Sonoterapia
Sonoterapia
Sonoterapia
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Armonizacion de los 7 Chakras con cuencos tibetanos
La música y el canto son sumamente curativos. se ha demostrado con la experiencia
y la practica la correspondencia entre las notas musicales, el color, las frecuencias
planetarias, los pesos atómicos de los elementos y el sistema energético humano.
La mayoría de las personas no emiten ciertas frecuencias sonoras en su voz. Esta
carencia se relaciona con tensión física o emocional y enfermedades crónicas o
potenciales. Cuando escuchamos las notas faltantes, coadyuvamos a que el proceso
curativo de la persona se realice en forma natural.
La Sonoterapia propone 10 sonidos compuestos en función de una nota musical
especifica y sus frecuencias asociadas. Para su interpretación se ha optado por
instrumentos acústicos de gran resonancia armónica preparados según las
costumbres de los monjes tibetanos
Como constante sonora encontramos al didjiridú, instrumento aborigen de origen
australiano, que junto con el arpa, las campanas tibetanas, los cantos sobretonales y
los sonidos de ballenas inducen a un estado cuasi-hipnótico sumamente relajante.
Tararea la nota base, canta los mantras que se incluyen en cada melodía, escucha la
música como un bálsamo de notas o un baño de sonido...
“El sonido afecta cada átomo del cuerpo, ya que todos ellos tienen resonancia”
Hazrat Inayat Khan.
El sonido tiene el poder de modificar la materia, especialmente cuando se le
imprimen intencionalidad y dirección. El músico terapeuta Jonathan Goldman nos da
la siguiente fórmula:
FRECUENCIA+INTENCIÓN=CURACIÓN
La falta de esta frecuencia se asocia con problemas en las siguientes áreas y/o las
afecciones crónicas o potenciales que se mencionan a continuación:
Cuerpo físico:
Sistema nervioso, respuestas psico-motoras finas, purificación de la sangre,
epilepsia. También asociado con: herpes, sífilis, lupus, enfermedad de Lymes,
paratiroides, circulación capilar fina (oído, ojos), bioquímica de la circulación,
artritis, metabolismo.
Cuerpo emocional:
Tiende a sentirse mártir, piensa que merece más pero no sabe cómo recibir sin
sentirse egoísta, padece de atención dispersa.
Precaución: Los instrumentos y sonidos de esta grabación han sido elegidos por sus
extraordinarias cualidades musicales y su amplio rango de resonancia, lo cual es la
base para una curación armoniosa. Pueden inducir un estado cuasi-hipnótico
sumamente relajante. No se recomienda que se escuche en el automóvil
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TERAPIAS ENERGÉTICAS Y VIBRACIONALES
La Física moderna nos enseña que lo que hace diferente a la materia de la energía
es, exclusivamente su nivel de vibración, es decir, su frecuencia. Si contemplamos la
realidad desde el continuum vibracional que vincula a la materia con la energía
podríamos asegurar que todo tipo de interacción es vibracional, energética. De igual
forma podríamos decir que todo tipo de intervención terapéutica es energética y
justificar que, las reacciones puestas en marcha por un medicamento con
propiedades farmacológicas y bioquímicas particulares, son, igualmente, energéticas.
Sin embargo, mencionaremos de manera somera y enunciativa, aquellas vertientes
terapéuticas y sistemas médicos que más directamente tienen que ver con el manejo
de la energía vital y sus modulaciones en el seno del organismo humano.
La Sanación espiritual es la reina dentro de las terapéuticas energéticas y
vibracionales. Todas las modalidades de acceso energético al ser humano tienen su
origen en alguno de los principios básicos de la sanación espiritual. El principio
fundamental en el que se basa, es la consideración del ser humano como un ente
participante de una realidad física y una realidad espiritual. El estado de salud o
enfermedad de la personalidad humana que incluye el cuerpo físico, el cuerpo
etérico, el cuerpo astral (emocional) y el mental inferior, está determinado, muy
frecuentemente por el grado de fricción que existe entre el alma y la personalidad y
el punto en el que se inscribe ésta fricción.
La función de la existencia es el aprendizaje, la función del aprendizaje es el
desarrollo de una personalidad integrada en un cuerpo sano que permita, en todos
los campos de la existencia, la expresión de la luz del alma y la realización del
propósito de la existencia. La enfermedad se entiende entonces, como un reflejo de
la fricción entre el alma y la personalidad, como una oportunidad de aprendizaje y
crecimiento.
Desde la perspectiva de la sanación espiritual, se considera la existencia de siete
principales centros de control y distribución de la energía en el organismo, los siete
chakras principales. También se reconocen 21 centros o chakras secundarios y otros
49 chakras menores o accesorios. Cada uno de los chakras principales, está
íntimamente relacionado con una función orgánica y emocional a través de una
glándula del sistema psiconeuroinmunohumoral (sistema que incluye en un todo
concertado, el sistema nervioso, el inmunológico o de defensa y el endocrino).
La sanación espiritual, utiliza muchas técnicas terapéuticas para desbloquear los
puntos de fricción mencionados. La característica fundamental que unifica estas
prácticas, es que el terapeuta las realiza desde una conciencia orientada hacia el
alma, que busca siempre, interpretar y aplicar de manera amorosa e inteligente el
propósito de evolución relacionado con cada paciente y su situación particular. Por
tanto, en ocasiones, una palabra bien dicha y en el momento adecuado puede generar
transformaciones profundas dentro de un paciente, una técnica de meditación y
visualización simple, orientada hacia el núcleo de fricción y su liberación, la
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imposición de manos, el masaje etérico, los transplantes energéticos, la utilización
de formas geométricas y mandalas, la entonación de mántrams, la meditación, las
técnicas de polaridad, el Reiki, el toque terapéutico (Therapeutic Touch), la oración
individual o grupal…todo este arsenal terapéutico utiliza la sanación espiritual para
reorientar el camino de la evolución del paciente y del terapeuta, porque, dentro de
la perspectiva de la sanación espiritual, paciente y terapeuta son una unidad
indivisible que mutuamente se apoya y crece conjuntamente.
Dichas técnicas incluyen:
La Cromoterapia, utilización de la luz con fines terapéuticos descompuesta en
aquellos colores que resuenan con una función orgánica perturbada o con un chakra
alterado. Cabe anotar que la cromoterapia puede ser física (lámparas de colores etc)
o mental, en la cual, el terapeuta visualiza los trayectos energéticos comprometidos
y los estimula con el color necesario desde su propia estructura radiante.
La Sonoterapia o musicoterapia, que utiliza sonidos, es decir, estímulos
audiofrecuenciales o trozos musicales concretos que se encuentran en resonancia
con aquellos bloqueos energéticos que en el paciente producen la enfermedad y los
resuelve. Se pueden utilizar instrumentos generadores de sonidos, la voz del
terapeuta, la voz del paciente, o la imaginación de un sonido o mántram determinado.
Las técnicas de polaridad incluyen una gran variedad de posibilidades terapéuticas
basadas en la transmisión de energía a través de las manos. En este caso, la mano
izquierda es receptora y la mano derecha emisora; colocándolas en puntos diversos
de la geografía humana, pueden reestablecerse circuitos de flujo energético
bloqueados. Normalmente la mano izquierda se coloca en la zona de fuga y la
derecha en la zona de vacío. Pueden colocarse en contacto directo con el paciente o
a una cierta distancia del cuerpo.
El Reiki, desarrollado en el Japón, funciona a partir de la sintonía del terapeuta con
la fuente de energía universal. Este se convierte en un canal de flujo de esta energía
y a través de la imposición de manos, el dibujo y visualización de símbolos sanadores
y el alineamiento de la intención, reestablece el equilibrio energético en el paciente.
Otras técnicas energéticas y vibracionales que utilizan vías similares son el toque
terapéutico, la oración, la meditación, la sanación a distancia, ya sea a partir de la
simple visualización o de la utilización de instrumentos concretos como en el caso de
la radiónica
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El término “Verbo” se refiere claramente al sonido, que es la fuerza divina o fuerza
creativa del universo. El vocablo AUM, conocido generalmente como Om en la
tradición hindú, se consideraba el sonido impulsor de la formación del universo.
Nuestros científicos modernos, en una típica demostración de suficiencia, sugieren
la teoría del “Big Bang” que, sin duda alguna sería el sonido más grande con el que
podríamos tropezar.
Lo cierto es que nuestra ciencia moderna occidental es la que aporta las evidencias
más convincentes en lo referente al poder del sonido sobre la configuración y
transformación de la materia; lo que constituye el fundamento de su capacidad
curativa.
Sabemos con toda certeza, como también lo sabían los antiguos, que todo el universo
está formado por átomos. Cada átomo está formado por un núcleo (neutrones y
protones) y un electrón o electrones que giran a gran velocidad alrededor del núcleo.
El número de cada una de estas partículas difiere según la naturaleza de la materia.
El movimiento de giro de los electrones origina un compás o cadencia que crea una
onda; onda que es posible distinguir mediante nuestra percepción
humana como forma o materia. Siempre que coexisten cadencia, onda y forma, se
produce Sonido. Este conjunto recibe el nombre de la “Ley de los tres”. No es difícil
relacionarlo con otros conjuntos o tríos como el de la “Santísima Trinidad”, así como
otros grupos de tres divinidades o aspectos que también se da en otras religiones y
culturas.
Si comparamos la distancia de los electrones al núcleo de cualquier átomo,
descubriremos que resulta proporcional a la de la Tierra al Sol (de aproximadamente
220 millones de Km). En otros términos, lo que nuestros sentidos humanos perciben
como materia, no es otra cosa que un conjunto de campos electromagnéticos
resonantes, estrechamente vinculados e interpenetrados : en resumen una
manifestación densa de SONIDO (con mucho espacio intercalado). Toda la materia
es sonido y emite sonido, aunque dichos sonidos se encuentren, en su mayoría, fuera
de nuestro limitado sentido físico de la audición.
Nuestros cuerpo físicos, por consiguiente, son también campos electromagnéticos
resonantes, como también lo son nuestras auras, ambos generados por los átomos
que nos configuran. La ciencia de la cimática demuestra de forma visual el modo en
que el sonido configura la materia. La cimática consiste en el estudio del fenómeno
de las ondas, y fue “descubierto” (como también se afirma que Colón “descubrió”
América), en la década de los 30 por el científico alemán, Dr. Hans Jenny. Sus
experimentos demostraron que, si se colocan polvos finos, arena y virutas de acero
sobre una lámina de metal y se les aplica una vibración de ondas acústicas, dichas
partículas se organizaban formando patrones intrincados. Las diferentes sustancias
se concentran en los senos o depresiones de las ondas acústicas, destacando de ese
modo el lugar donde el sonido es más denso. Estos sorprendentes patrones, también
conocidos como figuras Chalynadi, configuran, en el caso de los sonidos armoniosos,
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mandalas geométricos simétricos. En algunos casos no son simétricos, sin embargo
resulta fascinante su contemplación.
Nosotros estamos vibrando constantemente. Cada molécula, célula,tejido, órgano,
glándula, hueso y fluido de nuestros cuerpos tiene su propio índice (coeficiente) de
Vibración. Lo mismo ocurre con cada chakra y cada estrato de campo
electromagnético, o aura. Estos puntos y campos de energía son de igual importancia
para el cuerpo físico, aunque menos densos. En cierto sentido reflejan el estado del
cuerpo físico aunque, lo que es más importante, el cuerpo físico refleja el estado del
aura. La ciencia de la cimática prueba más allá de toda duda, que cualquier sonido
cercano al organismo humano originará un cambio físico en el interior del organismo
y sus campos electromagnéticos. Este cambio puede que solamente sea temporal,
pero mientras perdura es posible que provoque ciertos factores muy poderosos y
mágicos. Este es el momento de la sanación.
La terapia del sonido se fundamente en este principio de “resonancia en simpatía o
solidaria”. El término resonancia se refiere al índice vibratorio de un objeto, y la
resonancia solidaria o en simpatía se refiere al hecho de que un objeto vibrante
provoca una vibración acompasada en otro; dicho de otro modo, el índice de vibración
de un objeto se iguala al índice de vibración de otro objeto. Así es como actúa la
cimática, y a esto se debe también el hecho de que algunas
cantantes de ópera sean capaces de romper objetos de cristal con sus voces, o de
que el ruido de los vehículos en circulación provoque el traqueteo de sus muebles. Ya
hemos demostrado que cada parte del cuerpo y sus campos están vibrando. Es, pues,
lógico que cada parte del cuerpo, se trate de un órgano o de un chakra, tenga una
frecuencia (índice de vibración) óptima, sana.
Cuando estamos enfermos, se debe a que alguna parte de nosotros no está vibrando
en armonía consigo misma, con las demás partes o con el entorno. Esta disonancia o
enfermedad puede sanarse con sonido y voluntad (intención)’ devolviendo a las
partes enfermas su frecuencia sana.
Al dirigir el sonido correcto hacia nosotros mismos, o hacia la persona que desea ser
curada, podremos regresar a una vibración óptima, sana.
La mayoría de las enfermedades empiezan en uno de los cuerpos sutiles.
Nuestros pensamientos, emociones y programación negativos adoptan una forma
densa, a modo de patrones de energía cristalizados en nuestros campos etéricos.
Esos patrones cristalizados van penetrando gradualmente, hasta que, en última
instancia, se manifiestan como la enfermedad física en el cuerpo, nuestro campo
electromagnético más denso. El sonido es capaz de disolver estas cristalizaciones o
energías potencialmente dañinas mucho antes de que lleguen al cuerpo físico. Lo cual
no es otra cosa que medicina preventiva en su estado más puro.
Los terapeutas del sonido, en cuya categoría incluyo a los chamanes, sangomas,
ciertos monjes y todos los que de manera regular emplean el sonido para sentirse
mejor, o para ayudar a otros a que se sientan mejor, cuentan con muchos recursos a
su disposición. Los terapeutas del sonido occidentales utilizan una combinación de
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voz e instrumentos acústicos y sagrados de distintas culturas. Un conocimiento
funcional del sonido, intención, intuición y energía provocará cambios poderosos en
cada nivel de nuestro ser. Se trata de una terapia holística que actúa en los estratos
físico, emocional, mental y espiritual.
Uno de los recursos de sanación por medio del sonido conocidos es la antigua técnica
del canto de armónicos. Sus orígenes se sitúan en Asia central, donde ha sido
practicado desde hace siglos por chamanes de las razas turkic de Mongolia y Tuva,
en Sudáfrica lo practican las mujeres Xhosa y en el Tíbet, donde sólo lo emplean los
lamas. También se ha convertido en una bella forma de expresión musical. Conocido
como hoomï o khoomeï en Asia, nqokolo por los Xhosa o canto de armónicos en
occidente, se trata de una técnica mediante la cual una sola persona canta dos, tres
y hasta cuatro sonidos simultáneos.
Por medio de la intención encauzada y empleando el máximo de resonadores posible
dentro del cuerpo y el cráneo, es posible amplificar los armónicos (los tonos
parciales que componen la voz) o sobretonos del tono fundamental que se está
cantando. Esos armónicos se perciben como tonos por encima del bordón bajo (nota
fundamental de la voz) en forma de tonos nítidos similares al sonido de una
flauta o al tintineo de las campanas.
El “canto de la voz grave” de los monjes del Tíbet y los mongoles, que pocos
occidentales hemos dominado, crea un bordón fundamental secundario, ya sea en la
faringe o en las falsas cuerdas vocales, que permite la amplificación de un segundo
armónico, configurando un total de cuatro sonidos simultáneos. No se trata
simplemente de una forma de acrobacia vocal. Al emitirlos se configura una onda
muy poderosa que actúa en diversos niveles. Los tonos fundamentales o bajos de la
voz actúan principalmente sobre el cuerpo físico, mientras que los armónicos, que
podríamos denominar el arco iris de la voz, actúan sobre los cuerpos sutiles. Estos
sobretonos, como si de rayos láser se tratara, disuelven y dispersan las
cristalizaciones de energía potencialmente dañinas del aura, evitando así que
alcancen el cuerpo físico.
Los instrumentos acústicos como el didjeridu, los cuencos cantores tibetanos, gongs,
monocordio y tampura, operarán del mismo modo que lo hace la voz, pues todos ellos
poseen armónicos audibles. Sin embargo, la voz es mucho más poderosa pues
transmite la intencionalidad de un modo más directo de lo que se consigue a través
de cualquier instrumento. Los instrumentos e ingenios electrónicos no poseen todo el
registro de armónicos y, en consecuencia, tienen un potencial terapéutico muy
limitado.
Mediante el empleo regular del sonido combinado con la intención, podemos empezar
a vibrar de manera más rápida, a un nivel celular o molecular. Esto recibe el nombre
de “subir la frecuencia”. Un índice de vibración más elevado crea mayores espacios
entre las células, lo que las hace menos densas, evitando que las energías negativas o
ajenas se nos adhieran fácilmente.
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El médium norteamericano Edgar Cayce predijo en la década de los 30 que el sonido
sería la medicina del futuro. Y el futuro ya está aquí.
¡Levantemos nuestra vibración para ponernos en armonía con las
energías de este Nuevo Milenio!
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con la naturaleza que les rodea, imitando los sonidos de animales, del viento en las
montañas nevadas y de varios pájaros. También, a través de esto tipo de canto,
comunican con los espíritus de la naturaleza.
En Tíbet, los monjes utilizan “ el canto de la voz grave” para entonar sus oraciones.
Esta técnica de canto de armónicos permite a una persona cantar 3 o 4 sonidos
simultáneos, cada sonido armónicamente relacionado con la nota fundamental (es
decir la nota base de la voz) y produce una onda sonora muy poderosa que afecta la
consciencia en muchas maneras beneficiosas.
En la actualidad, cantantes de Oriente y Occidente emplean estas técnicas para
crear sus propias armonías, sin embargo no es preciso tener conocimiento musical.
Todos las pueden aprender.
Los cuencos y campanas tibetanas nos recuerdan que el poder sanador de la
vibración y el sonido se han utilizado desde el comienzo de los tiempos.
Los mitos narran la historia de cuencos construidos con metales de meteoritos
encontrados en las cimas de los Himalayas, leyendas y misterios que se entretejen
en el silencio que los monjes preservan sobre el uso original de los Cuencos.
El Masaje Vibracional es una técnica de armonización natural que actúa sobre los
planos físico, emocional, mental y espiritual.
Durante la sesión, el sonido los cuencos inducen a La serenidad que transmiten sus
sonidos armonizadores y las suaves vibraciones que provocan inducen a una sensación
de bienestar y promueven una profunda y efectiva relajación.
Los tonos de los cuencos cantores crean un balance energético y sincronizan los
hemisferios cerebrales, produciendo un centramiento .... ellos aquietan y aclaran la
mente y permiten al cuerpo experimentar la experiencia de liberación,
reordenamiento o estimulación.
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Cada órgano es sutilmente afinado recuperando su ritmo armónico.
Es que la acción de los Cuencos produce una profunda limpieza a nivel celular,
liberando antiguas memorias impresas en nuestras células, que son las que nos
inducen a repetir hábitos y comportamientos poco saludables, nuestras adicciones
emocionales....
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El Sonido es Energía
El Sonido es Color
El Sonido es Forma
El Primer disco o volumen uno trae sonidos únicos que trasmiten una
frecuencia determinada que afecta y trabaja a un chakra en especial,
Incluyo dentro de cada disco además de las siete pistas un sonido especial en
el principio (pista 1) que te llevara a relajar y enfocar para luego iniciar la
secuencia desde el primer chakra hasta el ultimo al final pista 9 y 10 de cada
disco propongo sonidos que te llevaran regresar al aquí y el ahora así como
aterrizar y conservar el efecto que se produjo con la experiencia
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pistas Volumen 1
Pistas Volumen 2
Instrucciones de Uso,
Busque una forma cómoda en algún lugar donde cuente con un equipo de sonido e
inicie el programa del disco pista por pista en orden del 1 al 10 o la que
seleccione usted dejado que cada sonido trabaje y penetre en sus sentidos y
permita que la vibración traspase Es posible que algunos sonidos sean mas
comodos que otros durante las primeras sesiones al final lograra la
armonizacion y tolerancia buscada el sonido debera estar en volumen medio ni
muy alto ni baja . No se use audifonos ni lo use en su auto cuando este en
movimiento
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