Sistema Central Trabajo
Sistema Central Trabajo
Sistema Central Trabajo
Profesor: Autores:
Barcelona, Marzo del 2020.
INTRODUCCIÓN
En primer lugar, conviene dar un concepto claro y simple de lo que son y lo que
buscan, las Técnicas de Primeros Auxilios, para situar así el parámetro en que nos
encontramos y los objetivos que se pueden pretender alcanzar.
Cuando hablamos de sistema nervioso central y sistema periférico
El sistema nervioso central controla funciones voluntarias como caminar, reír, leer, etc.
Mientras que el sistema nervioso periférico es responsable de acciones involuntarias como
pestañear, el latido del corazón, la digestión, etc
Posibilita que el cerebro y la médula envíen y reciban información del medio, lo que
permite la reacción a los estímulos externos y del ambiente.
Los nervios del sistema nervioso periférico no son capaces de tomar decisiones
complejas, pero sin su transmisión de información al cerebro, este no podría elaborar
respuestas.
En la siguiente figura puedes ver otras diferencias entre sistema nervioso central y
periférico.
Nervios craneales
Los nervios craneales son parte del sistema nervioso periférico. Los 12 pares de nervios
craneales se ubican en parte de la cabeza y el cuello. Sus funciones son sensitivas, motoras
o mixtas:
1. Nervio Olfativo (I): se encarga de los estímulos e información olfativa.
2. Nervio Óptico (II): envía los estímulos visuales al cerebro.
3. Nervio Oculomotor (III): interviene en los movimientos musculares del ojo.
4. Nervio Troclear (IV): controla uno de los músculos del ojo que permite el
movimiento de los globos oculares.
5. Nervio Trigémino (V): transmite información sensorial sobre la cara y la boca, así
como se encarga de la masticación.
6. Nervio Abductor (VI): posibilita la abducción, es decir, el movimiento del ojo
hacia el lado opuesto de la nariz.
7. Nervio Facial (VII): controla varios músculos de la cara, pudiendo
crear expresiones faciales, así como es receptor de información gustativa de la lengua.
8. Nervio Vestibulococlear (VIII): responsable de los impulsos auditivos, el
equilibrio y la orientación.
9. Nervio Glosofaríngeo (IX): este nervio se relaciona con la recepción de señales de
la lengua y la faringe y la emisión de órdenes a este área.
10. Nervio Vago (X): conduce los impulsos de la faringe y la laringe al cerebro, recibe
información gustativa de la epiglotis e influye en la acción de tragar.
11. Nervio Accesorio (XI): activa los músculos torácicos, abdominales y de la espalda.
12. Nervio Hipogloso (XII): transmite información a los músculos de la garganta y la
lengua.
Nervios espinales
Los nervios espinales surgen de la médula espinal y conducen los estímulos del resto
del cuerpo. Estos nervios tienen tanto una parte sensitiva como motora. Los 31 pares de
nervios espinales e distribuyen de la siguiente manera:
Ocho pares de nervios cervicales (C1 a C8) que salen de la columna cervical.
Doce pares de nervios dorsales o torácicos (T1 a T12) que emergen de la columna
torácica.
Cinco pares de nervios lumbares (L1 a L5) saliendo estos del área lumbar.
Cinco pares de nervios sacros (S1 a S5) que surgen del hueso sacro, ubicado en la
base de la columna vertebral.
Ganglios nerviosos
Los ganglios son un grupo de cuerpos neuronales que forman parte del sistema nervioso
periférico. Se encuentran intercalados en el trayecto de los nervios y se dividen en ganglios
sensoriales o autónomos, en relación a la función que desempeñan.
Enfermedades Sistema nervioso periférico:
El sistema nervioso periférico no se encuentra protegido por estructuras óseas, lo que lo
convierte en relativamente vulnerable a una serie de enfermedades. Las afecciones pueden
ser adquiridas o de nacimiento. Las patologías más comunes de este sistema son las
neuropatías, hacen referencia al daño o enfermedad de uno o diversos nervios.
Existen varios tipos de esta enfermedad, debido a la cantidad de nervios que forman el
SNP. Los síntomas pueden desarrollarse rápidamente o de forma lenta, llegando a
desarrollarse en años. La sintomatología suele darse en ambos lados del cuerpo y comenzar
por los dedos de las extremidades. La neuropatía suele manifestarse mediante
insensibilidad, dolor, ardor, hormigueo, debilidad, entumecimiento, etc. Algunos de los
tipos de neuropatías más habituales son los siguientes:
El cerebro
El cerebelo
El tallo cerebral
1. El cerebro
Es el órgano más conocido del sistema nervioso central. El cerebro tiene numerosas
funciones pero a modo general, es encargado de procesar la información que proviene de
los cinco sentidos, así como controlar el movimiento, las emociones, la memoria, la
cognición y el aprendizaje. Es el centro de las funciones intelectuales.
Anatómicamente, el cerebro está se puede dividir en dos partes: Telencéfalo y diencéfalo.
2. El Telencéfalo
Corresponde a los dos hemisferios cerebrales: el derecho y el izquierdo, comunicados por
fibras nerviosos llamadas cuerpo calloso. La parte exterior del cerebro es conocida como
corteza cerebral formada por materia gris y la materia blanca.
El Diencéfalo
está compuesto por diferentes partes anatómicas:
hipotálamo, tálamo y epitálamo.
El tálamo, recibe las sensaciones que recogen otras partes del SNC y las distribuye
a otras regiones de la corteza cerebral.
La función principal del hipotálamo es regular el equilibrio de nuestro cuerpo y las
necesidades básicas como, por ejemplo, la ingesta de alimento, bebida y el instinto de
reproducción, controlando también el sistema endocrino.
2. El cerebelo
Hace de puente a los estímulos de la médula espinal para que lleguen al cerebro. Algunas
de sus funciones son las siguientes: regular el latido del corazón, la presión arterial, el
equilibrio y la función respiratoria. Regula los movimientos musculares tales como correr,
caminar, escribir… y también mantiene la tonicidad muscular y la postura corporal.
El bulbo raquídeo es la parte del encéfalo que se une a la médula espinal. En el bulbo
se localizan fascículos ascendentes (sensoriales), descendentes (motores) y sustancia gris
que comunican la médula espinal con el encéfalo. Estos regulan funciones vitales como la
función respiratoria, los latidos del corazón y el diámetro vascular. Controla además, el
vómito, la tos, el estornudo, el hipo y la deglución.
Sistema nervioso central. En el sistema nervioso periférico se encuentran los nervios que
se localizan fuera de la médula espinal y del encéfalo, mientras que el sistema nervioso
central está compuesto por el cerebro y la médula espinal.
Cuando existe alguna patología en el sistema nervioso central, los problemas que esto
puede ocasionarnos son graves y las enfermedades del sistema nervioso central pueden
aparecer en personas de cualquier edad.
Epilepsia
La epilepsia es un trastorno del cerebro que se caracteriza porque la persona que la
padece tiene una predisposición duradera de generar crisis epilépticas debido a que sus
neuronas no funcionan de manera correcta. Esta enfermedad del sistema nervioso central es
crónica y la persona que la padece llega a manifestar ataques epilépticos de manera
inesperada y espontánea, por lo que no se trata solo de un problema físico, sino que las
consecuencias pueden ser también cognitivas, psicológicas y sociales.
Meningitis
Cuando hablamos de meningitis, hablamos de una respuesta inflamatoria aguda de las
meninges que se produce a causa de una infección bacteriana o viral debido a alguna
infección de tipo fúngica, la reacción a algún tratamiento, a alguna otra enfermedad
inflamatoria o algún tipo de cáncer, lesiones en la columna o cerebrales, etc.
Encefalitis
Se trata de una inflamación cerebral, la cual es provocada principalmente por un virus,
aunque también la pueden ocasionar las bacterias. Este tipo de padecimiento puede ser de
baja o alta gravedad, siento en la mayoría leves
El Síndrome de Tourette
Alzheimer
El alzheimer es un tipo de demencia que se produce de manera progresiva y que va
destruyendo la memoria y las funciones cognitivas importantes como las habilidades
intelectuales y sociales.
Esclerosis múltiple:
una grave enfermedad del sistema nervioso
La esclerosis múltiple es una enfermedad crónica que se produce debido a la falta de una
sustancia llamada mielina, la cual se encarga de envolver y proteger las fibras nerviosas de
nuestro sistema nerviosos central.
LOS PRIMEROS AUXILIOS
Signos vitales
Lo primero que hay que hacer es controlar los signos vitales de la persona a tratar. Los
signos vitales son: el pulso, la respiración, la temperatura, la tensión arterial, y el reflejo
pupilar. Conocer y tener controlados dichos signos vitales nos ayudará enormemente a la
hora de tomar decisiones para ayudar a la víctima.
En primer lugar, para tomar el pulso, podemos colocar las puntas de nuestros dedos índice
y medio en la parte interna de la muñeca de la víctima, por debajo de la base del pulgar.
Presionamos ligeramente y usamos un reloj para contar los latidos durante un minuto. La
frecuencia cardiaca normal de una persona adulta es de entre 60 a 100 latidos por minuto.
Esto nos servirá para saber si su corazón está trabajando a ritmo normal o si necesitamos
tomar alguna acción concreta.
En cuanto a la respiración, comprobaremos que la zona del tórax de la persona herida, sube
y baja a consecuencia de la respiración. O bien, acercaremos nuestra oreja a la boca y nariz
de la víctima para comprobar que respira.
Otro signo vital a tener muy en cuenta es la temperatura de la persona a la que vamos a
ayudar. Saber si tiene un exceso o un descenso de temperatura puede llegar a ser vital.
En cuanto a la tensión arterial, si disponemos del equipamiento para ello, debemos anotar la
tensión que presenta la persona herida. Lo adecuado es hacer tres tomas para verificar que
los valores son correctos.
Por otra parte, el reflejo pupilar es también de suma importancia. Debemos tomar nota
mental de si la pupila está dilatada (midriasis), o contraída (miosis). También podría ocurrir
que carece del reflejo fotomotor, todo ello se ha de comunicar a los servicios sanitarios en
cuanto lleguen.
Dentro de las nociones básicas de primeros auxilios, hay una serie de técnicas que todos
deberíamos conocer:
Para hacer la RCP debes conocer la técnica, bien porque has hecho un curso de primeros
auxilios, o bien porque alguien te la haya enseñado. Si conoces la técnica, sabrás que los
pasos a seguir son los siguientes:
Atragantamientos y asfixias
Por otra parte, los atragantamientos son más habituales de lo que parece. En estos casos, la
maniobra de Heimlich puede salvar muchas vidas. Para realizarla, los pasos son los
siguientes:
En cuanto a las quemaduras, las nociones básicas de primeros auxilios indican que lo
primero es eliminar la causa de la quemadura. En segundo lugar, si no hay roturas en la
piel, se debe refrescar la zona quemada con agua fría. Si dispones de una toalla limpia,
húmeda y fría esto puede reducir considerablemente el dolor. Con esa misma toalla
húmeda, se pude envolver la lesión de forma suave hasta que lleguen los servicios médicos.
Heridas abiertas
Por otro lado, si la persona presenta una herida abierta, lo primero que tenemos que hacer
es lavarnos las manos para evitar infecciones, dentro de lo posible. Lavar la herida con
abundante agua es beneficioso. A continuación, podemos usar presión para detener el
sangrado colocando un vendaje limpio húmedo para que no se pegue en la herida.
Hemorragias
Si la persona presenta una hemorragia, hay que diferenciar si es una hemorragia arterial o
venosa. Si es arterial, lo sabremos porque la sangre fluye a borbotones y es de color rojo
brillante. En este caso lo mejor es colocar a la persona en posición horizontal y elevar la
extremidad lesionada. A continuación, haremos presión durante diez minutos para detener
la hemorragia. En caso de hemorragia venosa, la sangre fluirá de forma continua y su color
es rojo oscuro. En estos casos se coloca a la persona en posición horizontal y se colocan
vendas limpias sobre la herida. Si la hemorragia es muy persistente se ha de presionar la
herida durante cinco minutos.
A menos que sea necesario, es mejor evitar cualquier cambio de posición o movimiento en
el paciente que pueda dañar su cuello o columna.
2. Busca lesiones
Inspecciona detenidamente en busca de lesiones o heridas que se hayan pasado por alto al
principio.
3. Examina la capacidad de respuesta
Si esta se encuentra inconsciente, lo mejor es tratar de despertarla moviendo con cuidado su
mano o hablándole. Si no responde, verifica su respiración observando si el pecho se
levanta o acercando un lado de tu rostro a la nariz y boca del paciente. Trata de sentir el
pulso.
4. Asegura una buena respiración
Quita del camino cualquier sólido o líquido que obstruya el paso de aire y retira la lengua
caída hacía atrás. Si el paciente no respira por sí solo, habrá que ventilarlo desde el exterior
con respiración boca a boca. Para ello, coloca la persona boca arriba, pon la palma de la
mano en la frente y empújala hacia atrás. Con la otra mano, levante la barbilla hacia
adelante.
5. Cuida la temperatura
Para evitar que entre en shock, mantenlo abrigado. Es importante de que estés pendiente de
piel fría y húmeda, labios azulados, náuseas, pulso débil y rápido.
6. No pierdas la calma
Transmitirle tranquilidad a la persona que necesita ayuda hace que sea más fácil atenderla.
7. Limpia heridas
Nunca soples una herida ni intentes lavarla si es muy profunda o si se trata de una fractura
expuesta. Se debe limpiar hacia fuera sin aplicar telas adhesivas ni algodón.
8. Detén las hemorragias.
En caso de grandes pérdidas de sangre, comprime la herida con algún vendaje o torniquete.
9. No le des comida.
No le des de comer ni beber para evitar atoramientos. En caso de presentare, sienta a la
persona (si se puede) y hazla toser presionando la parte inferior del esternón.
10. No automediques
Dar medicamentos es altamente peligroso porque sin un examen más detallado se puede
complicar la situación del paciente. Limítate a los servicios inmediatos.
11. Consigue ayuda
Si crees que el paciente está gravemente herido lo mejor es llamar inmediatamente a los
servicios de emergencias.
Todo hogar, escuela, lugar público, centro de trabajo y automóvil debe contar con
un botiquín que contenga lo necesario para salvar una vida y evitar complicaciones
provocadas por un accidente.
Un botiquín debe contener material de curación y medicamentos que no tengan riesgo para
las personas, sin embargo siempre debe preguntarse antes de administrarlos sobre una
posible alergia o reacción negativa ante cualquier medicina o sustancia.
Es importante que el botiquín no esté al alcance de los niños, se conserve en un lugar fresco
y seco y que se revise periódicamente la fecha de caducidad de los medicamentos para
sustituirlos en caso necesario.
En caso de no contar con un botiquín cuando se presente una emergencia, se pueden utilizar
reglas o lápices, medias, corbatas, sábanas o pañuelos limpio.
CONCLUSIÓN