Ceja Americas
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Índice Pág.
1. Portada 1
2. Índice 2
3. Resumen 2
4. Introducción: la mediación – reparación penal en adolescentes y sus
modalidades. 3-5
4. La mediación - reparación como instrumento de política criminal. 6-8
5. Conclusiones. 9 - 10
6. Referencias bibliográficas 10
Resumen
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I. Introducción: la mediación – reparación penal en adolescentes y sus modalidades.
1
El proyecto está aprobado por la Cámara de Diputados y ha ingresado al Senado.
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El término es más neutro que otros como resolución “colaborativa”, “pacífica”, no “adversarial”, pero todos distinguen
aspectos de una misma práctica de justicia restaurativa.
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"Artículo 57 - Acuerdos reparatorios. El imputado y la víctima podrán llegar a acuerdos reparatorios, los que el juez
de garantía conocerá en audiencia a la que citará a los intervinientes para escuchar sus planteamientos. Siempre que fuere
posible, el imputado comparecerá con sus padres o, en su defecto, con quien lo tuviere a su cuidado, a objeto que éstos
colaboren con la generación del acuerdo y posibiliten su posterior cumplimiento".
"Artículo 23.- Reparación del daño. La reparación del daño consiste en la obligación de resarcir a la víctima el
perjuicio causado con la infracción, ya sea mediante una prestación en dinero, la restitución de la cosa objeto de la
infracción o un servicio no remunerado en su favor. En este último caso la imposición de la sanción requerirá de la
aceptación previa de la víctima.
En su caso, el juez regulará prudencialmente el monto de la prestación en dinero o la naturaleza de los servicios,
basándose en los antecedentes probatorios que se presenten en el juicio.
El cumplimiento de la sanción no obstará a que la víctima persiga la responsabilidad contemplada en el artículo 2320 del
Código Civil, pero sólo en aquello en que la reparación sea declarada como insuficiente.
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Precisamente, constituye una dificultad del proyecto que la mediación - reparación esté
pensada sólo como un mecanismo para hacer posibles los acuerdos o sanciones que sus
artículos señalan, al punto que no aparece mencionada. Pero, la mediación – reparación no
es sólo un proceso o un mecanismo, sino también un resultado, y hasta un efecto.
No obstante, las dos formas que adopta la mediación – reparación en relación con el
proceso judicial, pone de relieve concepciones en el fondo distintas:
Si se habla en estos casos de un posible efecto educativo, este es mayor cuanto más la
sanción se aparte de la simple reparación material, más suponga un reconocimiento de
responsabilidad por parte del autor del delito, y cuanto más se respete la forma de este
reconocimiento.
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víctima. Por último, puede ofrecerse al adolescente beneficiarse de ciertas prestaciones
para inducir y mantener el esfuerzo de reinserción social que haya emprendido.
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1. Objetivos de la mediación – reparación.
Pero la víctima del delito, además, satisface sus propios intereses. En el esquema
adversarial de la culpabilidad, tampoco la persona afectada por ese acto conserva el
dominio del acontecimiento que vivió. No ha contado tampoco con la alternativa de una
reparación aceptable. No tiene ocasión de comprender lo que ha pasado realmente y
asimilarlo (a menudo desearía un cara a cara liberador, incluso si ha sido víctima de una
acción violenta) No participa en absoluto en la búsqueda de las medidas que se adoptarán
contra el "autor". Tal vez haya comenzado a considerar de otro modo el problema vivido
al principio, etc.
Debido a ello, la responsabilización por los propios actos y frente a la víctima puede no
bastar para la reinserción social del adolescente, sino que se requiera cambiar directamente
la percepción que de ellos tenga la comunidad. No por haberse reparado a la víctima, se
dejará de concebir el suceso delictivo desde el ángulo estrecho de un hecho aislado que se
ejecuta en un momento dado por uno de los protagonistas. Reinserción, desde esta
perspectiva, es "recomponer la cara", lo que implica un reconocimiento del perjuicio
causado a la comunidad y su reparación. La mediación - reparación se convierte en un
intercambio corrector en un sistema de interacción social de alcance comunitario.
Justamente en el acto de reparación a la comunidad y de reconciliación de la comunidad
con el infractor se juega gran parte del impacto social de la medida. Si la reparación es
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socialmente visible, se avanza en la reinserción social del adolescente, desde el punto de
vista de su imagen pública, de su respuesta a una exigencia social de enmienda.
Pero se suele concebir al adolescente infractor como una víctima de la sociedad o como
una persona en riesgo. Todos los aspectos referidos al sentido al delito del delito y a la
víctima suelen quedar fuera del trabajo educativo. La aplicación de programas de
mediación - reparación permite redescubrir la provisionalidad de las conductas
adolescentes, así como la necesidad de dar sentido a los delitos cometidos por ellos.
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De acuerdo con estos criterios, la mediación – reparación ha tenido resultados positivos
en el mundo5. Pero, se discute que si bien los programas han influido en el descenso de la
utilización de las sanciones tradicionales, también han alimentado tendencias hacia una
ampliación de la red de control social (“net widening”), al ampliarse los programas a la
población que era objeto de menor intervención (tanto a aquellos que no recibían ninguna
respuesta, como a los que no debían recibirla).
De cualquier forma, las medidas que aplica la justicia de menores en Chile son
auténticamente desresponsabilizadoras y fomentan la desinserción social de los
adolescentes infractores. Aun cuando las evaluaciones más sistemáticas que se han hecho
datan de hace más de una década, los resultados siguen siendo útiles: La reinserción social
lograda con adolescentes que se encontraban en centros de rehabilitación conductual de tipo
internado hace más de doce años era en promedio de un 14,5% de los egresados6. En
cambio, en libertad vigilada el promedio llegaba al 26% (oscilando entre 7,4 y 55,2%)7.
De los 6 programas actualmente en ejecución (en la II, III, IV, VII y XI regiones), la
mayoría lleva menos de un año, ha atendido entre un 10 y un 20% de la cobertura esperada,
y lo que es más decidor: el porcentaje de medidas realmente llevadas a la práctica es muy
pequeño9.
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Una reseña de algunos de los resultados alcanzados por los programas:
Holanda: Proyectos de trabajo en beneficio de la comunidad, ejecución positiva en el 90% de los casos; Programa "Halt",
dirigido a prevenir el vandalismo: 21% de cese y 42% de disminución en la conducta, contra 100% de reincidencia y 25%
de disminución en el grupo de control.
España: Programa de Cataluña (Tarragona, Girona y Barcelona), 83% de éxito. A un año, sólo el 7% de la muestra de
497 casos, había reincidido.
Estados Unidos. Programas de reconciliación víctima - infractor (VORP). Entre 30 y 90% de éxito. Si bien no se registra
una disminución de la reincidencia, las condenas posteriores de las personas eran significativamente más bajas; En una
evaluación masiva de 10.000 jóvenes sometidos a la reparación como medida, en el 95% de los casos se cumplió la
imposición, porcentaje que bajaba a 86% cuando la reparación se planteaba adicionalmente a otra sanción (pena en
suspenso o similares)
Alemania: En un caso especial, por tratarse de un programa para infractores graves y reincidentes, la mediación -
reparación redujo la reincidencia entre los participantes a un 42%, contra el 54% de reincidencia en adolescentes privados
de libertad (1986); En el proyecto "La Balanza", la no-reincidencia llegó al 70% (1986 – 1987). En: Kruissink (1993),
Sancha (1994) y Trenczek (1993).
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Sobre el total de menores egresados entre julio de 1990 y agosto de 1991. El resto de los jóvenes fueron refractarios al
sistema, egresando principalmente por “fuga” (64%) y “determinación del tribunal” (9,9%). López y Campodónico (1993)
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Los motivos de egreso principales eran: cambio de sistema asistencial (29,1%), determinación del tribunal (20,8%) y
traslado a otro establecimiento del mismo sistema asistencial (14%). Mallea y Campodónico (1993).
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Los programas se instalaron en las regiones donde estaba en marcha la reforma procesal penal, lo que condicionó a que
su clientela fueran sólo los adolescentes de entre 16 y 18 años, declarados con discernimiento.
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Proyecto Fondeff - Corporación OPCION, abril de 2004.
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III. Conclusiones.
Otro aspecto es reducir la restricción sobre las materias a las que pueden ser aplicados
los acuerdos reparatorios y las otras modalidades de reparación. Aunque su campo de
aplicación sigue siendo amplio, queda limitado a los delitos en que hay un interés
económico o en que no hay involucrados hechos de sangre. La restricción limita la
mediación – reparación en su alcance, pues debiera poder realizarse si existe acuerdo entre
las partes ya que, al respecto, existen ordenamientos aplicables a adultos que contemplan
estos acuerdos en forma general.
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Durante la tramitación en la Cámara se propuso de hecho el texto siguiente, como inciso final del artículo sobre
acuerdos reparatorios: “Para adoptar su decisión, el juez podrá solicitar la asesoría de equipos especializados en
mediación o en generación de acuerdos reparatorios”. Boletín n° 3021-07.
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justicia de menores. Ello permitiría no sólo ampliar la cobertura de los programas en
cuanto a las edades involucradas, sino que podría acarrear también la ejecución de formas
más tempranas de la reparación. Exige, en cambio, de la participación activa de operadores
comprometidos con la mediación -reparación, por ejemplo, una jurisdicción de menores
proclive.
Referencias bibliográficas
3. González Zorrilla C., “Los menores entre protección y justicia. El debate sobre la
responsabilidad”, en: Juan Bustos (editor), Derecho Penal del Menor, Editorial
Jurídica Cono Sur, Santiago, 1995.
9. Texto aprobado por la h. cámara de diputados el 14 de julio de 2004 del proyecto de ley
que establece un sistema de responsabilidad de los adolescentes por infracciones a la ley
penal. Boletín n° 3021-07.
10. Trenczek, T., "V.O.R.P., algunos temas centrales en la mediación del conflicto víctima
- infractor", en: Infancia y Sociedad, Nº 23, Madrid, 1993.
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