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Identidad de Genero

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INTRODUCCION:

A pesar de los avances en el marco normativo de la Argentina, la población trans sigue


siendo objeto de actos de violencia, orientados por la discriminación ante identidades de
género no normativas. Este ensayo tendrá como objetivo poner de manifiesto cómo esa
discriminación se sostiene además en obstáculos estructurales para el acceso a derechos
básicos como el derecho a la salud, la educación, el trabajo, el acceso a la justica, la
identidad y el derecho a una vida libre de violencia, entre otros.

El termino transgénero o “trans” se utiliza para referirse a las personas que no se sienten
identificadas con el sexo-género asignado al nacer a partir de su biología. Es preciso
entender que el sexo se asigna al nacer, y hace referencia al estado biológico de una
persona como hombre o mujer, y se encuentra asociado principalmente con atributos
físicos tales como los cromosomas, la prevalencia hormonal y la anatomía interna y
externa. El género hace referencia a los atributos, las actividades, las conductas y los
roles establecidos socialmente que una sociedad en particular considera apropiados para
niños y hombres, o niñas y mujeres. Estos influyen en la manera en que las personas
actúan, interactúan y en cómo se sienten sobre sí mismas. 1 Con ello podemos concluir
que mientras que los aspectos del sexo biológico son similares entre las distintas culturas,
los aspectos del género pueden resultar diferentes.

Asi es como históricamente las clasificaciones convencionales “hombre- mujer”, en la


diversidad sexual, dan lugar a silenciar subjetividades y con ello patologizarlas,
desconociendo que esas personas tienen elecciones y dentro de ellas las de su propia
sexualidad en el campo social.

Es interesante situarse desde la perspectiva de análisis que propone , el sociólogo


francés Pierre Bourdieu la cual es perfectamente adaptable a la temática que se
desarrolla en el presente; puesto que el autor define los campos sociales como espacios
de juego históricamente constituidos, con instituciones específicas y leyes de
funcionamiento propias; espacios estructurados con posiciones, las cuales son producto
de la distribución inequitativa de ciertos bienes (capital) capaz de conferir poder a quien
los posee. De aquí que se podría pensar entonces que las personas transgéneros se
encuentran reducidas a ese campo, donde existen cuerpos visibles “normados” y deben
someter su propio cuerpo a condiciones que vulneran y violan sus derechos como
personas, para ser socialmente “aceptados” dificultándoles visualizar las consecuencias
graves para su salud, producto de la aplicación de sustancias toxicas (aceites de avión,
inyecciones de siliconas, y otras) no pensadas para ese uso, y que vienen a sustituir
cirugías estéticas en centros de salud, o ante las situaciones disciminatorias en el campo
laboral recurren al trabajo sexual como salida rápida al desempleo, siendo ello riesgoso
para su salud, puesto que ello termina en contagios y enfermedades de trasmisión sexual
lo cual termina muchas veces en la muerte, y ello puede visualizarse a datos estadísticos
1
American Psychological Association: “Las pesonas trans y la identidad de genero”.
de alto impacto: el promedio de vida , en Latinoamérica es de 40-45 años de edad entre la
población trans.2

Marco Regulativo en la Argentina:

El 9 de mayo de 2012 se sancionó la Ley 26.743 de Identidad de Género , que implica


una transformación para el reconocimiento político y legal de las identidades y
corporalidades travesti-trans. Esta ley fue producto del activismo trans argentino y de sus
alianzas políticas. El texto de la norma contempla el derecho a la rectificación de los datos
registrales cuando no concuerden con el género auto percibido de la persona; Garantiza,
además, de manera integral, complementaria, autónoma y suficiente el acceso a la salud
integral, que incluye el acceso a las hormonas y las intervenciones quirúrgicas de
reasignación genital, total o parcial.

La Ley 26.618 de Matrimonio igualitario, sancionada el 15 de julio de 2010, y la 26.862 de


Reproducción Médicamente Asistida, también forman parte de este marco normativo en el
que se inserta la Ley de Identidad de Género en la Argentina.

En el marco internacional, se destacan los Principios de Yogyakart, son una serie de


principios legales para la aplicación de normas de derecho internacional de derechos
humanos en relación a la orientación sexual y la identidad de género. Marca los
estándares básicos para que las Naciones Unidas y los estados avancen en garantizar las
protecciones a los Derechos Humanos a las personas LGBT (Lesbianas, Gays,
Bisexuales y Transexuales).

Ahora bien, lo que debemos plantearnos en este punto es:

¿LE SIRVE EL DERECHO A LA COMUNIDAD TRANS O EN RIGOR DE VERDAD


SIGUEN VIVIENDO DENTRO DE UNA ESTRUCTURA DE DISCRIMINACIÓN Y
DESIGUALDAD RESPECTO AL RESTO DE LA POBLACIÓN?

Para responder dicho cuestionamiento parece adecuado analizar las estadísticas en


nuestro país, La experiencia más cercana en el tiempo fue la llevada a cabo en el año
2012 con la primera encuesta sobre población trans , con una prueba piloto en el partido
de La Matanza, provincia de Buenos Aires, cuyos resultados fueron publicados por el
INDEC hacia fines de ese mismo año, pero tal experiencia no fue replicada en el resto del
país.3

El relevamiento concluyó que la comunidad trans de La Matanza reúne un 84% de


mujeres y un 16% de hombres. Allí, la esperanza de vida de una persona trans es de 39
años y el 98% de quienes viven en el municipio, son de nacionalidad argentina. Asimismo,
casi el 50% de quienes participaron del Censo dicen haber “expresado su identidad” entre

2
“Situación de los derechos humanos de las travestis y trans en Argentina” CEDAW. 2016
https://tbinternet.ohchr.org/Treaties/CEDAW/Shared
%20Documents/ARG/INT_CEDAW_NGO_ARG_25486_S.pdf
3
Publicación para Diario La Tinta “Ser trans en Argentina” por Lucia Sanchez.
https://latinta.com.ar/2018/03/ser-trans-argentina/
los 13-17 años y el 64% sólo tiene aprobada la primaria, un 7% comenzó los estudios
superiores pero apenas un pequeño dos por ciento terminó el terciario o universidad.

De aquí resulta interesante pensar el casi nulo acompañamiento institucional que


contaron los/las encuestados/as: en la pubertad aceptaron socialmente su identidad pero
lo hicieron en espacios que no fueron los escolares, es decir, la no presencia del Estado
en la etapa de autodescubrimiento/aceptación/reconocimiento, colabora en la
marginalización de los/las personas trans.

En cuestiones médicas, el 80% no contaba con ningún tipo de cobertura privada y un 55%
realizo algún tipo de tratamiento hormonal (pero apenas el 16%, realizo controles
médicos). Un 54% efectuó “algún cambio”: de diez entrevistas, ocho manifestaron
haberse aplicado inyección de siliconas/líquidos y dos se colocaron prótesis. El 65% no
ha podido acceder a una intervención quirúrgica u hormonal por cuestiones económicas.
Manteniendo los números, ocho de cada diez recurren al hospital público y dos de diez a
una clínica privada frente a una urgencia.

Los resultados de la estadística traducen un grave problema debido que es claro el


acotado acceso a la salud, la educación y el trabajo de las personas trans. Sin embargo,
datos mas actualizados demuestran que en legislaciones locales se han logrado
determinados avances a raíz de las repetidas luchas del colectivo trans, a saber:

La Ley 14.783 de la Provincia de Buenos Aires aprobada en 2015 establece que “una


proporción no inferior al uno por ciento de la totalidad de su personal debe ser ocupado
por personas travestis, transexuales y transgénero que reúnan las condiciones de
idoneidad para el cargo y establecer reservas de puestos de trabajo a ser exclusivamente
ocupados por ella”. Su aprobación representó una conquista porque logró que el Estado
reconociera el derecho al trabajo formal de las personas trans. La Ley incluía incentivos
fiscales y económicos para el área privada y un registro sistemático para poder modificar
los Programas existentes de manera continua. De todas formas, todavía no se ha
reglamentado su implementación.

En Rosario, el Municipio decretó, por primera vez, la contratación de cinco personas trans
como intento de formalizar su mercado laboral y la Universidad Nacional de Mar del
Plata, implementó que al menos el uno por ciento de los puestos no docentes, estuviera
ocupado por personas transexuales, travestis y transgénero.

En Salta, se presentó un proyecto de Ley de Cupo Laboral Trans en el 2015 y se obtuvo


media sanción en la Cámara de Diputados. En él se establece que el 0.5% (que
originalmente era del tres por ciento) de los trabajadores debe pertenecer al colectivo
trans. Esto en la práctica, significaría más de 300 puestos de trabajo en la gestión estatal.

Más allá de puntuales avances en materia de derecho y reconocimientos del colectivo


trans, en Argentina todavía falta mucho para mejorar la situación de las personas Trans.
El derecho es una herramienta poderosa, a la que debe reconocerle muchas de estas
conquistas, pero en la práctica diaria no se traducen sustancialmente estos
reconocimientos plasmados en los numerosos Convenios Internacionales, Leyes
Nacionales y Locales que se han logrado a través del tiempo;
un ejemplo de ello es que previo a la Ley de Identidad de Género, los hospitales públicos
carecían de políticas, y las clínicas privadas y las obras sociales se negaban a tratar a
pacientes trans. Hoy ello ha mejorado pero no sustancialmente, los datos recolectados
por organismos independientes denuncian que entre el ochenta, noventa por ciento de las
personas trans, se ha visto en situaciones violentas con médicos y todavía persiste una
demora de las gestiones privadas para la entrega de medicación y cirugías.

Gran cantidad de profesionales de la salud muchas veces reproducen prácticas


discriminatorias producto de la internalización del paradigma del modelo médico
hegemónico. Promoviendo estigmatización y cosificación al naturalizar parámetros de
normalidad/anormalidad, capacidad/incapacidad, salud/enfermedad, simplificando los
aspectos sociales. Los obstáculos para abordar la diversidad sexual están en:
incomodidad, prejuicio, discriminación, mala formación, faltas en cómo preguntar/dialogar,
heterosexismo, homofobia u hostilidad, desconocimiento de la diversidad sexual,
desinformación sobre el proceso identitario, mal manejo de la confidencialidad por parte
del personal de salud, y otros. Aun desconociendo cómo se conforma la identidad sexual,
se trata de señalar lo diferente, desde la “normalidad” para clasificarlo como enfermo. 4 Si
bien desde la psiquiatría se sacó la homosexualidad y las variables identitarias, de las
enfermedades mentales en los estándares en 1974, aun es necesaria una mirada
deconstructivista, en donde un cuerpo sexuado tradicional fijo es abandonado, las
identidades de género y sexuales se desplazan de su relación con la naturaleza dando
lugar a nuevos sexos y sexualidades. Debe entenderse que el cuerpo mismo es un
campo abierto a diversas posibilidades interpretativas; deja éste de ser entendido como
a histórico, como lo dado biológicamente, sobre la que se proyecta lo masculino y lo
femenino; y para lograr ello es preciso que la sociedad toda, tanto quienes trabajan en el
servicio médico, el aparato judicial, y quienes trabajan de forma independiente y necesitan
llenar puestos de trabajo, comiencen a pensar desde la perspectiva de género y desde
esta mirada deconstructivista.

La perspectiva de género permite reflexionar, problematizar y deconstruir los mandatos


socialmente adjudicados y revisar estereotipos del ser varones y mujeres, promover
cambios para garantizar igualdad de derechos y responsabilidades entre los distintos
sexos. Hablar de género implica revisar estructuras sobre los que se erigen nuestras
sociedades, para encontrar mecanismos y lógicas invisibles de lo que conocemos como
pautas de comportamiento, costumbres y modos de ver, sentir el mundo, relacionarnos
con los demás y de dimensionarnos a nosotros mismos. Reconstruir es revisar estructuras
sociales determinadas poniendo en cuestión aquellos roles preestablecidos y estereotipos
de género.

En tal sentido, siguiendo a Bourdieu, el concepto de habitus, entendido como


disposiciones que se vuelven "automáticas" que se encuentran incorporadas, y de las que
no somos conscientes a menos que realicemos un acto explícito de objetivación, se

4
“Análisis de la calidad en atención de la salud sexual y reproductiva de la población trans” Maestría en
Salud Sexual y Reproductiva. Sevilla Francisco.
presenta como una herramienta útil ya que, al ser el principio orientador y generador de
las prácticas, puede contribuir al estudio de la relación entre los valores presentes en una
determinada sociedad y las acciones de los individuos que orientan sus conductas y
dirigen sus miradas dentro de ese espacio social. Trasladando ello a la temática que
estamos estudiando, podría decirse que el habitus dentro de los diferentes campos
sociales existentes como el de la salud, el derecho, el ámbito laboral empresarial se
reproduce la estructura binaria hombre- mujer y ello hace que se perciba al género trans
como lo contra natura, esto es, aquello que no es normal y en consecuencia se lo excluye
de esos campos o se les dificulta su ingreso.

Ahora bien ¿Cómo contrarrestar esta situación estructural discriminatoria? en palabras de


Bourdieu, aquello necesario seria que los agentes de la sociedad tomaran conciencia a
través de un proceso de “reflexibilidad refleja” del habitus que se está reproduciendo e
intentar modificarlo. De esta manera, en la medida en que los agentes sean capaces de
dejar de reproducir el habitus imperante para dar lugar a la inserción de estos agentes a
sus campos sociales es que esta situación que vive la comunidad trans hasta nuestros
días dejaría poco a poco de ser la imperante.

CONCLUSION:

Si bien el objeto del presente trababajo fue de alguna manera mostrar el contexto en el
cual se encuentra una persona trans en nuestro país, en estas líneas finales me dedicare
a puntualizar cuales serían los puntos de mayor relevancia sobre los que debiese hacerse
un cambio estructural en nuestra sociedad para que de una vez sea perciba la igualdad
de identidades que tanto se propugna pero poco se ve en la práctica.

El primer eje en que debe centrarse es en el campo de la salud, debe asegurarse una
efectivo acceso a la misma y centrar políticas públicas y presupuesto a la eficiente
atención hacia las personas trans, capacitando al personal médico para ello y
concientizando sobre la identidad auto percibida. “La tarea como profesionales de la salud es
distinguir entre las normas que permiten a las personas vivir, desear y amar plenamente, de
aquellas que coartan sus posibilidades de vida. El compromiso con la despatologización de todas
las identidades de género es una tarea que recién comienza y continuará…” i

Seguido a ello dentro del campo laboral, como fue plasmado supra, la precariedad laboral
existente a consecuencia de la desprotección por parte del Estado del colectivo Trans es
cada vez mas preocupante. La proporción de quienes trabajan en el sistema formal es
baja y, como consecuencia, sólo 1 de cada 10 hombres y mujeres trans tiene aportes
jubilatorios. El trabajo sexual continúa siendo la salida laboral más frecuente por parte de
las mujeres trans. En consecuencia debe controlarse al cumplimiento de cupo de empleo
trans en las localidades donde ello se encuentra legislado, y procurar que en lugares
donde ello sigue sin regularse se comience a hacerse puesto que no podemos continuar
en la desidia de seguir permitiendo que estas personas no puedan optar ni acceder a un
trabajo digno y en condiciones.
El último eje que me gustaría destacar es el campo de la educación, resultaría muy
positivo que se enseñe desde el nivel primario en adelante acerca del respeto a la
diversidad y construir otro tipo de cimientos base en cabeza de niños/niñas, que puedan
auto percibirse libremente y no se sientan obligados por mandatos impuestos y
estructuras dadas. Y no solo en el ámbito de las escuelas si no también incito a la
capacitación de todas las áreas y edades para que tomen contacto con la problemática y
dejen de ser ajenos y reproducir la brecha existente en nuestros días.

Para finalizar quiero poner de manifiesto una encuesta realizada por “IPSOS” un instituto
independiente de investigación de mercado presente en mas de setenta países entre el
24 de octubre y el 7 de noviembre de 2017. Los países encuestados fueron: Argentina,
Australia, Bélgica, Brasil, Canadá, Chile, China, Ecuador, Francia, Gran Bretaña,
Alemania, Hungría, India, Italia, Japón, Malasia, México, Perú, Polonia, Rusia, Serbia,
Sudáfrica, Sur Corea, España, Suecia, Turquía y los Estados Unidos de América.

Lo que se intento fue captar las actitudes hacia las personas transgenero de la población
y en cuanto a los resultados obtenidos en nuestro país, se obtuvo que, el 78% de los
Argentinos cree que el país esta cada vez mas tolerante y abierto al tema, El 67% quiere
que el gobierno haga mas políticas para protegerlos y apoyarlos. A la pregunta ¿De
donde crees que deviene esta condición? El 54% cree que es algo natural y solo el 13%
cree que se debe a algún tipo de enfermedad mental.

Con ello quiero plasmar que estamos dentro de un cambio de paradigma, y con ello se
están cambiando los conceptos referidos al género y todas las clasificaciones pasadas,
poco a poco están quedando obsoletas porque las personas se autodefinen
constantemente. Hay tantos géneros como personas existen y se auto determinan y es
deber de todos, esto es, quienes participan del colectivo trans y quienes no, de aprender a
convivir en un mundo diverso en el que todos podamos tener igualdad de oportnidades en
lo material.
i
Transgénero: “El punto ciego de la ciencia” Lo que no vimos (o no quisimos ver) .Por Adrián Helien
http://www.concienciahumana.org/2015/07/transgenero-el-punto-ciego-de-la-Ciencia.

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