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Costos de La Maquinaria Agricola

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Cátedra de Administración Rural

COSTOS DE LA MAQUINARIA
AGRÍCOLA

por el Ing. Agr. Rodolfo G. Frank


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ÍNDICE
1. La maquinaría y sus características básicas
La maquinaria en la empresa agropecuaria
Uso anual y producción
Capacidad y tiempo operativo
Capacidad de máquinas móviles continuas
Cálculo de la capacidad
Ancho de trabajo
Velocidad
Coeficiente de tiempo efectivo
Capacidad máxima
Casos especiales
Capacidad de máquinas móviles discontinuas
Duración del ciclo
Capacidad del receptáculo
Cálculo de la capacidad
Capacidad de elementos de transporte
Coeficiente de ocupación
Cálculo de la capacidad
Capacidad de máquinas estacionarias
Bombas de émbolo
Elevadores a cangilones
Cintas transportadoras de granos
Sinfín para granos
Tamaño
2. Fuerza, energía y potencia
Introducción
Concepto de fuerza, energía y potencia
Fuerza
Trabajo y energía
Potencia
Rendimiento mecánico del tractor
Otras pérdidas de potencia
Relación entre energía, potencia y capacidad de trabajo
Consumo de combustible de un motor
3. El costo operativo de la maquinaria
Concepto de costo y clasificación
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Concepto
Clasificación
Costo fijo y costo variable
Costo directo y costo indirecto
Naturaleza de los costos
El costo operativo real
Los gastos en costos operativos estimativos
Resguardo
Seguros e impuestos
Gastos de conservación y reparaciones
Gastos en comb 'tibie
Mano de obra Amortizaciones
La depreciación de la maquinaria
Amortización
Duración
Naturaleza de la amortización
Cálculo de la amortización
Intereses
El cálculo del costo operativo estimativo
Costo operativo de una maquina
Costo de una tarea
Costo operativo de equipos
El cálculo de costos con inflación
4. El costo operativo en función de la producción de la maquinaria
Introducción
Problemas particulares del costo en función de la producción
Costo medio y producción
Composición del costo operativo
Costo de varias máquinas
La elección de alternativas
El punto de indiferencia
Estabilidad de la solución
Máquina chica vs. máquina grande
Trabajo manual vs. trabajo mecánico
Equipo propio o contratista
Limitaciones en la elección entre alternativas
El umbral de beneficios
Tablas
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Introducción
Datos
Ancho de trabajo
Velocidad
Coeficiente de tiempo efectivo
Energía requerida
Coeficiente de gastos de conservación y reparaciones
Duración
Consumo de combustible
Tablas auxiliares
1. Motores y tractores
2. Máquinas para labranza y sus labores complementarias
2a. Coeficientes de labranza o tracción requerida
2b. Energía requerida para labranzas
3. Máquinas sembradoras y plantadoras
4. Máquinas para cuidados culturales
5. Máquinas para cosecha de forrajes
6. Máquinas para cosecha de granos y otros productos agrícolas
7. Máquinas para procesamiento de granos y semillas
7a. Principales datos de granos
7b. Peso específico y poder calorífico de los principales combustibles
8. Máquinas para la provisión de agua
9. Vehículos y elementos de transporte
9a. Velocidades usuales de tractores y vehículos en tareas de transporte
9b. Coeficientes de resistencia al rodamiento y rendimiento mecánico de vehículos
9c. Peso específico y peso por unidad de volumen
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1. LA MAQUINARIA Y SUS CARACTERÍSTICAS BÁSICAS


La maquinaria en la empresa agropecuaria
Máquina es cualquier dispositivo que consiste en un cuerpo o sistema de cuerpos,
apoyados en puntos, ejes o planos fijos, destinado a transformar, transferir, aplicar o regular
energía para realizar un trabajo. Así define la norma IRAM a la maquinal1. Empero, más
apropiada resulta la definición de Barañao2: Máquina es un "sistema que cuenta con la aptitud
para recibir y transformar la energía". Es decir que, fundamentalmente, la máquina transforma
energía: el motor transforma la energía contenida en el combustible en energía mecánica (por
ejemplo, transforma la energía contenida en el gas-oil en tracción), un arado utiliza la energía
que recibe para invertir el pan de tierra, etc. El sentido amplio que hoy en día se asigna al
término ' sistema' incluiría a los seres vivos, razón por la cual se propone definir la máquina
como un sistema inanimado que posee la aptitud necesaria para recibir y transformar energía.
Por maquinaria agrícola se entiende el conjunto de máquinas utilizadas en las explotaciones
agropecuarias.
La mecanización es el empleo de la maquinaria. Generalmente se considera como una
parte de la tecnifícación (aunque el vulgo suele confundir tecnificación con 'mecanización).
Motorización no es igual a mecanización: el campo argentino estuvo mecanizado antes de estar
motorizado. Su importancia radica principalmente en la reducción del insumo de trabajo
humano, o sea la substitución de trabajo por capital. Los progresos han sido notables: en lo que
va del siglo, la capacidad de trabajo de la mano de obra en el cultivo del trigo ha aumentado un
3,2 % anual acumulativo (es decir a interés compuesto), lo que significa una duplicación de la
capacidad cada 22 años3. En maíz y girasol hubo aumentos aun mayores, si bien en períodos
más cortos4. La substitución de trabajo por capital también implica liberar progresivamente al
hombre de transformador de energía (o sea del trabajo físico) acentuando su capacidad
intelectual.
Uso anual y producción
Por uso anual (U) se entiende la cantidad de tiempo (generalmente expresado en horas)
que se utiliza una máquina durante el ano. El concepto de uso anual se restringe aquí a tiempo,
excluyéndose en consecuencia toda referencia a superficies trabajadas, cantidades producidas o
similares. Por esta razón, el uso anual se expresa en horas por año (h/año).
La producción anual (S) es la cantidad producida durante un año. El término
producción se utiliza aquí en un sentido muy amplio, que comprende superficie trabajada
(arada, rastreada, 'disqueada', sembrada, etc.), superficie tratada (pulverizada, desmalezada,
etc.), superficie cosechada, cantidad procesada (secada, deshidratada, etc.), distancia recorrida o
transportada, etc. La razón del significado tan amplio de este término se debe exclusivamente a
la falta de otro mejor. Como por lo general se refiere a superficies en la mayoría de las
máquinas, se emplea el símbolo S. En este caso, la producción anual se expresa en hectáreas por
año (ha/año), pero también puede referirse a qq/año, t/año, 1/año, y en km/año cuando se trata
de un vehículo.
El uso anual y la producción están relacionados: el uso anual es igual a la producción
anual multiplicada por el tiempo operativo:

1
Norma IRAM 8001.
2
BARAÑAO, Teófilo V. Maquinaria agrícola. Barcelona, Salvat, 1955, p. 1.
3
FRANK, Rodolfo G. Evolución de la productividad del trabajo en el cultivo del trigo. Rev. de Inv. Agrop.
Ser.64(l):l-14. 1970.
4
COSCIA, Adolfo A. y Juan C. TORCHELLI. La productividad de la mano de obra en el maíz. Pergamino, Estac.
Exp. Agrop. INTA, 1968. 16 p. (Informe técnico No 69). Asimismo: COSCIA, Adolfo A. y Miguel A.
CACCIAMANI. La productividad de la mano de obra en girasol. Pergamino, Estac. Exp. Agrop. INTA, 1979. 16 p.
(Informe técnico N° 153)
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U=S to
Ambos conceptos son particularmente importantes en relación con la maquinaria
empleada en la empresa agropecuaria por su modalidad productiva estacional, lo que lleva a un
uso anual relativamente reducido comparado con la maquinaria industrial, de utilización
prácticamente continua.
Capacidad y tiempo operativo
La capacidad de una máquina (Ce) es la cantidad producida en la unidad de tiempo. Se
trata de una característica básica de cada máquina que depende de su tamaño y de otras
variables independientes propias de cada tipo de maquinaria.
En materia de capacidad (llamada también capacidad de trabajo), se suele distinguir
entre capacidad efectiva y capacidad teórica. Esta última es la capacidad que podría tener una
máquina si no se produjesen pérdidas de tiempo. Como su nombre lo indica, es un concepto
meramente teórico. Lo importante, en cambio, es la capacidad efectiva, o sea la realmente
alcanzada por una máquina en condiciones corrientes de trabajo. Salvo expresa indicación en
contrario, aquí únicamente se utilizara la capacidad efectiva (Ce).
El tiempo operativo (to) de una máquina es el tiempo insumido por cada unidad
producida. De esta definición se deduce que el tiempo operativo es la recíproca de la capacidad:
1
to [h/unidad] = ———————
Ce [unidades/h]
El tiempo operativo es, en muchos cálculos, una unidad más práctica que la capacidad
porque aquél es sumable. Los cálculos en los cuales se requiere conocer la capacidad de un
equipo compuesto por varias máquinas, por ejemplo, se efectúan sumando tiempos operativos,
ya que no se pueden sumar capacidades. Asimismo, en la programación de la maquinaria hay
que trabajar con tiempos operativos y no con capacidades. En los cálculos de costos operativos,
en cambio, ello es indiferente.
En vista de que existen apreciables diferencias de cálculo de la capacidad de máquinas
móviles comparadas con las fijas, a continuación se tratarán por separado ambos casos.
Capacidad de máquinas móviles continuas
Cálculo de la capacidad
La capacidad efectiva de una máquina móvil continua que trabaja superficies se expresa
en ha/h y se calcula mediante la fórmula
Ce[ha/h]=0,l a v r
en la cual 0,1 es un coeficiente para adecuar unidades, a el ancho efectivo [m], v la velocidad
[km/h] y r el coeficiente de tiempo efectivo. Cada una de estas variables se explican más
adelante.
Esta fórmula se puede emplear para cualquier máquina móvil que trabaja superficies en
forma continua (es decir, la gran mayoría de las máquinas utilizadas en agricultura), pero no
para las discontinuas (muchas de las máquinas empleadas en movimientos de tierra) ni para las
portátiles móviles.
Ancho de trabajo
El ancho efectivo de trabajo (o simplemente ancho efectivo) es menor al ancho teórico
en la mayoría de las máquinas. Mientras el ancho teórico es el correspondiente a la
especificación de la máquina, el ancho efectivo es el cubierto por cada pasada (vuelta o carrera)
de aquélla. El ancho efectivo es menor debido a cierta superposición inevitable entre pasadas.
El ancho efectivo se obtiene multiplicando el ancho teórico por el coeficiente a
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propuesto por Barañao5, obtenido experimentalmente. La eficiencia del ancho de trabajo,


reflejada por el coeficiente alfa, puede variar mucho en una misma máquina. Depende 1) del
operario (su habilidad en la conducción y regulación del equipo, el cuidado puesto en la
ejecución del trabajo, etc.), 2) del estado del equipo, 3) del estado del terreno y 4) del estado del
cultivo. Por ello, todo dato al respecto sólo puede considerarse como una estimación muy
general, como ocurre con los proporcionados en los cuadros del apéndice.
La determinación práctica del ancho efectivo -y sobre la base de éste y del teórico, del
coeficiente a- es sencilla. Antes que la máquina pase por el lugar de la determinación, se mide
una distancia algo superior a su ancho teórico, perpendicular a su dirección de trabajo, desde el
borde de la vuelta o carrera anterior (en la arada, por ejemplo, desde el borde del surco) hacia el
terreno libre y se marca con una estaca u otra marca apropiada. Después de pasada la máquina,
se efectúa una segunda medición, desde la estaca hasta el nuevo borde de la carrera que acaba
de efectuar. La diferencia entre ambas mediciones es el ancho efectivo. Siempre es conveniente
efectuar varias determinaciones a fin de poder calcular promedios y dispersiones. Una vez
conocido el ancho efectivo, el coeficiente a se halla relacionando éste con el ancho teórico.
Los datos referentes al ancho de trabajo de las máquinas, listados en los cuadros del
apéndice, se expresan -para mayor simplicidad- en la unidad generalmente empleada para la
designación corriente del ancho de cada máquina. Así, por ejemplo, es corriente utilizar la
cantidad de rejas para expresar el ancho de un arado o la cantidad de surcos en un carpidor.
Multiplicando, por consiguiente, el ancho dado para arados (correspondiente una reja) por la
cantidad de rejas, se obtiene el ancho del arado en cuestión.
Velocidad
La velocidad (o velocidad efectiva de trabajo) se refiere a la que desarrolla! máquina
durante su operación. Generalmente se expresa en km/h, aunque a veces se su( dar en metros
por segundo (1 m/s =3,6 km/h). Una idea aproximada sobre la velocidad que desarrolla una
máquina automotriz o de arrastre, es la que se obtiene consultando especificada para la marcha
a la que opera, pero se debe tener en cuenta que patinamiento de la rueda motriz puede llegar a
reducir sensiblemente la velocidad.
Una determinación fácil de efectuar en la práctica, y suficientemente precisa p< los
fines aquí perseguidos, consiste en medir el radio de una rueda libre (no de una rué motriz
porque el patinamiento de ésta daría resultados erróneos) y determinar luego hallándose en
operación la máquina, la cantidad de vueltas por minuto de la rueda, i velocidad [km/h] será:
v = 0,377 r N
donde 0,377 es un coeficiente que proviene de multiplicar 3,1416 por 2 (para obtener diámetro)
por los 60 minutos que tiene la hora dividido por los 1000 m/km, r el radio [m] y N la cantidad
de vueltas por minuto [v/min], en ambos casos de la rueda. Es importar que se mida el radio y
no el diámetro, debido al ligero aplastamiento que tiene en su base toda rueda con neumáticos.
Si se coloca la máquina sobre un piso liso también será m fácil medir el radio, dado que los
centros de los ejes de las ruedas suelen estar claramente demarcados. La medición de la cantidad
de vueltas por minuto se puede hacer o suficiente precisión utilizando cualquier reloj que tenga
segundero: no es imprescindible un cronómetro. Dada la velocidad usual a la que trabajan las
máquinas, no hay problema en contar la cantidad de vueltas. Como punto de referencia se puede
tomar la válvula del neumático, o una marca hecha con tiza sobre éste. Conviene repetir varias
veces medición de la cantidad de vueltas y promediar los resultados. En la práctica no obtienen
mayores diferencias entre una medición y otra si las condiciones de trabajo s uniformes.
Más exacto para determinar la velocidad, aunque también más laborioso, es método
consistente en medir una distancia y cronometrar el tiempo que tarda la máquina en cubrirla.
Coeficiente de tiempo efectivo

5
BARAÑAO, Teófilo V. op. cit. p. 5 y ss.
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El coeficiente de tiempo efectivo es el cociente de la relación del tiempo de traba


efectivo y el tiempo operativo. Como es sabido, durante el tiempo dedicado al trabajo, máquina
no se halla funcionando constantemente pues se producen pérdidas inevitables evitables) de
tiempo. El tiempo total se distribuye de la siguiente manera:
Tiempo total de trabajo
1) Tiempo de preparación (en el lugar de resguardo)
1.1) Retiro del lugar de resguardo
1.2) Puesta en condiciones de trabajo y traslado
1.2.1) Limpieza
1.2.2) Montaje (máquinas montadas y semimontadas)
1.2.3) Preparación para el trabajo (revisión, regulación, etc.)
1.2.4) Mantenimiento (carga combustible, lubricación, etc.)
1.2.5) Preparación para el transporte
2) Tiempo de traslado
2.1) Traslado al y del lugar de trabajo
2.2) Entrada y salida del lugar de trabajo
3) Tiempo operativo (tiempo de trabajo en el lugar de trabajo)
3.1) Preparación para el trabajo
3.1.1) Tareas de mantenimiento (lubricación, etc.)
3.1.2) Carga de combustible (si no se halla incluido en 1.2.4)
3.1.3) Carga de insumos (semillas, plaguicidas, envases, etc.)
3.1.4) Regulación
3.2) Detenciones durante el trabajo
3.2.1) Descarga de productos y subproductos
3.2.2) Ajustes (excepto ajustes sobre la marcha)
3.2.3) Averías, fallas, roturas
3.2.4) Atascamientos
3.2.5) Esperas
3.2.6) Descanso del o de los operario/s
3.2.7) Mantenimiento de la máquina
3.3) Trabajo en vacío (cabeceras, otros lugares no trabajados)
3.4) Trabajo efectivo (tiempo efectivo)
El esquema precedente muestra que el tiempo efectivo sólo es una parte del tiempo
operativo. La relación entre ambos valores se denomina coeficiente de tiempo efectivo r. Es
decir que
r = te / t o
donde te es el tiempo efectivo y to el tiempo operativo. El coeficiente de tiempo efectivo no tiene
unidades. Su valor máximo es 1 y disminuirá en la medida en que se incrementan las pérdidas
de tiempo.
La determinación del valor de r se puede efectuar cronometrando las pérdidas de
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tiempo durante un lapso de tiempo suficientemente prolongado. Por diferencia se determina el


tiempo efectivo, y relacionando éste al tiempo operativo se obtiene el coeficiente de tiempo
efectivo.
Otra forma de determinación de este coeficiente consiste en relacionar la capacidad
efectiva con la capacidad teórica. La capacidad efectiva se puede calcular fácilmente si se
conoce la superficie exacta de una parcela o potrero y el tiempo que tarda una máquina en
trabajarla. La capacidad teórica se calcula con la fórmula
Ct = 0,1 a v
es decir, la fórmula de la capacidad efectiva en la cual se ha omitido r. Para este cálculo se
requiere una determinación cuidadosa de la velocidad, así como también del ancho efectivo.
Cuando se conocen ambos valores se calcula r con la fórmula
r=Ce/Ct
El valor del coeficiente de tiempo efectivo de una máquina es sumamente variable, ya
que depende de varios factores. Entre ellos cabe destacar, aparte de las pérdidas de tiempo
detalladas anteriormente en el punto 3 (tiempo operativo):
1) Características de la máquina o del equipo, entre las cuales se debe citar a) El ancho de
trabajo de la máquina: a medida que aumenta el ancho se reduce el coeficiente de tiempo
efectivo. Esto se comprenderá mejor con el siguiente ejemplo: si en una sembradora de 5 surcos
se necesitan 10 minutos por hora para llenar las tolvas con semilla, con una de 10 surcos se
requerirá un tiempo mayor, con lo cual r será menor en esta última comparada con la primera.
Esto significa que un aumento del ancho no implica un aumento de la capacidad en la misma
proporción, b) La velocidad: el coeficiente de tiempo efectivo disminuye al aumentar la
velocidad, c) La maniobrabilidad de la máquina pues ayudan a evitar pérdidas de tiempo, d) El
tamaño de la tolva o depósito, pues reduce la frecuencia de las cargas de insumos y/o descargas
de productos, e) La capacidad del tanque de combustible, que debería permitir suficiente
autonomía para todo un día de trabajo.
2) Características del lugar y la forma, de trabajo. A este respecto influyen: a) El sistema de
trabajo, siendo generalmente mayor al trabajar en redondo y menor al hacerlo en amelgas. b) La
forma de la parcela trabajada, ya que habitualmente se pierde más tiempo en parcelas irregulares
que en parcelas regulares, c) El tamaño de la parcela, disminuyendo r al disminuir el tamaño,
dado que en parcelas pequeñas las pérdidas de tiempo por trabajo en vacío son mayores.
3) Las condiciones de trabajo, especialmente en lo que se refiere a a) las condiciones del suelo y
su cobertura (por ejemplo un suelo arado con elevados residuos de rastrojo, obliga a detenciones
más frecuentes para limpiar la rastra de dientes; las condiciones severas de trabajo pueden
aumentar la averías, etc.), b) las necesidades del cultivo (cantidad de insumos a distribuir) y c)
las condiciones del cultivo y su rendimiento (en trabajos de cosecha, la humedad, el estado de
las plantas -'vuelco' en maíz, 'encamado' en trigo, etc.- y otros factores inciden
desfavorablemente); los altos rendimientos requieren detenciones más frecuentes para descargar
la tolva y en consecuencia reducen el coeficiente de tiempo efectivo.
El coeficiente de tiempo efectivo se refiere siempre a una sola máquina. Cuando se usan
varias máquinas tiradas simultáneamente por el mismo tractor y si las detenciones se deben a
averías aleatorias independientes entre sí, la probabilidad conjunta lleva a que el coeficiente de
tiempo efectivo sea
rn = r1 r2 r3 ... rn
donde r1 r2 ... es el coeficiente de tiempo efectivo de cada máquina.
Esta fórmula es válida para máquinas diferentes tiradas simultáneamente por el mismo tractor
(máquinas en serie). Cuando se trata de máquinas iguales tiradas simultáneamente por el mismo
tractor (máquinas en paralelo), el coeficiente es
rn= r n
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en donde rn es el coeficiente del conjunto de las máquinas en paralelo, r el de cada máquina y n


la cantidad de máquinas.
Capacidad máxima
A veces se utilizan varias máquinas en paralelo para aumentar la capacidad de trabajo.
Sin embargo, se debe tener en cuenta que el coeficiente de tiempo efectivo va disminuyendo. Si
bien no se pueden dar valores precisos, se puede obtener una impresión preliminar
reemplazando r, en la fórmula de la capacidad efectiva, por rn:
Ce = 0,1 a n v rn
donde n es la cantidad de máquinas en paralelo. Si bien la capacidad se incrementa al aumentar
n, el coeficiente de tiempo efectivo se reduce al elevarlo a la potencia n por ser r < 1. Eso puede
llevar a una capacidad máxima, especialmente si r es un valor bajo. Este máximo se da cuando
n = -l / ln r
o sea -1 dividido por el logaritmo natural de r.
En máquinas en serie (el clásico 'tren' de varias máquinas, una detrás de la otra) también
puede verse afectado por este fenómeno, si bien no es posible deducir una fórmula debido a que
los coeficientes de tiempo efectivo de cada máquina son diferentes.
Por último, queda por señalar que los máximos sólo se refieren a valores de capacidad,
sin ninguna evaluación económica del ancho óptimo, lo que constituye un problema diferente.
Casos especiales
Existen unas pocas máquinas móviles continuas que trabajan distancias más que
superficies. Este puede ser el caso de pulverizadoras que operan en bordes de alambrados,
caminos o vías férreas, ciertas zanjadoras en las cuales interesa más conocer la distancia que el
volumen de tierra removido por hora, etc. Para estas máquinas, la capacidad se calcula con la
fórmula
Ce [km/h] = v r
En las máquinas cosechadoras suele ser más correcto expresar la capacidad en qq/h o
t/h porque su capacidad referida a la unidad de superficie puede variar mucho con el
rendimiento del cultivo. Para transformar capacidades dadas en qq/h a capacidades en ha/h se
recurre a la fórmula
Ce [qq/h]
Ce [ha/h] = —————

R
donde R es el rendimiento del cultivo [qq/ha].
En aviones operando en la aplicación de agroquímicos se tienen que tener presente
algunos aspectos adicionales debido a las pérdidas de tiempo intrínsecas a su operación. La
capacidad efectiva se puede calcular mediante la fórmula
Q/q
Ce = ———————————————————————
ta/60 + 2D/vtrasl + (10 Q)/(q a) [1/vtrab + tg/60 l]
donde Q es la cantidad cargada por vuelo [l], q la dosis aplicada [1/ha], ta el tiempo de carga
(incluido aterrizaje y despegue) [min], tg el tiempo de giro (viraje en la cabecera) [min], D la
distancia entre la pista y la parcela tratada [km], 1 la longitud de la parcela tratada (en el sentido
que opera el avión) [km], a el ancho de la banda pulverizada [m], vtrasl la velocidad de traslado
[km/h] y vtrab la velocidad de trabajo del avión [km/h]. Esta fórmula también se puede utilizar
para pulverizadoras terrestres -efectuando las debidas adaptaciones- cuando se desea obtener
una mayor precisión o se tienen dudas sobre el coeficiente de tiempo efectivo. No debe
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olvidarse que en estas máquinas las pérdidas de tiempo son elevadas debido a la necesidad de
cargar agua (tiempo de traslado y tiempo de carga).

Capacidad de máquinas móviles discontinuas


Duración del ciclo
Las máquinas móviles discontinuas son, básicamente, las utilizadas en movimientos de
tierra y también en ciertos transportes, en especial los acarreos a corta distancia. La
característica distintiva de estas máquinas es el ciclo de trabajo. Por ejemplo, una pala de
arrastre carga tierra hasta colmar la caja, acarrea, descarga y regresa al lugar de extracción de
tierra para comenzar nuevamente el ciclo.
La duración del ciclo depende de las máquinas y de las condiciones de trabajo. En las
excavadoras las condiciones de trabajo están lo suficientemente tipificadas como para que
puedan asignarse duraciones de ciclo para cada una de ellas. En las palas de arrastre, traillas y
topadoras, en cambio, las condiciones son muy cambiantes, debido principalmente a la
variación de las distancias a recorrer. En estos casos se deben efectuar mediciones para conocer
la duración del ciclo.
Capacidad del receptáculo
El término receptáculo se emplea aquí en forma genérica para designar el elemento o
conjunto que recibe la carga en la máquina, tal como la caja de las palas de arrastre (palas
mecánicas) o traíllas, el cucharón de las cargadoras frontales, excavadoras y retroexcavadoras,
la hoja de la topadora, etc.
La capacidad del receptáculo se expresa de dos maneras: 1) enrasada (o sea el volumen
al ras) o 2) colmadas (es decir, con el montículo natural que se forma arriba). Es más frecuente
especificar la capacidad colmada, ya que es aquella con la cual operan habitualmente las
máquinas. Se sobreentiende que se trata de la capacidad efectiva; no siempre se logra la
capacidad colmada teórica debido a la manera de operar, por el tipo de material y por otras
causas diversas.
La capacidad del receptáculo es una especificación dada generalmente por el fabricante.
Su verificación, midiéndola, no siempre es fácil por la forma irregular de muchos receptáculos.
En caso de hacerlo, y si se quiere determinar la capacidad colmada, por lo general se acepta que
el montículo tiene un talud de 3 a 1 (relación de distancia horizontal a vertical). La capacidad de
la hoja de la topadora es sumamente variable, ya que depende del tipo de trabajo y la distancia
que recorre (la capacidad decrece con la distancia). Generalmente se acepta como equivalente al
prisma que se forma delante de la hoja, de altura y ancho igual a la hoja y talud 1 a 1.
Cálculo de la capacidad
Dadas las características de estas máquinas, su capacidad se expresa casi siempre en
metros cúbicos por hora [m3^] y se calcula mediante la fórmula
60 Q r
Ce [m3/h] = ————
D
donde Q es la capacidad colmada efectiva del receptáculo [m3], r el coeficiente de tiempo
efectivo y D la duración del ciclo de trabajo [min/ciclo]. En el cálculo de la capacidad se debe
verificar cuidadosamente la unidad empleada, ya que es fácil confundir, en el caso de
movimientos de tierra, entre tierra suelta y tierra compacta. -En el suelo la tierra se halla en
estado compacto, pero en los movimientos con la máquina se trata de tierra suelta.
Capacidad de los elementos de transporte
Coeficiente de ocupación
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El coeficiente de ocupación es la relación existente entre la distancia recorrida con carga


completa y la distancia total cubierta por un vehículo. Por ejemplo, un camión que efectúa el
viaje de ida con carga plena y regresa vacío, tendrá un coeficiente de ocupación de 0,5. Es de
destacar que el coeficiente de ocupación se refiere siempre a carga completa. Caso contrario se
obtendrían errores en los cálculos de capacidad y también, en consecuencia, de los costos de
transporte. De esta manera, un camión con acoplado cuya carga máxima es de 20 t pero sólo
transporta 8 t de ida y regresa vacío, tendrá un coeficiente de ocupación de 8/20 x 0,5 = 0,2. Si,
en cambio, ese mismo camión al regresar transporta 10 t (en lugar de hacerlo vacío), tendrá un
coeficiente de ocupación de (8/20 x 0,5)+(10/20x0,5) =0,45.
El coeficiente de ocupación resulta pertinente cuando se habla de la distancia por la que
se debe transportar la carga y no la que recorre el vehículo. Como generalmente lo primero es lo
habitual, se hace imprescindible el uso del coeficiente de ocupación,
El coeficiente de ocupación se debe estimar en cada caso. Salvo indicación expresa en
contrario, se supondrá aquí que es igual a 0,5.
Cálculo de la capacidad
La capacidad de transporte se mide en cantidad de peso y distancia por unidad de
tiempo, o sea en t.km/hora. Se puede calcular mediante la fórmula
Ce [t.km/h] = 0,5 C v r
donde 0,5 es el coeficiente de ocupación, C la carga máxima del vehículo [t], v su velocidad
media [km/h] y r el coeficiente de tiempo efectivo (en este caso, las pérdidas de tiempo se
deben especialmente a detenciones y esperas).
A veces resulta más práctico medir la capacidad de transporte en t/h. Esto ocurre
cuando la distancia se halla prefijada y, por otra parte, se da una demanda continua de
transporte (por ejemplo, el transporte a granel de la cosecha, desde la cosechadora al silo). En
este caso la capacidad es
CN
Ce [t/h] = ————
2d/v + D
donde C es la carga de cada vehículo [t], N la cantidad de vehículos, d la distancia a través de la
cual se debe transportar la carga (o sea la que media entre el lugar de carga y el lugar de
descarga) [km], v la velocidad [km/h] y D las demoras debidas a esperas, carga, descarga,
enganche de vehículos, etc. en cada viaje [h]. Esta fórmula supone que un vehículo viaja
cargado en el viaje de ida y regresa descargado (coeficiente de ocupación = 0,5), y que la
velocidad es igual en ambos viajes. Si la velocidad difiere, la expresión 2d/v se convierte en d/vc
+. d/vv, donde vc es la velocidad del vehículo cargado y vv la del vehículo descargado.
Capacidad de máquinas estacionarias
Por lo común, la capacidad de una máquina estacionaria es un dato que proporciona
directamente el fabricante o diseñador. Esto se debe principalmente a los siguientes motivos: 1)
Estas máquinas son muy heterogéneas en lo que respecta al cálculo de la capacidad: cada una
tiene una fórmula particular y no existen fórmulas y métodos generales aplicables a todas las
máquinas, como en las móviles. 2) El cálculo de la capacidad es muy complicado en algunos
casos, ya que es responsabilidad de los diseñadores de las máquinas, más que de los
especialistas en administración de la maquinaria. Sin embargo, siempre es aconsejable verificar
en la práctica la capacidad de cada máquina para reducir errores en los cálculos de costos.
En algunos casos, el cálculo de la capacidad es relativamente sencillo. Estos casos se
tratarán a continuación.
Bombas de émbolo
En las bombas, la capacidad se denomina caudal. El caudal de bombas de émbolo de
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efecto simple se puede calcular mediante la fórmula


Q [1/s] = 13,09 d2 h n h
donde Q es el caudal [1/s], d ei diámetro del cilindro [m], h la altura del cilindro [m], n los
golpes por minuto, y h el rendimiento hidráulico, que habitualmente se halla entre 0,85 y 0,95
(es menor en bombas chicas y mayor en las grandes). El coeficiente 13,09 se debe reemplazar
por 0,01309 si se desea obtener el caudal en m3/s. También se puede utilizar la fórmula
Q [1/h] = 0,0471 d2 h n h
en la cual el diámetro y la altura del cilindro deben darse en cm.
Elevadores a cangilones
La capacidad de un elevador a cangilones [t/h] se calcula con la fórmula
Ce [t/h] = 3600 z i v pe v
donde z es la cantidad de cangilones por metro de cadena [cangilones/ m], i la capacidad de
cada cangilón [m3/cangilón], v la velocidad de la cadena [m/s], pe el peso específico [t/m3] y v
el rendimiento volumétrico de los cangilones (es muy variable, dependiendo de la velocidad de
la cadena y del tamaño de los granos; oscila entre 0,5 a 0,8). Se recomienda que la velocidad de
la cadena sea v = 2,2 D siendo D el diámetro de la polea de cabeza en metros.
Sinfín para granos
La capacidad de un sinfín para granos (‘chimango’) se halla con la fórmula (que sólo da
valores aproximados)
Ce [t/h] = 17 D2 r
donde D es la distancia entre filetes [m] (generalmente igual al diámetro del sinfín por ser estos
de rosca' cuadrada') y r la cantidad de vueltas por minuto [rpm].
Cintas transportadoras de granos
La capacidad de una cinta transportadora plana es
Ce [t/h] = 2880 S v
donde S es la sección del grano transportado [m2] y v la velocidad [m/s] (las velocidades usuales
de las cintas transportadoras se hallan entre 2 y 4 m/s). El coeficiente 2880 supone un peso
específico de 0,8 t/m3 del grano transportado. Suponiendo que los granos forman un talud de
20° también se puede decir que
Ce [t/h] = 262 a v
donde a es el ancho efectivo de la cinta plana [m]. Desde luego, la capacidad efectiva se
incrementa en cintas acanaladas.
11
Tamaño
El tamaño de una máquina es la característica intrínseca que define su capacidad.
Capacidad es lo genérico, tamaño lo específico de una máquina. Como se ha visto ya, la
capacidad de una máquina depende, por lo general, de algunas variables; la mayoría de ellas son
parámetros que no se pueden modificar dado que son inherentes a su forma de operar, pero por
lo común existe una variable (la definitoria de su tamaño) que se puede alterar, modificando en
consecuencia la capacidad. Por ejemplo, en máquinas que trabajan superficies, la capacidad
depende de la velocidad, del coeficiente de tiempo efectivo y del ancho de trabajo (aparte de un
coeficiente que depende de las unidades empleadas en estas variables). La velocidad y el
coeficiente de tiempo efectivo no se pueden modificar substancialmente, dado que son propios
de cada tipo de máquina, pero sí se puede variar el ancho de trabajo, eligiendo máquinas más
grandes o más chicas. En este caso, por lo tanto, el ancho de trabajo es la característica
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intrínseca que define la capacidad de estas máquinas. En otros términos, el tamaño de las
máquinas móviles que trabajan superficies está dado por su ancho de trabajo,
La distinción entre tamaño y capacidad es particularmente útil en aquellas máquinas
donde la capacidad es el resultado de varias variables independientes, como ocurre en las
máquinas que trabajan superficies. En cambio en otras máquinas ambos conceptos se
confunden, ya que la capacidad se expresa directamente a través del tamaño (por ejemplo en una
secadora). Desde el punto de vista de la administración de la maquinaria, el concepto de tamaño
se aplica principalmente cuando se debe elegir la máquina más adecuada entre varias de distinto
tamaño (concepto de tamaño óptimo).
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2. FUERZA, ENERGÍA Y POTENCIA


Introducción
Se había definido la máquina como un sistema inanimado que posee la aptitud necesaria
para recibir y transformar energía. Para entender mejor el proceso de transformación de la
energía, debe quedar en claro qué significa la ejecución de una tarea. Al realizar cualquier labor,
el tractor debe arrastrar (o el motor de una máquina automotriz debe impulsar) la máquina sobre
la parcela trabajada hasta completar su superficie, para lo cual necesita recorrer determinada
distancia. Arrastrar o impulsar una máquina implica desarrollar una fuerza, en el sentido que se
da a este término en física. Si la fuerza se ejerce a través de una cierta distancia (es decir, si la
fuerza se multiplica por la distancia) se habrá producido un trabajo. El trabajo así acumulado se
denomina aquí energía. Si bien la distancia que hay que recorrer hasta completar determinada
superficie depende de5 ancho de trabajo de la máquina, es fácil comprender que mientras la
fuerza necesaria es directamente proporcional al ancho, la distancia se reduce en la misma
proporción, de modo que ambos se compensan, permaneciendo constante la energía. Por
ejemplo, si una máquina de 1 m de ancho requiere una fuerza de 1000 kg, para completar 1
hectárea necesitará recorrer 10.000 m2/l m = 10.000 m y en consecuencia el trabajo será igual a
10.000.000 kgm; en las mismas condiciones, una máquina de 2 m de ancho requerirá una fuerza
de 200 kg, pero sólo deberá recorrer una distancia de 5.000 m, o sea que en este caso el trabajo
también será igual a 10 millones de kgm. Es decir que la energía necesaria para efectuar una
labor no variará con el ancho de trabajo de la máquina. Si sólo consideramos la energía
productiva (es decir, omitimos la insumida por el tractor y las pérdidas), se puede decir que la
energía productiva es específica de cada labor, independientemente del ancho, tipo o marca de
la máquina. Por ello, una transformación eficiente de la energía es un requisito ineludible para
una administración adecuada de la maquinaria.
Concepto de fuerza, energía y potencia
Fuerza
La fuerza requerida por una máquina para ser arrastrada por el tractor se denomina
tracción y se expresa, o bien en kg necesarios para arrastrar una máquina (simbolizada por F), o
bien en kg por metro de ancho de trabajo de la máquina [kg/m], medida más práctica para
ciertos cálculos (símbolo: f).
En materia de labranza primaria es común el concepto de coeficiente de labranza, es
decir la tracción requerida por unidad de superficie de la sección trabajada (por ejemplo kg/dm2,
kg/cm2). Numerosos factores inciden sobre el coeficiente de labranza: 1) el suelo en lo que se
refiere a a) su textura, b) su peso específico aparente y c) su humedad (disminuye con el
incremento de la humedad); 2) la máquina en lo que hace a a) la velocidad de trabajo (aumenta
con la velocidad en máquinas de labranza), b) las características de la máquina (forma del
cuerpo del arado, peso de la máquina, etc.). Como una orientación muy general se puede decir
que el coeficiente de labranza se halla entre 0,25 a 0,35 kg/cm2 en suelos arenosos, 0,30 - 0,40
en franco-arenosos, 0,35 - 0,45 en suelos francos, 0,40 - 0,60 en los limo-arenosos, 0,40 -0,55
en los franco-limosos, 0,50 - 0,70 en los franco-limo-arcillosos y 0,80 a 1,10 en los arcillosos.
Trabajo y energía
El trabajo es el producto de una fuerza por la distancia recorrida: T = F d. El trabajo
acumulado para efectuar una labor (por ejemplo arar una hectárea) o el acumulado durante un
período de tiempo (trabajo realizado durante un año) se denomina aquí energía. La energía se
puede medir en diferentes lugares: en la barra de tiro o en el motor del tractor. Como se verá
más abajo, aparte de la energía requerida para efectuar la labor propiamente dicha (energía
productiva), también se requiere energía para trasladar la máquina y el tractor, existen pérdidas,
etc. El motor del tractor debe transformar energía para cubrir todas estas necesidades. Por ello,
aquí se hará referencia a la energía requerida en el motor, que se simbolizará emot.
Las unidades de energía son el kWh y el CVh (caballo vapor hora). Si bien el primero
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es el correspondiente al sistema internacional y es el corriente en materia de electricidad, el CVh


es aun muy usual. Las equivalencias son: 1 kWh == 1,36 CVh y 1 CVh = 0,7351 kWh).
También son válidas las equivalencias 1 kWh = 859,8. kcal y 1 CVh = 632,4 kcal. Conociendo
el poder calorífico de un combustible y el rendimiento térmico de un motor, también es posible
expresar la energía en litros de combustible. Con un poder calorífico de 8.600 kcal/1 gas-oil y
un rendimiento térmico de alrededor del 30 % en un motor diesel, se tiene que un litro de gas-oil
equivale aproximadamente a 3 kWh ó 4 CVh.
La energía requerida en el motor para efectuar una labor dada se halla mediante la
fórmula
0,037 F
emot [CVh/ha] = —————
a
donde 0,037 es el coeficiente para convertir unidades si emot se expresa en CVh/ha (se debe
reernplzar por 0,027 cuando se desea expresarla en kWh/ha), F la tracción [kg], a el ancho de
trabajo teórico de la máquina [m] y  el rendimiento mecánico del tractor (véase más abajo). Si
en lugar de F se tiene el coeficiente de labranza CL [kg/cm2] la fórmula es
emot [CVh/ha] = 3,7 CL p/
donde p es la profundidad de trabajo [cm] y los demás factores tienen los mismos símbolos y
unidades dadas antes. La energía requerida en una labor también se puede deducir del consumo
de combustible por hectárea utilizando las equivalencias vistas. De paso cabe recordar que dado
que la energía necesaria para efectuar una labor no variará con el ancho de trabajo de la
máquina, el consumo de combustible en 1/ha será independiente del ancho.
Potencia
La potencia es el trabajo (o energía) referido al tiempo:
Fd
P = ——— = F.v
t
donde P es la potencia, F la fuerza, d la distancia, t el tiempo y v la velocidad. Utilizando las
unidades corrientes se tiene
0,0037 F v
Pmot[CV] = ——————

donde Pmot es la potencia en el motor [CV],  el rendimiento mecánico del tractor, F [kg] y v
[km/h] la fuerza y velocidad respectivamente. Si se desea obtener Pmot en kW el coeficiente debe
ser 0,0027.
Las unidades de potencia son fundamentalmente el kW y el CV, la unidad antigua (1
kW =1,36 CV). La medida anglosajona HP es prácticamente equivalente al CV (1 CV = 0,9863
HP). Dado que la diferencia es tan sólo del orden del 1,4 % en muchos cálculos prácticos ambas
unidades se pueden tomar como equivalentes.
Es importante distinguir entre la potencia máxima y la potencia de régimen. La potencia
máxima sólo es el máximo absoluto que es capaz de erogar un motor. La potencia de régimen
es la potencia a la cual puede trabajar constantemente el motor, y que, lógicamente, es menor a
la potencia máxima. Es la utilizada en los cálculos y se simboliza aquí con Pmot se halla
alrededor del 75 a 85 % de la potencia máxima.
La potencia de los motores se puede medir de diferentes maneras: según las normas
DIN, que exigen que el motor cuente con todos sus accesorios imprescindibles para funcionar, y
según las normas SAE, con el motor sin sus accesorios (bomba de agua, dínamo, etc.). Desde
luego, un mismo motor tendrá una potencia mayor según normas SAE que utilizando las normas
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DIN. Esta potencia se mide habitualmente en el volante del motor. En tractores, en cambio, lo
usual es medir la potencia en la toma de potencia (en los ensayos de tractores bajo condiciones
normalizadas, como los del Instituto de Ingeniería Rural del INTA en Castelar o en los ensayos
de Nebraska en Estados Unidos). Desde luego, medir la potencia en la toma de potencia implica
no sólo que el motor cuente con todos sus accesorios sino que además debe mover todo lo que
se halla entre volante y toma de potencia, o sea la transmisión. Por consiguiente, la potencia así
medida es inferior a la determinada con las normas DIN en el volante del motor.
Conociendo la potencia del motor del tractor, se puede calcular la tracción despejando F
en la fórmula anterior. Más práctico es determinar el ancho teórico máximo de una máquina
conociendo la potencia del tractor, la velocidad y la energía requerida:
10 Pmot
at[m] = —————
v emot
donde Pmot es la potencia (de régimen) [CV], v la velocidad [km/h] y emot la energía requerida
en el motor [CVh/ha]. Si tanto en potencia (en el numerador) como en la energía (en el
denominador) se reemplaza simultáneamente los CV por kW no se altera el resultado. La
fórmula también se puede utilizar para conocer la velocidad máxima conociendo el ancho de
una máquina o la potencia requerida, conociendo el ancho y la velocidad (además de la energía
requerida). Sólo es necesario despejar la variable que se desea calcular. Tratándose de
transporte, la carga máxima, expresada en toneladas, que puede arrastrar el tractor es
0,27 Pmot  1
C [t] = ————— ———

v CRR 1+
T/C
donde  es el rendimiento mecánico en transportes, CRR el coeficiente de resistencia al
rodamiento y T/C la relación entre tara y carga del medio de transporte. En el caso de acoplados
tolva operando en rastrojo  = 0,6 y CRR = 0,10) y suponiendo T/C = 0,3 la fórmula se reduce a
C[t] = 1,25 Pmot / v. Para otras situaciones, los valores de  y CRR se hallan en la tabla
respectiva.
Rendimiento mecánico del tractor
Cuando se hace referencia a la potencia de un tractor se debe especificar claramente
dónde ha sido medida: potencia en el motor, potencia en la toma de potencia (o 'toma de fuerza')
y potencia en la barra. Esto es importante porque el mismo tractor requiere potencia, razón por
la cual no toda la potencia del motor está disponible para la máquina. Si bien se habla
habitualmente de potencia en la barra de tiro, lo que estrictamente sólo es válido para las
máquinas de arrastre, también se puede utilizar la potencia directamente en la toma. de potencia,
mediante el sistema hidráulico o incluso en forma de electricidad (o antiguamente utilizando la
polea para impulsar máquinas).
La potencia disponible es menor que la del motor debido principalmente a las siguientes
razones: 1) pérdidas por fricción en la transmisión del tractor, 2) resistencia al rodamiento del
tractor, 3) el patinamiento de las ruedas motrices del tractor y 4) pérdidas al utilizar la toma de
potencia, el sistema hidráulico o la electricidad. La relación entre la potencia en la barra y la
potencia del motor se denomina rendimiento mecánico del tractor o eficiencia de la tracción y se
simboliza con la letra griega  (eta):
Potencia en la barra
 = —————————

Potencia del motor
En el mismo sentido, también es posible hablar de una eficiencia en el uso de la toma de
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potencia, del sistema hidráulico o de la electricidad.


La resistencia al rodamiento del tractor es la potencia que necesita para mantenerse en
movimiento, a una determinada velocidad, en vacío. Depende de 1) la clase y el estado de los
suelos, 2) la carga de los ejes (la resistencia crece con el aumento de la carga), 3) la presión de
los neumáticos (en caminos afirmados la resistencia es inversamente proporcional a la presión -
a mayor presión, menor resistencia- pero en terrenos labrados es directamente proporcional, es
decir que a mayor presión, mayor es la resistencia) y 4) la medida de las ruedas: es menor
cuanto mayor es su diámetro. De todos estos factores el más importante es, indudablemente, el
primero. Es sabido que la resistencia al rodamiento es sumamente elevada cuando se transita por
un campo arado, y mucho menor en un potrero de suelo firme. Es decir que la clase de suelos
sobre los cuales transita el tractor incidirá fundamentalmente sobre la resistencia al rodamiento.
El patinamiento de las ruedas motrices es contrarrestado por su capacidad de tracción.
La misma es 1) directamente proporcional al peso incidente sobre las ruedas motrices (por ello
se trata de mejorar la tracción mediante el lastrado). 2) directamente proporcional al diámetro
del neumático (el diámetro se halla limitado por otros factores técnicos como la altura del centro
de gravedad, etc.), 3) directamente proporcional al ancho (además, inflando a menor presión se
logra también un mayor ancho), 4) inversamente proporcional a la presión de inflado en suelos
blandos y 5) dependiente del dibujo de la banda de rodamiento. El patinamiento provoca
pérdidas de potencia porque reduce el espacio recorrido.
Otras pérdidas de potencia
Aparte de las pérdidas de potencia que se acaban de describir en el punto anterior,
existen otras pérdidas que son principalmente: 1) la potencia no utilizada y 2) la potencia
improductiva.
La circunstancia de que la potencia se halle disponible no implica que sea utilizada en su
totalidad. De hecho, siempre es necesaria cierta reserva, porque la potencia requerida dista de
ser una magnitud uniforme y constante (parte de esta reserva es la diferencia entre la potencia
máxima y la de régimen). Pero aparte de ésta, es frecuente que sólo se utilice una parte de la
potencia sencillamente porque la máquina no requiere la totalidad. Esto se debe a que el tractor
es la fuente de energía para todas las máquinas de una explotación, y el requerimiento de éstas
difiere mucho entre sí y, por lo tanto, no se adapta adecuadamente a lo disponible en el tractor.
La existencia de potencia no utilizada se traduce en una carga del motor inferior a la
máxima. Por carga del motor se entiende la relación entre potencia requerida y potencia
disponible, y se expresa habitualmente en forma porcentual:
Carga del motor [%] = l00 Pr/Pd
donde Pr es la potencia requerida y Pd la disponible.
La potencia improductiva es la absorbida por la máquina en vacío. Al igual que el
tractor, también la máquina requiere potencia para sí (aparte de la requerida para efectuar la
labor) para vencer la resistencia al rodamiento principalmente y también las pérdidas por
fricción de sus mecanismos. Se pueden aplicar aquí los mismos conceptos vistos anteriormente
referentes al tractor.
Resumiendo, se tiene:
Potencia del motor (Potencia de régimen) Pmot
menos Potencia insumida por el tractor
Potencia disponible (barra, etc.)
menos Potencia no utilizada
Potencia requerida (absorbida)
menos Potencia improductiva (traslados máquina)
Potencia productiva
Relación entre energía, potencia y capacidad de trabajo
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Definidas ya energía y potencia, corresponde ahora establecer la relación entre ambas.


De lo anteriormente expuesto es fácil deducir que energía es la aplicación de una potencia
durante determinado tiempo, o sea
e=Pt
Partiendo de la ecuación anterior también se puede deducir la conexión entre esas
variables y la capacidad o el tiempo operativo, según sea el caso. Si se despeja el tiempo se tiene
t = e/P y si se tiene presente que la capacidad es la recíproca del tiempo operativo se puede
deducir que
P = e Ct
o sea que la potencia requerida es directamente proporcional a la capacidad de una máquina.
Si esta fórmula se utiliza para calcular la potencia del motor de una máquina, se deberá incluir el
rendimiento mecánico (P = e Ct / ). Finalmente, se puede calcular la capacidad teórica de una
máquina conociendo la potencia instalada, la energía requerida y
el rendimiento mecánico:
Fig. 2-1 Potencia, tiempo y energía(mal
editado
P
Ct = ———— Energía insumida Energí
e por el tractor insumi
Energía no utilizada da en
Dado que energía es igual a la potencia
Po t. Energía dos
multiplicada por el tiempo, y que se dan tanto
pérdidas de potencia como de tiempo, no toda dispo
\^ Ener-
la energía que se transforma es productiva. En iel reque gía
la fig. 2-1 se gráfica esquemáticamente la Pot. ENERGÍA per-
pr id PRODUCTIVA dida
relación entre tiempo, potencia y energía (la c .
figura no trata de representar a escala las
magnitudes, dado que varían marcadamente de
caso a caso particular). De estas relaciones se -— Tiempo IÍIW Tiemp
desprende: efectivo —- -— ——- o
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Energía total (motor) emot


menos Energía insumida en traslados
menos Energía insumida por el tractor
Energía disponible
menos Energía no utilizada
menos Energía perdida
Energía requerida (por la máquina)
menos Energía improductiva
Energía productiva
Para los cálculos es aconsejable utilizar la energía total (o energía en el motor). Si bien
su valor puede oscilar entre límites relativamente amplios, es la que debe proveer el tractor.
Consumo de combustible de un motor
El consumo horario de combustible de un motor diesel se halla en función directa de la
carga, o sea que aumenta -prácticamente en forma lineal- al incrementarse la carga del motor.
En cambio, el consumo específico, o sea el consumo por unidad de energía entregada, varía en
proporción inversa a la carga. Esto se comprenderá mejor al analizar las cifras del cuadro 2-1,
en el cual se reproducen los resultados pertinentes de un ensayo efectuado en el Instituto de
Ingeniería Rural del INTA (Castelar).
Las cifras del cuadro 2-1 muestran que el menor consumo específico se alcanza cuando
la carga es elevada. Esto indica que, desde el punto de vista del consumo del combustible, la
mayor eficiencia se obtiene cuando se aprovecha íntegramente la potencia disponible. Además,
la reducción del consumo específico, ante un mismo aumento de la carga, es mayor cuando se
opera a bajos niveles que a altos niveles de carga. Por sobre el 60 % de carga, la reducción sólo
es modesta.
Cuadro 2-1
Consumo de combustible del tractor Deutz AX 4.100 (ensayo de potencia a carga variable)

Carga del motor Potencia Consumo Consumo


horario específico
0% 0,0 CV 6,9 1/h
21% 21,6 CV 8,0 1/h 0,370 VCVh
43% 42,8 CV 10.8 1/h 0,252 1/CVh
64% 63,6 CV 14,0 1/h 0,220 VCVh
85 % 84,3 CV 17,5 Vh 0,208 VCVh
100% 96.7 CV 20,4 1/h 0,2111/CVh
Fuente: Boletín de ensayo efectuado de acuerdo a la norma IRAM N° 8005 para
tractores agrícolas; tractor marca Deutz modelo AX-4.100. Buenos Aires, Inst. de
Ingeniería Rural, 1989. p. 17 (Boletín N° 392).
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1 gas-oil/CVh

El consumo específico a plena carga es


más o menos similar para motores de diferente
potencia. Por ello, cuando se necesita
determinada potencia, es más conveniente
obtener la energía de un motor cercano a dicha
potencia que de un motor sobredimensionado. En
la figura 2-2 se comparan los consumos
específicos de tres tractores de la misma marca
pero de diferente potencia. Se puede observar
que a niveles de su potencia de régimen, el
consumo específico es más o menos similar en
los tres tractores, pero para obtener una potencia
de 50 CV, el tractor chico consume menos
combustible que los restantes.
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3. EL COSTO OPERATIVO DE LA MAQUINARIA


Concepto de costo y clasificación Concepto
El costo puede definirse como la expresión en dinero de las erogaciones insumidas para
atraer los factores de la producción hacia la producción de un bien o la prestación de un
servicio. El costo se compone de la suma de los gastos, las amortizaciones y los intereses
insumidos. Esta definición indica que el costo es: 1) la suma de dinero insumida, es decir, no
necesariamente gastada en efectivo; 2) que costo no es sinónimo de gastos, dado que éstos sólo
son una parte del costo.
Simbólicamente puede representarse como
C=G+A+I
donde C es el costo, G los gastos, A las amortizaciones e I los intereses.
Se entiende por gasto la parte del costo que comprende las erogaciones en servicios o en
bienes que se extinguen totalmente con el acto productivo. Estas erogaciones no necesitan
efectuarse forzosamente en efectivo; pueden ser simplemente erogaciones imputadas. No por
ello dejan de constituir gastos.
La depreciación es la pérdida de valor que sufren los bienes por su desgaste y su
obsolescencia. En contabilidad y en costos, esta depreciación se compensa mediante ia
amortización.
En materia de costos se puede distinguir entre varias clases de valores de los bienes. El
valor a nuevo (VN) es el precio de una máquina en estado nuevo, sin uso. El valor residual
activo (VRA) es el valor de una máquina usada, pero en condiciones de cumplir con sus
funciones específicas en un determinado momento de su vida útil. En costos reales, el VRA
equivale al precio que tiene la máquina en el mercado de la maquinaria usada. En caso de no
tener cotización, el VRA se puede estimar mediante la siguiente fórmula
VRA=VN Dfp/Dta
donde Dfp es la duración futura probable y Dta la duración total arbitraria. Las unidades de
ambas variables pueden ser años, horas, etc. La duración total se denomina arbitraria porque en
el momento del cálculo del VRA se hace abstracción de la duración real de la máquina,
tomándose sólo una duración razonablemente normal. Esta fórmula supone una depreciación
uniforme de la maquinaria, lo que en muchos casos no refleja la realidad. Por ello sólo debe
tomarse como una aproximación grosera. El valor residual pasivo (VRP) es el valor residual de
una máquina después de terminar su vida útil. Se trata, en este caso, del valor que aun le resta
como chatarra o por los materiales recuperables que tiene.
El interés del capital invertido es otro componente del costo, y aun en el caso de un
costo real se trata de un valor estimativo en lo que se refiere a la tasa de interés. Se puede decir
que el interés es la retribución del factor capital, al igual que el salario es la del trabajo. El
interés se cuantífica sobre la base del costo de oportunidad del capital.
De importancia fundamental, en relación con los costos, es el principio del costo de
oportunidad. Este principio establece que la incidencia (costo) de los factores de la producción
se debe cuantificar sobre la base del ingreso que obtienen en el mejor uso alternativo (la mejor
oportunidad) en que pudieran haberse empleado. También puede definirse este principio como
el ingreso que se deja de percibir en la mejor alternativa u opción, al emplearse el insumo en la
alternativa u operación cuyo costo se calcula. Es decir, que Ja me)oT oportunidad JDuede ser el
valor de mercado de los bienes y servicios insumidos, o también el ingreso que se deja de
obtener dentro de la. empresa. Por eJempto, la mano de obra, aunque sea la del productor, tiene
un costo", lo que obtendrá como salario en otra explotación en un trabajo similar (la mejor
oportunidad) o el ingreso al que tendría que renunciar dejando otra actividad. En este último
caso, el costo de oportunidad podría ser nulo si no tiene que renunciar a otra alternativa, pero
también podría ser muy elevado si tuviese que dejar trabajos impostergables en épocas de
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cosecha, debido a la magnitud del ingreso perdido.


Clasificación
Existen diversas clases de costos. El costo de producción trata de establecer lo que le
cuesta al productor un determinado producto. En materia de maquinaria, en cambio, interesa
más su costo operativo. Puede definirse al costo operativo como el costo de un determinado
servicio tomado aisladamente en el proceso productivo. Es decir que con el costo operativo se
procura determinar el costo de una operación dada (una labor específica, por ejemplo), y no el
de producción de un cultivo.
Los costos también se pueden clasificar en costos reales y costos estimativos. El costo
real es aquél en el cual efectivamente se ha incurrido. Es un costo pasado, y por lo tanto tan
exacto como lo son los datos empleados en su cálculo. El costo real se refiere a una situación
particular, y se emplea principalmente al analizar la eficiencia de la maquinaria, determinar el
momento óptimo de reemplazo, estudiar las posibilidades de reducción de costos, etc. Se
sobreentiende que todos los cálculos en costos reales se deben efectuar en moneda de valor
constante, especialmente en períodos de inflación. Esto es particularmente importante en el caso
de comparar costos de diferentes años. Para transformar valores expresados en moneda corriente
a valores dados en moneda constante se deflaciona. El hecho de deflacionar gastos no significa
que por ello los valores dejen de ser reales; muy por el contrario, lo irreal sería comparar datos
de distintos años expresados en una moneda que, si bien nominalmente igual, en realidad tuvo
distinto valor.
El costo estimativo (llamado a veces también costo preventivo) es la estimación de una
situación futura y/o general. El costo estimativo es básicamente un costo futuro (es decir, una
suposición del costo en el cual se incurrirá) y por ello sólo puede constituir una aproximación (o
una estimación) de la realidad, y no una cifra cierta y exacta. Muchos valores de costos
estimativos sólo pueden calcularse mediante datos y coeficientes aproximados o sobre supuestos
no muy seguros. El costo estimativo refleja una situación general promedio y se emplea
principalmente para evaluar alternativas, en la selección del equipo de maquinaria, al analizar
las posibilidades económicas de técnicas nuevas, etc., es decir siempre que se desee determinar
algo situado en el futuro, o aun no empleado.
Según se refiera el costo al conjunto o a la unidad, se distingue entre el costo total (CT)
y el costo medio (CM). El costo total es el costo del conjunto al que se refiere la variable
independiente. Por ejemplo, en el costo operativo de una máquina en función de su uso anual
(dado en h/año), el costo total es el costo de esa máquina durante un año y se expresará en pesos
por año [$/año]. El costo medio es el costo de cada unidad de la variable independiente, y se
obtiene dividiendo el costo total por la variable independiente. En una máquina cuyo costo total
fue de 1.000 $/ano, y que trabajó durante 200 horas en ese año, el costo medio será 5 $/h.
La estrecha relación entre costos totales y medios con su variable independiente hace
que sus respectivas unidades dependan de la unidad de la variable independiente. Por ello, en el
caso anterior, las unidades fueron $/año y $/h respectivamente. Pero si se quiere analizar el
costo en función de la energía producida, expresada por ejemplo en CVh/ha, el costo total se
expresará en $/ha y el costo medio en $/CVh.
Un costo total se transforma en costo medio dividiendo el primero por la variable
independiente. A su vez, un costo medio se transforma en total multiplicándolo por la variable
independiente. Costos totales y medios son lo mismo expresado en forma distinta. Por ello, se
pueden utilizar indistintamente uno u otro. Cuál se eligirá, dependerá de la facilidad de
comprensión que cada uno tiene para el usuario.
Costo fijo y costo variable
El costo total de una máquina se puede expresar en función de cualquier variable
independiente que se quiera estudiar. En este caso, se denomina costo fijo a la parte del costo
total que no se modifica ante una variación de la variable independiente, y se llama costo
variable a la parte del costo total que varía al cambiar la variable independiente. Por ejemplo, si
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la relación funcional entre la variable independiente y el costo total (o sea la variable


dependiente) es lineal (o sea una línea recta, caso frecuente en maquinaria), se tiene (expresado
en la terminología matemática)
y=a+bx
donde x es la variable independiente (o sea la causa), y la variable dependiente (o sea el efecto),
a la ordenada al origen y b el coeficiente angular. Traducida a la terminología de costos, y si la
variable independiente es el uso anual U [h/año] se tiene
CT = CFT + CVM. U
El costo fijo es la parte del costo total que no se modifica al variar la variable
independiente. Por lo tanto, el costo fijo total es la ordenada al origen. El costo variable es la
parte del costo proporcional a la variable independiente. El costo variable medio (CVM) es el
correspondiente a cada unidad, y el costo variable total (CVT) es el correspondiente al conjunto
de unidades o sea CVM . U. Tanto costos fijos como variables se pueden expresar en términos
de costos totales o costos medios. Se tendrá así un costo fijo total (CFT) o un costo fijo medio
(CFM); también un costo variable total (CVT) o un costo variable medio (CVM).
Fijo y variable se refieren siempre a costos totales y nunca a costos medios. Esto
significa que un costo es fijo cuando el CFT no varía al modificarse la variable independiente
(el CFM en cambio se "diluye" al aumentar esta variable). Lo mismo es válido para el costo
variable: es variable la porción del costo que se modifica al cambiar la variable independiente
(el CVM es constante -o "fijo"- en una función lineal, lo que se traduce en una pendiente
constante o sea una línea recta, pero no es constante en una función no lineal).
Costo directo y costo indirecto
En general, se entiende por costo directo el costo que originará (adicionará) o
modificará la alternativa bajo estudio. El costo indirecto, en cambio, incluye todos los demás
costos que no son afectados, y por lo tanto no cambiarán, cualquiera sea la alternativa adoptada,
entre las que se hallan bajo consideración. También son indirectos los costos pasados, ya que no
se pueden modificar más.
Esta distinción es particularmente útil cuando se comparan alternativas, puesto que sólo
es necesario comparar costos directos; los costos indirectos se pueden ignorar (pues no
modificarán el resultado final), con el consiguiente ahorro de trabajo. Casos típicos de
alternativas que se pueden tratar en esta forma son, por ejemplo, máquina chica, mediana o
grande, trabajo con maquinaria propia o contratista, trabajo manual o mecanización, etc. Otro
tanto de puede decir con respecto a los márgenes brutos (diferencia entre ingresos y costos
directos).
Se debe tener en claro que el uso de costos directos (o márgenes) queda restringido a la
comparación de alternativas con la finalidad de elegir la más conveniente. No puede ser la base
para fijar un precio (por ejemplo, para un contratista) pues en ese caso no se tienen en cuenta los
costos indirectos, ni para determinar el costo operativo de una tarea, por la misma razón.
Naturaleza de los costos
Según su naturaleza, los costos se pueden clasificar en costos anuales y costos horarios.
Son costos anuales aquellos que se originan únicamente por el transcurso del tiempo,
independientemente del uso de una máquina. Un ejemplo típico es el interés: el mero transcurso
del tiempo origina intereses, se utilice o no un bien. En cambio son costos horarios aquellos
que sólo se originan al utilizar una máquina, como por ejemplo el combustible. Desde luego,
cuando la variable independiente es el uso anual, los costos anuales son costos fijos y los costos
horarios son variables, pero al emplear otra variable independiente no necesariamente es así.
Así, si se quiere estudiar el costo de la energía en función de la carga del motor, expresando la
variable independiente en CVh/h (energía por hora o, lo que es lo mismo, potencia) el consumo
de combustible es un costo horario y también es un costo variable, pero los gastos de
conservación y reparaciones también son costos horarios, pero son fijos en este contexto.
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El costo operativo real


En costos reales, los gastos son relativamente fáciles de establecer si se cuenta con una
contabilidad adecuada o se llevan registros que reúnan la información necesaria. Es frecuente
que muchos gastos se encuentren dispersos por diferentes cuentas de la contabilidad de la
empresa: por ejemplo, el combustible en la cuenta 'Combustibles y Lubricantes', la mano de
obra en 'Sueldos y Jómales', impuestos y seguros tal vez en 'Gastos Generales' y así
sucesivamente. En este caso es necesario reunirlos y discriminarlos máquina por máquina, tarea
que no siempre resulta sencilla. Por ello, lo más aconsejable es abrir una cuenta 'Gastos
Maquinaria con subcuentas para cada máquina, para recoger en las mismas los gastos originados
por la maquinaria.
Más difícil es cuantifícar la incidencia de ciertos gastos indirectos sobre el costo real de
la maquinaria. La medida en que pueden incidir galpones y tinglados destinados al resguardo de
las máquinas, los gastos generales, etc. no es fácil de establecer. En estos casos la incidencia se
puede calcular sobre la base de los siguientes criterios: a) en proporción a la superficie requerida
para el resguardo, cuando garajes, galpones y tinglados se destinan a usos múltiples; b) en
proporción al tiempo empleado en la atención de la maquinaria, cuando mecánicos y tractoristas
no se dedican exclusivamente a ella; c) en proporción a los gastos insumidos por la maquinaria
sobre el total de gastos cuando se desean distribuir gastos generales.
La amortización (en costos reales) está dada por la diferencia del valor de mercado al
principio y al final del ejercicio (o del período que se considere) que tienen las máquinas. Es
sabido que calculada de esta manera, la amortización será elevada cuando la máquina es nueva,
para luego reducirse gradualmente. Como en la mayoría de los casos no es fácil conocer la
cotización de una máquina en el mercado de la maquinaria usada, pues en nuestro país por lo
general no se publican datos al respecto (salvo para vehículos), la aplicación de este método no
deja de presentar dificultades. Una solución podría consistir en solicitar cotización a los
comerciantes de maquinaria, especialmente aquellos que reciben máquinas usadas como parte
de pago de las nuevas. La imposibilidad de obtener una cotización puede indicar que no existe
mercado para esa máquina, en cuyo caso sólo es admisible adoptar el VRP, y a falta de éste,
admitir que es igual a cero. Otras fuentes de información son los resultados de los remates de
liquidación de chacras, tambos, estancias, etc. en los cuales se ponen en venta lotes de máquinas
usadas.
Los gastos en costos operativos estimativos Resguardo
El costo del resguardo (o guarda) de la maquinaria no es fácil de estimar. Desde luego,
este costo es igual a la suma de los gastos de conservación, la amortización y el interés del
capital invertido en el galpón, tinglado, garaje u otra instalación donde se guarda la maquinaria.
También podría tratarse de lonas o plásticos cuando no se guarda bajo techo. Como la
maquinaria requiere ciertas instalaciones adicionales, como ser taller o similares, éstas también
deben incluirse en el cálculo del costo. Por otra parte, cuando en la explotación existen estas
instalaciones, y no pueden destinarse a otros usos, su costo de oportunidad es cero. En cambio
cuando un galpón también se puede destinar a otros fines, como por ejemplo el almacenaje de la
producción, el costo de oportunidad puede llegar a ser tan elevado que se prefiere destinar el
galpón para almacenamiento antes que para el resguardo de la maquinaria. En establecimientos
grandes, por otra parte, es frecuente que la maquinaria no puede ser guardada en su lugar
habitual cuando se trabaja en lugares alejados del casco. Todo ello lleva a excluir generalmente
estos gastos de los costos estimativos, excepto en el caso de vehículos (automóviles, pick-ups,
camiones) y también de tractores.
Un problema vinculado a este aspecto se presenta cuando se debe decidir acerca de la
necesidad de instalar un lugar de resguardo para la maquinaria. Desde ya, determinadas
máquinas (como, por ejemplo, rastras de dientes) no requieren resguardo. En otras, en cambio,
ello sería conveniente, no sólo para evitar el mayor deterioro a que se hallan sometidas al
dejárselas al aire libre, sino también para evitar sustracciones, facilitar el control, etc.
Desgraciadamente se carece de datos que permitan evaluar numéricamente el mayor deterioro
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en las máquinas no guardadas bajo techo y, por consiguiente, se ve dificultada cualquier


evaluación al respecto.
Seguros e impuestos
Los seguros e impuestos son gastos no muy frecuentes en maquinaria. Tienen
importancia en vehículos (responsabilidad civil contra terceros, seguros contra robo, hurto,
incendio, destrucción total; como impuestos la patente y también impuestos al capital o al
patrimonio). Su determinación por lo general no ofrece dificultades dado que es relativamente
sencillo conocer el importe de la prima de seguro y el de la patente u otros impuestos.
Gastos de conservación y reparaciones
Bajo gastos de conservación y reparaciones (GCR) se agrupan todos los gastos de
lubricación, mantenimiento, conservación, reparaciones, etc. insumidos por una máquina.
Comprenden no sólo los materiales empleados (repuestos, lubricantes, etc.) sino también la
mano de obra que efectúa la conservación y las reparaciones. En cambio quedan excluidos
aquellos ítems que son insumes de los cultivos, como por ejemplo envases, agroquímicos,
materiales (por ej. alambre para fardos), etc.
Es importante destacar que en estos gastos se incluye la lubricación, que otros autores
prefieren consignar por separado o agregarla junto con el combustible bajo el rubro
'Combustibles y lubricantes'. Se sigue el criterio mencionado por dos razones: 1) es más simple
(aunque también algo menos preciso) reunir todo en un solo ítem por simplificar los cálculos
cuando se utilizan coeficientes (como se verá abajo) y 2) en las máquinas carentes de motor (las
arrastradas por el tractor) no es posible adicionar la lubricación al combustible que no utilizan.
El cálculo de los gastos de conservación y reparaciones debe incluir todos los gastos
realizados en estos conceptos durante la vida útil de una máquina sometida a un uso normal.
Para ello se recurre a los datos que se pueden obtener de los registros contables de explotaciones
agropecuarias, estadísticas de talleres, etc. Como lamentablemente es muy escasa la información
disponible al respecto, también se recurre a la elaboración de presupuestos por expertos en la
materia, sobre la base del conocimiento personal del problema. La mayor dificultad en la
preparación de estos presupuestos se centra en los gastos de reparaciones, dado que la mayor
parte de la conservación se puede determinar conociendo las pautas de mantenimiento
prescriptas en el manual del fabricante.
Una limitación práctica a lo expuesto es la imposibilidad o complejidad que entraña
efectuar los cálculos que se acaban de describir para cada modelo diferente de una misma
máquina, presupuesto que debería actualizarse cada vez que varíen los precios de los repuestos,
la mano de obra y los demás elementos integrantes de estos gastos. Por ello, se prefiere efectuar
un número limitado de cómputos para cada tipo de máquina y referir el resultado al valor a
nuevo de la misma, obteniendo un coeficiente o factor que se halla en función de dicho valor a
nuevo. Es decir, se supone que los GCR varían en función del VN a la máquina. Concretamente,
el coeficiente de gastos de conservación y reparaciones (CGCR) se obtiene en la forma
siguiente:

Total de gastos de conservación y reparaciones ($)


——————————————————————
Duración de la máquina (h)
CGCR = ————————————————————————————————
Valor a nuevo de la máquina ($)
donde el total de gastos de conservación y reparaciones se refiere al que acumula durante toda
su vida útil. Cuando la duración de la máquina está dada en horas, la unidad del CGCR será 1/h
(o sea h'1); si estuviese expresada en años será 1/año. En un vehículo cuya duración se da en km,
la unidad será 1/km. Un ejemplo de presupuesto de gastos de conservación y reparaciones junto
con el cálculo del CGCR se halla en el cuadro 3-1. En primer lugar se determina la duración o
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frecuencia con que se debe efectuar cada ítem, luego se calcula, por separado, el costo de los
materiales y el de la mano de obra, y finalmente los GCR horarios, sumando materiales y mano
de obra y dividiendo esta suma por la duración. El valor porcentual de la incidencia de cada
rubro brinda una información adicional sobre la importancia relativa de cada uno de ellos.
Cuadro 3-1 Presupuesto de gastos de conservación y reparaciones (Fertilizadora centrífuga)

Concepto Dur. Materiales Mano de obra Gastos de cons.


y repar.
Cnt. Precio impte. Cant. Prec. impte.

(h) ($/un.) ($) (h) ($/h) ($) ($/h) (%)


1 Engrase 4 0,2 1,75 0,35 0,25 1,30 0,33 0,17 30,9
2 Lavado de tolva con gas-oil 100 5 0,30 1,50 1,00 1,30 1,30 0,03 5,1
3 Lavado cadena distr. c/aceite 100 3 3,00 9,00 2,00 1,30 2,60 0,12 21,3
4 Engrase para guardar máq. 100 0,5 1,75 0,88 0,25 1,30 0,33 0,01 2,2
4 Cambio cadena distribuidora 2500 1 66,00 66,00 1,00 1,30 1.30 0,03 4,9
5 Cambio cadena de mando 2500 1 33,00 33,00 1,00 1,30 1,30 0,01 2,5
6 Cambio del plato distribuid. 2500 1 15.00 15,00 0,50 1,30 0,65 0,01 1,1
7 Pintura tolva 2500 2 9,00 18,00 3,00 1,30 3,90 0,01 1,6
8 Cubierta con cámara 3000 2 247,00 494,00 1,50 1,30 1,95 0,17 30,3
TOTAL 0,55 100,0
Abreviaturas: Dur.: duración; Cnt.: cantidad; Impte.: importe.
Datos de la máquina: ancho de trabajo (teórico): 18 m; coeficiente alfa: 0,7; velocidad de trabajo: 7 km/h; coeficiente
de tiempo efectivo: 0,7; valor a nuevo: $ 4.200
Cálculo del coef. de gastos de conservación y reparac. (CGCR): GCR/VN = 0,55/4200=0,00013
Fuente: Adaptado de Martignone, A. Cálculo del costo operativo para fertilizadoras al voleo. Buenos Aires, 1991.
(inédito).
El uso del CGCR es muy sencillo: basta multiplicarlo por el valor a nuevo de la máquina
para obtener los gastos de conservación y reparaciones. Por ejemplo, si el valor a nuevo de un
tractor asciende a $ 30.000 y el CGCR de tractores es 0,00007 1/h, los GCR serán 2,10$/h.
La gran ventaja que ofrece el uso del CGCR en costos estimativos es su sencillez con
solo conocer el VN (dato fácil de obtener) se pueden calcular los gastos de conservación y
reparaciones. Estando tabulados los coeficientes correspondientes a cada máquina, no es
necesario, pues, efectuar previamente los presupuestos mencionados. Finalmente, el CGCR no
está atado a marcas y/o modelos y corrige automáticamente variaciones de los precios.
Las limitaciones están dadas principalmente por: 1) El coeficiente es un valor promedio
de toda la vida útil de la máquina; no existen datos para máquinas nuevas o muy viejas en
nuestro país y en el extranjero son contados (en esos casos se usan coeficientes en función de la
edad). Esta limitación no es relevante si la finalidad es calcular un costo promedio de toda la
vida útil de una máquina. 2) El CGCR supone que toda variación de los gastos de conservación
y reparaciones depende de la variación del VN de la máquina. Esto es cierto en lo que respecta a
repuestos, pero no necesariamente lo es con respecto a lubricantes y mano de obra. 3) El CGCR
es un promedio que no toma en cuenta el trato que recibe la máquina ni, por lo general, roturas
accidentales. Casos particulares pueden desviarse sensiblemente de los GCR hallados mediante
el coeficiente. 4) El CGCR por lo general no hace distinción del tamaño de la máquina.
Máquinas grandes pueden tener un coeficiente ligeramente menor y máquinas chicas uno algo
mayor. 5) El CGCR supone que todos los gastos de conservación y reparaciones son costos
horarios. Hay algunas excepciones, como la batería y ciertos gastos de conservación que se
hacen una vez por ano, antes de comenzar la temporada de trabajo. En la mayoría de las
máquinas, estas excepciones no son relevantes.
Los CGCR disponibles para nuestro país se han tabulado. Lamentablemente aun no hay
coeficientes disponibles para todas las máquinas, si bien se cubre una gama bastante elevada. Si
se recurre a coeficientes de otros autores, especialmente extranjeros, se debe verificar el criterio
seguido con respecto a lubricantes. Por otra parte, algunos prefieren expresarlos en forma
porcentual, para evitar el uso de muchos ceros. También existen casos en que el coeficiente se
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subdivide en su parte de costo horario y la de costo anual. Comparando CGCR extranjeros con
los hallados para nuestro país, se advierten en algunos casos discrepancias notorias que deben
atribuirse a diferencias en el nivel de los gastos involucrados como así también en la duración
de la maquinaria.
Gastos en combustible
El consumo de combustible de un motor de combustión interna depende de la potencia
y la carga del motor. Esto implica que el consumo horario de combustible no sólo difiere de
motor a motor, sino también en un mismo motor con la carga, lo que dificulta el cálculo de los
gastos en combustible.
Con la finalidad de facilitar los cálculos de costos, se recurre a un coeficiente común a
todas las gamas de potencia de los motores. Este coeficiente, que se denominará coeficiente de
consumo medio pues trata de reflejar un promedio para todos los motores, está referido a la
potencia máxima del motor medida en los ensayos. Multiplicando el coeficiente por la potencia
máxima se obtiene el consumo de combustible:
Consumo de combustible [1/h] =0,16 Pmax
donde 0,16 es el coeficiente de consumo medio y Pmax la potencia máxima del motor tal como
se mide en los ensayos [CV]. Multiplicando el consumo así obtenido por el precio del
combustible (en $/1) se obtienen los gastos en combustible [$/h].
El coeficiente de consumo medio varía de 0,14 a 0,18 en motores diesel6, de 0,20 a 0,25
en motores de ignición de 4 tiempos y de 0,24 a 0,27 en motores de 2 tiempos. En motores
impulsados por propano se debe tomar 0,17 a 0,22. Con gas natural comprimido (GNC), o sea
metano comprimido, el coeficiente de consumo medio se halla alrededor de 0,22 a 0,26
m^CV.h; en este caso, el precio del GNC se expresa en $/m3. Los valores mayores del
coeficiente corresponden a motores operando a la carga máxima (potencia de régimen) y los
menores a media carga o poco más. El consumo medio no se debe confundir con el consumo
específico: este último está referido a la energía efectivamente erogada por el motor mientras
que el consumo medio se relaciona a la potencia máxima. Los valores del coeficiente se pueden
verificar con los datos de los ensayos: dividiendo el consumo horario a una carga alta (por
ejemplo, el 85 %) por la potencia máxima debe obtenerse un valor cercano al máximo del
coeficiente del consumo medio. Otro tanto sucede para el mínimo del coeficiente sí se toman
consumos horarios a media carga del motor y se relacionan con la potencia máxima.
Para cálculos más afinados se debería utilizar el consumo específico. Para ello es
necesario 1) conocer el consumo específico en función de la carga (dato proveniente de los
ensayos) y 2) la carga del motor. Dado que la carga varía de máquina en máquina, estos cálculos
sólo pueden hacerse para tareas específicas. A falta de la información pertinente, se puede
obtener una aproximación utilizando el valor inferior del coeficiente de consumo medio para
cargas bajas y el mayor cuando el motor trabaja a plena carga. Un valor intermedio (0,16) es
representativo de un consumo promedio de un tractor con motor diesel que efectúa trabajos
diversos en una explotación agropecuaria; es más sencillo para el cálculo, pero subestima el
consumo de combustible de las tareas pesadas y sobreestima el de las livianas.
Una forma totalmente diferente de calcular el consumo de combustible es partir de la
energía requerida y convertirla en litros de gas-oil. Ya se señaló anteriormente que un litro de
gas-oil equivale aproximadamente a 3 kWh/1 ó 4 CVh/1. Conociendo la energía requerida para
determinada tarea y dividiéndola por el correspondiente a las equivalencias mencionadas, se
obtiene el combustible requerido por ha, t o la unidad empleada. La limitante de esta forma de

6
Los resultados de ensayos de 46 tractores en el Instituto de Ingeniería Rural del INTA (Castelar) efectuados entre
1978 y 1989 dieron la función Cons (1/CV.h) = 0,07044 + 0,001566 . Carga (%), donde Carga es la carga del motor
(expresada en porcentaje). Con Carga = 45 % el consumo es 0,16 VCV.h y con 70 % asciende a 0,18. La bibliografía
extranjera aconseja adicionar un 15 % a los resultados de los ensayos para obtener valores representativos de la
realidad "a campo".
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cálculo es la poca disponibilidad de información sobre la energía requerida. Por otra parte, estas
equivalencias no se pueden utilizar en motores de ignición, pues su rendimiento térmico es
inferior.
El consumo de electricidad de un motor eléctrico, tanto monofásico como trifásico, es
mucho más sencillo de calcular, ya que se parte de la potencia del motor. La potencia
multiplicada por el tiempo da el consumo de energía eléctrica. Si bien el motor eléctrico, igual
que el de explosión, no opera a su potencia máxima sino a la de régimen (en este caso alrededor
del 90 % de la máxima) y en consecuencia el consumo de energía debería computarse sobre la
base de esta última, también se debe tener presente que el rendimiento mecánico de motores
pequeños es del orden del 70 %, pudiendo llegar al 90 % en motores grandes. Hay así cierta
compensación entre ambos aspectos, que hace aceptable utilizar la potencia máxima como base
para la estimación del consumo de energía. Se debe tener presente que el consumo así calculado
se refiere al motor operando a potencia de régimen. Si el motor está sobredimensíonado, o por
cualquier otra razón trabaja a potencias sensiblemente inferiores, esta forma de cálculo
sobreestima el consumo. En este caso se debe recurrir a la energía requerida como una base para
estimar el consumo de electricidad.
Mano de obra
La retribución de la mano de obra es otro rubro importante en materia de costos. Para
cuantificarla correctamente se debe tomar el costo de la mano de obra para el empleador y no la
retribución que recibe el operario. Ambos valores no coinciden dado que aparte de la retribución
del operario, el empleador tiene costos adicionales en lo referente a casa, comida y cargas
sociales. Bajo cargas sociales se entiende corrientemente ítems tales como el sueldo anual
complementario ('aguinaldo'), vacaciones y feriados pagos, la contribución de la jubilación,
salario familiar, obra social, seguros de vida y contra accidentes de trabajo, indemnización por
despido, etc.
Al calcular el costo de la mano de obra se debe tener en claro la base de cálculo implícita
sobre la cual se calculan los costos. Un operario dedicado exclusivamente a la maquinaria, es
decir que no realiza otras tareas fuera de las habituales como tractorista o maquinista, origina un
costo anual. Su retribución depende exclusivamente del transcurso del tiempo,
independientemente del volumen de trabajo (salvo que reciba incentivos o bonificaciones por
unidad trabajada), y su costo se debe cargar en su totalidad a la maquinaria. En cambio, un
operario no dedicado exclusivamente a la misma origina un costo horario, que sólo debería
imputarse en proporción al tiempo que trabaja con la maquinaria. Cargar todo el costo de este
operario a ésta implica sobrestimar el costo de la mano de obra. Una forma sencilla de
determinar si la mano de obra es un costo anual o un costo horario consiste en confrontar el uso
anual del tractor con las horas que normalmente puede trabajar un operario por año. Suponiendo
alrededor de 270 días hábiles por año y 8 horas de trabajo diarias se tienen 2.160 h/año. Si un
tractor tiene, por ejemplo, un uso anual de 1.200 h/año, sería muy ineficiente un tractorista de
dedicación exclusiva. Lo más probable es que realice también otras tareas y por consiguiente su
costo debería ser proporcional al uso, o sea imputarlo como costo horario.
Cuando la mano de obra es un costo horario, se debe calcular sobre la base del tiempo
operativo de la maquinaria, dado que la mano de obra necesaria para conservación y
reparaciones ya se halla incluida en ese rubro. Este criterio implica, además, que todo costo
adicional al tiempo efectivamente trabajado (como por ejemplo vacaciones y feriados pagos,
aguinaldo, etc.) se debe cargar a éste.
El costo del alojamiento ('casa') se considera generalmente un costo indirecto y se
excluye del cálculo. Si ello no es así, se deberían determinar gastos, amortizaciones e intereses
de la vivienda. Se trata de un típico costo anual. El costo de la alimentación ('comida') es
relativamente fácil de establecer. Debe tenerse presente que bajo este rubro no sólo se incluye el
alimento en sí sino también su preparación y servicios conexos (costo del cocinero, vajilla, etc.).
Normalmente, la alimentación tiene la naturaleza de costo anual, salvo en el caso del personal
transitorio.
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Las cargas sociales no ofrecen mayores problemas para su cuantificación puesto que
sus valores (normalmente porcentajes) se hallan fijados por la legislación pertinente. Las
dificultades se dan en su correcta imputación. Los costos de la maquinaria se calculan
usualmente sobre la base de la hora que se halla operando la máquina (o sea, el tiempo
operativo). Dado que las cargas sociales son adicionales que no implican una contraprestación
de trabajo, deben cargarse al tiempo trabajado. Por ejemplo: el sueldo anual complementario
('aguinaldo') implica un adicional anual de 1/12 (o sea, el 8,33 %). Este valor se debe cargar al
día (o a la hora) trabajada. Pero a su vez sobre el aguinaldo el empleador debe pagar, entre
otros, su contribución a la jubilación. Si ésta asciende al 16 %, se tiene un adicional del 1,33 %
(el 16 % del 8,33 %). Y así sucesivamente se va dando un efecto acumulativo, lo que lleva las
cargas sociales al orden del 70 - 75 % sobre el salario por hora.
Finalmente se debe observar que en materia de trabajo agrario no es usual el pago
horario, dado que la unidad menor es el jornal. La duración de la jonada es variable, pues se
trabaja "de sol a sol". Restando de la duración del día las horas descanso prescriptas por la
legislación, se llega a un valor medio anual un poco superior a las 8 h/día. Dividiendo el jornal
por 8 (tomando 8 h/día como una aproximación aceptable de la realidad), se obtiene su valor
horario, si se acepta una cierta flexibilidad en la duración de la jomada laboral.
Amortizaciones
La depreciación de la maquinaria
La maquinaria, como cualquier otro bien cuya duración se limita a varios actos
productivos, va perdiendo gradualmente su valor (medido en moneda constante). Las causas de
esta depreciación son diversas. En primer lugar, se debe tener en cuenta el deterioro que sufre
la máquina al ser usada. Este desgaste depende de varios factores: 1) la calidad de la máquina,
2) los cuidados prodigados, no sólo durante su uso, sino también en su resguardo o depósito
cuando no se la emplea y 3) condiciones de uso (clima, suelo, características regionales, etc.),
independientemente de los cuidados recibidos (el uso bajo condiciones extremas origina un
mayor desgaste). Si el desgaste se determina por año se debe agregar otro factor: la cantidad de
horas, ha, qq, etc. trabajadas anualmente; en este caso el desgaste se halla en función del uso de
la maquinaria.
En segundo lugar, la obsolescencia es otra causa importante de la depreciación de la
maquinaria. Obsolescencia significa que una máquina queda fuera de uso debido a las causas
siguientes: 1) los adelantos técnicos que permiten reemplazar ventajosamente una máquina por
otra más perfecta o más económica, o que directamente hacen innecesaria una máquina (por
ejemplo, un manejo más adecuado del suelo puede hacer innecesario un arado de rejas); los
progresos técnicos, por lo que se acaba de ver, se reflejan tanto en el adelanto técnico industrial
que conduce a la fabricación de máquinas nuevas más eficientes, así como también el adelanto
técnico agropecuario, que exige otras máquinas, crea nuevas necesidades o descarta viejos
procedimientos. 2) La desaparición de repuestos y service. 3) En máquinas que se
complementan, cuando termina la vida útil de una, la otra queda obsoleta. Por ejemplo,
máquinas montadas sobre un tractor se vuelven obsoletas cuando no se pueden montar sobre el
nuevo tractor. 4) Los cambios que se producen en la economía de un país, región o dentro de la
explotación agropecuaria pueden eliminar actividades; la maquinaria especializada en estas
actividades se vuelve obsoleta.
En tercer lugar, el riesgo que corre el comprador de una máquina usada es otro factor
causante de la depreciación. Cuando el grado de deterioro de una máquina es difícilmente
verificable, el riesgo que se corre al comprarla lleva a que se pague menos por ella.
La depreciación se puede producir a diferente ritmo y es consecuencia directa de la
apreciación del valor de una máquina que hace el mercado. Expresado en otros términos, una
máquina o un vehículo usado valen lo que sus posibles compradores están dispuestos a pagar.
En la práctica no es fácil determinar el valor de los bienes usados -salvo unos pocos casos
como por ejemplo vehículos (y más recientemente tractores) en que existe una cotización
regular de los mismos- por lo que se recurre a estimaciones basadas en suposiciones sobre su
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depreciación. Al respecto pueden distinguirse tres tipos de depreciación: 1) la depreciación


decreciente, es decir, una depreciación cada vez menor a medida que envejece la máquina. En
máquinas y vehículos es evidente este tipo de depreciación: es muy marcada al comienzo de su
vida útil y luego se atenúa gradualmente. No es fácil traducir esta apreciación cualitativa a una
función matemática definida pues puede ser muy diferente de máquina a máqina 7. 2) La
depreciación uniforme o constante. En la práctica este tipo de depreciación no es comente, pero
en costos estimativos es usual aceptar una depreciación constante por suponer que una máquina
se utiliza durante toda su vida útil y por consiguiente sólo se necesita conocer la depreciación
media a lo largo de esa vida útil. 3) La depreciación creciente, o sea cada vez mayor a medida
que transcurre la vida útil. En la práctica no se han comprobado casos de depreciación
creciente en maquinaria.
Amortización
La depreciación de la maquinaria trae como consecuencia la necesidad de su
amortización. Puede decirse que amortización y depreciación son las dos caras de una misma
moneda: la amortización es la compensación de la depreciación de una máquina. La cuota de
amortización es la cuota que compensa la depreciación sufrida por el bien durante el período
que se considera. La cuota de amortización puede ser anual, pero también puede referirse a otra
unidad; en maquinaria, por ejemplo, a la hora de trabajo. Sin embargo, salvo indicación en
contrario, al hablar de cuota de amortización siempre se hará referencia a la cuota anual.
Con frecuencia se enfoca la amortización como una suma de dinero que reunida en un
fondo (fondo de amortizaciones), reconstituye un capital a medida que se va consumiendo. Este
concepto es objetable; en costos, la amortización no trata de reponer en el futuro un bien
desgastado, sino simplemente compensar la depreciación. En efecto ¿también será necesario en
el futuro ese bien? ¿Cuál será su precio? El cambio tecnológico puede superar muy rápidamente
concepciones actuales y tomar innecesarias máquinas hoy imprescindibles. Además, suponiendo
que la máquina será necesaria, su fabricación con una técnica mejor o en mayor escala puede
rebajar su precio; a la inversa, un perfeccionamiento de la máquina bien puede elevar su precio
(en moneda constante). Por ejemplo, el tractor actual es bien diferente de uno fabricado 20 años
atrás, si bien en ambos casos se trata de "un tractor". Por ello, suponer precios futuros para la
maquinaria es artificial, riesgoso e inseguro.
Duración
En la duración de un bien cabe distinguir entre su duración material y su duración
económica. Materialmente, un bien puede tener una duración muy larga. Ciertas máquinas o
vehículos, por ejemplo los expuestos en los museos, tienen una duración larguísima y se
mantienen en buen estado de funcionamiento. Hay personas que, prodigando cuidados
adecuados a los bienes, llegan a mantenerlos durante muchos años. Sólo en los seres vivos la
duración no se puede prolongar por un tiempo considerablemente superior al normal de la
especie debido al proceso biológico del envejecimiento.
La duración económica, en cambio es menor a la material debido a que la vida útil de un
bien se halla limitada por razones económicas. Un bien ha llegado al final de su vida útil cuando
su costo medio en función del tiempo es mínimo o cuando su costo marginal medio es igual al
ingreso marginal, según se minimicen costos o se maximicen beneficios.
De lo que se acaba de exponer se desprende que una máquina se halla económicamente
desgastada cuando ha completado su duración económica. Por otra parte, la duración máxima de
las máquinas está dada por el tiempo que tardan en volverse obsoletas, se hallen o no
desgastadas. Las duraciones utilizadas en cálculos estimativos son estimaciones de la duración
de las máquinas basadas en la experiencia práctica recogida. Pero eso no significa que al
cumplir exactamente el tiempo especificado, una máquina se deba reemplazar. Cada caso

7
En Estados Unidos han hallado funciones diferentes entre máquinas. Incluso en tractores, funciones
diferentes para tres grupos distintos de potencia (CROSS, Timothy L. and Gregory M. PERRY.
Depreciation pattems for agricultural machinery. American J. ofAgr. Econ. 77(1): 194-204. 1995).
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particular puede desviarse bastante de esos valores, ya sea que un accidente inutilice una
máquina mucho antes de finalizada su vida útil, ya sea que ha gozado de un excelente
mantenimiento que permite utilizarla por un tiempo considerablemente superior.
Naturaleza de la amortización
La circunstancia que la duración de las máquinas depende tanto de su desgaste como así
también de su obsolescencia hace variar la naturaleza de la amortización. Desde el punto de
vista exclusivo del desgaste, la cuota anual de amortización es directamente proporcional al uso
de una máquina y por consiguiente es claramente un costo horario. Si en cambio se considera
únicamente desde el punto de vista de la obsolescencia, la amortización es un costo anual, dado
que ocurre por el mero transcurso del tiempo, se use o no la máquina. Considerando
simultáneamente ambos factores, a reducidos usos anuales una máquina va a estar obsoleta
antes de estar desgastada, y con un uso intenso sucede al revés, o sea que estará desgastada
antes que obsoleta. El límite se designará "punto de igualación" y se determina dividiendo la
duración por desgaste por la duración por obsolescencia:
Duración por desgaste [h]
Punto de igualación [h/año] = ———————————————
Duración por obsolescencia [años]
Por debajo del punto de igualación la amortización tendrá naturaleza de costo anual y por
encima de costo horario.
Cálculo de la amortización
El cálculo de la cuota de amortización en costos estimativos se puede efectuar mediante
diferentes métodos, de los cuales los principales son a) el método simple, b) el método de las
imposiciones vencidas, c) el decreciente aritmético y d) el decreciente geométrico. Sin embargo,
sólo el primero es de uso generalizado en costos estimativos, debido principalmente a su
sencillez. El método de las imposiciones vencidas lleva implícito el supuesto de una
depreciación creciente que, como se viera, no se da en el caso de la maquinaria. Por último, los
métodos decrecientes no reflejan correctamente la depreciación tal como surge de los valores de
mercado.
El método simple supone una depreciación constante, o sea uniforme o lineal, a través de la
vida útil de la máquina. Es la forma más sencilla y más utilizada en costos stimativos. Su
desventaja radica en el supuesto de la depreciación constante, pero esto aólo importa cuando
deben calcularse costos estimativos para diferentes edades de una máquina. Cuando se trata de
un costo estimativo promedio de toda la vida útil de la máquina, los únicos valores relevantes
son el VN y el VRP, o sea lo que se invierte al comienzo y lo que se recupera al final. Lo que
sucede entre estos dos valores es irrelevante en este contexto. La fórmula es sencillamente
VN - VRP
A= —————

n
donde n es la duración de la máquina. Si la máquina se ha comprado usada, se debe reemplazar
el VN por el VRA.
Intereses
Como consecuencia del principio del costo de oportunidad, la tasa de interés no puede
ser inferior al interés que se podría obtener en inversiones de riesgo similar, ni superior a la que
se tiene que pagar para obtener capital en préstamo. Dentro de estos límites máximo y mínimo
debe hallarse la tasa aplicable en costos. Empero, existe una complicación adicional: la inflación
acarrea una "elevación" de las tasas de operaciones efectuadas en dinero, porque aparte de la
retribución por el uso del capital, es necesario asegurar, además, una compensación por la
desvalorización de la moneda. En un costo, donde el interés se calcula sobre un bien que no se
desvaloriza como la moneda (su depreciación ya es compensada por la amortización), no puede
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cargarse un interés como compensación por este concepto. Por ejemplo, sí en préstamos en
moneda se obtiene un interés nominal del 10 % anual y el dinero se desvaloriza a un ritmo del 2
% anual, el interés real obtenido se halla tan sólo alrededor del 8 % anual. Esta será la tasa que
se debe cargar en costos, y no la primera. Un valor razonable de la tasa, teniendo en cuenta el
costo de oportunidad del capital en inversiones de riesgo similar, se halla entre el 6 % y el 10 %
anual.
Otro problema adicional es el que plantea el valor sobre el cual se calcula el interés.
Básicamente, el interés se calcula sobre el capital promedio inmovilizado o sea
VN+VRP
I = r ————
——
2
donde r es la tasa de interés expresada al tanto por uno. Salvo máquinas que implican una alta
inversión, en las restantes el VRP es casi despreciable o nulo. Por eso es frecuente, en el cálculo
de costos de la maquinaria, suponer que VRP = 0. Cuando se adquiere una máquina usada no se
puede tomar el promedio sobre la base del VN. En este caso, lo aconsejable en costos consiste
en efectuar el promedio entre el precio de adquisición (el VRA inicial) o la cotización de la
máquina en el mercado de la maquinaria usada y el VRP.
En maquinaria por lo general sólo se considera el interés sobre el capital fijo (las
máquinas) y no sobre el capital circulante (los gastos). Se sigue este criterio por considerar que
los serv' 's prestados por las máquinas se pagan al contado no habiendo por consiguiente r -pital
circulante inmovilizado (por ejemplo, en el caso del contratista). Si esto no es el caso,
obviamente habrá que cargar los intereses correspondientes.
El cálculo del costo operativo estimativo
Costo operativo de una máquina
La reunión de las partes del costo operativo estimativo que se acaban de ver permite
calcular el costo operativo de una máquina. En efecto, como se dijera al comienzo, costo es la
suma de todos los gastos, las amortizaciones y los intereses. Según sea la preferencia de quién
efectúa el cómputo, se puede calcular un costo total o un costo medio. Para ejemplificar el
cálculo del costo operativo, se computa uno en función del uso anual de una máquina. Como se
sabe, el costo es
CT = CFT + (CVM. U)
CM CFT/U + CVM
En este caso, el costo fijo total (CFT) comprende los intereses y las amortizaciones cuando el U
es inferior al punto de igualación. El CFT se expresa en pesos por año [$/año]. El costo variable
medio (CVM) está integrado por los GCR, el consumo de combustible y la amortización,
cuando el U está por encima del punto de igualación. La mano de obra puede ser un costo fijo o
variable y se debe incluir en el término correspondiente, salvo que se quiera calcular el costo de
la máquina sin mano de obra.
Cuadro 3-2
Costo operativo de una cosechadora de 19' (con motor de 180 CV)

1. Datos:
Valor a nuevo [$]: 99500 Combustible:
Valor residual pasivo [$]: 29850 Precio [$/!]: 0,43
Consumo [1/h]: 28,8
Tasa de interés [%]: 8
Gastos fijos [$/año]:
Coefíc. gastos conserv. y reparac.: 0,00012 Guarda: 0
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Seguros: 500
Duración: Impuestos: 100
Por desgaste [h]: 15000 TOTAL 600
Por obsolescencia [años]: 20
Punto de igualación [h/año]: 750 Mano de obra:
Costo fijo [$/afio]: 0
Tiempo operativo [Mía]: 0,49 Costo variable [$/h]: 10

2. Costo operativo U < P.de igual. U > P.de igual.


Costo fijo total:
Gastos fijos: 600 600
Mano de obra (cuando es CF): 0 0
Amortización: 3483 0
Intereses: 5174 5174
COSTO FIJO TOTAL [$/año]: 9257 5774
Costo variable medio:
Mano de obra (cuando es CV): 10,00 10,00
Amortización: 0,00 4,64
Combustible: 12,38 12,38
Gastos de conservación y reparaciones.: 11,94 11,94

COSTO VARIABLE MEDIO [$/h]: 34,32 38,97


COSTO VARIABLE MEDIO [$/ha]: 16,73 18,99

3. Tabla de valores:
Uso anual Prod. anual Costo total Costos medios
[h/año] [ha/año] [$/año] [$/h] [$/ha]
0 0 9257
100 205 12689 126,89 61,84
200 410 16121 80,61 39,28
300 616 19554 65,18 31,76
400 821 22986 57,47 28,00
500 1026 26419 52,84 25,75
600 1231 29851 49,75 24,25
700 1436 33283 47,55 23,17
800 1642 36948 46,18 22,51
900 1847 40845 45,38 22,12

4. Composición del costo operativo:


Uso anual [h/año] 100 h/año 800 h/año
Gastos fijos 600 4,7% 600 1,6%
Mano de obra 1000 7,9% 8000 21,7%
Combustible 1238 9,8% 9907 26,8%
Gastos de conservac. y reparaciones 1194 9,4% 9552 25,9%
Amortización 3482 27,4% 3715 10,1%
Intereses 5174 40,8% 5174 14,0%

TOTAL [$/año] 12689 100,0% 36948 100,0%


Todos los precios sin IVA
Datos correspondientes a agosto de 1997.
Para el cálculo del costo se ha preparado el cuadro 3-2, que sólo pretende ser una guía
para facilitar y ordenar los cálculos. En su primer parte se resumen todos los datos necesarios
para el cálculo y se determina el punto de igualación. En la segunda parte se calcula el costo
operativo: en primer término el costo fijo total y a continuación el costo variable medio. Se han
previsto sendas columnas para usos anuales menores y mayores a las del punto de igualación, a
fin de encolumnar correctamente la amortización en cada caso. En la tercer parte del formulario
se calcula la tabla de valores del CT y del CM en función del uso anual respectivo. Los costos
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medios se calculan en pesos por hora y también por hectárea. Para estos cálculos se recurre a las
funciones presentadas arriba. En la cuarta parte se efectuó una discriminación del costo de
acuerdo a los ítems intervinientes. Sobre este aspecto se volverá en el capítulo siguiente. Es
imprescindible agregar la fecha del cálculo y muy recomendable el nombre del que lo efectuó y
las fuentes de datos utilizadas. Esto facilita enormemente revisiones posteriores.
El cuadro 3-2 también se puede implementar en una hoja de cálculos para ser resuelto
por una computadora. Formulado correctamente, se puede recalcular fácilmente cada vez que se
modifican los datos, o "simular" diversas posibilidades.
Costo de una tarea
En muchos casos no interesa tanto conocer el costo de una máquina sino el de una tarea
o labor. Por ejemplo, para hallar el costo de la arada se debe conocer el costo del tractor
(incluyendo al tractorista) y el del arado. Además, por lo general, es más práctico el
conocimiento del costo por hectárea que por hora. Este costo es:
CM [$/ha] = (CFMt + CFMi + CVMt + CVMi + Cm). to
donde CFMt (es el costo fijo medio del tractor [$/h], CFMi el de la máquina (implemento)
[$/h], CVMt el costo variable medio del tractor, CVMi el de la máquina, Cm el costo de la mano
de obra [$/h] y to el tiempo operativo del la máquina [h/ha]. Si la mano de obra se retribuye por
hectárea se tiene
CM [$/ha] = (CFMt + CFMi + CVMt + CVMi ) to + Cm
El costo operativo de una tarea tiene importantes limitaciones. Al depender del CM del
tractor y éste a su vez de su uso anual, modificaciones en el uso de otras máquinas que nada
tienen que ver con la labor considerada, pero que requieren del mismo tractor, influyen sobre el
costo de esa labor. Por otra parte, una misma tarea pero con diferentes usos anuales de la
máquina (por ejemplo, al comparar equipos o explotaciones), tienen distinto costo.
Costo operativo de equipos
El cálculo del costo operativo de un equipo compuesto por un tractor y varias máquinas
de arrastre es básicamente similar al de una máquina. Sólo se complica algo porque hay que
considerar la interrelación del tractor con su tractorista y las máquinas que arrastran. Los pasos a
cumplir son los siguientes: 1) Determinar el tiempo operativo de cada máquina del equipo y
consignar la superficie a trabajar. 2) Calcular el uso anual de cada máquina y el costo fijo del
equipo. El uso anual de cada máquina es igual a su tiempo operativo multiplicado por la
superficie. El uso anual del tractor será igual a la suma de los usos anuales de las máquinas que
componen el equipo (suponiendo que cada máquina trabaja individualmente con el tractor). Para
calcular el costo fijo total del equipo se determina previamente el punto de igualación de cada
máquina sobre la base de su duración por desgaste y por obsolescencia y con esta información
se calcula la amortización (para aquellas máquinas en las cuales es un costo fijo), el interés y el
costo de la mano de obra (si corresponde; por ej. en el caso de un tractorista de dedicación
exclusiva). 3) Determinar el costo variable medio del tractor y tractorista (combustible, gastos
de conservación y reparaciones, y mano de obra y amortizaciones si corresponden). 4)
Determinar el costo variable medio de cada máquina de arrastre (GCR y amortización si ésta
última corresponde), a la que se suma el costo variable medio del tractor. La suma, que es el
CVM de la tarea expresado en $/h, se multiplica por el tiempo operativo para llevarla a $/ha. Si
es necesario, se agrega el costo de la mano de obra que se paga por hectárea. 5) Finalmente se
determina el costo total del equipo. Para ello se calcula a) el costo fijo del tractor (y demás
costos fijos) imputado a cada máquina. Este costo es igual al CFT del tractor dividido el uso
anual del mismo y multiplicado por el uso de cada máquina, b) El CFT de cada máquina de
acuerdo con los datos dados en el cálculo de los costos fijos (amortizaciones, si corresponde, e
intereses), c) El CVT de cada máquina, multiplicando su CVM en $/ha por la superficie que
debe trabajar (en ha/año), d) Sumando los tres costos precedentes se obtiene el costo total de
cada máquina. A su vez, la suma de éstos da el costo total del equipo. El desarrollo de todos
estos pasos se puede observar en el cuadro 3-3. En este cuadro -que se implemento como una
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planilla de cálculo para ser procesado por computadora- se añadió el cálculo del CM de cada
tarea. El costo medio se obtiene dividiendo el costo total de cada máquina por la superficie que
trabaja. Las limitaciones del CM ya se expusieron arriba.
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Cuadro 3-3
Costo operativo de un equipo

1. Tiempo operativo y superficié a trabajar

Máquina Ancho t. Coefic. Velocidad r to Superfic.


[m] [km/h] [h/ha] [ha/año]
Tractor (Potencia: 95 CV)
Arado 6 x 12" 1,80 1,0 7,0 0,80 0,99 310
Disco doble acc. 40 discos 3,20 0,9 7,0 0,90 0,55 400
Rastra de dientes 10 c. 10,00 0,9 7,0 0,90 0,18 730
Sembrad, gr. finos 25 discos 4,38 1,0 6,0 0,70 0,54 110
Sembrad, gr. gruesos 7 surc. 4,90 1,0 6,0 0,70 0,49 250
Aporeador 7 surcos 4,90 1,0 6,0 0,85 0,40 500
Transporte: 2 carritos 61. cAi 12,00 0,5 10,0 0,80 0,02 5980
En transporte, la columna "ancho t." indica la carga en t y "Superficie" el volumen transportado en t.km/año.

2. Uso anual y costo fijo total del equipo


Máquina Uso an. Desg. Obsol. VN VRP Amortiz.
[h/año] [h] [años] [$] [$] [$/año]
Tractor 95 CV 1162,7 12000 15 33000 9900 0
Arado 6 x 12" 307,5 5000 15 7000 467
Disco doble acc. 40 discos 220,5 5000 20 7000 350
Rastra de dientes 10 cuerpos 128,7 10000 20 3000 150
Sembr. gr. finos 25 discos 59,8 3000 15 10200 680
Sembr. gr. gruesos 7 surcos 121,5 3000 15 12000 800
Aporeador 7 surcos 200,1 4000 20 3800 0
2 carritos de 61 c/u 124,6 10000 20 7600 380
TOTALES 83600 9900 2827
Intereses (tasa 8 % anual) 3740
Mano de obra (cuando es costo fijo), en $/año:
Sueldo incluido cargas sociales (75 %) [$/año] 0
Alimentación [$/año] 0
Otros [$/año] 0 0
Otros gastos fijos [$/año] 0
COSTO FIJO TOTAL DEL EQUIPO [$/año] 6567

3, Costo variable medio del tractor y tractorista


Amortización (cuando es CV) [$/h] 1,93
Combustible (Precio: 0,43 $/1; consumo: 0,16 1/CV.h) [$/h] 6,54
Gastos de conservación y reparaciones (CGCR: 0,00007) [$/h] 2,31
Mano de obra incluidas cargas sociales (cuando es costo variable) [$/h] 4,00
SUBTOTAL TRACTOR Y TRACTORISTA [$/h] 14,77
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4. Costo variable medio de las máquinas de arrastre


Máquina CGCR GCR Amort. CVM M. de O. CVM
[$/h] [$/h] [$/h] [$/ha] [$/ha]
Arado 6 x 12" 0,00020 1,40 0,00 16,17 0,00 16,04
Disco doble acc. 40 discos 0,00010 0,70 0,00 15,47 0,00 8.53
Rastra de dientes 10 cuerpos 0,00010 0,30 0,00 15,07 0,00 2,66
Sembr. gr. finos 25 discos 0,00010 1,02 0,00 15,79 0,00 8,92
Sembr. gr. gruesos 7 surcos 0,00010 1,20 0,00 15,97 0,00 8,10
Aporeador 7 surcos 0,00020 0,76 0,95 16,48 0,00 6,60
2 carritos de 6 t c/u 0,00040 3,04 17,81 0,00 0,37
En transporte, el costo de la m. de o. se debe dar en $/t.km y el CVM de la última columna está en $/t.km

5. Costo del equipo y de las tareas


Máquina CFT CFT CVT CT Inciden- CM
Tractor máq. Máq. equipo cia
[$/año] [$/año] [$/año] [$/año] [$/ha]
Arado 6x12" 454 747 4973 6174 24,3% 19,92
Disco doble acción 40 discos 325 630 3411 4366 17,2% 10,92
Rastra de dientes 10 cuerpos 190 270 1940 2400 9,4% 3,29
Sembradora grano fino 25 discos 88 1088 982 2158 8,5% 19,62
Sembradora granos gruesos 7 surcos 179 1280 2025 3484 13,7% 13,94
Aporcador 7 surcos 295 152 3298 3745 14,7% 7,49
2 carritos de 6t c/u 184 684 2219 3087 12,1% 0,52
COSTO TOTAL [$/año] 1716 4851 18848 25414 100,0%
Incidencia 6,8 % 19,1 % 74,2 % 100,0 % ,0
En transporte, el CM está expresado en $/t.km. El costo total del equipo es el valor recuadrado.

El cálculo de costos con inflación


Cuando hay inflación se plantea con frecuencia la pregunta si tiene sentido calcular
costos, puesto que los valores utilizados se desactualízan más o menos rápidamente. La
pregunta lleva implícita dos cuestiones: a) ¿Qué exactitud tiene el costo? y b) ¿Qué alcances
tiene éste?
La exactitud de un resultado depende de la calidad de los datos empleados para
calcularlo. Si los precios reflejan con suficiente precisión la situación dada en un momento
determinado, el resultado será exacto (siempre que también lo sean los demás datos, apañe de
los precios). Sin embargo, los precios no siempre reflejan una realidad: bajo inflación puede
haber precios máximos que no se respetan, puede ser inminente una suba, etc. En general, la
transparencia del mercado es inversamente proporcional al nivel de la inflación. Todos estos
factores se deben tener en cuenta al considerar los precios.
La inflación puede originar otras distorsiones que se deben tener presente. Ya se
mencionó su efecto sobre la tasa de interés en operaciones en dinero. Por otra parte, puede
provocar escasez de bienes pues se prefieren compra "preventivas" ('huida hacia los bienes') y
acaparamientos.
El alcance de los costos calculados en una economía inflacionaria se ve limitado por la
corta vigencia de los precios. Sin embargo es preciso distinguir bien entre una variación de los
precios provocada por la inflación y una variación debida a otras causas. Una variación de los
precios debida a la inflación supone una modificación general del nivel de precios de todos los
bienes y servicios. Si bien la variación no es simultánea, y en períodos muy cortos existen -por
consiguiente- variaciones relativas (porque algunos precios aumentan antes que otros), se puede
suponer, sin cometer un error demasiado grave, que todos los precios varían en la misma
proporción. Diferente, en cambio, es una variación relativa de los precios, que se produce aun
en las economías más estables: hay variación relativa cuando un precio (o grupo de precios)
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aumenta o disminuye con respecto a otros. Por ejemplo, si el petróleo y sus derivados aumenta o
disminuye con respecto a los precios de la maquinaria. También pueden existir variaciones
cíclicas o estacionales, etc.
Hechas estas salvedades se puede pasar a contestar la pregunta básica. ¿Tiene sentido
calcular costos?. La respuesta dependerá de la finalidad del cálculo de costos. Un contratista -o
un productor que ocasionalmente efectúa trabajos para terceros- necesita imperiosamente del
cálculo de costos para tener una orientación sobre los precios que ha de cobrar, especialmente sí
se encuentra en una región donde no hay contratistas y por consiguiente referencias sobre las
tarifas cobradas por otros. Un problema diferente se presenta cuando se comparan alternativas
(por ejemplo, elección entre dos máquinas). Si se acepta el supuesto que la variación de los
precios debida a la inflación es uniforme en todos los bienes y servicios, el resultado de una
comparación es y sigue siendo válido a pesar de la inflación. En otras palabras, si se comparan,
por ejemplo, los costos de dos máquinas, y el resultado indica claramente que una es más
conveniente que la otra, dicho resultado seguirá siendo válido en el futuro mientras no haya
variaciones relativas entre los precios.
En resumen, se puede decir que la inflación no es un obstáculo insalvable para el cálculo
de costos, si se conocen sus efectos y se los sabe neutralizar correctamente. La inflación tiene la
molesta consecuencia que obliga a revisiones frecuentes de los cálculos. Contestando la
pregunta, puede decirse que en muchos casos la inflación hace más necesario el cálculo de
costos porque no es posible guiarse por resultados calculados con anterioridad.
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4. EL COSTO OPERATIVO EN FUNCIÓN DE LA PRODUCCIÓN DE LA


MAQUINARIA
Introducción
La producción es la variable independiente en muchísmos problemas de costo de la
maquinaria. Casi podría afirmarse que para muchos economistas es la única variable
independiente. En los textos de economía es muy frecuente definir costo fijos y variables
únicamente en función de la producción.
Son múltiples los problemas que se resuelven apelando a la producción anual como
variable independiente. En general, todo problema de costos de la maquinaria se encara en
primera instancia calculándolo en función de la producción. Cuando se necesita conocer el costo
de una máquina, ya sea para estudiar la posibilidad de incorporarla a la empresa o para calcular
el costo de un producto donde interviene, no debería faltar una referencia al uso anual de
aquélla. Cuando se debe determinar el costo para poder fijar el precio del servicio que presta
una máquina, se hace imprescindible el cálculo en función de su producción anual. Cuando un
contratista quiere averiguar dónde está su umbral de beneficios, está pensando en el uso anual
mínimo que debe tener su maquinaria para generar beneficios- Otro tanto puede afirmarse con
respecto a muchas evaluaciones económicas de diferentes alternativas (por ejemplo, utilizar
maquinaria propia o contratada). También se pueden resolver problemas sencillos de elección
del tamaño más adecuado de una máquina para una empresa, aunque existe una metodología
más apropiada para resolver este aspecto.
Problemas particulares del costo en función de la producción
Costo medio y producción
Ya se ha señalado que un aumento del uso anual de una máquina implica una reducción
de su costo medio, por tratarse de una función lineal. Cabe preguntarse si mediante la reducción
del costo operativo a causa del incremento del uso anual se puede llegar a un costo mínimo.
En primer término se debe estudiar el papel especial que desempeña aquí la
amortización por su doble naturaleza de costo anual hasta un determinado uso anual (el punto de
igualación) y costo horario a partir de éste. En función del uso, son costos fijo y variable
respectivamente. Evidentemente, mientras la amortización se comporta como un costo fijo, la
"dilución" del costo fijo medio de la máquina será más pronunciada con un determinado
aumento del uso que cuando aquella pasa a ser costo variable.
En segundo lugar, el costo medio de una función lineal, que como se recordará es
CM = CFT/U + CVM
se hace asintótico al CVM cuando la variable independiente, o sea el uso, tiende a infinito. Por
ello, no hay un mínimo, en el sentido que a partir de un valor mínimo tiende a aumentar
nuevamente como sucede en la mayoría de las funciones no lineales que tienen producciones
marginales decrecientes.
En tercer lugar es necesario tener presente que el costo no es una medida absoluta sino
relativa. En efecto, en muchos casos es más importante comparar el costo de diferentes
máquinas, que determinar el óptimo de una sola de ellas. Por ejemplo, para un determinado
trabajo se pueden emplear máquinas de diferente capacidad de trabajo; la máquina de mayor
capacidad realizará el trabajo en menos tiempo, por lo que su uso anual será menor que para otra
de menor capacidad. Como el costo es diferente en cada tamaño de máquina, habrá
determinados rangos de uso en cada uno de los cuales una máquina es la más económica.
Composición del costo operativo
La variación de la producción de una máquina apareja también modificaciones en la
composición porcentual de su costo operativo. Ya se ha señalado que proporcionalmente el
costo fijo disminuye al aumentar el uso o la producción anual (se "diluye") y en compensación,
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el costo variable incrementa su participación. La fíg. 4-1 muestra la


Fig. 4-1 Composición del costo

100 600 h/ano


composición del costo operativo para dos usos extremos de la cosechadora del cuadro 3-2.
De esto se pueden extraer importantes conclusiones prácticas: cuando la producción es
reducida, el costo originado por la inversión (amortización e intereses) pesa notoriamente sobre
el costo operativo, y menos los gastos de conservación y reparaciones y el combustible. En
cambio, con niveles altos de producción la situación se invierte. De ello se deduce una
importante regla práctica: "Si usa poco la maquinaria, cuide sus costos fijos; si la usa mucho,
cuide sus costos, variables." Esto también explica por qué un pequeño productor es más
proclive a comprar máquinas usadas. En esta forma reduce su costo fijo ("está cuidando sus
costos fijos") aun a costa de soportar costos variables algo más elevados (debido a mayores
GCR).
Costo de varias máquinas
Lo corriente es no indicar límite alguno en la variable independiente, pero es sabido que
la producción de una máquina no se puede extender indefinidamente, ya que el tiempo
disponible no es infinito. Por ello, siempre se debe tener presente ese límite en los cálculos de
costos en función de la producción. Cuando se requieren más horas de trabajo en el año de lo
que el tiempo disponible permite, el problema se soluciona añadiendo una segunda máquina, y
más sí las necesidades de la empresa así lo requieren.
El agregado de una máquina significa adicionar costos fijos. Si se gráfica el costo total,
se obtendrá una "escalera". Cada "escalón"
corresponde a una máquina añadida. Si se agregan
máquinas exactamente iguales, la altura de los
escalones será igual y también la pendiente de la
recta que define el costo total (véase fíg. 4-2). El
costo medio presenta una forma de dientes de sierra,
de altura decreciente a medida que aumenta la
producción. Las bases de estos dientes de sierra se
hallan a la misma altura debido a que el costo fijo se
diluye hasta el nivel en el cual la producción de
cada máquina llega a su máximo posible; pasado ese
nivel, se impone el agregado de una nueva máquina,
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lo que implica sumar un nuevo costo fijo. En el punto en el cual la producción de una máquina
llega al máximo, se obtiene el mínimo costo medio. Como se acaba de señalar, estos mínimos
sucesivos son iguales, lo que significa que no se pueden obtener reducciones de costos medios
inferiores a esos mínimos mediante el agregado de máquinas.
Cuando se combinan máquinas diferentes, difieren los costos medios resultantes al
colmar el máximo de cada máquina. Para decirlo en forma más gráfica, la base de los dientes de
la sierra se hallan a diferente altura (fig. 4-3). El costo medio, al completar la producción de la
enésima máquina, es
n
 .[CFTi + CVMi Xi]
i=1

CMn = ——————————
n
 xi
i=1

donde x, es la producción máxima de cada máquina.


La elección entre alternativas
El punto de indiferencia
Con frecuencia se presentan dos (o más) alternativas para solucionar un problema y se
hace necesario evaluar cuál es la más conveniente desde el punto de vista económico. Cuando
tanto el costo fijo total (CFT) como el costo variable medio (CVM) de una alternativa son
superiores a la otra, es obvio que la más conveniente será aquella que presenta costos menores.
Sin embargo, en muchos casos una alternativa tiene mayor CFT pero, a su vez, menor CVM que
la otra. Siendo así, la conveniencia de una u otra dependerá de1 uso anual (U) o producción (S)
de las máquinas.
Observando la figura 4-4 se comprenderá mejor el caso planteado. Allí se comparan dos
cosechadoras: la ya conocida con una plataforma de 19' (cuadro 3-2) y una más grande, con
plataforma de 23'. A la primera se la denominará, para mayor facilidad, cosechadora 19, y a la
segunda, cosechadora 23. La cosechadora 19 tiene un CFT1 menor al de la cosechadora 23
de CFT2. Por lo tanto, el costo total de la cosechadora 19 CT1 "arranca" de un nivel inferior de
CT2. Pero a su vez, el costo variable medio de la cosechadora 19 es mayor al CVM2. Tratándose
de funciones lineales, esto significa que la pendiente de CT1 será mayor que la del CT2. Por tal
razón, se llegará a un punto en el cual ambas rectas se cruzan. Ese punto se denomina punto de
indiferencia: siendo iguales los costos de ambas alternativas en este punto, es indiferente
adoptar una u otra. Pero a la izquierda o a la derecha del punto de indiferencia los costos de cada
alternativa difieren. A la izquierda del punto de indiferencia, el CT1 es menor al CT2, mientras
que a la derecha se da el caso inverso: CT1 > CT2. Se observa así que el valor de S en el punto
de indiferencia marca un límite: para las empresas que necesitan trabajar una superficie menor a
ese valor de S, la máquina más conveniente será la cosechadora 19, mientras que para aquellas
otras que trabajan una superficie mayor, la cosechadora 23 será la más económica. De ahí la
importancia de determinar el punto de indiferencia: conociéndolo, se tienen resueltas todas las
situaciones. En el caso del ejemplo, el punto de indiferencia es 1.435 ha/año.
El punto de indiferencia se puede determinar tanto gráfica como matemáticamente. La
resolución gráfica es muy sencilla en el caso de costos totales, y se acaba de ver en la fig. 4-4.
La resolución matemática también es sencilla. Todo consiste en hallar el punto de intersección
de dos rectas, en un sistema de dos ecuaciones de primer grado con dos incógnitas (en la
simbología económica, CT y S):
CT1 = CFT1 + CVM1 S
CT2 = CFT2 + CVM2 S
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Cuando CT1 = CT2 (intersección de ambas rectas) se tiene que


CFT1 – CFT2
S= ————————
CVM2 – CVM1
donde S es la producción correspondiente al punto de indiferencia, expresada en las unidades
resultantes del segundo miembro. Si el CVM se expresa en $/ha, y teniendo en cuenta que el
CFT estará en $/año, S resultará en ha/año; si en cambio el CVM se dio en $/h, S estará en
h/año.
El valor de S será positivo siempre que el numerador y el denominador sean positivos (o
simultáneamente ambos negativos). Si uno de ellos es positivo y el otro negativo, S será
negativo. Esto indica que no hay punto de indiferencia (estrictamente, no hay punto de
indiferencia en el rango positivo de S). Es el caso en el cual los CT son divergentes desde el
origen: en una de las alternativas tanto el CFT como el CVM son mayores que en la otra.
Una regla nemotécnica para recordar la fórmula anterior (aunque también es muy fácil
deducirla): los CFT y los CVM de las alternativas están cruzados: si en CFT se resta alternativa
1 menos alternativa 2, en CVM se debe restar 2 menos 1 (como en la fórmula). También es
correcto en CFT restar 2 menos 1, y entonces en CVM será CVM1 menos CVM2.
Cuando son más de dos las alternativas en consideración, se pueden dar varios puntos
de indiferencia. En ese caso, las alternativas se deben tomar siempre de dos en dos, es decir,
calcular puntos de indiferencia de a dos alternativas. Previamente es conveniente ordenarlas de
acuerdo a su CFT, por ejemplo, de menor a mayor CFT. Una grafícación preliminar también
ayudará a clarificar la situación, puesto que puede ocurrir que algunas alternativas se puedan
descartar a priori debido a que sus costos (CFT y CVM) son superiores a los de las demás.
Estabilidad de la solución
Se ha dicho ya que el punto de indiferencia constituye un límite. Volviendo a la fig. 4-4,
se observa que en el entorno del punto de indiferencia ambos costos son prácticamente iguales.
Por otra parte, los costos estimativos siempre conllevan una cierta dosis de inseguridad en los
datos, mayor o menor según las circunstancias. Cualquier variación en los datos empleados
desplazará la recta del CT y, en consecuencia, también desplazará el punto de indiferencia. Por
estas razones, en el entorno del punto de indiferencia podría alterarse la conveniencia de una u
otra alternativa. Es decir que la solución es insegura o, como se prefiere decir, inestable. En
cambio, en los lugares alejados del punto de indiferencia, por más que varíen los datos, siempre
una misma alternativa será más conveniente que otra, o sea que allí la solución es estable.
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Cuadro 4-1
Análisis de sensibilidad del punto de indiferencia (cosechadoras con plataforma de 19' y 23')

Concepto CFT($/año) CVM ($/h) Punto de


19' 23' 19' 23' indif.(ha)
Situación inicial 9257 11381 16.73 15.25 1435
Mano de obra: aumento 10 % 9257 11381 17.21 15.65 1362
Combustible: aumento 20 % 9257 11381 17.93 16.31 1311
Combustible: rebaja 10 % 9257 11381 16.12 14.72 1517
Valor a nuevo: aumento 5 % 9689 11913 17.02 15.54 1503
Valor a nuevo: rebaja 5 % 9688 10850 16.44 14.95 1360
CGCR= 0,00010 9257 11381 15.76 14.26 1416
CGCR= 0,00015 9257 11381 18.18 16.72 1455
Las modificaciones introducidas sucesivamente se refieren exclusivamente al ítem considerado; el resto de los datos
es igual al de la situación inicial. Datos cosechadora de 23': Motor 192 CV; VN $ 122.200; VRP: 30 % del VN; to:
0,40 h/ha; consumo combust. 30,71/h; seguros: 600 $/año; impuestos: 150 $/año.
De lo expuesto se desprende que no sólo resulta aconsejable calcular el punto de indiferencia
sino también efectuar un "análisis de sensibilidad" o "de estabilidad" para delimitar una
"zona de indiferencia", es decir, la zona dentro de la cual la solución es inestable. Los límites
de la zona de indiferencia se determinan sobre la base de los valores máximo y mínimo que
pueden adoptar cada uno de los CT. En el cuadro 4-1 se efectuó un análisis de sensibilidad
considerando variaciones en el costo de la mano de obra, el precio del combustible, el valor a
nuevo y el CGCR de las cosechadoras de la fig. 4-4. En todos los casos se supone que los
restantes datos no varían ("ceterisparibus").
Si un productor se halla a un nivel de S que se encuentra en la zona de indiferencia, no
se debe creer que "no hay solución". La respuesta es: "Haga lo que más le plazca, puesto que
desde el punto de vista de los costos es indiferente una u otra alternativa". En cambio si se halla
fuera de esa zona, el consejo es "Le conviene más la alternativa equis, que es la de menor costo;
si quiere aplicar la otra le va a costar significativamente más".
Máquina chica vs. máquina grande
Una aplicación concreta de la elección entre alternativas consiste en comparar máquinas
iguales pero de diferente tamaño, para determinar la más conveniente para cada caso. Desde
luego, también hay otras formas de optimizar el tamaño, pero no se estudiarán en este capítulo.
La comparación de máquinas de diferente tamaño se debe efectuar en función de su
producción y no de su uso anual, dado que en este último caso no serían comparables horas
anuales de una y otra máquina. Normalmente, se puede esperar que el CFT de la máquina chica
sea menor que el de la grande, por su menor inversión. Pero por otra parte, el CVM (dado en
$/ha, $/qq o la unidad de producción correspondiente) debería ser menor en la máquina grande
que en la chica, principalmente debido a su mayor capacidad de trabajo (y por consiguiente
menor tiempo operativo). De ser así habrá un punto de indiferencia: para producciones menores,
será más económica la máquina chica y por encima la grande.
Trabajo manual vs. trabajo mecánico
La realización de una tarea determinada por una máquina implica una inversión previa
que se traduce en el CFT. La tarea manual generalmente no origina un costo fijo, si bien el
CVM (por unidad producida) suele ser mayor que el de la máquina. Si el trabajo mecanizado es
la alternativa 1 y el manual la 2, se puede aplicar la fon-nula vista, teniendo en cuenta que CFT2
= 0 si, como se dijo, la tarea manual no le origina un costo fijo al productor.
Hallado el punto de indiferencia, para quienes se encuentren a un nivel de S inferior a
éste será más económico el trabajo manual y por encima el mecánico.
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Equipo propio o contratista


La decisión entre la alternativa de emplear contratista o recurrir a maquinaria propia es
de suma importancia para cualquier productor, especialmente cuando el uso anual de la
maquinaria propia es reducido y se plantea la cuestión de su economicidad, dada la alta
inversión que habitualmente implica una máquina o un equipo de maquinaria.
Al igual que en el caso de trabajo manual, para el productor el contratista le origina
generalmente sólo un costo variable, dado que cobra una tarifa por unidad trabajada. Eso no
quiere decir que el contratista no tenga costos fijos, pero eso es un costo que éste debe absorber,
y no el productor. Lo que para el contratista es ingreso (tarifa cobrada), es costo para el
productor. Sólo podría haber un costo fijo para el productor si éste acuerda con el contratista un
pago, o más generalmente una prestación (como por ejemplo provisión de alojamiento o
comida, cesión de tierra para que el contratista la cultive por su propia cuenta, etc.)
independiente de la producción o sea del trabajo efectuado por el contratista.
Con estos datos, se puede calcular el punto de indiferencia en la misma forma como se
hizo anteriormente, teniendo en cuenta que -como se acaba de señalar- el contratista presenta un
CFT = 0 para el productor. El punto de indiferencia marca el limite de cada alternativa: por
debajo es más conveniente el contratista y por encima el equipo propio.
Al comparar equipo propio vs. contratista se debe tener presente que el resultado
obtenido se refiere, obviamente, al equipo tomado como base de cálculo. Si ese equipo no es
adecuado, por estar sobre o subdimensionado con respecto a las necesidades de la empresa, el
resultado de la evaluación no está indicando si el contratista es o no conveniente en general,
sino sólo con respecto a ese equipo. Debido a lo expuesto, previo a la comparación de las
alternativas se debería seleccionar un equipo adecuado a las necesidades y recién después
evaluar sus posibilidades frente al contratista.
También se debe tener en cuenta la capacidad de trabajo de la maquinaria propia, para
lograr una comparación válida con el contratista. Por ejemplo, si se evalúan cosechadoras y el
punto de indiferencia se halla en 400 ha y la explotación cultiva anualmente 600 ha se podría
deducir que es conveniente tener una cosechadora propia. Pero si esa cosechadora tiene una
capacidad efectiva de 2 ha/h y se estima que puede trabajar 10 h/día, tardaría 30 días efectivos
de trabajo para la cosecha. Con varios contratistas simultáneamente, o con un contratista que
cuente con varias máquinas, e) trabajo se puede efectuar en mucho menos tiempo. La solución
en este caso consiste en fijar un máximo de tiempo disponible, seleccionar un equipo que pueda
realizar las tarea;, pertinentes dentro de ese lapso de tiempo y recién después evaluar si es o no
más conveniente que el contratista.
Finalmente, es muy aconsejable efectuar un análisis de la estabilidad de la solución para
determinar la zona de indiferencia. A lo largo del transcurso del tiempo los datos pueden variar
mucho y por lo tanto provocar modificaciones sensibles del punto de indiferencia. Según una
investigación reciente8, en una explotación tipo de 100 ha de la zona de Pergamino, el punto de
indiferencia osciló a lo largo de 12 años entre 77 y 153 ha, con una media de 112, y en una de
300 ha entre 134 y 356, con una inedia de 228. Las mayores oscilaciones se dieron en los años
de mayor inflación.
Limitaciones en la elección entre alternativas
Los casos que se acaban de exponer no dejan de tener ciertas limitaciones que se deben
explicitar. Por una parte, la comparación entre alternativas presenta aspectos no fácilmente
evaluables desde el punto de vista económico. Un buen ejemplo es la calidad del trabajo; ¿la
máquina realiza un trabajo de la misma calidad que el manual? ¿se logra la misma calidad con
el contratista que con la maquinaria propia? Todas estas son preguntas que muchas veces
quedan sin respuesta por imposibilidad de una cuantifícación económica, y por consiguiente no

8
CANO, Femando, et al. Con máquinas propias o con las del contratista: puntos de indiferencia a través
de 12 años. Rev. Pac. de Agr. (Buenos Aires) 14(3):285-240, 1993/94.
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incluible en la evaluación.
La disponibilidad del recurso es otro aspecto no siempre incluido en la evaluación.
Preguntas tales como ¿se puede obtener la mano de obra necesaria para el trabajo manual? ¿se
puede contar con el contratista cuando se lo necesita? En realidad, si la respuesta a estas
preguntas es negativa, no hay alternativas para evaluar.
Muchas veces el problema no se limita exclusivamente al campo económico. El
productor tiene preferencias o aversiones. Hay quienes quieren sacarse de encima la
maquinaria pues le significa un problema más que deben atender (máquinas, personal, etc.), así
como también hay otros con marcada preferencia hacia las máquinas.
También puede haber razones impositivas (desgravaciones) o financieras (falta de
capital, créditos y posibilidades de acceso a los mismos) que hagan aconsejable invertir o no en
máquinas. En el primer caso, la evaluación debería incluir los aspectos impositivos, calculando
costos "después de impuestos". Si hay falta de capital, y por consiguiente imposibilidad de
acceder a maquinaria propia, no hay alternativa y en consecuencia la evaluación sólo se reduce a
un ejercicio intelectual.
El umbral de beneficios
Otra aplicación interesante del costo en función de la producción, especialmente para
contratistas, es la determinación del umbral de beneficios (también conocido por su nombre en
inglés break-even-pomt), es decir el nivel de producción en el cual los ingresos igualan a los
costos. Si la producción es inferior al umbral de beneficios, se está operando con pérdidas, dado
que los ingresos no llegan a compensar los costos; en cambio, cuando la supera, se están
obteniendo ganancias.
La determinación del umbral de beneficios es sencilla. Denominando ingreso medio
(IM) al ingreso por unidad trabajada (por ej., la tarifa del contratista en $/ha), el umbral de
beneficios se halla cuando los ingresos igualan a los costos o sea cuando
IM S = CFT + (CVM S)
Despejando S se tiene la producción correspondiente al umbral de beneficios:
CFT
S = ————————
IM-CVM
La ventaja del conocimiento del umbral de beneficios es obvia: dados los costos y los ingresos
estimativos, se determina fácilmente la producción mínima que se debe alcanzar para salir
de la zona de pérdidas. Si no se puede lograr esa producción mínima, no es conveniente
emprender el negocio.
En la fíg. 4-5 se gráfica nuevamente el costo de la cosechadora de 19' y un ingreso de 30 $/ha.
El umbral de beneficios se tiene con 698 ha/año. Es decir que el contratista debería cosechar por
lo menos esa
superficie para
tener
utilidades.
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TABLAS
Introducción
En las presentes tablas se han reunido los principales datos necesarios para los cálculos
de capacidades y costos operativos de la maquinaria. Como norma general, estos datos sólo
tienen valor orientativo y se refieren a condiciones de operación en la región pampeana, es
decir, superficies llanas no pedregosas, salvo aquellas propias de cultivos de otras regiones.
Las tablas contienen los datos para las máquinas más usuales en nuestro país,
excluyéndose sólo aquéllas que no se han difundido o sobre las cuales no se obtuvieron datos, o
las más recientes de las cuales aun no hay información disponible. Las máquinas se han
agrupado según su afinidad en sendas tablas. Se ha tratado de seguir un orden lógico,
comenzando con motores y tractores, siguiendo con máquinas de labranza, siembra, cuidados
culturales y cosecha. En cuanto a la designación de las máquinas, se ha respetado en lo posible
la norma IRAM 8001 (Máquinas agrícolas; definiciones).
Las tablas se originan en las publicadas anteriormente por el autor9. Aparte de
actualizarlas periódicamente con información proveniente de investigaciones efectuadas en la
Cátedra y trabajos de otras fuentes, se ampliaron y completaron con información
complementaria que permite precisar más la información disponible. Salvo excepciones, no se
incluye bibliografía pues en la mayoría de los casos la información sólo es muy puntual. Sólo se
la cita cuando puede ampliar la información contenida en las tablas.
Datos
Ancho de trabajo
El ancho de trabajo de la maquinaria se da sobre la base de la unidad usual para la
descripción de aquélla. Así, por ejemplo, es corriente identificar el arado de rejas según la
cantidad de rejas; por tal razón, la reja es la unidad que figura en la tabla.
Para orientar al usuario de las tablas sobre los tamaños disponibles en el país, se indican
los tamaños mínimos y máximos. Para compilar estos datos se recurrió principalmente a
especialistas en maquinaria y a folletos de fabricantes.
A continuación se da el ancho teórico de cada unidad, el coeficiente  (alfa) de Barañao
y el ancho efectivo resultante. El coeficiente  (relación entre el ancho efectivo y el teórico de
la máquina) es una estimación basada en condiciones de operación habituales para un operario
promedio.
Velocidad
Para facilitar el uso de las tablas se indica una sola velocidad para cada máquina. Debe
entenderse que se trata de la velocidad usual o la más adecuada, pero que puede variar
sensiblemente. Cuando la potencia del tractor no es muy elevada y alto el requerimiento de
energía, es aconsejable verificar mediante el cálculo si el tractor puede desarrollar la velocidad
indicada en la tabla mediante la fórmula
10 Pmot[CV]
v[km/h] = ——————————————
at [m] emot [CVh/ha]
donde Pmot es la potencia de régimen del motor del tractor, at el ancho teórico y emot la energía
requerida en el motor.
Coeficiente de tiempo efectivo
Al igual que la velocidad, el coeficiente de tiempo efectivo r de cada máquina es un

9
FRANK, Rodolfo G. Costos y administración de la maquinaria agrícola. Buenos Aires, Hemisferio Sur,
1977.385 p.
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valor modal estimado. Este coeficiente puede variar dentro de límites relativamente elevados,
especialmente en máquinas que deben cargar insumos (sembradoras, pulverizadoras, etc.) o
descargar productos (cosechadora).
Energía requerida
Las tablas incluyen la energía requerida por las máquinas con la finalidad de poder
estimar o verificar el tamaño (ancho) de una máquina que puede arrastrar el tractor, o conocido
el ancho estimar la velocidad máxima, estimar el consumo de combustible por hectárea, etc.
La energía se refiere a la requerida en el motor (del tractor en máquinas de arrastre), y se
expresa en CVh/ha. En la mayoría de las tablas se indica también el rendimiento mecánico del
tractor. Esto orienta acerca de las condiciones estimadas para la determinación de la energía
requerida. Asimismo permite calcular la energía requerida en la barra y/o toma de potencia (la
energía en la barra es igual a emot multiplicada por el rendimiento mecánico del tractor). Sobre la
base de esta energía en la barra se puede calcular emot para otros rendimientos mecánicos.
En máquinas de labranza y siembra se agrega además la profundidad de labor para la
cual es válida la energía tabulada. Hay que recordar que la energía varía en forma pronunciada
con la profundidad de labor, especialmente en máquinas de labranza.
Dado que la fuerza (y por consiguiente la energía) requerida depende también de la
velocidad en máquinas de labranza, en la tabla "Coeficientes de labranza o tracción requerida
(en función de la velocidad, profundidad de trabajo o peso de la máquina)" se reproduce la
información pertinente recopilada de diversas fuentes. Junto a la especificación de la máquina,
el autor y los suelos, se da la función, el valor numérico de su respectiva constante a y
coeficiente b, los rangos corrientes (D.S.: desviación standard, C.V.: coeficiente de variación),
la profundidad, los valores de la función calculados para tres velocidades diferentes y
finalmente constante y coeficiente de la función f/F^, que permite calcular la fuerza en forma
relativa con respecto a la requerida a 5 km/h. Dado que la energía es proporcional a la fuerza,
con esta fórmula se puede calcular la energía requerida a cualquier velocidad conociendo la
requerida a 5 km/h. Por ejemplo, la primer función especificada es F = 3892 + 0.002970 v2;
con una velocidad v = 7 km/h el coeficiente de labranza es 0,53 kg/cm2 (la unidad se aclara en la
llamada 15), siendo el valor relativo a 5 km/h calculado con la función F/F5 1,15 o sea que se
requiere un 15 % más de fuerza (o de energía) a 7 km/h que a 5 km/h. En una tabla auxiliar se
detalla la energía requerida dado el coeficiente de labranza (en kg/cm2) o la tracción (kg/m de
ancho) para diferentes rendimientos mecánicos y profundidades. También se indican las
fórmulas utilizadas. Por ejemplo, para un coeficiente de labranza de 0,53 kg/cm2, a una
profundidad de 15 cm y en un rastrojo ( = 0,6) se tiene que e = 3,7 x 0,53 x 15 / 0,6 = 49
CVhmotha.
Coeficiente de gastos de conservación y reparaciones (CGCR)
Los coeficientes tabulados se refieren a una máquina que se adquiere nueva y se utiliza
durante toda su vida útil. No se dan coeficientes en función de la edad de una máquina debido a
carencia de datos.
Cabe recordar que, a diferencia de algunos autores extranjeros, este coeficiente incluye
la lubricación de la máquina. Asimismo la mano de obra necesaria para la conservación o
mantenimiento.
Duración
La duración de la maquinaria se expresa sobre dos bases diferentes: 1) la duración en
cuanto a su desgaste (expresada generalmente en horas) y 2) la duración hasta que la máquina se
halla obsoleta (expresada en años). En ambos casos se debe interpretar que la duración está
tomada en su sentido económico, es decir que se reemplaza cuando es antieconómico seguir
manteniéndola. Desde luego, como en la mayoría de los casos anteriores, se trata de datos que
pueden variar dentro de límites amplios.
Consumo de combustible
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Este dato sólo se consigna en la tabla correspondiente a motores y tractores y se refiere


al consumo medio (cuando se expresa en 1/CV.h). o sea litros por CV de potencia máxima del
motor y por hora. No se debe confundir con el consumo específico o sea el dado por unidad de
energía. El consumo medio puede variar sensiblemente con la carga del motor.
Tablas auxiliares
En algunos casos se han agregado tablas auxiliares que amplían la información
contenida en las tablas principales o agregan datos necesarios para el cálculo que no encuadran
bien en el esquema general que tienen las tablas principales. Estas tablas auxiliares se refieren a
datos más detallados sobre la energía requerida en labranzas, a datos adicionales sobre granos,
al poder calorífico de los combustibles (necesario para el cálculo del costo de la secada) y a
datos adicionales referentes a vehículos.
51
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7b. Peso específico y poder calorífico de los principales combustibles


Peso Núm. Poder Factor cale. c ;ons. secad. 2
N° Combustible Un. específico oct./ calor. 1 Calor y frío Todo calor
y su unidad cetano [kcal/ De col. De De col. De
unidad] cab. cab.
1 Aeronafta 1 0,72 lcg/1 7600 197 132 158 105
2 Nafta normal (común) 1 0,73 kg/1 83 7700 195 130 156 104
3 Nafta especial (super) 1 0,74 kg/1 93 7800 192 128 154 103
4 Alconafta normal3 1 0,74 kg/1 83 7500 200 133 160 107
5 Alconafta especial 3 1 0,75 kg/1 93 7600 197 132 158 105
6 Gas-oil 1 0,84 kg/1 55 8600 174 116 140 93
7 Diesel-oil 1 0,85 kg/1 8700 172 115 138 92
8 Fuel-oil 1 0,95 kg/1 9500 158 105 126 84
9 Querosene 1 0,80 kg/1 8200 183 122 146 98
10 Alcohol etílico (etanol) 1 0,79 kg/1 107 6400 234 156 188 125
11 Alcohol metíl. (metanol) 1 0,79 kg/1 127 4600 326 217 261 174
12 Benzol 1 0,88 kg/1 100 9600 156 104 125 83
13 Gas natural (metano) 4 m3 0,72 kg/m3 125 8600 174 116 140 93
14 PropáSo (gas licuado) kg 0,51 kg/1 100 11100 135 90 108 72
15 Butano (gas licuado) kg 0,57 kg/1 100 10900 138 92 110 73
16 Biogas m3 1,00 kg/m3 5000 300 200 240 160
Leña de
17 Álamo kg 0,40 t/m3 3500 429 286 343 229
18 Algarrobo blanco kg 0,60 t/m3 3750 400 267 320 213
19 Algarrobo negro kg 0,76 t/m3 3650 411 274 329 219
20 Caldén kg 0,60 t/m3 3900 385 256 308 205
21 Cebil colorado kg 0,94 t/m3 3700 405 270 324 216
22 Curupay chaqueño kg 1,02 t/m3 3700 405 270 324 216
23 Chañar kg 0,71 t/m3 3650 411 274 329 219
24 Espina corona kg 0,80 t/m3 3700 405 270 324 216
25 Espinillo kg 0,92 t/m3 3500 429 286 343 229
26 Eucalipto kg 0,74 t/m3 4000 375 250 300 200
27 Garabato kg 1,05 t/m3 3550 423 282 338 225
28 Guayacán kg 1,12 t/m3 3850 390 260 312 208
29 Ibirapitá kg 0,84 t/m3 3450 435 290 348 232
30 Itín kg 1,28 t/m3 3650 411 274 329 219
31 Lapacho kg 0,99 t/m3 4100 366 244 293 195
32 Maitín kg 1,07 t/m3 3800 395 263 316 211
33 Mistol kg 0,81 t/m3 3650 411 274 329 219
34 Ñandubay kg 0,94 t/m3 3900 385 256 308 205
35 Ñire kg 0,58 t/m3 3850 390 260 312 208
36 Palo santo kg 1,27 Vm3 4350 345 230 276 184
37 Quebracho blanco kg 0,89 t/m3 3600 417 278 333 222
38 Quebracho color, chaq. kg 1,31 t/m3 3800 395 263 316 211
39 Quebracho color, sant. k? 1,20 t/m3 4100 366 244 293 195
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7b. Peso específico y poder calorífico de los principales combustibles (continuación)

Peso Núm. Poder Factor cale. t ;ons. secad.


No Combustible Un. específico oct./ calor.' Calor y frío Todo calor
y su unidad cetano [kcal/ De col. De De col. De
unidad] cab. cab.
40 Radal kg 0,57 t/m3 4200 357 238 286 190
41 Sauce criollo kg 0,48 t/m3 3500 429 286 343 229
42 Tala kg 1,17 Vm3 3800 395 263 316 211
43 Tipa blanca kg 0,68 t/m3 3850 390 260 312 208
44 Urunday 1% 1.24 t/m3 4200 357 238 286 190
45 Urundel kg 1,19 t/m3 3400 441 294 353 235
46 Vinal kg 0,90 Vm3 3750 400 267 320 213
47 Viraró 1% 0,88 t/m3 4900 306 204 245 163
48 Carbón de leña kg 0,40 t/m3 5700 263 175 211 140
49 Paja, 10 % humedad5 kg 0,15 t/s/ 4000 375 250 300 200
50 Paja, 20 % humedad5 , kg 0,15 t/m3 3500 429 286 343 229
51 Bagazo kg t/m3 4400 341 227 273 182
52 Turba húmeda kg 0,60 Vm3 250 6000 4000 4800 3200
53 Turba secada al aire kg 0,35 t/m3 3500 429 286 343 229
k
54 Lignito terreo g 0,65 t/m3 2000 750 500 600 400
k
55 Lignito pétreo g 0,65 Vm3 4000 375 250 300 200
56 Carbón de Río Turbio 6 kg 5600 268 179 214 143
Hullas
57 Carbón de llama kg 0,80 t/m3 6500 231 154 185 123
58 Carbón de gas 1% 0,80 t/m3 7000 214 143 171 114
59 Carbón de fragua kg 0,80 t/m3 7400 203 135 162 108
60 Carbón de coque kg 0,80 Vm3 7600 197 132 158 105
61 Antracita kg 1,40 t/m3 7400 203 135 162 108
62 Electricidad kWh 860 1744 1163 1395 930
1
Poder calorífico inferior.
2
Cálculo de consumo de combustible en secadoras: Multiplicar el factor correspondiente por la humedad extraída.
Ejemplo: consumo de gas-oil para secar de 18 a 13 % en secadora de caballete (calor y tío):
Consumo = (Hi-Hf)/(100-Hf) X factor = (18-13) / (100-13) x 116 = 6,67 1/t
3
Nafta (normal o especial) con 15 % de alcohol etílico anhidro.
4
Iguales valores para el gas natural comprimido (GNC).
5
Poder calorífico de substancias celulósicas (paja, marlos, etc.): 4500 - 5100 x donde x es la humedad referida a peso
húmedo, al tanto por uno. Ejemplo: humedad 10 %; poder calorífico = 4500 - (5100 x 0,1) = 3990. Fino de primera,
base húmeda.
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9a. Velocidades usuales de tractores y vehículos en tareas de transporte


Concepto Velocidad [km/h]
Tractor de rodado neumático  30
Tractor oruga 10
Automotores 100
Transporte en acoplado, vagón, carrito, sobre
pavimento o caminos de tierra buenos 25
caminos de tierra regulares 20
potrero o campo natural horizontal 6- 15
rastrojo de cultivo liso 5-10
rastrojo de cultivo de escarda 4-7

Transporte en vacío de la máquina 15

9b. Coeficientes de resistencia al rodamiento y rendimiento mecánico de vehículos

Suelo CRR1 2 CRR/


Pavimento o camino de tierra bueno 0,03 0,85 0.035
Camino de tierra regular 0.05 3 0,80 3 0,063
Potrero o campo natural parejo 0,06 0,75 0,080
Rastrojo 0,103 0,60 0,167
Suelo arado en arbecho, con tierra asentada 0,25 0,50 0,500
b
Suelo recientemente arado o arena suelta 0,35 0,40 0,875
1
Valores propios de McKIBBEN, Eugene, y J. Brownlee DAVTDSON. Transport wfaeeis for agricultural machines.
Agr. Eng. 20 (12):469-473, 1939. Téngase presente que el CRR es directamente proporcional a la presión de inflado
en suelos sueltos e inversamente proporcional en suelos firmes; es inversamente proporcional al diámetro de la rueda
(los datos de esta tabla se refieren a medas 6,00 x 16 y medidas próximas) y es directamente proporcional al peso que
soportan las ruedas.
2
Valores citados por DE DIOS, Carlos A. Potencia y energía absorbidas por máquinas de labranza y siembra.
Estac. Exp. Agr. Pergamino, INTA, pág. 8. 1972. Estos valores se refieren a una tracción media.
3
Estimación propia.
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9c. Peso específico y peso por unidad de volumen


Pesos específicos kg/dm3 Pesos específicos kg/dm3
Combustibles (ver tabla) Escorias Thomas 3,40 S
Aceite de algodón 0,90 L Espermaceti 0,90 S
Aceite de coco 0,93 L Fibra de abacá 1,35 S
Aceite de colza 0,91 L Fibra de algodón 1,47 S
Aceite de lino 0,93 L Fibra de coco 1,64 S
Aceite de maíz 0,92 L Fibra de lino 1,49 S
Aceite de maní 0,92 L Fibra de ramio 1,51 S
Aceite de oliva 0,92 L Fibra de yute 1,44 S
Aceite de palma 0,90 L Fibra sisal 1,50 S
Aceite de pescado 0,92 L Formio 1,49 S
Aceite de ricino 0,96 L Fructosa 1,67 S
Aceite de sésamo 0,92 L Glucosa 1,54 S
Aceite de soja 0,93 L Goma arábiga 1,40 S
Aceite de tung 0.93 L Harina suelta 0,50 S
Acido acético (vinagre) 1,05 L Hielo (0°) 0,90 S
Amoníaco líquido (0°) 0,63 L Hielo carbónico (comercial) 1,53 S
Cerveza 1,03 L Huesos 1.85 S
Esencia de alcanfor 0,91 L Kapok 1,32 S
Esencia de anís 1,00 L Lana 1,35 S
Esencia de limón 0,84 L Lana de oveja 1,32 S
Leche 1,03 L Nitrato de Chile 2,15 S
Melaza 1.40 L Nitrato de potasio 2,10 S
Miel 1.41 L Oxido de calcio 3,30 S
Nitrógeno liquido 0,81 L Papas 1,10 S
Vino 0,99 L Pelo de caballo (cola) 1.40 S
Azúcar(15°) 1,59 S Pelo de caballo (crin) 1.25 S
Caseína S Remolacha azucarera 1,10 S
Caucho en bruto 0,92 S Resina 1,07 S
Cera (de abejas) 0,96 S Sacarosa (azúcar blanco) 1,61 S
Cloruro de sodio (sal común) 2,16 S Sebo 0,95 S
Corcho 0,25 S Seda 1,37 S
Cuero al tanino, engrasado 1,02 S Urea 1,32 S
Cuero al tanino, seco 0,86 S Yeso 2,30 S
L; líquido S: sólido

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