Mario Jursich - El Tour de La Psicodelia PDF
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uTUJ respuesta teológtca, si bien Seymour Menton adelanta en la actualidad mente afortunadas en materia de pre-
\Dl esrudao sobre la novela histórica, 1 la que
lo necesario por lo pronto era mios y concursos Manuel MeJia Va-
atribuye las stgUtentes condiciones: subordi-
almorzar... [pág 279] llejo, por ejemplo, se ganó en 1973 el
nacaón de la mimesiS 1 la presentación de
caertas adeas en tono msa)'lStico, dastorsaón premio Vivencias con Aire de tango;
El trueque, el intercambio, la inversion de la tustona con omisiones o anacronismos, en 1979 Umberto Valverde obtuvo el
de lo uno en lo otro, son pnv1legios ficcaonalu.acaón de personaJes históncos en primer puesto de la Bienal de Novela
cont:ra de la fórmula de Luk.acs de no hacer- Colombiana con Celra Cruz RerTUJ
de la imaginación, pero también lo es
lo, metaficcaon o cornentanos del narrador
la interrupción de tal reflexión trascen- Rumba. En 1980 Magil obtuvo el
sobn: el arte de escribar; mtertexrualtdad y p-
dental a causa de una súbita necesidad alunpsesto, lo daalógtco, lo carnavalesco, lo Plaza y Janés con Concienos del des-
digestiva. La poética de la novela paródico, la hctcroglosaa (Seymour Mentan. condeno, y en 1983 David Sánchez
consiste entonces en desmantelar el HLa nueva novela lustonca latmoarnencanaH, Juliao ganó el mismo certamen con su
IX Congreso lntemactonal de Hasparustas, novela Pero sigo siendo el rey. A esa
mundo coherente y "luminoso" que
Uruversadad de Caltforrua, lrvme, agosto de
ofrece la historia "oficial " introducien- larga lista podemos añadir Opio en las
1992).
do en él una discontinuidad, una equi - nubes, de Rafael Chaparro Madiedo,
vocación, una experiencia cotidiana, lo • En Conv1m~ n los f~llcts se compara a Premio Nacional de Novela en 1992.
mismo en escenas tan complejas como Santafe con Salome • Ah, Santafe, Santafé Puede ser casualidad Sin embargo,
aquella en que José Trinidad y Bolívar unpaa, tuJa eres de 11erodaas y baalas desnuda en el género hay un factor que a veces
ante elllrano· (pag 162), en Por~/ s~nduo confunde al jurado y lo decide por
cruzan una larga y tediosa mirada" d~ los dng~/u caldos se la consadcraba una
(pág. 278), que en pasaJes tan simples obras cuya modernidad es ilusoria. Me
ctudad-dragón, asa se deeta en la presenta-
como aquel otro en que el narrador ctón de personaJes ·La Ctudad se desdobla refiero a la identificaciÓn espontánea
afinna que "a cierta hora tenninó de en sus argonds angeles ptralas de ult.ra- antre la música en boga y la vanguar-
oscurecer en la arrasada capilla el 24
t\llllba y ull.r'1!.1nar- y en su Dragón, bcst1a dia ideológica o entre la cultura popu-
prolcacaH (pag 24) lar y el rescate de las tradiciones loca-
de junio de 1814" (pág 55), con lo
les (algunos las llamarían "Identidad
que convierte la abstracción de una
nacional"). Si un autor habla sobre
fecha histórica en algo más visible, en
rock se deduce de inmediato que su
un día que transcurre. A diferencia de
las novelas de los años 60 que se 2 narrativa es moderna; no sólo porque
el rock es un género que utiliza una
proponían decir lo que nunca se dijo,
gigantesca parafernalia tecnológica y
la nueva novela histórica se propone
les fascina a los jóvenes, sino también
decir lo que nunca se supo, aquello
porque, a diferencia de las demás
que en Conviene a los feltces... se tradiciones de música popular, esta en
considera posible antes que probable todos los rincones del planeta, y no
(pág. 8). En Jo que va de la primera a sólo en aquellos donde el capitalismo
la segunda obra de Hoyos, esta con- les suele cobrar su peaJe a todas las
cepción de la imaginacion con rela- artes. Si, por el contrario, el autor
ción a la historia ha adqu1rido mayor habla no de ritmos foraneos smo de
solidez, la ilustra menos una simbolo- aires vernáculos, se piensa que su
gía compleja que las vicisitudes de los narrativa es autóctona (y por lo tanto
personajes: este español en tierras de contribuye a forjar un sentido de lo ·
infieles, esta sarJtafereña encendida en propio y a rechazar las penetracio-
pasión por un oficial irlannés, este nes culturales extranJeras) En ambos
libertador fatigado a orillas del mar. El tour casos se trata de legitimar un género
de la psicodelia acudiendo a un proyecto relacionado
J. EDUARDO JARAMILLO ZULUAGA indirecta o ancilannente con las obras
Tal vez por eso muchísimas novelas
sobre música popular o sobre figuras
Opio en las nubes
Rafa~/ Chaparro Mnd1~do
legendarias de la canción envejecen
Prenuo Nactonal Novela, 1992 con abrumadora facilidad; unos años
1
Resenada por Alvaro Pmcda-Ootcro, H9 de Colcuhura, Sa.ruafc de Oogota, 1992, 196 págs después, se leen con el mismo azoro
abril: vaolcncia y satarusmoH, en Boletín
que produce o1r en programas especia-
Cultural y Btbhográfico, nüms . 24 25. Bogo-
la, 1990, vol. XXVII, págs 128-129
lizados un repaso de los hirs bailables
Puede ser casualidad, pero en Colom- en junio y diciembre.
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lk uucntado una dcfimcaon de.- c.-sic proyc.-cto bia las novelas sobre generos musica- Opio en las nubes responde de una
en Los f~lmos d~l rom:·li/~r: una en laca de
H
les (la balada, el tango, la ranchera, el fonna oblicua al pnmer punto No es
las fWldacaoncsH. en Alvaro Paneda Ootcro y rock, la salsa)~ sobre figuras de la tanto una novela sobre el rock como
Raymond L. Walltams (comps.). o~ ficciOMS
cancion popular (Celia Cruz) y sobre sobre los efectos que ha ocasionado en
y r~alldod~s: pnspu11vos sob" luunturo ~
historia co/omb1nnns, llo¡tota, Tercer MWl- lo carnavalesco (el baile, las fiestas, la la cultura moderna. Esta frase es un
do, 1989, pags 2~5 -268 vida nocturna) han resultado especial- poco ambigua, por lo que me gustaría
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
NARRATIVA RES ERAS
precisarla. Sería una injusticia reducir sentido más bien metafórico y enten- En el plano lingüístico, la psicode-
ese vasto fenómeno del rock a una diendo con él una serie de ''estrofas" lia es una proliferación sinestésica en
sola cosa; sin embargo, uno podría en las que se intercala un estribillo. el lenguaje. O, de modo más sencillo,
decir que en cuanto ideología el rock Chaparro adapta esa forma y la trasla- es la aplicación de verbos "incorrec-
ha producido unos tipos sociales espe- da a la narración en primera persona tos" a un predicado. Así, yo puedo
cíficos, una estética e incluso una de Opio en las nubes. Veamos un afirmar que el cielo me sabe a merme-
ética particulares. Es una imagera defi- ejemplo: "Sven sale con una toalla lada aunque en un sentido estricto el
nida, que se advierte en el unisexualis- enrollada recoge su ropa desde allá cielo carezca de sabor (se diría más
mo, el lenguaje, los hábitos alimenta- abajo le grita a Amarilla que es una bien que huele a mermelada). Este es
rios, los gadgets, los obtaclos, las muñeca muy salvaje como a él le el procedimiento gramatical más utili-
drogas, la postermanía, el artesanado gustan trip trip trip [ ...] y entonces zado en Opio en las nubes. Los narra-
o las doctrinas del amor libre y el Amarilla dice un momento muñecos dores - un gato (Pink Tomate), un
Turn on-Tune in-Drop Out (Conéctate- hoy no quiero enredos Don't leave me hippy (Sven), un asesino condenado a
Sintoniza-Abandona). La novela de now trip trip trip [...] Amarilla dice la s illa eléctrica (Gary Gilmour) y el
Chaparro sintetiza todo ese conjunto~ que los sábados son los días de los hijo de una exconvicta (Max)- hacen,
hubiera sido imposible escribirla sin gatos, de los caballos y de los muer- debido a la continua ingestión de
las canciones de Jimi Hendrix, The tos. Mierda, qué cosa tan seria. La vodka, a las dietas inverosímiles (sopa
Cure, Bob Marley, los Rolling Stones, ciudad entera está muerta trip trip de minestrone, una mogolla y café
U2, etc.~ sin el hippismo, Woodstock, trip" (págs. 16-18). negro) y al consumo industrial de
los fanzines, la psicodelia, el amor La "estrofa" sería, en este ejemplo, mariguana, cocaína, bazuco, etc., etc.,
libre y de nuevo un largo etcétera. la narración continua, y el "estribillo" una constante mezcla y confusi ón de
Chaparro cita fragmentos de canciones la repetición al comienzo, en la mitad los datos sensoriales. Por eso, no re-
(Wild Thing , de Jimi Hendrix -aun- o al final de los párrafos de "trip trip sulta extraño que Sven hable de "ese
que podría ser la versión de John Bon trip". (En la balada antigua el estribillo perfume que sabía a doce de la noche,
Jovi); emplea muletillas lingüísticas podía constar de dos versos consecuti- a mírame preciosa antes de que me
del Flower Power criollo (trip, pero vos o bien situados uno en el medio y muera " (pág. 20), o que Gary Gilmour
qué cosa tan seria, así no se puede), el otro al final de la estrofa). Cada vez repita "me pareció que olías un poco
adjetiva y titula con espíritu vanguar- que en Opio en las nubes se cambia el a' paloma, a boys don't cry, un poco a
dista (los capítulos se llaman "Ambu- narrador, a éste lo podemos distinguir mañana de miércoles" (pág. 91). Lo
lancia con whisky", "DC-3 Espinacas porque inmiscuye en el curso de su psicodélico, en este caso, consiste en
de Mayo", "Los días olían a diese) con narración la figura de un coro de dos o atribuir sabor a un concepto temporal
durazno") o acude a un tipo de per- tres líneas. (Max, por ejemplo, está (las doce de la noche) que en un senti-
cepción que podríamos llamar "aluci- obsesionado con que Gary será en su do "lógico" no lo tiene. Los dos ejem-
nógena". En efecto, los principales próxima reencarnación un pastor de plos citados no por azar corresponden
recursos de la novela son la construc- cebras en Zimbabue y que pasará todos a situaciones olfativas. De hecho, el
ción de los párrafos con base en un los días observando su manada de órgano más utilizado en las 196 pági-
formato de balada y la mezcla psico- cebras blancas y negras mientras come nas de Opio en las nubes es la nariz.
délica de los datos sensoriales. cerezas salvajes). A los narradores de la novela el mun-
Aunque parezca increíble, la pala- do les llega, de preferencia, por los
bra psicodelia no figura ni en el dic- aromas; de ahí que se reitere casi en
cionario de la Real Academia de la cada página el olor de la mañana, de
Lengua ni el de María Moliner. El La- la noche, del mar, etc.
rousse admite un modesto psicodélico Esta psicodelia verbal se acompaña
(] y Jo define como "el conjunto de sen- de dos recursos adicionales: las listas
saciones provocadas por la ingestión heteróclitas y las enumeraciones. En
de alucinógenos". En La década pro- cierto modo es una prolongación del
digiosa son un poco más explícitos y recurso a la sinestesia en el lenguaje,
añaden que los lisérgicos excitan la pues, como han verificado algunos
perceptividad, las sensaciones físicoce- lingüistas, los sujetos bajo la influen-
rebrales, la fertilidad creativa y la cia de una droga o de cantidades in-
introspección de la conciencia indivi- moderadas de alcohol prefieren, para
dual. Aunque la definición del La- describir sus visiones, los inventarios
rousse es correcta, y los efectos seña- de objetos o de acciones cuyo denomi-
lados por Corazón y Sempere también, nador común es el caos. Chaparro
conviene agregar que a la psicodelia, propicia ambas formas; y ello obedece
Cuando hablo de balada no pienso al "estado de máxima receptividad", no sólo a que sus personajes padecen
en las canciones que agrupamos con también se puede llegar por el ayuno, las deformaciones visuales y auditivas
ese nombre, ni en el género poético como los eremitas, o por la dieta ma- que ocasionan las drogas, el hambre y
medieval; utilizo el término en un crobiótica y el alcohol. el alcohol, sino a que su prosa abusa
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RESEÑAS NARRATIVA
del asíndeton y de la elips1s gramati- tante de su lenguaje señalan que de- nubes, sobre los arboles, sobre su
cal . Chaparro no enlaza las frases con seaba eludir eso que un director fran - cuerpo lleno de pecas" (pág. 140) y la
ningún tipo de conjunción~ en vez de cés llamó "música de arnoblamiento" conjuncton de "brandy" y "begonias"
ello, prefiere las oraciones separadas (el vicio de utilizar la banda sonora de nos resulta inesperada, tncluso podría
entre puntos o las oraciones en que se las pehculas como si fuera parte del ser poét1ca, sin embargo, después de
han suprimido cualquier sigrto de decorado). La observación puede adap- haber atravesado 140 paginas en que
puntuación. Eso le da, sin duda, mu- tarse al contexto de la narrativa y esa combinatoria surrealista se utiliza
cho ritmo al conjunto general de la decir que si muchas novelas sobre hasta el cansancio, uno se convence
obra, pero también la precipita en el géneros musicales y cantantes legen- de que en este punto, como en el
absurdo enumerativo; "Las mañanas se darios envejecen con tan pródiga faci - anterior, lo que agota y dilapida el
filtraban en los cuerpos lentamente lidad es porque no integran la música, interés no es más que la sobre explo-
como inyecciones, pequeñas inyeccio- la sonoridad, la riqueza fonética al tación de un recurso literario.
nes de algodón, inyecciones de sueños lenguaje y al tejido de las obras. Cha-
plenos de arena, wh1sky, sangre, su- parro eludió ese problema, pero para
dor, lágrimas, tetas, culos y humos. caer en uno mayor: la monotonía. La
Pensar, tomar, fumar. Levantarse.
Acostarse La sangre El whisky La
reiteración constante de estribillos
como trip trip trip o "qué cosa tan
-
luz. El humo. Los días Sus mejores seria", además de ser un recurso lin-
d1as ... " {págs. 26-27). gülstico primitivo (quien no domma su
De una obra así, como es lógico, no lenguaje enumera), como estrategia
puede esperarse ninguna clase de identificatoria del personaje resulta
realismo. En Opio en las nubes, Gary sumamente pobre y plana.
Gilmour muere en la stlla e léctrica y Podría pensarse que Chaparro no
dos capítulos después resucita para quiso escribir una novela compleja
encontrarse con Max, su antiguo com- desde el punto de vista estructural; y
pañero de la prisión, en un bar llama- alguien incluso me ha sugerido que el Lo melancólico, sm embargo, es
do El Cafe del Capitán N1rvana, acto efecto que la enumeraciones y el asín- que autores como Chaparro, vanguar-
seguido, después de una serie de tnci- denton producen puede compararse al dtstas y reac1os a pensar en su prop1o
dentes confusos, se suicida ahogándo- de la música de "trance" de algunos ejercicio, carecen de Ironía y, por lo
se en el mar; Marcianita, una suerte compositores contemporáneos, como tanto, de perspectiva histórica. Durante
de puta rockera, sólo "puede hacer el Philtp Glass o Steve Rei ch Sin em- la presentacion de la novela, Chaparro
amor en los baños frente a los espejos bargo, hay un problema, y es que la dijo que la literatura es "un botellazo
mientras escribe (con labial rojo) poe- narrativa, Jo mismo que la poesía, por de whisky en la cabeza, un comentazo
mas en el cristal"; Sven y Amarilla se muy musicales que sean, no son músi- de energía en las pelotas, una cuchilla-
van a la pista de un aeropuerto para ca Lo que nos exalta en un canon da en la madrugada", etc., etc Este
hacer el amor mientras los aviones les religioso cantado por monJes o en la vttalismo lo conduce a él y a los
pasan por enc1ma. "mus1ca de la nueva era", nos abate en autores que siguen la doctnna a
Lo que irrita al lector en esta serie la prosa y en la poesía: estamos dema- repetir gestos que unos años antes
de incidentes no es la falta de verOSI - stado acostumbrados a la vasta combi - tuvieron sentido, pero que hoy pasan
militud, el tono juvenil m el espmtu natoria en el arsenal del lenguaje por ignorancta o por adolescencia Eri
vanguardista, sino su gratuidad en el Cuando las elecciones de estilo perrna 1930, Eduardo Zalamea Borda tuvo la
conjunto de la novela. Son episod1os necen irunutables -en un poema o en idea de escribir una crónica sobre la
que carecen de cualquier functon, una novela perdemos interés. Guajira que se tituló "4 años a bordo
parecena que el autor los acumula con Por otra parte, uno esperana que de m1 mtsmo (memonas de Ucht
el único propósito de erunudecer a los cuando un autor le concede tanta im- S1ech1 Kuhrnare)" Fue publtcada en
lectores, en una pueril búsqueda de portancia, como se la concede Chapa- El Espectador, entre el 10 de mayo y
situaciones extrañas, falsamente poet1 rro, a los datos sensoriales del gusto y el 5 de jumo de 1930 Esa cromca,
cas o inocentemente modernistas. el olfato, es para revelamos la nqueza que ocupaba la totahdad de la págma
Igual sucede con la estructura bala del órgano, para dtstmgutr maltees, 4, venta acompafiad..t de hermosas
desea y la obsesión olfativa. No tengo gtros, sensactones de las cuales no fotograf1as y manifestaba el deseo
dificultades para reconocer que una de sab1amos nada Chaparro no lo ha constante de mantener la atenc1on del
las virtudes de Chaparro pero tam- quendo ast Las mfinitas enumeracto pubhco "La ctudad de las 125 000
bién uno de sus principales defectos nes olfativas de Op1o en Las nubes se muJeres y los 1.500 automovtles", "Un
es que se haya planteado la musicali - limitan a ser catálogos cuya finalidad capitulo extraordinano y matemallco
dad de la novela no como un proble- no es agudizar el conocimiento de los como un vuelo de submarinos", se
ma de contenido, sino como un inter- sentidos sino despertar el pasmo del titulaban, por ejemplo, algunas de las
rrogante para el lenguaje y la estructu- lector. Chaparro dtce: "Stntió que el entregas Eran los anos de la vanguar
ra. Deliberados o no, la elección de un aire olta a brandy, que Dios habla dta y la modemtz.acton mdustnal en
formato de balada y el asíndeton cons- regado brandy con begonias sobre las Colombia Por eso, el gesto tema sen-
IJulnm Cullu..l '1 H•bhosrafiCO, Vul 29, nwn .\1, 1992 123
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RESEÑAS
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