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Literaturas Indigenas PDF

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UNIVERSIDAD DE EL SALVADOR

FACULTAD MULTIDISCIPLINARIA DE OCCIDENTE

DEPARTAMENTO DE CIENCIAS SOCIALES FILOSOFÍA Y LETRAS

SECCIÓN DE LETRAS

“INVESTIGACIÓN DOCUMENTAL SOBRE LAS LITERATURAS INDÍGENAS Y


PREHISPÁNICAS CENTROAMERICANAS”

CÁTEDRA:

GRAMÁTICA HISTÓRICA II

CATEDRÁTICO:

MTR. FRANCIS MEJÍA LOARCA

ESTUDIANTE:

SAYES IBARRA, ALLAN ANTHONI

MARZO DE 2019, SANTA ANA.


Índice

INTRODUCCIÓN .................................................................................................................. 3
1. PANORAMA DE LA LITERATURA MESOAMERICANA ....................................... 4
1.1 Los textos indígenas mesoamericanos y los estudios de la cultura .............................. 5
1.2 Valor literario de los textos indígenas mesoamericanos ............................................... 6
1.3 limites del territorio mesoamericano ............................................................................ 9
2. LITERATURAS INDÍGENAS MESOAMERICANAS .............................................. 10
2.1 Los códices.................................................................................................................. 12
2.2 Los Textos Mayas ....................................................................................................... 13
2.2.1 El Popol Vuh ........................................................................................................ 13
2.2.2 Los libros del Chilam Balam ................................................................................ 14
2.2.3 El Rabinal Achí .................................................................................................... 15
2.2.4 Los Cantares de Dzitbalché ................................................................................. 16
2.2.5 Anales de los Cakchiqueles .................................................................................. 17
3. TEXTOS HÍBRIDOS: EL GÜEGÜENSE .................................................................... 17
3.1 El Güegüense como texto de protesta colonial .......................................................... 18
1. LOS CHIBCHAS EN CENTROAMÉRICA ................................................................ 19
4.1 Mitología ..................................................................................................................... 20
4.1.1 El fuego ................................................................................................................ 20
4.1.2 El Sol y La Luna.................................................................................................. 21
4.1.3 Estratos del universo y el alma ............................................................................. 21
4.2 Tipología de los cantos chibchas ............................................................................. 22
CONCLUSIONES ................................................................................................................ 24
BIBLIOGRAFÍA .................................................................................................................. 25
INTRODUCCIÓN

III
1. PANORAMA DE LA LITERATURA MESOAMERICANA

El fenómeno de la literariedad para considerar literario un escrito o documento, se


ha impuesto a Centroamérica a partir de la violenta Conquista y la Colonialización de
Mesoamérica que terminó con la destrucción de los conocimientos, historias y formas
culturales de los grupos indígenas que habitaron la zona geográfica que actualmente
corresponden a los países del sur de México, Guatemala, El Salvador, parte de Honduras,
Nicaragua y Costa Rica. Así pues, la literatura existe a partir del lenguaje; los grupos
indígenas que habitaron la zona durante el periodo prehispánico poseían un vasta tradición
literaria acentuada en los diferentes dilectos y lenguas de los grupos nativos. Entonces, se
reconoce el valor literario que poseen los escritos indígenas ya que son las evidencias que
validan la existencia de pueblos nativos en Centroamérica, además, son estos escritos
literarios los que permiten conocer y entender el pensamiento y la cosmovisión de los
pueblos indígenas.

El valor literario que adquiere la literatura contemporánea, radica en lo eficiente que


es al mostrar una realidad de la sociedad; es decir, a partir de una muestra literaria, el lector
puede entender el pensamiento del autor y conocer las situaciones reales que se plantean
dentro del discurso narrativo, por ello, el acceso a la literatura indígena permite vincular
creencias contemporáneas con las creencias ancestrales de estos pueblos. Sin embargo, para
hablar de una literatura indígena es primordial establecer los criterios a considerar para
ubicar una obra dentro de esta categoría. Así pues, Zavala (1996), señala:

Las literaturas propiamente indígenas lo son, tanto por su pertenencia


étnica de su productor (individual o colectivo, actual o pasado identificable o
anónimo), como por la naturaleza de sus textos que se construyen sobre la base
de los discursos propios de los pueblos, e incorporan las formas de creación
verbal y temas que les son propios (p. 102).

Entonces, no todo contenido que hable sobre lo indígena debe ser considerado como
parte de la literatura indígena. La idea que Zavala (1996) nos señala, está más enfocado en
los autores y el contenido de la literatura indígena, basada a su vez en la experiencia y
lengua del pueblo nativo. Por otro lado, Oviedo (1995), sostiene que lo llamado “literatura

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indígena” nace a partir del planteamiento de cuestiones religiosas y cosmogónicas.
Entonces, la literatura indígena prehispánica obedece en primer lugar al carácter
cosmogónico, es decir, entender el origen del mundo y el fin de la creación del hombre; con
esta última idea: la finalidad, nace de algún modo establecer reglas, ceremonias y rituales
que los indígenas celebran y se dejan regir por los escritos sacerdotales. Eso misma aborda
Oviedo (1995), al señalar que la literatura indígena pueda tener “una intensión
moralizadora o pedagógica para guiar la conducta de la masa” así pues, la literatura
indígena en un principio servirá para poder “guiar” el pensamiento prehispánico. No
obstante, actualmente se estudian las literaturas indígenas a partir de una perspectiva
descolonizadora que permita entender a los pueblos centroamericanos sus raíces y culturas
prehispánicas.

1.1 Los textos indígenas mesoamericanos y los estudios de la cultura

El carácter que poseía la literatura dentro de las tribus prehispánicas estaba


rotundamente ligado a lo ceremonial y los temas abordados estaban ligados no solo a lo
individual sino a lo colectivo; además, la literatura “tenía un fuerte aliento colectivo y
cumplía su función dentro de un contexto más vasto, en el que lo esencial era conservar la
memoria de ciertos hechos, personajes, o imágenes” (Oviedo, 1995, p. 33). Entonces, si el
objetivo de la literatura indígena era preservar la memoria de los pueblos, ¿Por qué son
pocas las veces que estos temas son abordados en el sistema educativo?

El tema de la literatura indígena y los sistemas educativos actuales de


Centroamérica tienen cierto interés a partir de los estudios culturales. Para ello, Zavala
(1996), brinda una introspección sobre las ideas políticas y los estudios precolombinos. Así
pues, la autora señala, durante el siglo XX, el auge de un pensamiento conservador
predominante; entonces, el valor de la cultura indígena se encuentra relegado por el
pensamiento eurocentrista:

Estos trabajos aseguran que el arte indígena careció de la vitalidad que le


hubiera permitido conformar una vertiente cultural en Centroamérica, durante el
periodo colonial y posteriormente. Dejan de lado así el etnocidio soterrado y

5
abierto que ha privado a estos pueblos de su condición de sujetos históricos (p.
103).

Lo que la autora trata de señalar es la des legitimización de la tradición literaria


precolombina y además, niegan la integración a la modernidad literaria; modernidad que
inicia con la llegada de los españoles. Así pues, se observa una discriminación al quehacer
literario indígena, negando el valor cultural y la influencia que el pensamiento maya ha
ejercido durante la formación de nuevas generaciones. También, Oviedo (1995), observa
que el carácter religioso de las obras indígenas, impidió que está alcanzara mayor
proliferación: “el mundo precolombino mantuvo sus expresiones literarias estrechamente
ligadas a las necesidades de la comunidad, definidas e interpretadas por las castas o clases
que ejercían el poder político” (p. 33). Esta idea explica de algún modo que el contenido de
la literatura indígena estaba destinado solo para la comunidad, y eran los jefes o sacerdotes
quienes interpretaban estos textos para poder regir la conducta (cultivos, matrimonios,
celebraciones, rituales etc.) de los demás miembros de la tribu.

1.2 Valor literario de los textos indígenas mesoamericanos

Es innegable el valor literario que adquieren las muestras indígenas actuales para
poder interpretar las formas de vida de los indígenas prehispánicos. Además, nos sirven
para establecer vínculos con creencias actuales que se remontan a la época precolombina.
Sin embargo, hay entre los teóricos, una gran discusión sobre la validez de la literatura
indígena, es decir, si existen caracteres para denominarla literatura, protoliteratura o
mitopoesía. Por su parte Oviedo (1996), habla de “formas mitopoéticas” señalando la
ausencia de la escritura y enfatizando el carácter pictográfico o jeroglífico de los códices
prehispánicos.

Las civilizaciones indígenas desarrollaron un avance científico, cronológico y


astronómico, sin embargo, no hubo un desarrollo en cuanto a la escritura por lo cual las
obras indígenas, los códices se plasmaban en formas pictóricas. Así pues, el autor sugiere
que los “textos” que hoy conocemos como literatura fueron posibles gracias a la
textualización iniciada en la Conquista, pues antes de este periodo, dichos “textos”
pudieron tener otro valor no literario pero si sagrado. Entonces, no se puede hablar de una

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literatura indígena que pueda clasificarse en las categorías occidentales: épica, lírica,
dramática; pues el contenido de la literatura precolombina es una mezcla de varias
categorías literarias.

Entonces, la escritura y el alfabeto latino permitió el desarrollo de la literatura


indígena, sin embargo, esta literatura como señala De la Garza (1992), tenía un propósito:
preservar los conocimientos indígenas ante el pensamiento colonizador y adoctrinamiento
en la fe cristiana. Si bien todo mito parte de una explicación fantástica de la realidad es
innegable el valor literario que tienen los textos indígenas. Sin embargo, esta validez solo
se adquiere gracias a la transcripción fonética a la lengua castellana. Por ello, Oviedo
(1996) reconoce la labor de los cronistas españoles que se interesaron por conocer las
formas culturales de los pueblos indígenas:

Su difusión y asimilación por la moderna sociedad surgida de la conquista


fue posible sólo gracias a su transcripción fonética a la lengua castellana (o a las
aborígenes), llevada cabo por cronistas, predicadores, indios adiestrados en la
lengua del invasor y letrados curiosos por descubrir los misterios de las
civilizaciones americanas (p. 35).

La textualización de los documentos precolombinos permitió conocer algunos


aspectos de la cultura indígena. La colonia logró que el indígena se integrara al mundo
occidental así, el indígena consiguió a través de una escritura latina, conservar lo propio, su
historia, sus creencias en muestras literarias que hoy se consideran canon en la literatura
centroamericana, como observa De la Garza (1992): “algunos hombres mayas, lejos de
abandonar su herencia cultural aprovecho el aprendizaje del alfabeto latino para escribir, en
su propia lengua nuevos libros, que recogieron datos consignados en sus antiguos códices y
las tradiciones orales que eran complementos” (p. 10). Por lo tanto, si hay que entender el
valor literario que adquieren los textos indígenas productos dentro del periodo colonial.

A este punto se ha dialogado sobre el valor que tienen los textos mesoamericanos,
sin embargo, es necesario plantearse cuales textos pueden entrar dentro de esta
clasificación. No todo texto que aborde un contenido relacionado a los indígenas puede
considerarse propiamente mesoamericano. El afán de conservar sus tradiciones, ritos y

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ceremonias hizo que los indígenas elaboraran nuevos libros en lengua de los españoles,
dejando de lado la utilización de su lengua y olvidando así los códices sagrados; esto último
ocasionó que los intérpretes de sus códice fueran disminuyendo hasta su total desaparición,
como consecuencia de la destrucción de la mayoría de los códices se perdieron los
conocimientos plasmados. Además, con la desaparición de los intérpretes nativos, se vuelve
imposible entender los códices mayas aun preservados: el Dresde, el Peresiano, y el
Trocortesiano (Madrid). Por otro lado, también resulta una difícil tarea poder designar
cuales textos entran dentro de la literatura indígena mesoamericana; por ello, De la Garza
(1992), brinda una serie de criterios a considerar para designar a un texto como indígena.

Textos indígenas Textos no indígenas


 Textos escritos por hombres mayas.  Textos mayenses sin contenido
 Escrito en lengua mayense. indígena (registros eclesiásticos,
 Contenido de tradición maya catecismos, himnos, gramáticas y
prehispánica. diccionarios).
 Textos sobre tradición maya
prehispánica escritos por frailes,
soldados y encomenderos españoles.

Datos obtenidos de De la Garza, 1992, pp. 10-11

A partir de la clasificación que hace De la Garza (1992), se puede partir para una
investigación documental sobre algunos de los textos prehispánicos que actualmente
adquieren un valor para conocer e interpretar en pequeños rasgos la forma de vida de los
pueblos mesoamericanos. Dentro de la vastedad de pueblos que habitaron el territorio
centroamericano destacan a grandes rasgos los pueblos mayas, quichés, cakchiqueles,
Chibchas, Toltecas entre otros, y son a estos pueblos a quienes se les atribuyen algunos de
los textos coloniales de carácter indígena.

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1.3 limites del territorio mesoamericano

Para el Kirchhoff (1975), antes de la conquista, se puede afirmar que Mesoamérica


estaba conformada por una serie de tribus que se clasifican en cinco grupos:

 Tribus con idiomas no clasificados: tarascos, cuitlateca, lenca etc.


 Tribus de la familia lingüística maya, zoque y totonaca .
 Todas las tribus, excepto las familias otomí, chochopoloteca y mixteca.
 Todas las tribus de la familia nahua.
 Todas las tribus de las familias tlappaneca-subtiaba y tequisisteca.

Ahora bien, la familia nahua se unió a Mesoamérica gracias a tener muchos


parientes lingüísticos más o menos cercanos fuera de Mesoamérica, además por sus
tradiciones acerca de varias inmigraciones desde el norte, demuestra haber desempeñado
dentro de nuestra zona un papel histórico y muy distinto de las tribus lingüísticamente
todavía no clasificable que parecen carecer de parientes lingüísticos a razonable distancia
de Mesoamérica, lo que hace pensar que las familias maya, zoque, totonaca etc. no solo
radican desde mucho tiempo dentro del territorio, sino que tal vez hayan desempeñado un
papel importante en el proceso mismo de su formación.

El sub-grupo otomangue (familias otomí, chocho-popoloca, chorotega y mixteca)


no da la impresión de tener un papel importante en la formación de Mesoamérica como el
grupo maya-zoque , sino que parece probable que haya entrado en la órbita de Mesoamérica
cuando ésta ya existía como conjunto cultural. La apreciación del papel de cada familia o
grupo lingüístico en la historia de Mesoamérica, junto con la solución del problema de
determinar desde cuando existe esta superárea cultural y cuál ha sido su expansión
geográfica y cuales sus focos culturales en diferentes épocas, requiere de estudios ya
emprendidos sobre las distribuciones culturales en el momento de la conquista, más
excavaciones en regiones que en el momento de la conquista quedaban fuera de
Mesoamérica pero que en tiempos anteriores formaban parte de ella entre otros estudios
para diferentes épocas precolombinas (Kirchhoff, 1975).

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Así pues, para la época de la conquista , las ultima tribus de la cultura
mesoamericana incluía: por la frontera del sur, a los grupos siguientes: los chol-chorti, los
lenca, los subtiaba, los nicarao y los chorotega-mongue; por otro lado, en la frontera
norte, se incluyen a los huaxteca, los mexicanos de Meztitlan, los otomí y mazahua, los
tarascos, los coca, parte de los zacateca, los tepehuanos, entre otros. Todos estos pueblos
son tan mesoamericanos tanto en su cultura y formas de vida; estas similitudes se
observan en el cultivo de chile, camote y árboles frutales, la domesticación de patos, la
metalurgia y el juego con pelotas de hule.

2. LITERATURAS INDÍGENAS MESOAMERICANAS

Desde un punto de vista formal, no todos los textos mayas pueden ser considerados
como obras literarias , pues mientras que algunos de ellos son verdaderas obras poéticas en
las que destaca la riqueza del lenguaje y los recursos estilísticos, la mayoría está formada
por documentos de carácter meramente legal, que tienen solo valor histórico. Fue
fundamentalmente en los escritos de carácter religioso, y en algunos textos históricos y
médicos, donde los mayas expresaron su sensibilidad poética, su capacidad imaginativa, y
su riqueza espiritual, por lo que son estos libros constituyen la aportación maya a la
literatura universal.

Los libros revelan una mentalidad y una concepción sui generis del mundo y de la
vida, de ahí que sea muy difícil hacer una clasificación de ellos basándose en los géneros
clásicos establecidos en la cultura occidental, pues, de acuerdo con este criterio, resultaría
que casi todas estas obras son a la vez épicas, liricas, dramáticas, didácticas e históricas. Sin
embargo, el contenido de los libros tienen diferencias estilísticas que permiten dividir la
literatura maya en cuatro grupo: literatura mítica y profética; literatura ritual; literatura
médica, astronómica y calendárica, y literatura histórica y legendaria (De la Garza, 1993).

 Literatura mítica y profética. Encontramos, desde relatos aislados, hasta los


grandes mitos cosmogónicos, que tratan de dar una explicación general del universo. Entre
los mitos particulares, que a veces están integrados a los relatos cosmogónicos, se tienen los
del origen del fuego (Anales de los Cakchiqueles y Popol Vuh); la explicación de las

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características físicas de ciertos animales (Popol Vuh); el origen del tiempo (Chilam Balam
de Chumayel); el origen de la oscuridad y de la noche (Anales de los Cakchiqueles).

La elaboración de profecías se basó en un concepto cíclico del tiempo, por el cual se


creía que los acontecimientos, tanto naturales como históricos, se repetían, debido a que
volvían a presentarse encada ciclo las mismas cargas de influencias divinas que habían
determinado los hechos en el lapso anterior del mismo nombre. Basándose en sus códices,
donde estaban registrados los hechos, los sacerdotes preparaban sus profecías para darlas a
conocer al pueblo.

 Literatura ritual. Los textos rituales constituidos por himnos sagrados, oraciones,
cantos diversos y dramas. Todos ellos eran parte esencial de las fiestas religiosas. Estos
cantos son sencillos y emotivos, muy distintos de las oscuras y complejas obras míticas y
proféticas. Asimismo, los cantos rituales , los himnos y las oraciones usan metáforas más
simples, aunque presentan paralelismos y redundancias. Pero, además había rituales más
complejos que las danzas y los cantos, que consistían en la escenificación del
acontecimiento, sobre la base de un texto dialogado; este era aprendido de memoria por
actores que caracterizaban a los personajes mediante múltiples atavíos, máscaras y otros
recursos (De la Garza, 1996).

 Literatura médica, astronómica y calendárica. Si bien los logros científicos de


los mayas pueden sorprender, la actitud de sus creadores no fue meramente cognoscitivo e
intelectual , sino una actitud religiosa y practica, que responde a su peculiar concepción del
cosmos. Por ello, los libros de medicina maya son esencialmente textos religiosos, y las
explicaciones del calendario ponen el acento en las cargas de influencias divinas que el
tiempo traía sobre los hombres, según los antiguos mayas. El ritual de los Bacabes, el más
importante texto medico maya, contiene cuarenta y dos encantamientos médicos, que
expresan el sentido mágico religioso que tuvo la medicina maya, por lo que puede también
ser considerado como un libro ritual.

En cuanto a los textos calendáricos y astronómicos, en el Códice Pérez y en el


Chilam Balam de Tizimín hay una “Explicación del calendario maya” que describe el
calendario solar llamado por los mayas de Yucatán Haab, constituido por 18 meses de 20

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días, más cinco días sobrantes, considerados fatales. En el Chilam Balam de Chumayel hay
también un pasaje sobre el calendario maya. Presenta los nombres de los meses, con su
equivalencia en el calendario gregoriano; menciona los equinoccios y los solsticios, y
explica la trayectoria del sol, y los eclipses de sol y de Luna (De la Garza, 1996).

 Literatura histórica y legendaria. En la mayor parte de los libros mayas se


encuentran textos históricos, pues el registro de los hechos del pasado parece haber sido
una de las preocupaciones esenciales de los hombres mayas en el momento de la Conquista,
ya fuera por mantener su identidad y su dignidad como pueblo frente al nuevo orden
implantado por los españoles; por la necesidad de conocer el futuro, con base en el
concepto cíclico de la historia, o por confirmar la nobleza de sus linajes para conservar sus
tierras y obtener privilegios.

En los escritos de carácter histórico se encuentran varias formas expresivas, pero


todos ellos se distinguen de los textos propiamente religiosos por el escaso uso de las
metáforas y el afán de claridad y precisión. Los textos históricos del popol vuh y Anales de
los Cakchiqueles están profundamente unidos al mito y a la leyenda. Los acontecimientos
reales a veces se expresan alegóricamente, haciendo intervenir en ellos a los dioses
protectores de las tribus, y al mismo tiempo que se relatan las peregrinaciones, la fundación
de ciudades, guerras y las sucesiones etc. (De la Garza, 1996).

2.1 Los códices

La literatura como tal hoy en día es un es un concepto totalmente del pensamiento


occidental, por ello, hablar de concepto literario prehispánico es casi o relativamente poco
acertado, pues, para estos pueblos indígenas las formas de expresión literaria son
prácticamente formas sagradas de entender la historia de sus pueblos; historia marcada por
rituales y ceremonias que hasta la actualidad se vuelven de difícil comprensión. Por ello,
los textos que bien podemos considerar como textos literarios y puros de las tribus
prehispánicas, se encuentran compilados entres grandes códices que hasta la fecha son
indescifrables. Estos códices que son fundamentales para conocer la cultura maya son: el
Códice de Dresde, ubicado en la biblioteca estatal de la ciudad misma; el Códice
trocortesiano o de Madrid; el Códice Pérez o de Parí, ubicado en la Biblioteca Nacional de

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Paris; y finalmente el Códice Grolier, ubicado en el Museo Nacional de Antropología de
México.

Estos códices son representaciones pictográficas e ilustraciones que de alguna forma


representan una simbología para los pueblos indígenas. Esto señala Oviedo (1996): “ Estos
códices habían fijado, usando una mezcla de ilustración pictográfica, representación
simbólica y elementos de transcripción fonética, un saber ancestral confiado a la memoria
colectiva e interpretado fundamentalmente por la casta sacerdotal” (p. 51). En ese sentido,
los códices fueron en periodo prehispánico textos sagrados que pueden compararse como la
biblia de los cristianos.

2.2 Los Textos Mayas

Si bien es importante el valor histórico de los códices mayas, hay igual de


importancia en los textos indígenas que aparecen dentro del periodo colonial, pues, gracias
a ellos que sobreviven algunas de las costumbres y historias del territorio mesoamericano.
Estos textos fueron posibles gracias a la textualización llevada a cabo por el
adoctrinamiento de la fe cristiana , por ello mismo, algunos teóricos difieren de la pureza de
estos documentos. No obstante, es innegable el valor históricos que estos representan para
las comunidades indígenas, pues de una forma u otra son textos que contienen sus historias,
costumbres, ceremonias y todo el que hacer cultural. Algunos de los textos más
sobresalientes de la literatura indígenas, han sido recopilados por Oviedo (1996), y entre los
cuales se mencionan: El Popol Vuh,Los libros del Chilam Balam, Rabinal Achí, cantares
de Dzitbalché.

2.2.1 El Popol Vuh

La literatura maya posee un carácter más histórico o representativo de la visión


cosmogónica de los pueblos, pues parece que el principal interés de este pueblo era explicar
el origen del universo mismo. El popol vuh o libro del consejo está escrito en lengua quiché
y contiene las más antiguas cosmogonías, mitos e historias que constituyen el fundamento
de la cultura del pueblo indígena. Oviedo (1996), señala que “La obra se conoció a
comienzos del siglo XVIII, gracias al casual hallazgo de un manuscrito en
Chichicastenango (posiblemente escrito entre 1554 y 1558)que hizo el padre Francisco

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Ximénez quien transcribió y luego tradujo al castellano el texto” (p.52). por otro lado, el
mismo autor menciona que muchos atribuyen el texto a un indio quiché llamado Diego
Reynoso.

Como muchos críticos, Oviedo (1996), también cuestiona la pureza del texto y
menciona la intención evangelizadora del padre Ximénez “al traducirlo y comentarlo, el
padre Ximenez no desaprovechó ninguna oportunidad para acercar la teología quiché a la
revelación cristiana” (p. 53). No obstante, es innegable que la mayor parte del contenido del
libro sea de origen de la concepción quiché pues, la concepción divina del mundo es forma
dual, tal como el pensamiento mesoamericano: sol y luna, luz y tiniebla, hombre y mujer.
Así pues, el popol vuh, es uno de los grandes libros indígenas que desarrollan una gran
mitología y visión cosmogónica, para explicar el origen del hombre de maíz, y los linajes
del hombre mismo.

Después del relato cosmogónico, el libro presenta la historia de los grupos quichés:
su origen; sus migraciones, fundación de ciudades, y las relaciones con otros pueblos, en
muchos casos relaciones conflictivas. Además, estas partes presentan la organización social
y política de los pueblo, así también las ceremonias religiosas y los rituales. Por otro lado,
también ofrece una visión sobre los dioses y el sentido de la vida humana y la influencia
que ejercieron los pueblos toltecas dentro de los pueblos mayas que habitaron en
Guatemala en el periodo Posclásico.

2.2.2 Los libros del Chilam Balam

Los textos del Chilam Balam, fueron encontrados en el territorio de Yucatán, su


nombre proviene del ah chilam que significa alto sacerdote y balam que significa jaguar
y que se atribuye a un noble del pueblo Maní y que se cree fue uno de los más grandes
sabios o profetas de su tiempo. Puede decirse que estos libros son una mezcla de crónicas,
genealogías, profecías, cantares, mitos y leyendas de la cultura mesoamericana. Los libros
del Chilam Balam son una recolección de 18 distintos libros, sin embargo, solo se
conservan ocho de ellos, entre los cuales cuatro son materia de estudio y traducidos total o
parcialmente. Estos textos se les identifica por el nombre del lugar donde fueron
encontrados, así pues, los libros del chilam balam son: Chumayel, Tizimín, Maní, Kaua,

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Ixil, Tekax, Tusik y el ultimo Nah, que corresponde al apellido de los copistas (Oviedo,
1996).

 Chilam Balam de Tizimin: la cronología de redacción abarca tiempos amplios pues


se considera que fue escrito en épocas prehispánica. Este documento posee un total de 26
páginas y se encuentra en el museo de antropología de México.
 Chilam Balam de Kaua: este texto contiene un total de 280 páginas, sin embargo,
dicho documento se extravió posteriormente de haber sido depositado en la Biblioteca de
Cepeda, en México.
 Chilam Balam de Maní: este documento forma parte del Códice Pérez, denominado
así por el yucateco Pío Pérez, quien encontró en ese lugar una copia del original y lo
recopilo junto con otros documentos, hacua 1838.
 Chilam Balam de Tekax y Chilam Balam de Nah: estos dos documentos se
consideran en conjunto pues al menos 30 páginas del chilam balam de Nah son una copia
del Tekax. El texto de Teka se encuentra depositado en el Archivo Histórico del Instituto
Nacional de Antropología e Historia, en México; mientras, el texto Nah se encuentra en los
fondos de la Biblioteca de la Universidad de Princeton, New Jersey.
 Chilam balam de Ixil: copiado también por Pío Pérez, es un documento de
principios del siglo XVIII, actualmente puede ser consultado en la Biblioteca Nacional de
Antropología de México.
(Tomado de Oviedo, 1996, pp. 54-56).

El contenido de los libros del Chilam balam se han clasificado en una gran variedad
de temáticas, entre las cuales se incluyen asuntos religiosos; históricos y cronísticos;
cronológicos y astrológicos, los cuales incluyen el compendio calendárico según días y
katunes dispuestos en series de 13 números y 20 nombres hasta formar un ciclo de 260
katunes; medicina indígena; ritos y ceremonias entre otros asuntos aun no clasificados
(Oviedo, 1996).

2.2.3 El Rabinal Achí

Este texto es posiblemente la obra dramática más conocida de la época prehispánica


y con un valor incalculable para la historia de la literatura indígena. Este documento está

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escrito en lengua maya-quiché y su titulo significa El Varón o Señor de Rabinal, además, es
conocida como el Baile del tun, que alude al sonido del tambor usado en ceremonias
sagradas. Así pues, este texto plantea el conflicto entre el Varón de Rabinal y su prisionero,
el Varón de los Quiché. En ese sentido, se presenta un texto de carácter histórico en el cual
se reflejan las constantes luchas entre los mismos pueblos mesoamericanos, por ello,
gracias a este texto se obtiene una visión más fiel acerca de los pueblos prehispánicos pues,
como Oviedo (1996) señala, es un texto con poca contaminación judeocristiana.

No solo tenemos un texto integral, con mínima contaminación hispánica,


sino también vivo en la tradición comunitaria indígena. Aunque se representó a
lo largo del periodo colonial, en algunos momentos fue suprimido por las
autoridades y pasó a ser clandestina, tanto por su carácter pagano como por su
mensaje de rebeldía contra un invasor (en este caso, otro pueblo indígena) (p.
57).

La historia del Rabinal Achí está acompañada de rituales y participación de


personajes como mujeres, siervos, soldados y el pueblo. La historia esta dividida en cuatro
actos muy desiguales en extensión, sin embargo, las acciones se desarrollan con una gran
teatralidad y un gran sentido simbólico proveniente de las antiguas leyendas. El valor
teatral de este libro reside en los asuntos que trata pues, a lo largo de las acciones se
desencadenas temas como la libertad y el sometimiento, vida y muerte, violencia y justicia
entre otros.

2.2.4 Los Cantares de Dzitbalché

El libro de los Cantares de Dzitbalché fue descubierto en Mérida por Alfredo


Barrera Vásquez, quien lo publicó en 1965. Según De la garza (1992), estos cantares
proceden de Dzitbalché, Campeche “son un conjunto de dieciséis cantos sobre rituales,
como el de sacrificio por flechamiento y la ceremonia de Año Nuevo; oraciones; cantos a la
orfandad, a la naturaleza y a las doncellas que van al matrimonio” (p. 14). Los cantares
están basados en expresiones poéticas asociadas al teatro y la danza mayas. Según Oviedo
(1996), “predominan los cantares sacros, oraciones o conjuros mágicos, y también hay
algunos poemas de carácter erótico” (p. 59).

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2.2.5 Anales de los Cakchiqueles

Este texto procede de Sololá, Guatemala; también es conocido como Memorial de


Tecpán-Atitlan, Manuscrito cakchiquel y anales de los Xahil de los indios cakchiqueles. Es
el primer texto indígena conocido que se cree fue escrito por dos miembros del linaje Xahil;
este libro se inicia con referencias de unas declaraciones testimoniales de indios conversos;
posterior a ello, se relata el origen del hombre a través de masa de maíz, misma visión
compartida por los pueblos mayas. Después narra el origen histórico de los linajes
cakchiqueles, desde su partida de Tulán, las luchas con otros pueblos y la fundación de sus
ciudades. Por otro lado, la segunda parte de los anales de los cakchiqueles narra los hechos
de la conquista española, en el cual se relata el sometimiento tanto de los cakchiqueles
como el de los quichés (De la Garza, 1992).

3. TEXTOS HÍBRIDOS: EL GÜEGÜENSE

Este texto nicaragüense conformado por letra y música, actores y bailes, pausas y
vestuarios, conforman un texto teatral con origen enraizado en la tradición indígena. Este
texto posee una hibridez, es decir, la obra presenta una esencia mestiza entre los pueblos
indígenas y el pensamiento colonizador. Eso mismo retoma Arellano (1985): “podemos
advertir la esencia mestiza del Güegüense, representado en la fiesta religiosa, el símbolo
más coloreado y concreto de la fusión del alma española con la indígena” (p. 30).

El Güegüense posee un valor literario basado en la hibridez del pensamiento


indígena y las nociones teatrales del pensamiento occidental. Por ello mismo, a aparte de un
valor literario, este texto adquiere también un valor lingüístico pues este aparece en el
momento que la castellanización se desarrolla en las provincias hispánicas; podría decirse a
partir de El Güegüense se inicia un proceso de castellanización de ese dialecto que continua
hasta la fecha (Mantica 1996). En ese sentido, se observa en este texto la presencia de
elementos indígenas y elementos españoles; así pues, Arellano (1985), retoma algunos de
los elementos simbólicos de carácter indígena presentes en el Güegüense:

En algunos parlamentos figuran estas referencias que se explican por un


elemento tradicional común a las representaciones precolombinas: la actitud

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simbólica de fecundación, tal actitud era expresada por aquellas explícitamente,
dado que sus intenciones eran provocar la procreación, la fertilidad de la
naturaleza (…) como vera la obra concluye con una ceremonia que autoriza la
procreación: la boda (p. 24).

Así mismo, Arellano (1985), retoma una serie de elementos comunes entre el teatro
aborigen, es decir, la concepción del teatro occidental, y el texto del Güegüense. Entre
algunos aspectos afines se encuentran: el ámbito escénico cerca de un templo o iglesia,
continuidad en las acciones, un viejo como protagonista, usos de recursos humorísticos para
provocar la risa, encarnación o personificación de animales, culminación con una festividad
colectiva. En ese sentido, todos esos elementos comunes en el teatro occidental y presentes
en el Güegüense, explica la herencia de la estructura teatral en la colonia y además, retoma
elementos del pensamiento mítico precolombino.

3.1 El Güegüense como texto de protesta colonial

Arellano (1985), alude que el texto el Güegüense es en cierta forma un texto que
rivaliza con el pensamiento de la realidad colonial, “una lectura literal de la obra, o mejor
de sus parlamentos, nos indica que el protagonista habla por esos grupos en tono de
protesta” (p. 44). En ese sentido, puede verse que en el trasfondo la obra no solo se limita a
ser una obra de comedia o danza, sino también adquiere un valor social. Esto mismo indica
Miranda (1971), en Arellano (1985):

La intención primordial de su autor –enfatiza- no fue crear una comedia o un


bailete, sino valerse del elemento cómico y de la danza para lograr su objetivo:
escupir su odio a los representantes del poder español. En otras palabras:
extraer del ser indígena y del mestizo el dolor y la inconformidad provocados
por la diaria ofensa de la jerarquizada sociedad colonial; sociedad que se
denuncia admirable (p. 45).

En ese sentido, podemos observar al Güegüense como uno de los textos que una
forma indirecta intuyó una protesta en América Hispánica contra la estructura de
gobernación y opresión, para posteriormente como puntualiza Miranda, es válido

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considerarla entre los testimonios que iniciaron el espíritu que culminó con la
independencia de las provincias españolas (Arellano, 1985).

1. LOS CHIBCHAS EN CENTROAMÉRICA

Fonseca & Cooke (1993), ofrecen un estudio sobre la contribución de los chibchas
en la región centroamericana. Los autores ubican a este pueblo dentro de la región histórica
chibcha, que comprende los territorios de Nicaragua, Costa Rica, Panamá y Colombia. Para
entender el fenómeno cultural de los chibchas es preciso ubicar las familias lingüísticas que
conformaron esta gran civilización. Por ello, Adolfo Constenla coloca los idiomas que
hablan en tres agrupaciones: el misquito y sumo pertenecen a la familia misumalpa; el
amberá y el waunáan a la familia chocó y los idiomas restantes a la estirpe chibcha. Así
mismo, estudios lingüísticos señalan que el territorio de las actuales Costa Rica y Panamá
es el mejor candidato para considerarse como el habitado originalmente por los chibchas.

La ideología y la cosmovisión son elementos para la comprensión de la vida, así


pues, para los chibchas, el tema religioso era la base de la ideología indígena. Por lo cual,
la ideología chibcha puede dividirse en cuatro aspectos fundamentales: proposiciones
sagradas medulares, rituales, experiencias religiosas y frases sagradas. En ese sentido,
Fonseca & Cooke (1993), señalan que las proposiciones sagradas medulares son las ideas o
dogmas del sistema religioso; así, estos dogmas se consolidan en lo ritual y lo ceremonioso.
De este modo, todas las ceremonias se vuelven una experiencia y finalmente de estas
experiencias surgen mensajes sagrados que perduran en el tiempo. Los autores concluyen
que “el pensamiento religioso de las sociedades indígenas de la región era y es un
fenómeno “animista”, en que el mundo natural y el sobrenatural están inseparablemente
unidos” (p. 269).

Esta visión del mundo explica que los indígenas bribris de Costa Rica se relacionen
y comuniquen con la naturaleza como si esta fuera una vecina sociedad humana. Este
mismo fenómeno se observa en la concepción literaria de estos pueblos, pues en su mayoría
la poesía y cantos de estos pueblos están ligados a la naturaleza. No obstante, parte
substancial de la literatura es la visión cosmogónica y la herencia mitológica de los
pueblos, por ello, es necesario los elementos comunes dentro de las muestras literarias de
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los pueblos chibchas en la región sur de Centroamérica. En ese sentido, Constenla (1996),
observa la idea de la creación del universo con origen en el pueblo cágada, por ello Reichel
Dolmatoff (1951), brinda un pequeño esbozo de la cosmovisión chibcha:

La divinidad suprema de la cultura, Haba (La Madre), en la forma de las


aguas, era lo único que existía y aquello de lo que todo fue luego originándose.
Los cágabas aparentemente serían también los únicos pueblos chibchas con una
concepción teogónica bien desarrollada, ya que en los demás casos, aunque a
veces se señalen relaciones de parentesco entre los seres sobrenaturales, no se
ha recogido nada semejante a los textos obtenidos por Reichel Dolmatoff
(Constenla, 1996, p. 24).

En el caso del pueblo bribri el autor recoge una visión cosmogónica muy diferente,
los primeros acontecimientos de los que se tienen noticia se dieron cuando ya existían los
cuatro primeros inframundos, que se hallaban poblados por ciertos seres, entre los cuales se
contaba el personaje llamado Sibókámó , el primer dios al que se hace referencia, quien,
partiendo del cuarto inframundo, donde residía comenzó a viajar hacia arriba creando
nuevos mundos con piedras que traía de los ya existentes.

4.1 Mitología

4.1.1 El fuego

Se han observado mitos muy semejantes de tres pueblos: guatusos, cunas y chimilas
sobre la obtención del fuego. En los tres casos el fuego es poseído por un individuo o un
grupo que no quiere compartirlo con los demás y que se pasan al lado del fuego cocinando,
calentándose y cuidándolo. Los otros logran obtenerlo por medio de un animal que se roba
una brasita. Para los guatusos es una diosa la dueña del fuego y otro dios, que desea que los
humanos tengan fuego, envía el sapo a cometer el robo; para los chimilas, otro grupo de
indígenas posee el fuego y un "brujo" chimila se convierte en sapo para ir a apoderarse de
él. Entre los cunas, el dueño es el jaguar y la gente envía una iguana que, además de robarle
la brasa, lo priva del fuego dejándoselo apagado. Los mitos cuna y chimila comparten un
motivo ausente en el guatuso: en ellos, el dueño del fuego y quienes desean robárselo viven
en orillas opuestas de un gran río (Constenla, 1996).

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4.1.2 El Sol y La Luna

La concepción del Sol y la Luna como hermanos estaba muy difundida; en el caso
de bribris, cabécares se trata de un varón y una mujer que cometen incesto. A causa de esto,
la mujer (la Luna), pierde calor y brillo (que antes tenía tanto como su hermano). Para los
cágabas se trata de dos niños, varón y hembra, a los cuales Sintána, el hijo de Haba que
cumple las principales funciones de transformador, convierte en Sol y Luna. La niña, a
pesar de su edad, había tenido muchos amantes. Uno de ellos, por odio, cuando fue elevada
al cielo, le echó ceniza en la cara, de ahí sus manchas.

El caso de los bíntucuas son los hijos de una mujer muy pobre, Atij' uíriva. Ambos
eran muy hermosos y resplandecientes y su madre no quería que otras personas los vieran,
por lo que los mantenía ocultos. Su resplandor atrajo sin embargo a la gente que intentó
apoderarse de ellos, que se vieron obligados a huir al cielo. A la Luna le lanzaron ceniza
para cegarla e impedir así que huyera, pero sólo lograron mancharle el rostro. Los moveres
de la época colonial tenían un mito en que los hermanos eran varón y hembra, ambos hijos
de Noncomala, el dios principal, quien, al llegar ellos a la adolescencia, se los arrebató a la
madre para ponerlos en el cielo como Sol y Luna.

4.1.3 Estratos del universo y el alma

Una concepción ampliamente difundida entre los pueblos chibchas es la de la


composición del universo por diversos niveles. La expresión mínima de esto es la creencia
en la existencia de tres: el mundo, un inframundo y un supramundo, como sucede, por
ejemplo en el caso de los guatusos. También se ha documentado en numerosos casos la idea
de que el alma sigue un camino para llegar a su destino final y, en la mayor parte de ellos,
se comparten ciertos motivos, como el de la pequeñez de la figura antropomórfica que se
supone tiene el alma, el de que parte del viaje se haga por agua o que haya que atravesar
cuerpos de agua como lagos o ríos, el que para viajar por el agua o cruzar los lagos o ríos se
reciba la ayuda de un perro o se utilicen hilos de telaraña, y el de que el alma sea sometida
en el camino a exámenes de su conducta en la vida y a castigos por sus pecados.

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4.2 Tipología de los cantos chibchas

Tomando en cuenta las situaciones en las que se emplean y su finalidad, estos textos
se pueden subdividir en varios tipos. Por ello Constenla (1996), presenta un estudio
analítico en el que a través de autores como, Reichel Dolmatoff (1950), Sherzer (1983),
Rochereau (1959), establece una serie de categorías en las que pueden clasificarse los
cantos de los pueblos que conforman la civilización chibcha. Estos tipos de cantos son:

 Cantos de prevención y curación de enfermedades. Son parte muy importante de


la medicina de la mayor parte de los pueblos chibchas que las consideran (o consideraban)
como provocadas por seres sobrenaturales hostiles. Por lo general estos cantos se
consideran como la parte principal del tratamiento, más importante que el empleo de los
remedios herbolarios que se usan simultáneamente en muchos casos. Se han observado este
tipo de cantos entre los ramas, los guatusos, los bribris y los cabécares, los moveres y los
bocotaes, los cunas, los tunebos y los cágabas.

 Cantos de los ritos de transición. De estos el tipo más difundido lo constituyen


los cantos fúnebres que en muchos casos se bailan y se han observado entre los teribes, los
bribris y los cabécares, los moveres y los bocotaes, los cunas y los cágabas.

 Cantos mágicos. El tipo que se ha observado más es el destinado a controlar


fuerzas naturales, animales y objetos, que se ha observado entre los guatusos (contra los
jaguares), los cunas (para manipular animales y objetos peligrosos como culebras,
escorpiones y arpones puestos al fuego, para tener suerte en la caza o el amor, etc.; Entre
estos, probablemente deberían contarse los de hechicería que tienen los guatusos y bribris
para hacer morir a otras personas.

 Cantos rogativos a los dioses. Entre varios pueblos chibchas se ha observado la


existencia de cantos en que se solicita a los dioses protección o ayuda. Los guatusos tienen
un tipo en que se pide energía espiritual para rechazar a los malos espíritus; de los moveres
se ha recogido un "canto de súplica a los espíritus" para que alejen "tormentas, ciclones,
truenos"; los tunebos tienen rogativas para que los alimentos estén en buen estado, el mama
cágaba canta invocando a Haba (la Madre, diosa fundamental de su religión) y pidiéndole

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que proteja al niño , cuando éste ya ha aprendido a gatear, los muiscas, finalmente, hacían
súplicas en las que pedían el triunfo en la guerra y buenas cosechas.

 Cantos de erudición. En general, el conocimiento sobre el universo y el origen de


los diversos tipos de seres que lo pueblan era un factor fundamental de prestigio y poder
entre los pueblos chibchas. En el caso de los bribris, he recogido cantos cuya finalidad
exclusiva era enunciar dicho conocimiento. De acuerdo con mis informantes, en ocasiones
de reunión colectiva, los especialistas solían someter a sus colegas a pruebas en este
sentido. Lo habitual era que se interpelara con expresiones como "señor, seguramente
sabrás como se originó el uso del bastón de caña blanca" a lo que se esperaba que el otro
respondiera con el canto adecuado. Por supuesto, estas ejecuciones también daban a los
oyentes la oportunidad de adquirir tan preciados conocimientos
(Tomado de Constenla, 1996, pp. 42- 44).

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CONCLUSIONES

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BIBLIOGRAFÍA

Arellano, J. E. (1985). El Güegüense o la esencia mestiza de Nicaragua. Madrid :


Cuadernos Hispaniamericanos.

Constenla, A. (1996). Poesía tradicional indígena costarricense. San josé, Costa Rica :
Editorial de la Universidad de Costa Rica.

Fonseca, O. M., & Cooke, R. G. (1993). El sur de América central: la contribución al


estudio de la región histórica chibcha . Costa Rica: FLACSO.

Garza, M. d. (1992). Literatura Maya. Caracas, Venezuela: Biblioteca Ayacucho.

Kirchhoff, P. (1975). Mesoamérica. Dimensión Antropológica , 16-32.

Oviedo, J. M. (1995). Historia de la literatura hispanoamericana: de los orígenes a la


emancipación . Madrid: Editorial Alianza.

Zavala, M. (1996). La literatura indígena centroamericana: ayer y hoy . Costa Rica:


Revista Andina de Letras.

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