la vez que introdujo en la santa cena o eucaristía el pan ácimo 67 y el vino
mezclado con agua.
42
Historia de la Iglesia Pastor Christian Amoretti S.
Bajo Adriano
Durante el gobierno de Adriano (117-136) de nuevo un gobernador se dirige al emperador para pedirle
instrucciones. Se trata del procónsul de la provincia del Asia Proconsular, Getulio Serenio Graniano; su
carta se ha perdido, pero sí conocemos la carta de Adriano a su sucesor, Minucio Fundano, que se
encuentra en la Apología de Justino. Adriano es más duro que su antecesor contra las denuncias
anónimas: sólo si uno responde con su nombre de la denuncia, el cristiano debe ser procesado, y sólo si
alguno puede probar que los denunciados han transgredido las leyes, el gobernador puede pronunciar la
condena, según la gravedad del reato.
En realidad, y según la interpretación de Justino, la postura de Adriano supuso una mejora para los
cristianos, ya que sólo podían ser castigados si se comprobaba que habían transgredido las leyes del
estado. En efecto, Adriano no descarta que se pueda acusar a uno de ser cristiano, pero para que se le
condene, se exige que se pruebe un delito contra una ley romana.
El principio, de que por el solo hecho de ser cristiano fuera perseguible siguió vigente durante el siglo
II, como lo demuestran algunos martirios bajo Antonino Pío (138-161): datos en la Apología de Justino,
en el Pastor de Hermas, actas del martirio de Policarpo.
Durante el siglo II no existe una ley que regule, con disciplina uniforme en todo el Imperio, la conducta
del estado romano hacia los cristianos. Las persecuciones que se derivan son sólo locales y esporádicas,
y se dirigen contra individuos. Son provocadas por tumultos populares que obligan a la autoridad a
intervenir. El número de las víctimas es relativamente bajo.
EL MONTANISMO
Cuando hablamos del Montanismo, así como de muchos otros movimientos heterodoxos dentro del
cristianismo, debemos de tener mucho cuidado, pues las informaciones que se disponen de ellos están
basadas en aquellos que las combatieron.
El hecho de profetizar y dar lugar a los dones del Espíritu no era anormal dentro de la Iglesia de aquel
entonces, pero, esto pronto despertó los recelos de las demás iglesias. No podemos negar, por lo que
parece decirnos la historia, que hubo muchos desvíos dentro del Montanismo, exageraciones y un
desmedido interés por lo “espiritual”, por otro lado propio de las iglesias de Asia Menor y en especial
de la zona de Frigia tan influenciada por las ideas gnósticas. A este movimiento se le llamó también
“Herejía Catafrigia” o “Nueva Profecía” la cual muy pronto se extendió entre todas las iglesias; desde
el punto de vista de la ortodoxia y de la doctrina, fue muy difícil condenarlos en los diversos sínodos
que se convocaron para tratar este tema, ya que eran ortodoxos en cuanto a la doctrina se refiere.
El Montanismo surge como una reacción natural de vuelta a los orígenes, caracterizándose por un
excesivo rigor, en algunos casos rozando lo extremo: así se dio gran importancia al ayuno, el segundo
matrimonio se consideraba fornicación, no se aceptaba de vuelta a la iglesia de los excomulgados o los
43
Historia de la Iglesia Pastor Christian Amoretti S.
que habían apostatado ante el martirio salvo que pasasen el resto de sus vidas bajo penitencia, se
anhelaba el martirio y no se debía huir de éste, todo adorno era pecado y toda arte o ciencia eran
condenados.
Según Ireneo de Lyon, el error de muchos en sus propios días fue que, en su rechazo de los excesos
montanistas, terminaron por repudiar el Evangelio de Juan, que era el preferido de ellos y todo ejercicio
legítimo del don de profecía.
Cuando Maximilla muere en el año 179 y el fin del mundo que ella había profetizado no se produjo, el
movimiento no se debilitó, pero, el fervor de espera frenética del acontecimiento se debilitó.
El obispo de Cesarea e historiador de la iglesia, Eusebio, quien era un poco prejuicioso en cuanto a las
manifestaciones carismáticas, narra lo siguiente en su Historia Eclesiástica: “«Fue en ese mismo tiempo,
en Frígia, que Montano, Alcibíades, Teodoto y sus seguidores comenzaron a adquirir una reputación
amplia en cuanto a la profecía; pues numerosas otras manifestaciones del don milagroso de Dios, que
todavía ocurrían en muchas iglesias, llevaron a muchos a creer que estos hombres también eran
profetas».
Esta es la manera en que Eusebio explica la rápida difusión del montanismo hacia fines del siglo II.
Nótese que, según él, el hecho de que en ese tiempo muchas iglesias todavía ejercían los dones del
Espíritu, fue en contexto favorable para la expansión de la Nueva Profecía, como se denominaba en ese
tiempo al montanismo”.
El principal error del montanismo, fue poner las profecías a la misma altura que las Escrituras.
Paradójicamente, con el paso del tiempo, una de las figuras más grande del Montanismo terminó siendo
quien fuera uno de sus principales detractores, Tertuliano de Cartago, quien es considerado hoy en día
como un Padre de la Iglesia incluso por Roma y defensor de la ortodoxia contra las herejías (es el autor
de la fórmula Trinitaria), Tertuliano, en sus últimos años de vida se pasó a las filas del Montanismo.
Los concilios que se reunieron para debatir la cuestión Montanista fueron varios, especialmente en el
año 170 d.C. donde se les excomulgó, sus errores no fueron tenidos por tales en toda la cristiandad, pues
con la entrada de Tertuliano, se moderó mucho en sus exageraciones y llegó a ser respetado por muchos
cristianos notables. A partir del año 200 aproximadamente se desembarazó de sus primeros excesos y
se supo ganar el respeto de las demás iglesias de la época.
Con el paso del tiempo, el Montanismo se fue confundiendo con otros movimientos que luchaban contra
la relajación que fue entrando en la iglesia, como los Novacianos del siglo III, los Donatistas del siglo
IV y los Paulicianos del siglo VII.
44
Historia de la Iglesia Pastor Christian Amoretti S.
PADRES DE LA IGLESIA
Nombre dado a los primeros escritores eclesiásticos de reconocido prestigio. La Iglesia Católica extiende
este nombre hasta el siglo XIII, considerando como el último padre de la iglesia a Bernardo de Claraval.
Otros sostienen la tesis que considera como Padres de la Iglesia a los escritores cristianos desde finales
del siglo I hasta el siglo VII, terminando con Gregorio Magno en Occidente y Juan Damasceno en
Oriente. Otros prefieren cerrar el ciclo con los tres Padres Capadocios del siglo IV (Basilio, Gregorio
Nacianceno y Gregorio Niseno o de Nisa). Y algunos, más estrictos, limitan la era de los llamados
"Padres" al siglo II, incluyendo únicamente a los conocidos como Padres Apostólicos y los Padres
Apologistas Griegos.
Básicamente, para que un autor sea reconocido como padre de la iglesia, tiene que cumplir con cuatro
características:
1. Ortodoxia doctrinal.
2. Santidad de vida.
3. Aprobación eclesiástica.
4. Antigüedad.
No es fácil hacer una lista de los padres ni su clasificación. Según la lengua en que se escribieron se
distinguen los Padres Griegos (Justino, Clemente de Alejandría, Orígenes, Eusebio de Cesárea, Ignacio
de Antioquia, Gregorio Niseno, Gregorio de Nacianceno, Juan Crisóstomo, Basilio, Atanasio, etc.) y los
Padres Latinos (Tertuliano, Lactancio, Cipriano, Hilario, Agustín, Ambrosio, Jerónimo, Gregorio
Magno, etc.).
Se llama Padres Apostólicos a aquellos que muchos consideran fueron discípulos de los apóstoles,
contemporáneos o inmediatamente posteriores a ellos (95-150d.C).
Se distinguen igualmente los Padres Apologistas, que hasta Constantino lucharon por el triunfo del
cristianismo sobre el paganismo y el gnosticismo que se había introducido en la iglesia (Orígenes,
Tertuliano, Lactancio, etc.), y los Padres Dogmáticos que, después de Constantino, organizaron la
doctrina cristiana y la defendieron contra los herejes, especialmente la arriana (Juan Crisóstomo,
Jerónimo, Agustín, etc.). Una definición muy semejante a ésta es la que clasifica a los padres en Padres
Antenícenos (anteriores al Concilio de Nicea) y Padres Postnicenos (los de los siglos IV, V y VI).
El nombre padre de la iglesia se extendió después a otros doctores de la iglesia más modernos como
Tomás de Aquino. Incluso muchos protestantes hablan de los Padres de la Reforma.
Como mencionaos anteriorente, éste es el término cristiano aplicado a ciertos discípulos y sucesores de
los doce apóstoles. Está terminología les fue puesta por los eruditos en el siglo XVII. En un sentido más
estricto, la denominación es aplicada a un grupo de escritores en lengua griega que figuraban entre los
mártires y las grandes personalidades de los siglos I y II de la Iglesia cristiana. Aunque no son
consideradas merecedoras de ser incluidas en la Biblia, sus obras deben valorarse como una
continuación de las obras de los apóstoles y son considerados una fuente válida de la historia primitiva
de la Iglesia. Son generalmente aceptados como Padres Apostólicos Clemente I de Roma, Ignacio de
Antioquía y Policarpo. La opinión se divide al estimar a Bernabé (que vivió hacia el año 130) y Hermas
como padres apostólicos. Entre las obras también asociadas con los Padres Apostólicos se encuentran
las Enseñanzas de los Doce Apóstoles o Didaché; la opinión se divide asimismo con respecto a la autoría
de esta última obra.
45
Historia de la Iglesia Pastor Christian Amoretti S.
SU TEMA
Los Padres Apostólicos pertenecen a la generación inmediata a los apóstoles. Sus escritos responden a
determinadas exigencias concretas del cristianismo en un determinado momento, por lo que en sus
escritos predominan los temas morales y litúrgicos siendo que su contenido doctrinal no aparece como
muy rico y profundo. Se insinúan las que habrían de ser líneas fundamentales del pensamiento cristiano,
tratando de guiar y edificar a los fieles.
Sus escritos son de carácter pastoral. Por contenido y estilo están en relación con los escritos del Nuevo
Testamento, en particular con las Epístolas. Se les puede considerar como eslabones entre la época de
la revelación y la tradición, y como testigos de importancia para la fe cristiana.
A pesar de pertenecer a regiones muy distintas del Imperio Romano presentan un conjunto uniforme de
ideas, dando una imagen clara de la doctrina cristiana a fines del siglo I.
REPRESENTANTES
Clemente de Roma
Según el teólogo Ireneo (siglo II), Clemente fue el cuarto obispo de Roma (88-97) y estuvo familiarizado
con los apóstoles Pedro y Pablo. Inclusive parece ser que fue consagrado por el mismo Pedro. Hay
quiénes lo identifican con el Clemente colaborador de Pablo según Filipenses (4:3), de lo que no hay
pruebas. Aunque se conocen pocos detalles de su biografía, la alta estima en que se tuvo a Clemente es
clara a partir de su Epístola a los Corintios (96?), que fue considerada de forma unánime como un libro
canónico de la Biblia hasta el siglo IV. Esta epístola es la pieza más antigua de la literatura cristiana
fuera del Nuevo Testamento, de la que el nombre, cargo y fecha del autor están probados con rigor
histórico. La aparición de disputas dentro de la Iglesia de Corinto, donde ciertos presbíteros (ancianos)
habían sido depuestos, empujó al autor a intervenir. La epístola es una valiosa fuente de información
sobre la vida, doctrina y organización de la Iglesia cristiana primitiva.
Según las tradiciones, fue Clemente quien introdujo la palabra “amén” en los servicios litúrgicos.
Ignacio de Antioquía
Vivió entre el año 35 y 117 aproximadamente, fue el segundo obispo de Antioquía y mártir. Se llamó a
sí mismo Theoporos (en griego, portador de Dios) y se cree que fue discípulo de san Juan el evangelista.
Durante el reinado del emperador romano Trajano, fue condenado a ser devorado por las bestias salvajes.
En su viaje de Antioquía a Roma, donde la ejecución tuvo lugar, escribió siete cartas, cinco dirigidas a
las comunidades cristianas de Efeso, Magnesia, Tralles, Filadelfia y Esmirna, ciudades de Asia Menor
que habían enviado representantes para darle la bienvenida a su paso por ellas, las otras dos estaban
dirigidas a Policarpo, obispo de Esmirna, y a la comunidad cristiana de su destino, Roma. Las cartas son
una fuente importante de información sobre las creencias y organización de la primera Iglesia cristiana.
Ignacio las escribió como advertencias contra las doctrinas heréticas, lo que permite a sus lectores contar
con resúmenes detallados de la doctrina cristiana. También proporcionó un retrato claro de la
organización de la Iglesia en cuanto a comunidad de fieles reunida en torno a la presidencia de un obispo,
asistido por un concilio de presbíteros (miembros del consejo) y diáconos. Fue el primer escritor
cristiano que insistió en el alumbramiento virginal de María y el primero en usar el término Iglesia
46
Historia de la Iglesia Pastor Christian Amoretti S.
católica al referirse a la colectividad de los fieles. En la carta dirigida a los miembros de la Iglesia en
Roma les pide que no den paso alguno para defraudar su más ardiente deseo: morir por Cristo.
Policarpo de Esmirna
Vivió alrededor del 69 al 155, fue prelado70 cristiano, y obispo de Esmirna (hoy Izmir, Turquía) durante
la primera mitad del siglo II. Poco antes del martirio de Ignacio (quizá en 116/117) recibió una visita y
una epístola de Ignacio de Antioquía,
Hacia el final de su vida representó a las iglesias de Asia Menor en diversos encuentros celebrados en
Roma con el obispo de Roma, Aniceto (155-166), donde se trató, entre otros temas, la fecha de la Pascua.
Según el teólogo y mártir cristiano Ireneo de Lyon, discípulo de Policarpo, éste habló con el apóstol
Juan, de quien quizá fuera discípulo, además de conocer a otros apóstoles de Jesús, lo que unido a sus
dotes para predicar y a su carácter devoto le proporcionaron una posición de gran autoridad en las
iglesias de Asia. Por cartas suyas se sabe que a fines del siglo I se habían separado los obispos, rectores
de la comunidad, de los presbíteros, sus ayudantes. Tuvo una larga vida y muerte ejemplar. Fue quemado
en el año 155 durante el gobierno del emperador Antonino Pío, en Esmirna a los 86 años. Por una carta
de la Iglesia de Esmirna a la comunidad cristiana de Filomelio, del año 156, tenemos una detallada
referencia del martirio de Policarpo, a poco, de su regreso a Roma ese mismo año. Este relato es el más
antiguo que existe del martirio de un solo individuo. La carta lleva la firma de un tal Marción y fue
escrito poco después de la muerte de Policarpo. A través de esa carta se conoce el significado exacto de
la palabra martirio: es una imitación de Cristo, parecerse a Él en los sufrimientos y en la muerte. Se
conserva de él una sola carta a los cristianos de Filipos.
Papías de Hierápolis
Vivió cerca del 125; Fue obispo de Hierápolis, Frigia, Asia Menor. Había oído predicar a San Juan y era
amigo de Policarpo de Esmirna. Defendió el milenarismo71. Tuvo muy poco sentido crítico en la
selección e interpretación de sus fuentes. Era de mediocre inteligencia. Introdujo a muchos autores
cristianos a creencias quiliastas o milenarias. Hacia el 130 escribió un tratado en cinco libros:
Explicación de las sentencias del Señor, primera obra de exégesis de los evangelios que tiene de
importancia la enseñanza oral de los discípulos a los apóstoles. Las sentencias las extrae de la tradición
oral, no de los evangelios. Por él, se conocen datos sobre los autores de dos evangelios: Marcos y Mateo.
ESCRITOS
Antigua Homilía
De autor desconocido. Atribuida por la tradición a Clemente como su segunda epístola a los Corintios,
aunque existen serias dudas al respecto, pues, por su estilo y lenguaje, se ve claramente que se trata de
70 Superior eclesiástico constituido en una de las dignidades de la Iglesia, como el abad, el obispo, el arzobispo, etc.
71 También llamado quiliasmo, es la doctrina según la cual Cristo volverá para reinar sobre la Tierra durante mil años.
47
Historia de la Iglesia Pastor Christian Amoretti S.
una homilía más que de una carta. Es el sermón más antiguo que se conoce, aproximadamente sobre el
120 d.C.
Epístolas de Ignacio
Son siete y fueron escritas a principios del siglo II, cuando Ignacio se dirigía de Antioquía a Roma
después de haber sido condenado a muerte y esperaba ser echado a las fieras. Pueden dividirse en dos
grupos: las enviadas desde Esmirna (a Efeso, a Magnesia, a Tralles de Asia y a Roma), donde parece
ser que se alojó durante el trayecto, y las escritas en Troas (a Filadelfia, a Esmirna y a Policarpo), donde
también parece ser que hizo un alto antes de emprender un viaje por mar.
Epístola de Policarpo
Escrita por Policarpo, Obispo de Esmirna, como respuesta a una comunicación de los filipenses, que le
habían invitado para que les dirigiera unas palabras de exhortación. Está directamente relacionada con
las cartas y martirio de Ignacio. Menciona la fama de la Iglesia de Filipos y las comunicaciones escritas
y orales de Pablo con los filipenses.
El Martirio de Policarpo
Documento escrito poco tiempo después del martirio de Policarpo – sobre el año 155/156 – dirigido
básicamente a las iglesias de Esmirna y Filomelio, pero con instrucciones de que circulara a todas las
iglesias. Cuenta con detalle la detención y martirio de este siervo del Señor, fiel hasta la muerte, para
ejemplo y exhortación de las comunidades cristianas de la época, que sufrían persecución.
La Didaché
Conocida también como La Enseñanza de los Doce es uno de los documentos apostólicos más útiles e
importantes después de los escritos canónicos del Nuevo Testamento. Aunque se desconoce su fecha
exacta, por su lenguaje se deduce que se trata de un documento de fecha muy primitiva, probablemente
el siglo I. Se trata de un manual de instrucciones utilizado por la iglesia primitiva para su
funcionamiento. Se compone de dos partes:
Un tratado moral, basado en una obra antigua titulada "Los dos caminos", que presenta el camino de la
justicia y el de la injusticia, el de la vida y el de la muerte.
La Epístola de Bernabé
Aunque Clemente de Alejandría cita con frecuencia esta carta y la atribuye a Bernabé, compañero de
Pablo, el lenguaje que emplea no sugiere en absoluto que el autor sea el Bernabé de los Hechos de los
Apóstoles, ni tampoco el propio escritor lo pretende en ninguna parte de su escrito. Fue escrita entre los
años 70-79, después de la destrucción de Jerusalén y se trata de un ataque inflexible al judaísmo y sus
ordenanzas, aunque realizado con sumo respeto.
48
Historia de la Iglesia Pastor Christian Amoretti S.
Con estos autores, la literatura de la Iglesia se dirige hacia el mundo no cristiano. Siendo el primer
intento de verter el cristianismo a las categorías y modos de pensar propios del mundo helénico.
Ya que no se podía dejar sin respuesta los insultos, calumnias, mentiras, superstición y fanatismo de los
enemigos del cristianismo: Luciano de Samosata, Frontón de Cirta y Celso, entre otros.
Los Padres apologetas griegos se dedicaron a refutar las calumnias y la acusación de que la Iglesia
suponía un peligro para el Estado; relataron la manera de vivir seria, austera, casta y honrada de los
cristianos, afirmando que la fe era una fuerza de primer orden para el mantenimiento y bienestar del
mundo, necesaria para la civilización. Expusieron lo absurdo e inmoral del paganismo, ya que sólo el
cristiano tiene una idea correcta de Dios y del universo. Defendieron los dogmas de la unidad de Dios,
el monoteísmo, la divinidad de Cristo y la resurrección del cuerpo.
Demostraron que la filosofía, por apoyarse únicamente en la razón humana, no había logrado alcanzar
la verdad siendo que el cristianismo posee la verdad absoluta, filosofía divina, de donde se deduce que
el cristianismo está por encima de la filosofía griega.
Estos padres pusieron los cimientos de la ciencia de Dios, son los primeros teólogos de la Iglesia. Por
sus obras se cristianizó el helenismo más de lo que se helenizó el cristianismo.
REPRESENTANTES
Cuadrato
Es el apologista cristiano más antiguo que se conoce, con él se inaugura la apologética cristiana. Se
conoce a través de Eusebio. Escribió una apología dirigida al emperador Adriano, en 123-124 o 129, de
la que queda un único fragmento: “Las obras, empero, de nuestro Salvador estuvieron siempre
presentes, puesto que eran verdaderas; los que curó, los que resucitó de entre los muertos no fueron
vistos solamente en el momento de ser curados y resucitados, sino que estuvieron siempre presentes y
eso no solamente mientras el Salvador vivía aquí abajo, sino aún después de su muerte han sobrevivido
mucho tiempo, de suerte que algunos de ellos han llegado hasta nuestros días” 72.
“Este hombre no sólo difundió la fe cristiana escribiendo una Apología, sino que era conocido como
evangelista y profeta. Eusebio dice de él: «Entre las luces brillantes de este período estaba Cuadrato,
quien según la evidencia escrita era, como las hijas de Felipe, eminente en su don profético»”73
Arístides de Atenas
Vivió a mediados del siglo II; filósofo de la ciudad de Atenas. Le dirigió a Adriano o a Antonino Pío
una apología de la fe, de perspectiva limitada, con estilo sencillo, nobleza y tono elevado. Su apología
es una comparación entre las creencias griegas, naturales, judías y cristianas.
Aristón de Pella
Primer apologista cristiano que defendió por escrito el cristianismo frente al judaísmo. Se fecha esta
apología en el año 140. Celso la atacó y Orígenes la defendió.
49
Historia de la Iglesia Pastor Christian Amoretti S.
Justino
Vivió alrededor del año 100 al 165, filósofo y teólogo cristiano, uno de los primeros
apologistas de la Iglesia que quiso reconciliar la doctrina cristiana con la cultura
pagana. Nació en Flavia Neapolis (actual Nablus, Palestina, al Norte de
Cisjordania), una ciudad romana construida en el lugar donde estuvo la antigua
Siquem, en Samaria. Sus padres fueron paganos y de joven se dedicó al estudio de
la filosofía griega, en especial la obra de Platón y de los filósofos adscritos al
estoicismo. Tras estudiar la Biblia se convirtió al cristianismo y, a partir de
entonces, se dedicó a difundir, a través de sus enseñanzas y escritos, todo lo que
había descubierto en la Sagrada Escritura. Se le atribuye, con certeza, la autoría de dos Apologías, donde
realizó una erudita defensa de los cristianos frente a los cargos de ateísmo y sedición contra el Estado
romano, y del Diálogo con Trifón, que recoge una discusión real mantenida en Efeso.
“En su obra Diálogo con Trifón, Justino presenta el relato de su conversión con el personaje anónimo
que lo llevó a Cristo. Allí se menciona una y otra vez la obra del Espíritu Santo.
... Este apologista es un buen testigo de la vida de la iglesia de su tiempo, y presenta ideas interesantes
sobre la obra del Espíritu.
... Más significativo que la enumeración de dones espirituales es el hecho de que Justino parece indicar
que estos dones estaban en pleno ejercicio y vigencia en la iglesia de sus días. Los nuevos convertidos
del judaísmo al cristianismo estaban recibiendo dones de parte del Señor... y esto era lo que estaba
ocurriendo en la iglesia, mientras él escribía a Trifón. Parece evidente, pues, que en la experiencia de la
iglesia con las que Justino estaba relacionado, el ejercicio de los dones del Espíritu, especialmente el de
profecía, era regular y parte integral de la vida de las congregaciones.
... Una última palabra sobre el testimonio de Justino, merece su consideración de la guerra espiritual, en
todos los niveles. Justino estaba convencido, ...que todo el esfuerzo de los demonios estaba enfocado en
impedir la conversión de los seres humanos a Dios y a Cristo”.74
Estos escritos son también valiosos por la información que proporcionan sobre la Iglesia cristiana del
siglo II. Tras negarse a ofrecer sacrificio a los dioses paganos, fue decapitado durante el gobierno del
emperador romano Marco Aurelio Antonino.
Taciano
Taciano dice que “los demonios sólo pueden ser vistos fácilmente por aquellos en quienes mora el
Espíritu de Dios y a quienes Él fortifica y no por otros en absoluto”.75 Esto parece hacer referencia al
don de discernimiento de espíritus que aparentemente se estaba manifestando en la época.
50
Historia de la Iglesia Pastor Christian Amoretti S.
Fue un hombre de carácter violento, hábil sofista, quien vuelve a Oriente alrededor del año 172 y funda
la secta gnóstica de los encratitas.76 No se tienen datos de la fecha de su muerte, quizás acaecida en el
año180.
Miliciades
Nació en Asia Menor. Contemporáneo de Taciano, y quizás, también discípulo de Justino. Todos sus
escritos se han perdido. A través de Eusebio se sabe que escribió contra paganos, herejes y gnósticos.
Apolinar de Hierápolis
Obispo de Hierápolis, la ciudad de Papías, alrededor del 160-180. Luchó contra los montanistas77 y los
encratitas. Se conoce a través de Eusebio pues no se han conservado ninguna de sus obras.
Atenágoras de Atenas
Teófilo de Antioquía
De sus obras se deduce claramente que nació cerca del Eufrates, de familia pagana. Recibió educación
helenista. Según Eusebio, fue el sexto obispo de Antioquía de Siria. Se han conservado tres de sus libros.
En su obra destaca la importancia del don profético. Dentro de la misma se destaca también el hecho de
ser el primero en usar la palabra trias (trinitas) para expresar la unión de las tres personas divinas en
Dios (Dios, Logos, Sabiduría).
También es el primer autor cristiano que distingue entre el Logos endiazetos y el Logos proforiscos, el
Logos interno o inmanente en Dios, que estaba en este antes de la creación (endiazetos), y el Logos
emitido o proferido por Dios, emitido para realizar la obra de la creación del mundo (proforiskos). Todas
las Epifanías del Antiguo Testamento son propias del Logos, no del Padre (el que habla con Adán, etc.).
Escribió otras obras, pero no han perdurado, como: "Contra la herejía de Hermógenes", una obra contra
Marción, además de comentarios a los proverbios y los evangelios, y una armonía de los evangelios.
Melitón de Sardis
Las referencias que tenemos lo datan antes del 190. Poco se sabe de su vida. Eunuco. Obispo de Sardis,
en Lidia. Él puede haber sido el sucesor del “ángel” de la iglesia de Sardis, a quien se envía un mensaje
en Apocalipsis 3:1-6. De él se dice que vivió enteramente en el Espíritu Santo. Jerónimo citando a
Tertuliano haciendo referencia a Melitón lo cita como un poderoso profeta. Melitón escribió sobre temas
76 El encratismo consiste en una rigurosa abstinencia sexual, no admiten ningunas nupcias, pretendían acabar con la raza humana, a
la que consideraban hija del pecado, que les privó de su condición gloriosa. Buscaban desvincularse de la carne y eran rigurosos en el
campo de la alimentación, absteniéndose de comer carne y de beber vino, sustituyendo este por agua en las eucaristías. Su existencia
se prolongó hasta fines del s. IV. El principal representante fue Taciano.
77 Iglesias en Asia Menor que desde el siglo II enfatizaron la importancia de los dones del Espíritu Santo, la inminente venida de
Cristo y la santidad personal mientras que condenaron el creciente formalismo y la mundanalidad de la iglesia oficial. El nombre deriva
de Montano.
51
Historia de la Iglesia Pastor Christian Amoretti S.
muy variados. En la segunda mitad del siglo II, una apología dirigida a Marco Aurelio (161-180), que
nos ha llegado casi completa. Es el primero en abogar a favor de la solidaridad del cristianismo con el
Imperio.
Melitón listó el primer canon cristiano del Antiguo Testamento, conteniendo exclusivamente los libros
protocanónicos a excepción del Libro de Ester. De esta forma, representaba el mismo canon usado por
los judíos y la mayoría de los protestantes. Melitón no incluía los libros deuterocanónicos usados por la
Iglesia Católica y la Iglesia Ortodoxa
OTROS ESCRITOS
Epístola a Diogneto
Se le data entre fines del siglo II y comienzos del siglo III. Apología del cristianismo en forma de carta
dirigida a Diogneto, personalidad pagana que solicita a un amigo cristiano datos sobre su religión, en
ella se exhorta a Diogneto a aceptar la doctrina cristiana. No se conoce más del autor ni el destinatario
que podría ser el tutor de Marco Aurelio. El autor, maestro en retórica, usó obras de Ireneo. Se piensa
que este autor podría ser Hipólito de Roma lo que lo fecharía en comienzos del siglo III.
Hermas
Hermas parece ser un seudónimo. El fragmento muratorio 78 dice que escribió el Pastor cuando su
hermano era obispo de la Iglesia de Roma. La figura central de esta obra es: un pastor que anima a su
rebaño, exhortándolos a la importancia de la penitencia a través de parábolas. Su importancia es grande,
para ver la fundamentación de la penitencia en este momento. El Pastor, no pertenece al grupo de los
Padres ya que es un seudoapocalipsis escrito alrededor del 140 o 150. En el año 200 se negó su inclusión
en el canon.
PADRES GRIEGOS
Ireneo de Lyon
Vivió alrededor del 130 al 202. Probablemente nació en Asia Menor. Combatió el
gnosticismo. Conoció a los discípulos de los apóstoles. Su teología es fiel al cristianismo
histórico y su obra representa un intento por defender esa fe de las herejías.
Ireneo “se ocupa detalladamente de la obra del Espíritu Santo en la Iglesia, especialmente a través de
los variados carismas espirituales. Aún un testigo nada afecto a las manifestaciones carismáticas, como
Eusebio, admite que en sus obras Ireneo «aclara que hasta su propio tiempo habían continuado en
algunas iglesias manifestaciones de poder divino y milagroso».
78 Se le llama Fragmento debido a que no contamos con las primeras líneas del mismo y sólo hay 85 líneas en total. Y Muratorio,
debido al nombre de su descubridor Ludovico Antonio Muratori, fue publicado en el año 1740. Estaba en Latín y muestra falta de
cuidado en el trabajo del escriba, pero gana significado por su fecha temprana (170 d.C.). Primordialmente esta fecha está basada en
frases en el texto acerca de Hermas quien escribió el Pastor de Hermas “muy recientemente” y su hermano Pío como obispo en Roma.
52
Historia de la Iglesia Pastor Christian Amoretti S.
El obispo de Lyon relaciona los sucesos de Hechos 2 con su propio tiempo, cuando dice: «De igual
manera nosotros también oímos a muchos hermanos en la iglesia, que poseen dones proféticos y que a
través del Espíritu hablan todo tipo de lenguas, y traen a luz para beneficio general las cosas ocultas de
los hombres, y declaran los misterios de Dios»”79.
Eusebio de Cesarea en los inicios del siglo IV en su "Historia Eclesiástica" citando a Ireneo dice: "Ireneo
también menciona estas cosas, de acuerdo con los relatos que ya discutimos, en los cinco libros titulado
«Refutación y destrucción de la falsamente llamada ciencia» (o «Contra las Herejías»). En el segundo
libro de esta obra muestra que, en algunas iglesias, permanecían hasta entonces manifestaciones del
sorprendente poder Divino (Refiriéndose a la segunda mitad del s. II d.C.).
Usa los siguientes términos: «Pero si afirman que el Señor ha hecho esto de forma aparente (se refiere
a las herejías gnósticas), haciéndoles volver a los escritos proféticos, les mostraremos con ellos que de
este modo estaba predicho por Él [...] Por ello también sus verdaderos discípulos, tomando la gracia de
Él, la ponen en actividad para el bien de los demás hombres, de acuerdo con el don que cada cual recibió
de Él.
Porque algunos sacan demonios firme y verdaderamente, de modo que a menudo ocurre que los que
fueron limpiados del espíritu perverso creen y están en la iglesia; otros tienen conocimiento del porvenir,
visiones y palabras proféticas; mientras que otros sanan enfermos por la imposición de manos y los
restablecen sanos; pero aún más, de acuerdo con lo que dijimos, incluso muertos han resucitado y han
quedado con nosotros durante bastantes años [...] también hemos oído que hay muchos hermanos en la
iglesia que tienen don de profecía, que por el Espíritu hablan en todo tipo de lenguas, que descubren los
secretos de los hombres cuando es propicio y que declaran los misterios de Dios».
Esto es lo que se sabe acerca de la permanencia de los diversos dones hasta el tiempo aludido80 entre los
que eran dignos".81
Clemente de Alejandría
Vivió entre el año 150 y el 215; según narra el historiador Epifanio Escolástico (historiador del siglo
VI) Clemente de Alejandría no nació en dicha ciudad egipcia, sino en Atenas, y se puede evidenciar en
la gran habilidad para escribir en griego clásico.
A causa de la persecución de Septimio Severo, tuvo que salir de Egipto y refugiarse en Capadocia con
el obispo Alejandro, quien se convertiría luego en el obispo de Jerusalén.
Clemente reconoce plenamente el lugar del Espíritu Santo en la vida del hombre, especialmente en la
iglesia.
Hipólito de Roma
Vivió alrededor del año 170 al 235. Se cree que no era de Roma ni era latino. En su obra Tradición
apostólica el énfasis dominante está sobre el Espíritu Santo y los dones espirituales. También enfatiza
la relación entre la llenura del Espíritu, el ejercicio ministerial y la vida cristiana de cada creyente, en
conformidad con la tradición heredada.
79 Deiros, Pablo. “La Acción del Espíritu Santo en la Historia”. Pág. 96.
80 "hasta el tiempo aludido", se refiere a la segunda mitad del siglo II y principios del siglo III.
81 Eusebio de Cesarea "Historia Eclesiástica", Libro V, cap. 7, págs. 300-301. Ed. Clíe, 2008, Barcelona, España
53
Historia de la Iglesia Pastor Christian Amoretti S.
PADRES LATINOS
Tertuliano de Cartago
Vivió entre el 160 y el 240. Probablemente fue abogado de profesión, se convirtió en Roma hacia el año
195, tiempo después retorno a Cartago, donde se dedicó a escribir en defensa de la fe. Fue un ferviente
apologista a la vez de ser el primer teólogo que escribe en latín (hasta entonces el griego era el idioma
de la religión cristiana).
Tertuliano acabaría como montanista, y aunque es el mayor de los apologistas cristianos de la época, fue
separado de la iglesia en el 213, por su pensamiento montanista, lo que pone de manifiesto la
indisciplinada variedad de la iglesia cristiana en el siglo II; al pasarse al montanismo abandonó su
antifeminismo. Escribió tan bien, que su capacidad literaria lo salvó, y, a pesar de considerarlo hereje,
continuó siendo citado por la Iglesia como apologista suyo.
Aunque no pertenecen realmente al siglo II, hay que destacar otros padres latinos por su influencia
histórica en la iglesia (católica):
54
Historia de la Iglesia Pastor Christian Amoretti S.
Lactancio (245-325)
Según Jerónimo, vivió en la pobreza subsistiendo como escritor hasta que Constantino lo reivindicó,
convirtiéndolo en tutor de latín de su hijo Crispo.
Conocido también como san Agustín. Él considera que la razón y la fe no se oponen, sino que su relación
es de colaboración. Él cree que la fe es un modo de pensar y que si no existiese el pensamiento, no
existiría la fe. También escribe contra los maniqueos, los donatistas, los pelagianos, el arrianismo y
contra herejías en general.
A la vez debemos observar como un aspecto referencial en la historia de la patrística católica que ellos
consideran cuatro grandes Padres griegos:
Atanasio el Grande
Basilio de Cesarea
Gregorio Nacianceno
Juan Crisóstomo
Y cuatro latinos:
Ambrosio de Milán
Agustín de Hipona
Jerónimo de Estridón
Gregorio Magno
55
Historia de la Iglesia Pastor Christian Amoretti S.
CAPÍTULO V
PRIMERAS ORGANIZACIONES
Originalmente la iglesia en Jerusalén se inició con un grupo de apóstoles, al cual se le sumaron siete
diáconos, lo cual consideraríamos como la primera forma organizativa de la iglesia, pero, con el
crecimiento de la misma y el establecimiento de otras congregaciones podemos ver que cada iglesia
local tenía sus propios ancianos u obispos (Hechos 14:23).
Observamos también que cada iglesia local tomaba sus propias decisiones (1Corintios 16:3-5: “...a
quienes hubiereis designado...”). Por ejemplo, la iglesia en Corinto podía seleccionar sus propios
representantes para que llevaran su contribución para los pobres entre los santos en Jerusalén.
En su época, dentro de las cosas que se podían destacar de la iglesia primitiva era que cada iglesia
actuaba independientemente manteniendo su propia autonomía, recibiendo en algunos casos el consejo
de la iglesia que ayudó a formarla de manera temporal hasta confirmar el establecimiento pleno de la
misma; dicha cooperación de iglesias locales era sólo una acción de carácter concurrente. No había
lazos o arreglo organizativo entre dos o más iglesias, y ninguna iglesia local actuaba como una agencia
centralizada de la hermandad.
La organización de la iglesia primitiva era sencilla. Cada iglesia tenía obispos (supervisores) quienes
eran seleccionados de entre la iglesia local para proveer el cuidado espiritual de la congregación. Cada
iglesia tenía dos o más obispos cuya supervisión estaba limitada a esa iglesia en particular. Estos
supervisores eran hombres mayores, en algunos casos llamados ancianos y puesto que su obra era como
la de un pastor de un rebaño, eran llamados apacentadores o pastores.
Muchas traducciones en español, especialmente las antiguas, usan el término obispo en lugar de
supervisor. A partir del siglo quince cuando muchas traducciones españolas fueron hechas, el obispo
era un supervisor sobre muchas iglesias, como un obispo de la iglesia católica o la iglesia de Inglaterra.
Pero, esta no era la forma que existía en la iglesia primitiva y lamentablemente el término obispo se
interpreta erróneamente en nuestro tiempo.
En Efesios 4:11 se usa el término pastor, el cual no cobrará relevancia en el vocabulario eclesiológico
hasta finalizada la Edad Media; la evolución que sufren las otras designaciones ministeriales una vez
terminada la época apostólica influirá decisivamente en el manejo contemporáneo de los conceptos. Uno
de los primeros fenómenos que marca esta evolución tiene lugar a principios del siglo II y es conocido
como el obispado monárquico.
En el período apostólico hemos visto que presbítero y obispo se manejan indistintamente como
sinónimos. El primer término tiene origen hebreo, de sinagoga judía, en donde siempre había un
principal del presbuterion, organización colegiada con sentido de pertenencia a una unidad mayor; en
cambio, el segundo de origen heleno, por las polis griegas, de las asociaciones o clubes helenísticos.
“El Nuevo Testamento no intima ninguna distinción entre obispos y ancianos, siendo el término obispo
simplemente la palabra griega para designar a la persona a la que los judíos llamaban anciano, mientras
56
Historia de la Iglesia Pastor Christian Amoretti S.
pastor indica a la misma persona pero como uno quien Dios había encomendado el cuidado y guía del
rebaño”82.
La gente con el tiempo comenzó a confundir los dos términos en su significado. Empezaron a hacer el
episkopos (obispo) superior al presbítero (anciano). Las epístolas de Ignacio, escritas a principios del
siglo II, ya hablan de episkopos como distinto de presbíteros y como superior.
El “Pastor de Hermas”, uno de los documentos más antiguos al respecto, nos habla de dos terminologías
para denominar a los máximos representantes de la comunidad: Presbítero y episcopo, como una misma
cosa, claramente diferenciada del diácono. La “Didaché” sólo nombra episcopos y diáconos. Policarpo
sólo presbíteros y diáconos. Clemente de Roma habla de episcopos-presbíteros y diáconos. Más
adelante, Justino Mártir distingue entre el que preside la eucaristía y los diáconos, e Ireneo de Lyon ve
en los obispos a los doctores de la fe. Sólo Ignacio de Antioquía hace una clara distinción entre los tres
ministerios. Dice claramente, que la iglesia solamente tiene un obispo y subordinado a éste tiene
presbíteros y diáconos. Será con él que se instalará la “trilogía jerárquica del obispo, el presbítero y el
diácono”83.
Diácono proviene de la palabra griega diakonos84, que significa en primer lugar siervo, ayudador, o
ministro.
Los diáconos sirven bajo la supervisión de los ancianos, exactamente como cualquier otro miembro de
la iglesia.
En Hechos 6 vemos que los apóstoles o los ancianos, no pueden cubrir con su labor todas las necesidades
que deben ser hechas; y por lo tanto necesitan ayudantes. Aunque el sustantivo diakonos no es usado en
este texto, si lo es el sustantivo afín, diakonia, así como el verbo diakoneo, servir.
En Filipenses 1:1, los diáconos son mencionados junto con los supervisores (u obispos); y los requisitos
necesarios para aquellos que servirán como diáconos son dados en 1 Timoteo 3 junto con aquellos de
los obispos.
Parece que la implicación de los términos Obispos y Diáconos nos marca la tónica de la sencillez del
orden del Nuevo Testamento.
En ninguna parte del Nuevo Testamento se específica por mandamiento cuál es la obra de los diáconos.
Por lo que podemos observar en la historia, ya en el segundo siglo había una desviación del patrón del
Nuevo Testamento de la organización de la iglesia. Temprano en el segundo siglo Ignacio de Antioquía
estaba escribiendo de un obispo y de una pluralidad de ancianos y diáconos en la iglesia. Esta práctica
se extendió y se volvió normal esta organización de la iglesia para finales del segundo siglo.
Lo cierto es que poco después del 150, parece que el episcopado monárquico, se impuso ampliamente
en todo el ámbito de propagación del cristianismo.
57
Historia de la Iglesia Pastor Christian Amoretti S.
A través de los siglos, a medida que la iglesia se desvió gradualmente del patrón del Nuevo Testamento,
el papel del diácono cambió. Los diáconos se convirtieron en los asistentes (o colaboradores) principales
del Obispo, primero a cargo de las cosas materiales y más tarde como un colaborador en la adoración.
De esta manera el diácono se convirtió en el escalón hacia el sacerdocio.
En el Nuevo Testamento podemos observar la obra que desempeñaban los diáconos en la iglesia
primitiva, para esto debemos recordar que el término diakonos (diácono) del original griego indica en
primer lugar un siervo o ministro.
Inclusive al ver los términos supervisores y siervos en Filipenses 1:1; 1Timoteo 3:1, 8 colocados lado a
lado se podrá ver la función de los diáconos como alguien que sirve y no que supervisa.
En Hechos 6:1-6, se nos muestra que los diáconos se les nombran para servir en áreas distintas a la de
la oración y el ministerio de la palabra. Servían a las mesa, proveían para las necesidades de las viudas;
e inclusive los requisitos proporcionan algunas pistas en cuanto a su trabajo (1Timoteo 3:8-13).
LA PIRÁMIDE ECLESIÁSTICA
Después del edicto de Constantino, las antiguas estructuras cederían ante la necesidad de una
organización vertical que se convirtiese en la columna vertebral del imperio. Cipriano, discípulo de
Tertuliano, será el primero en desarrollar la doctrina de la iglesia episcopal, considerando a los obispos
como escogidos por el Señor mismo, como los reales sucesores de los apóstoles y, sobre la base de
Mateo 16:18, sostener que la Iglesia fue fundamentada sobre los obispos. El obispo pasaría a ser
considerado como el señor absoluto de la Iglesia 85.
Con el paso del tiempo se ira asimilando el lenguaje de pontífice y sacerdotes para los obispos y los
presbíteros.
Cipriano fue también el primero en enseñar sobre el sacerdocio real del clero, en virtud de su supuesto
trabajo sacrificial. En el siglo IV, la evolución se consuma. El presbítero, que se había limitado a asistir
al obispo en la parroquia urbana, ahora pasa a los pueblos, donde hará culto en adelante. Con timidez
primero, se le llama “sacerdote” como a los obispos, pero “secundi ordinis”, de segundo orden. Para que
ocurra esto debemos de reconocer la influencia que el sacerdocio pagano cumplió en esta evolución.
“…El cambio esencial y decisivo no se sitúa en el tiempo de la constitución del Nuevo Testamento, sino
que aparece después. Puede resumirse así: el cargo de episkope, (común a los presbíteros y a los
epíscopos) se hace poco a poco exclusivo del obispo; al presbiterio se le confían cada vez más tareas
cultuales, cosa que se acentúa con la sacerdotalización del ministerio presbiterial; finalmente, el diácono
es colocado junto al obispo para tareas administrativas (en el sentido noble de la palabra) y caritativas
(algo así como la gestión de la comunidad en el mundo)” 86.
Surgiendo de esta manera la distinción entre clero y laicos, consecuencia natural de la sacerdotización
del ministerio.
58
Historia de la Iglesia Pastor Christian Amoretti S.
Unidad de culto: La fidelidad a la tradición será la norma común en estos casos. Y el factor al que más
se apele ante posibles cambios dentro de estos cultos.
La figura del obispo: La perfecta delimitación del campo de actuación de éste. Entre ellos existe un
contacto, pero es cada uno el que está llamado a resolver los problemas dentro de su jurisdicción local.
La iglesia romana: La carta de Clemente a la Iglesia de Corinto. El tono de ésta en muchas ocasiones
denota cierta fuerza, como de alguien con autoridad superior, que desea ser obedecido especialmente
por su cargo. Poco a poco el amor a la iglesia de Roma se va haciendo especial, suscitando dentro de la
cristiandad una especial veneración y un sentido especial de preeminencia.
También es a destacar la gran afluencia de cristianos de todas las partes hacia la capital del imperio y
hacia su iglesia, no cabe duda que ésta tiene una especial atracción para los cristianos de su época.
Los fundadores de nuevos movimientos dentro del cristianismo, verán con “buenos ojos” a esta iglesia
como centro, lugar de apoyo y de reconocimiento. Todo esto en conjunto va explicando la posición
señera de la iglesia de Roma.
Multitud de martirios quedaron certificados en esta época. Pero sin duda, el caso más significativo de
este período es la persecución en Lyon y Vienne en la Galia. Eusebio de Cesarea recoge la carta del
relato casi intacta en su obra Historia eclesiástica.
Según se detalla, una parte de esta iglesia procedía de oriente. También habían sujetos de las llamadas
clases inferiores, como esclavos, artesanos etc., pero de una intensa vida espiritual. En el verano del 177
se habían reunido en Lyon representantes de todas la Galia, para las fiestas del culto imperial. En este
preciso momento estalló un furor, en contra de los cristianos a los que como en otras partes del imperio
se les acusaba de ateísmo.
Conducidos a la plaza mayor fueron abucheados y de allí conducidos a la cárcel, para ser juzgados por
el comisionado imperial. Esclavos al servicio de sus señores cristianos, por afán de lucro, los acusaron
de las mayores atrocidades.
59
Historia de la Iglesia Pastor Christian Amoretti S.
Fontino, viejo obispo de la ciudad, tras los tratos brutales que le dieron, expiro en la cárcel. Los demás
fueron echados a las fieras. Todos se mostraron constantes en su intención aplicándose el castigo
impuesto en la ley, para los que no renegaban de su religión.
Bajo Marco Aurelio, muchos cristianos fueron condenados a trabajos en las minas, como castigo por su
pertenencia y perseverancia en esta religión.
No cabe duda que la agudización de las persecuciones se debió, en gran parte, al malestar generalizado
de la gente contra el Imperio, eran acosados por las guerras que mantenía el emperador contra los
bárbaros; a esto, añadamos las catástrofes naturales y la peste. Todo ello, hace que la gente se descargue
contra los cristianos como forma de atribuirles los males y para saciar su ansiedad.
Desde dentro, las luchas contra los paganos, el excesivo afán de martirio de los montanistas, y la vida
misma separada que mantenían los cristianos del resto del mundo, sin duda atrajo, la ira de la gente.
Cómodo fue el primer emperador que sucedía directamente en el trono a su padre desde el reinado de
Tito.
Una de las aficiones más destacadas de Cómodo era su pasión por los espectáculos de gladiadores, lo
cual le llevó a participar en algunos vistiéndose como los mismos combatientes; comportamiento que
era considerado por el pueblo romano como indigno de un emperador.
Tras unos atentados contra su vida, Cómodo pasó gran parte de su tiempo fuera de Roma, principalmente
en las fincas de su familia. Aunque se encontraba en buena forma física, su mente se degradaba
progresivamente. En esta época su principal interés era el deporte: participaba en concursos hípicos,
carreras de carros, y combates con bestias y hombres. Estos se celebraban normalmente en privado,
aunque en ocasiones también en público.
87 La tribunicia potestas (Potestad tribunicia), le confería todas las facultades y poderes de los tribunos de la plebe sin necesidad de
ejercer el cargo. Este título a la vez le daba inviolabilidad a su persona, sin limitación territorial y le otorgaba el derecho negativo de
intercessio o veto a otras instituciones del gobierno, sin que él esté sujeto a la intercessio o veto de sus colegas, pues no es tribuno; a
la vez que lo facultaba para proponer leyes y plebiscitos; imponer multas, castigos y la pena capital, sumariamente, a cualquiera que
interfiriera en el desempeño de sus deberes.
60
Historia de la Iglesia Pastor Christian Amoretti S.
Cómodo siempre ganó sus combates en la arena y ningún gladiador fue capaz de derrotarle en combate.
Cada aparición del emperador en la arena suponía un gasto de un millón de sestercios88 para el Estado,
lo que arruinó la economía romana que tan sabiamente había sido gestionada durante el reinado de los
emperadores de la Dinastía Antonina.
Este emperador, resulto favorable a la iglesia, debido a la influencia de su esposa Marcia, que mantenía
como amistades a algunos cristianos influyentes.
Los pocos martirios en este mandato se deben a las legislaciones anteriores, caso de los mártires de la
ciudad africana de Cillium de la que se puede decir es la primera documentación latina conservada de
origen cristiano.
Cómodo sufrió muchas conspiraciones, incluyendo el intento de envenenamiento hecho por su esposa
Marcia, que no llegó a cuajar, pues él vomito la comida envenenada, sus conspiradores, temiendo la
venganza de Cómodo si los descubría, enviaron al liberto Narciso a estrangularle en la bañera. El liberto
cumplió satisfactoriamente su cometido y al día siguiente de su muerte, el Senado declaró a Cómodo
enemigo público, emitiendo sobre él un damnatio memoriae. Sus estatuas fueron derribadas y su nombre
se eliminó de todos los registros públicos. Su cuerpo fue enterrado en el Mausoleo de Adriano. En el
año 195 el emperador Septimio Severo decidió tratar de ganar el favor de la familia de Marco Aurelio
rehabilitando la memoria de Cómodo y obligando al Senado a legislar su deificación.
La muerte de Cómodo llevó al Imperio a una guerra civil, conflicto que se conoció con el nombre del
año de los cinco emperadores (Cómodo, Pertinax, Didio Juliano, Pescenio Níger y Septimio Severo).
88 El salario medio de un obrero de la época podía oscilar entre unos 700 y 2.000 sestercios al año. La fortuna media de Roma en la
época era la posesión de 70 talentos, unos 420.000 denarios o 1.680.000 sestercios.
61
Historia de la Iglesia Pastor Christian Amoretti S.
193
Didio Juliano
193
Pescenio Níger
193-198
Septimio Severo
198-211
Septimio y Caracalla
62
Historia de la Iglesia Pastor Christian Amoretti S.
CAPÍTULO VI
SIGLO III
Durante este siglo hubo ciertos personajes que destacaron por su labor e influencia en la iglesia:
Considerado uno de los padres de la iglesia griega, fue discípulo de Clemente de Alejandría89, se
caracterizaba por su gran erudición, llegando a ser un gran exégeta. En el año 250 fue encarcelado
durante las persecuciones emprendidas por el emperador Decio. Fue sometido a tortura durante un año
y murió cuatro años después como consecuencia del maltrato sufrido.
Orígenes nos decía que: “Todavía se preservan entre los cristianos huellas de ese Espíritu Santo que
apareció bajo la forma de una paloma. Ellos expulsan los espíritus malos, realizan muchas oraciones,
ven con antelación determinados acontecimientos según la voluntad del logos”.90
Fue perseguido durante el gobierno de Decio; según Cipriano, “cuando el creyente vive lleno del Espíritu
Santo y en santidad, está en condiciones de contar con el poder divino para ayudar a los que sufren de
enfermedades físicas, de todo tipo de opresiones espirituales, o se encuentran perdidos en una vida sin
paz ni esperanza. Sólo un creyente lleno del Espíritu puede tener la autoridad suficiente para... expulsar
a los espíritus inmundos que se introdujeron en las personas para atormentarlas”.92
Desilusionado con la actitud de Cornelio, obispo de Roma (251 d.C.), por readmitir a los que habían
apostatado de la fe durante la persecución de Decio, Novaciano, que en un principio se había mostrado
tolerante con dicha medida, ahora pedía que fueran excomulgados para siempre y se declaró obispo de
la verdadera iglesia de Roma. Se considera a Novaciano como uno de los exponentes de la teología
trinitaria más pura del siglo III.
“En su Tratado Sobre la Trinidad, Novaciano presta suma atención a la obra del Espíritu Santo,
especialmente en el capítulo 29. Es interesante que inmediatamente después de hablar sobre los dones,
Novaciano pasa a discutir la vida cristiana en general. Según él, es el Espíritu quien mejora la moralidad,
edifica las relaciones entre las personas, y purifica a la Iglesia.
63
Historia de la Iglesia Pastor Christian Amoretti S.
... para Novaciano, el Espíritu Santo no sólo está activo al comienzo de la vida cristiana de cada creyente,
sino también a lo largo de ella. De allí, la relación estrecha entre la operación poderosa del Espíritu y el
proceso de santificación del creyente”93.
“... Novaciano no sólo concuerda con lo que acerca de los dones enseña el Nuevo Testamento, sino que
parece que él mismo estaba familiarizado con ellos y su ejercicio. Al menos, la manera en que él expone
acerca del Espíritu Santo lleva a esta conclusión. Es el Espíritu el que «coloca» profetas en la Iglesia,
«instruye maestros», «dirige lenguas», «da» poderes y sanidades, «hace» obras maravillosas, etc. Todos
estos verbos están en tiempo presente, con lo cual da la impresión como que el autor está simplemente
describiendo lo que ocurría en su iglesia en sus días”94.
Cuando el emperador Decio (249-251) intentó desarraigar todo el cristianismo del mundo, surgieron dos
grupos, un partido indulgente liderado por Cornelio, obispo de Roma y otro por Novaciano quien decidió
separarse de la iglesia de entonces por no considerarla como la verdadera iglesia, muchos otros le
siguieron, en espacial las iglesias de África del Norte; se cree que había por lo menos 400 iglesias
novacianas allí, y muchas otras en Nicomedia, Constantinopla, Frigia, así como en el Imperio occidental,
Italia, Francia, Suiza e Iberia (España).
Con el paso del tiempo, la iglesia montanista se fue integrando a la iglesia Novaciana.
“Un escritor notable dijo: «Cuando los cristianos más relajados y corruptos estaban en el poder, la secta
de los Novacianos, como eran llamados, ya fuesen mayoría o minoría cuando se separaron constituyeron
la verdadera iglesia de Dios en Roma. Salieron de en medio de ellos al mandato de Dios, Novaciano
vino a ser pastor de la iglesia separada, y su ejemplo inspiraba a las buenas y fieles iglesias de todas
partes, las cuales se habían separado también de las otras iglesias corrompidas, siguiendo su valioso
ejemplo en Roma»”.95
“...El problema con Novaciano fue que,...se colocó contra los representantes del cristianismo
establecido. Esto lo marginó y silenció, y creó un nuevo discurso «oficial» en su contra. Este discurso
le colocó el epíteto de disidente y heresiarca, y con ello, incluso su testimonio de la obra del Espíritu en
sus días cayó también en descrédito y cuestionamiento”.96
Durante varios siglos sus seguidores fueron conocidos por su rígida disciplina y su doctrina. Este tema
lo ampliaremos más adelante.
64
Historia de la Iglesia Pastor Christian Amoretti S.
65
Historia de la Iglesia Pastor Christian Amoretti S.
ACONTECIMIENTOS
Entre los años 248 ó 249, la inseguridad jurídica en que siempre se encontró
la cristiandad es puesta de manifiesto mediante el hecho de que, a pesar de la positiva benevolencia del
emperador, irrumpió una persecución sangrienta contra los cristianos de Alejandría. Acerca de ésta dan
noticias algo inseguras actas de mártires, y es atestiguada por un contemporáneo que podía estar bien
informado, el propio obispo de Alejandría, Dionisio. Según su carta al obispo Fabián de Antioquia, esta
persecución fue ocasionada en los últimos años97 del gobierno de Filipo por un adivino que provocó a
las muchedumbres del pueblo para que fuesen en contra de los cristianos, y que duró largo tiempo 98.
Cuando Trajano Decio (249-251) asciende al poder después de derrotar a Filipo I (Filipo el Árabe) en
Verona y ver la corrupción del Imperio, estuvo convencido que el mismo atravesaba por graves
problemas de corrupción y decadencia. Consideró que buena parte de la culpa estaba en la pérdida de
los antiguos valores y en el abandono de los viejos cultos. Por ello, mandó retomar el culto y las ofrendas
ancestrales en todo el territorio. Esto causaría un enfrentamiento con los cristianos que, al negarse a
aceptar la reposición de los antiguos valores, fueron duramente perseguidos. Las fuentes oficiales
romanas no hablan de la severidad de esta persecución.
LOS LAPSI
Dentro de este grupo de cristianos perseguidos encontramos a los denominados Lapsi o Lapsos (Latín
“los que han tropezado o caído”) fueron aquellos que renegaron de su fe ante la presión de las
autoridades romanas.
Para llevar a cabo su plan Decio publicó un edicto general contra los cristianos, que lo caracteriza como
el primer perseguidor sistemático de los cristianos, que debía ser en adelante la base jurídica para la
persecución. Aunque su contenido no se ha conservado en su texto, si se puede conocer por las fuentes
contemporáneas.
Según este edicto99, todos los habitantes del imperio eran invitados a tomar parte en un sacrificio de
súplica general a los dioses. Esto sonaba como un llamamiento a la población del Imperio a implorar,
en una manifestación impresionante y unánime, la protección de los dioses para el bienestar del mismo
Imperio. Pero lo peculiar era que se ordenaba también una inspección, que había de extenderse por todo
el Imperio, sobre la ejecución del edicto. Se estableció una comisión que tendría por misión vigilar el
cumplimiento del sacrificio y expedir a cada ciudadano un certificado (libellus) en que constara que
había sacrificado. Pasado cierto plazo, los libelli (certificados) tenían que ser presentados a las
autoridades. El que se había negado a sacrificar, era encarcelado, y en la cárcel se intentaba quebrantar
por medio de torturas la resistencia del confesor de la fe. Aun cuando la orden imperial no nombraba
por ningún lado a los cristianos, sus principales dirigentes y escritores se percataron bien de que aquella
representaba el más duro ataque que hasta entonces había sufrido la Iglesia. No puede decirse qué
intención pesaba más en la mente del emperador: si la de saber exactamente el número de secuaces del
cristianismo o la de la vuelta en masa a la antigua religión del Estado. El innegable éxito inicial de las
medidas aboga por la última idea. Las conmovidas quejas de los obispos Dionisio de Alejandría y
Cipriano de Cartago no dejan lugar a duda de que, sobre todo en Egipto y África del norte, el número
de los que de una u otra forma siguieron las órdenes del edicto superó con mucho al de los que se
resistieron a obedecerlas, aunque en este punto algunos historiadores afirman lo contrario 100.
97 "Se produjo una sublevación contra los cristianos el año 249". Citado de Fliche-Martin, Historia de la Iglesia. La iglesia en la
penumbra. II, (Valencia 1976) , p. 171.
98 Ehrhard, Albert. “Historia de la Iglesia. Tomo I: La Iglesia primitiva”, p. 177
99 Este edicto exigía no sólo de los cristianos, sino de todos los habitantes del Imperio romano, el reconocimiento de la religión estatal
mediante el ofrecimiento de un sacrificio a los dioses y la participación en los tiempos de banquetes sacrificales. Este no exigía, la
expresa renuncia al cristianismo. Este procedimiento indirecto explica el éxito del edicto de Decio. Citado de Albert Ehrhard, Ibíd, p.
178
100 Ehrhard, Albert, “Historia de la Iglesia. Tomo I: La Iglesia primitiva”, p. 182
66
Historia de la Iglesia Pastor Christian Amoretti S.
En la persecución se buscaba con preferencia a los obispos y demás dirigentes, pero estos se escondieron
procurando desde sus escondrijos animar a todos a la fortaleza y perseverancia. Entre estos se
distinguieron Cipriano de Cartago, Gregorio Taumaturgo y Dionisio de Alejandría.
Con relación a los lapsi, estos eran clasificados por la iglesia en 5 grupos:
Los sacrificati, que fueron aquellos que consintieron en hacer sacrificios a los dioses romanos o a
la imagen del emperador.
Los thurificati, aquellos que quemaron incienso ante las imágenes de los ídolos,
Los libellatici, aquellos que obtuvieron un certificado por parte de las autoridades donde constaba
que habían abjurado del cristianismo y hecho ofrendas a los dioses. Muchos de estos certificados se
obtuvieron también por soborno y compra.
Los acta facientes, que fueron aquellos que realizaron acciones directas para salvar su vida o
admitieron falsedades bajo coerción.
Los traditori, que entregaron a las autoridades objetos sagrados o escrituras, o que delataron a otros
cristianos.
La persecución fue especialmente severa en Cartago, de acuerdo con las fuentes de la Iglesia. Muchos
lapsi, después pidieron ser readmitidos por la iglesia. Sus peticiones fueron atendidas. Los confesores
del grupo más liberal intervinieron para permitir a cientos de lapsi volver a la iglesia.
Cipriano censuró la debilidad con los lapsi, y rehusó absolverlos excepto en el caso de enfermedad
mortal, y quiso posponer la cuestión de su readmisión en la iglesia hasta que llegaran tiempos más
tranquilos. Entonces la comunidad de Cartago sufrió un cisma. Felicísimo, que había sido ordenado
diácono por el presbítero Novato durante la ausencia de Cipriano, se opuso a todas las medidas de los
representantes de Cipriano. Cipriano le depuso y le excomulgó a él y a su partidario Augendius.
Felicísimo recibió el apoyo de Novato y otros cuatro presbíteros, que organizaron una fuerte oposición
al obispo.
Cuando Cipriano volvió a su diócesis, después de catorce meses, defendió su marcha en cartas a los
otros obispos del Norte de África y en el tratado De lapsis, y convocó un concilio de obispos
norteafricanos en Cartago para considerar el tratamiento de los lapsi y el cisma de Felicísimo (251). El
concilio apoyó a Cipriano y condenó a Felicísimo, aunque no se conservan actas del mismo. Los
libellatici, serían readmitidos tras arrepentimiento sincero, pero los que habían tomado parte en
sacrificios al emperador sólo podrían volver a la Iglesia cuando estuvieran cerca de la muerte. Más tarde
esta regulación se suavizó, e incluso los que habían celebrado sacrificios fueron readmitidos si se
arrepentían inmediatamente y buscaban la absolución, aunque los clérigos caídos fueron depuestos y no
podían recuperar sus cargos.
Por otro lado, en el año 251, como mencionamos anteriormente, Novaciano, descontento con la elección
de Cornelio como obispo de Roma (Papa), desconoció su autoridad, y se constituyó en antipapa101, dando
origen a la doctrina conocida como novacianismo que niega la absolución de los lapsos y afirma que la
Iglesia no tiene poder para dar la paz a los que renegaron de la fe en la persecución y a los que cometieron
algún pecado mortal (Heb.10:26-29).
101 Según el contexto católico, es aquella persona que usurpa o pretende usurpar las funciones y poderes que corresponden al Papa.
67
Historia de la Iglesia Pastor Christian Amoretti S.
Después de la persecución de Valeriano 102, los cristianos gozaron durante más de cuarenta años de una
paz casi completa. Se levantaron nuevas y más amplias iglesias, y hubo tantas conversiones que el
número de cristianos en el Imperio pasó a ser quizás el doble de antes.
Será con Diocleciano que comenzará un nuevo capítulo de la historia latina, llamado comúnmente el
Bajo Imperio.
El nuevo emperador, parece que estimaba mucho a los cristianos; tenía incluso servidores cristianos en
su propio palacio imperial de Nicomedia 103. Esto se debía en gran parte a la influencia que ejercía tanto
su esposa Prisca, y su hija Valeria, de quienes consta que fueron, sino cristianas, al menos,
catecúmenas104.
En las provincias orientales del Imperio el cristianismo se había propagado en gran medida durante los
últimos cuarenta años; en la misma Nicomedia se considera que casi la mitad de la población era ya
cristiana; había cristianos que ejercían cargos públicos de importancia, como gobernadores de
provincias, porque las autoridades ya no les exigían el juramento ante los dioses paganos, que
obligatoriamente tenían que hacer los funcionarios públicos.
Esta tolerancia del emperador con respecto a los cristianos ha hecho que historiadores contemporáneos
y modernos le absuelvan en gran parte de la responsabilidad en el desencadenamiento de la persecución.
Sin embargo, Diocleciano fue juzgado muy duramente por Eusebio y por Lactancio por haber
desencadenado la persecución más universal y cruenta contra los cristianos; pero él era, personalmente,
un hombre pacífico, con una gran capacidad de estadista; para evitar la perturbación interna dividió el
Imperio en cuatro Prefecturas: Galias, Italia, Ilirico y Oriente; dividió las Prefecturas en 14 diócesis, y
estas en 100 provincias. De este modo centralizó el gobierno, y evitó las continuas sublevaciones de la
etapa anterior. Contra los ataques provenientes del exterior, sobre todo de los pueblos barbaros, dividió
el Imperio en dos partes: el Imperio de Occidente con capital en Milán, y el Imperio de Oriente con
capital en Nicomedia, dando lugar así a la Tetrarquía. El único Imperio Romano sería gobernado por
dos Augustos: Diocleciano para la parte oriental y Maximiano para la parte occidental; cada uno de ellos
tenía un César: Galerio, César de Diocleciano; y Constancio Cloro, César de Maximiano, que sucederían
respectivamente en cada parte del Imperio a los dos Augustos.
A la extensión que había logrado el cristianismo y su introducción en las clases altas se le añadió el
incremento continuo de cristianos en el ejército. Todo esto era como una provocación a los elementos
más fanáticos del paganismo. En este sentido influía el fuerte lazo que tenía la religión romana con todo
el mecanismo del Estado. Cuanto mayor era la fuerza del cristianismo, los partidarios de la Roma pagana
102 Quien en agosto del año 257 inició la persecución, como consecuencia de un edicto que iba contra el clero, en el cual se exigía a
los obispos, presbíteros y diáconos sacrificar a los dioses del Estado, bajo pena de muerte. Lo cual tenía como objetivo eliminar el
clero y la clase noble y pudiente de la Iglesia, de tal manera que privados de dirigentes perderían poder e influencia.
103 Actual ciudad de Izmit, Turquía.
104 En la iglesia de los primeros tiempos, era el nombre que se aplicaba a quien no había sido todavía iniciado en los sagrados
misterios, pero experimentaba un curso de preparación para este propósito.
Los catecúmenos fueron divididos en meros oyentes (audientes, akromeni) y catecúmenos propiamente dichos; y en cada etapa había
una preparación triple - catequética, ascética, y litúrgica.
(a) Si un pagano deseaba hacerse un cristiano recibiría alguna instrucción elemental en las doctrinas fundamentales y las prácticas de
la Iglesia. Tenía que mostrar por su conducta que estaba consciente del paso que estaba a punto de tomar. Hasta ahora, él estaba sólo
en la etapa de oyente, y no era contado como cristiano en absoluto. Se le permitía estar presente en la primera parte de la Misa, pero
era retirado inmediatamente después del sermón.
La palabra MISA, deviene de la frase latina: Ite missa est – “iros, es la despedida”, que era la fórmula de despedida del culto católico
en el siglo IV, la cual implicaba el termino del servicio religioso, pero que terminó quedando como uso exclusivo de dicho servicio
eucarístico.
(b) Tan pronto como sus instructores estuvieran satisfechos de su deseo de perseverar, el oyente era promovido a la jerarquía de
catecúmeno. Él ahora tenía el derecho a ser llamado cristiano, aunque él no fuera considerado como uno de los "fieles".
68
Historia de la Iglesia Pastor Christian Amoretti S.
se convencían cada vez más de que el cristianismo era una continua amenaza frente al Estado romano.
Todos estos sentimientos se vieron aflorados por las corrientes filosóficas paganas de aquel entonces,
especialmente el neoplatonismo 105.
Todas estas actitudes paganas contribuyeron a que Diocleciano cambiase de parecer con respecto a los
cristianos.
El César Galerio fue la influencia en Diocleciano, para que viera a los cristianos con otros ojos. De esto
fue testigo Lactancio quien vivió durante mucho tiempo en Nicomedia, y quien era preceptor de Crispo,
hijo mayor de Constantino; haciendo a Galerio el verdadero iniciador y el gran responsable de la
persecución.
Sin embargo, Lactancio, se contradice a sí mismo, pues en otro lugar, califica a Jerocles de autor y
consejero en la preparación de la persecución.
En definitiva, aunque hubo muchas causas e influencias que determinaron a Diocleciano a aplicar esas
medidas de violencia; la resolución final la tomó él con plena libertad.
Bastó que alguien llegara a convencerlo de que el cristianismo era un obstáculo para la restauración y la
grandeza del Imperio Romano, para que estallara la gran persecución.
Diocleciano, cedió a la presión de su César, Galerio; y, a pesar de que estaba convencido del grave error
que cometía, decretó la persecución contra los cristianos, que paso por diversos estadios, hasta que se
convirtió en una guerra de exterminio total.
Diocleciano empezó la lucha contra el cristianismo por una "depuración" del ejército, llevada a cabo por
Galerio, bajo el pretexto de tibieza de los cristianos en el cumplimiento de sus deberes religiosos. Así
es como puso a los cristianos ante la alternativa de renunciar a su profesión militar o al cristianismo.
Este fue el preludio de la gran persecución. Todo esto se llevó a cabo, a través de un edicto en el que se
debían sacrificar a los dioses o salir del ejército.
Los cristianos realmente no eran enemigos del servicio militar en sí mismo; lo que repudiaban era tomar
parte en un acto de culto pagano, tal como se les imponía en las distintas formas del culto imperial,
desde el momento en que los soberanos mismos se habían proclamado hijos de Júpiter y Hércules.
Galerio consiguió finalmente, convencer a Diocleciano para que no se conformara con una simple
depuración del ejército, sino que declarara la guerra abierta al cristianismo.
El 25 de febrero del año 303, fue publicado el primer edicto de persecución, que "ordenaba para todo el
imperio la destrucción de las iglesias y libros santos; la privación de sus cargos, dignidades y privilegios,
a los fieles titulares de ellos, y, permitía a cualquiera seguir una acción en contra del cristianismo, para
sostener una acusación, incluso de adulterio, robo o injurias. Finalmente, los esclavos no podrían
conseguir la libertad"106. Sin embargo, consiguió Diocleciano, que repugnaba derramar sangre, que se
respetaran las vidas de los cristianos.
Todo esto se entendía contra los cristianos que se mantenían firmes en la fe, al mismo tiempo que se
insistía en que se procurara por todos los medios posibles su apostasía.
105 El neoplatonismo nació en la Alejandría del siglo III, su fundador parece haber sido Amonio Saccas. Esta última manifestación
del platonismo antiguo, constituye una síntesis de elementos muy distintos, con aportes de las doctrinas filosóficas de Pitágoras,
Aristóteles, Zenón y, sobre todo, Platón, unidas a pensamientos místicos de origen hindú y judío.
106 Fliche, Agustin & Martin, Víctor, otros. “Historia de la Iglesia. La iglesia en la penumbra”, Tomo II. p. 622.
69
Historia de la Iglesia Pastor Christian Amoretti S.
La situación empeoró cuando fue declarado un incendio en el palacio imperial de Nicodemia. Lactancio,
acusa a Galerio de haberlo provocado él mismo, con el objetivo de atribuirlo a los cristianos y tener una
base de persecución sangrienta. Era la misma jugada que antaño, había realizado Nerón. De hecho, los
cristianos del palacio fueron acusados de incendiarios, y los empleados del palacio fueron sometidos a
horribles torturas.
Quince días después fue declarado un segundo incendio, con lo cual Diocleciano ya no vio en los
cristianos más que enemigos declarados del Imperio, incluso a su mujer Prisca y a su hija Valeria, les
dio a escoger entre la muerte o la apostasía. Mientras que Galerio abandonó Nicodemia.
Fueron pasto de las llamas, la biblioteca de la iglesia de Roma y los archivos pontificios, cuya pérdida
fue irreparable.
La destrucción fue tan radical, que es normal que apenas queden un escaso número de obras anteriores
del siglo IV, y especialmente algunas actas auténticas de los mártires de algunas iglesias.
El segundo edicto general apareció en abril del año 303, y en él se ordenaba el encarcelamiento de todo
el clero. Ahora la meta era impedir que los fieles laicos pudiesen ser orientados por el clero. A éste le
siguió rápidamente un tercer edicto, que era como un complemento del segundo, y que consistía en la
liberación de los encarcelados a todos aquellos que estuviesen dispuestos a ofrecer sacrificios, y se
ordenaba la tortura hasta la muerte de los reos, a aquellos que no renunciasen a la fe cristiana.
A su vuelta de Roma a Nicomedia, el emperador, contrajo una seria enfermedad, con grave depresión
psíquica, que dio motivos de profunda preocupación en el palacio imperial. Esta enfermedad fue
aprovechada por Galerio para hacerse dueño del imperio. El resultado fue que en el año 304 se publicase
un cuarto edicto general, por el cual se extendía a todos los cristianos la obligación de ofrecer sacrificios
a los dioses.
Este edicto provocó ríos de sangre. Sólo se salvaron la Galia y Bretaña gracias a la tolerancia que seguía
conservando Constancio Cloro.
Diocleciano, hastiado por el fracaso, abdicó en mayo del año 305; al abdicar él, tenía que hacerlo
también Maximiano; en la parte oriental del Imperio, Galerio sucedió a Diocleciano como Augusto, y
Maximino Daia ocupó el puesto de César, dejado vacante por Galerio; pero Licinio se sublevó contra él
y lo venció, quedando dueño único de la parte oriental del imperio. Antes de ser destronado, en la parte
oriental del Imperio, las persecuciones duraron hasta el edicto de tolerancia, firmado por Galerio, el día
30 de abril del año 311.
Las persecuciones cesaron inmediatamente en los dominios de Constancio Cloro; en cambio, en Roma,
donde Majencio se hizo fuerte, las persecuciones sólo cesaron en la práctica, porque, en realidad, no
fueron revocados los edictos de Diocleciano; y, por consiguiente, seguían prohibidas las reuniones del
culto cristiano.
70
Historia de la Iglesia Pastor Christian Amoretti S.
71
Historia de la Iglesia Pastor Christian Amoretti S.
Entre algunos de los suplicios que atravesaron los cristianos a causa de su fe encontramos los siguientes:
El destierro:
La pena menos dura en que el cristiano podía incurrir, era la del destierro, pero aun así a veces tenía
consecuencias trágicas. Muchas veces la misma implicaba la confiscación de los bienes y la muerte civil
o pérdida de los derechos de los ciudadanos.
La condena a trabajos forzados, en especial a las canteras y minas, era ya antigua en el imperio romano
y usada con frecuencia. En los años 308 y 309, la crueldad subió a cuotas insospechadas, mutilándose a
los detenidos, y arrancándoles el ojo derecho. A los jóvenes se les castraba. Muchos de estos cristianos,
entre los cuales se hallaban mujeres y niños, morían agotados en el camino y eran pasto de los chacales.
La decapitación:
La decapitación se realizaba en público, pero sin solemnidad. Se solía dar el golpe mortal, en cualquier
postura, ya fuera de rodillas, o de pie junto a un poste. La ejecución se llevaba a cabo con una espada,
pues por ley no podía ser sustituida ni por un hacha ni por otra arma cualquiera.
La hoguera:
Hasta el siglo II, parece que fueron pocos los cristianos condenados al fuego. A excepción de Nerón,
que hizo quemar a muchos cristianos como antorchas vivientes en el Circo Máximo, los cuales fueron
atados a postes vestidos con una túnica rociada de pez y de resina, para que sirvieran sus cuerpos en
llamas de velas encendidas para iluminar la noche.
Uno de los suplicios más horribles lo sufrió Pedro, que era ayudante de Diocleciano, a quién se asó vivo
en unas parrillas, en que, para alargar sus sufrimiento, se le iban colocando poco a poco cada uno de sus
miembros al fuego. En Gaza, Timoteo fue quemado a "fuego lento". En el año 309 el emperador Galerio
inventó una nueva forma de quemar a fuego lento a los cristianos, que consistía en echarles de tiempo en
tiempo agua al rostro, o en hacérsela beber, para que no muriesen tan pronto, con lo que el martirio
duraba en ocasiones un día entero.
El suplicio más dramático que se infligía a los cristianos a la vista de las miradas de la turba pagana era
la exposición a las fieras. Este suplicio era un espectáculo codiciado por muchos. Normalmente se
esperaba un día de fiesta para arrojar a los cristianos a las fieras.
En grupos echados colectiva y gregariamente al redondel del Circo con plena libertad de
movimientos y contra los cuales soltaban las fieras para que los devorasen.
Individual o colectivamente también, pero con las víctimas atadas a un poste o a un palo, sin
posibilidad de huida ni de lucha.
72
Historia de la Iglesia Pastor Christian Amoretti S.
La crucifixión:
En la crucifixión lo normal era que a los crucificados no se les rematara, para que su agonía se pudiese
alargar.
La sumersión:
Otro de los suplicios frecuentemente reservados a los mártires en la última persecución fue la sumersión.
En el año 303, apenas publicado el primer edicto de Diocleciano, "innumerables cristianos", según
Eusebio, fueron llevados, atados, en barcas a alta mar y arrojados a las olas. La sumersión era una pena
ilegal, puesto que ningún edicto había aprobado tal pena contra los cristianos.
Pero no podemos hablar de ilegalidad, ya que como dice Lactancio, Galerio había suprimido en sus
Estados la mendicidad haciendo ahogar a los mendigos.
Muchos de los suplicios, aunque podían evitarlos renegando de la fe, no lo hicieron, perseverando hasta
el fin.
En la Antigüedad clásica la muerte representaba una frontera impenetrable entre el hombre y los dioses.
Esta misma idea en la perspectiva cristiana, consideraba que los que habían muerto siguiendo a Cristo
y eran fieles a su mensaje, serían los mártires que tendrían acceso a la gloria del paraíso y a la vida
eterna.
Pero, en la Antigüedad también existía una creencia bastante difundida de una serie de espíritus
protectores: gnomos, demonios, genios, ángeles, etc. Ahora, esta relación fue traspasada en parte a unos
seres humanos especiales, “los santos”.
Será a partir del siglo IV que Paulino de Nola y Ambrosio de Milán, proponen a los fieles y a las
comunidades cristianas tomar como intercesores a esos hombres y mujeres que habían merecido con su
fe heroica tener a Dios como protector personal.
En Occidente, después de acabadas las persecuciones, se pasaba del culto de los mártires al de los
obispos, que eran los custodios y organizadores de ese culto. Oriente va a conocer una evolución distinta
que tendría después profundas repercusiones sobre el conjunto de la cristiandad, lo cual veremos luego.
Junto a los mártires aparecen allí, en la época posterior a Constantino, nuevos tipos de santo: los
confesores de la fe, como Atanasio (muerto en 371) que puso a la iglesia de Alejandría en la vanguardia
de la lucha contra la herejía de Arrio, y sobre todo, los ascetas, que buscaban fuera del mundo una
perfección difícil de alcanzar dentro de una sociedad superficialmente cristianizada y profundamente
ajena al espíritu del evangelio.
Actualmente es un hecho admitido que la continuidad, bajo fórmulas cristianas, acepte la mentalidad
religiosa pagana. Es posible que la cristianización de modelos paganos fuera motivada en cierta medida
para dar cabida en el nuevo mundo cristiano a unos fieles nacidos y formados en un universo cultural y
religioso pagano.
Agustín de Hipona en “Civitas Dei”, refiriéndose a los mártires dice: “Con auténtica propiedad
podríamos llamar nuestros héroes a estos, si lo autorizase así el lenguaje eclesiástico”.
73
Historia de la Iglesia Pastor Christian Amoretti S.
Según ellos, a diferencia del héroe, en el santo no cabe la maldad, al menos una vez purificado por el
martirio o por una vida ejemplar. Y es precisamente esta cualidad la que le infiere PODER y le santifica.
San Agustín les definía como inviolables e incorruptibles (De sermone Domini in monte 2.20.68). Como
testigos de Cristo (Ag. Sermo 128.3), su vida se basaba en el valor, la intrepidez, voluntad, nobleza y,
en definitiva, en el triunfo sobre la muerte y el sufrimiento como renuncia.
Una de las mayores coincidencias entre héroes y mártires es precisamente la de ser “muertos especiales”.
De allí que los cristianos aceptaban las costumbres paganas que “no iban contra su fe” y así honraban
también a sus muertos ilustres, dando lugar a un primitivo culto a los mártires el cual tenía lugar en los
cementerios que se convirtieron en lugares de afluencia de fieles. Al parecer, el culto martirial no tenía
un origen directo en el culto de los muertos, como tradición pagana, pero, sí se vio influenciada por ésta
en la medida que aumentaban “los nuevos creyentes”.
La entrada común de héroes y mártires en este mundo mágico, aun sus respectivas ceremonias y
prácticas, eran similares en las formas en muchas ocasiones, lo que evidenciaba una misma mentalidad
en paganos y cristianos.
El héroe realiza sus acciones en aquel sitio donde se encuentra su tumba, por eso los paganos intentan
contar aunque sea con fragmentos de estos personajes. Al igual que los paganos, los “cristianos”
consideraban que la presencia invisible del mártir se hace patente junto a sus sepulturas por los hechos
mágicos que producen. Este hecho reproduciría una de las leyes de la magia, cuya premisa era totum ex
parte, la esencia del ser se mantiene intacta en todos y cada uno de los trozos en que sea dividido. Esta
sería la explicación de las reliquias 107. En este sentido tenemos un texto de Juan Crisóstomo (Hom. in
martyres II): “... la gracia del Espíritu Santo que está en los huesos de los santos y vive dentro de sus
almas pasa también a los demás que con fe se acercan a ellos y redunda del alma a sus cuerpos, de los
cuerpos a los vestidos, de los vestidos al calzado, del calzado aún a la sombra”.
Muchos autores de la época consideraban que sólo bastaba el contacto de un fragmento del mártir para
obtener toda su fuerza milagrosa.
EL CULTO
Hablar de un “santo” es hablar de una persona cristiana, ilustre por sus virtudes y que además ha sido
reconocido por la Iglesia merecedor de culto público. Dicho Culto se podría definir como las honras
que se rinden a una memoria venerable, o la manifestación pública de honor rendido por la comunidad
de fieles a la memoria de un santo.
Es posible que la reunión tenga como centro la tumba del mártir, señalada con algún ornamento,
inscripción, a veces situada bajo una capilla, otras, se ha convertido en el centro de una basílica. Donde
el obispo u otro clérigo pronuncia las virtudes del santo, y los fieles invocaban la protección del santo y
reclaman, en caso de necesidad, su intercesión.
107 Reliquia es una parte del cuerpo de una persona venerada por algún motivo o algún objeto que, por haber tocado ese cuerpo, es
digno de veneración.
108 La costumbre de anotar los aniversarios de los mártires data de los primeros tiempos de la iglesia. En Oriente, en el siglo II, la
iglesia de Esmirna celebraba anualmente la memoria de su obispo mártir Policarpo, cuya fecha de martirio había conservado. En el
siglo III, en África, Cipriano manifestaba su interés porque se anotaran las fechas de martirio de sus compañeros para celebrar su
memoria.
74
Historia de la Iglesia Pastor Christian Amoretti S.
Otro testimonio de culto importante, es el que se observa a partir del siglo IV y que con Justiniano tuvo
una definitiva formulación jurídica: y es señalar en los testamentos a los santos y mártires como
herederos y cuyos bienes serían destinados a cualquiera de los innumerables oratorios, iglesias o
basílicas donde se venera el recuerdo victorioso del mártir o del santo.
La institución de la fiesta de un santo no es otra cosa que su canonización. Antes de la época en que las
causas de canonización eran llevadas a Roma era la voz del pueblo la que colocaba a los santos en los
altares.
Por tanto, el culto de un mártir se establecía con bastante facilidad: desde que un cristiano es perseguido
y muerto por su fe, la comunidad empieza a moverse, a dirigirle sus plegarias, recogerán sus restos y les
darán sepultura, que a partir de entonces se convertirá en lugar de peregrinación y reunión. La fecha del
suceso permanecerá en la memoria y cada año para conmemorarla, se reunirán, normalmente bajo la
dirección del obispo, ante la losa que recubre las reliquias del mártir. De esta manera sucedió con
Policarpo en Esmirna, y con Cipriano en Cartago.
Respecto a los cismáticos y a los herejes que dieron su vida por la fe, las posiciones estaban bien
establecidas, Cipriano decía que no se podía ser mártir y estar separado de la Iglesia (De catholicae
ecclesiae unitate). La misma posición era defendida por Agustín de Hipona (Epistolae, CLXXIII, 6).
75
Historia de la Iglesia Pastor Christian Amoretti S.
211-212
Caracalla y Geta
217-218
Macrino
238
Gordiano I
238
Gordiano II
238
Balbino y Pupieno
76
Historia de la Iglesia Pastor Christian Amoretti S.
238-244
Gordiano III
251-252
Galo y Hostiliano
252-253
Galo y Volusiano
253-254
Valeriano
77
Historia de la Iglesia Pastor Christian Amoretti S.
260-268
Galieno
268-270
Claudio II
270-275 Entre los mandatos de Aureliano y Tácito hubo un período de casi ocho
Aureliano meses durante el cual no hubo emperador, dicho periodo se llamó:
“Período de Interregno”.
275-276
Tacito
276
Floriano
276-282
Probo
283-284
Carino
285-286
Diocleciano
LA TETRARQUÍA
78
Historia de la Iglesia Pastor Christian Amoretti S.
79
Historia de la Iglesia Pastor Christian Amoretti S.
CAPÍTULO VII
SIGLO IV
MARCHAS Y CONTRAMARCHAS
CONSTANTINO
En dicha batalla, el rival de Constantino, Majencio, cometió un error táctico al salir de la fortaleza que
defendía para plantar combate en campo abierto fuera del seguro refugio de las murallas de la ciudad.
De tal manera que las circunstancias cambiaron de manera clara a favor de Constantino que derrotó a
las tropas de Majencio. Después parece ser que el caballo de Majencio se encabritó arrojando al jinete
al Tíber donde murió ahogado, dándose por finalizada la batalla.
Constantino mandó rescatar el cadáver del río para decapitarlo y exhibir públicamente la cabeza de su
rival en un desfile triunfal por las calles de Roma donde fue vitoreado por la muchedumbre
Ese el mismo año, el emperador Constantino y el augusto de oriente, Licinio, decretaron una serie de
leyes por las que concedían la libertad de cultos a todos sus súbditos:
"Habiendo advertido hace ya mucho tiempo que no debe ser cohibida la libertad de religión, sino que
ha de permitirse al arbitrio y libertad de cada cual se ejercite en las cosas divinas conforme al parecer
de su alma, hemos sancionado que, tanto todos los demás, cuanto los cristianos, conserven la fe y
observancia de su secta y religión...
...que a los cristianos y a todos los demás se conceda libre facultad de 'seguir la religión que a bien
tengan; a fin de que quienquiera que fuere el numen divino y celestial pueda ser propicio a nosotros y a
todos los que viven bajo nuestro imperio. Así, pues, hemos promulgado con saludable y rectísimo
criterio esta nuestra voluntad, para que a ninguno se niegue en absoluto la licencia de seguir o e1egir la
109 La batalla del puente Milvium ha pasado a la historia como aquel punto que marca el declive del culto pagano y el triunfo del
cristianismo como religión oficial, debido a la narración hecha por Eusebio sobre el “Sueño de Constantino”: “En vísperas de la
batalla, Constantino invocó la ayuda del Dios de los cristianos y tuvo un sueño durante el cual se le apareció una cruz resplandeciente
con estas palabra: «In hoc signo victor eris» (con este signo vencerás). Luego mandó colocar en las enseñas de su ejército el anagrama
formado por las dos primeras letras griegas (Chi y Rho) del nombre de Cristo…”.
80
Historia de la Iglesia Pastor Christian Amoretti S.
observancia y religión cristiana. Antes bien sea lícito a cada uno dedicar su alma a aquella religión que
estimare convenirle"110.
Constantino al parecer buscó pacificar con esto el Imperio, a la vez de perpetuarse en el poder, pues
después de tantas luchas por el poder, no había un claro gobernante.
Esta constitución imperial fue confirmada por un edicto fechado en Milán (Mediolanum) en el 313; el
famoso Edicto de Milán puso fin a la era de persecuciones y se inauguró un nuevo período de la Historia
del Cristianismo.
Mediante este edicto, Constantino ordenó que se devolvieran a la Iglesia las propiedades que le habían
sido confiscadas durante las persecuciones; eximió al clero de pagar impuestos; confirió a los obispos
autoridad judicial; autorizó a la Iglesia a recibir donaciones y a que sus templos fueran lugares de asilo;
dispuso de medidas ligadas al carácter humanitario del cristianismo, como la prohibición de marcar
esclavos con fuego o la crucifixión; inauguró la política de construcción de iglesias a expensas del
Estado.
Mientras tanto, Licinio y Constantino fueron distanciándose cada vez más el uno del otro; sus relaciones
se enfriaron y, finalmente, terminaron en hostilidad abierta. Licinio buscó entonces apoyo en el partido
pagano e intentó reanudar la intolerancia anticristiana en sus dominios. Pero Constantino lo derrotó en
el año 323, quedando dueño de todo el Imperio. El triunfo de Constantino fue considerado como una
victoria cristiana.
Hacia comienzos del siglo IV, el cristianismo logró superar, al menos en el oeste, las enormes presiones
que significaron las grandes persecuciones de las décadas anteriores. Con la “conversión”111 de
Constantino (año 312), el rumbo del cristianismo en el ámbito del imperio romano, comenzó a cambiar.
Constantino colmó de privilegios a los cristianos y elevó a muchos obispos a puestos importantes,
confiándoles, en ocasiones, tareas más propias de funcionarios civiles que de pastores de la Iglesia de
Cristo. A cambio, él no cesó de entrometerse en las cuestiones de la Iglesia, diciendo de sí mismo que
era «el obispo de los de afuera» de la Iglesia. Las nefastas consecuencias de este contubernio no fueron
previstas entonces. Debido, sin duda, al agradecimiento que querían expresar al emperador que acabó
con las persecuciones, los cristianos permitieron que éste se inmiscuyera en demasía en el terreno
puramente eclesiástico y espiritual de la cristiandad. Las influencias fueron recíprocas: comenzaron a
aparecer prelados mundanos que en el ejercicio del favor estatal, demostraron que no estaban
inmunizados a las tentaciones corruptoras del poder y daban así un espectáculo poco edificante.
«Sabemos por Eusebio que Constantino, para atraer a los paganos a la nueva religión, traspuso a ésta
los ornamentos externos a los cuales estaban acostumbrados... El uso de templos dedicados a santos
particulares, ornamentados en ocasiones con ramas de árboles; incienso, lámparas y velas; ofrendas
votivas para recobrar la salud; agua bendita112; fiestas y estaciones, procesiones, bendiciones a los
campos; vestidos sacerdotales, la tonsura, el anillo de bodas, las imágenes en fecha más tardía, quizá el
canto eclesiástico, el Kyrie Eleison113, todo esto tiene un origen pagano y fue santificado mediante su
adaptación en la Iglesia»114
En el año 321 Constantino promulgó unas leyes que favorecían el descanso semanal en el dies solis
latino o "día del Sol".115
81
Historia de la Iglesia Pastor Christian Amoretti S.
Debemos resaltar que pese a lo que algunos afirman, el domingo ya era celebrado por los cristianos
desde el primer siglo como conmemoración del día de la resurrección del Señor Jesús, y sólo coincidía
con el día del Sol latino.
Otras fechas y costumbres fueron asimiladas a la nueva religión creada por Constantino, así, el día del
solsticio de invierno, festividad del Solis Invictus o Sol Invicto, cuando el Sol renace una vez más y los
días comienzan a crecer otra vez, pasó a ser el día de la Natividad del Señor, que los primitivos cristianos
no habían celebrado nunca en esas fechas, etc.
En el año 314, inmediatamente después de la legalización, la Iglesia cristiana, que se siente respaldada
por el estado, ataca a los paganos: en este año se constan los primeros ataques a los paganos. El concilio
de Ancyra (hoy Ankara, Turquía) denuncia el culto a la diosa Artemisa. Y en ese mismo Concilio se
ordena la destrucción de las casas paganas y la matanza de los sabios tradicionales (sacerdotes). Entre
el año 315 y el siglo VÍ miles de creyentes paganos fueron asesinados. Entre 316 y 326 se proclaman
una serie de disposiciones que favorecen al cristianismo frente a la religión tradicional (prohibición de
las haruspicia116, la magia y los sacrificios privados, exención fiscal a los clérigos cristianos, se otorga
jurisdicción a los obispos...), aunque el cristianismo todavía no se convertiría en la religión oficial del
Imperio Romano hasta el Edicto de Tesalónica del 380.
Constantino consideraba que era su deber como emperador, designado por Dios para calmar los
desórdenes religiosos, por dicho motivo convocó el Primer Concilio de Nicea (20 de mayo al 25 de julio
de 325) para terminar con algunos de los problemas doctrinales que infectaban la Iglesia de los primeros
siglos, especialmente el arrianismo 117.
En sus últimos años de vida también ejerció como predicador, dando sus propios sermones en el palacio
ante su corte y los invitados del pueblo. Sus sermones fueron duros para con las antiguas costumbres
paganas. Constantino se dedicó también a la construcción de iglesias en Palestina, lo cual permitió la
expansión del cristianismo así como el considerable incremento del poder y la influencia del clero.
En el año 337 muere Constantino, quien fue bautizado en su lecho de muerte por Eusebio de Nicomedia,
un arriano que tiempo antes había sido perseguido por hereje.
LOS DONATISTAS
Este movimiento se denominó inicialmente Iglesia de los Mártires y tomó su otro nombre por Donato,
al que eligieron obispo sus propios correligionarios en el año 312.
La herencia montanista estaba todavía muy viva en el norte de África. En el 313, Donato, obispo de
Cartago (Norte de África) comenzó a seguir las pisadas del antiguo montanismo causando un cisma que
dividió todo el norte de África. Este movimiento que se inició en Numidia (actual Argelia) comenzó a
adquirir cierto matiz de lucha social: los campesinos, agobiados por los impuestos imperiales y las
vejaciones que sufrían siempre, tomaron el partido donatista, bajo el que se escudaron para saquear las
haciendas y viviendas de quienes no compartían su credo. No es de extrañar que Constantino, desde el
principio, se manifestara en contra de los donatistas pues éstos perturbaban la paz del Imperio y
dificultaban sus designios de unificación. Sin embargo, los donatistas recurrieron al emperador para que
interviniera en la disputa. Al principio presentaron sus quejas en contra de la elección de Ceciliano,
obispo de la ciudad de Cartago, a los oficiales imperiales; pero visto que estos no les hicieron mucho
caso elevaron su protesta a Constantino mismo para que juzgará. Rogaron al emperador que se dignase
nombrar entre los Jueces a algunos obispos de la Galia.
116 Forma de adivinación etrusca que examinaba las entrañas de un animal sacrificado.
117 Herejía que enseña que el Hijo no tiene la misma condición divina del Padre, lo cual estudiaremos más adelante.
82
Historia de la Iglesia Pastor Christian Amoretti S.
La petición de obispos galos fue hecha seguramente teniendo en cuenta la proximidad de la Galia y por
su posible imparcialidad. Constantino les concedió su petición sólo a medias. Nombró a tres obispos de
las Galias pero al mismo tiempo quiso que intervinieran catorce o quince obispos italianos presididos
por el prelado de la capital del mundo, el obispo de Roma, Milcíades. Eusebio nos transcribe la carta
que el emperador dirigió a Milcíades ordenándole la celebración de un concilio en Roma para tratar la
cuestión donatista:
“Constantino Augusto a Milcíades, obispo de la ciudad de Roma y a Marcos. El muy esclarecido varón
Anulino, procónsul de África, me ha enviado varios libelos en los cuales se contiene que Ceciliano es
acusado de muchas cosas por algunos de sus colegas establecidos en Asia. Me parece sumamente
molesto que la plebe se degenere dividida en dos partidos y que los obispos disientan entre sí en esas
provincias que la divina Providencia ha donado... Ha sido de mi agrado que el mismo Ceciliano con diez
obispos que parecen acusarlo y con otros tantos que él considere necesarios para su causa, navegue a
Roma; para que allí, en vuestra presencia y en presencia de Reticio, Materno y Marino, colegas vuestros,
a quienes por esa causa he mandado ir a Roma, pueda ser escuchado, como tú sabes muy bien conviene
a la santísima ley; no quiero hallar entre vosotros en ninguna parte ningún cisma o desavenencia”.
Por la voluntad del Emperador Constantino, Ceciliano presidió el sínodo romano del 313. Hasta
entonces, la convocatoria como la presidencia de los concilios no había estado sujeta al arbitrio imperial.
Con esta orden de Constantino a Ceciliano se inaugura el cesaropapismo que en Oriente habría de sujetar
a la Iglesia de una manera absoluta a los intereses del Estado. 118
Es lógico que el sínodo romano del 10 de octubre de 313 condenara a los donatistas. Roma se opuso a
estos desde un principio y además pese a las controversias sostenidas con Cipriano antaño, jamás había
aceptado el principio de rebautizar a los herejes, práctica mantenida por los donatistas; a ellos se les
atribuye ser los primeros en rebautizar a la gente que procedía de iglesias que ellos consideraban no
bíblicas, quizás se usó el nombre "anabaptista" por primera vez durante este tiempo. Estos sólo
consideraban válidos los sacramentos administrados por miembros santos y ortodoxos, es decir -de
acuerdo con sus principios- sólo por donatistas. Los tres obispos galos, los catorce italianos y el obispo
de Roma, condenaron a los donatistas y consideraron que los cargos elevados en contra de Ceciliano
carecían de base. Constantino consideró la decisión como habiendo sido tomada por todos los obispos:
«...en la ciudad de Roma por obispos calificados y muy excelentes».
Los donatistas rehusaron someterse a la decisión de aquel sínodo y nuevamente, volvieron a apelar al
emperador. Indudablemente desconocían ellos cualquier autoridad eclesiástica suprema y en la misma
ignorancia se encontraba toda la cristiandad, pues el procedimiento de recurrir a la máxima potestad
imperial parecía ser un principio tácito que las Iglesias estaban reconociendo unánimemente.
Constantino convocó entonces un concilio más numeroso, un concilio de Occidente a celebrar en Arlés.
Para dar más cumplida satisfacción a las exigencias de la paz eclesiástica y para que los donatistas no
volvieran a decir que el juicio de Roma había sido el de «sólo algunos», el emperador decidió recurrir a
la más alta medida de gobierno de la Iglesia: un concilio al que asistieran suficiente número de obispos
que lo hicieran realmente representativo. A pesar de la deferencia que Constantino – y después de él sus
sucesores – mostró siempre para con el obispo de Roma, le constaba que la Cristiandad no se gobernaba
por éste sino «por la intervención de muchos» obispos.
E1 concilio de Arlés (la Galia) fue presidido por el obispo Marino de dicha ciudad, uno de los tres jueces
nombrados de antemano por el emperador. El obispo de Roma envió representantes al mismo. A
diferencia del sínodo del año anterior tenido en Roma, que no pasó de ser un concilio local, el concilio
de Arlés, celebrado el año 314 fue en la intención de Constantino, una asamblea eclesiástica de
Occidente, a la cual concurrieron alrededor de cuarenta y seis obispos de Italia, África, Bretaña, la Galia
e Hispania.
118 Cesaropapismo es el nombre aplicado a las relaciones entre el Estado y la Iglesia en las que se contempla al poder secular
ejerciendo injerencia o poder en áreas que compete a la iglesia.
83
Historia de la Iglesia Pastor Christian Amoretti S.
El concilio de Arlés, sus procedimientos y aún su misma razón de ser, desmiente las tardías pretensiones
romanas y demuestra que la autoridad de un concilio -de la naturaleza que fuese-, era de por sí superior
a la de cualquier obispo, incluyendo el obispo de Roma.
La moderna teoría romanista de que nadie puede objetar al juicio de la Sede romana, teoría canonizada
dogmáticamente en el concilio Vaticano I (1879), no era ni siquiera soñada por la Cristiandad del año
314. El juicio del sínodo romano del 313 necesitó la confirmación y ratificación del concilio de Arlés,
no del obispo Milcíades.
Por supuesto el donatismo fue rechazado una vez más y el puesto de Ceciliano en la sede de Cartago fue
confirmado. Las iglesias donatistas fueron cerradas y el movimiento fue víctima de la persecución.
Decepcionados por las resoluciones acordadas en Arlés, y por la intervención de Constantino, se
tornaron entonces en los campeones de la libertad espiritual: «¿Qué tiene que ver el emperador con la
Iglesia?» decían. Tenían razón, pero ciertamente habían sido ellos los primeros en recurrir a la
mediación imperial. Todavía en 316 habían recurrido a Constantino quien perseveró en su condena. Sin
embargo, lo triste era que no solamente la fuerza secular perseguía a los exaltados donatistas sino que
otros cristianos se sumaban a esta persecución. Los que antaño habían sido perseguidos se convertían a
su vez en perseguidores. El uso de la fuerza en contra de los cismáticos fue particularmente duro en el
norte de África en el año 321. Los seguidores de Donato continuaron en el norte de África como iglesias
independientes de la incipiente unidad de Roma hasta la conquista mahometana.
Durante el Siglo V, con el decaimiento del Imperio Romano y las constantes invasiones bárbaras
también afectaron a la iglesia, que terminó dividiéndose en oriente y occidente, pero a pesar de eso, el
Espíritu Santo nunca dejó de obrar, y se hace evidente esto inclusive con los monjes de Egipto como
Shenoute de Atripe (¿334- ca. 451) de quien se tienen registrado un considerable número de relatos de
milagros119. Otra de las personas importantes de esta época fue Agustín de Hipona (354-430) quién
aunque no tenía manifestaciones “carismáticas” afirmó las bases principales de la neumatología; él narra
también varios casos de liberaciones y sanidades120.
Los donatistas que surgieron en el siglo IV se fundirían más adelante al movimiento Pauliciano121 del
siglo VII, quienes se “revelaron” contra algunos dogmas de la iglesia (imágenes, reliquias religiosas,
cruces, a la madre de Jesucristo, Santa Eucaristía – entiéndase esto a la transustanciación) siendo fieles
a la Palabra de Dios.
Debemos recalcar que durante el gobierno de Constantino (312-337), cuando el cristianismo era ya una
religión reconocida, el obispo romano era todavía simplemente un obispo más entre los obispos de las
demás iglesias. No será hasta después de la muerte del emperador Constantino (337 d.C.) cuando los
obispos romanos se atrevieron a empezar a reclamar una posición de prestigio, influencia, y autoridad
para sí mismos, en algunos casos valiéndose de cualquier medio.
Quizás por ello, cuando el emperador Graciano, en el año 378, rechazó por considerar impropio para un
emperador cristiano, el título y rito de iniciación de Pontifex Maximus, que le correspondía por causa de
ser el emperador romano en turno, el puesto quedó vacante y fue tomado entonces por el obispo romano
Dámaso. De esta manera el sería el primer obispo romano en recibir el nombramiento de Pontifex
Maximus, Sumo Sacerdote de los Misterios Paganos llegando así a convertirse para los paganos en el
legítimo representante de su larga línea de Pontífices, permitiendo con esto que el paganismo se
119 Deiros, Pablo. La Acción del Espíritu Santo en la Historia. Págs. 269-272.
120 Ibíd. Págs. 283-290.
121 En los siglos VIII y IX muchos paulicianos emigraron a Tracia y Bulgaria, y de allí a las regiones bajas del Danubio. Se piensa
que los bogomilas de los Balcanes y los Cátaros (Siglos XI al XIII) del sur de Francia juntaron sus enseñanzas y continuaron su
movimiento. Algunos consideran que los anabaptistas fueron producto de estas influencias.
84
Historia de la Iglesia Pastor Christian Amoretti S.
introduzca con mayor fuerza en la Iglesia, a la vez que los paganos empiecen a ser aceptados en la iglesia
sin cambiar sus creencias y prácticas.
Uno de los elementos básicos que motivó al obispo de Roma – todavía no se llamaba Papa- que
comenzará a formular sus "derechos" y primacía sobre otras iglesias, fue el hecho que vio su posición
amenazada por las ambiciones del obispo de la "nueva Roma" (Constantinopla).
Las ambiciones del obispo de la "nueva Roma" salieron a la luz en el Primer Concilio de Constantinopla
(381), segundo concilio ecuménico, donde el entonces obispo de Roma, Dámaso I, no fue invitado. En
dicho concilio se decretó que el obispo de Constantinopla debía tener el primer rango después del obispo
de Roma, "porque Constantinopla es la nueva Roma". El propósito era darle a Constantinopla una
posición en el imperio del Este que estuviese por encima de Antioquía y Alejandría; y Roma, por
supuesto, no sería afectada.
Dámaso reaccionó inmediatamente, y en el año 382 un sínodo romano declaró – con obvia referencia a
la decisión del año previo – que la iglesia romana debía su primacía no a los decretos de un sínodo, sino
a los poderes comisionados a Pedro por Cristo. Roma era, según Dámaso, "la primera Sede (silla o
trono) del apóstol Pedro" Dámaso también añadió el término "apostólica" al nombre de la iglesia
romana; y, en su afán de reclamar suprema autoridad espiritual para sí mismo, fue el primero en
apropiarse de las palabras dichas a Pedro por Cristo: "Tú eres Pedro y sobre esta roca edificaré mi
iglesia".
Esta afirmación no fue aprobada por dos de los más renombrados teólogos católicos contemporáneos de
Dámaso: Agustín y Ambrosio, inclusive este último dijo que Pedro "tenía una primacía de confesión,
no de oficio; una primacía de fe, no de rango"
La intervención de Dámaso en la historia del desarrollo del papado, jugó un papel muy importante. Pues
Dámaso I sería el primero en llamar Sede apostólica a la sede romana. Bajo su “gobierno” el latín llegó
a ser la lengua oficial y obligatoria de la Iglesia, desplazando al griego que era hasta entonces la lengua
de la liturgia romana. Mandó traer a Jerónimo a Roma y lo nombró secretario suyo. Después le dio
instrucciones para que comenzara la traducción de la Biblia al latín. Esta traducción se conoce como
la Vulgata que fue el texto oficial de las Sagradas Escrituras en la Iglesia por muchos siglos, si bien
posteriormente se tuvieron que corregir numerosos errores de traducción
Los sucesores de Dámaso en Roma continuaron desarrollando las doctrinas que apoyaban la posición
especial del obispo de Roma. De tal manera que el sucesor inmediato de Dámaso, Siricio, quien
abandonaría a su esposa para convertirse en Obispo de Roma, fue el primero en llamarse "Papa",
aunque ese apelativo también era usado por los obispos de Asia.
Será recién con Gregorio VII (1073-1085), quien tomará la exclusividad de ese nombre para el obispo
romano.
En el año 385, Siricio, decretaría que los sacerdotes ya no pueden dormir con sus esposas. Remarcando
de esta manera la necesidad del celibato para los sacerdotes y diáconos.
Varios años después de Dámaso aparece el Papa León I (440-61), quién llevó la doctrina de la primacía
del papado lo más lejos posible, pues consiguió que, por causa de sus servicios diplomáticos prestados
al Imperio, el Emperador romano Valentiniano III confirmara finalmente la primacía del obispo de
Roma sobre todas las demás sedes. Una vez logrado esto, León entonces proclamó que la primacía de
Roma – reconocida ahora políticamente – sería heredada por todos sus sucesores.
León I también fue el primer Papa en adjudicarse, para su propia conveniencia, el texto bíblico de Mateo
16:19 donde el Señor le entrega a Pedro las llaves del reino de los cielos y el poder de atar y desatar.
85
Historia de la Iglesia Pastor Christian Amoretti S.
LA IGLESIA Y EL ESTADO
Pocos años después, en el 341, el emperador Constancio II continúa la persecución de "todos los adivinos
y helenistas". Encarcelación y ejecución de numerosos ciudadanos griegos acusados de paganismo.
En el 354 mediante un decreto de Constancio II: se ordena el cierre definitivo de todos los templos
paganos. Algunos de ellos son profanados y se convierten en burdeles o salas de juego. Se ejecutan a
los sacerdotes paganos.
Ese mismo año un nuevo decreto de Constancio II ordena la destrucción de los templos paganos; y
quienes sean descubiertos adorando ídolos serán ejecutados por "idólatras". Se realiza también la
primera quema de bibliotecas en varias ciudades del Imperio. A la vez se ordena la construcción de
fábricas de cal al lado de los templos paganos cerrados, para convertir en cal dichos templos.
En el 357 otro decreto de Constancio II prohíbe los métodos de adivinación, incluyendo la astrología.
En el 355 Constancio II nombra a su primo Juliano como César de la pars occidentalis, y le encargó
rechazar la invasión germánica de la Galia, labor que realizó eficientemente.
Juliano, en el año 361 aprovechando los éxitos obtenidos usurpo la dignidad de Augusto, y se preparo
para una eventual guerra civil. Sin embargo, la repentina muerte de su primo lo convirtió en el legítimo
heredero antes de que se rompieran las hostilidades.
Estando en el poder, Juliano, renegó públicamente del cristianismo, y se declaró pagano y neoplatónico,
motivo por el cual fue tratado de apóstata. Juliano trató vanamente de restablecer el paganismo. Atacó
el cristianismo y murió como apóstata, llegando a pronunciar la famosa frase: “Venciste, Galileo”. Con
este emperador se extinguió la familia de Constantino.
EL CANON BÍBLICO
Proviene de la palabra griega Kanön (κανών) que significa caña o vara de medir. Es
decir era aquello que se usaba para medir, una especie de patrón o norma.
El Antiguo Testamento
Los judíos tenían dos cánones para sus libros Santos: El Breve o palestinense (39 libros) y el Largo o
alejandrino (46 libros). Es probable que Jesús usase el canon corto o palestinense, pero los Apóstoles,
al llevar el Evangelio a todo el Imperio romano, usaron el Canon Alejandrino. Pablo mismo cita en sus
epístolas la Septuaginta y es a la que se refiere cuando habla de la Escrituras.
Realmente el canon del Antiguo Testamento estaba ya bastante establecido en el tiempo de Cristo y sus
apóstoles, fue tan sólo confirmado por los rabinos quienes se reunieron en Jamnia cerca del año 90 d.C.,
decidiéndose por el palestinense.
El Antiguo Testamento, en muy similar a la Biblia hebrea o Tanaj 122. Las diferencias entre la Biblia
hebrea y nuestro Antiguo Testamento son pequeñas, y tienen que ver sólo con la disposición y el número
122 El acrónimo Tanaj ( " )ַּ"ת"נestá conformado por las tres letras iniciales hebreas de cada una de las tres partes que lo componen: La
Torá ()נָרּת,
ֹו «la Ley»; los Nevi’im ( )תיִבְִבְנy «Profetas»; los Ketuvin ( )םיִבִבְנo «Escritos». La letra inicial kaf de ( םיִבִבְנKetuvim) (se
escribe de derecha a izquierda) es letra final en el acrónimo "( ַּ"ת"נTanaj), y por ser última letra toma la forma de kaf final (ַּ) y se
pronuncia suave, como J, no como K, por dicho motivo la pronunciación es Tanaj y no Tanak.
86
Historia de la Iglesia Pastor Christian Amoretti S.
de libros. Por ejemplo, en la Biblia hebrea se considera el libro de Reyes como un texto único, el Antiguo
Testamento lo divide en dos libros. De forma similar, Esdras y Nehemías se consideran un solo libro en
la Biblia hebrea.
El Nuevo Testamento
A finales del siglo I y principios del siglo II, la colección de Escritos variaba de una iglesia cristiana a
otra. El desarrollo del canon del Nuevo Testamento fue largo, un proceso continuo, que no sólo incluyó
una colección de escritos sino que un tamizado a través de ellos y rechazo de algunos. Tomó lugar
gradualmente durante muchos años debido a la presión de varios tipos de circunstancias e influencias,
algunas externas (como las persecuciones123) y otras internas a la vida de las iglesias.
Otro de los factores o influencias que fue utilizado por Dios en este proceso de desarrollo fue la herejía.
En el siglo II, las ideas del hereje Marción, que afirmaba que únicamente el Evangelio de Lucas y las
10 Epístolas de Pablo tenían origen divino, y del montanismo, que pretendía introducir como libros
santos los escritos de Montano, apresuraron la determinación del Canon del Nuevo Testamento.
Las herejías sirvieron para hacer más urgente el proceso para determinar que libros eran autorizados y
cuales no debían ser considerados confiables.
La primera vez que una lista de los escritos del Nuevo Testamento fue escrita, exactamente como hoy
conocemos el canon, sin ninguna adición, fue en una carta escrita por Atanasio, obispo de Alejandría,
en el año 367 d.C. No todos estaban listos para aceptar inmediatamente ese mismo canon, pero
eventualmente esa lista fue confirmada y las variaciones menores, en el Este así como en el Oeste, fueron
eliminadas. La mayor parte del canon del Nuevo Testamento, sin embargo, fue determinado unos 200
años antes, tal como se muestra en un estudio de lo que es llamado el Fragmento Muratori.
Será en el III Concilio de Cartago (397 d.C.) que se sellará el canon del Nuevo Testamento como lo
tenemos actualmente. Aunque hay que hacer mención que en el siglo XVI hubo algunas observaciones
de no mayor importancia a algunos libros, pero, el canon se conservó intacto.
En primer lugar está lo que podemos llamar la autoridad apostólica. Si el escrito era claramente de uno
de los apóstoles, definitivamente era considerado autorizado y era un hecho que sería incluido en el
canon. Las cartas de Pablo estuvieron entre las primeras, si es que no fueron las primeras, de nuestros
documentos del Nuevo Testamento en ser recopiladas y circuladas como una colección. Su nombre
estaba en ellas, pero Hebreos, por otro lado, era anónimo.
La discusión continua acerca de Hebreos, si Pablo la escribió, ésta debería estar en el canon; si no lo
hizo, quizás no debería. Inicialmente Orígenes aceptó la autoría paulina, pero más tarde estuvo en su
contra. A pesar de este cambio de pensar, él siguió pensando que debía ser considerada autorizada e
incluida en el canon.
Varios escritos dicen tener el nombre de Pedro y no hubo ninguna dificultad con 1 Pedro. No había
duda, pero 2 Pedro fue uno de los últimos en ser aceptado como canónico. Tal como arriba se mencionó,
diversos escritos acompañados del nombre de Juan recibieron diversas respuestas, dependiendo de sus
contenidos. El evangelio fue fácilmente aceptado, junto a 1 Juan, pero 2 y 3 Juan hallaron dificultades
y el Apocalipsis encontró gran dificultad debido al Montanismo y por su naturaleza apocalíptica con
tanto simbolismo y potencial para la mala interpretación.
123 Como la iniciada el 23 de Febrero del año 303 d.C., mediante el edicto del Emperador romano Dioclesiano en el cual se anunció
y ordenó que todas las copias de las escrituras cristianas y libros litúrgicos sean entregadas y quemadas, todas las iglesias ser demolidas,
y que ninguna reunión de los fieles sea llevada a cabo. La pena a la resistencia fue de prisión, tortura, y en algunos casos, la muerte.
87
Historia de la Iglesia Pastor Christian Amoretti S.
Un segundo criterio puede ser llamado antigüedad. Tenía que ser lo suficientemente antiguo para
pertenecer a la era apostólica. Esto fue efectivamente aplicado por el autor del Fragmento Muratorio al
Pastor de Hermas y pudo haber sido aplicado a muchos otros
escritos cuando muchas obras empezaron a aparecer que
decían haber sido escritas por los apóstoles y sus asociados.
Quinto, la inspiración. El mover del Espíritu Santo tenía que ser de alguna manera patente en él.
Teodosio I El Grande
Teodosio es considerado como el último emperador en gobernar todo el mundo romano, pues en
392 reunió las porciones oriental y occidental del Imperio bajo su mando.
El Emperador Teodosio, que compartía el poder con Graciano, transformó al cristianismo en la religión
oficial del Estado romano (380), mediante el Edicto de Tesalónica. Estos cambios radicales de la
situación respecto del poder político afectaron profundamente el cristianismo en general.
Edicto de Tesalónica
El contenido del mismo expresa lo siguiente: “«Queremos que todos los pueblos que son gobernados
por la administración de nuestra clemencia profesen la religión que el divino apóstol Pedro dio a los
romanos, que hasta hoy se ha predicado como la predicó él mismo, y que es evidente que profesan el
pontífice Dámaso y el obispo de Alejandría, Pedro, hombre de santidad apostólica. Esto es, según la
doctrina apostólica y la doctrina evangélica creemos en la divinidad única del Padre, del Hijo y del
Espíritu Santo bajo el concepto de igual majestad y de la piadosa Trinidad. Ordenamos que tengan el
nombre de cristianos católicos quienes sigan esta norma, mientras que los demás los juzgamos dementes
y locos sobre los que pesará la infamia de la herejía. Sus lugares de reunión no recibirán el nombre de
iglesias y serán objeto, primero de la venganza divina, y después serán castigados por nuestra propia
iniciativa que adoptaremos siguiendo la voluntad celestial». Dado el tercer día de las Kalendas125 de
marzo en Tesalónica, en el quinto consulado de Graciano Augusto y primero de Teodosio Augusto”.
124 Cuando el Obispo Serapión, conforme a Eusebio, escuchó que el Evangelio de Pedro estaba siendo leído en la iglesia de Rhossos
(de Cilicia). Descubrió que su narración de la muerte de Jesús contenía insinuaciones de docetismo (Jesús realmente no sufrió porque
no era realmente humano). Visitó la iglesia para que no se descarriarán.
125 Se refiere al primer día de cada mes. En este caso hace referencia a tres días antes del 1º de marzo. De esta palabra se deriva la
palabra calendario.
88
Historia de la Iglesia Pastor Christian Amoretti S.
Al año siguiente de la promulgación del Edicto de Tesalónica, el mismo emperador Teodosio convocaba
el Primer Concilio Ecuménico de Constantinopla. Su objetivo era conciliar a la ortodoxia cristiana con
los simpatizantes del arrianismo y tratar la problemática de la herejía macedónica126. También confirmar
el credo Niceno como la doctrina oficial de la iglesia. En realidad, las tesis arrianas fueron de nuevo
rechazadas, y posteriormente se emitió un nuevo edicto imperial que daba carácter legal a las
conclusiones del concilio.
En este tiempo no se habla mucho de manifestaciones de poder, pero sí de una búsqueda de Dios en
santidad y de Su Palabra. Hay evidencias de que el movimiento de los novacianos persistió hasta casi el
siglo V.
Personajes Destacados
En el Primer Concilio de Nicea (325), tuvo cierto protagonismo. Tomó una posición moderada en la
controversia arriana128, y presentó el símbolo (credo) bautismal de Cesarea que acabó por convertirse en
la base del Credo de Nicea.
Durante este siglo, algunos hombres comenzaron a aislarse del mundo y la iglesia institucional, como
lo fueron Antonio (250-356) de quien se dice tenía manifestaciones de poder como sanidades y
discernimiento de espíritus129; Pacamio (ca. 292-346) en quien también se vio sanidades, liberaciones y
visiones130; Macario (ca. 300 – ca. 390) de quien se dice que ejercía los dones de sanidad, liberación de
demonios y profecía, se cuenta inclusive de la resurrección de un muerto 131; aunque cada vez las
manifestaciones iban disminuyendo, hubieron otros más que aún conservaban esto.
89
Historia de la Iglesia Pastor Christian Amoretti S.
90
Historia de la Iglesia Pastor Christian Amoretti S.
LOS CONCILIOS
Instrumento fundamental de esta tarea fueron los llamados concilios ecuménicos. Ocho concilios
ecuménicos, reunidos entre los siglos IV y IX, integran el primer ciclo de la historia conciliar de la
iglesia. Fueron éstos, por orden cronológico:
En los dos primeros concilios quedó definida la doctrina teológica sobre la Santísima Trinidad y los
cuatro siguientes formularon las verdades cristológicas fundamentales.
Examinemos más despacio, dentro de su contexto histórico y doctrinal, los seis primeros concilios, que
definieron las doctrinas trinitaria y cristológica.
La formulación del dogma trinitario fue la gran empresa teológica del siglo IV, la cual tuvo al
Arrianismo como adversario. El Arrianismo enlazaba con ciertas antiguas doctrinas que ponían el
acento de modo exagerado y unilateral sobre la unidad de Dios, hasta el punto de destruir la distinción
de las Personas en la Santísima Trinidad137 — o de «subordinar» el Hijo al Padre, haciéndole inferior a
Éste —«Subordinacionísmo» —. Un Subordinacionísmo radical inspiraba las enseñanzas del presbítero
132 Edicto del emperador Justiniano dado el 543, mediante el cual se condenaban los escritos de 3 autores (obispos) nestorianos que
participaron en el Concilio de Calcedonia. Mediante este edicto se forzó la participación del Papa Virgilio en el II Concilio de
Constantinopla.
133 Dicho concilio se convocó debido al problema causado por la herejía del monotelismo, que admitía en Cristo dos naturalezas,
humana y divina, y una única voluntad, la divina. Buscando ser de alguna manera un intermedio entre el monofisismo y la ortodoxia
cristiana.
134 La Iglesia Romana utiliza dicho nombre para designar al sexto concilio celebrado en Constantinopla.
135 Patriarca de la iglesia de Oriente que generaría una división entre Oriente y Occidente por el tema de la procedencia del Espíritu
Santo (Filioque).
136 La Iglesia Católica Romana no lo reconoce y lo denomina también synodus erratica.
137 Sabelianismo.
91
Historia de la Iglesia Pastor Christian Amoretti S.
alejandrino Arrio (256-336), que no sólo hacía al Hijo inferior al Padre, sino que negaba incluso su
naturaleza divina. La unidad absoluta de Dios proclamada por Arrio llevaba a considerar al Verbo tan
sólo como la más noble de las criaturas, no Hijo natural, sino adoptivo de Dios, al que de modo impropio
era lícito llamar también Dios.
La doctrina arriana revelaba un claro influjo de la filosofía helenística, con su noción del Dios supremo
— el Summus Deus — y un concepto del Verbo muy afín al Demiurgo138 platónico, ser intermedio entre
Dios y el mundo, y artífice, a la vez, de la creación. La relación existente entre Arrianismo y filosofía
griega explica su rápida difusión y la favorable acogida que encontró entre los intelectuales racionalistas
impregnados de helenismo. Las consecuencias del Arrianismo para la fe cristiana eran gravísimas y
afectaban al dogma de la Redención, que habría carecido de eficacia si el Verbo encarnado — Jesucristo
— no fuera verdadero Dios. La Iglesia de Alejandría advirtió la trascendencia del problema y, tras
intentar disuadir a Arrio de su error, procedió a condenarle en un sínodo de obispos de Egipto (318).
Pero el Arrianismo se había convertido ya en un problema de dimensión universal que requirió la
convocatoria del primer concilio ecuménico de la historia cristiana.
Este concilio convocado por el emperador romano Constantino, convocado primeramente en Ancyra y
después, por razones de comodidad del propio emperador, en Nicea (Asía Menor y cerca de
Constantinopla), donde en sus inmediaciones más próximas se encontraba la residencia imperial de
verano de Nicomedia, en el año 325.
Para Constantino, el cristianismo vendría a ser la culminación del proceso unificador que había estado
obrando en el Imperio desde hacía siglos. Había logrado que sólo hubiera un emperador, una ley y una
ciudadanía para todos los hombres libres. Sólo faltaba una religión única para todo el Imperio. Para ello
era preciso que hubiera igualmente una sola cristiandad, uniformada al máximo posible. De esta manera,
las discusiones doctrinales o disciplinarias de la iglesia se convirtieron en problema de Estado.
Vemos que el emperador, tras haber logrado la unificación y uniformidad total del imperio bajo su
persona, trataba de hacer lo mismo con el cristianismo, a imagen del propio imperio. Este concilio no
fue convocado por la iglesia o uno de sus obispos, sino por un emperador sobre el que aún hoy recaen
serias dudas en torno a lo genuino de su fe cristiana, puesto que era un adorador del Solis Invictus (Sol
Invicto). La pretensión posterior del obispado de Roma de ejercer una primacía jerárquica sobre el resto
de la cristiandad tiene mucho que ver con este deseo de uniformidad imperial.
El número exacto de los obispos que asistieron al concilio es desconocido, al parecer fueron unos
trescientos. Para comprender la importancia de lo que estaba aconteciendo, recordemos que varios de
los presentes habían sufrido cárcel, tortura o exilio poco antes, y que algunos llevaban en sus cuerpos
las marcas físicas de su fidelidad. Y ahora, pocos años después de aquellos días de pruebas, todos estos
obispos eran invitados a reunirse en la ciudad de Nicea, y el emperador cubría todos sus gastos. Muchos
de los presentes se conocían de oídas o por correspondencia. Pero ahora, por primera vez en la historia
de la iglesia, podían tener una visión física de la universalidad de su fe. Eusebio de Cesarea en su Vida
de Constantino, nos describe la escena:
"Allí se reunieron los más distinguidos ministros de Dios, de Europa, Libia [es decir, África y Asia. Una
sola casa de oración, como si hubiera sido ampliada por obra de Dios, cobijaba a sirios y cilicios, fenicios
y árabes, delegados de la Palestina y del Egipto, tebanos y libios, junto a los que venían de la región de
Mesopotamia. Había también un obispo persa, y tampoco faltaba un escita en la asamblea. El Ponto,
138 Del gr. δημιουργός, creador. En la filosofía de los platónicos y alejandrinos, dios creador.
139 Algunos consideran que con este concilio finaliza la época del cristianismo primitivo o paleocristianismo que abarca del año 30
d.C. hasta este concilio. Otros consideran que esta etapa abarca desde el mensaje de Juan el Bautista hasta finales del siglo I e inicios
del siglo II.
140 El símbolo niceno o símbolo de la fe es una declaración dogmática de los contenidos de la fe cristiana promulgada en el Concilio
de Nicea I (325).
92
Historia de la Iglesia Pastor Christian Amoretti S.
Galacia, Panfilia, Capadocia, Asia y Frigia enviaron a sus obispos más distinguidos, junto a los que
vivían en las zonas más recónditas de Tracia, Macedonia, Acaya y el Epiro. Hasta de la misma España,
uno de gran fama [Osio de Córdoba] se sentó como miembro de la gran asamblea. El obispo de la ciudad
imperial [Roma] no pudo asistir debido a su avanzada edad, pero sus presbíteros lo representaron.
Constantino es el primer príncipe de todas las edades en haber juntado semejante guirnalda mediante el
vínculo de la paz, y habérsela presentado a su Salvador como ofrenda de gratitud por las victorias que
había logrado sobre todos sus enemigos"
En este ambiente de euforia, los obispos se dedicaron a discutir las muchas cuestiones legislativas que
era necesario resolver una vez terminada la persecución. La asamblea aprobó una serie de reglas para la
readmisión de los caídos, acerca del modo en que los presbíteros y obispos debían ser elegidos y
ordenados, y sobre el orden de precedencia entre las diversas sedes.
Pero la cuestión más escabrosa que el Concilio de Nicea tenía que discutir era la controversia arriana.
En lo referente a este asunto, había en el concilio varias tendencias.
En primer lugar, había un pequeño grupo de arrianos convencidos, dirigidos por Eusebio de
Nicomedia141. En todo caso, Eusebio y los suyos estaban convencidos de que su posición era correcta,
y que tan pronto como la asamblea escuchase su punto de vista, expuesto con toda claridad,
reivindicarían a Arrio y reprendería a Alejandro por haberle condenado.
En segundo lugar, había un pequeño grupo que estaba convencido de que las doctrinas de Arrio ponían
en peligro el centro mismo de la fe cristiana, y por tanto era necesario condenarlas. El jefe de este grupo
era Alejandro de Alejandría. Junto a él estaba un joven diácono, Atanasio.
Los obispos que procedían del oeste, es decir, de la región del Imperio donde se hablaba el latín, no se
interesaban en la especulación teológica. Para ellos la doctrina de la Trinidad se resumía en la vieja
fórmula enunciada por Tertuliano más de un siglo antes: una substancia y tres personas.
Otro pequeño grupo -probablemente no más de tres o cuatro- sostenía posiciones cercanas al
"patripasionismo", es decir, la doctrina según la cual el Padre y el Hijo son uno mismo, y por tanto el
Padre sufrió en la cruz. Aunque estas personas estuvieron de acuerdo con las decisiones de Nicea,
después fueron condenadas.
Por último, la mayoría de los obispos presentes no pertenecía a ninguno de estos grupos. Para ellos, era
una verdadera lástima hecho de que, ahora que por fin la iglesia gozaba de paz frente al Imperio, Arrio
y Alejandro se hubieran envuelto en una controversia que amenazaba dividir la iglesia. La esperanza de
estos obispos, al comenzar la asamblea, parece haber sido lograr una posición conciliatoria, resolver las
diferencias entre Alejandro y Arrio, y olvidar la cuestión.
Cuando Eusebio de Nicomedia, jefe del partido arriano, pidió la palabra para exponer su doctrina. Tan
pronto como los obispos oyeron la exposición de las doctrinas arrianas según la cual el Hijo o Verbo no
era sino una criatura – por muy exaltada que fuese esa criatura – les pareció atentar contra el corazón
mismo de su fe. A los gritos de " ¡blasfemia!", " ¡mentira!" y "¡herejía!", Eusebio tuvo que callar, e
inclusive algunos de los presentes le arrancaron su discurso, lo hicieron pedazos y lo pisotearon.
El resultado de todo esto fue que la actitud de la asamblea cambió. Antes la mayoría quería tratar el caso
con la mayor suavidad posible, ahora, la mayoría estaba convencida de que era necesario condenar las
doctrinas expuestas por Eusebio de Nicomedia.
Al principio se intentó lograr ese propósito mediante el uso exclusivo de citas bíblicas. Pero los arrianos
podían interpretar cualquier cita de un modo que les resultaba favorable o aceptable. Por esta razón, la
asamblea decidió componer un credo que expresara la fe de la iglesia en lo referente a las cuestiones
141 No confundirse con Eusebio de Cesarea. Arrio no podía participar, pues no era obispo, por lo cual, no tenía derecho a participar
en las deliberaciones del concilio.
93
Historia de la Iglesia Pastor Christian Amoretti S.
que se debatían. Tras un proceso en el que Constantino intervino, se llegó a la siguiente fórmula, que se
conoce como el Credo de Nicea:
"Creemos en un Dios Padre Todopoderoso, hacedor de todas las cosas visibles e invisibles.
Y en un Señor Jesucristo, el Hijo de Dios; engendrado como el Unigénito del Padre, es decir, de la
substancia del Padre, Dios de Dios; luz de luz; Dios verdadero de Dios verdadero; engendrado, no hecho;
consubstancial al Padre; mediante el cual todas las cosas fueron hechas, tanto las que están en los cielos
como las que están en la tierra; quien para nosotros los humanos y para nuestra salvación descendió y
se hizo carne, se hizo humano, y sufrió, y resucitó al tercer día, y vendrá a juzgar a los vivos y los
muertos.
Y en el Espíritu Santo.
A quienes digan, pues, que hubo cuando el Hijo de Dios no existía, y que antes de ser engendrado no
existía, y que fue hecho de las cosas que no son, o que fue formado de otra substancia o esencia, o que
es una criatura, o que es mutable o variable, a éstos anatematiza la iglesia católica".
Esta fórmula, a la que después se le añadieron varias cláusulas -y se le restaron los anatemas del último
párrafo- es la base de lo que hoy se llama "Credo Niceno",142 que es el credo cristiano más aceptado
universalmente.
El propósito de esta fórmula es excluir toda doctrina que pretenda que el Verbo es en algún sentido una
criatura. Esto puede verse en primer lugar en frases tales como "Dios de Dios; luz de luz; Dios verdadero
de Dios verdadero". Pero puede verse también en otros lugares, como cuando el Credo dice "engendrado,
no hecho". Nótese que al principio el mismo Credo había dicho que el Padre era "hacedor de todas las
cosas visibles e invisibles". Por tanto, al decir que el Hijo no es "hecho", se le está excluyendo de esas
cosas "visibles e invisibles" que el Padre hizo. Además, en el último párrafo se condena a quienes digan
que el Hijo "fue hecho de las cosas que no son", es decir, que fue hecho de la nada, como la creación. Y
en el texto del Credo, para no dejar lugar a dudas, se nos dice que el Hijo es engendrado "de la substancia
del Padre", y que es "consubstancial al Padre". Esta última frase, "consubstancial al Padre", fue la que
más resistencia provocó contra el Credo de Nicea, pues parecía dar a entender que el Padre y el Hijo son
una misma cosa, aunque su sentido aquí no es ese, sino sólo asegurar que el Hijo no es hecho de la nada,
como las criaturas.
En todo caso, los obispos se consideraron satisfechos con este credo, y procedieron a firmarlo, dando
así a entender que era una expresión genuina de su fe. Sólo unos pocos -entre ellos Eusebio de
Nicomedia- se negaron a firmarlo. Estos fueron condenados por la asamblea, y depuestos. Pero a esta
sentencia Constantino añadió la suya, ordenando que los obispos depuestos abandonaran sus ciudades.
Esta sentencia de exilio añadida a la de herejía tuvo funestas consecuencias, como ya hemos dicho, pues
estableció el precedente según el cual el estado intervendría para asegurar la ortodoxia de la iglesia o de
sus miembros.
El concilio definió la divinidad del Verbo, empleando un término que expresaba de modo inequívoco su
relación con el Padre: homoousios, «consustancial». El «Símbolo» niceno proclamaba que el Hijo,
Jesucristo, «Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado» es
«consustancial» al Padre.
La victoria de la ortodoxia en Nicea fue seguida, sin embargo, por un «postconcilio» de signo
radicalmente opuesto, que constituye uno de los episodios más sorprendentes de la historia cristiana. El
partido fiíoarriano, que dirigía el obispo Eusebio de Nicomedia; quien también era un político hábil –
y al parecer pariente lejano de Constantino. Eusebio comenzó a ganarse de nuevo la simpatía del
emperador, quien pronto le permitió regresar a Nicomedia. Puesto que en esa ciudad se encontraba la
residencia veraniega de Constantino, esto le proporcionó a Eusebio el modo de acercarse cada vez más
142 Cimentaría las bases junto con el de Constantinopla para el llamado Credo de los Apóstoles.
94
Historia de la Iglesia Pastor Christian Amoretti S.
al emperador. A la postre, hasta el propio Arrio fue traído del destierro, y Constantino le ordenó al obispo
de Constantinopla que admitiera al hereje a la comunión.
En el mismo Concilio de Nicea también se decreta que una vez ordenados los sacerdotes no pueden
casarse. Prohibiéndoles tener contacto con cualquier mujer, excepto con su madre, una hermana o una
tía.
Desde mediados del siglo IV, el Arrianismo se dividió en tres facciones: los radicales «anomeos», que
hacían hincapié en la desemejanza del Hijo con respecto al Padre; los «homeos», que consideraban al
Hijo homoios — semejante — al Padre; y los llamados semiarrianos —los más próximos a la
ortodoxia—, para los cuales el Hijo era «sustancialmente semejante» al Padre.
La obra teológica de los llamados «Padres capadocios»143 desarrolló la doctrina nicena y atrajo a
muchos seguidores de las tendencias más moderadas del Arrianismo, que en breve tiempo desapareció
del horizonte de la Iglesia universal, para sobrevivir tan sólo como la forma de Cristianismo profesada
por la mayoría de los pueblos germánicos invasores del Imperio. La teología trinitaria fue completada
en el Concilio I de Constantinopla con la definición de la divinidad del Espíritu Santo, frente a la
herejía que la negaba: el Macedoníanismo144.
De este modo, antes de finalizar el siglo IV, la doctrina de la Santísima Trinidad quedó fijada en su
conjunto en el «Símbolo niceno-constantinopolitano». Había, sin embargo, un aspecto de la teología
trinitaria no declarado expresamente en el Símbolo: las relaciones del Espíritu Santo con el Hijo. Este
punto daría lugar más tarde a la célebre cuestión del Filioque, destinada a convertirse en la manzana de
la discordia entre el Oriente y el Occidente cristianos.
143 Tres Padres o filósofos capadocios que son considerando de gran importancia dentro de la historia de los padres de la iglesia, pues
contribuyeron significativamente al desarrollo de la teología cristiana de los primeros tiempos. Estos tres son:
a) Basilio el Grande (330–379)
b) Gregorio de Nisa (c.332–395); y
c) Gregorio Nacianceno.
144 Surgió a mediados del siglo IV, debe su nombre al arzobispo de Constantinopla, Macedonio quien negaba la divinidad del Espíritu
Santo. Este movimiento aparece cuando la Iglesia se encontraba inmersa en las disputas teológicas provocadas por el arrianismo, que
negaba la consubstancialidad del Hijo con el Padre, o la divinidad de Jesucristo; el macedoníanismo no negaba dicha
consubstancialidad, pero sí la del Espíritu Santo al que consideraban como una criatura del Hijo por lo cual inferior a éste.
Este movimiento fue condenado formalmente como herético en el año 381 por el Primer Concilio de Constantinopla, el cual decretó,
mediante la revisión del Credo niceno, que el Espíritu Santo era consustancial con el Padre y el Hijo, conformando las tres naturalezas
de la Santísima Trinidad. A los seguidores de esta nueva postura también se les llamó pneumatómacos (adversarios del Espíritu).
95
Historia de la Iglesia Pastor Christian Amoretti S.
naturalezas en Él sería tan sólo externa o moral: por ello, más que de «encarnación» habría que hablar
de «inhabitación» del Verbo, que «habitaría» en el hombre Jesús como en una túnica o en una tienda.
96
Historia de la Iglesia Pastor Christian Amoretti S.
Licinio
(Occidente)
308-311
312 Constantino vence a Majencio
313 Edicto de Milán de tolerancia universal del cristianismo
313-324 321 Persecución de Licino
Licinio
Constantino I (Oriente)
(Occidente)
312-324
324 Segunda edición de la “Historia Eclesiástica” de Eusebio de
Cesarea
Constantino I 325 Concilio de Nicea I
324-337 328-373 San Atanasio, Obispo de Alejandría
97
Historia de la Iglesia Pastor Christian Amoretti S.
98
Historia de la Iglesia Pastor Christian Amoretti S.
99
Historia de la Iglesia Pastor Christian Amoretti S.
NOTAS
__________________________________________________________________________________
__________________________________________________________________________________
__________________________________________________________________________________
__________________________________________________________________________________
__________________________________________________________________________________
__________________________________________________________________________________
__________________________________________________________________________________
__________________________________________________________________________________
__________________________________________________________________________________
__________________________________________________________________________________
__________________________________________________________________________________
__________________________________________________________________________________
__________________________________________________________________________________
__________________________________________________________________________________
__________________________________________________________________________________
__________________________________________________________________________________
__________________________________________________________________________________
__________________________________________________________________________________
__________________________________________________________________________________
__________________________________________________________________________________
__________________________________________________________________________________
__________________________________________________________________________________
__________________________________________________________________________________
__________________________________________________________________________________
100
Historia de la Iglesia Pastor Christian Amoretti S.
CAPÍTULO VIII
SIGLO V
GRANDES CAMBIOS
MÁS CONCILIOS
Reunido por el emperador Teodosio II, tuvo un desarrollo muy accidentado, por la rivalidad entre
obispos alejandrinos y antioquenos. Mas al final hubo acuerdo y se compuso una profesión de fe en la
que se formulaba la doctrina de la «unión hipostática»145 de las dos naturalezas en Cristo y se llamaba
a María con el título de Madre de Dios.
Nestorio fue depuesto y desterrado; grupos de partidarios suyos subsistieron, sin embargo, en el Cercano
Oriente constituyeron una Iglesia nestoriana que, durante muchos siglos, desarrolló una importante obra
misional por tierras de Asia.
El Patriarcado de Alejandría había alcanzado creciente poder en la primera mitad del siglo V y varios
de sus obispos intervinieron activamente en asuntos internos de la propia Iglesia de Constantinopla.
Ocurrió, además, que tras la muerte de Cirilo, las tendencias extremistas se impusieron en Alejandría.
La doctrina de Efeso de las dos naturalezas en la única persona de Cristo pareció insatisfactoria a los
teólogos alejandrinos, por entender que dos naturalezas equivalían a dos personas; y afirmaron que en
Cristo no habría más que una naturaleza, puesto que en la Encarnación la naturaleza humana había sido
absorbida por la divina.
Tan pronto como los emperadores Pulquería y Marciano sucedieron a Teodosio II, el papa León pidió
la reunión de un nuevo sínodo ecuménico: fue el Concilio de Calcedonia (451). El concilio se adhirió
de modo unánime a la doctrina cristológica contenida en la epístola de León Magno a Flaviano: «Pedro
ha hablado por boca de León», aclamaron los padres. La profesión de fe que se redactó reconocía las
dos naturalezas en Cristo, «sin que haya confusión, ni división, ni separación entre ellas».
Pero el Monofisismo, lejos de desaparecer, echó raíces profundas en varias regiones de Oriente, y en
particular Egipto, donde se tomó como bandera secesionista frente al Imperio. La condena del
145 Viene de la palabra griega ὑπόστασις, hipóstasis, que significa "esencia”. Es un término técnico que designa la unión de las dos
naturalezas, divina y humana, en la persona de Jesús. Este término "unión hipostática" se hizo en oficial en el Concilio de Calcedonia,
donde se afirmaba que las dos naturalezas de Cristo están unidas en una sola persona.
146 Una sola naturaleza en Cristo.
101
Historia de la Iglesia Pastor Christian Amoretti S.
Monofisismo fue entendida como un ataque a su Iglesia y a las tradiciones de Atanasio y Cirilo. Un
Patriarcado monofisita —que tenía tras de sí a los monjes y a la población indígena copta— surgió en
Alejandría, frente al Patriarcado «melquita»147 o imperial.
Este contexto histórico explica los esfuerzos de los siguientes emperadores por hallar fórmulas de
compromiso que, sin contradecir el Símbolo de Calcedonia, pudieran ser aceptables para los
monofisitas y asegurasen la fidelidad de estas poblaciones al Imperio. En esta línea estuvo el Henotikon
— edicto del emperador Zenón (482) — y la famosa cuestión de los «Tres Capítulos», promovida por
Justiniano, que no logró sus propósitos y produjo, en cambio, reacciones desfavorables en Occidente.
La tentativa más importante fue la patrocinada por el emperador Heraclio, esforzado defensor del
Oriente cristiano frente a persas y árabes.
EL ASCETISMO
Desde los mismos orígenes, hubo fieles de uno y otro sexo que abrazaban una vida de plena imitación
del Maestro: permanecían vírgenes o guardaban continencia, practicaban la oración y la mortificación
cristiana y se ejercitaban en las obras de misericordia. Durante los tres primeros siglos, ascetas y vírgenes
no abandonaban el mundo ni se reunían, de ordinario, a vivir en común. Sin solemnidades públicas,
como las que luego se introdujeron, se comprometían a guardar la castidad «por el Reino de los Cielos»
(Mt 19:12) y permanecían entre los demás miembros de su comunidad cristiana, habitando en sus casas
y administrando sus bienes.
Jerónimo, quien hizo la traducción de la Biblia al latín (Vulgata), dirigió espiritualmente a los círculos
ascéticos de nobles señoras romanas, primero en la propia Urbe y luego en Palestina: les explicaba los
Libros Sagrados y les alentaba en el ejercicio de la ascesis cristiana. La práctica de la castidad entre
las mujeres se incrementó a lo largo del siglo IV y, a veces, viudas y doncellas vírgenes comenzaron a
vivir en común, como sucedió en Roma, en torno a las nobles damas Paula y Marcela.
Dentro de las obras de Jerónimo también encontramos: La Perpetua Virginidad de María (1. José era
sólo llamado como el esposo de María, pero no era el esposo de María ya que ambos fueron castos. 2.
Que los llamados "hermanos" del Señor eran sus primos, y no sus hermanos de sangre. 3. Que la
virginidad es mejor que el estado de casado), su Carta para Pamachio en contra de Juan de Jerusalén,
el Diálogo contra los Luciferianos, Contra Joviniano, Contra Vigilantio, Contra Pelagiano y otras.
En la carta a Joviniano, Jerónimo escribe: “El placer por la carne era desconocido hasta el diluvio
universal; pero desde el diluvio se nos han embutido las fibras y los jugos pestilentes de la carne
animal… Jesucristo que apareció cuando se cumplió el tiempo, volvió a unir el final con el principio, de
manera que ya no nos está permitido comer más carne (...) Y por eso os digo, si queréis ser perfectos,
entonces es conveniente no comer carne”. (Adversus Jovinanum 1:30).
147 Así llamaron los monofisitas de Egipto, Siria y Palestina a los cristianos que seguían la fe del emperador (Malka en siriaco) de
Bizancio, en los patriarcados de Alejandría, Antioquía y Jerusalén, a raíz del Concilio de Calcedonia.
102
Historia de la Iglesia Pastor Christian Amoretti S.
Aunque no es parte directa de la historia de la iglesia debemos hacer mención del mismo, pues este
hecho repercutiría en el trayecto de la historia universal y por ende de la iglesia.
FACTORES INTERNOS
Desde Augusto (61-14 a.C.) hasta finales del siglo III se idearon diferentes fórmulas de gobierno con el
propósito de mantener la estabilidad estatal. Sin duda, el Principado fue una de las más sobresalientes.
Basado legalmente en el “consensos universorum”, mediante el cual él recibía el poder del pueblo y del
Senado, representando de alguna forma un compromiso entre la República y la Monarquía; el Principado
fue en la práctica una forma de poder autocrático en cuanto que su titular disfrutaba de poderes
ilimitados. También desde Augusto se intentó encontrar la fórmula sucesoria ideal. Así, la transmisión
de poder de unos emperadores a otros sufrió numerosas variaciones, que fueron desde su propio intento
de educar a un familiar concreto para desempeñar con posterioridad el cargo, hasta desembocar en la
más original de todas ellas, la Tetrarquía de Diocleciano, pasando por el principio hereditario bajo los
Flavios, la elección entre los mejores con los Antoninos, o el puro golpe de estado llevado a cabo por
los generales fronterizos.
Tras los diversos problemas acontecidos en el Imperio en el siglo III se intentó por todos los medios
rehacerse en su marco político y administrativo. En esta idea trabajaron, sobre todo, y de manera
decidida, los emperadores Diocleciano y Constantino. En primer lugar, había que reforzar tanto la teoría
como el ejercicio del poder. Así se pasará de concebir al emperador como un primer ciudadano a verle
como un amo absoluto (dominus). Constantino daría un gran paso en la sacralización del poder imperial
con el reconocimiento del cristianismo. De tal modo que el fundamento sagrado de su poder se hizo
mucho más sólido. Al menos Teodosio I (379-395) lo entendió así al declarar el cristianismo religión
oficial del Estado.
El ejército también vivió profundas transformaciones. Uno de los motivos que lo originó fue el fin de
las conquistas romanas y la distinta concepción que sobre el “limes” 149 se iba a tener a partir de las
presiones ejercidas sobre él por los bárbaros ya desde la época de Marco Aurelio (161-180). Hasta
entonces la frontera se había concebido como una línea provisional dependiente de los sucesivos avances
del Imperio, pero después se mostrará ya como una línea defensiva. Lo mismo hay que decir respecto a
la creación de un nuevo sistema defensivo por Constantino, completado mediante tratados con los jefes
germanos que actuaban como aliados del Imperio. Pero, a la larga, a lo que se iba a asistir era a una
barbarización del ejército.
103
Historia de la Iglesia Pastor Christian Amoretti S.
Con Diocleciano y con Constantino posteriormente se llevaron a cabo los últimos intentos de reforma
monetaria y financiera. Paralelamente, se adoptaron medidas para regular los precios de los productos y
los salarios de los trabajadores (Edicto de Diocleciano del año 301). Desde el punto de vista fiscal, el
Estado de los siglos IV y V, los nuevos impuestos proporcionaron unos sustanciosos ingresos a la
Hacienda tardorromana, pero resultó aplastante para buena parte de la población.
A fines del siglo III, con Aureliano, se obligó a los artesanos a integrarse en corporaciones, los
“collegia”. Para asegurar los servicios indispensables y el abastecimiento de soldados y funcionarios el
Estado acabó, asimismo, por organizar sus propias redes artesanales y mercantiles, minando con ello la
libre iniciativa y, a la postre, provocando la regresión en la economía altomedieval.
La estratificación social también iba a resultar alterada desde el siglo III. El grupo de los poderosos cada
vez se alejaba más del resto de la población.
Las guerras civiles y defensivas, así como las diferentes medidas adoptadas por el Estado repercutieron
en todos los ciudadanos, aunque no con la misma intensidad. Los grupos privilegiados lograron
mantener su posición; las clases medias, pequeños propietarios y comerciantes, prácticamente,
desaparecieron como tales. En el medio rural, el número de pequeños y medianos propietarios fue
disminuyendo progresivamente.
Las causas fundamentales, junto a la de las continuas fragmentaciones por vía de herencia, fueron la
excesiva presión fiscal y el endeudamiento progresivo. Su pésima situación le llevó a buscar protección
a través del “patronato”, es decir, entrando en encomendación respecto a algún latifundista, a quien
cedían sus tierras o parte de ellas, conservando el usufructo, a cambio de protección real tanto frente al
fisco como frente a la violencia existente.
La difusión y consolidación del cristianismo en el Imperio romano coincidió también con su periodo de
decadencia, por lo que una parte significativa de los autores paganos de la época, así como algunos
historiadores posteriores, se plantearon su grado de responsabilidad en este derrumbamiento final. Para
los historiadores paganos la consolidación del cristianismo fue decisiva en el derrumbamiento de Roma,
para los cristianos las desgracias del Imperio no se debían al cristianismo sino al envejecimiento
imparable de un mundo ya decadente física y moralmente.
Algunos autores, especialmente del siglo XVI y XVII, consideran que el cristianismo y la iglesia son
culpables de haber dado muerte al racionalismo de la cultura clásica y haber impuesto la irracionalidad
y la intolerancia frente a la religiosidad romana tradicional, que se fundamentaba en la aceptación de la
diversidad de creencias y en la convicción de que sus prácticas religiosas resultaban indispensables en
la ciudadanía y que a su vez se expresaba en un espíritu cívico común. En definitiva, el espíritu religioso
del mundo mediterráneo tendió a ser “menos cívico y más místico”.
La conversión del emperador Constantino, y el trato de favor dado al cristianismo a partir de ese
momento, fue definitivo en su consolidación. Sobre la conversión de Constantino al cristianismo hay
que destacar la ambigüedad religiosa y el oportunismo político del emperador; características que le
habrían llevado a intentar conciliar los principios de la fe cristiana con los de un paganismo todavía
fuerte. De hecho, Constantino nunca renunció al título pagano de “Pontifex Maximus”, y presidió los
ritos paganos tradicionales en la fundación de Constantinopla.
104
Historia de la Iglesia Pastor Christian Amoretti S.
Con la excepción de Juliano el Apóstata, los sucesores de Constantino fueron dando pasos decisivos
para la expansión del cristianismo y las relaciones Iglesia-Estado. El emperador Graciano dejó de
ostentar el título pagano de Pontifex Maximus en el 378, retirando tres años después el altar dedicado a
la Victoria en el Senado de Roma. Teodosio I, con el edicto de Tesalónica (380) hizo del cristianismo
la religión oficial del Estado. En los años 392 y 393 se prohibieron, respectivamente, las manifestaciones
públicas de culto pagano y los Juegos Olímpicos.
A partir de entonces los enemigos de la Iglesia iban a ser otros: las fisuras heréticas surgidas en el seno
de la comunidad cristiana, entre las que el arrianismo desempeñaría un papel destacado por su éxito
entre las poblaciones germánicas; y los brotes continuos de aquel paganismo rural y ancestral nunca
vencido.
El término “barbaroi”, bajo el que se designaba a todos aquellos pueblos situados más allá de la fronteras
políticas y culturales de la Hélade, fue heredado de los griegos por Roma, al igual que su carácter
peyorativo, y su identificación con gentes en un estadio de civilización inferior.
Antes del 375, los bárbaros básicamente estaban establecidos en la zona noreste del Imperio, cosa que
fue cambiando debido a la presión provocada por los pueblos nómadas de las estepas rusas, los hunos,150
que tras vencer a alanos, ostrogodos y visigodos terminó desencadenando una gran migración inclusive
a territorio imperial; también hubieron algunos grupos que fueron adhiriéndose como una confederación
de pueblos que encabezarían los hunos.
En esta época, Ulfilas151 (310-388), consagrado obispo en el año 340, creó su alfabeto, tradujo la Biblia
al gótico e introdujo la fe arriana entre los barbaros.
En el año 376, los visigodos, presionados por los hunos, atravesaron el Danubio. Con esto, al emperador
Valentiniano no le quedó otro remedio que aceptarlos y mantenerlos con la annona.152 El mal
funcionamiento del sistema de abastecimientos al que se hallaban supeditados, así como los abusos
perpetrados por funcionarios y mercaderes romanos provocaron su sublevación y posterior victoria
sobre las legiones romanas en la batalla de Adrianópolis (378), donde murió el propio emperador. Los
visigodos se dispersaron entonces por los Balcanes, sembrando el pánico entre la población.
Sólo la actitud de Teodosio I (379-395) iba a lograr provisionalmente la paz. Él llevó a cabo un pacto
con el pueblo godo en el año 382, instalando a los ostrogodos en Panonia153 como federados del Imperio
y a los visigodos en Mesia Inferior154. El foedus155 les convertía en tropas al servicio de Roma a cambio
de recibir provisiones a cargo de la annona. Lo que permitió la gradual barbarización del ejército y la
predominancia del elemento bárbaro en todo tipo de rangos. Así como también permitió el
establecimiento de colonias bárbaras dentro de las provincias de occidente. En los años inmediatos ellos
solían presionar al emperador cuando las provisiones escaseaban o deseaban que le otorgaran nuevas
concesiones y honores a sus jefes recurrían al emperador. A pesar de ello la situación pudo mantenerse
hasta la muerte de Teodosio I.
Tras su muerte, el acuerdo, que conllevaba no la fidelidad de los godos al Estado romano sino a la
persona del emperador, quedó roto. A su muerte el Imperio se dividió entre sus hijos: Arcadio recibió
Oriente y Honorio, Occidente. Este último, por su corta edad, cedió de hecho el poder a un militar de
origen vándalo, Stilicón, quien tuvo que enfrentarse continuamente a los ataques de los bárbaros, en
especial a los protagonizados en Tracia y Macedonia por el visigodo Alarico, sin duda, el caudillo más
relevante del momento.
105
Historia de la Iglesia Pastor Christian Amoretti S.
En el año 405 grupos de ostrogodos, vándalos y alanos entraron en Italia. Aunque Stilicón consiguió
aniquilar a la mayoría, a Honorio no le quedó otro remedio que trasladar su corte a Rávena.156 El 31 de
diciembre del 406 los suevos, vándalos y alanos lograron romper la frontera del Rin y extenderse por
las Galias. La apertura de este nuevo frente bélico y el asesinato de Stilicón en el 408 iban a dejar
desprotegida a Italia durante algún tiempo. Su falta de defensa fue aprovechada por Alarico y sus
guerreros, quienes llegaron a asediar Roma en tres ocasiones hasta su toma final (410). Alarico no tenía
intención de permanecer en Italia, sino pasar al norte de África. Su muerte, poco antes de que terminara
el año, acabaría con su sueño a la par que iba abrir un nuevo período en el caminar del pueblo visigodo.
Su sucesor Ataúlfo decidió remontar la Península itálica y asentarse en el sur de la Galia. Su objetivo y
el de sus inmediatos sucesores no era ya la destrucción del Imperio, sino llegar a un entendimiento, a
una política de amistad, con las autoridades romanas. En este contexto hay que situar tanto el matrimonio
de Ataúlfo con la hermana del emperador, Gala Placidia (414), prisionera de los visigodos desde el
saqueo de Roma, quien posteriormente, a la muerte de Ataúlfo fue obligada por su hermano a casarse
con Constancio III.
El año 450 Atila, rey de los hunos había dirigido sus incursiones hacia el Imperio de Oriente, al que no
le había quedado otro remedio que pactar un tributo anual. Pero desde esta fecha Occidente pasaría a ser
su objetivo fundamental. En su cambio de actitud debió pesar, sin duda, la propuesta que le hizo
Honoria,157 la hermana del emperador Valentiniano III. El desencadenante de los acontecimientos fue
la orden imperial de arresto y posterior decapitación de Eugenio, amante de Honoria, por estar
convencido Valentiniano III de que ambos habían urdido un complot contra su persona para hacerse con
el poder. En la primavera del 450 Honoria, ante el compromiso matrimonial con otro hombre que se le
había impuesto, envió a Atila una carta para proponerle matrimonio junto con una fuerte suma de dinero
y su anillo.
Con esta excusa, Atila envío una embajada a la corte de Rávena en defensa de su “esposa”. Solicitando
para sí y su prometida la mitad del Imperio de Occidente, la Galia. Valentiniano III se lo negó, y Atila
saqueó Aquilea (451), Padua, Vicenza, Verona; Brescia, Bérgamo y Milán.
Se han dado dos motivos de desigual relieve para explicar porque Atila no emprendió la conquista de
Roma. Uno, que los chamanes le desaconsejaran esta operación, recordándole el ejemplo de Alarico,
muerto al poco tiempo de llevar a cabo el saqueo de la ciudad. Otro, la embajada romana encabezada
por el papa León I, le habría convencido para no penetrar en la capital, quizá con la promesa del envío
de Honoria y del pago de algún tributo. Pero lo realmente relevante es, por un lado, que Aecio 158 y el
emperador confiaran la embajada a León I,159 lo que demuestra la consolidación cada vez mayor del
poder espiritual frente al de un Impero próximo a derrumbarse; y, por otro, que Atila, inesperadamente,
se dejara persuadir y se retirara. No obstante, en la decisión del caudillo huno debieron repercutir dos
hechos más: el emperador de Oriente, Mauricio, estaba atacando sus cuarteles en Panonia; y el cansancio
de las tropas hunas, molestas además por la lejanía de su base de operaciones y las epidemias que las
estaban diezmando. Además, no existe referencia a la entrega del posible tributo prometido y Honoria
no le fue entregada.
En el 453, nada más regresar a Panonia, Atila se apresuró a preparar el ataque contra el emperador de
Oriente por haberse negado a pagar los tributos acordados con su antecesor Teodosio II. Pero su muerte,
ocurrida durante su noche de bodas con la goda Ildico, probablemente debido a una hemorragia nasal,
pondría fin a sus propósitos y llevaría la tranquilidad a Constantinopla y también a Occidente.
106
Historia de la Iglesia Pastor Christian Amoretti S.
La muerte de Atila, sin embargo, no iba a significar más que un breve respiro. La inestabilidad del poder
romano se acentuaba progresivamente: Valentiniano III mandaba ejecutar a Aecio pocos meses después,
y el propio emperador moría asesinado en el año 454.
En las décadas siguientes, hasta el destronamiento del último emperador romano de Occidente, Rómulo
Augústulo, en el año 476, fue consumándose la descomposición del poder imperial, convertido ya en
una pura ficción. De hecho, el poder se encontraba reducido a una parte de Italia. La presencia vándala
en África, el principal granero de Roma, y en el Mediterráneo occidental dificultaba enormemente el
aprovisionamiento de trigo de la capital. La propia Roma, que ya había cedido su papel de corte a
Rávena, era asaltada por los vándalos en el año 455, sin que ninguna autoridad civil o eclesiástica pudiera
detener entonces el empuje bárbaro como lo había conseguido poco antes León I con Atila.
El destronamiento de Rómulo Augústulo en el año 476 por su antiguo protector Odoacro ponía fin a
cualquier nuevo intento de restauración del Imperio romano de Occidente. Odoacro remitió a
Constantinopla las insignias imperiales en señal de acatamiento al único emperador con poder efectivo
que quedaba, Zenón, con el deseo de seguir ejerciendo el poder militar en la parte occidental y él mismo
asume el título de «Rey de Italia» y a lo largo de su vida, Odoacro mantuvo la ficción legal de que
gobernaba Italia como «virrey» de Zenón; mientras que la clase senatorial italiana mantendría la
administración civil.
El futuro del panorama político en Occidente iba a ser otro. La creación de nuevos reinos y la puesta en
marcha de sus proyectos, de mayor o menor éxito, lograrían que el perfil de Europa fuera distinto a partir
del siglo VI.
La culminación a finales del siglo V de una serie de procesos de larga duración, entre ellos la grave
dislocación económica y las invasiones y asentamiento de los pueblos germanos en el Imperio romano,
hizo cambiar la faz de Europa. Durante los siguientes 300 años Europa occidental mantuvo una cultura
primitiva aunque instalada sobre la compleja y elaborada cultura del Imperio romano, que nunca llegó
a perderse u olvidarse por completo.
Durante este período no existió realmente una maquinaria de gobierno unitaria en las distintas entidades
políticas, aunque la poco sólida confederación de tribus permitió la formación de reinos. El desarrollo
político y económico era fundamentalmente local y el comercio regular desapareció casi por completo,
aunque la economía monetaria nunca dejó de existir de forma absoluta. En la culminación de un proceso
iniciado durante el Imperio romano, los campesinos comenzaron a ligarse a la tierra y a depender de los
grandes propietarios para obtener su protección y una rudimentaria administración de justicia, en lo que
constituyó el germen del régimen señorial. Los principales vínculos entre la aristocracia guerrera fueron
los lazos de parentesco, aunque también empezaron a surgir las relaciones feudales.
En el Imperio Oriental, el gobierno imperial tuvo su continuidad en el llamado Imperio Bizantino hasta
la caída de Constantinopla en manos del Imperio Turco Otomano en 1453.
Como la iglesia era parte de la sociedad y aliada de la política, estaba destinada a compartir la decadencia
intelectual y espiritual de la llamada "edad de las tinieblas" en Europa. Durante este período, la religión
se volvió cada vez más monástica, ascética y legalizada. En un sentido espiritual, el cristianismo estaba
en hibernación. Durante todo este período existió, al lado de esta religión adormecida y secularizada,
107
Historia de la Iglesia Pastor Christian Amoretti S.
una corriente continua de misticismo, una experiencia espiritual fantástica que rayaba en la irrealidad y
filosóficamente similar al panteísmo.
Durante estos siglos sombríos y desesperantes, la religión volvió a ser prácticamente de segunda mano.
El individuo se encontraba casi perdido ante la autoridad, la tradición y el dictado de una iglesia que lo
eclipsaba todo. Una nueva amenaza espiritual surgió con la creación de una constelación de "santos"
que se suponía tenían una influencia especial en los tribunales divinos y que, por consiguiente, si se
recurría eficazmente a ellos, podían interceder ante Dios a favor de los hombres.
La Edad Media o Medioevo es el término que se utiliza para referirse al período de la historia del viejo
continente que transcurrió desde la desintegración del Imperio Romano de Occidente (476 d.C.), en el
siglo V, hasta el siglo XV con la caída de Constantinopla (1453 d.C.). Este período que duro cerca de
un milenio fue denominado la edad del oscurantismo por los historiadores que la consideraron una era
intermedia de retroceso y mediocridad entre las ricas civilizaciones de la antigüedad y la edad moderna.
108
Historia de la Iglesia Pastor Christian Amoretti S.
CAPÍTULO IX
TIEMPO DE OSCURIDAD
LA EDAD MEDIA
Durante la segunda mitad del siglo V se daría inicio la llamada Edad media o edad oscura, la misma que
se divide en:
Alta (V-X),
Plena (XI-XIII); y
Baja Edad Media (XIV-XV).
Para la simplificación de nuestro estudio consideraremos dividirla sólo en dos grandes grupos, pues,
para nuestro objetivo, no importa mucho cómo fuese la división, lo que importa es lo que en esta época
se aprecia:
2) La afirmación del papado como centro religioso, cultural y, hasta, político de la Europa cristiana. El
Papa, guardián de la Iglesia Occidental, concierta la alianza con los francos, la mayor potencia
secular de Occidente.
El papado, con la reforma de Cluny y de Gregorio VII, pasa a primer plano; hay que destacar la jerarquía
absoluta del Papa de Gregorio VII (1073-1085) a Inocencio III (1197-1216); la aparición de la
Escolástica, desde Pedro Abelardo (1079-1142) a Tomás de Aquino (1225-1274), la piedad y la
sensibilidad cristiana, con Odilón de Cluny (c.962-1049) y Bernardo de Claraval (1090-1153).
Forjándose lo que vendría a ser la edad de oro de la cristiandad católica medieval (siglo XIII).
Durante este siglo V, como hemos podido observar se dio un incontenible avance de los bárbaros que
derrumbaron al Imperio Romano a la vez de las grandes luchas teológicas que terminaron rompiendo la
unidad cristiana.
En el año 410, Alarico, godo, y en el 456, Genserico, vándalo, saquearían Roma. En el año 476, Odoacro,
jefe de los hérulos, destituyó a Rómulo Augústulo, el último emperador romano en occidente. Este
último acontecimiento fue el más relevante en este siglo que marco el cambio de toda una era (Edad
Antigua).
Durante este siglo, Europa que era toda del imperio romano estaba decayendo, especialmente por la
despoblación, el ocio y la corrupción. Los esclavos se liberaban, los romanos no trabajaban, los niños
no eran instruidos, los acueductos no eran reparados, el arte y la cultura habían desaparecido. La Roma
orgullo de los Césares, que en algún momento llegó a tener un millón de habitantes, ahora no tendría
más de cincuenta mil. Miles de extranjeros, mercenarios y bárbaros suplantaban a los soldados romanos.
109
Historia de la Iglesia Pastor Christian Amoretti S.
Los bárbaros no se apropiaron de ciudades sino de ruinas y de campos abandonados que nadie quería
cultivar.
Europa quedó hecha un desastre. Estos pueblos bárbaros dieron el empujón final a un árbol que ya estaba
carcomido. Estaba todo en ruinas. Los ricos, ociosos y corrompidos, se entregaban al desenfreno, el
divorcio, la prostitución y prácticas terribles. El pueblo humilde soportaba impuestos excesivos, tantos
que, según Salviano160, algunas poblaciones suplicaban que llegaran los bárbaros para quedar liberados.
La parte oriental del imperio siguió subsistiendo con el nombre de Imperio Bizantino161 . Estos bárbaros
crearon sus reinos:
a) Los suevos, arribaron en el año 400, los visigodos y los alanos, tomaron España.
b) Los vándalos, atravesaron esta península, permanecieron en el sur (en Vandalucía, hoy Andalucía) y
prosiguieron hacia África.
c) Los hérulos, llegados en el 400 también, permanecieron en Italia, que les fue arrebatada por los
ostrogodos en el 493.
e) Los sajones y los anglos invadieron Gran Bretaña y se mezclaron con sus pobladores, los bretones.
Durante ese tiempo, muchas herejías se dan porque no se acepta el misterio de Cristo en su totalidad.
Cristo es un misterio: es hombre y Dios al mismo tiempo. Tiene dos naturalezas, una humana y otra
divina, pero las dos unidas en la sola persona divina del Verbo.
En este siglo surgieron las siguientes herejías; algunas de las cuales ya hemos mencionado brevemente
cuando hablamos de los concilios:
a) El monofisismo decía que Cristo no tenía dos naturalezas, sino una sola en la que se habían
unido la divinidad y la humanidad. Para ellos, la naturaleza humana de alguna forma había sido
absorbida por la divina. Eutiques, monje bien intencionado de Constantinopla, comandó esta escuela
con el deseo de combatir a Nestorio.
b) El nestorianismo enseñaba que en Cristo hay dos personas, una divina y otra humana.
Nestorio, patriarca de Constantinopla, fue quien inició esta herejía. Además decía que la Virgen María
no es la madre de Dios; sólo es la madre de Cristo.
c) El pelagianismo. Pelagio, monje nacido en la actual Inglaterra, enseñaba que el hombre puede
evitar el pecado sin ayuda de la gracia divina. Por tanto, exaltaba la eficacia del esfuerzo humano en la
práctica de la virtud. Rechazaba también los efectos del pecado original, reduciendo este pecado a un
mal ejemplo dado a la humanidad por Adán y Eva. Además, y como consecuencia de lo anterior, el
bautismo sólo perdonaba los pecados personales; por tanto, no era necesario bautizar a los niños.
Es por todo ello que en El concilio de Efeso (431) se definió la unidad personal de Cristo, la maternidad
divina de María y condenó al pelagianismo. La nueva herejía de Nestorio quedó descalificada.
110
Historia de la Iglesia Pastor Christian Amoretti S.
Así como también en El concilio de Calcedonia (451) se enseñó que Cristo tenía dos naturalezas, la
divina y la humana, unidas sin confusión ni división en una sola Persona, la del Verbo. Así quedó
vencida la herejía monofisista.
PERSONAJES DESTACADOS
Uno de ellos fue Agustín:162 Nacido en el norte de África en el año 354, hijo de un pagano. Después de
una juventud inquieta, recibió el bautismo animado por la predicación de Ambrosio. Fue obispo de
Hipona desde 395. Brilló en toda la cristiandad por su inigualable talento, puesto al servicio de la fe.
Luchó contra los errores maniqueos163, contra los donatistas y pelagianos. Entre sus obras más
importantes sobresalen las Confesiones (su autobiografía) y la Ciudad de Dios (primera filosofía y
teología de la historia).
Otro de los personajes destacados en este tiempo fue Jerónimo, quien también realizó parte de su labor
en el siglo anterior, él es considerado uno de los grandes Padres Latinos por la iglesia Católica Romana.
Tradujo al latín toda la Biblia y dejó obras de historia de la Iglesia y de espiritualidad.
Las relaciones entre ambas registraron a finales del siglo V una primera ruptura, que no fue definitiva,
pero sirvió de anuncio de otras más graves que se producirían en el futuro. Fue el cisma de Acacio.
Patriarca de Constantinopla desde el año 471 a 489, Acacio se inmiscuyó abiertamente en asuntos
internos de los patriarcados de Antioquía y Alejandría, e instigó al emperador Zenón para que publicase
un edicto dogmático – el Henoticon – tendente a una conciliación con los monofisitas.
El Papa Félix II excomulgó a Acacio y lo depuso, y éste respondió haciendo borrar el nombre del Papa
de los dípticos de la iglesia164 de Constantinopla. Así surgió el primer cisma de la Iglesia de Oriente,
que se prolongó durante más de treinta años. El Papa Hormisdas (514-523), con ayuda de Justiniano,
sobrino del emperador reinante Justino y su futuro sucesor, consiguió poner fin al cisma. Todos los
obispos bizantinos suscribieron el “Libellus Hormisdae”, un documento en que se definía expresamente
el primado romano.
162 Aunque es un personaje del siglo IV, su obra se destacó en la edad media, pues dio los fundamentos sobre los que se movería la
iglesia católica.
163 Los maniqueos insistían en la existencia de dos principios supremos: la Luz y las Tinieblas, el Bien y el Mal. La luz había creado
el alma y todos los seres buenos. Las tinieblas crearon, por su parte, el cuerpo y las cosas materiales que, por tanto, eran consideradas
malas.
164 Eran placas elaboradas en marfil, madera o metal, las cuales se decoraban con relieves o pinturas y eran unidas de tal manera que
puedan plegarse como las tapas de un libro. Esta costumbre de origen romano ingresó en la iglesia en los primeros siglos, en ellas se
inscribían, en láminas u hojas de pergamino adheridas, los nombres de personas beneméritas, sean estos de la jerarquía eclesiástica o
civil, o de mártires o de fieles difuntos que debían tenerse presentes en la misa.
111
Historia de la Iglesia Pastor Christian Amoretti S.
112
Historia de la Iglesia Pastor Christian Amoretti S.
CAPÍTULO X
SIGLO VI
El imperio romano había desaparecido y los bárbaros ocuparon su lugar. Estaba gestándose una
nueva época. El nacimiento de Europa está unido indefectiblemente a la Iglesia.
En medio del caos, los emperadores vieron en la Iglesia una organización estable y le prestaron apoyo;
por este préstamo, se cobró un interés que se llamó “intromisión”.165
Sólo el imperio bizantino, con sede en Constantinopla, presidido por Justiniano, seguía en pie en Oriente.
Justiniano se lanzó a la reconquista de los territorios que habían caído en manos de los bárbaros. Mandó
construir la basílica de santa Sofía, dedicada a la Sabiduría de Dios. Y publicó el código de derecho
romano, colección de todas las leyes del imperio; dicho código llegó a ser el fundamento del derecho de
la sociedad civil y religiosa europea. Este código intentó llenar el vacío de legalidad mediante el
sometimiento del hombre al estado.
Las invasiones bárbaras provocaron en ciertas regiones un claro retroceso del cristianismo. Tal fue el
caso de la antigua Britania romana, dominada en el siglo V por los anglo-sajones paganos, cuya
conversión al catolicismo se emprendió a fines del siglo VI por iniciativa del Papa Gregorio Magno.
Durante este siglo la Iglesia dirigió su acción “evangelizadora” a los pueblos «invasores» cruzando de
esta manera las antiguas fronteras del Imperio occidental, alcanzando territorios que jamás habían sido
romanos y a los pueblos que los habitaban. Los iniciadores de esta expansión en el siglo VII fueron
misioneros celtas procedentes de Irlanda y Escocia, cuya figura más descollante fue Columbano.
La labor con los barbaros antiguamente solía abarcar el ámbito personal donde ya había habido algunas
conversiones. Pero será en este siglo que se verán “conversiones” colectivas de pueblos enteros.
La conversión de Clodoveo, rey de los galos, favoreció la expansión del cristianismo, pues hizo bautizar
a todo su ejército; unos tres mil guerreros.
Italia se vio invadida primero por los godos, luego por los longobardos,166 que lentamente fueron
convertidos a la fe católica y bautizados gracias a los monjes de Columbano, del monasterio de Bobbio,
cerca de Pavía167. También en Italia aconteció lo siguiente: el emperador de oriente, Justino II, quiso
reconquistar Italia e incorporarla al imperio. Pero tenía que enfrentarse con Teodorico, arriano. Utilizó
contra él el arma de la religión, contando con el respaldo del Papa Hormisdas. Puso, pues, la población
de Italia contra él y, con un edicto empezó la persecución contra los arrianos. Teodorico respondió
persiguiendo a la iglesia, por considerarlos responsables de la política imperial.
Por su parte los visigodos, pueblo germánico que había invadido la península ibérica y formado en ella
un fuerte reino, abandonan el arrianismo y se convierten al cristianismo católico tras la conversión del
rey Recaredo, hijo del monarca arriano Leovigildo, en el año 589.
165 Cesaropapismo
166 Los longobardos, fue una tribu germánica que conquistaron el Norte de Italia y expandieron su dominio hasta las puertas de Roma.
167 En el Suroeste de la Lombardía (Italia).
113
Historia de la Iglesia Pastor Christian Amoretti S.
La mayor parte de los pueblos bárbaros abrazaron en un inicio el cristianismo, pero bajo la forma
arriana168. Los ostrogodos y los vándalos, nunca llegaron a incorporarse a la Iglesia y permanecieron
arrianos hasta su extinción como grupo nacional. Los visigodos, suevos, borgoñones y longobardos,
después de un período más o menos largo de arrianismo, terminaron por adherirse a la iglesia católica.
También abandonaron el arrianismo los burgundios, muy influidos por los francos; luego, los suevos de
Galicia.
La conversión de Clodoveo causó una inmensa resonancia entre la población de la Galia y aun de todo
el occidente, pues era el primer monarca germánico que abrazaba el catolicismo. La Iglesia
merovingia169, tras el bautismo de Clodoveo, emprendió la evangelización de las tribus francas, una
tarea que exigió largo tiempo y se prolongó hasta mediados del siglo VII. Varios papas, como Gregorio
I hicieron alianzas con el reino franco que se fortalecerían en el siglo VIII.
Cuando los Lombardos irrumpieron (568) y se establecieron en el norte de Italia, no tomaron Roma, con
su fuerte poder militar impidieron que otras tribus ingresarán a Roma, y aunque su presencia amenazaba
la seguridad de Roma, también les garantizó a los obispos de Roma su libertad con relación a
Constantinopla.
En el año 553, la Iglesia tuvo su II Concilio de Constantinopla, convocado por el emperador Justiniano.
En él, además de condenar como nestorianos a Teodoro de Mopsuestia, Teodoreto e Ibas, se definió que
hay dos naturalezas en la única persona del Verbo encarnado, confirmando de esta manera el Concilio
de Calcedonia (451).
En este siglo también surgió Benito de Nursia, fundador de los monjes benedictinos.170 Quien es
considerado en la iglesia católica como el padre del monacato de occidente. En el 529 funda un
monasterio en Monte Casino, al sur de Roma.
Los seguidores de Benito hacían tres promesas: abandonar todas sus posesiones personales (voto de
pobreza), no mantener relaciones sexuales (voto de castidad), y seguir las reglas de la vida monástica
obedeciendo al abad (voto de obediencia) 171.
En este mismo siglo, en el año 580, el Papa Pelagio II, exigió que las propiedades de los sacerdotes
estuvieran a nombre de la iglesia, pues si hubiese herencia éstas no pasarían a sus hijos o esposas. El
mismo también impuso normas muy duras sobre el celibato que luego su sucesor, Gregorio "el
Grande"172 (590-604) suavizaría, aunque, Gregorio mismo afirmaría que todo deseo sexual es malo en
sí mismo.
Dentro de este siglo, Gregorio Magno sería el único Papa destacable. Él sería el responsable del envío
de un grupo de cuarenta monjes misioneros a Inglaterra, encabezados por Agustín (de Canterbury); con
este Papa se tiene la referencia directa más antigua acerca del purgatorio (600), quien se plantea la
posibilidad de la existencia de este "tercer" estado de vida después de morir. 173
114
Historia de la Iglesia Pastor Christian Amoretti S.
Un tema que debemos destacar es el énfasis existente en el celibato sacerdotal, el cual no se cumplía a
cabalidad, pues como podemos observar en el cuadro inferior hubo algunos Papas que fueron hijos de
otros Papas u otros miembros del clero, según algunos historiadores, se considera que la mayoría
nacieron antes de que sus padres fueran ordenados.
115
Historia de la Iglesia Pastor Christian Amoretti S.
L Juan II
533-535
O 533 – Terminación de la
Agapito I
basílica del Sto. Sepulcro en
535-536
Jerusalén Justiniano I
VI Silverio
536-537
Benito
II Concilio de Constantinopla
Vigilio +543
(Vº Ecuménico)
537-555 Escolástica
553
+ 547
Pelagio I
556-561
Juan III Mahoma 568 – Lombardos en el norte
561-574 571-632 de Italia
Benedicto I
575-579
Justino II
Hermenegildo
Pelagio II +584
579-590 Conversión de Recaredo
589
Gregorio I Magno
590-604
116
Historia de la Iglesia Pastor Christian Amoretti S.
CAPÍTULO XI
SIGLO VII
EN BUSCA DE DIOS
EL ISLAM
La Arabia del siglo VII es una encrucijada de civilizaciones y de religiones. Hacia el año 610,
Mahoma174 proclama un mensaje recibido del cielo. El juicio de Dios es inminente. No hay más que un
solo Dios al que el creyente (musulmán) 175 debe una sumisión (islam) absoluta.
Mahoma es el último profeta, después de Jesús, y tiene la misión de restaurar en Arabia el monoteísmo
y de dar a su pueblo, en su propia lengua, el Libro (Corán)176 que lo iguale a los demás pueblos. Ante el
rechazo de la gente de su tribu, Mahoma migra de la Meca a Medina el año 622. Lo cual se conoce como
la hégira177, que marcarán el comienzo de la era musulmana.
Mahoma después de haber conseguido la unidad entre las tribus árabes vuelve triunfalmente a la Meca
y muere unos meses más tarde (632).
Profesión de fe: Existe un solo Dios (Allah), al que hay que someterse ciegamente, y Mahoma
es su profeta.
Las cinco grandes prácticas del musulmán son: la fe en Allah (shahāda), la oración 5 veces al
día (ṣalāt)178, la limosna a los pobres (zakāt)179, el ayuno durante el mes de Ramadán (ṣawm)180,
y la peregrinación a la Meca al menos una vez en la vida (ḥaŷŷ).
Su libro sagrado es el Corán: Para los musulmanes contiene la revelación que Dios hizo a
Mahoma, aunque en realidad incluye elementos judíos y cristianos (incluso de los evangelios
apócrifos). El Corán es el código civil y religioso por el que se gobiernan las naciones islámicas.
En el Corán se dice que el juicio está próximo, y está la creencia en la resurrección de los
muertos y en la vida futura. En ella se promete la vida eterna para quienes sean fieles al Islam.
Jihad: Es la guerra santa en defensa del Islam. Algunos piensan que esa lucha es solamente
interior a cada uno. Pero en general es interpretada como guerra armada para hacer triunfar la
174 A los treinta años Mahoma entró en una crisis religiosa. Se fue de su casa y se puso a rezar. Y a partir de 610 en el monte Jira
supuestamente recibe revelaciones del arcángel Gabriel.
175 Del árabe, “el que se somete”.
176 Del árabe, “la recitación”.
177 Hégira (en árabe hiyra َةرْ ِجهliteralmente significa «migración»), indica el traslado de Mahoma y la primera comunidad de
musulmanes de La Meca a Yatrib (hoy Medina), ocurrida en el año 622 d.C. Dicho evento marca en el mundo islámico el año primero.
178 Oración del alba, del mediodía, de la tarde, de la puesta de sol y de la noche.
179 La limosna. El Corán se refiere a ella en más de 80 ocasiones. Los musulmanes deben dar cada año una limosna a las personas
más pobres de su comunidad, empezando por familiares y vecinos. El monto es de 2,5%, siempre y cuando éstos superen determinada
cantidad. La limosna puede hacerse en dinero y en especie. Las finalidades de la limosna son, según la doctrina musulmana, limitar la
acumulación de riquezas, purificar el alma de la avaricia y la codicia, ayudar a los pobres y necesitados.
180 Tiene siete condiciones: (1) Estar atento al comienzo del mes siguiendo las fases de la luna. Ramadán empieza con el noveno
cuarto creciente del año, y hay que procurar verlo en su primera noche. (2) La intención, debe ser concreta: no basta con decidir ayunar,
sino cumplir estrictamente con el ritual del ayuno de ramadán. (3) Abstenerse de hacer llegar algo a propósito al estómago sabiendo
que se está en ayunas. Ingerir algo, sólido o líquido, anula el ayuno. (4) Abstenerse de mantener relaciones sexuales durante el ayuno.
(5) Abstenerse de la masturbación. (6) Abstenerse de provocarse vómitos. (7) No agredir tanto verbalmente como físicamente al
prójimo.
117
Historia de la Iglesia Pastor Christian Amoretti S.
causa de Allah, y se entregan a ella con mayor ardor puesto que los caídos por defender el Islam
tienen asegurado el paraíso.
Los musulmanes conquistaron Jerusalén en el año 638, después Siria y Palestina, Alejandría y Persia. A
finales del siglo le tocó el turno a África del norte que opuso mayor resistencia. El año 711, en la batalla
de Guadalete, árabes y bereberes islamizados comienzan la conquista de España. Invadieron casi toda
la península e incluso llegaron hasta el reino franco, pero fueron detenidos y derrotados por Carlos
Martel en el sur de Francia (Poitiers, año 732). Los musulmanes se llegaron a apoderar de todas las vías
marítimas.
Europa, que había resistido a los bárbaros y los había bautizado, cedía ahora ante el Islam. Estuvo la
cristiandad asediada por novecientos años. En menos de cien años, el Islam superó en extensión al
imperio romano, ocupó Tierra Santa, borró el cristianismo del norte de África y sometió una parte de
Europa. La expansión del cristianismo por el sur quedaba frenada por el Islam.
Dentro de las enseñanzas del Islam permiten la poligamia y el divorcio. No aceptan a Jesús (Isa) como
Hijo de Dios; sólo es uno de los tres profetas que precedieron a Mahoma, junto con Abraham y Moisés.
No aceptan el nacimiento virginal de Jesús, ni su muerte en la cruz ni su resurrección. Tampoco aceptan
la maternidad divina de María; pero reconocen que fue una mujer escogida por Dios y modelo de fe. En
ese tiempo el Islam apareció como el gran enemigo de la fe de la cristiandad, y sustentan su herencia de
Abraham con Deuteronomio 21:15-17.
118
Historia de la Iglesia Pastor Christian Amoretti S.
LA IGLESIA Y EL ISLAM
Al inicio la iglesia no tuvo conciencia de la peligrosidad de esta nueva religión, pues estaba preocupada
por sus divisiones internas. Ante el avance arrollador de los árabes, abrirá los ojos y actuará. En oriente,
los emperadores cristianos de Constantinopla trataron de contener su expansión y defender los territorios
sobre los que tenía influencia. Esta tarea los apartó poco a poco del Papa y de la vida de la Iglesia en
occidente.
En Europa se van consolidando las nuevas naciones, en su mayoría cristianizadas, cuyo centro espiritual
es Roma y su obispo, el Papa. El resultado es que poco a poco surge una sociedad católica, en la que los
valores católicos impregnan toda la vida social.
LOS PAULICIANOS
Eran un grupo de cristianos de origen desconocido que aparecieron en Asia Menor en el siglo VII y que
llegaron a ser numerosos, se les encuentra por primera vez en la zona de Armenia alrededor del año 650.
Algunas fuentes colocan como fundador a Constantino de Manamali nacido cerca de la ciudad siria de
Samosata. Los primeros años de la historia de los paulicianos transcurren con un silencio en las fuentes.
181 Almorávides (en árabe al-Murabitun, "el morabito", una especie de ermitaño musulmán) era una persona considerada
especialmente pía a la que popularmente se atribuye cierta santidad; eran como unos monjes-soldados salidos de grupos nómadas
provenientes del Sahara.
182 Los almohades surgieron en Marruecos en el siglo XII, como reacción a la relajación religiosa de los almorávides, que se habían
hecho dueños del Magreb, pero habían fracasado en su intento de revigorizar los estados musulmanes y tampoco habían ayudado a
detener el avance de los estados cristianos en la Península Ibérica. El fundador fue Aben Tumart quien puso énfasis en la absoluta
unicidad de lo divino.
119
Historia de la Iglesia Pastor Christian Amoretti S.
Se sospecha que en esa época consiguieron una audiencia considerable en la zona del alto Éufrates y la
Anatolia oriental, tanta que influyeron en la política religiosa de León III. Las campañas en Siria y
Armenia de su hijo Constantino V los llevo hacia los Balcanes como Stratiotas ya sea por deportación
o como tropas fieles.
Si bien sus doctrinas en muchos puntos coincidieron con las evangélicas, ellos tenían y predicaban una
doctrina adopcionista (Jesús no era Divino, sino que fue adoptado por Dios en el Bautismo) más tarde
con caracteres maniqueos (lucha entre dos principios: El Bien y el Mal, su maniqueísmo fue muy
atemperado, si bien parece que afirmaban que la materia era obra de Satanás, esto no les lleva a condenar
el matrimonio y la procreación y posiblemente no eran tan ascetas ni rigurosos como lo eran
en Bizancio).
Su rechazo a toda idolatría les llevó a unirse con los mahometanos fanáticos (iconoclastas) por destruir
todas las imágenes en las iglesias oficiales. Durante la época Iconoclasta se les favoreció
moderadamente. Restaurado el culto a los iconos (o imágenes) el favor se disipó y dada su heterodoxia
cristológica empezaron a ser perseguidos.
La emperatriz Teodora (842-857 d.C) les persiguió ferozmente y consiguió matar miles de ellos, algunos
consideran que fueron aproximadamente unos 100.000. Esto les llevó a huir hacia la Armenia oriental
controlada por el Califato Abbasí y haciendo causa común con ellos. Karbeas (un antiguo funcionario,
huido tras las persecuciones), sucesor de Sergio, estableció un estado pauliciano en esta zona.
En esta época cuando el paulicianismo adquiere el tono maniqueo por el que serán conocidos Un siglo
después, en otra persecución, muchos huyeron hacia Europa llevando consigo un evangelio más puro
en algunos aspectos que el que tenía la iglesia oficial. A ellos probablemente se les unirían los donatistas.
De ellos salieron "nuevos" grupos de iglesias en los Balcanes, Italia y Francia.
120
Historia de la Iglesia Pastor Christian Amoretti S.
121
Historia de la Iglesia Pastor Christian Amoretti S.
CAPÍTULO XII
SIGLO VIII
LA CRISIS ICONOCLASTA
Mientras los musulmanes iban extendiéndose, el imperio bizantino trataba de fortalecerse y defenderse
del asedio que los musulmanes constantemente realizaban. En medio de estas circunstancias el
emperador León III el Isaúrico comienza a dar ciertas leyes sobre cuestiones religiosas, propiamente
sobre la iconoclasia183.
En algún momento entre el 726 y el 730 León III ordenó que se quitara una imagen de Jesús colocada
de manera destacada sobre la puerta de Calcis, la entrada ceremonial al Gran Palacio de Constantinopla,
y que sea reemplazada con una cruz. Mientras realizaban esto los operarios encargados de cumplir la
orden fueron asesinados por una banda de iconódulos184.
El motivo por el cual León III dictó este tipo de leyes, según algunos autores, era debido a los reveses
militares en la lucha contra los musulmanes y la erupción de la isla volcánica de Tera, los cuales León
III posiblemente veía como evidencia de la ira de Dios que la Iglesia atrajo por su veneración a las
imágenes. Se dice que León III describió la veneración de imágenes como «artimañas de idolatría» 185.
Aparentemente prohibió la veneración de imágenes religiosas en un edicto del año 730, que no se
aplicaba a otras formas de arte, como la imagen del emperador, o símbolos religiosos como la cruz.
Las mismas se basan en ciertos hechos acontecidos a principios del año 720 cuando el obispo
Constantino de Nakoleia y el metropolita186 Tomás de Klaudiúpolis, en una visita a Constantinopla,
expresan su preocupación a Germano por la imágenes. Se trataba de un problema pastoral que venían a
resolver con el patriarca de Constantinopla, pues en algunas regiones había un rechazo importante hacia
las imágenes. En esta reunión Germano se manifiesta a favor de las imágenes, pero no convence a sus
interlocutores. El pensamiento que Germano tiene sobre las imágenes lo vemos expresado en dos cartas:
una que envía al metropolita Juan de Synnada. En ella hace referencia a que la encarnación del Verbo
permite representarlo en figura humana. Excluyendo así la representación del Dios invisible, pero no la
183 Iconoclasia, expresión griega (εικονοκλάστης) que significa «ruptura de imágenes» o rompedor de imágenes. Se refiere a la acción
de destruir deliberadamente los iconos religiosos.
184 Iconódulo es la persona que practica la iconodulia o iconodulía, culto o veneración (gr. dulía) de imágenes (gr. iconos). Éstas
pueden ser de criaturas o de objetos; los iconódulos no se consideran a sí mismos como idólatras. Para la religión católica, la iconodulía
es la veneración de las imágenes, etimológicamente "dulía" significa "veneración" o “culto” pero no adoración. Ellos explican que la
veneración de las imágenes es sólo un recordatorio de las verdaderas realidades espirituales, considerando a la idolatría como hereje;
pues, la iconodulia está de acuerdo con la doctrina católica y a los preceptos religiosos. Sosteniendo la diferencia entre icono (imagen)
e ídolo (representación de una divinidad).
185 Los que veneran las imágenes sostienen que venerar es respetar a alguien por su santidad, dignidad o grandes virtudes, o a algo
por lo que representa o recuerda. Según santo Tomás, la dulía no es comparable con la latría o veneración a Dios en el sentido que una
va dirigida hacia un par y la otra hacia un ser superior. Igualmente se diferencia la Hiperdulía o veneración a la Virgen María.
186 Es uno de los rangos dentro de la jerarquía de la iglesia ortodoxa.
122
Historia de la Iglesia Pastor Christian Amoretti S.
En la otra carta que envía al metropolita Tomás de Klaudiúpolis, remarca que las imágenes invitan a una
imitación. La imagen se limita a lo esencial de la vida de un santo e impulsa al fiel a imitar la vida de
ese santo. Una imagen es, pues, un resumen de una vida escrita. Recurriendo nuevamente a la
encarnación del Verbo para legitimar el uso de las imágenes. Además sirve para refutar a los gnósticos
que niegan la verdadera encarnación del Verbo.
Por otro lado, en Occidente, el Papa Gregorio III celebró dos sínodos en Roma en las cuales condenó
las acciones del emperador, teniendo como respuesta del mismo la toma de algunas tierras que
pertenecían al Papa.
Cuando muere León III en el 741, la prohibición de iconos fue establecida como dogma por su hijo,
Constantino V (741-775), quien convocó el Concilio de Hieria en el 754 en la cual participaron unos
330 a 340 obispos para apoyar la posición iconoclasta. Ningún patriarca o representante de los llamados
cinco patriarcas187 estuvieron presentes: Constantinopla estaba vacante, Antioquía, Jerusalén y
Alejandría estaban controladas por los sarracenos188.
El concilio iconoclasta de Hieria no puso fin al tema; en este período aparecieron complejos argumentos
teológicos, tanto a favor como en contra del uso de imágenes. Los monasterios eran plazas fuertes a
favor de la veneración de iconos, y entre los monjes se organizó una red subterránea de iconódulos. Juan
Damasceno, un monje sirio que vivió fuera del territorio bizantino, se convirtió en el principal oponente
de la iconoclasia a través de sus escritos teológicos189. Como respuesta, Constantino V utilizando su
poderío militar se movió en contra de los monasterios, hizo que las reliquias se lanzaran al mar, y detuvo
la invocación de los santos.
El hijo de Constantino V, León IV (775-780) fue menos riguroso, y durante un tiempo intentó mediar
entre las facciones. Hacia el final de su vida, sin embargo, León IV emprendió severas medidas contra
las imágenes y habría prescindido de su esposa Irene, quien tenía fama de venerar imágenes en secreto.
Murió antes de conseguir esto e Irene asumió el poder como regente de su hijo, Constantino VI (780-
797). Con la ascensión de Irene como regente, el primer período iconoclasta llegó a su fin.
Irene puso en marcha un nuevo concilio ecuménico, llamado después el II Concilio de Nicea, que se
reunió por vez primera en Constantinopla en el año 786 pero fue interrumpido por unidades militares
leales al legado iconoclasta. El concilio se reunió de nuevo en Nicea en el año 787 y revocó los decretos
del anterior concilio iconoclasta celebrado en Constantinopla e Hieria, asumiendo su título de séptimo
concilio ecuménico.190 A diferencia del concilio iconoclasta, el concilio iconódulo incluyó
representantes papales, y sus decretos fueron aprobados por el Papado. En dicho concilio se afirmó la
veneración de iconos, basándose en la encarnación de Jesucristo en hombre. La veneración de imágenes
duró todo el reinado de la emperatriz Irene y de su sucesor, Nicéforo I (802-811), así como los siguientes
dos breves reinados posteriores al suyo.
Años después, a inicios del siguiente siglo, comenzaría un segundo período iconoclasta (814-842).
187 La Pentarquía designa las cinco antiguas Iglesias patriarcales: La Iglesia de Roma, de Constantinopla, de Alejandría, de Antioquía
y de Jerusalén. Estas cinco Iglesias, de orígenes apostólicos, tomaron parte en los siete primeros concilios ecuménicos.
188 Sarraceno (del griego Σαρακηνός sarakenós, y éste del árabe شرقيينsharqiyyin, "orientales"), genéricamente, el nombre con que
la cristiandad llamó a los árabes, cuya expansión había alcanzado todo el norte de África, el Medio Oriente, Asia Menor y gran parte
de España durante la Edad Media.
189 San Juan Damasceno, Teodoro Studita o el patriarca Nicéforo buscaron una justificación del culto de los iconos apoyándose en la
doctrina cristiana y, en ciertos aspectos de la filosofía platónica, poseedor de dos naturalezas (la divina y la humana), y Cristo era
representable en cuanto Su encarnación; y una porción de la esencia o de la energía divina estaba presente en la imagen material, pues
la imagen de lo divino está contenida en lo divino, del mismo modo que la sombra supone lo que la proyecta o la impresión de un sello
supone la superficie en relieve que la produce. Al representar los rasgos de un personaje sagrado, por lo tanto, no se estaba realizando
en modo alguno una obra de arte, sino que era un acto piadoso que ponía al artista en contacto con las «energías» que emanaban del
ser representado (Velmans, Tania. El mundo bizantino: Siglos IX-XV Pág. 12).
190 Hubieron dos concilios que se llamaron el «séptimo concilio ecuménico», el primero apoyando la iconoclasia, el segundo negando
el primero y defendiendo la veneración de imágenes.
123
Historia de la Iglesia Pastor Christian Amoretti S.
EL IMPERIO CAROLINGIO
Los árabes en su intento de conquistar nuevos territorios se vieron confrontados y derrotados en Poitiers
(Francia) el año 732 por Carlos Martell, quien en ese entonces era Mayordomo de palacio.191 A la muerte
de Carlos Martell en el año 741 le sucederán en el cargo sus hijos Carlomán, quien se retiraría a la vida
monástica en el 747 y Pipino “el Breve”,192 quien recibiría todo el poder al retirarse su hermano.
Pipino quien tenía buenas relaciones con el papado, aun antes de la muerte de su padre buscaba
apoderarse del reinado y deshacerse de Childerico III, soberano merovingio heredero del trono del cual
dependía oficialmente. Childerico todavía no había asumido el trono por maniobras que Carlos Martell
había realizado y para congraciarse con sus opositores, Pipino hace ascender al trono franco (Austrasia
y Neustria)193 a Childerico III, pero será en el año 750 que Pipino enviaría una delegación para
entrevistarse con el Papa Zacarías I, solicitándole una autorización para poner fin al decadente reino
merovingio y ocupar el trono de Childerico III. El Papa Zacarías aceptará dicha solicitud y declarará
que "debe ser Rey el que ejerce la realidad del poder".
En noviembre del 751, Pipino el Breve depondrá a Childerico III, y lo enviará al monasterio de Saint
Omer (Norte de Francia), donde permanecerá hasta sus últimos días; de esta manera Pipino se hará con
el trono y se hará coronar en el campo de mayo en Soissons (Neustria), siendo proclamado por una
asamblea de obispos, nobles y Leudes (grandes del reino); el obispo Bonifacio, su consejero diplomático,
lo ungirá con aceite, marcando su frente como ya se hacía a lo largo de una ceremonia en la que se
consagraba a los reyes visigodos de Toledo. Por medio de esta unción, el rey de los francos, detenta la
fuerza moral del "derecho divino", es decir, de "dirigir los pueblos que Dios le confía"; pero esta
legitimidad tiene un costo: el de la fidelidad a la Iglesia y a quien la dirige, el Papa Zacarías I, que
desde Roma ha dado su consentimiento para el cambio de dinastía y le concede el derecho de sucesión
para sus hijos.
Al poco tiempo, el nuevo Papa, Esteban II, al verse amenazado por los lombardos y su rey Astolfo,
pedirá primero al emperador bizantino, Constantino V, que le brinde ayuda ante la amenaza de los
lombardos, cuya respuesta será sólo una carta dirigida a Astolfo solicitándole que restituya dichos
territorios, lo cual llevará al Papa a solicitar ayuda militar a Pipino para luchar contra ellos. Para solicitar
la ayuda del rey de los francos el Papa personalmente cruzará los Alpes; y tendrá que hacer esto debido
a que el protector habitual de la Iglesia, el Emperador bizantino Constantino V Coprónico, se encuentra
en no muy buenas condiciones, pues hacía pocos años había recuperado el poder y estaba en plena
reorganización del ejército para evitar futuras conspiraciones, a más de que no hacía mucho tiempo que
había recuperado tierras a los árabes aprovechando las guerras civiles que había entre ellos, a más, el
emperador estaba tratando de solucionar los asuntos pendientes relacionados con los iconoclastas, entre
otros cosas más, motivo por el cual no tenía la posibilidad de concurrir en auxilio del Papa.
En esta reunión el Papa Esteban II le propondrá a Pipino una alianza asegurándole una segunda
consagración, realizada por él mismo; en tanto que el Papa aporta su apoyo espiritual a Pipino, este
último se compromete a ofrecer a la Santa Sede un dominio lo suficientemente grande como para que
pueda preservarle de toda agresión. Con esto acordado, el domingo 28 de julio del 754, en la basílica de
Saint Dennis, el Papa Esteban II consagra a Pipino y le confiere los títulos de Rey de los Francos y
Patricio de los romanos (Patricius Romanorum).
El año 756, Pipino, al frente de un ejército, baja a Italia, derrota a los lombardos (o longobardos) y
entrega al Papa un territorio que incluía Rávena y otras ciudades.
191 Cargo que en la teoría vendría a ser una especie de jefe de gobierno o primer ministro, pero, en la práctica él era un dictador
militar. Carlos Martell no era rey ni pertenecía a la línea reinante.
192 El apodo de "El Breve" se debe a su baja estatura.
193 Nombre de los antiguos reinos de la actual Francia.
124
Historia de la Iglesia Pastor Christian Amoretti S.
Este fue el principio de los Estados Pontificios que se mantendrían hasta 1870194. Con esta donación se
constituyeron en pleno siglo VIII los estados de la Iglesia, y el Papa quedó convertido en monarca. El
Papa de esta manera ya es un soberano, pero dentro de la órbita del rey de los francos y se sitúa así en
una posición delicada frente al emperador de Constantinopla.
La falsificación de documentos
Para justificar semejante innovación jurídica se recurrió al viejo método medieval de inventar un
documento que permita retroceder en el tiempo la situación que se daba en el presente. Dicho documento
ha pasado a la historia como la Donatio Constantini (Donación de Constantino), por medio del cual se
declaraba que el emperador Constantino había cambiado su capital a Constantinopla en el 330 y le había
dado al obispo de Roma la soberanía sobre toda la tierra de Occidente ordenando a todo el clero cristiano
ser obedientes al obispo romano.
Otra falsificación realizada en el Siglo VIII fue hecha al adicionar algunos decretos falsos a los
verdaderos compilados por Isidoro de Sevilla en el Siglo VII, dicha falsificación fue conocida como Los
Decretos Pseudo-Isidorianos; el propósito de la misma “era elevar el oficio del Papa contra las
pretensiones de los arzobispos y metropolitanos citando los documentos primitivos en favor del papa.
Fue usado oficialmente por los papas después de la mitad del Siglo IX. Para el tiempo que se probó que
era una falsificación en el Siglo XVIII, este fraude «piadoso» también había sido eficaz para establecer
el poder del Papa sobre la iglesia”.195
CARLOMAGNO
Su contribución a la expansión de la iglesia romana fue más grande que la de cualquiera de los Papas,
pues cuando Carlomagno llevaba a cabo su expansión territorial mediante conquistas militares, también
llevaba el cristianismo romano con él. Para el año 777 ya había destruido completamente el reino de los
lombardos, reemplazándolos con pobladores que reconocían la autoridad del Papa.
125
Historia de la Iglesia Pastor Christian Amoretti S.
Carlomagno con su fuerte personalidad ejerció enorme influencia sobre su época. De hecho, impone sus
ideas al papado. Y el día de navidad del año 800, el Papa le entrega la corona imperial en la antigua
basílica de San Pedro con la famosa dedicatoria: “A Carlo piísimo y augusto coronado por Dios, grande
y pacífico emperador, vida y victoria”.196
Nacía de esta manera el Sacro Imperio Romano, continuación del antiguo Imperio Romano de
Occidente, con sede en Aquisgrán.197
La cuestión del culto de las imágenes, tan viva en el imperio bizantino, fue también tratada en el Concilio
de Frankfort (794) y motivó la redacción, a instancias de Carlomagno, de los llamados “Libros
Carolinos”.202 También introduciría en el Credo Niceno la expresión “Filioque”,203 originaria de la
Iglesia visigótica, hecha por orden de Carlomagno, esto es una prueba más de su preocupación por la
defensa de la doctrina ortodoxa.
El emperador, pues, se convertía en protector y garante de la “pureza” y de los intereses del Papa y de
la Iglesia. Por otra parte, el Papa otorgó a Francia el título de “hija primogénita de la Iglesia”. El gran
designio de Carlomagno fue desarrollar una auténtica “política cristiana”, que abarcase toda la extensión
de sus dominios y todos los aspectos de la vida de sus súbditos.
El distanciamiento ya había comenzado anteriormente, pero vino a acelerarlo la creación del imperio de
Carlomagno, que sustrajo a Roma y al papado de la esfera de influencia bizantina, e instituyó un nuevo
orden temporal de la cristiandad.
La Iglesia griega fue siempre recelosa ante el primado jurisdiccional del pontífice romano, por miedo a
que pudiera menguar su autonomía disciplinar y litúrgica. De todas maneras nunca dejó de reconocer
196 Al conceder la corona imperial a Carlomagno, el Papa se arrogaba a sí mismo «el derecho de nombrar al emperador de los romanos,
haciendo de la corona imperial un regalo personal suyo, y al mismo tiempo concediéndose de forma implícita una cierta superioridad
sobre un emperador al que él mismo había creado».
197 Ciudad alemana fronteriza con Bélgica y Países Bajos.
198 Baker, Robert. Compendio de la Historia Cristiana, p. 111.
199 Doctrina nacida en España en el siglo VIII que afirmaba que Jesús, en cuanto hombre, no era hijo de Dios por naturaleza sino por
adopción.
200 Persona de la población hispánica que vivía en la España musulmana, conservando su religión cristiana e incluso su organización
eclesiástica y judicial, consentida esto por el derecho islámico como tributaria; es probable que su estilo de vida conllevará algún
elemento de la cultura musulmana.
201 Según esta herejía, Cristo en cuanto hombre, era sólo hijo “adoptivo” del Padre.
202 Obra en cuatro libros (120 ó 121 capítulos), que aparentaba ser de la autoría de Carlomagno, y escrita alrededor de 790-92. Es una
crítica muy severa al II Concilio de Nicea (Séptimo Concilio General), realizado en Nicea en el 787, particularmente respecto a sus
actas y decretos en materia de las imágenes sagradas. Por el conocimiento teológico que contiene, pueden haber intervenido varios
teólogos cercanos a la corte.
203 La cláusula filioque, o controversia filioque, tiene que ver con la disputa entre la Iglesia católica y la Iglesia ortodoxa por la
inclusión en el Credo del término latino filioque que significa: «y del Hijo». La Iglesia de Oriente difiere de la Occidental en lo que
expone el Credo Niceno acerca del Espíritu Santo. En la forma Oriental se dice: el Espíritu Santo «procede del Padre». En la forma
Occidental se añaden las palabras: «y del Hijo» (en latín: filioque).
126
Historia de la Iglesia Pastor Christian Amoretti S.
que la primera sede apostólica era Roma. Sin embargo, la iglesia bizantina se apoyaba continuamente
en el emperador, que a su vez intervenía de manera continua en los asuntos eclesiásticos.
A esto se añadió la crisis iconoclasta antes mencionada. Además el emperador Constantino V, pretendió
revestir la lucha iconoclasta de un ropaje teológico, convocando el año 754 un concilio en
Constantinopla, que condenó como idolatría la veneración de las imágenes y excomulgó a los defensores
de su culto, y de modo especial al más ilustre de todos, Juan Damasceno. Fue un concilio acéfalo, porque
ni el Papa romano ni ninguno de los patriarcas estuvo representado. El Papa Esteban III lo llamó también
“sínodo execrable”. Posteriormente en el 787 en el II concilio de Nicea, se reconocería la legitimidad
de la veneración de las imágenes, y declaró nulo las decisiones del sínodo iconoclasta del 754. La lucha
se reanuda en el año 813 y no se aplaca definitivamente hasta el 843, gracias a la emperatriz Teodora,
regente del imperio durante la minoría de edad de su hijo Miguel III.
127
Historia de la Iglesia Pastor Christian Amoretti S.
128
Historia de la Iglesia Pastor Christian Amoretti S.
CAPÍTULO XIII
SIGLO IX
EN ORIENTE
Los bizantinos habían sufrido una serie de humillantes derrotas a manos del jan204 búlgaro, Krum, en el
curso de las cuales el emperador Nicéforo I murió en la batalla de Plisca, sucediéndole brevemente su
hijo Estauracio quién también había resultado herido en la misma batalla, él sólo gobernó unos meses
debido a las heridas recibidas (26 de julio al 2 de octubre del 811), por ello, su cuñado Miguel Rangabé
se haría con el poder pero se vería forzado a abdicar por el descontento de las tropas, situación de la cual
se valdría León el Armenio, general militar, para poner en marcha una revuelta contra el emperador.
León justificaría su usurpación con las contundentes victorias sucesivas que tuvo contra los búlgaros
que pretendían asediar Constantinopla.
Poco después de su ascenso, León V comenzó a discutir la posibilidad de revivir la iconoclasia con una
serie de personas, entre ellos sacerdotes, monjes, y miembros del Senado.
León nombró una «comisión» de monjes para que «leyeran en los libros antiguos» y alcanzaran una
decisión sobre la veneración de imágenes. Pronto descubrieron las actas del sínodo iconoclasta del 754.
Produciéndose un primer debate entre quienes apoyaban a León y los clérigos que seguían defendiendo
la veneración de imágenes, guiado este último grupo por el patriarca Nicéforo, que no llegó a ninguna
resolución. Sin embargo, León había quedado aparentemente convencido para entonces de que la
posición correcta era la iconoclasta, e hizo que la imagen de la puerta de Calcis de nuevo fuera
reemplazada con una cruz. En el año 815 mediante el sínodo celebrado en Santa Sofía se renuevan los
decretos de Hieria y se oficializa la persecución contra los iconódulos, también se tomaron fuertes
medidas represalias contra los bogomilos205.
A León V le sucedió Miguel II, éste en una carta del año 824 que le dirigiera al emperador carolingio
Ludovico Pío le expresó su sentir por la veneración de imágenes en la iglesia y prácticas semejantes
como que iconos fueran los padrinos de bautismo de niños.
A Miguel le sucedió su hijo, Teófilo que murió dejando a su esposa Teodora como regente, pues su
129
Historia de la Iglesia Pastor Christian Amoretti S.
menor hijo, Miguel III, heredero al trono sólo contaba con tres años. Ella, como Irene cincuenta años
atrás, movilizó a los iconódulos y proclamó la restauración de las imágenes en el año 842 y continuaría
la persecución a los bogomilos. A la vez lograría mantener las fronteras frente a los musulmanes.
Lamentablemente descuidaría la educación de su hijo que sería influenciado por su tío Bardas.
EN OCCIDENTE
Después de Carlomagno
No sólo crecía la disgregación y la violencia en el imperio carolingio. También sufría las devastaciones
y rapiñas de los normandos,206 de los magiares207 y de los sarracenos. El hecho es que la época carolingia
se fue precipitando en la más profunda decadencia.
Los normandos, escandinavos o vikingos, asolaron Francia, España y el Mediterráneo. Los sarracenos,
piratas musulmanes, constituían un verdadero peligro para Italia y para Roma; salían del norte de África
o de España y desembarcan hasta en el mismo puerto de Ostia. Incluso saquearon Roma en el año 846
e hicieron estragos en las basílicas de san Pablo y de san Pedro.208 En el año 898 el norte de Italia sufrió
la invasión de los húngaros, feroces y sanguinarios, que devastaron y saquearon el territorio, en
particular abadías y monasterios.
El papado sufrió también las consecuencias de esta crisis cultural. Los reyes deseaban manejar a su
arbitrio a Roma, intervenían en la elección de los Papas para favorecer sus propios intereses, y se hacían
coronar por ellos. El Papa Sergio II, por ejemplo, coronó a Ludovico II, hijo de Lotario, rey de Italia,
que también se había convertido en rey de los francos.
Al final de este siglo IX comenzaba el oscuro período llamado por los historiadores “el siglo de hierro”
del pontificado.
206 Los normandos (En alemán significa "hombres del Norte") fueron invasores escandinavos, vikingos en su mayoría daneses, pero
también noruegos y suecos que comenzaron a ocupar el noroeste de Francia (Normandía) en la segunda mitad del siglo I.
207 Son un grupo étnico de Europa del Este, correspondiente a los actuales pobladores de Hungría.
208 La actual basílica se comenzó a construir en 1506 sobre la antigua construida por Constantino.
130
Historia de la Iglesia Pastor Christian Amoretti S.
La Iglesia de Bizancio, además de estar sometida a las intrigas palaciegas, se encontró con un terrible
problema. El legítimo patriarca, Ignacio, fue destituido por Bardas,209 tío del emperador Miguel III, a
quien le fue negada la comunión por vivir de manera licenciosa con su propia nuera. Y en su lugar hizo
elegir como patriarca de Constantinopla de manera abusiva a Focio, laico erudito que enseñaba en la
“universidad” de Constantinopla y que era oficial mayor de la guardia.
Según la tradición eclesiástica, Focio envía una carta al Papa para notificarle su elección. Pero el Papa
Nicolás I, rechaza sus pretensiones, pues, Focio no era eclesiástico y en pocos días, del 22 al 25 de
diciembre del año 858, recibió desde la tonsura hasta la consagración episcopal; es más, el obispo
consagrante fue Gregorio Asbesta, que en aquel momento estaba suspendido y excomulgado tanto por
el Patriarca Ignacio como por el Papa Benedicto III.
El emperador Miguel III de Constantinopla como Focio reaccionaron violentamente contra el Papa;
incluso Focio manda una carta a los demás patriarcas orientales condenando las “herejías” de la iglesia
romana que fue acusada por haber alterado el credo y considerar al patriarca de Constantinopla en
inferior nivel que el pontífice romano; con ello provocaría un cisma: Roma y Bizancio quedan separadas.
En el año 867. Focio convoca un concilio en Constantinopla en donde, apoyado por el emperador,
excomulga y declara depuesto al Papa Nicola I.
Pasados algunos años, Basilio el macedonio, quien era paje de Bardas, le asesinaría y derrotaría
posteriormente al emperador Miguel III, a quien también asesinaría (861). El nuevo emperador, Basilio
I, restituiría a Ignacio en su puesto de patriarca. Mientras tanto ha muerto el papa Nicolás I y le ha
sucedido Adriano II. Este Papa, para zanjar de una vez los problemas que afligían la iglesia bizantina
por estar dividida entre los partidarios de Ignacio y los de Focio, convoca en el año 869 el IV concilio
de Constantinopla. Este concilio reconoce a Ignacio como patriarca legítimo, y al mismo tiempo afirma
la legitimidad del culto a las imágenes. Pero no logra recomponer la división interna del clero bizantino.
Años más tarde, tras la muerte de Ignacio, Focio recupera la sede patriarcal. El Papa Juan VIII le pone
como condición para reconocer su legitimidad que retire las excomuniones que había lanzado contra
Roma y que acepte la legitimidad del “Filioque”. Pero sus rencores contra Roma no se apagan y todo
ello va preparando el terreno para la ruptura definitiva del año 1054 entre Roma y Bizancio.
En este mismo siglo, el Papa Nicolás I arrojó la primera semilla de lo que más tarde, en tiempo del Papa
Gregorio VII e Inocencio III, se llamaría la teocracia del poder, es decir, la idea de que ninguna potestad
terrenal era superior al poder de la Iglesia. Él mismo se portó en el gobierno de la Iglesia como monarca
espiritual absoluto e incuestionable, dictando leyes y condiciones a obispos y emperadores; abolió las
torturas y las pruebas judiciales; era todo un árbitro en los dos ámbitos, civil y religioso; lo cual
terminaría desarrollándose finalmente en el siglo XI.
209 Tío del emperador Miguel III, quien le arrebataría la regencia del gobierno a Teodora, madre de Miguel III; Bardas induciría a su
sobrino a recluir a Teodora en un convento; a partir del año 857, Bardas ejercería el poder.
131
Historia de la Iglesia Pastor Christian Amoretti S.
132
Historia de la Iglesia Pastor Christian Amoretti S.
NOTAS
__________________________________________________________________________________
__________________________________________________________________________________
__________________________________________________________________________________
__________________________________________________________________________________
__________________________________________________________________________________
__________________________________________________________________________________
__________________________________________________________________________________
__________________________________________________________________________________
__________________________________________________________________________________
__________________________________________________________________________________
__________________________________________________________________________________
__________________________________________________________________________________
__________________________________________________________________________________
__________________________________________________________________________________
__________________________________________________________________________________
__________________________________________________________________________________
__________________________________________________________________________________
__________________________________________________________________________________
__________________________________________________________________________________
__________________________________________________________________________________
__________________________________________________________________________________
__________________________________________________________________________________
__________________________________________________________________________________
__________________________________________________________________________________
__________________________________________________________________________________
________________________________________________________________________
133
Historia de la Iglesia Pastor Christian Amoretti S.
CAPÍTULO XIV
SIGLO X
UN NUEVO IMPERIO
Los sarracenos seguían asolando el sur de Europa, los húngaros el centro, y la sede romana estaba cada
vez más a la merced de las familias nobles de la ciudad que hacían todo lo posible, con engaños y
violencia, por colocar en la sede romana un Papa de su partido. Roma alcanzó los niveles más bajos de
degradación y corrupción.
En este tiempo estuvo vigente en Europa el sistema económico, político y social llamado feudalismo:
los nobles gozaban de todos los privilegios; los campesinos eran subordinados inermes. El trabajo lo
realizaban los hombres de la gleba210 que no tenían retribución alguna. Los funcionarios eran militares
a quienes los emperadores y señores feudales retribuían con tierras y territorios.
Como no había comunicaciones ni justicia organizada, el más fuerte se apropiaba de todo lo que podía;
surgen así reyes, príncipes, condes, marqueses. Los honestos, los menos favorecidos, vivían de prestado
en tierra ajena; se les hacía concesión con cláusulas, humanas a veces, inhumanas casi siempre. El señor
feudal era el que poseía y mandaba la ley; el que no poseía nada era el vasallo, inclusive ellos como
siervos eran tratados como objetos, a tal punto que inclusive al celebrarse una boda, el primero en estar
con la doncella era el señor feudal.211
De esta manera, la unidad europea soñada por Carlomagno desapareció, pues estaba dividida en multitud
de reinos, principados, ducados, etc. El cargo de emperador resultaba, salvo excepciones, nominal.
El imperio germánico de occidente empezó a cobrar fuerza a partir de Otón el Grande, hijo de Enrique
I, duque de Sajonia. Otón I tuvo para la historia europea una importancia semejante a la que había tenido
Carlomagno siglo y medio antes.
Al verse asediado el Papa Juan XII por los ataques provocados por Berengario,212 quien gobernaba gran
parte de Italia, hizo llamar a Otón, para que lo defendiera de dichos ataques, ofreciéndole como
recompensa la corona imperial. Otón ira a Roma donde será coronado por el mismo Papa el 2 de febrero
del 962, con esta coronación nacía el Sacro Imperio romano germánico. El día 13 del mismo mes Otón
I y el Papa Juan XII firmaron el documento llamado Privilegium Othonis, mediante el cual el emperador
confirmaba las donaciones territoriales hechas a la iglesia romana desde el reinado de Pipino el Breve a
134
Historia de la Iglesia Pastor Christian Amoretti S.
cambio de la aplicación de la conocida Constitutio Lotharii, documento firmado en el año 824 por el
Papa Eugenio II y el emperador Lotario I213 y que establecía que ningún papa sería consagrado hasta
que su elección hubiera sido aprobada por el emperador de Occidente, además el emperador ejercía el
más alto poder judicial sobre Roma y donde se prestaba juramento de lealtad entre Roma y el Imperio,
pronto el Papa empezó a ignorarlas, volviendo a reanudar relaciones con sus antiguos enemigos,
Berengario y Lamberto de Spoleto214.
Otón regresó a prisa a Roma, y aprovechando que el Papa llevaba una vida un tanto frívola, convocó un
concilio de obispos en San Pedro en noviembre del 963, donde se depondría al Papa Juan XII acusándolo
de vicios como incesto, perjurio, homicidio y sacrilegio; imputaciones que eran del todo fundadas,
eligiendo a su secretario León, aunque el pueblo romano prefiría como Papa a Benedicto V. Pero por
presión de Otón el Papa terminaría siendo León VIII.
Otón aprovecharía todas estas circunstancias para que le volvieran a conferir un derecho que en el pasado
pertenecía al emperador de oriente con un añadido considerable: la elección del papa no sólo tenía que
gozar de la aprobación del emperador, sino que además el que fuera elegido tenía que jurarle fidelidad.
Para acapararse el apoyo de los obispos les dio poder también político en las ciudades desvinculadas de
la autoridad de los condes y haciéndoles independientes.
Nació así la institución de los obispos-condes, que causó a lo largo de mucho tiempo luchas entre la
iglesia y el imperio. Juan XII no dio su brazo a torcer: huyó de Roma y regresó con un ejército. Convocó
un sínodo que depuso a León, que ya se había refugiado en la corte de Otón, y se dedicó a perpetrar
acciones de venganza contra sus enemigos. Otón fue obligado a volver a Roma por tercera vez. Pero
Juan XII murió antes de que él llegara.215
Este sacro imperio romano germánico trajo consigo nuevamente la injerencia de los emperadores y de
los diversos señores feudales, especialmente italianos, en los asuntos de la Iglesia. Quisieron poner y
deponer Papas a su antojo, aun valiéndose del asesinato, por ejemplo, el cometido contra Benedicto VI
en el año 974, estrangulado y arrojado en el Tíber. Estaban en lucha las familias de los Crescencios,
italianos, contra las familias de la corte imperial de los Otón, alemanes, que gobernaban el Sacro Imperio
Romano Germánico.
Como mencionábamos anteriormente, en los años finales del siglo IX comenzó un largo período de
aguda decadencia de la sede romana, que fue llamado “siglo oscuro”, “siglo de plomo” o “siglo de
hierro”, y que se prolongó hasta mediados del siglo XI, aun cuando en la segunda mitad del siglo X,
bajo la protección de los emperadores Otones, se registrara una transitoria mejoría.
Entre los años 882 y 1046 se sucedieron más de 40 papas y antipapas, quienes procedían de las más
poderosas familias romanas, terminaron llevando a la sede pontificia preocupaciones e intereses
personales, muchos de estos papas tuvieron pontificados efímeros o murieron de muerte violenta, sin
dejar apenas memoria de sí. Hubo entre ellos una conducta reprobable.
135
Historia de la Iglesia Pastor Christian Amoretti S.
Desde la muerte de Otón I, estallan en Roma luchas entre papas imperiales y papas romanos. La facción
anti-imperial, capitaneada por Juan Crescencio, hace prisionero a Benedicto VI, que, poco después,
muere estrangulado (974) y coloca en su lugar a Bonifacio Franco (Bonifacio VII); pero este último es
expulsado por un legado del nuevo Emperador, Otón II. Se procede entonces a una elección en regla de
la que sale elegido Benedicto VII (974-983), el mejor de los papas imperiales: romano, anteriormente
obispo de Sutri218, Benedicto quien pertenecía a la familia noble de los condes de Túsculo, trabaja sin
descanso en pro de la reforma eclesiástica y monástica.
Entre otras cosas condena la simonía219 práctica muy generalizada en la Iglesia romana y que provocaba,
entre otros efectos, un incremento de los sacerdotes casados ya que con el matrimonio lograban que los
hijos legítimos fruto del mismo heredaran los beneficios y cargos comprados, dicha condena la realizará
en el sínodo romano del 981. A este Papa sucede, por voluntad de Otón II, Juan XIV (983-984), quien,
al morir el Emperador, es eliminado por Bonifacio VII, que vuelve de Constantinopla, el cual será
asesinado por el pueblo. Le sigue el largo pontificado de Juan XV (985-996). Elegido probablemente
por un acuerdo entre los partidos opuestos, detenta solamente el poder espiritual, mientras en Roma
dominan los Crescencio, y se dedica a los asuntos de la iglesia.
A su muerte se consulta al nuevo Emperador, Otón III. Asciende así al trono pontificio Bruno de
Carintia (Gregorio V), primo de Otón III, persona inteligente, piadosa y profundamente religiosa: es el
primer Papa alemán y cuenta con 23 años. Pero los Crescencio sublevan contra él al pueblo romano
obligándole a huir y haciendo elegir en su lugar a Juan Filagato, un calabrés arzobispo de Piacenza, que
toma el nombre de Juan XVI. Sólo la intervención directa de Otón III restablece el orden. Pero las
grandes esperanzas de reforma se truncan por la muerte imprevista, y probablemente no natural, de
Gregorio V. Se cierra así el siglo X con la elección de Gerberto d'Aurillac (Silvestre II), que había sido
preceptor de Otón III.
LA ORDEN DE CLUNY
Fue creada el 11 de septiembre del año 910 cuando Guillermo I, duque de Aquitania220, donó la villa de
Cluny (Borgoña, Francia) al papado para que fundara en ella un monasterio con doce monjes. La
donación hecha por Guillermo I no era gratuita, pues, él pretendía obtener la protección y la garantía de
Roma.
En la Carta de la fundación de la abadía se establece la libre elección, por parte de los monjes, del abad.
En los siglos XI y XII el monasterio de Cluny se convierte en la cabeza de una serie de monasterios que
se extienden por toda Europa, pero siempre bajo la autoridad espiritual de Cluny. En sus mejores días
llega a haber 50.000 monjes repartidos en 1.200 monasterios. Cluny pone el acento en la liturgia y la
oración perpetua, pues la principal ocupación era la celebración litúrgica del Oficio divino en el coro.
Esta actividad ocupaba gran parte de la jornada del monje, reduciendo por tanto su trabajo intelectual y
manual. Este último quedaba en manos de trabajadores agrícolas dependientes del monasterio.
La reforma de Cluny fue tan grande que influyó en otros monasterios y hasta en la curia romana. El
éxito de Cluny se debió sin duda al estilo de vida que infundió en sus monasterios y a la disciplina y
buena organización que impuso; pero también se debió a la eminente personalidad de sus abades y a una
circunstancia que vale la pena resaltar: su extraordinaria longevidad, que aseguraba la estabilidad y
consolidación de su obra.
136
Historia de la Iglesia Pastor Christian Amoretti S.
Cluny había triunfado y también se había enriquecido. Pero no existe para la iglesia mayor peligro que
el triunfo y el dinero y como no se puede servir a dos señores, en los siguientes siglos en Cluny, el dinero
desplazó a la pobreza, el espíritu mundano a la austeridad y, como hombres que eran, la ambición de
cargos eclesiásticos acabó con la humildad. Estaban atrapados en el aburguesamiento.
EMPERADORES
GERMÁNICOS
Agapito II
946-955
S
Juan XII
955-964
I
Benedicto V Nacimiento del Sacro
G 964 Imperio Romano
Germánico
L (962) Otón I
Otón I el grande será su 936-973
O Familias primer emperador
León VIII
Crescencio
964-965
y Tusculanos
Juan XIII
965-972
Bonifacio VII.- Antipapa
Benedicto VI nombrado por Juan Crescencio, en
973-974 su primer período (974) de sólo 6 Otón II
semanas. Aparentemente junto 973-983
con Crescencio mandaría matar a
Benedicto VI (974).
Benedicto VII
Durante su segundo período (984-
974-983
985) de casi un año de duración,
mandaría encarcelar a Juan XIV a
Juan XIV quien dejaría morir de hambre en
983-984 la cárcel.
Juan XV Otón III
985-996 983-1002
Gregorio V
996-999
Silvestre II
999-1003
137
Historia de la Iglesia Pastor Christian Amoretti S.
CAPÍTULO XV
DECAYENDO
SIGLO XI
La iglesia de oriente y occidente ya habían tenido ciertas diferencias en el siglo V, en el llamado cisma
de Acacio 221, cisma que se prolongó durante treinta años. Esto se fue ahondando más con las
repercusiones iconoclastas, ya que el emperador de oriente, León III el Isáurico, no sólo prohibió la
veneración de las imágenes sagradas, sino que pretendió que el Papa sancionase sus edictos iconoclastas.
Pero el Papa le dio una rotunda negativa. Esto provocó represalias contra la iglesia romana. Más tarde,
el patriarca Focio en el siglo IX, abrió un abismo entre griegos y latinos con el problema de la
procedencia de la tercera persona de la Santísima Trinidad (filioque).
Por lo tanto, este cisma anunciado terminó dándose por razones políticas, culturales y dogmáticas.
Políticamente, la Iglesia griega estaba ligada al poder bizantino. El emperador nombraba y destituía a
los patriarcas de Constantinopla, se entrometía hasta en las cuestiones dogmáticas, y consideraba al
obispo de Roma como súbdito suyo. Pero el Papa, para defender su independencia, se alió con los
francos y esto fue visto como una traición por los emperadores de oriente. Y no sólo por ellos, sino que
también las relaciones entre el patriarca de Constantinopla y el Papa se fueron haciendo cada vez más
tirantes.
Mucho más grave todavía aparece el foso cultural, pues las dos iglesias no se comprenden. Oriente
ignora el latín y occidente ignora el griego. Para los bizantinos, los latinos son un país de tinieblas,
salvajes e incultos. Para los latinos, los griegos se preocupan mucho de sus atuendos y de las formas
externas.
También desde el punto de vista dogmático y religioso hay discrepancias: los griegos achacan a los
latinos el haber cambiado las antiguas costumbres. En oriente los monjes y los obispos son célibes, pero
los sacerdotes pueden casarse antes de la ordenación. En occidente, se pide el celibato a todos los
sacerdotes, como una opción de vida. Los griegos, además, reprochan a los latinos el haber añadido el
famoso “filioque” en el credo de Nicea-Constantinopla. Los latinos dicen: el Espíritu Santo procede del
Padre y del Hijo. Mientras que ellos dicen que “procede del Padre por el Hijo”.
En el año 1051 se inicia nuevamente un enfrentamiento con Roma al acusar Miguel Cerulario, patriarca
de Constantinopla, a la Iglesia occidental de herejía judaica por utilizar pan ácimo en la Eucaristía, y
amenazar con el cierre de las iglesias latinas de Constantinopla que no adoptasen el rito griego.
El Papa León IX,222 amenazado por los normandos, busca una alianza con Bizancio, por ello mandó en
1054 una embajada a Constantinopla encabezada por su colaborador, el cardenal Humberto de Silva
Candida, y los arzobispos Federico de Lorena y Pedro de Amalfi. Dicha embajada papal negó a su
llegada a Constantinopla, el título de ecuménico al patriarca, además de poner en duda la legitimidad de
la elevación de Cerulario al patriarcado.
221 Patriarca de Constantinopla entre el año 471 y el 489. Se inmiscuyó en temas internos de la iglesia de Antioquía y Alejandría;
además de querer conciliar con los monofisistas (que creían en usa sola naturaleza divina).
222 Su predecesor fue Benedicto IX, quien tendría tres períodos pontificios (1032-1044; 1045; 1047-1048), algunos consideran que
su primer período, tema que está en discusión, lo iniciaría entre los 11 u 12 años de edad gracias a que su padre, el conde Alberico III,
que era el verdadero dueño de Roma y que sobornó a la curia romana para lograr esto. En su último y tercer período sería excomulgado.
138
Historia de la Iglesia Pastor Christian Amoretti S.
El 24 de julio de ese mismo año, Cerulario responde excomulgando al cardenal y a su séquito con lo
que se inició el Cisma.
Al final, la Iglesia se termina dividiendo por temas doctrinales, teológicos, políticos y lingüísticos
(griego para las liturgias en Oriente, latín en las occidentales).
En el sínodo de Letrán del año 1059, se estableció que sólo los cardenales elegirán al Papa, quien tomará
posesión del cargo tras la aprobación de los clérigos y el pueblo, lo cual fue anulado en el sínodo laterano
de 1139. Por ello, la intervención del clero y pueblo romano quedaba reducida a una simple aclamación
del Papa elegido por los cardenales. En cuanto al emperador, se usó una fórmula deliberadamente
ambigua: al joven rey Enrique IV y a sus sucesores les correspondía “el debido honor y reverencia”,
pero no la decisión de elegir Papa.
El nuevo sistema de elección pretendía que, tanto el emperador como la nobleza romana dejaran de
intervenir en la designación de los pontífices, para lo cual se decretó que:
El candidato, perteneciente al clero romano, debía ser propuesto por los cardenales obispos.224
La reunión del Colegio Cardenalicio para la elección del Papa, se llama Conclave (del latín “Cum
clavis”, “bajo llave”), por las condiciones de hermetismo en que se da la misma. Para otro tipo de
reuniones que tienen con el Papa, relacionadas al gobierno de la iglesia Católica, se llama Consistorio.
Su aceptación o rechazo incumbía a todo el colegio cardenalicio, compuesto por los cardenales obispos
en primer lugar. Luego se presentaría al candidato a los cardenales presbíteros. De esta decisión proviene
el dicho: ubi cardinales episcopi ibi ecclesia romana ("donde estén los cardenales obispos, allí está la
iglesia de Roma") que quiere subrayar el hecho de que no es necesario que las elecciones pontificias se
celebren en Roma.
El papel del clero restante y del pueblo romano queda reducido al derecho, puramente formal, de
aprobación posterior.
139
Historia de la Iglesia Pastor Christian Amoretti S.
Esta pérdida de los derechos imperiales, basados en la Constituio Lotharii y en el Privilegium Othonis,
provocarán el rechazo del emperador Enrique IV que declarará nulos los decretos adoptados en el sínodo
lateranense.
En 1274, Gregorio X fijó que para la elección eran precisos los 2/3 de los votos de los cardenales
reunidos (Constitución apostólica Ubi Periculum, “en caso de peligro”).
Hoy en día, en teoría, el Papa puede sustituir al Colegio Cardenalicio por otro cuerpo electivo en
cualquier momento, aunque para ello habría que modificar el código de derecho canónico (Cap.III,
cánones 349 y siguientes). Todos los cardenales son parte del cuerpo elector, siempre que no pasen los
80 años cumplidos un día antes de la sede vacante (Constitución “Universi Dominici Gregis”, 1996 –
Juan Pablo II).
En este siglo se cree que también surgió el Avemaría -yuxtaposición de textos evangélicos que se
introduce en occidente.
Cuando accedió al papado Gregorio VII, quiso ordenar dos graves problemas que estaban decayendo
cada vez más y arrastrando a la Iglesia consigo: la inmoralidad, y la simonía. En 1073 la primera medida
que tomó fue dirigida a la prescripción del celibato eclesiástico mediante la prohibición del matrimonio
de los sacerdotes (nicolaísmo).225 La disposición no perseguía tanto la práctica de la virtud de la castidad
como el afianzamiento de su política teocrática.
Aunque un clérigo podía ser receptor de un reducto feudal en condiciones paralelas a las de cualquier
laico, existían determinados feudos eclesiásticos concebidos para ser regentados por un poseedor de las
órdenes sagradas. Su concesión era realizada por los soberanos seculares mediante el oportuno acto de
investidura. Por su propia naturaleza de feudo eclesiástico, el beneficiario debía ser un clérigo; de no
serlo, cosa que sucedía habitualmente, el aspirante quedaba investido eclesiásticamente de modo
automático por el acto formal de su concesión, de tal manera que el investido recibía simultáneamente
los derechos netamente feudales y la consagración religiosa.
Según la doctrina romana, un laico no podía consagrar clérigos. Además se consideraba que esas
posesiones eran para uso eclesial o lo que es lo mismo para la iglesia y no de un personaje a quien le
concedieron las tierras, pues si éste moría habría problemas por la posible herencia familiar de un
225 No cumplir la ley del celibato, sea por matrimonio o unión de parejas.
140
Historia de la Iglesia Pastor Christian Amoretti S.
territorio de carácter eclesial. De ahí la urgencia con que resolvió Gregorio VII la extirpación del
matrimonio y el concubinato de los servidores de la Iglesia
Para reyes y emperadores los feudos eclesiásticos antes que eclesiásticos eran feudos. Los clérigos
feudatarios, sin perjuicio de su condición clerical, eran tan vasallos como los demás, obligados en la
misma medida para con su señor, comprometidos a subvenirle económica y militarmente en caso de
necesidad.
Privar al emperador de su facultad de investir a los titulares de los feudos eclesiásticos era tanto como
hurtarle el derecho de nombrar a sus colaboradores y funcionarios y quitarle buena parte de sus vasallos,
los más leales, sus valedores financieros, los que le sustentaban militarmente. Además, los propios
obispos, los abades y los simples clérigos se opusieron al cambio de su situación por el riesgo de pérdida
de las condiciones y prerrogativas de que disfrutaban en sus posesiones feudales
Al decreto de 1073 sobre el celibato siguieron otros cuatro decretos dictados en 1074 sobre la simonía
y las investiduras. Visiblemente las miras de Gregorio VII eran políticas e iban encaminadas a minar la
autoridad imperial, pues las disposiciones no se promulgaron en Inglaterra, ni en Francia ni en España.
Gregorio renovó los edictos contra la incontinencia de los clérigos y la simonía que ya los papas
anteriores habían establecido, y condenó también la investidura laica, deponiendo al clérigo que la
recibía, y excomulgando al príncipe que la impartía. En el año 1074 el Papa Gregorio VII también
declararía que toda persona que desea ser ordenada debe hacer primero un voto de celibato: "Los
sacerdotes [deben] primero escapar de las garras de sus esposas".
La reacción por parte de las autoridades civiles y de los mismos clérigos afectados fue virulenta,
corriendo peligro en muchos casos la integridad personal de los legados vaticanos enviados para publicar
y hacer cumplir los edictos del Papa. Pero éste no suavizó sus métodos ni rebajó el tono de las amenazas.
Muy al contrario, dictó nuevos decretos en 1075 que repetían las prohibiciones de los decretos anteriores
con mayor severidad en las penas, que alcanzaban a la excomunión para quienes, siendo laicos,
entregasen una iglesia o para quienes la recibiesen de aquéllos, aun no mediando pago. Los veintisiete
axiomas de los Dictatus papae se resumen en tres conceptos básicos:
El Papa está por encima no sólo de los fieles, clérigos y obispos, sino de todas la Iglesias locales,
regionales y nacionales, y por encima también de todos los concilios.
Los príncipes, incluido el emperador están sometidos al Papa.
La Iglesia romana no ha errado en el pasado ni errará en el futuro.
Ante la amenaza de excomunión pontificia por esta desobediencia, Enrique IV convocó un sínodo en
Worms en 1076, en el cual algunos obispos alemanes antigregorianos negaban el reconocimiento de
Gregorio como sumo pontífice, por lo cual, el emperador conminó a Gregorio por escrito a que
abandonara su cargo y se dedicara a hacer penitencia por sus pecados, la respuesta de Gregorio no se
hizo esperar: excomulgó al monarca, lo depuso y desligó a sus súbditos del juramento de fidelidad por
el que le debían obediencia.
El efecto fue fulminante, todos los descontentos en Alemania e Italia, vieron la ocasión para sublevarse;
los nobles alemanes, escogieron incluso como nuevo emperador a Rodolfo de Suabia.
141
Historia de la Iglesia Pastor Christian Amoretti S.
Enrique IV se presentó como un penitente arrepentido ante el Papa en el castillo de Canossa, donde
Matilde de Tuscia lo había acogido, el Papa demoró tres días la entrevista, el emperador que se
encontraba descalzo y cubierto en ese gélido invierno con una simple capa, recibió el perdón en enero
de 1077, de esta manera el emperador con este fingido arrepentimiento se vio fortalecido.
En los años siguientes, el rey derrotó a los rebeldes alemanes y preparó sus defensas de tal forma que
cuando reanudó las hostilidades hacia el Pontífice, y éste hubo de excomulgarle y deponerle de nuevo,
nadie se movió contra él y pudo reunir una asamblea eclesiástica en Brixen, Alemania, donde
destituyeron nuevamente a Gregorio VII y se nombró un antipapa, Clemente III, a quien Enrique IV
instaló por la fuerza de las armas en Roma el año 1084, el cual coronaría a Enrique como emperador.
Mientras tanto el Papa se recluía en el Castel Sant’Angelo (Roma).
Gregorio solicitaría la ayuda del normando siciliano Roberto Guiscardo, quien puso en marcha sus
huestes de aventureros, en su mayoría musulmanes, y las lanzó contra Roma. Enrique abandonó
cautamente la ciudad que quedó a merced de aquellas hordas incontroladas. Se produjo un verdadero
saqueo, intolerable para el pueblo romano que se sublevó contra los valedores de la autoridad gregoriana.
Fue la excusa para una salvaje represión sangrienta en la que sucumbieron millares de ciudadanos y la
urbe quedó arruinada. Bajo la protección de semejante vasallo y escoltado por sus milicias musulmanas,
Gregorio VII huyó de la Roma devastada y aceptó el asilo que Guiscardo le dispensó en Salerno,226
donde murió al año siguiente.
Tras un fugaz paso por la sede pontificia de Víctor III, fue designado Papa en 1088 Urbano II. En Roma,
no obstante, seguía instalado el antipapa Clemente III con sus partidarios. Urbano se propuso desalojar
de la ciudad santa a su oponente, para lo que confió en sus vasallos sicilianos. En efecto, con el apoyo
del ejército normando pudo abrirse paso hasta Roma en noviembre de 1088, donde hubieron de librarse
cruentas batallas entre las tropas del antipapa y las del Papa para que éste pudiera por fin acceder a su
legítimo trono. Instalado en él buscó la manera de derribar al emperador aglutinando en la poderosa Liga
Lombarda las ciudades de Milán, Lodi, Piacenza y Cremona. Urbano II murió en 1099, sin haber podido
doblegar a su personal enemigo Enrique IV.
Este conflicto no se solucionaría hasta el año 1122, mediante el concordato de Worms, realizado entre
el Papa Calixto II y Enrique V, hijo del emperador que inició estas discusiones. Dicho concordato se
confirmaría en el Concilio de Letrán.
LA PRIMERA CRUZADA
Uno de los factores que contribuyó grandemente al desarrollo del papado, es conocido como las
cruzadas. Este movimiento comenzó como un esfuerzo por recuperar Jerusalén de mano de los infieles.
La iglesia romana había puesto gran énfasis en las peregrinaciones como uno de los medios para
conseguir perdón por los pecados cometidos después del bautismo.
Una peregrinación a Jerusalén era considerada como la gran satisfacción por el pecado. En el siglo VII
los mahometanos capturaron la tierra santa, pero permitían a los peregrinos visitar Jerusalén con
propósitos religiosos. En el siglo XI la tierra fue invadida por los turcos Seljuk, un nuevo poder sarraceno
de Asia Menor. Estos turcos eran completamente hostiles a las peregrinaciones de cristianos. Por siglos
la Europa occidental tenía en mente un gran vasto ataque sobre los mahometanos y recuperar la Tierra
Santa. Grandes ímpetus vinieron con la conversión de los normandos en el 911.
Ellos habían conquistado algunas regiones de Francia, Inglaterra y el sur de Italia. Habían sido
particularmente eficientes en sacar a los mahometanos de Sicilia, Cerdeña y Córcega. Por ser un pueblo
de navegantes, los normandos estaban especialmente equipados para atacar la Tierra Santa. También
142
Historia de la Iglesia Pastor Christian Amoretti S.
con la conversión de los húngaros permitía un punto de partida hasta la orilla del imperio turco,
acortando la distancia a territorio enemigo en miles de kilómetros
Los Papas habían insinuado la idea mucho antes de que se llevará a cabo. El Papa Silvestre II (999-
1003) había hablado de una gran cruzada contra los turcos. Gregorio VII (1073-1085) había planeado
activamente el ataque, pero, su lucha contra el emperador Enrique IV no pudo conseguir el apoyo secular
necesario. En 1095 el emperador bizantino, Alejo le pidió a occidente que ya no demorará la cruzada.
Los turcos estaban amenazando con tomar Constantinopla. En ese año el Papa Urbano II (1088-1099)
convocó a los poderes seculares a dedicarse a esta divina cruzada, prometiendo el perdón de los pecados
a los que murieran en el esfuerzo.
Durante el concilio de Clermont en 1095 el Papa, Urbano II, convocó la primera cruzada, con el fin de
reconquistar los santos lugares de Jerusalén que estaban en manos de los mahometanos.227 Pedro el
Ermitaño la promovió entre el pueblo y así logró reunir un ejército enorme de veinte mil cruzados. A
esta primera etapa se le llamó Cruzada popular de los pobres. Con hambre y desorientados, llegaron al
imperio bizantino que los miraba con recelo por las abusos que cometían a su paso. Después de ellos
llegó un ejército de 60 mil hombres al mando de Godofredo de Bouillon. Los cruzados tomaron lugares
de gran importancia como Antioquía y aun la misma Jerusalén, a la que arrasaron. Esta etapa mucho
más organizada se le llamó Cruzada de los príncipes, la misma estuvo formada por una serie de
contingentes armados procedentes principalmente de Francia, Países Bajos y el reino normando de
Sicilia. Estos grupos iban dirigidos por Godofredo de Bouillón, Raimundo de Tolosa y Bohemundo de
Tarento
Durante su estancia en Constantinopla, estos jefes juraron devolver al Imperio Bizantino aquellos
territorios perdidos por éste frente a los turcos.
Desde Bizancio se dirigieron hacia Siria, allí pusieron sitio a Antioquía, que conquistaron tras un asedio
de siete meses. Sin embargo, no la devolvieron al Imperio Bizantino, sino que Bohemundo la retuvo
para sí formando el Principado de Antioquía.
Desde Antioquía se dirigieron hacia Jerusalén, conquistando algunas plazas por el camino y sorteando
otras. En junio de 1099 sitiaron la capital, que cayó en manos de los cruzados el 15 de julio del mismo
año. En la conquista, los cruzados realizaron una terrible matanza, que no respetó a judíos ni a
musulmanes, mujeres o niños.
Establecieron allí un reino, pequeño islote rodeado de turcos y bizantinos. Fue llamado Reino cristiano
de Jerusalén. La que se perdió en 1290.
Con esta conquista finalizó la Primera Cruzada, y muchos cruzados retornaron a sus países de origen.
El resto se quedó para consolidar los territorios recién conquistados. Junto al Reino de Jerusalén
(dirigido inicialmente por Godofredo de Bouillón, que tomó el título de Defensor del Santo Sepulcro) y
al principado de Antioquía, se crearon además los condados de Edesa (actual Urfa, en Turquía) y Trípoli
(en el actual Líbano).
Las cruzadas fueron un elemento que marcaría el trayecto de la iglesia romana; hubieron cerca de otras
ocho cruzadas, incluyendo una cruzada de niños en 1212; una cosa trágica y perjudicial en todos los
sentidos.
Los resultados inmediatos de las cruzadas fueron múltiples. En un sentido obraron hacia el
fortalecimiento del papado. Dándole al mismo un prestigio inmediato que les permitió dar órdenes a los
príncipes de todas partes y asumir tal caudillaje internacional. El papado también se benefició
enormemente desde un punto de vista financiero, pues la gente brindaba regalos a la iglesia romana y
hacía arreglos para dar sus posesiones a la iglesia en el caso de que no regresaran. El papado usó las
227 Este mismo año el Papa Urbano II hace vender a las esposas de los sacerdotes como esclavas y sus hijos son abandonados.
143
Historia de la Iglesia Pastor Christian Amoretti S.
cruzadas como una excusa para exigir un nuevo impuesto eclesiástico, que continuó pidiendo mucho
tiempo después de que las cruzadas hubieran terminado.
A la distancia, históricamente lo causado por las cruzadas fue dañar aún más la imagen de la iglesia
católica. Las cruzadas también ayudaron a la introducción de nuevas reformas económicas y sociales,
pues el comercio y el negocio se fueron incrementando; de esta manera la clase media se desarrolló.
Las cruzadas también contribuyeron para que muchos abrieran sus ojos a la “nueva” cultura y tomasen
un interés especial en esto.
Las cruzadas a la vez contribuyeron con la caída del feudalismo, trayendo como resultado la aparición
de naciones, esto fue debido a que muchos nobles morían en batalla y los monarcas de los diversos
estados aumentaban su poder.
144
Historia de la Iglesia Pastor Christian Amoretti S.
EMPERADORES
TIEMPO PAPAS PERSONAJES HECHOS
GERMÁNICOS
Silvestre II Otón III
999-1003 983-1002
Juan XVIII
1004-1009
Enrique II
Sergio IV
1002-1024
S 1004-1012
Benedicto VIII
I 1012-1024
Juan XIX
G 1024-1032 Conrado II
1027- 1039
L Benedicto IX Benedicto IX es elegido
1032-1044 Papa gracias a su padre.
O Benedicto IX tendría
Silvestre III
varios períodos pontificios.
1045
XI Benedicto IX
1045
Gregorio VI Enrique III
1045 1039-1056
Clemente II
1046-1047
Benedicto IX
1047-1048
San León IX Mutua ruptura de Oriente
1049-1054 con Occidente
1054
Víctor II
1054-1057
Esteban IX
1057-1058 Sínodo de Letrán
Nicolás II (surgen los Cardenales)
1058-1061 1059
Alejandro II
1061-1073 Inicio de la querella de las
Enrique IV
Gregorio VII investidura
1056-1106
1073-1085 1073
Víctor III
1086-1087 Víctor III excomulgó a
Clemente III, y prohibió la
ley de las investiduras.
Urbano II Se inicia la Primera
1088-1099 Cruzada
1095
145
Historia de la Iglesia Pastor Christian Amoretti S.
CAPÍTULO XVI
NUEVOS INTENTOS
SIGLO XII
LA IGLESIA NO SE DETIENE
Uno de los rasgos dominantes de esta cristiandad es el lugar cada vez más importante que va adquiriendo
el papado en la iglesia romana y en la Europa medieval, a costa de luchas muchas veces violentas con
el emperador germánico que pretendía elegir a los obispos y al mismo Papa. Estas luchas, en algunos
casos, terminaron en la elección de antipapas, nombrados por el mismo emperador.
Se continuó con la costumbre de intromisión civil en asuntos eclesiásticos con sus consecuencias. Por
una parte, los abusos de la autoridad civil, y por otra la relajación de muchos de los eclesiásticos así
nombrados. Abusos, porque llegaron incluso a elegir antipapas. Relajación, porque muchos eclesiásticos
perdieron su honra y autoridad moral.
EL CONCORDATO228 DE WORMS
Ante la intromisión civil, como mencionamos anteriormente, la iglesia, con el Papa Calixto II a la
cabeza, organizó en el año 1122 el Concordato de Worms (Alemania), donde el emperador Enrique V,
hijo del excomulgado rey Enrique IV de Alemania, aceptó no inmiscuirse más en la elección de los
prelados. Con este concordato se puso fin a las querellas de las investiduras iniciadas el siglo anterior.
Mediante este concordato, el emperador se comprometía, igualmente, a restituir a la Iglesia de Roma los
bienes que le habían sido arrebatados en tiempos de la discordia y a ayudar al Papa cuando fuera
requerido para ello. A cambio, Calixto II concedía a Enrique que estuviera presente en las elecciones
que se celebraran en los obispados del reino alemán para vigilar la limpieza del proceso.
228 Concordato es un acuerdo entre el Estado del Vaticano y un Estado para regular las relaciones entre ellos.
229 Cánones principales: Condena de la simonía (Canon 1); Se prohíbe el matrimonio a los sacerdotes, diáconos, subdiáconos, y
monjes. También les prohíbe mantener concubinas y la permanencia en sus casas de cualquier mujer diferente a las admitidas por los
antiguos cánones. Los matrimonios en vigor de los clérigos son nulos de pleno derecho, y los que los hubiesen oficiado son declarados
pecadores y obligados a confesión (Cánones 3 y 11); Se declaran nulas todas las ordenaciones efectuadas por el antipapa Gregorio
VIII desde el momento de su excomunión (Canon 6). Pese a todo ello, varios sacerdotes y Papas continuaron casándose y teniendo
hijos durante varios siglos después de esa fecha.
Papas que aparentemente tuvieron hijos ilegítimos después de 1139
146
Historia de la Iglesia Pastor Christian Amoretti S.
Sin embargo esto no duraría mucho, pues, cuando se realizó la elección del Papa Inocencio II, las
familias romanas se opusieron y apoyados por el emperador eligieron al antipapa Anacleto II.
Como un hecho referencial, el Papa Inocencio II, en el año 1139, en el II Concilio de Letrán confirmaría
el decreto del concilio anterior con relación al celibato230.
El emperador Federico, llamado Barbarroja, hizo caso omiso del Concordato de Worms y pretendió
volver a nombrar obispos y abades a su gusto, interpretando su autoridad como de derecho divino y
declarando su independencia del Papa. Nombró un antipapa, Víctor IV, y al morir éste, a otro, Pascual
III. El verdadero Papa, Alejandro III, le declaró la guerra.
Con Inocencio III (1198-1216) el papado alcanza la cumbre de su poder. El Papa se presenta como el
árbitro de Europa. Designa su candidato para el imperio, obliga al rey de Inglaterra a someterse a sus
deseos. A esto le han llamado “teocracia” que se resume así: “El Papa tiene la plenitud del poder. En
el terreno espiritual, todas las iglesias le están sometidas. El terreno temporal conserva su autonomía;
pero, en nombre de la preeminencia de lo espiritual, el Papa interviene en los asuntos políticos, en
razón del pecado, cuando está en juego la salvación de los cristianos”; El IV concilio de Letrán (1215)
atestigua esta conciencia y este poder pontificio.
PERSONAJES DESTACADOS
Dentro de este entorno destacaron algunos dos personajes que procuraron mantenerse fieles a la Palabra
de Dios como: Pedro de Bruys y Enrique de Lausanne, quienes no aceptaban el bautismo impartido
a los niños, atacaban la presencia eucarística (Transustanciación),231 y afirmaban que las misas de
difuntos carecían de sentido y eran inútiles.
PEDRO DE BRUYS
A principios del siglo XII aparece Pedro de Bruys, un cura de una pequeña parroquia de los Alpes, quien
al ser influenciado por algunas enseñanzas de los paulicianos refugiados en los Alpes y por sus lecturas
del Nuevo Testamento comenzó a predicar y enseñar la verdad de la Palabra de Dios; se cree que millares
de personas fueron convertidas por su ministerio que duró 20 años.
Muchas de sus enseñanzas fueron condenadas en el Concilio convocado en Toulouse (Francia) en 1119.
Los “brusianos” contestaron públicamente al concilio con una confesión de fe de 14 artículos.
“Según dicho documento, creían en la eficacia y suficiencia del sacrificio de Cristo para la salvación;
que la virgen María fue santa, humilde y llena de gracia, pero que ni ella ni los demás santos deben ser
adorados; decían que después de la muerte sólo hay dos lugares, uno para los salvos y otro para los
condenados y negaban el purgatorio como un lugar inventado por el anticristo (nombre que daban estos
cristianos al sistema romano); Condenaban el uso del agua bendita, los ayunos según el sistema romano
y la transustanciación. Reconocían solamente dos sacramentos, el Bautismo y la Cena del Señor.
Enseñaron que el matrimonio es honroso y necesario no sólo para los cristianos en general, sino también
En nuestros días, en la Iglesia católica un sacerdote puede ser casado si: primero fue pastor protestante; o si ha sido católico durante
toda su vida pero promete no tener nunca más relaciones sexuales con su propia esposa.
230 En el Concilio de Trento (1545 a 1563) se establece que el celibato y la virginidad son superiores al matrimonio.
231 Doctrina católica, definida por un canon del Concilio de Trento como "la consagración del pan y del vino que se opera en el
cambio de toda la substancia del pan en la substancia del Cuerpo de Cristo y de toda la substancia del vino en la substancia de su
Sangre"
147
Historia de la Iglesia Pastor Christian Amoretti S.
para los sacerdotes. Que la silla del Papa no era la de Pedro el apóstol, y como una reacción natural a
las supersticiones de su tiempo en la adoración y veneración de la Cruz, quemaban las imágenes y las
cruces, porque decían que impedían al pueblo su relación espiritual con el Cristo salvador que está en
los cielos.
Pedro de Bruys, fue apresado mientras estaba predicando en Saint Gilles, cerca de Nimes y quemado
vivo en el año 1124232.
Un sucesor notable de Pedro de Bruys fue Enrique de Lausanne, un piadoso monje del Monasterio de
Cluny, el cual fue convertido por Pedro de Bruys 10 años antes de su muerte el cual continuó predicando
hasta el año 1148.
…Al escuchar sus mensajes la gente se arrepentía y enmendaba sus vidas. Muchos que vivían en
inmoralidad se casaban legalmente. Gran número de mujeres de mala vida quemaban sus vestidos y
aderezos, cuando fueron convertidas a Dios por sus exhortaciones” 233.
Ante esto, la Iglesia romana reaccionó con mucho cuidado y firmeza. Y para condenar la “herejía” de
Pedro de Bruys y de Enrique de Lausanne, convocaron el segundo concilio de Letrán (1139). Y renovó
la condena, entre otras cosas, de la usura, los torneos y el nicolaísmo.
Pedro Valdo nació por el año 1140 en Vaux, cerca de los Alpes. Valdo
fue un comerciante de mucho dinero.
Los oyentes se volvían pronto seguidores, y los seguidores se multiplicaban rápidamente. Se reunían
donde quiera, en las calles como en las casas, y para seguir a Cristo leían juntos su vida, se consideraban
232 Según otras referencias, cuando Pedro de Bruys quemó públicamente cruces en St. Gilles. El gentío local, enfadado por esto, le
quemó en su propia pira.
233 Vila, Samuel. Origen e Historia de las Denominaciones Cristianas. Págs. 32-34
234 En esa época todavía no existía la imprenta, y todo era hecho a mano; por tanto el valor de la reproducción era mucho mayor.
148
Historia de la Iglesia Pastor Christian Amoretti S.
en ella como en un espejo y convencidos de pecado, se confesaban los unos a los otros, exhortándose al
arrepentimiento y a una vida nueva.
Al poco tiempo Valdo se da cuenta que el clero le era decididamente contrario. Pues, Valdo, se había
desprendido de su patrimonio sin darle parte alguna a la Iglesia; había lastimado a sus ministros con la
denuncia de sus abusos y se entrometía en sus atribuciones. Ese leer y explicar en público, las Sagradas
Escrituras, parecía una cosa enorme, intolerable: había quienes lamentaban que echase las perlas a los
puercos; había quienes le acusaban de profanar la santa religión con su palabra inculta, laica, no iniciada
en los métodos escolásticos, y, sobre todo, no consagrada por la autoridad. Por tanto, indignadas se
levantaron las protestas clericales y hubo muchas denuncias.
El arzobispo lo hizo citar y lo amonestó a que desistiese, lo mismo que a sus seguidores, amenazándolos
con la excomunión; pero Valdo replicó con firmeza y repetidamente que tenía la obligación de anunciar
el Evangelio, según la orden de Jesucristo; el arzobispo terminó por desterrarlos de la ciudad.235 Pero
expulsados de Lyon, Valdo y sus seguidores, “Los Pobres de Lyon” apelaron a Roma. Esto acontecía
en el año 1176.
“Pedro Valdo… compareció con uno de sus colaboradores ante el concilio de Letrán en marzo del año
1179. El Papa los trató amablemente pensando que «los pobres de Lyon», como se les llamaba,
permanecerían dentro de la Iglesia Católica, quedando convertidos en una orden monástica. Y, según
testimonio que tenemos de uno de sus jueces, los hallaron muy piadosos y austeros en su modo de vivir,
pero ignorantes – según ellos – e incapaces de predicar. Esto fue porque, en lugar de examinarlos sobre
las Sagradas Escrituras y las doctrinas más claras y evidentes del cristianismo, les interrogaron, en
lenguaje filosófico, sobre la Santísima Trinidad, las dos naturalezas de Cristo, y otras cosas que los
concilios habían tratado de resolver y establecer como dogmas, sin pensar que Dios tiene derecho a
reservarse algunos misterios, sin revelárnoslos, hasta aquel día en el cual seremos capaces de
comprender todas las cosas.236
Vueltos a Lyon, resolvieron que debían predicar el Evangelio con sencillez, «porque era menester
obedecer a Dios antes que a los hombres», y se lanzaron a la obra, desafiando la persecución. Esto les
unió a sus hermanos los antiguos paulicianos – descendientes de los cristianos primitivos -, a los
pedrobrusianos y enriquistas237, y todos juntos vinieron a formar la Iglesia Evangélica Valdense, que
subsistió y se extendió por toda Europa durante varios siglos antes de que apareciese la Reforma.
El edicto de excomunión que se extendió contra ellos en el año 1181 les obligó a salir de Lyon, lo que
fue tan beneficioso para la causa del evangelio como lo había sido la primera persecución que vino a la
iglesia cristiana de Jerusalén, la cual obligó a los primeros cristianos a extenderse por todo el mundo
antiguo predicando el evangelio.
Pedro Valdo, huyendo de la intolerancia, llegó hasta Bolonia (hoy Polonia), en la misma frontera de
Rusia, donde murió el año 1217 después de cincuenta y siete años de servicio para el Señor”.238
235 La doctrina valdense: Ellos consideraban en primer lugar que la Biblia es la única fuente de la verdad en lo que tiene que ver con
la fe. Rechazaban por considerarlas doctrinas antibíblicas la adoración de las imágenes, la transustanciación, la existencia del
Purgatorio, el culto de María, las oraciones a los santos, la veneración de la cruz y de las reliquias, el arrepentimiento de última hora,
la necesidad de que la confesión se haga ante sacerdotes, las misas por los muertos, las indulgencias papales, el celibato sacerdotal, y
además, rechazaban como ajenos al Evangelio, el bautismo de infantes, la pena de muerte, el uso de armamentos y la participación en
guerras. Aceptaban sólo dos sacramentos: el bautismo, "abierta confesión de nuestra fe y del cambo de nuestra vida" y la comunión o
Cena, en que con fe, amor y autoexamen, recibimos el pan y el vino, ya que nosotros también llegamos a hacer parte del cuerpo y
sangre de Cristo". Consideraban el matrimonio como "bueno, santo e instituido por Dios, de manera que a nadie debe prohibírsele
casarse", aunque estimaban la castidad como un don.
En su obra de predicar, los valdenses primitivos enseñaban la Biblia y daban mucha importancia al Sermón de la montaña y al Padre
nuestro, en los cuales se muestra que el reino de Dios es lo que se debe buscar primeramente y lo que se debe pedir en oración
(Mateo 6:10,33).
236 En dicho concilio se les amenazó con la excomunión y persecución si seguían predicando.
237 Seguidores de Enrique de Lausanne
238 Vila, Samuel. Origen e Historia de las Denominaciones Cristianas. Págs. 36-37.
149
Historia de la Iglesia Pastor Christian Amoretti S.
Para esa época, la expansión valdense, fue uno de los motivos por el cual el Papa Inocencio III, prohibió
la lectura de la Biblia.
Comenzaron los primeros brotes de la herejía albigense239 o cátara, que hizo renacer el maniqueísmo240
y el dualismo persa, es decir, la creencia de dos principios supremos: la luz y las tinieblas.241. Estos
albigenses predicaron especialmente en Francia. Tomaron como sede a Albi, de donde proviene el
nombre de albigenses. También atacaron los sacramentos, el culto y la vida futura.
Contra la herejía de los albigenses, vino en ayuda el tercer concilio de Letrán (1179), que legisló en
contra de aceptar mediante pago nuevos miembros en los monasterios, condenando a los que fueron
admitidos con la privación del cargo; a la vez se fijó que los Papas deberían ser elegidos por una mayoría
de dos tercios de los votantes.
NUEVAS CRUZADAS
Gracias a la división de los Estados musulmanes, los Estados latinos (o francos, como eran conocidos
por los árabes), consiguieron establecerse y sobrevivir. Los dos primeros reyes de Jerusalén, Balduino I
y Balduino II fueron gobernantes capaces que extendieron el reino a toda la tierra entre el Mediterráneo
y el Jordán, e incluso más allá. Rápidamente se integraron en el cambiante sistema de alianzas locales y
así pudieron verse enfrentamientos entre la alianza de un Estado cristiano con uno musulmán contra la
alianza de otro Estado cristiano con otro Estado musulmán.
Sin embargo, a medida que el espíritu de cruzada iba decayendo entre los francos, cada vez más cómodos
en su nuevo estilo de vida orientalizante, entre los musulmanes iba creciendo el espíritu de jihad o Guerra
Santa, principalmente entre la población. Este sentimiento fue explotado por una serie de caudillos que
consiguieron unificar los distintos Estados musulmanes y lanzarse a la conquista de los reinos cristianos.
El primero de estos fue Zengi, gobernador de Mosul y de Alepo, que en 1144 conquistó Edesa,
liquidando el primero de los Estados francos. Como respuesta a esta conquista, que puso de manifiesto
la debilidad de los Estados cruzados, el Papa Eugenio III, a través de Bernardo, abad de Claraval 242
predicó en diciembre de 1145 la Segunda Cruzada.
A diferencia de la primera, en esta participaron reyes de la cristiandad, encabezados por Luis VII de
Francia (acompañado de su esposa, Leonor de Aquitania 243) y por el emperador germánico Conrado III.
Los desacuerdos entre franceses y alemanes, así como con los bizantinos, fueron constantes en toda la
expedición. Cuando ambos reyes llegaron a Tierra Santa (por separado) decidieron que Edesa era un
objetivo poco importante y marcharon hacia Jerusalén. Desde allí, para desesperación del rey Balduino
239 Los albigenses fueron una secta herética de los siglos XI y XIII, que se extendió desde la ciudad de Albi (Occitania) de la que
toma su nombre, por toda Europa. También conocida como "cátara" – del griego kataros (puro).
El catarismo fue un evangelismo que propugnaba la necesidad de llevar una vida ascética y la renuncia al mundo para alcanzar la
perfección; Los cátaros rechazaban el Antiguo Testamento. Igualmente, repudiaban la relajación de costumbres del clero medieval y
las ansias de poder temporal de sus prelados. Admitían únicamente, el sacramento de la imposición de manos y rechazaban todos los
sacramentos posteriores que no se fundaban en las Santas Escrituras.
Negaban tajantemente la naturaleza divina de Jesús y rechazaban, igualmente, la eucaristía y la veneración de la cruz... Llegaron a
tener influencia maniqueísta.
240 Maniqueísmo es el nombre que recibe una religión, de influencia irani y de tipo dualista (explica el origen y evolución del mundo
por la influencia del bien y del mal) y gnóstico, fundada por el sabio persa Mani (o Manes) (c. 215-275).
241 Esto es parte de la doctrina maniqueísta la cual considera que la luz habría creado el alma y todos los seres buenos; y que las
tinieblas crearon, por su parte, el cuerpo y las cosas materiales que, por tanto, eran consideradas malas. De ahí que estimaron al
matrimonio y las relaciones sexuales, la propiedad, el recurso a la legítima defensa, etc., como actos malos.
242 Autor de la regla de los templarios
243 Madre en segundas nupcias del rey Ricardo Corazón de León de Inglaterra.
150
Historia de la Iglesia Pastor Christian Amoretti S.
III, en lugar de enfrentarse a Nur al-Din (hijo y sucesor de Zengi), eligieron atacar Damasco, estado
independiente y aliado del rey de Jerusalén. La expedición fue un fracaso, ya que tras sólo una semana
de asedio infructuoso, los ejércitos cruzados se retiraron y volvieron a sus patrias. Con este ataque inútil
consiguieron que Damasco cayera en manos de Nur al-Din, que progresivamente iba cercando los
Estados francos. Más tarde, el ataque por parte de Balduino III a Egipto iba a provocar la intervención
de Nur al-Din en la frontera sur del reino de Jerusalén, preparando el camino para el fin del reino y la
convocatoria de la Tercera Cruzada.
Esta cruzada fue guiada por Federico Barbarroja, Felipe II Augusto, rey de Francia y por Enrique II de
Plantagenet de Inglaterra. El emperador Barbarroja murió de camino a Tierra Santa y Enrique muere al
iniciarse la cruzada, siendo su hijo, Ricardo Corazón de León, quien le supliría. Felipe II se apoderó de
san Juan de Acre. Ricardo firmaría un acuerdo de acceso libre de los cristianos a Tierra Santa,
estampando su nombre junto al del sultán Saladino. Jerusalén no fue recuperada y la gran cruzada se
diluyó sin más fruto que una ligera consolidación de la presencia cristiana en algunos territorios.
En el empeño de renovación espiritual y eclesial, otros hombres buscaron formas nuevas de consagrarse
a Dios, seguidos de numerosos discípulos. Entre ellos, los cistercienses244, fundados en el siglo XI, los
canónigos regulares y los templarios.
Los cistercienses tuvieron gran importancia a partir de su fundación por Roberto de Molesmes, que
adoptó los moldes heredados por san Benito.
Nacieron los canónigos regulares de san Agustín. Practicaban la denominada “vita canonica”, que
consistía sobre todo en la comunidad de dormitorio y refectorio (comedor) y en la observancia de la
llamada “regla de san Agustín”245.
Finalmente, como culminación del ideal de la caballería cristiana y prueba, a la vez, de la honda
impregnación religiosa del oficio de las armas, nacieron las órdenes militares, una creación
característica de la Edad Media europea. Surgieron de una fusión del monacato y de la profesión de las
armas propia de la clase nobiliaria. Su origen se debe buscar en algunos pequeños grupos de caballeros,
que se dedicaron a servir a los cristianos enfermos en un hospital de Tierra Santa o a proteger a los
peregrinos que acudían a visitar los Santos Lugares. Entre ellos se encuentra los hospitalarios de san
Juan, que atendían a los enfermos; los templarios, que habitaron el Templo de Salomón reconstruido
por Herodes; los teutones que, aunque nacidos en Palestina, en el siglo XIII trasladaron su sede a la
Prusia oriental y consiguieron la sumisión y cristianización de los últimos pueblos paganos del nordeste
de Europa. Dicha orden se secularizó en tiempos de la reforma protestante. Y en España vio la luz la
Orden de Alcántara, la de Calatrava y la de Santiago.
LA IGLESIA Y LA ESCOLÁSTICA
Las escuelas monacales o catedralicias246 permitieron que sobreviviese la sabiduría y las obras clásicas.
Las materias enseñadas en aquellas aulas eran gramática latina, retórica247 y dialéctica (Trivium), por
una parte; aritmética, geometría, astronomía y música (Quadrivium), por otra; así como teología.
Aparecieron también las escuelas episcopales, anexas a las catedrales. Estos estudios generales dieron
244 Orden religiosa fundada en 1098. Ésta debe su nombre a la Abadía de Císter (Francia) donde se originó.
245 En ella regula las horas canónicas, las obligaciones de los monjes, el tema de la moral y los distintos aspectos de la vida en
monacato.
246 Del latín scholae (escuela) catedralicias.
247 Es el arte que se ocupa de las técnicas de utilización del lenguaje con el objeto de persuadir y/o deleitar al oyente.
151
Historia de la Iglesia Pastor Christian Amoretti S.
lugar a las universidades medievales europeas, en especial entre mediados del siglo XI y mediados del
XV.
En este ambiente cultural nació la Escolástica248 y los grandes teólogos. Desde san Agustín hasta el siglo
XII no se habían realizado estudios apreciables en la elaboración teológica. En este siglo XII nació el
método escolástico, propiamente dicho.
Los escolásticos se entregaban a la razón como herramienta indispensable para el estudio de la teología
y la filosofía, y a la dialéctica249 como método más adecuado para abordar cuestiones de interés
intelectual.
Se registran grandes avances culturales, se redescubren los filósofos griegos –especialmente Aristóteles
– a través de traducciones del árabe hechas en Toledo y en Sicilia, y poco a poco su filosofía se va
imponiendo en la enseñanza.
Este nuevo modo de pensar (lógica) y de ver el mundo (filosofía) se introdujo en las escuelas
catedralicias, en las escuelas monacales y luego en las universitarias. Nacido en estas escuelas, tomó el
nombre de escolástica. Existe un período llamado pre-escolástica que tiene por representante a san
Anselmo, abad del monasterio de Bec y arzobispo de Canterbury, que incentivó a la razón en la
explicación de la fe. Pero su florecimiento se dio en las Universidades, que tuvieron su origen en la
Iglesia, sobre todo cuando llegaron a sus cátedras los talentos de las órdenes mendicantes250.
El apogeo de la escolástica coincide con el siglo XIII, llamado la edad de oro de la teología medieval,
tiempo en que se fundan las universidades y surgen las órdenes mendicantes (dominicos y franciscanos),
de donde procederán la mayoría de los teólogos y filósofos de la época. Entre los franciscanos
destacaran: Alejandro de Hales (1245), san Buenvantura – general de la orden franciscana (1274),
Rogelio Bacon (1294) y Juan Duns Escoto (1266-1308), profesor en Oxford, París y Colonia. Y de los
dominicos: Alberto Magno (1280) y su discípulo, Tomás de Aquino (1225-1274).
Los dominicos asimilaron la filosofía de Aristóteles a partir de las traducciones e interpretaciones árabes
de Avicena y Averroes.251 Los franciscanos seguirán la línea abierta por la patrística, y asimilarán el
platonismo, que era mucho más armonizable con los dogmas cristianos.
248 Filosofía de la Edad Media, cristiana, arábiga y judaica, en la que domina la enseñanza de las doctrinas de Aristóteles, concertada
con las respectivas doctrinas religiosas.
249 Es el relacionar posiciones contrarias, seguida por la resolución del asunto mediante el recurso de la razón y la autoridad.
250 Mendicante (lat. Mendicare: “pedir limosna). Sus miembros hacen voto de pobreza, por el que renuncian a todo tipo de propiedades
o bienes, ya sean personales o comunes. Viven en la pobreza, mantenidos sólo por la caridad. Las órdenes mendicantes más importantes
fueron aprobadas en el siglo XIII, después de superar la oposición inicial que sufrieron por parte del clero secular. Entre estas órdenes
cabe señalar a los frailes menores o franciscanos (recibieron la aprobación papal en 1209), los frailes predicadores o dominicos (1216),
los carmelitas (1245), y los agustinos (1256). Hubo una quinta orden, la de los servitas, fundada en 1233 y reconocida en 1424 como
orden mendicante.
251 Los averroístas intentaban conciliar las enseñanzas de Aristóteles con el Islam.
152
Historia de la Iglesia Pastor Christian Amoretti S.
EMPERADORES
TIEMPO PAPAS PERSONAJES HECHOS
GERMÁNICOS
Pedro de Bruys
Pascual II 1104-1124 Enrique IV
1099-1118 Bernardo funda Claraval 1056-1106
1115
S Fundación de los Templarios
1119
I Calixto II Fundación de los Hospitalarios
1119-1124 1122
G
L
Enrique V
1106-1125
O
Concordato de Worms
1122
XII Honorio II
1124-1130
I Concilio Letrán
(IX Ecuménico)
1123
3ª Cruzada
1189-1192
Inicio de la Escolástica
153
Historia de la Iglesia Pastor Christian Amoretti S.
CRONOLOGÍA
EDAD ANTIGUA (siglos I al V) Siglo VII:
604 Muere Gregorio I, papa. Se usan por primera vez
Siglo I: campanas en las iglesias (Roma).
33 Pentecostés. 610 Mahoma funda la religión del Islam. Gran
36 Martirio de Esteban. expansión del Islam.
37 Conversión de Pablo. 628 Mahoma reconquista la Meca y comunica a los
43 Martirio del apóstol Santiago. reyes del mundo los principios del Islam.
46-48 Pablo y Bernabé entre los gentiles. 638 Los árabes conquistan Jerusalén.
48 Concilio de Jerusalén.
49 Viajes misioneros de Pablo. Siglo VIII:
49 Judíos expulsados de Roma. 711 Los musulmanes invaden España.
53-56 Pablo en Efeso 718 Pelayo inicia en Covadonga (Asturias) la
60-62 Pablo en Roma Reconquista.
67 Persecución de Nerón. 732 Carlos Martel derrota a los árabes en Poitiers y
67 Martirio de Pedro y Pablo. contiene su avance en Europa.
70 Destrucción de Jerusalén por Tito. 756 Nacen los «Estados Pontificios».
95-96 Persecución de Domiciano.
Siglo IX:
Siglo II: 800 Carlomagno es coronado emperador.
104 Muerte del apóstol Juan. 846 Los árabes saquean Roma; la flota veneciana es
107 Persecución de Trajano. destruida por los árabes.
165 Persecución de Marco Aurelio. 848 El Papa León IV construye las murallas leoninas
alrededor del Vaticano.
Siglo III: 858 Focio es elegido patriarca de Constantinopla.
202 Edicto de Septimio Severo. 870 Focio es condenado.
249-251 Persecución de Decio. 879 El Papa y el patriarca de Constantinopla se
excomulgan mutuamente.
Siglo IV:
303-305 Persecución de Diocleciano. Siglo X:
312 Constantino vence a Majencio. 910 Fundación del monasterio de Cluny.
313 Edicto de Milán: tolerancia universal. 962 Otón I es coronado emperador del Sacro Imperio
325 Concilio de Nicea contra Arrio. Romano Germánico.
342 Prohibición de sacrificios paganos. 987 Conversión de Rusia al cristianismo.
362 Juliano restaura el paganismo.
378 El emperador Graciano rehúsa el título de Siglo XI:
"Pontifex Maximus". 1032 Benedicto IX es elegido Papa, aparentemente a
391 Se prohíben los sacrificios paganos. la edad de 11 años.
392 Leyes contra paganos y herejes. 1054 Miguel Cerulario se enfrenta al Papa y se
produce el Cisma de Oriente.
Siglo V: 1059 Sínodo de Letrán. Surgen los Cardenales.
410 Alarico se apodera de Roma. 1073-1085 Pontificado de Gregorio VII. Reforma de
431 Concilio de Efeso contra Nestorio. la Iglesia. Se inicia la querella de las investiduras
447 Los hunos amenazan el Imperio de Oriente 1078 Jerusalén cae bajo el poder de los turcos.
451 Concilio de Calcedonia contra Eutiques. 1095 El papa Urbano II predica la primera Cruzada.
452 Atila llega a las puertas de Roma.
455 Genserico se apodera de Roma. Siglo XII:
456 Los visigodos invaden España. 1104 Pedro de Bruys
1115 Bernardo funda el monasterio de Claraval
(Císter).
EDAD MEDIA (siglos V al XV) 1119 Fundación de la orden de los Caballeros
Templarios.
Siglo V- VI: 1122 Fundación de los Hospitalarios
476 Caída del Imperio Romano de Occidente. 1122 Concordato de Worms
496 Conversión de Clodoveo, rey de los francos. 1179 III Concilio de Letrán y los valdenses
586 Conversión del rey Recaredo de España.
597 San Agustín de Canterbury evangeliza Britania.
154
Historia de la Iglesia Pastor Christian Amoretti S.
BIBLIOGRAFÍA
1. AMORETTI, Christian A. El Fuego Sigue Ardiendo: Una breve historia de los avivamientos. Editado por
Perú para Cristo. 2002. Lima, Perú, pp.243
2. BAKER, Robert A. Compendio de la Historia Cristiana. Casa Bautista de Publicaciones. Tercera Edición
1986. U.S.A. pp.372
3. BERKOHF, Louis. Historia de las Doctrinas Cristianas. El Estandarte de la Verdad. 1995. Barcelona, España,
pp. 360
4. BETHELL, Leslie (Editor). Historia de América Latina. América Latina: Cultura y Sociedad, 1830-1930.
Editorial Crítica. Barcelona, España. 1991, pp. 268.
5. BUCKINGHAM, Jaime. Hija del Destino. Kathryn Kuhlman …Su Historia. Editorial Peniel. Buenos Aires,
Argentina. pp.254
6. CARCOPINO, Jérôme. La vida cotidiana en Roma en el apogeo del Imperio. Círculo de Lectores. 2004.
Barcelona, España, pp.375
7. DAYTON, Donald W. Raíces Teológicas del Pentecostalismo. Nueva Creación. 1991. Buenos Aires,
Argentina. pp.163
8. DEIROS, Pablo A., Historia del Cristianismo en América Latina. Fraternidad Teologica Latinoamericana,
Buenos Aires, Argentina. 1992, pp. 847.
9. DEIROS, PABLO A. La Acción del Espíritu Santo en la Historia. Editorial Caribe. 1998. U.S.A. pp. 304
10. DELORME, J. y otros, El Ministerio y los Ministerios Según el Nuevo Testamento. Ediciones Cristiandad,
1975. Madrid, España
11. DOUGLAS, J.P., (Director) y otros. Diccionario Certeza. Ediciones Certeza. 1991. Illinois, U.S.A., pp.1479
12. EHRHARD, Albert & NEUSS, Wilhelm. Historia de la Iglesia. Tomo I: La Iglesia Primitiva, Ediciones
Rialp. 1961. Madrid, España.
13. EUSEBIO de Cesarea Historia Eclesiástica: La formación de la Iglesia desde el siglo I hasta el siglo III,
Editorial Clíe, 2008, Barcelona, España, pp.384
14. FLICHE, Agustín & MARTIN, Víctor, otros. Historia de la Iglesia. La iglesia en la penumbra. Tomo II.
Edicep. 1976. Valencia, España. pp. 726
15. GONZÁLEZ FERNÁNDEZ, Rafael. El Culto a los Mártires y Santos en la Cultura Cristiana. Origen,
Evolución y Factores de su Configuración. 2000. España, pp. 161-185. Kalakorikos. Edición Digital PDF
16. GONZÁLEZ, Joaquín. Los Hechos de los Apóstoles y el Mundo Romano. Editorial Verbo Divino. 2002.
Navarra, España, pp. 300
17. GONZÁLEZ, Justo. Historia del Cristianismo. Tomo 1. Editorial Unilit. 1994. Florida, U.S.A., pp.570
18. ---------------------------- Historia del Pensamiento Cristiano. Tomo I. Editorial Caribe. 1992. Florida, U.S.A.,
pp.367
19. ---------------------------- Historia del Pensamiento Cristiano. Tomo II. Editorial Caribe. 1992. Florida, U.S.A.,
pp.351
Historia de la Iglesia Pastor Christian Amoretti S.
20. HARVEY, H. La Iglesia, Su Forma de Gobierno y sus Ordenanzas. Editorial Mundo Hispano – Casa Bautista
de Publicaciones. 1982. Octava Edición. Texas, U.S.A.
21. HURLBUT, Jesse Lyman. Historia de la Iglesia Cristiana. Editorial Vida. Florida, U.S.A. 1999, pp.208.
22. JENKINS, FERRELL. La Iglesia Primitiva: El Cristianismo del siglo primero como revelado en el Nuevo
Testamento. bibleworld.com. Libro electrónico (PDF), pp. 90
23. MARKS, Anthony & TINGAY, Grahan. Los Romanos, Cómo vivían. Susaeta Ediciones, S.A. Madrid,
España, pp.96
24. MEEKS, Wayne A. El Mundo Moral de los Primeros Cristianos. Editorial Desclée de Brouwer. 1992. Bilbao,
España, pp.185
25. MORALES, Jaime. Patrística: Los Padres Apostólicos y Los Apologistas. Miami International Seminary.
Florida, U.S.A., pp. 201
26. NEWMAN, John Henry. An Essay On Development Of Christian Doctrine. Cosimo Classics. Ney York,
U.S.A. 2007. This book was originally published in 1845. Digital Book, pp. 468.
27. ORLANDIS, José. Historia de la Iglesia. Iniciación Teológica. Cuarta Edición. Ediciones Rialp. 2002.
Madrid, España, pp. 224
28. RAE (Real Academia de la Lengua Española). Diccionario de la Real Lengua Española. Editorial Espasa
Calpe, S.A., 2001, Vigésima segunda edición, Tomos I (a-g) y Tomo II (h-z). Madrid, España.
29. RIVERO, Antonio, Historia de la Iglesia, Siglo a Siglo. Catholic.net. Octubre, 2009
30. SÁNCHEZ HERRERO, José. Apuntes Para un Manual de Historia de la Iglesia Medieval, Siglos V al XV.
Universidad de Sevilla, España. Edición digital (PDF), Historia, instituciones, documentos (HID), Nº 31,
2004 , pp.645-658
31. STOLL, Farrel. ¿América Latina se vuelve protestante?. 2002 www.nodulo.org; www.graciasoberana.com;
pp. 410.
32. VELMANS, Tania. Historia Ilustrada de las Formas Artísticas; Tomo 6: El Mundo Bizantino (Siglos IX-
XV). Editorial Alianza. Madrid, España, 1985, pp.167
33. VILA, Samuel. Origen e Historia de las Denominaciones Cristianas. Editorial Clie. 1981. Barcelona, España.
pp.148
34. VOS, Howard F. Breve Historia de la Iglesia Cristiana. Editorial Moody. 1965. Illinois, U.S.A., pp.156
35. WAGNER, C. Peter. Extendiendo el Fuego. Libro 1. Editorial Unilit. 1995. Florida, U.S.A., pp.223
36. ----------------------------- Iluminando al Mundo. Libro 2. Editorial Unilit. 1996. Florida, U.S.A., pp.255
156
Historia de la Iglesia Pastor Christian Amoretti S.
9. http://www.churchforum.org/
10. http://usuarios.advance.com.ar/pfernando/DocsIglMed/Lintmpohtm_frame.htm
157
Historia de la Iglesia Pastor Christian Amoretti S.
REFERENCIA TEMÁTICA
Acacio, 111, 138 Childerico III, 124 Graciano, 84, 88, 98, 105,
Adopcionismo, 120, 126 Cipriano de Cartago, 63, 154
Adriano, 42, 43, 49, 60, 66, 67 Hégira, La, 117, 121
61, 62, 128, 131, 132, Claraval, Bernardo de, 45, Herodes el Grande, 7, 8
153 109 Hieria
Agustín de Hipona, 55, 84, Claudio, 12, 28, 29, 33, Concilio de, 123, 129
111 39, 78 Hipólito de Roma, 52, 53
Albigense, 150 Clemente de Alejandría, Hospitalarios, 151
Anabaptista. Véase 45, 48, 53, 62, 63 Hunos, 105, 106, 154
Anabautistas Clemente de Roma, 45, Iconoclasta, 122, 123,
Anabautistas, 84 46, 57 127, 128, 129
Anciano, 37 Cluny, 109, 114, 136, 137, Iconódulos, 122, 123, 130
Apolinar de Hierápolis, 51 139, 148 Ignacio de Antioquía, 42,
Aquino, Tomás de, 45, Constantino, 12, 45, 55, 45, 46, 47, 57
109, 152 58, 69, 70, 73, 80, 81, Ireneo de Lyon, 44, 46, 47,
Arístides de Atenas, 49 82, 83, 84, 86, 89, 92, 52, 57
Aristón de Pella, 49 93, 94, 95, 97, 98, 103, Iscariote, Judas, 17
Arrianismo, El, 91, 92, 95 104, 105, 122, 123, 124, Islam, 32, 117, 118
Arrio, 73, 92, 93, 95 125, 127, 128, 130 Jihad, 117
Atenágoras de Atenas, 51 Corán, 117 Judaizantes, 24, 25
Atila, 106, 107, 112 Cuadrato, 49, 62 Justino
Augusto, 7, 8, 12, 13, 22, Curia, 136, 138 Mártir, 43, 45, 50, 51,
23, 36, 39, 60, 70, 83, Dámaso I, 84, 85, 88, 98 57, 59, 62, 111, 113,
86, 88, 103, 151 Delfos, 28 116
Augústulo, Rómulo, 103, Demiurgo, 92 Lactancio, 45, 55, 68, 69,
107, 109, 112 Diáspora, 9, 10, 20, 33 70, 73
Averroes, 152 Didaché, 45, 48, 57 Lapsi, 66
Averroístas, 152 Docetismo, 32, 88 Lapsos. Véase Lapsi
Barbarroja, Federico, 151, Docetista. Véase Lausanne, Enrique, 147,
153 Docetismo 148, 149
Bardas, 130, 131 Domiciano, 31, 33, 35, 36, León I, 85, 106, 107, 112
bautismo de niños. Véase 40 Letrán
Bautismo infantil Dominicos, 152 Concilio, 142, 146, 147,
Benito de Nursia, 114 donatistas, 44, 55, 82, 83, 148, 149, 150
Berengario, 134, 135 84, 111, 120 Sínodo, 139, 140
Bogomilos, 129, 130 Ebionitas, 25 Ludovico Pío, 129, 130,
Brusianos, 147, 153 Encratitas, 51 135
Bruys, Pedro de, 147, 148, Escolástica, 109, 152, 153 Luis I el piadoso. Véase
153, 154 Eusebio de Cesarea, 35, Ludovico Pío
Calígula, 12, 39 49, 53, 59, 89, 92, 93, 97 Macabeos, 9
Cardenales, 139, 140 Eutiques, 101, 110, 154 Macedoníanismo, 89, 95
Carlomagno, 125, 126, filioque, 138 Mahoma, 116, 117, 118,
128, 130, 132, 134 Filioque, 95, 126, 131, 138 119, 121
Cátaros, 150 Focio, 91, 131, 132, 138 Majencio, 70, 80, 97, 154
Celibato, 85, 114, 115, Franciscanos, 152 Maniqueos, 55, 111, 120
138, 140, 141, 146, 147 Franciscanos, Los, 152 Marción, 47, 51, 54, 62,
Cesaropapismo, 83, 89, Gnosticismo, 31, 45, 52 76, 87
139
158
Historia de la Iglesia Pastor Christian Amoretti S.
Marco Aurelio, 13, 33, 36, El Apóstol, 20, 23, 25, Seléucidas, 23
50, 51, 52, 59, 60, 61, 26, 34 Simonía, 136, 140, 141,
62, 103 Paleocristianismo, 92 146
Martel, Carlos, 118, 128, Papías de Hierápolis, 47 Siricio, 85
154 Paulicianos, 44, 84, 119, Taciano, 50, 51
Melitón de Sardis, 36, 51, 120, 147, 149 Tácito, 34, 62
59 Pax Romana, 13, 16 Talmud, 9
Mendicante, 152 Pedro Tanaj, 86
Mendicantes, 152 El Apóstol, 18, 19, 34 Templarios, 150, 151
Miliciades, 51 Pelagianismo, 110, 111 Teodoro de Mopsuestia,
Misa, 111 Pipino el Breve, 124, 125, 114
Mishnah, 9 128, 134 Teodosio I, 88
Monofisismo, 91, 101, Poitiers, 118, 124, 128, Teófilo de Antioquía, 51
110, 112 154 Tertuliano de Cartago, 35,
Montanismo, El, 43, 44, Policarpo, 43, 45, 46, 47, 44, 45, 51, 54, 58, 62,
54, 82, 87 48, 57, 62, 74, 75 76, 93
Moody, D.L., 156 Pontifex Maximus, 12, 81, Tito, 9, 30, 35, 36, 37, 40,
Muratorio, 52, 87, 88 84, 98, 104, 105, 154 60
Nerón, 22, 30, 33, 34, 35, Púnica, Guerra, 12 Trajano, 33, 40, 42, 46, 60,
36, 39, 47, 70, 72 Purgatorio, 114, 147 62, 66
Nestorianismo, 110 Qumrám, 9 Transustanciación, 84,
Nestorio, 96, 101, 110 Recaredo, 113, 116, 154 147, 149
Nicea, 45, 82, 89, 91, 92, Reliquias, 74, 75, 84, 98, Tres Capítulos, 91, 102
93, 94, 95, 97, 123, 127, 123, 136 Ulfilas, 105, 114
128, 138 Ricardo Corazón de León, Urbano II, 142, 143, 145,
Nicolaísmo, 140, 146, 148 150, 151 154
Nicolás II, 139, 140, 145 Sabelianismo, 91 Valdo, Pedro, 148, 149,
Novaciano, 63, 64, 67, 77 Sacramentos, Los, 83, 89, 153
Odoacro, 103, 107, 109 129, 136, 147, 150 Verdún, 130, 132
Orígenes de Alejandría, 63 Saladino, 151 Worms, 141, 142, 146,
Otón I, 131, 134, 136, 137 San Agustín. Véase 147, 153
Pablo Agustín de Hipona Wulfila. Véase Ulfilas
Saulo. Véase Pablo
159
Historia de la Iglesia Pastor Christian Amoretti S.
ÍNDICE GENERAL
INTRODUCCIÓN .................................................................................................................................5
CAPÍTULO I..........................................................................................................................................7
EL MUNDO EN EL QUE CRISTO NACIÓ: ORÍGENES DEL CRISTIANISMO ..............................7
EL JUDAÍSMO EN PALESTINA ......................................................................................... 7
La situación religiosa del judaísmo palestino ......................................................................... 9
La comunidad de Qumrám ..................................................................................................... 9
El judaísmo de la diáspora ...................................................................................................... 9
LA SITUACIÓN RELIGIOSA EN EL MUNDO GRECO-ROMANO .............................. 11
El ocaso de la antigua religión de Grecia y Roma ................................................................ 12
El culto de los emperadores .................................................................................................. 12
Los cultos mistéricos orientales ............................................................................................ 13
La religión popular ............................................................................................................... 13
LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN Y TRANSPORTE ............................................ 13
Las Calzadas ....................................................................................................................... 14
Construcción de una calzada ............................................................................................. 14
Viajes por mar .................................................................................................................... 14
Fechas de navegación ......................................................................................................... 15
EL EJÉRCITO ROMANO ................................................................................................ 15
CAPÍTULO II .................................................................................................................................... 17
SIGLO I .............................................................................................................................................. 17
PRIMEROS PASOS .......................................................................................................................... 17
LA PRIMITIVA COMUNIDAD DE JERUSALÉN ....................................................... 17
EXTENDIENDO EL EVANGELIO .................................................................................... 18
EL EVANGELIO EN SAMARIA ....................................................................................... 18
PEDRO Y CORNELIO ........................................................................................................ 18
PABLO Y LAS PRIMERAS IGLESIAS EN ASIA MENOR ............................................. 19
LA MISIÓN PAULINA ....................................................................................................... 20
ANTIOQUÍA ....................................................................................................................... 21
SALAMINA ........................................................................................................................ 22
PAFOS ................................................................................................................................. 22
PERGE ................................................................................................................................ 22
PISIDIA ............................................................................................................................... 22
ICONIO ............................................................................................................................... 23
LISTRA ............................................................................................................................... 23
DERBE ................................................................................................................................ 23
PANFILIA ........................................................................................................................... 23
ATALIA ............................................................................................................................... 24
ESTADÍSTICAS BÁSICAS DEL CRECIMIENTO DE L ................................................. 25
CAPÍTULO III ................................................................................................................................... 25
PRIMEROS OBSTÁCULOS ............................................................................................................ 25
EL PRIMER CONCILIO: JERUSALÉN ........................................................................ 25
LA IGLESIA NO SE DETIENE: LOS VIAJES MISIONEROS CONTINÚAN ................ 26
Segundo viaje ....................................................................................................................... 26
FILIPOS .............................................................................................................................. 26
MACEDONIA ..................................................................................................................... 26
TESALÓNICA .................................................................................................................... 27
CORINTO ........................................................................................................................... 28
160
Historia de la Iglesia Pastor Christian Amoretti S.
161
Historia de la Iglesia Pastor Christian Amoretti S.
162
Historia de la Iglesia Pastor Christian Amoretti S.
163
Historia de la Iglesia Pastor Christian Amoretti S.
164
Historia de la Iglesia Pastor Christian Amoretti S.
165