El Dios de Toda Esperanza
El Dios de Toda Esperanza
El Dios de Toda Esperanza
Eze. 37:1-14
Intro.
La condición del pueblo de Dios en esos momentos era de una total derrota. Sentían
que habían perdido toda esperanza y que estando vivos, ya habían muerto. Es que
como estaban cautivos, era como que todo su pueblo iba a ser borrado de la faz de la
tierra.
Sin embargo Dios sale adelante por su pueblo para darles esperanza cuando ya no
hay ninguna. Envía al profeta Ezequiel y les muestra que si puede levantar y dar vida
a huesos secos, cómo no podrá revivir el ánimo decaído del pueblo.
De igual manera el Señor hace con su pueblo hoy día, y con cada persona que ha
perdido el ánimo para la vida.
CONCLUSIÓN.
Ilustración. Hace años naufragó un submarino cerca de la costa de Massachussets.
Lo más pronto posible descendieron los buzos dando vueltas alrededor del submarino
para ver si había señas de alguien con vida. Cuando estaban casi listos para regresar
y pensando que todos estaban muertos, uno de ellos escuchó unos suaves golpes en
el metal de la nave. Al acercarse vio que era un marinero que trataba de comunicarse
por medio del alfabeto que usaban para el telégrafo. El buzo pudo descifrar el
mensaje que decía ¿hay esperanza para nosotros?
¿Hay esperanza? Esta es la pregunta que muchas personas se hacen y casi siempre
es ya considerándose derrotadas. Pero hoy hemos aprendido que con Dios siempre
hay esperanza. Considere lo que dice el salmista en un momento de angustia: Salmo
42.11
¿Por qué te abates, oh alma mía,
Y por qué te turbas dentro de mí?
Espera en Dios; porque aún he de alabarle,
Salvación mía y Dios mío.
Ministrar: Guiar a las personas en oración por medio de cada punto. Luego, juntos
declarar las palabras del salmista.