Location via proxy:   [ UP ]  
[Report a bug]   [Manage cookies]                

Aportes Culturales

Descargar como docx, pdf o txt
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 29

I.

LA EDUCACIÓN COLONIAL

La educación colonial que se desarrolló durante la colonia fue eminentemente clasista. Esto
quiere decir, que las clases sociales dominantes tenían acceso a todos los niveles de
educación, mientras que los grupos sociales dominados tenían solo una educación
elemental, o simplemente no tenían acceso a ella.

La educación se brindó a través de las congregaciones religiosas. Se suprimió el


Yachayhuasi del Tahuantinsuyo y se crearon las escuelas, colegios, seminarios y
universidades reales.

Asimismo, la educación que se desarrolló en la sociedad colonial tuvo como características


la de ser memorística y dogmática, muy similar a la desarrollada en Europa medieval. No
existía la libertad de pensamiento, solo se podían leer libros que eran aprobados por las
autoridades coloniales.

.
I.1. CARACTERÍSTICAS DE LA EDUCACIÓN COLONIAL:

Durante el periodo colonial la educación colonial y el acceso a esta tuvo las siguientes
características:

 Elitista: Debido a que el acceso a la educación fue un privilegio de clase, al


que solo tenían acceso los miembros de las clases dominantes (españoles,
Criollos ricos y Caciques). Las mayorías sociales estuvieron excluidas de
recibir educación.

 Dogmática y absolutista: debido a que era impuesto por el Estado y no


podía ser cuestionada.

 Memorística: dado que la metodología educativa se basaba en la repetición


textual de las lecciones y enseñanzas impartidas por el maestro.

 Patriarcalista: en el sentido que la mujer estuvo excluida de recibir


educación, excepto en algunas familias de poder económico, donde por
razones de estatus, la mujer recibió un tipo de instrucción educativa, aunque
elemental y simple.

 Religiosa: La religiosidad fue una característica fundamental de la sociedad


colonial y no estuvo ajeno al quehacer educativo. Predominan los contenidos
de filosofía escolástica medieval.

 Rígida: Los alumnos eran severamente disciplinados para el aprendizaje de


las lecciones impartidas en clase, llegando incluso hasta el castigo físico.

 Asistemática: dado que en la colonia no existió un sistema de normas y


regulase los aspectos concernientes a la educación básica y superior.

I.2. ETAPAS DE LA EDUCACIÓN COLONIAL:

La educación colonial tiene tres etapas bien definidas.

 Etapa de iniciación, entre 1533-1551, fue un proceso de las primeras


cristianizaciones y luchas contra las creencias religiosas indígenas
(idolatrías).

 Etapa de organización y afianzamiento, entre 1551 y 1771, época en que se


empieza a fundar universidades.

 Etapa de renovación, 1771-1820, caracterizada por profundos cambios del


pensamiento científico liberal, provenientes de Europa.
I.3. ESTRUCTURA DE LOS ESTUDIOS EN LA EDUCACIÓN EN LA
COLONIA

La división de los estudios durante el virreinato era: Primeras Letras, Estudios Menores y
Estudios mayores. Era una división flexible que cuando se trataba de pasar de un nivel al
otro, ponía énfasis en la habilidad del estudiante, tomando en cuenta que, entre la edad del
discípulo y los niveles de aprendizaje, no había mayor relación. Para los Estudios Menores
y Mayores, las clases se podían dictar tanto en la Universidad como en cualquier otra
institución educativa.

A. PRIMERAS LETRAS:

Eran ejercicios de lectura y escritura en castellano. Podían realizarse bajo la supervisión de


un tutor particular, pero también en algunas escuela municipal o conventual.

B. ESTUDIOS MENORES:

Estaban asociados al aprendizaje del latín y los conocimientos académicos se impartían en


dicha lengua. Incluían la enseñanza de gramática, retórica y dialéctica. Durante la primera,
los alumnos pasaban la mayor parte del día oyendo sus lecciones y ejercitándose en el latín.
En la tarde debían repasar lo aprendido y preparar pequeños textos. Los mejores leían los
sábados en actos públicos. Con el segundo curso, se pretendía perfeccionar el arte de la
oratoria. Finalmente, el tercero debía servir para mejorar las composiciones de los alumnos.

C. ESTUDIOS MAYORES:

Se estudiaba arte o filosofía aristotélica durante aproximadamente tres años. Concluidos


estos, el alumno recibía el grado de bachiller en artes.

II. LA ARQUITECTURA EN LA COLONIA

a arquitectura virreinal peruana, desarrollada en el Virreinato del Perú entre los


siglos XVI y XIX, se caracterizó por la importación y adaptación de los estilos
arquitectónicos europeos a la realidad peruana, produciendo como resultado una
arquitectura original.
El uso de sistemas constructivos como la quincha, las ornamentaciones de iconografía
andina y soluciones con formas inéditas confieren a la arquitectura virreinal peruana una
identidad propia.

II.1. ESTILO RENACENTISTA

En los primeros momentos de la colonia se desarrolló el llamado estilo renacentista, que


en Europa se había producido siguiendo la corriente del renacimiento italiano. Este estilo se
caracterizó por el empleo de adornos y filigranas que hacían desaparecer las líneas
arquitectónicas dándole al edificio la semejanza de un trabajo de cincelado de platería, de
ahí el nombre de plateresco y donde se confunde el arte gótico, el arábigo y el románico de
la .época colonial, desde el siglo XVI hasta mediados del siglo XVII. Son magníficas
muestras de éste estilo en Lima las portadas de la Catedral de Lima.

II.2. ESTILO BARROCO

El barroco se distinguió y caracterizó por su recargada ornamentación, de líneas


predominantemente curvas, que daban un aspecto de libre movimiento. Predominaron los
elementos decorativos en las columnas, pilastras (columnas embebidas), cornisas, además
de una modificación de las formas clásicas; las columnas griegas pierden su pureza al
retorcerles, como gruesas serpientes, sus fustes hasta formar la columna salomónica y los
adornos adquirieron gran exuberancia.
Un elemento característico de éste estilo es el almohadillado que aparece en los muros de
la Basílica y Convento de San Francisco de Lima. Este estilo predominó desde mediados
del siglo XVII hasta fines del siglo XVIII. Dio origen al churrigueresco y rococó. Son
representativas muestras del barroco en Lima, el Palacio de Torre Tagle, las iglesias de San
Francisco y San Marcelo. En Cuzco la Catedral del Cuzco (barroco mestizo), las iglesias de
Santo Domingo y San Sebastián. En Arequipa la Iglesia de la Compañía.

III. LA RELIGIÓN EN EL VIRREINATO EN EL PERÚ

Una de las causas del descubrimiento de América fue la difusión de la religión católica y
desde la creación del virreinato peruano la sociedad se caracterizó por profesar el
catolicismo y por poseer un profundo espíritu religioso.

La implementación de la religión católica, tuvo como característica principal la irrupción


del catolicismo sobre la religión y cosmovisión incaica ya sea por la vía de la persuasión o
por la imposición.

Fundada en Lima, se estableció un obispado en 1541 que, en 1548, fue elevado a la


categoría de arzobispado, durante el gobierno del pacificador Pedro de la Gasca. Este
arzobispado tenía bajo su jurisdicción a todos los demás obispados que, por entonces,
funcionaban en la América del Sur, y eran el obispado de Cuzco, Panamá, Papayán, Quito,
Charcas y Paraguay.

El primer arzobispo fue fray Jerónimo de Loayza hasta que, en 1581, fue nombrado como
arzobispo fray Toribio Alfonso de Mogrovejo, considerado el verdadero organizador del
sistema eclesiástico en el virreinato, para cuyo efecto reunió en Lima dos concilios
provinciales. De acuerdo a esto la iglesia peruana se organizó en arzobispados, obispados y
curatos. Se contaba también con los curas doctrineros en las reducciones.
1. La organización religiosa en el virreinato

 La Iglesia en el Perú comenzó a institucionalizarse en 1541.

 Se creó el Obispado de Lima (1541), que siete años más tarde fue elevado a
Arzobispado.

 Primer Arzobispo de Lima: Fray Jerónimo de Loayza.

 Segundo Arzobispo de Lima: Santo Toribio de Mogrovejo.

 En un principio todos los Obispados de América del Sur, y aún los de


Panamá y Nicaragua dependieron del Arzobispado de Lima,

 Conforme creció y se racionalizó la administración eclesiástica, los


Obispados siguieron el camino de sus audiencias y adquirieron su
autonomía.

 Cada Obispado, a su vez, estaba dividido en Parroquias.

 La administración eclesiástica fue jerárquicamente vertical.

2. Características de la religión en el virreinato

Principales características de la Religión durante la colonia:

2.1. Perú un pueblo poblado de dioses y de Incas:

Los conquistadores españoles encontraron en el Perú un pueblo, en cuya vida cotidiana lo


religioso jugaba un papel fundamental, el mundo del Tahuantinsuyo estaba poblado de
dioses y deidades mayores y menores. Era un mundo sacralizado, en que los cerros, las
fuentes y las apachetas, tenían un contenido sobrenatural.

2.2. Evangelización Católica:

Sobre este mundo así constituido, advino la ola de evangelización con la irrupción de la
religión católica. Los misioneros y doctrineros fueron agentes activísimos de aculturación
religiosa, ya sea por la vía de la persuasión o de la imposición.
2.3. Extirpación de Idolatrías:

Mecanismos ideológicos, que tenía como objetivo destruir la cosmovisión andina, el


sistema de creencias y los valores ancestrales andinos en busca de perpetuar el sistema
opresor instituido en el Perú en beneficio de la corona española.

 Objetivo principal: Destruir la cosmovisión andina.

 Buscaba: Convertir a los indígenas en practicantes de la fe católica.

 Elementos andinos: Religión, lengua, usos, costumbres.

 Extirpadores de idolatrías: Curas doctrineros o arqueólogos al revés.

 Principal extirpador: Bartolomé Lobo Guerrero.

2.4. Indígenas Evangelizados:

Los indios no opusieron mucha resistencia directa a la evangelización, aceptaron


exteriormente ser bautizados y cristianizados y se sometieron a las apariencias del culto
cristiano.

2.5. Santos durante la colonia:

Fueron personas que demostraron en su vida cotidiana el apego a las prácticas virtuosas y la
caridad por los más necesitados. Entre los principales Santos destacan: Santa Rosa de Lima,
San Martín de Porres, Santo Toribio de Mogrovejo, etc.

Principales Santos en el Perú:

2.5.1. Santa Rosa de Lima

Dominica nacida en Lima en 1586 en un modesto hogar de criollos pobres, dedicó su vida a
la caridad y al cuidado de los pobres y enfermos, sin discriminación de raza ni prejuicios
sociales. Murió en 1617. Fue canonizada en 1671 por el Papa Clemente X, quien la declaró
Patrona de América y las Filipinas.

2.5.2. San Martín de Porres

Dominico nacido en Lima en 1579. Mulato hijo de un español y una esclava negra. Dedicó
su vida al cuidado de enfermos, en los que realizó curaciones asombrosas. Son igualmente
remarcables los cuidados que tenía con los animales, haciéndose célebre su famosa reunión
del perro, pericote y gato. Murió en 1639, siendo canonizado recientemente en 1962.

2.5.3. Santo Toribio De Mogrovejo

Nacido en España, llegó al Perú después de asumir sus votos sacerdotales. Sobresale por su
preocupación por los indios, cuyo idioma hablaba con fluidez. Llegó a ser Arzobispo de
Lima. Murió en Saña en 1606, siendo canonizado en 1729.

2.6. Los santos se trasmutaron en ídolos:

Los indígenas no renunciaron a la antigua religión andina, por el contrario, debajo del
cristianismo los indios camuflaron los ritos autóctonos. Los españoles indirectamente,
fomentaron este proceso, al edificar cruces, iglesias y capillas en los emplazamientos de las
antiguas “Huacas”.

Los indígenas disimularon los ídolos debajo de los altares y de las imágenes sagradas del
culto católico. Esto culturalmente, significó un fenómeno de disyunción y explica por qué
los mismos objetos sagrados fueron interpretados de maneras distintas en las dos culturas,
de modo que mientras los misioneros pensaban que el indio rendía cultura al santo patrono,
en realidad veneraba en la imagen europea algún rastro del dios o deidad ancestral. Los
santos se trasmutaron en ídolos.

2.7. Órdenes religiosas

Las órdenes religiosas llegaron al Perú durante el proceso de invasión y colonización


española a América. Fueron organizaciones pertenecientes a la iglesia católica, tuvieron
como labor adoctrinar a los indígenas, además fundaron conventos y monasterios por todo
el territorio virreinal.

Las órdenes religiosas que se establecieron en el Perú durante el Virreinato fueron:

2.7.1. Dominicos:

 Llegaron al Perú en 1532.

 Administraron el Tribunal de la Santa Inquisición.


 Fundaron la Universidad Mayor de San Marcos (UNMSM).

 Fray Domingo de Santo Tomás fue autor de la “Primera Gramática o


Arte de la Lengua General de los Reinos del Perú”, con un vocabulario
quechua anexo.

A. Santa Inquisición

Denominado también Tribunal del Santo Oficio, fue establecido en el Perú en 1570 durante
el gobierno del Virrey Francisco de Toledo. Su objetivo fue velar por los intereses de la
Iglesia católica, combatiendo las herejías, la brujería y las religiones ajenas a la fe católica.
Los indios estaban fuera de su jurisdicción.

- Estaba integrado por un fiscal, un comisario, y tres


inquisidores.

- Durante sus investigaciones se aplicaba la tortura como


mecanismo de “purificación del alma” para obtener la
confesión del inculpado.

- Una vez la persona declarada culpable, el tribunal


sentenciaba el castigo que debía padecer el infeliz.

- La sentencia recibía el nombre de “Auto de Fe”, sentencia


que era ejecutada por el poder secular en la plaza de Armas
de Lima, en presencia de las más conspicuas autoridades
virreinales.

- Las penas iban desde azotes, hasta ser quemados vivos en la


Hoguera inquisitorial.

- Durante los 244 años de vigencia, 371 personas fueron


sentenciadas a diferentes penas, 32 de las cuales murieron
quemadas en la hoguera, aunque hay autores que elevan esta
cifra a 59.

- Fue un instrumento de coacción contra la libertad de


pensamiento, vale decir, un medio opresivo contra aquellos
que no pensaban como el Estado y la Iglesia, convirtiéndose
de este modo, en una de las instituciones más represivas e
intolerantes de la colonia. Horroriza el número de víctimas
que en Europa y el Perú pasaron por las manos de la
Inquisición.

- Esta nefasta institución fue abolida en España en virtud de la


aplicación de la Constitución Liberal de Cádiz en 1812; y en
el Perú durante el gobierno del Virrey José Fernando de
Abascal, en 1814.

2.7.2. Franciscanos:

 Arribaron en 1532.

 Fue la orden con mayor número de miembros en el Perú.

 Fundaron muchas misiones en la selva central (Convenio de


Ocopa).

2.7.3. Mercedarios:

 Llegaron en 1533.

 Fueron criticados por su excesiva acumulación de bienes


materiales.

2.7.4. Agustinos: Llegaron al Perú en 1551.

 Tomaron a su cargo el célebre santuario de Copacabana, a orillas


del Lago Titicaca, a partir del cual predicaron con gran eficacia la
doctrina católica a las poblaciones indígenas.

2.7.5. Jesuitas

 Arribaron al Perú en 1568.

 Lentamente desplazaron a los dominicos en poder e influencia.

 Desarrollaron una intensa labor educativa a través de los colegios


especiales para caciques.

 Se apoyaron en una poderosa maquinaria económica

 Se convirtieron en los propietarios de las mejores haciendas


costeñas.

 En 1603, el jesuita Ludovico Bertonio publicó una “Gramática” y


un “Vocabulario de la Lengua Aimara”.
 Establecieron misiones en la región de Maynas (Amazonas – San
Martín) y Juli (Puno).

 También son famosos sus misiones en el Paraguay.

 Fueron expulsados por Carlos III de Borbón en 1767, durante el


gobierno del Virrey Manuel Amat y Juniet.

2.8. Concilios Limenses

Fueron reuniones de obispos en los que se discutieron situaciones sobre problemas


doctrinarios y estrategias de evangelización, así como el modo de manejar la tensa relación
con el poder civil.

Hubo en total cinco Concilios Limenses, de los cuales, los más importantes fueron el
primer concilio (1556) y el segundo concilio (1561), ambos concilios fueron presididos por
Fray Gerónimo de Loayza González (primer obispo de Lima y primer arzobispo de Lima);
y, sobre todo, el tercer Concilio Limense convocado en 1562 por Toribio Alfonso de
Mogrovejo y Robledo (Sto. Toribio de Mogrovejo)

IV. LITERATURA COLONIAL:

La literatura colonial, fue una continuación de las escuelas y estilos literarios imperantes en
la península española. No obstante, el Virreinato del Perú produjo escritores que destacaron
por ciertas peculiaridades de estilo derivadas en sus experiencias vitales.

La literatura colonial cronológicamente comprende desde fines del siglo XVI hasta el siglo
XVIII. Se caracterizó por ser retórica y artificial, en lo formal y religiosa y laudatoria, en el
contenido. A pesar de los dos siglos que abarca, la producción en cantidad es escasa y la
calidad es pobre.

a. CARACTERÍSTICAS

Dependencia de España. 

Fuimos eco de la literatura de España porque se escribió con espíritu y sentimientos


españoles.

Alto valor histórico.

La literatura de ese entonces recogió testimonios del colonialismo que se implantó.


Retoricismo.

Hubo preocupación por la expresión y la forma. Se introdujeron elementos de la preceptiva


literaria española: el soneto, los versos endecasílabos, la rima, etc.

Estilo satírico. 

Se usó la sátira mordaz e hiriente para criticar a personajes virreinales.

Imitación.

Las corrientes o movimientos literarios de Europa tuvieron adeptos e imitadores en Perú.

b. FASES O PERIODOS

Durante este tiempo, los literatos coloniales imitaron a las corrientes literarias presentes en
Europa. Se presenta tres periodos:

El Clasicismo: Tenía inspiración en los griegos y romanos. Buscaban el ideal de belleza y


perfección que buscaban los hombres de esa época (mediados del siglo XVI hasta
principios del siglo XVII). Principales representantes: Amarilis, Clarinda, Diego de Hojeda,
Diego Mexía de Fernangil.

El Barroco: Fue una producción con un estilo de recargar las producciones con muchos
recursos literarios. Se le dio mucha importancia a la lírica. Los poemas escritos en esa
época poseen muchos recursos estilísticos (siglo XVII hasta mediados del siglo XVIII).
Principales representantes: Juan de Espinoza Medrano y Juan del Valle y Caviedes.

El Neoclasicismo: Tuvo una connotación de buscar el equilibrio de la armonía clásica.


Rechazó el recargado lenguaje del barroco. Puso de manifiesto la actitud pedagógica. Este
movimiento se desarrolló juntamente con las ideas independistas y de libertad de
Hispanoamérica. Suplantó progresivamente al Barroco, dejando espacio al Romanticismo
(mediados del siglo XVIII hasta inicios del siglo XIX). Principales representantes: Pedro
Peralta y Barnuevo, Pablo de Olavide, Alonso Carrió de la Vandera, José Joaquín de
Olmedo (este último ya en pleno periodo de la Emancipación).

c. REPRESENTANTES

Clasicismo:

 Amarilis

Amarilis, fue una poeta peruana, cuyo verdadero nombre se desconoce y que compuso la
Epístola a Belardo dirigida a Lope de Vega y publicada por éste en su Filomena, en 1621.
En dicha Epístola la autora declara a Lope de Vega su amor platónico, así como da
información autobiográfica, en la cual afirma pertenecer a una familia de conquistadores
españoles que participaron en la fundación de la ciudad de Huánuco (en la sierra central del
Perú) y que residía en Lima, tras haberse consagrado a Dios vistiendo el hábito monjil. Es
un poema fluido, armonioso, delicado, tal vez es el más vivo ejemplo de la lírica peruana de
principios del siglo XVII.

 Clarinda

Clarinda es el seudónimo de la autora del Discurso en loor de poesía, poema en tercetos,


que apareció como prólogo del Parnaso Antártico (1608) de Diego Mexía de Fernangil.
Este autor la presentó como una “dama principal de este reino” del Perú, y que,
aparentemente, por su condición de monja recluida en un convento, no quiso que su nombre
se divulgara. Se ha sostenido que posiblemente fuera Sor Leonor de la Trinidad, nacida en
Chuquisaca y que llegó a ser monja abadesa del Convento de las Descalzas de la
Concepción de Lima.

 Diego de Hojeda

Diego de Hojeda, natural de Sevilla, vino al Perú a los 15 años de edad para labrar fortuna.
El terremoto de 1586 hizo variar sus planes. Ingresó al Convento de los dominicos y actuó
al lado del arzobispo Toribio de Mogrovejo contra la relajación de costumbres. Se ordenó
de sacerdote en 1600. Ocupó los altos cargos de Prior del Convento de Santo Domingo del
Cuzco y del Convento del Rosario de Lima. En 1612 fue relevado de sus cargos en la orden
a causa de desavenencias con sus superiores; primero fue confinado como simple monje en
el convento de Cuzco, y luego en el de Huánuco de los Caballeros, donde falleció poco
después. En 1617 fue reconocida su inocencia, siendo rehabilitado públicamente. Su obra
principal es La Cristiada, extenso poema épico escrito en doce cantos, cuyo tema es la
pasión y muerte de Jesucristo. Está compuesta “en verso heroico” y “en estilo grave, en
erudición profunda y en devoción suave”. Su primera edición es de 1611, impresa en
Sevilla. Desde el primer momento recibió elogios, entre ellos, los de Lope de Vega. Es uno
de los mayores ejemplares de la poesía épica de habla castellana.

 Diego Mexía de Fernangil

Diego Mexía de Fernangil, poeta nacido en España pero que desarrolló su obra literaria en
el Virreinato peruano. Es autor de la primera parte del Parnaso Antártico (1608); allí es
donde se inserta el anónimo Discurso en loor de la poesía (firmado con el seudónimo de
Clarinda). La segunda parte no llegó a publicarse y permaneció inédita hasta el siglo XX.
Es también reconocido como excelente traductor de las Heroidas del poeta latino Ovidio,
obra compuesta por 21 cartas de amor ficticias, dirigidas por heroínas mitológicas a sus
amantes.

Barroquismo
 Juan de Espinoza Medrano, el Lunarejo

Juan de Espinoza Medrano, escritor de raza nativa, natural del pueblo de Calcauso (en la
actual provincia de Aymaraes, del departamento de Apurímac). Apodado "El Lunarejo".
Desde temprana edad evidenció su talento en el campo de las letras. Merced a una beca
creada por el obispo Antonio de la Raya, estudió en el Seminario de San Antonio de Abad
en el Cuzco, y prontamente fue doctor en Teología y catedrático de dicha asignatura en el
mismo Seminario. Destacó en la oratoria sagrada, desde su púlpito en la parroquia de San
Cristóbal. La multitud se agolpaba para escucharle. Mereció el apodo de “Doctor Sublime”.
En 1682 fue hecho canónigo a pesar de la enconada oposición de sus adversarios.
Finalmente, luego de haber sido Tesorero y Chantre de la Catedral del Cuzco, falleció en
medio del sentimiento general de su pueblo. En lo que a literatura se refiere, se convirtió en
el más alto exponente del culteranismo o gongorismo en el Perú y América.

Escribió una Apologética en favor de don Luis de Góngora y Argote (1662), apasionada
defensa del gran poeta cordobés contra los ataques del crítico portugués Manuel de Faría y
Sousa, pero también un extraordinario ejercicio de análisis de los versos gongorinos. La
calidad de la prosa de esta obra es tal, que Marcelino Menéndez Pelayo, que nunca entendió
las excelencias del gongorismo, no tuvo sin embargo reparos en calificarla de «perla caída
en el muladar del culteranismo». De manera póstuma, los discípulos de El Lunarejo
editaron una selección de 30 sermones del maestro, bajo el título de La novena maravilla.
También es autor de las obras teatrales: El rapto de Proserpina, El amar su propia muerte,
El hijo pródigo.

 Juan del Valle y Caviedes

Juan del Valle y Caviedes (1652 o 1654-después de 1696), conocido como «El poeta de la
Ribera» fue un poeta satírico y elegíaco nacido en España, pero que vivió casi toda su vida
en el Perú. Quiso hacer fortuna en la actividad minera, pero su vida desordenada lo llevó
pronto a la ruina. Pobre, enfermo y viudo, alquiló uno de los Cajones de la Ribera,
tenduchos bajo el Palacio Virreinal, donde a la par de manejar un negocio modesto, se
dedicó a componer sátiras y poesías festivas. El público le rodeaba para oír sus festivos
ataques a los médicos y a otros tipos populares de la ciudad, y lo apodaron el Poeta de la
Ribera. Su fama llegó hasta México, donde la célebre Sor Juana Inés de la Cruz le escribió
una carta, que Caviedes respondió atentamente. Compuso también sonetos delicados,
poesías de lamento y arrepentimiento cristiano, romances religiosos, amorosos y
costumbristas.

Tuvo el deseo de publicar una selección de sus poesías bajo el título de Diente del Parnaso,
pero no lo concretó. Sus manuscritos fueron adquiridos por el doctor José Manuel Valdés y,
al morir éste, pasaron al coronel Manuel de Odriozola, quien los publicó en su Colección de
documentos literarios del Perú (tomo quinto, 1873). Una edición más depurada realizó
Ricardo Palma en su Flor de academias y diente del parnaso (1899). Posteriormente se fue
engrosando el corpus poético de Caviedes, merced a las investigaciones de Luis Alberto
Sánchez, el padre Rubén Vargas Ugarte y Augusto Tamayo Vargas, entre otros. Caviedes
destaca por el manejo del verso clásico con el que construye su poesía festiva y satírica, a
través de la cual hace una dura crítica del medio social dentro de una exposición realista y
descarnada. También cultivó la poesía mística, de arrepentimiento y de desdén a la muerte.

Neoclasicismo:

 Pedro Peralta y Barnuevo

Sin duda, el literato más destacado de la primera mitad del siglo XVIII fue el limeño Pedro
Peralta y Barnuevo, hijo de padre español y de madre peruana. Fue uno de los más
completos polígrafos de su tiempo y la fama de su sapiencia cruzó las fronteras del imperio
español. Se graduó de abogado, profesión que alternó con las labores de ingeniería,
matemáticas y astronomía. Fue Cosmógrafo Mayor del Reino e Ingeniero Mayor. Trazó un
plan de defensas del Callao. Dictó la cátedra de Prima de Matemáticas en la Universidad de
San Marcos, de la que también fue rector. Sabía además 8 idiomas, en todas las cuales
escribía con perfección y elegancia. Por su portentosa erudición recibió el apelativo de
Doctor Océano. Tuvo un entredicho con la Inquisición a raíz de la publicación de uno de
sus libros de carácter místico.

Dejó una obra literaria muy vasta. Tamayo Vargas la divide en cinco grupos:

 Poesías cortesanas, elogios en recepciones, exequias y solemnidades.


 Obras dramáticas, a imitación de los autores neoclásicos franceses.
 La Historia de la España Vindicada, obra histórica que solo alcanzó hasta el periodo
visigótico.
 Lima Fundada, poema épico;
 Las Diez Oraciones, que componen la llamada Pasión y Triunfo de Cristo, de
carácter místico.

Destacó en su tiempo Lima Fundada, poema épico de gran aliento, en diez cantos, 1183
octavas reales y un total de 9.464 versos endecasílabos. Su primera edición es de 1732. La
segunda fue hecha por Manuel de Odriozola en su Colección de documentos literarios del
Perú (1863). Narra la llegada de los conquistadores, el sometimiento de los indios, la
división de los españoles en pizarristas y almagristas, y el desfile de una diversidad de
personajes coloniales: santos, héroes, prelados, poetas y aventureros.

Sin embargo, son sus obras teatrales las que han despertado más el interés de la crítica
moderna. En especial, destaca una adaptación más que traducción de la comedia La
Rodoguna de Corneille.
 Pablo de Olavide

Escritor, traductor, jurista y político, natural de Lima. Es la figura más conspicua del
afrancesamiento literario y costumbrista. Estudió en la Universidad de San Marcos donde
se graduó en Teología y Derecho (1742). Fue asesor del Tribunal del Consulado, asesor del
Cabildo y accesitario de la Real Audiencia de Lima. En el ejercicio de sus funciones,
auxilió a los damnificados del horrendo terremoto de Lima de 1746, pero acusado de
apropiación de diversos bienes, viajó a España para defenderse. Llegó a sufrir prisión en
1754, pero fue liberado al año siguiente. Contrajo matrimonio con Isabel de los Ríos, una
acaudalada viuda que le ayudó a rehacer su fortuna. Viajó por Italia y Francia, periplo que
le sirvió para relacionarse con los prohombres de la Ilustración, entre ellos Voltaire y
Diderot, cimentando así su formación intelectual. Se estableció en Madrid (1765), donde
equipó una magnífica biblioteca; su casa se convirtió pronto en un centro de actividad
intelectual. Profesaba entonces las ideas liberales e incluso fue francmasón. Se volcó a
hacer obras sociales, pero atrajo sobre sí la envidia y fue acusado de herejía ante el Tribunal
de la Inquisición (1778). Sometido a proceso, recibió una fuerte condena, siendo recluido
en el convento capuchino de Caldas. Las protestas de los intelectuales europeos y las
súplicas de su familia hicieron que se le permitiera ir a tomar baños termales en Gijón, lo
que aprovechó para huir a Francia, pasando después a Suiza. Finalmente, se retractó
públicamente de sus ideas, lo que le valió el perdón, pudiendo entonces retornar a Madrid.
Fue precisamente en sus últimos años de reconciliación con el clericalismo cuando publicó
El Evangelio en triunfo, “historia de una filósofo desengañado” (1797); Poemas cristianos;
y Salterio español (1799), paráfrasis de los salmos de David. Ya en el siglo XX fueron
exhumadas las obras de su periodo afrancesado, de género dramático y narrativo, siendo
este último el que ha concitado el interés de la crítica moderna, pues se tratan de novelas
cortas, que harían a Olavide precursor de dicho género literario.

Cronistas de la colonización

Portada de la primera edición de la Crónica del Perú de Pedro Cieza de León (1553).

Pre toledanos (1550-1568)

 Pedro Cieza de León

Soldado-cronista, natural de Llerena, autor de una Crónica del Perú, dividida en


cuatro partes: Parte primera de la Crónica del Perú, El Señorío de los
Incas, Descubrimiento y Conquista del Perú y las Guerras Civiles del Perú, esta
última en tres volúmenes), que constituye el primer gran proyecto de una historia
andina global, y que a la vez contiene datos geográficos y etnográficos de gran
interés. Debido a ello, algunos consideran a Cieza como el primer historiador del
Perú. El erudito Marcos Jiménez de la Espada lo ha llamado "el príncipe de los
cronistas españoles".
 Juan de Betanzos

Sevillano, autor de la Suma y narración de los Incas, una de las primeras


narraciones de la historia del Imperio Inca. Fue, además, el primer español en
escribir en quechua, elaborando incluso un vocabulario básico español-quechua.

 Agustín de Zárate

Natural de Valladolid, que llegó al Perú como funcionario contable. Autor de una
valiosa Historia del Descubrimiento y Conquista del Perú, publicada en Amberes
en 1555.

 Francisco López de Gómara

Clérigo que nunca estuvo en América, pero que a base de informaciones escritas y
orales, redactó y publicó la Primera y Segunda parte de la Historia General de las
Indias (Zaragoza, 1552), referida especialmente México, pero que incluye datos
referentes al Perú. Por su belleza literaria su obra gozó de mucha fama.

 Bartolomé de las Casas 

Religioso dominico, conocido como el Apóstol de las Indias por su abnegada


defensa hacia los nativos americanos. Su Historia de las Indias y otras obras suyas
contienen párrafos referentes a la conquista del Perú.

 Cristóbal de Molina “el chileno”

Clérigo al que durante mucho tiempo se le atribuyó una Relación de cosas


acaecidas en el Perú, pero actualmente se cree que el autor de esta obra fue en
realidad el clérigo Bartolomé Segovia.2

 Diego Fernández de Palencia “el Palentino”

Autor de la Primera y segunda parte de la historia del Perú (1571)

 Fray Gaspar de Carvajal 

Religioso dominico, autor del Descubrimiento del río de las Amazonas, que José
Toribio Medina editó en 1894.

Toledanos (1568-1581)

 Juan Polo de Ondegardo

Jurista y funcionario, autor de Informaciones y Relaciones, que contienen valiosos


estudios sobre las creencias y costumbres de los indios.
 Pedro Sarmiento de Gamboa 

Marino, explorador, historiador y científico, natural de Alcalá de Henares. En 1572


terminó de escribir su Historia Índica, de la cual solo se conoce la segunda parte
referente al imperio inca.

Pos toledanos (1581-1650)

 Miguel Cabello Valboa 

Clérigo agustino, autor de Miscelánea Antártica, escrita entre 1576 y 1586, obra
dividida en tres partes: la creación del mundo, el origen de los indios y la historia de
los incas. Fue editada en el siglo XX.

 El padre Martín de Murúa 

Religioso mercedario. Autor de una Historia General del Perú. Origen y


descendencia de los incas, donde se trata, así de las guerras civiles incas, como de
la entrada de los españoles, que cuenta con ilustraciones.

 Fernando de Montesinos 

Religioso natural de Osuna. Sus obras más importantes son: Ophyr de España.


Memorias antiguas, historiales y políticas del Perú y los Anales del Perú, 1498-
1642, que fueron publicadas en el siglo XX.

 El padre José de Acosta 

Jesuita y naturalista, nacido en Medina del Campo. Autor de una célebre Historia


natural y moral de las Indias, obra publicada en Sevilla, en 1590, y pronto traducida
al inglés en 1604. En dicha obra observó las costumbres, ritos y creencias de los
indios de México y Perú.

 Fray Reginaldo de Lizárraga 

Religioso dominico, autor de una Descripción breve de toda la tierra del Perú,


Tucumán, Río de la Plata y Chile (Lima, 1908).

 El padre Bernabé Cobo 

Religioso jesuita y naturalista, autor de la Historia del Nuevo Mundo, en 4


volúmenes (editada entre 1890 y 1893), y la Historia de la fundación de
Lima (1882).

Cronistas indígenas
Tres nombres se mencionan especialmente entre los cronistas indígenas, nativos o indios:

 Titu Cusi Yupanqui

Uno de los incas de Vilcabamba que en 1570 escribió una Relación de cómo los


españoles entraron en Perú y el subceso que tuvo Mango Inca en el tiempo que
entre ellos vivió.

 Felipe Guaman Poma de Ayala

Autor de una original obra ilustrada: El primer nueva crónica y buen gobierno (sic),
escrito entre 1585 y 1615, y publicada recién en 1936. En ella presenta el proceso
de destrucción del mundo andino (que atribuye a la soberbia de los incas o a la falla
en la comunicación con los españoles), tratando de presentar una alternativa a la
realidad caótica de su tiempo.

 Juan de Santa Cruz Pachacuti Yamqui Salcamaygua

Perteneciente al linaje de lo collaguas, es autor de una Relación de antigüedades de


este reino del Piru, escrita hacia 1620 o 1630, y publicada en 1879. Usa para
expresarse un rudimentario español, fuertemente quechuizado.

Cronistas mestizos

 Blas Valera 

Religioso jesuita, natural de Chachapoyas, cuya Historia de los incas la usaron


muchos cronistas españoles e incluso el mismo Inca Garcilaso y que aparentemente
se perdió en un incendio en Cádiz, durante una guerra entre españoles e ingleses.

 Cristóbal de Molina “el cuzqueño”

Clérigo y cronista, que durante mucho tiempo se creyó que era mestizo, pero en
realidad fue un español natural de Andalucía. Sin embargo, se compenetró tanto con
la cultura andina que se le puede considerar como un mestizo cultural. Su obra
principal es una Relación de las fábulas y ritos de los Incas.

 Inca Garcilaso de la Vega 

El más importante de todos los cronistas, considerado como el «primer mestizo


biológico y espiritual de América», o en otras palabras, el primer mestizo racial y
cultural de América, pues supo asumir y conciliar sus dos herencias culturales: la
indígena americana (inca o quechua) y la europea (española), alcanzando al mismo
tiempo gran renombre intelectual.3 Se le conoce también como el «príncipe de los
escritores del Nuevo Mundo», pues su obra literaria se destaca por un gran dominio
y manejo del idioma castellano. En su obra cumbre, los Comentarios reales de los
incas, publicada en Lisboa, en 1609, Garcilaso expuso la historia, cultura y
costumbres de los Incas y otros pueblos del antiguo Perú. Para muchos críticos se
trata del cantar de gesta de la nacionalidad peruana, que se forja precisamente con la
fusión de dos herencias, la nativa y la española. Garcilaso es autor también de La
Florida del Inca (Lisboa, 1605), que es un relato de la conquista española
de Florida; y de la Segunda parte de los Comentarios reales, más conocida
como Historia General del Perú (Córdoba, 1617), publicada póstumamente, donde
el autor trata sobre la conquista y el inicio de la colonia en el Perú. Con justicia se
considera al Inca Garcilaso como el primer literato del Perú.

Cronistas criollos

Entre los cronistas criollos o americanos (nacidos en América de padres españoles) que
escribieron sobre el Perú se debe destacar a los siguientes:

 Pedro Gutiérrez de Santa Clara

Natural de México, autor de una Historia de las guerras más que civiles que hubo
en el Reino del Perú.

 Antonio de la Calancha 

Padre agustino natural de La Plata y autor de la Crónica moralizada del orden de
San Agustín en el Perú, que contiene valiosas información del pasado prehispánico.

V. ESCULTURA

Desde los primeros años de la conquista se trajeron al Perú muchas esculturas


sevillanas de carácter religioso destinadas, entre otras cosas, a apoyar la
evangelización de la población andina. Las esculturas de maestros sevillanos como
Juan Martínez Montañés se convirtieron en un modelo a seguir por los artistas del
Perú colonial.

El tallado en madera
La mayor parte de las esculturas durante el Virreinato eran de plata o madera. La
piedra solo se utilizó para las fachadas de los edificios de la administración
virreinal, las universidades, las iglesias y casas de gente importante.
El tipo de escultura que destacó en aquella época fue el de la madera tallada, lo que
queda demostrado en los techos de las iglesias menores y conventos coloniales, así
como en los siguientes tipos de trabajos:
· Sillas para coros. Las sillerías contaban con respaldares totalmente tallados
con imágenes de santos o narraciones de historias sagradas. Las muestras más
importantes que se conservan en Lima están en los conventos de San Francisco y
Santo Domingo, y en la catedral de Lima.
· Retablos. Eran grandes construcciones de madera, recubiertas en algunos
casos con pan de oro. Se encontraban detrás del altar o en las capillas laterales de
iglesias y conventos. En los retablos, al igual que en las sillas para los coros, se
representaban historias bíblicas o la vida de los santos. Uno de los más importantes
se encuentra en la catedral de Lima. Es el de San Juan Bautista, realizado por Juan
Martínez Montañés y traído desde España.
· Púlpitos. Consistían en una especie de plataforma elevada en la parte lateral
de la iglesia, desde donde el sacerdote pronunciaba sus homilías. Todos los púlpitos
coloniales estaban bellamente tallados. Uno de los más hermosos es el de la
parroquia de San Blas, en Cusco.
Los escultores
Entre los escultores más importantes tenemos en la sierra sur a Francisco Titu
Yupanqui y a Juan Tomás Tuyri Túpac. En la Lima del siglo XVIII destacó el
escultor mestizo Baltasar Gavilán, autor de esculturas funerarias y de La Muerte

"Virgen de los remedios. El niño Jesús aparece


desnudo, y el conjunto denota cierta rigidez. Esta
es una de las primeras obras importadas por los
jesuitas, siglo XVI. / Capilla de San Francisco
Javier. Iglesia de San Pedro, Lima.

Cristo de la buena muerte. Imagen de Cristo


crucificado sostenido a la cruz por tres clavos. Obra de Juan de Mesa,
discípulo de Montañés, de 1625. Por el tratamiento anatómico, la corona de
espinas y el sudario movido esta obra de 2,10 metros muestra las
características propias del realismo. / Capilla de Nuestra Señora de la O.
Iglesia de San Pedro de Lima.

"Retablo lateral de la iglesia de Lari, en Arequipa. Obra


de estilo neoclásico de fines del siglo XVIII hecha de
piedra y estuco policromado.
Bella muestra del arte rural
arequipeño de fines del setecientos.
Obra anónima.
Pequeño retablo colonial de personaje con escudo. / Colección Jaime Liébana.

Pequeño retablo colonial. Se representa al apóstol


Santiago. / Colección particular.

"Santiago Matamoros. Vital escultura que representa a Santiago, santo que en


el mundo andino fue asociado con Illapa (el Rayo). Obra anónima.

"San Antonio Abad. Santo paseado en


la fiesta del Corpus Christi del Cuzco. Imagen
venerada en la parroquia de San Cristóbal del
Cuzco, cuyos devotos son en su gran mayoría
comerciantes de carne de cerdo. Ellos son los
encargados de su fiesta del 17 de enero y del
Corpus Christi. Talla en madera policromada
de 1,65 m. Autor anónimo, s. XVII.

"Santa Rosa orando en la ermita. Talla en piedra


de Huamanga del siglo XVIII. Forma parte de un altar
dedicado a la santa, obra anónima de 27 x 21 cm.
Restaurada por el Banco de Crédito del Perú /
Convento
Detalle de altar de la catedral de Ayacucho. Destaca el uso de ángeles como
columnas al mismo estilo de los atlantes del mundo clásico. De Santa Rosa de
Ocopa, Junín.

"Virgen de Copacabana. Conmovedora escultura de la


Virgen Candelaria de Copacabana. Obra de filiación
sevillana, que muestra a la Virgen en actitud altiva y al
mismo tiempo dulce. Talla en madera policromada de 1,60
m. Obra anónima del siglo XVI. / Monasterio de
Copacabana de Lima.

“Impresionante escultura que


muestra con realismo sorprendente la aflicción de
Cristo cuando fue presentado por Pilatos. Este busto de
expresión dulce y boca entreabierta que deja ver los
dientes y ojos de cristal, es una imagen propia del
realismo español. Obra de Pedro de Mena de sólo 0,35
m. S. XVII. / Retablo dedicado a San Luis Gonzaga.
Iglesia de San Pedro de Lima.

"Virgen dolorosa. Dulce y cálida escultura que


representa a la Virgen María llena de dolor por el
padecimiento de su hijo. Esta obra, atribuida al
escultor limeño Baltazar Gavilán, se distingue por
los finos rasgos de la bella Macarena y el dolor
intenso y a la vez trascendente que es
expresado con lágrimas de cristal. Talla en madera
policromada, de 1,60 m. S. XVIII. / Iglesia de San
Francisco de Lima.

“Obra anónima de madera tallada y policromada. Esta


talla, de vívido realismo, es una de las obras
superiores de la escultórica virreinal. Su composición
expresa vinculación con la
escuela andaluza del seiscientos. S. XVII, 0,88 m. / Banco Central de Reserva de
Arequipa.

"Santa Rosa de Lima. Hermosa escultura de conmovedora ternura. Destaca su rostro


intensamente expresivo y el esgrafiado en sus vestiduras. Obra anónima del siglo
XVIII de madera tallada y tela encolada. 1 m. / Iglesia de Lari, valle del Colca,
Arequipa.

"Púlpito de la Catedral del Cuzco. De estilo barroco,


este es uno de los más bellos púlpitos del Perú.
Destaca por el uso de la columna salomónica
distribuida de a dos entre los paneles con relieves de
santos. Obra anónima del siglo XVII de 7,20 m.

Sillería de coro de la iglesia de San Francisco de Lima. Obra anónima


posterior a 1674. Esta sillería cuenta con ciento veintinueve asientos en cuya
parte central se representa el abrazo de Santo Domingo y San Francisco que se
aprecia en la foto y que tiene suceso entre columnas salomónicas que muy
posiblemente sean las más antiguas de Lima.

Artesonado del claustro alto del


convento de San Francisco del
Cuzco. Espectacular techo de corte
octogonal en cuyo centro se representa
a San Francisco estigmatizado. Obra
anónima de mediados del siglo XVII
que guarda relación con las sillerías de
San Francisco y de la catedral del
Cuzco.

"Sillería de coro de la iglesia de San Francisco


del Cuzco. La más antigua sillería del Cuzco
data de 1631 y es obra de Sebastián Martínez.
Se muestra un detalle de la sillería, donde se aprecia una bella talla de San Francisco
de Asís en la parte central.

"Detalle del púlpito de la iglesia de


San Blas en el Cuzco. Espectacular
obra del arte mestizo, atribuida a
Tomás Tairu Túpac. Se aprecia en la
parte central a la Virgen con el niño.
Obra de la segunda mitad del s. XVII.
Madera tallada, 6,60 m.

"Detalle de la sillería de la catedral de Lima. Obra de la


primera mitad del siglo XVII en la que intervinieron Pedro
de Noguera, Luis Ortiz y Martín de Mesa. Se muestra a uno
de los santos que adornan esta sillería; porta un cuchillo y
está pisando a una gárgola. Obra de estilo barroco
temprano.

Predicación del Bautista.


Relieve del maestro andaluz Juan Martínez Montañés
que forma parte del Retablo de San Juan Bautista de la
catedral de Lima. Esta escena grafica la prédica del
Bautista a un grupo de hombres, entre ellos soldados y
mujeres sedentes. Relieve de la primera mitad del s.
XVII de 0,73 x 0,70 m.

Oración en el huerto. Relieve en madera atribuido a


Martín de Oviedo. Refleja la transición del manierismo al
realismo. Originalmente se encontraba en el retablo de la
cofradía de la piedad. Obra de 1601. / Retablo del Cristo
del Auxilio. Iglesia de La Merced de Lima.

"Púlpito de la iglesia de San Agustín, Trujillo.


Considerado una de las más grandes obras del arte
colonial, conjuga una cátedra típicamente barroca y
un tornavoz con características rococó. Madera tallada y dorada de 5 metros de
altura. Siglo XVIII.

"Sillería de coro de la catedral del Cuzco. Obra


plenamente barroca atribuida a Giménez de Villareal.
Cuenta con cuarenta y tres paneles tallados donde se
representa a diversos santos que tienen el cabello
revuelto y los pliegues de su vestimenta angulosos.
Destaca la talla de la Virgen en la silla central, cuya
policromía resalta en este conjunto de tonalidad
uniforme. Obra de finales del XVII.

Obra atribuida a Fernando Collado, posiblemente


de 1725. De estilo estrictamente barroco, este
retablo es característico del XVIII. Guarda
semejanza con el retablo mayor de la iglesia Jesús
María y José de Lima. Madera tallada y dorada, 12
x 9,60 m.

"Nazareno con cruz a cuestas. Relieve policromado que


desborda un expresionismo extremo al hacerse uso de
elementos extraños a la talla como los ojos de vidrio y los
dientes. Obra anónima de finales del s. XVII e inicios del s.
XVIII. 0,55 x 0,40 m.

"Retablo mayor de la iglesia de Mansiche en Trujillo.


Precioso retablo de fines del XVII, obra de Pablo
Bautista de Carvajal. De estilo barroco, destacan las
columnas salomónicas de ocho vueltas y la particular
forma de la hornacina central. Madera tallada y
dorada, 10 x 7,80 m.
"Retablo Mayor de la iglesia de San Lorenzo, Trujillo. Este retablo de autoría
anónima muestra características de estilo rococó como las columnas que son
reemplazadas por estructuras de aspecto abalaustrado. Obra de 1774 de 12 x 6 m.

"San Ignacio de Loyola. Serena y dulce escultura


con influencia de la escuela de Martínez
Montañés, que representa al fundador de la
Compañía de Jesús. Talla en madera policromada
del siglo XVII. Obra anónima. / Iglesia de San
Pedro de Lima.

"San Sebastián. Talla en madera de 1,56 m.


Por la expresión y el estilo, se trata de una
escultura típicamente manierista. Tiene ojos
de vidrio y constituye uno de los más espléndidos desnudos escultóricos del
arte colonial. Obra del maestro Diego Rodríguez del último tercio del siglo
XVI. / Iglesia de la Compañía de Arequipa.

"Salomé con la cabeza del Bautista. Relieve en


madera policromada que representa el momento en que
Salomé recibe de una esclava la cabeza de San Juan
Bautista. Obra de Juan Martínez Montañés, 0,73 x 0,70
m. Primera mitad del s. XVII. / Retablo de San Juan
Bautista. Catedral de Lima.

"Niño Jesús. Este tipo de imágenes fueron muy


difundidas durante el virreinato y buscaban plasmar
tanto la dulzura como el supremo poder de Cristo
cuando niño. Obra en maguey, pasta y tela encolada de
1,02 m. Presenta un acabado semejante a las tallas de
madera. Anónimo, siglo XVII. / Iglesia de Callalli, valle
del Colca, Arequipa.

"San Agustín. Obra atribuida al escultor Melchor


Guaman Maita de gran realismo y dramatismo. Obra
escultórica en maguey y madera tallada de 1,76 m. S.
XVII. / Iglesia de La Merced
del Cuzco.
"La Rectora, de Juan Bautista Vázquez Obra del siglo XVI, de estilo manierista.
1,40 m. Muestra a la Virgen sentada cargando al niño Jesús, de pie y desnudo en
pose manierista. / Instituto Riva-Agüero. Pontificia Universidad Católica del Perú

"Virgen María. Imagen de "candelero" de autor


anónimo. En este tipo de esculturas la talla se limitaba a
la cabeza y las manos, y el resto del cuerpo era cubierto
con tela encolada. La brillante policromía que expresa
esta obra es típica del siglo XVIII. Convento del
Carmen, Trujillo.

"Virgen de la evangelización. Talla esculpida por el


flamenco Roque de Balduque en el siglo XVI. Estilo
renacentista tardío. 1, 70 m. / Catedral de Lima.

"Cristo de la contrición.
Obra de la escuela de
Martín de Oviedo, que presenta a Cristo en la cruz
sostenido por cuatro clavos. El fuerte modelado y el
desnudo de destacada musculatura hacen de esta una
obra representativa de la transición del manierismo al
realismo. Talla del s. XVII de 1,70 m. Iglesia de San
Pedro de Lima.

"Tránsito de Santa Rosa. Hermosa escultura en mármol de Carrara,


que representa a Santa Rosa yacente, con su hábito trabajado en
ritmos que parecen pétalos de rosas. Obra del barroco italiano
realizada por el escultor maltés Melchor Caffa, 1669. 0,82 x 1,47 m.
Iglesia de Santo Domingo de Lima.

"Sillería de coro del


convento de La Merced.
Obra iniciada en 1628 cuyo autor se
reconoce como del círculo de Pedro de
Noguera. Se distingue por su policromía, el
uso de pilastras en lugar de columnillas y
por sus esculturas que muestran una transición hacia el realismo típicamente
barroco.

"La muerte. Impresionante imagen de madera de aspecto


macabro, esculpida para un paso de la semana santa. La talla
se encuentra dentro de los cánones realistas y persuasivos del
barroco. Exhibe un esqueleto completo que representa a la
muerte en actitud de tensar el arco para disparar la flecha que
indica el fin de la vida. Obra del siglo XVIII de 1,95 m. Su
autor es Baltazar Gavilán. Convento de San Agustín de
Lima.
Cristo de marfil del siglo XVII que se conserva en la iglesia
de las Nazarenas de Lima. Esculturas de este tipo
tenían que adecuarse al tamaño y la forma del
colmillo del elefante. Por ello los brazos eran tallas
adicionales que luego eran añadidas al cuerpo.

También podría gustarte