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2.3 y 2.4 Taller de Liderazgo.

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El Poder del Carácter.

Actitudes y Conductas de liderazgo

Regino Navarro Ribera

INDICE

I. Liderazgo personal

 La excelencia como base del liderazgo


 El Proyecto de Vida
 Cambio de paradigmas
 La persona responsable y proactiva
 Dominio de sí mismo
 Tiempo y esfuerzo
 Orden y constancia
 Acción decidida y audaz

II. Liderazgo interpersonal


 Inteligencia emocional
 Conocer y entender a las personas
 Comunicación empática y asertiva
 Personas comprometidas
 El arte de motivar
 Diálogo abierto y franco
 Confianza
 Respeto y lealtad
 Construir Relaciones con los demás

III. Liderazgo Directivo

 Actitudes de liderazgo
 La visión del líder
 Mandar con autoridad
 Mandar con respeto y sentido positivo
 Pensamiento, creatividad e innovación
 Decidir con prudencia
 Justicia e integridad
 Ética en el trabajo diario
 Equipos efectivos, unidos y solidarios
 Empoderar a los colaboradores
 Coaching y aprendizaje organizacional.

IV. Liderazgo organizacional

 Cultura del trabajo


 La calidad del trabajo
 Espíritu de servicio
 Armonía trabajo-familia
 Honestidad y transparencia
 Los procesos de transformación organizacional
 Responsabilidad Social Empresarial y Capital Social.
 Valores para una época de crisis
-------------------------------------------

Parte I: LIDERAZGO A NIVEL PERSONAL


Capitulo 1

LA EXCELENCIA COMO BASE DEL LIDERAZGO

1. La excelencia personal -es decir, el proceso de mejoramiento


continuo de los diversos aspectos de la personalidad-, es la base del
liderazgo.

2. La excelencia comienza con un conocimiento realista de uno


mismo: fortalezas y debilidades. Se necesita para eso, ser sincero
con uno mismo, sin confundir lo que una persona es, con lo que le
gustaría ser. Preguntar a los demás cómo lo ven, proporciona al
líder una buena base para el auto-concepto.

3. La excelencia personal es el proceso de desterrar hábitos negativos


y adquirir otros positivos.

4. El crecimiento de una persona no acaba nunca, pues siempre


puede mejorar el nivel de perfección alcanzado.

5. El crecimiento personal debe abarcar aspectos corporales,


intelectuales, espirituales y de relación. El desarrollo armónico y
sinérgico de estas cuatro dimensiones produce como resultado la
excelencia personal.
6. Una tarea de liderazgo interior es integrar en una unidad la dimensión
personal, familiar y profesional. Cuando los tres aspectos se integran
en una sola realidad, el resultado final es efectividad y felicidad.

7. No hay excelencia sin exigencia. No hay calidad personal sin


esfuerzo. Por eso vencer la pereza y la comodidad es el inicio de la
excelencia.

8. Nadie se perfecciona leyendo libros o sólo pensando. Es el primer


paso, pero se requiere pasar a la acción para llevar a término el
proceso de mejoramiento.

9. La excelencia supone repetición de acciones buenas. La fuerza de


voluntad se adquiere por repetición de actos que requieren
esfuerzo. Los buenos deseos no son suficientes.

10. Dos síntomas de autoestima inapropiada: mirar a los demás con


aires de superioridad y la falta de confianza en uno mismo. Indican
ausencia de excelencia personal.

11. La excelencia no es la presunción del que se cree perfecto o del que


piensa que todo lo puede por sí mismo. Es el convencimiento de que
con el esfuerzo personal y la ayuda de los demás, se puede ser mejor
cada día.

12. La excelencia personal es la base, el cimiento, del liderazgo. Éste no


se define por señales externas, sino por las cualidades personales:
actitudes, hábitos y sobre todo por comportamientos.

13. La agresividad es una señal de inseguridad. Los complejos, los


miedos y las manías van minando la propia seguridad. La envidia y
el orgullo son destructores de la personalidad, e impiden por tanto
el liderazgo.
14. La persona que se deja manipular no es un líder. Para eso es necesario
poseer criterio, el cual se obtiene buscando la verdad de las cosas y
pidiendo asesoramiento a la persona adecuada.

15. El líder, como debe actuar mucho y con energía, se desgasta


rápidamente si no cuida de abastecerse intelectual y espiritualmente.
Por eso, ha de emplear un tiempo importante en su desarrollo personal.

16. Para influir en los demás hay que evitar palabras inútiles. El silencio
del líder, que es señal de una voluntad firme y de una intensa reflexión,
inspira respeto. La charlatanería hace decaer el prestigio y la
confianza.

17. La persona que quiere ser digna de guiar a otras, ha de tener sus
ventanales abiertos a todo lo que es verdaderamente humano, debe
poseer una cultura general amplia y tener inquietudes intelectuales.

18. Una persona pierde la “juventud de espíritu” cuando rehúsa volver a


pensar los problemas, cuando no se siente con fuerzas para renovar sus
conceptos.

19. Quien piensa que ya hace bastante, no crecerá como persona, se


anclará en la mediocridad.

20. El líder, con cargo o sin él, es un ser humano. Y como tal tiene
limitaciones y debilidades, imperfecciones. Por esta razón, tiene la
obligación de mejorar su vida de modo permanente, para estar así a
la altura de la misión.

21. El mejoramiento continuo de la propia personalidad pide una labor de


autoevaluación. Y no hay mejor evaluación que la que hacen otros:
¿Qué piensan de usted sus colaboradores? ¿Sería capaz de escucharlos
si pudieran hablar de usted sin inhibiciones? Si de verdad quiere
saberlo, pregúnteles. ¿Se atreve a hacerlo?
22. Sólo líderes especiales valoran y viven cualidades como la sencillez y
la humildad.

23. Hablar de excelencia no es elitismo, pues todo ser humano tiene la


misma capacidad de alcanzar la cumbre de las cualidades humanas,
aunque no posea una situación cultural, económica o social
privilegiada.

24. En una empresa hay recursos y personas. La gente no es un recurso.


No es algo, es alguien. Hay una diferencia esencial. Los recursos son
medios, cada persona es un fin en sí misma.

Parte II: LIDERAZGO INTERPERSONAL


Capitulo 9

INTELIGENCIA EMOCIONAL

1. Ejercer un liderazgo lleva consigo un buen manejo emocional, que


comienza por el conocimiento del propio mundo afectivo: sentimientos,
emociones y pasiones.

2. Saber identificar los sentimientos que anidan en el alma es el comienzo


de la inteligencia emocional. Además es necesario expresarlos con
claridad, pues cada sentimiento y cada emoción tiene un nombre y un
contenido psicológico propio y hay que referirse a él empleando un
vocabulario apropiado.

3. Tener conciencia en cada momento de la situación emocional personal


–enojo, alegría, frustración, desánimo, etc.-, es un pre-requisito para
el automanejo, para sostener buenas relaciones y para tomar decisiones
objetivas.
4. El ejercicio del liderazgo implica, además de la conciencia de los
propios sentimientos, poseer un conocimiento del mundo emocional
de los colaboradores, pues de lo contrario no se podrá exigirles bien,
ni empoderarlos.

5. Las emociones, esa primera reacción afectiva ante los acontecimientos,


tienen un componente alto de respuesta refleja, involuntaria. Pero
enseguida se puede y se debe asumir el control de ellas eligiendo la
actitud y el comportamiento que más convenga. Al decidir nuestra
respuesta estamos tomando el dominio de la propia vida.

6. Cuando las emociones y los sentimientos negativos predominan en la


vida de una persona, es señal de que existen formas de pensar
incorrectas, pues los sentimientos tienen su base en los pensamientos.
Para manejar las emociones y los sentimientos debe actuar, en buena
parte, sobre los pensamientos.

7. Lo que nos afecta no es la realidad, sino la interpretación que hacemos


de ésta.

8. Conviene revisar la mente -los pensamientos conscientes y también


los más profundos-, para encontrar enfoques que no son apropiados:
por ejemplo, pensamientos absolutistas o destructores; pensamientos
pesimistas o demandantes; catastróficos o reactivos, etc. Al cambiar
esta manera de pensar por otra más adecuada, las emociones
comienzan, poco a poco, a ser más positivas.

9. Otra forma de actuar sobre las emociones es actuando sobre la


conducta. Convine identificar qué actividades son beneficiosas en
nuestra vida, y llevarlas a cabo a pesar de que el estado de ánimo no
ayude a ello. No es saludable permitir que la conducta sea un
resultado del estado de ánimo.

10. Cuando no se sienta bien, procure sonreír. Cuando las cosas salgan
mal, adopte una actitud positiva. De esa forma se va construyendo
un espíritu positivo que es una mezcla de serenidad interior,
optimismo, cara amable y buen humor.

11. La realidad presenta siempre aspectos positivos y negativos. No se


detenga únicamente en lo negativo. Se elimina el pesimismo y el
derrotismo al dar relevancia, una y otra vez, a los aspectos
positivos.

12. Estar siempre alegre es el mejor regalo que puede hacerle a los
demás: sonría y mire con cariño.

13. El lenguaje anima o desanima. Por eso hablar en forma negativa –


críticas, quejas, lamentos-, no es un buen sistema de motivación,
aunque la intención sea buena.

14. Haga de la confianza una clave de su vida. Tener espíritu positivo


es el resultado de confiar en uno mismo, en los demás y en Dios.
También es el resultado de ver las realidades presentes con “ojos
de futuro”.

15. Un líder conserva la calma siempre, pase lo que pase. Las


“tragedias de niño” dan risa hoy. Igual pasará mañana con las
“tragedias de ahora”.

16. Un estado de ánimo alterado es mal consejero.

17. No conviene tomarse demasiado en serio a uno mismo, ni


considerar los defectos de los demás como ofensas personales.
Tampoco es bueno hacer tragedias de cosas sin importancia. Así se
vive tranquilo.

18. Se debe preferir como amigos a personas alegres y serenas, más


que a los “aguafiestas”.

19. Tenga los pies en la tierra y el corazón en un sueño. El entusiasmo es


el estado de ánimo resultante de poseer una visión esperanzada de la
vida. Por eso impóngase retos alentadores. “Quien no sueña está
condenado a repetir la realidad”.

Parte III: LIDERAZGO DIRECTIVO

Capítulo 18
ACTITUDES DE LIDERAZGO

1. Una actitud necesaria para ejercer un liderazgo es la de querer ser útil,


aportar, contribuir a la causa común. Los colaboradores esperan del líder
una ayuda incondicional, quieren ver en él alguien para quien los demás son
lo primero.

2. Al líder no le interesa la fama, sino ayudar a conseguir los objetivos


previstos. Y es sólo por esa razón por lo que pretende influir
positivamente en la gente con sus ideas, sus conductas y su
entusiasmo.

3. El liderazgo no puede desembocar en protagonismo, en arrogancia o


en usar a los demás en beneficio propio. Nunca es manipulación.

4. Primero las personas. El verdadero liderazgo lleva consigo acompañar


y entrenar a las personas.

5. El liderazgo implica creer en la gente, en su rectitud y en su


capacidad. Supone lo mejor de todos, no se deja llevar por pre-juicios.
Si hubiera datos que muestran lo contrarío el líder le apuesta a
trabajar por esas personas para que logren superar las limitaciones.
Para ello siempre debe haber tiempo
6. Liderar supone también esperar mucho de todos y cada uno, confiar
siempre en las personas. Sin embargo la confianza sola no es
suficiente, debe ir siempre acompañada de medidas de prudencia y
seguimiento de resultados.

7. Una persona con liderazgo tiene claro el fin que se persigue y logra
que todos lo tengan en cuenta. No se distrae en asuntos menores.

8. El liderazgo implica escuchar, tener empatía. Después hablar con


claridad, energía, con buenas maneras y en el momento oportuno.

9. El verdadero liderazgo respeta y promueve los valores. Predica con el


ejemplo.

10. Las circunstancias adversas, las dificultades, las limitaciones de las


personas, influyen en los resultados, pero no los determinan. Se trata
de manejar y conducir esos factores hacia el fin propuesto. Los
obstáculos y las dificultades estimulan, son retos. El líder no decae en
su entusiasmo, no se deja llevar por el desanimo.

11. El liderazgo o es ético o no es auténtico liderazgo. El fin no justifica


los medios. No existe verdadera efectividad si no se respetan los
principios éticos. Y eso, a pesar de que lo contrario produzca
resultados a corto plazo.

12. Una persona eficaz consigue resultados. Una persona eficiente logra
resultados con las mejores condiciones de tiempo y costos. Una
persona efectiva, además de ser eficiente, es aquella que logra “dar
en el blanco”, es decir consigue los objetivos que realmente se
necesitan.
13. Obtener lo mejor de cada persona es el arte de liderar. Y que todos lo
pongan al servicio de la misión común.

14. Lo que identifica a un líder es el deseo de trabajar con la gente para


transformarla, levantarla y encadenarla a un sueño. Así hará, cada día,
algo mayor y mejor.

15. Muchas veces se oye decir que es suficiente dar buen ejemplo en el
trabajo y que, fuera de esto, el líder puede hacer lo que quiera. ¡No!: lo
que se espera encontrar en el líder es un estilo de vida íntegro en
cualquier circunstancia. La influencia no puede ahondar mucho si el
ejemplo no es total.

16. Los pequeños conflictos son inevitables en un grupo humano. Se


deben asumir como oportunidades para construir el equipo, una
buena ocasión para ejercitar el liderazgo.

17. El liderazgo es compatible con cualquier personalidad o forma de ser.

18. No hay liderazgo sin acción, porque, en definitiva, se trata de


aportar, contribuir a solucionar problemas y a mejorar la situación
actual.

19. El líder no se conforma con ser espectador de los acontecimientos,


pues sabe que “si no es parte de la solución, es parte del
problema”.

20. Un líder sabe que cuidando los pequeños detalles se consiguen


grandes cosas.
21. Para producir resultados, un líder exige el cumplimiento de los
acuerdos y la consecución de las metas. Lo hace sin autoritarismo,
buscando el compromiso de la gente, el cual se obtiene mediante
la participación de todos.

22. En el ejercicio del liderazgo la gente es lo primero; después las


actividades y por último las cosas.

23. El Líder debe procurar estar siempre de buen humor.

24. Tener seguridad en uno mismo y al mismo tiempo poseer una mente
flexible es característica de un líder. También lo es aceptar otras
opiniones o contratiempos con elegancia.

25. La cabeza está para pensar. Cuando una persona ocupa un alto cargo,
su trabajo principal es pensar y pensar bien, ¡ojo con la “fiebre de
hacer”.

26. Enemigos internos del Líder son la envidia, el orgullo y la ambición.

27. Un trabajo esencial del Líder es preparar a la persona que lo sustituirá


en el cargo que ocupa.

Parte IV: LIDERAZGO ORGANIZACIONAL

Capitulo 29
CULTURA DEL TRABAJO

1. Una Cultura del Trabajo, como toda cultura organizacional, posee una
serie de valores implícitos y creencias básicas que determinan una gama
grande de actitudes y comportamientos hacia el trabajo. El principal rasgo
de esta cultura es el amor al trabajo, el cual debe ser valorado, apreciado y
querido.
2. Trabajar lleva implícito esfuerzo, cansancio, problemas, etc. Sin
embargo, estas dificultades son también, en última instancia, factores
benéficos para el individuo.

3. El trabajo hace madurar al ser humano. Al trabajar con valores y por


valores, la primera consecuencia, la más inmediata, es que el ser
humano crece y se desarrolla como persona. El trabajar con perfección
y con rectitud de intención proporciona una fuerte seguridad en uno
mismo.

4. Para la mayoría de las personas el trabajo es la principal fuente de


recursos económicos. Genera, asimismo, riqueza y prosperidad para
un país. Cuando alguien trabaja mucho y bien, contribuye eficazmente
al desarrollo económico propio y de toda la sociedad.

5. Toda tarea debe estar bien hecha, pues de lo contrario ni es eficaz, ni


perfecciona al hombre, ni es útil para la sociedad. “Despacito y buena
letra que hacer las cosas bien importa más que el hacerlas”, decía
Machado.

6. El trabajo es para la persona y no la persona para el trabajo. Es un


medio, no un fin. Cuando no es así, el ser humano le da un sentido
unidimensional a su vida, olvidando aspectos de tipo personal,
familiar, cultural, comunitario, etc.

7. Trabajar es una forma de servir. La felicidad humana tiene mucho que


ver con la capacidad de ser útil, de contribuir. El dinero es necesario y
conviene ser noblemente ambicioso. Sin embargo, el ser humano debe
poseer además otras metas, otros intereses, otras perspectivas.
8. Un trabajo bien hecho hace igualmente dignas a las personas que lo
realizan, aunque sean de distinta posición socio-económica.

9. Conseguir una cultura del trabajo es uno de los retos principales que
tiene todo líder.

10. Laboriosa es la persona que ama el trabajo y trata de hacerlo bien.


Además hace el trabajo con entusiasmo, de buena gana, con
empeño, aunque se esté cansado y suponga esfuerzo.

11. La laboriosidad lleva consigo el afán de aprovechar el tiempo, de


concentrarse en el trabajo y de no abandonar actividades a medio
hacer. Un enemigo de la laboriosidad es el afán de moverse mucho,
confundiendo este valor con el activismo. Pensar en las hormigas o
en las abejas ayuda a evitar la precipitación.

12. Una manera de perder el tiempo es hacer muchas cosas, dispersas,


y no acabar ninguna de ellas. Otra forma de perder el tiempo es
hacer las cosas mal, pues hay que repetirlas.

13. Laboriosidad es hacer en cada momento lo que se debe hacer, no lo


más urgente ni lo que más gusta. Primero lo Primero. Otros
enemigos de este valor son: aplazar las cosas –procastinación-,
llevar un ritmo cansino y no tener iniciativa.

14. La puntualidad es respeto por el tiempo de los demás.

15. También es respeto no interrumpir el trabajo de otros. Por eso se


deben preparar las reuniones y estudiar previamente los asuntos
antes de hablar con otra persona. Así el tiempo es más productivo
para todos.
16. Una manera de descansar cuando se está cansado es realizar una
actividad que exija menos esfuerzo. Es decir, cambiar de
ocupación.

17. Distribuir los distintos trabajos a lo largo del día y de la semana


según el nivel de dificultad y de su capacidad productiva, ayuda a
descansa conservando la eficiencia personal.

18. El trabajo cuando se hace por valores y con valores, desarrolla la


personalidad del ser humano, proporciona prestigio profesional,
incrementa las propias capacidades, sirve para sacar adelante la
familia y contribuye al bienestar social. El trabajo es una bendición
de Dios.

19. Si no se presta atención al cultivo de los valores institucionales, que


es el elemento nuclear del modo de ser de una organización, surgirá
una cultura hecha por la inercia y el azar, basada en los rasgos
personales de los directivos de turno. La cultura organizacional debe
estar por encima de las personas.

20. Un individuo, una empresa y un país, salen adelante, cuando se


trabaja por valores y con valores

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