Pensamiento Critio
Pensamiento Critio
Pensamiento Critio
“Enseñar a pensar es una de las principales tareas de la educación intelectual” Enrique Rojas Hay
estudios que apoyan la teoría de que el acto de pensar surge desde la gestación del bebé en el
vientre de su madre, incluso muchos otros aseguran que: “Desde antes de nacer, los seres
humanos tenemos la capacidad de pensar con rasgos incipientes de razón y lógica”
Para iniciar, es importante comprender que el pensamiento al ser un acto inherente del ser
humano que le faculta para su desarrollo y adaptación, le permite estructurar sus formas de
actuar y convivir con el resto del mundo; también implica otros elementos tales como la razón,
lógica, instinto, sensaciones, emociones y sentidos (vista, tacto, escucha, etc.), resolución de
conflictos, relacionamiento e incluso se configura a partir de la interacción con el mundo; pues de
ahí pueden brotar las diferencias culturales que se conocen.
El pensamiento, al ser una “actividad” que ejecuta el hombre pero que no es observable, dificulta
su comprensión, por lo que ha sido estudiado desde la perspectiva de diversas disciplinas:
psicología, psiquiatría, sociología, educación, que han hecho aportes interesantes sobre su origen,
sentido y funcionamiento. Es por ello por lo que se hace necesario complementar este módulo con
lecturas desde la óptica multidisciplinaria, con el fin de que se pueda comprender la complejidad
del tema.
Hablemos de pensamiento crítico ¿Qué es? y ¿Qué NO es? ¿Cuál es el gobernante adecuado que
necesita mi ciudad?, ¿Son las metas de mi vida, realmente mías o impuestas? ¿Cómo puedo
diferenciar entre la verdad y la mentira en el noticiero de hoy? ¿Cómo surgió la guerra? ¿Las redes
sociales son mi referente? ¿Qué trae la universidad, conocimiento o iniciativa?
Ahora bien, cuando nos referimos a identificar, clasificar, analizar, verificar los hechos y decidir,
estamos realizando un ejercicio del pensamiento crítico, una capacidad o facultad que se puede
desarrollar, y que permite obtener el conocimiento y buscar la verdad, evitando así respuestas
irracionales y sin fundamento. Es decir, que se cuente con la capacidad de observar, revisar,
razonar y reflexionar todas las posibilidades que se presenten frente a un interrogante o
problema, eligiendo una o ninguna o una combinación entre ellas, pero eligiendo aquellas que la
evidencia soporte adecuadamente.
” Juzgar si hay razones suficientes, relevantes y aceptables para hacer o creer algo, o para no
hacerlo o no creerlo: en eso consiste el pensamiento crítico. Se trata de un razonamiento reflexivo,
juicioso, que cuestiona lo que lee o lo que escucha
1. Observa todos los detalles de aquello que me interesa analizar (qué es, cómo se desarrolla, qué
contiene, cuál es su funcionamiento, etc.)
3. Una las partes de todo el rompecabezas y me olvido de mis prejuicios, negativas, limitaciones,
miedos, todo aquello que haga rígido mi pensamiento y es así como puedo emitir una conclusión
sustentada y lo mejor, seguir haciendo más preguntas
Estos tres pasos se pueden aplicar a todo lo que un estudiante enfrenta en su cotidianidad, incluso
a aquellos que los maestros comparten como las verdades de las ciencias, todo puede someterse a
duda y validación, brotando de ese proceso un conocimiento para toda la vida. Aquí puedes ver
que la base del pensamiento crítico también sostiene el pensamiento científico. Sin embargo, en la
cotidianidad también se aplica el pensamiento crítico, cuando nos enfrentamos a la marea de
tweets, WhatsApp, news, memes, etc.; antes de compartir, haz un stop, usa los tres pasos. Es un
ejercicio que se entrena, para adquirir la habilidad de manera natural en nuestro funcionamiento
intelectual.
Pensar críticamente no es mantener una actitud negativa o desconfiada ante las situaciones,
personas o nuevo conocimiento, por el contrario, se propone la cooperación en busca del
consenso para llegar a la verdad. Es valorar todas las posibilidades y no concentrarse solo en lo
negativo, aunque no se esté de acuerdo con ellas.
• Pensar críticamente no es igual que persuadir. Aunque los argumentos que use pueden adherir a
otras personas a que compartan la misma idea, la persuasión no es la intención principal. Por eso,
en algunas ocasiones, aquello que resulta atractivo y en apariencia es producto de un proceso de
análisis, puede no ser efecto del pensamiento crítico, es decir, aunque nos persuada una idea,
puede que no sea la más conveniente.
• Pensar críticamente no es sentido común. Lo que se denomina “sentido común” está repleto de
elementos culturales y sociales que tomamos como ciertos o universales cuando en realidad
deben ser siempre sometidos a evaluación para emitir un juicio o valorar una idea o actuación.
Para el pensamiento crítico, el sentido común es insuficiente.
• Pensar críticamente no es la confirmación de mis ideas. Una de las habilidades que favorece esta
capacidad intelectual, es la flexibilidad para analizar diferen- Pensamiento crítico - Nodos de
formación Areandina 12 tes vertientes o formas de comprender al mundo, entonces, la conclusión
de un análisis puede ser contrario a las ideas originales y en ese caso sigue siendo pensamiento
crítico, alejado del pensamiento egocentrista. El pensamiento crítico debe estar en sintonía con la
empatía.
• Pensar críticamente no es igual que una oratoria fluida. Decir muchas palabras no refleja que se
cuenta con un pensamiento elaborado o analítico, es solo decir mucho. Claramente, con la
búsqueda de conocimiento y de validaciones de las ideas originales, se acumulan aprendizajes que
merecen compartirse, pero con el cuidado de no hacer ruido vacío que no permita atender los
aprendizajes de los demás. Hay mayor privilegio en escuchar que ser escuchado, para nutrir el
razonamiento y la multiperspectiva.
¿Qué necesito para ser un pensador crítico? Para responder a este cuestionamiento, vamos a
hacer un viaje en el tiempo, al fragmento del séptimo libro de la República de Platón, para que
imaginemos el mundo de las cavernas.
El pensamiento crítico surge como una forma de reflexión racional e intuitiva, pensamiento que
los seres humanos somos capaces de materializar en pos de nuevos conocimientos, de un
crecimiento armonioso tanto en lo espiritual como en lo material, la búsqueda de valores y
virtudes que nos sitúen en una posición de comprensión y compasión con el mundo actual
¿Lo ves? Es una relación directa, la búsqueda de la verdad con el pensamiento crítico, que sucede
cuando decidimos “soltar las cadenas” que nos mantienen atados a la alienación de las ideas,
cuando solo reproducimos y no producimos conocimiento, cuando absorbemos los patrones de
comportamiento sin analizar si en realidad es lo que quiero pensar de las cosas, del mundo y de la
existencia.
Esto traduce que el mundo del conocimiento es un camino difícil de recorrer, especialmente,
porque al encontrar la verdad, muchas veces se podría preferir entrar al mundo de las sombras.
Sin embargo, cuando la mirada está lista para contemplar la belleza de las cosas nuevas, entonces
la mente (el alma) se despierta y es cuando seremos capaces de seguir el camino iluminado de
conocer, de aprender, de descubrir, de encontrar la honestidad intelectual y de pensar
críticamente.
Tips para poner en práctica Para estimular el pensamiento crítico y las diferentes habilidades
cognitivas que permitirán desarrollarlo, se requiere motivación y entrenamiento, dos elementos
fundamentales que serán la base para expandir el intelecto. Para alcanzar este propósito, es
necesario validar la calidad de los razonamientos que se producen y basándonos en los estándares
universales (Paul & Elder, 2003), se pueden aplicar las siguientes estrategias:
Debemos asegurarnos de que los razonamientos son claros y por lo tanto se pueden explicar de
diferentes maneras, cuando nos enfrentamos a ideas confusas es difícil poder apreciarlas y
analizarlas.
• Aunque tengamos una información clara, puede que no sea exacta, entonces es necesario
indagar lo que sea necesario para garantizar esta cualidad.
• Con frecuencia nos vemos ante razonamientos que carecen de relevancia y poder determinar si
una información que aporta o es determinante, o no, les permite a las personas generar una
clasificación inicial respecto a la calidad de lo que están reflexionando.
• Pero, aunque sean relevantes, a veces los razonamientos son superficiales, entonces, debemos
buscar su profundidad sobre todo si se quiere resolver un problema.
• Finalmente, un razonamiento debe poseer lógica, pero si no parece tenerla, puede que la
búsqueda de ese sentido sea el verdadero descubrimiento, por eso se debe estar abierto a todas
las posibilidades.
Lecturas
Que es el pensamiento critico
Para favorecer el desarrollo del pensamiento, el Merani creó un área que no existía ni existe
todavía en los currículos de los Ministerios de Educación en América Latina. Diversos académicos y
el propio MEN, en su momento, se opusieron a la idea por considerar que no era necesaria un área
especial para el desarrollo del pensamiento, ya que suponían que este se desarrollaría al trabajar
cada una de las asignaturas existentes. En ese entonces el MEN convocó a sus expertos a evaluar
la solicitud que le habíamos cursado para que nos permitiera priorizar el desarrollo del
pensamiento, las competencias comunicativas y la formación valorativa. La posición del MEN
quedó plasmada en un documento impreso del año de 1991: Lo que ha llamado más la atención
en el ambiente de la educación en Colombia es la insistencia en desarrollar los procesos de
pensamiento en forma intencional y como una asignatura más, en actividades paralelas al
desarrollo curricular en las otras áreas del conocimiento. Esto generó una reacción de rechazo por
parte de algunos psicólogos y del equipo técnico del Ministerio de Educación Nacional de
Colombia; por lo cual, después de analizar el proyecto se escogieron otros caminos
A nivel cognitivo, lo anterior quiere decir que para pensar requerimos tanto los instrumentos del
conocimiento como los procesos de pensamiento. Gracias a la mediación de calidad, estos
instrumentos se van tejiendo, complejizando e integrando, partiendo de nociones espaciales,
temporales y transdisciplinarias7 , hasta llegar a estructuras argumentativas ramificadas, que usan
lógicas modales y niveles de argumentatividad, y las cuales integran y articulan otros instrumentos
como las proposiciones, los conceptos y los razonamientos inductivos y deductivos (Van Eemeren,
1985). Dado lo anterior, desarrollar el pensamiento exige poseer conceptos y razonamientos de
mayor nivel de complejidad, integración y abstracción. La presencia de conceptos más inclusores,
jerárquicos y abstractos, tal como señaló Ausubel (2002), implica una estructura cognitiva más
general y de mayor nivel de estructuración. El aporte que todas las áreas deben dar al desarrollo
del pensamiento es garantizar que los estudiantes adquieran los principales conceptos de las
ciencias y de la matemática; algo que desafortunadamente no se cumple sino en muy pocas
instituciones educativas latinoamericanas. Por dedicarnos a transmitir las múltiples informaciones
impertinentes, desarticuladas y fragmentarias, que hoy dominan la educación, los niños y jóvenes
en América Latina adquieren poquísimos conceptos de las Ciencias Sociales, de las Ciencias
Naturales y de la matemática. Y debido a ello, se retrasa el desarrollo del pensamiento de los niños
y jóvenes latinoamericanos. Pero para pensar no basta con tener los instrumentos cognitivos.
También se requiere saber operar con ellos. De allí que tenga toda la razón Davídov cuando
afirma, que Dominar un concepto supone no ya conocer los rasgos de los objetos y fenómenos
que él mismo abarca, sino también, saber emplear el concepto en la práctica, saber operar con él
(Davidov, 1975, p. 70). Y por ello, tendrá mayor desarrollo del pensamiento quien posea mayor
integración y mayor jerarquización en sus procesos de pensamiento.
Un joven que mejore su competencia para argumentar, también pensará mejor. Al leer,
encontrará con mayor facilidad los argumentos del autor y las posibles contradicciones en las que
incurre. Al discutir, sustentará mejor sus posturas. Se desempeñará mejor persuadiendo,
argumentando y convenciendo. Al evaluar, sopesará mejor sus ideas y las de los otros. Encontrará
con frecuencia argumentos más generales, pertinentes y jerárquicos, al hablar al leer y al escribir.
Serán más claras sus ideas. La competencia argumentativa, implica de esta manera, un desarrollo
en las estructuras cognitivas de los estudiantes.
La posibilidad de transformar los fines de la educación, que es una condición para alcanzar el
desarrollo del pensamiento de los estudiantes, es mayor hoy si tenemos en cuenta que ya no es
necesario archivar la información que había venido trasmitiendo la escuela desde siglos atrás. Por
absurdo que parezca, la escuela ha venido trabajando desconociendo cómo funciona el cerebro.
La escuela se ha esforzado por transmitir informaciones para que sean recopiladas por los
estudiantes, pero resulta que el cerebro humano es extremadamente deficiente para almacenar
informaciones. En eso nos superan con creces las computadoras y las grabadoras. El cerebro está
diseñado para crear, soñar, amar, inventar, procesar, analizar e interpretar la información, pero no
para almacenarla. Para ello fueron creadas las redes, las USB, los celulares y los discos duros. Pero
hasta ahora no hemos inventado nada que procese, interprete y analice mejor la información que
el cerebro humano. Y posiblemente nunca lo podremos hacer con la flexibilidad, plasticidad y
adaptabilidad que nos caracteriza.
El Mito de la Caverna
Hace ya unos largos 2.400 años, Platón, uno de los grandes filósofos de
la historia de la humanidad, escribió en su libro “La República” lo que
conocemos como: “el mito de la caverna”. Este mito, que es en realidad
una alegoría, es una representación metafórica de la vida humana en un
determinado sentido.
Busca y encuentra la verdad
Todos somo ignorantes al nacer pero es nuestro deber aprender
Abrir nuetras mentes a nuevas prespectivas
Aprender a escuchar
Ser humildes
El conocimento es infinito
2 creatividad e innovación
Guilford (1952) dice que “la creatividad, en sentido limitado, se refiere a las aptitudes que son
características de los individuos creadores, como la flui- dez, la flexibilidad, la originalidad y el
pensamiento divergente”.
En síntesis, estas definiciones nos permiten asegurar la importancia del desarrollo de diferentes
tipos de inteligencias que permitan dar soluciones a diferentes necesidades desde las capacidades
que cada ser humano desee desarrollar.
Inteligencias múltiples
El psicólogo Gardner (2005) hizo un aporte significativo al demostrar que la creatividad está
relacionada con diferentes tipos de inteligencia y capacidades humanas. Su teoría de las
inteligencias múltiples realiza una fuerte ruptura con lo tradicional, en donde la inteligencia es
asumida como una habilidad para dar respuestas concretas y con posibilidad de medirla para
establecer puntuaciones.
La teoría de las inteligencias múltiples se fundamenta en las capacidades de las personas para
abordar los problemas y darle solución, asociadas al entorno cultural.
Las inteligencias actúan de manera simultánea dependiendo de las habilidades de cada persona y
de la situación a la que se enfrenta. Gardner estableció como tipos de inteligencias: la lógico-
matemática, la lingüística y verbal, la mecánica y espacial, la musical, kinestésica y corporal, la
social e interpersonal, y el autoconocimiento intrapersonal.
Fortalecimiento de la imaginación Con el fin de comprender el proceso de estudio de la
creatividad, su proceso y desarrollo en los seres humanos, es preciso efectuar una revisión de
algunos aportes realizados por teóricos que han sido notables a lo largo del tiempo.
Wallas en su obra “El arte del pensamiento” (1926), propone el proceso del pensamiento creativo
en cuatro fases:
1. Preparación: se identifican los problemas y se recopila información.
2. Incubación: se estudian diferentes alternativas de solución.
3. Iluminación: se produce el momento de ideación.
4. Verificación: define la solución concreta al problema identificado.
Concepto de innovación
Ya se clarificaron algunos aspectos en relación con lo que es la innovación, entendiendo que es: la
puesta en marcha de las ideas creativas, o la creatividad hecha acción, ahora bien, revisando otras
definiciones desde su visión esencial (de las cuales no existen muchas) se enuncian las siguientes:
• Desde su raíz etimológica del latín, innovare; significa alterar o cambiar cosas introduciendo
novedades.
• La ya nombrada de Levitt: “hacer cosas nuevas”.
• Según Nelson, R.R. “es un cambio que requiere un considerable grado de imaginación y
constituye una rotura relativamente profunda con la forma establecida de hacer las cosas y con
ello crea fundamentalmente nueva capacidad”. (Sánchez, Cilleruelo y Etxebarria, 2010).
• Innovar es hacer que una buena idea aporte valor. (Ponti, 2010, p. 22). Estas concepciones
reiteran la idea de que la innovación tiene que ver con hacer cosas nuevas, sin embargo, la
definición de Nelson ofrece una perspectiva muy interesante al referirse, más que al hacer cosas
nuevas, “a hacer cambios o roturas profundas en las formas establecidas de hacer las cosas”,
demostrando así que el efecto inminente de la innovación es también un cambio y no cualquier
cambio, sino uno positivo al decir que “con ello crea fundamentalmente nueva capacidad” en lo
cual coincide con la definición presentada por Ponti, quien dice que la innovación “aporta valor”.
Cultura innovadora
Escuchar y fomentar el respeto por el intercambio de ideas, que haya una comunicación fluida y
los medios adecuados son claves para provocar nuevas conexiones, inspiraciones e intuiciones
frente a las situaciones que surgen como oportunidades.
Renovar las expresiones culturales, es decir, se crean subculturas y nuevas formas de
relacionarse.
Sentir que hay interés en el cambio, en mejorar y progresar a la vez que se respeta la identidad de
las comunidades por su conocimiento, costumbres y tradiciones.
Reconocer las diferencias y así mismo confiar en el rol de los integrantes y en la dinámica de
evolución y desarrollo social.
Percibir que los cambios son convenientes para la mayoría por lo tanto existe el compromiso y el
sentido de responsabilidad por la comunidad.
Lecturas
El emprendimiento El concepto Hay una gran cantidad de fuentes que hablan del con- cepto de
emprendimiento. Este término se ha abordado, sobre todo, desde el ámbito productivo o
empresarial, si bien, también se ha ido integrando y ha ido cobrando re- levancia en el ámbito
social. No obstante, la mayoría de definiciones del término están realizadas desde una pers-
pectiva empresarial. Durante el siglo XX, Schumpeter, von Mises, Hayek, Kirz- ner y Drucker
adoptaron perspectivas diferentes a la hora de definir el concepto de emprendimiento. A
continuación se han recogido las aproximaciones de diferentes autores a este concepto:
Visión de futuro: A partir de la experiencia propia de em- prendimiento se es capaz de ver más allá
del propio proyec- to que se está desarrollando. Se sabe que se forma parte de un marco más
amplío en el que el propio entorno y la convivencia con otras realidades y proyectos dan lugar al
planteamiento de nuevos retos y actividades.
Autoconfianza: La persona o grupo que emprende reco- noce como propios los valores,
conocimientos, emociones y aptitudes que tiene. Este hecho le da, a la vez, poder, con- fianza y
tranquilidad para actuar y alcanzar desafíos.
Tenacidad: Las personas intentan por todos los medios que las iniciativas funcionen y, si se fracasa,
muchas veces se pone nuevamente en marcha la creatividad para buscar nuevas fórmulas para
que el emprendimiento tenga éxito.
Pensamiento positivo: Las personas emprendedoras son capaces de generar un ambiente positivo
a su alrededor y este entorno es favorable para alcanzar las metas marcadas.
Emprendimiento público: Existen organizaciones cívicas que han surgido de vocaciones políticas y
que acaban materializándose en organizaciones políticas orientadas al servicio público. Se trata
pues de iniciativas con una motivación fundamentalmente política. Las plataformas que reúnen
organizaciones juveniles que actúan en diferentes ámbitos –educativo, político, sindical, social o
cultural– son escuelas de emprendedores públicos. Éstas trabajan conjuntamente con sus
organizaciones miembros para que se dé la participación de la juventud en el desarrollo político.