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Anotaciones Dosto y El Mal

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Dostoievski afirma en la leyenda del gran inquisidor de Los Hermanos Karmázov que el mal es el

espíritu del no-ser y la autodestrucción. El mal no es no es ausencia de bien o anulación de bien,


sino una rebelión contra el bien absoluto, contra la idea de Dios, y esto se fundamenta desde la
libertad, que es lo que el hombre recibe, la libertad absoluta, y desde esa libertad el hombre
pretende revelarse a través del mal, de la realización del mal para mostrarse a sí mismo que tiene
poder y libertad absoluta, hacer lo que ha bien le parece con el fin de demostrar que también
puede ser un Dios. Esta es la idea sobre el mal que desarrolla Dostoievski en sus obras, muy
relacionada con la propuesta de Tomás de Aquino sobre el concepto del mal. La idea del mal no es
la anulación del bien, como he dicho, sino una revelación contra el bien que se representa en la
idea de Dios, como el bien absoluto irradiado en la humanidad a través de la figura de Cristo. Es el
único camino existente por el que el hombre puede acercase a la perfección en el transcurso de su
vida.

La narrativa dostoievskiana no se centra en el asunto de describir el bien, como lo han hecho y lo


harán otros escritores en la historia de la humanidad. ¿Por qué? Porque el bien es un
acontecimiento común, es un algo arto conocido, hablar sobre el bien, escribir sobre el bien sería
redundar en un tema ya trabajado. Sin embargo, el asunto del mal es un tema que no se ha
profundizado, que no ha sido trabajado de una manera más directa y esa es la urgencia que tiene
Dostoievski en sus obras. Por eso muchos lectores de primera mirada, lectores básicos, podrán
encontrar, tal vez en esta narrativa, a un escritor ‘pesimista’, que apunta a la destrucción y a la
soledad. Mas, sin embargo, como podemos apreciar, hay un mensaje oculto detrás de sus
palabras. Sus obras son una denuncia a la cuestión del mal. El mal en Dostoievski es soledad, es
ausencia, es vacío, es nada. El mal es nihilismo.

El mensaje oculto en la leyenda del gran inquisidor de Los Hermanos Karmázov consiste en
presentar a Cristo, en su segunda venida a la tierra, como un hombre silencioso a pesar de las
acusaciones del inquisidor. A pesar de todo lo que le dice, le reprocha y le reclama, Cristo
permanece en silencio. ¿Por qué? Aquí está una de las metáforas dostoievskianas más
interesantes y exquisitas. Porque Cristo al encarnar el bien no necesita, como el bien mismo que
es, imponerse ni demostrarse. Puesto que el bien es en sí mismo y es quien terminará reinando,
no necesita de comprobación ni demostración existencial alguna. Cuando Cristo caya, muestra que
el bien no necesita de argumentos ni de exhibiciones porque él es en sí mismo. El proceso a través
del cual el hombre alcanza el bien es a través del reconocimiento del mal. Cuando el hombre
reconoce su mal y busca el perdón, la reconstrucción, el renacer, es el hombre apuntándole a la
libertad y a la Verdad. Esto ocurre únicamente a través del reconocimiento del mal, cuando se lo
acepta como algo que existe en el mundo pero que puede ser superado a través de una formula
que Dostoievski sostiene en sus obras: el amor.

El asunto con Dostoievski para superar el mal va a ser a través del amor. Solamente cuando el
hombre está en el amor, cuando está enamorado, y no es referencia al enamoramiento común y
popular de pareja, sino al enamoramiento del hombre, como individuo, hacia la humanidad, como
totalidad. El hombre enamorado busca el bien, el hombre se transforma, deja el egoísmo del ser
humano y busca el bien común para ese Nosotros. Para determinar que el hombre se ama a sí
mismo y ama a los demás. Si esto llegasen a hacerlo todos los hombres, el mundo cambiaría. Eso
es lo que Dostoievski quiere proponer y mostrarnos en su obra. Es por ello que, en Crimen y
Castigo, Raskólnikov encuentra su salvación y redención a través de Sonia. Si Sonia no hubiese
aparecido Raskólnikov jamás hubiese renacido. Hubiese pagado la condena por su crimen, pero
esa condena de prisión en Siberia es una condena terrenal que no salva el alma, y eso no le
interesa a Dostoievski. De alguna forma, al haber vivido también la condena, comprendió que el
cuerpo, lo físico, puede recibir todas las condenas y castigos que puedan ser inventadas e
impuestas sobre un hombre, pero si desde su interior su espíritu, su alma, no reconocen el mal y
no buscan la superación de éste a través del amor, ese hombre nunca va a renacer, seguirá
siempre siendo el mismo. Es por ello que en el personaje de Sonia se personifica el amor. A pesar
de que ella es una condenada también, es una prostituta que lo hace por necesidad, irradia el
amor. Sonia logra hacer esto porque ella ha pasado por el proceso de reconocer su mal y trabajar
sobre él. Por eso mismo le pide a su amado que se entregue y que pida perdón a la humanidad, a
la que ha asesinado con su acto, Sonia siendo el amor mismo sabe que el único camino para la
salvación es a través del reconocimiento. Ella ama al otro en la figura de Raskólnikov. Recordemos
que ese otro, en este caso Raskólnikov, no es una persona en sí de manera individual, es la
personificación del nihilismo. Nihilismo es nada y la nada es el mal. Ese Raskólnikov es un
personaje creado para meter en él toda la maldad del nihilismo.

En un proceso dialéctico el mal se convierte en bien. No es que el mal se anule por la presencia del
bien, o que el hombre pueda acabar con el mal si elige el bien, o pueda anularlo como tal. No
ocurre como en un cuarto oscuro donde se enciende una antorcha y las tinieblas se difuminan,
puesto que el mal es también una parte del mundo. No es algo que se pueda acabar, es algo que
se puede transformar. Por eso en Crimen y Castigo podemos ver el proceso de transformación de
Raskólnikov, esos pasos dados desde el mal, en este caso el nihilismo, hasta su renacer en Siberia.
A pesar de que continúa en prisión y en trabajos forzados, como nos cuenta el epílogo de la
novela, su alma ha renacido y es lo que importa. El mal puede ser transformado a través de ese
proceso dialéctico que consiste en la evolución del espíritu a través, y esto es muy importante en
Dostoievksi, de la fórmula del amor. El amor es el que lleva a la redeción, al perdón. Cuando el ser
humano ama al otro, a la humanidad, siente la necesidad del bien y actúa y es el bien.

El bien verdadero no es no haber caído nunca en el mal, en el pecado. El bien verdadero para
Dostoievski será el haber caido en el pecado pero el haberse reafirmado desde éste, el haber
ganado la lucha contra ese mal, el renacer desde ese mal. Ese es el bien verdadero. No es aquel
bien propuesto, en el que la inocencia predomina y en el que el hombre nunca ha caido en el mal,
ese no es bien ganado. Ese es el bien general. Pero el bien que lleva a la verdad será el que se da a
través de la superación del mal, como entidad que hay que superar, que hay que transformar. Este
es el bien que le interesa a Dostoievski.
El dolor, el sufrimiento es un síntoma de la transformación. Cuando el hombre detecta que está
sufriendo a causa del mal puede identificarlo como el inicio de la transformación. Y no es entonces
el dolor y el sufrimiento algo negativo, algo que habría que evitar, sino que habría que
reconocerlo, alegrarse e irse preparando para la transformación que se avecina. El mal se
transforma hacia el bien a través del dolor, del sufrimiento, del castigo como tal. El castigo no es
castigo en sí, sino que el castigo es una puerta que conduce a la transformación. Es a través de
ésta que el ser humano puede reencontrarse con el bien. Se ha desviado del camino y es el dolor
el guía que lo vuelve a ubicar por el camino del bien. Es lo que vemos en las obras de Dostoievski.
Sus personajes de alguna forma se desvían del camino, por una influencia externa, por una
tentación del mal. Raskólnikov por las ideas de su época, el nihilismo ruso. Estos personajes se
desvían porque han sido tentados por el mal. Recordemos que el mal necesita tentar, necesita
mostrarse porque el mal no puede ser lo conocido y común. El mal tiene que estarse presentando
y hay hombres que sucumben ante este mal. Pero es necesario que sucumban, pues al
encontrarse en el mal es donde podrán reafirmar ese bien absoluto que es el que el hombre
necesita. El bien al ser una entidad natural e innata en el hombre no es reconocido por éste. Es
solamente a través del pecado, el mal, del crimen, que puede reconocerlo. Cuando el hombre cae
en el mal y se mira en el abismo del mal, e intenta por sí mismo a través del dolor y el sufrimiento
que éste le causa, salir de ahí con la ayuda del amor es donde al encontrarse nuevamente en el
bien los supera al bien común, y llega a un supremo desde donde puede contemplar la vida con
otra perspectiva. Es otra realidad la que se presenta para él.

Mal, dolor y bien: tesis, antítesis y renacer, en Dostoievski. Proceso dialéctico de la evolución del
hombre. Como lo afirma en el texto LOS KARAMÁZOV discuten, el autor…..

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