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Guia de Padres

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NATALIA DEL MORAL RODRÍGUEZ

GUÍA PARA PADRES Y


MADRES
A CONTINUACIÓN SE PRESENTARÁ UNA SERIE DE
PAUTAS Y HERRAMIENTAS PARA SOLVENTAR
PROBLEMAS DE CONDUCTAS DE LOS HIJOS E HIJAS

1. ES IMPORTANTE CREAR UN VÍNCULO


AFECTIVO: Las principales figuras vinculares de los niños y
niñas son de aquellas personas que le proporciona algún tipo
de cuidado y protección. Ésto conlleva a hacer sentir a la
persona querida y aceptada.

→ ¿CÓMO CONSEGUIRLO?

❏ OBSERVA: atiende a sus necesidades

❏ ACTITUD DE ESCUCHA Y EMPATÍA.

❏ PROTEGE (pero sin ser alarmista): transmitir


tranquilidad es importante y positivo.

❏ ORIENTAR PARA RESPETAR: educar


con afecto supone también establecer
límites y normas.
¿CUANDO DEBO MODIFICAR LA CONDUCTA?
- Cuando perjudica al niño o a los demás, es decir, cuando la conducta que realiza
tiene consecuencias negativas para el niño y para el resto de personas.
- Cuando impide el desarrollo físico y psicológico del niño.
- cuando la conducta es muy frecuente, es decir, esta se realiza de forma
continuada.

2. MANEJO DE LOS REFUERZOS:


Las
consecuencias positivas que siguen a una conducta reciben el
nombre de reforzadores, dado que ayudan a reforzar y fortalecer
la conducta.
❏ Cuando la conducta va seguida de un premio o una
recompensa, ya sea material, intercambiable o social. En
este caso, la consecuencia positiva que sigue a la conducta
recibe el nombre de reforzador positivo, y hará que el
comportamiento sea más probable en el futuro.
❏ Otro modo de reforzar una conducta es que dicho
comportamiento ponga fin a una situación desagradable..
Cuando la consecuencia positiva de una conducta es la
desaparición de una situación aversiva que estaba
previamente presente, hablamos de reforzador negativo.
TIPOS DE REFORZADORES

● Comestibles: dulces, chocolate, patatas, zumos, etc. A los niños les


encantan, funcionan muy bien como reforzadores, pero tienen algunos
problemas: no siempre son sanos y son de fácil saciación.
● Tangibles: juguetes, cromos, etc. Son muy potentes pero también
presentan algunos problemas, especialmente que algunos padres y
profesores se muestran reacios a “pagar” a los niños para que se
comporten mejor. Por otro lado, no siempre es posible utilizar este tipo de
reforzadores, dado que, a veces, no están disponibles.
● Intercambiables: son un tipo especial de reforzadores tangibles (fichas,
pegatinas, puntos…) que el niño obtiene al dar una conducta deseada y
que puede cambiar luego por otros reforzadores. Tiene ventajas de los
reforzadores tangibles y comestibles, sin problemas de la saciación, y,
además, pueden darse en el mismo momento en que aparece la conducta
adecuada.
● De actividad: se refieren a las actividades que le gustan hacer al niño. Son
muy adecuados, especialmente en la parte final de la intervención, porque
corresponden a actividades que el niño ya hace y seguirá haciendo en su
vida cotidiana. La única diferencia es que, ahora, se le permiten sólo
cuando ha emitido la conducta adecuada. Presentan un problema: no
suelen poder dispersarse inmediatamente después del comportamiento
que pretendemos instaurar.
● Sociales: son aquellas conductas que otros individuos realizan dentro de
un determinado contexto social y que nos agradan (atención, sonrisa…).
Tienen muchas ventajas: son gratuitos, promueven la mejor relación
entre quien lo da y quien lo recibe, promueven la autoestima, no dan la
sensación de “pagar”.
3. MANEJO DE CASTIGOS: Un castigo implica que
la conducta va seguida de una consecuencia aversiva para la
persona (una consecuencia que le resulta desagradable, molesta
o dolorosa). Las conductas que van seguidas de castigo decrecen
en frecuencia, intensidad y duración.

Por otro lado, no es adecuado utilizar las técnicas basadas en el


castigo con mucha frecuencia porque le dicen lo que no tiene
que hacer, pero no le enseñan qué es conveniente hacer.

❏ Castigo positivo: cuando la conducta va seguida de la


aparición de un elemento o estímulo aversivo.

❏ Castigo negativo: cuando la conducta va seguida de la


desaparición de un elemento agradable para la persona.

❏ Extinción: Extinguir significa hacer


como que no se ha oído ni visto nada.
Por tanto, cuando el niño comience
con sus lamentos o lloriqueos (o con
sus palabrotas), nuestra conducta
debe ser la de seguir imperturbables:
no mirarle, no pedirle que se calle, no
hacerle mimos, etc.
CLAVES PARA SOLUCIONAR LOS CONFLICTOS

Solucionar problemas de manera pacífica exige un ejercicio de


autocrítica, de explorar nuestras motivaciones y debilidades y de
honestidad con nosotros mismos y con el otro. Requiere desplegar
herramientas de comunicación útiles como:

● La escucha activa. Tratar de entender lo que el otro quiere decirte


aunque no compartas su punto de vista.
● Ponerte en su lugar. Es importante que muestres empatía, que se
note que quieres entenderle.
● Mantener un clima de respeto y cordialidad. Jamás emplees
actitudes agresivas como insultos, reproches o amenazas: extreman
las posturas de las personas enfrentadas y crean un clima muy
desfavorable.

● Negociar. Hay que buscar salidas al problema y, seguramente, todos


tendréis que ceder en algo y asumir compromisos.
LA COMUNICACIÓN ASERTIVA
COMO HERRAMIENTA ÚTIL

● Haz que tus mensajes sean claros para tu hijo o hija.


● Asegúrate de que el niño pone atención cuando le estás hablando: agáchate o
siéntate a su lado para quedarte al nivel de sus ojos y mírale directamente.
Puedes pedirle que repita lo que le has explicado.
● Habla con voz firme, tranquila y clara. Intenta no levantar la voz ni amenazar,
esto le pondrá nervioso y desviará su atención de lo que estás diciendo.
● Eliminar las frases “aquí mando yo“, “porque lo digo yo” o “se hace lo que yo diga, y
punto”, no son eficaces y educan desde la imposición.
● Intenta evitar el uso de expresiones negativas. Cambia el “no toques eso” o “no
hagas eso” por “toma, juega con esto otro” o “¿por qué no haces esta otra cosa?”.
Ofrece alternativas, no todo puede estar prohibido.
● Antes de castigar o regañarle, pregunta qué ocurrió y escucha con atención.
Déjale hablar y explicarse
● Evita los reproches. Frases como “me pones de los nervios, no te soporto”,“trabajo
todo el día, me sacrifico por ti y me lo pagas de esta manera”. Es mejor decir “me
enfada o me disgusta mucho que hagas esto”, “no entiendo por qué te portas así,
explícamelo”.
● Reconoce sus valores y actitudes positivas. Felicítale por sus méritos y logros,
sobre todo por aquellos que le cuestan más, aunque el progreso sea pequeño.

● Si te das cuenta de que has cometido un error, discúlpate.


MAL
¿CÓMO ME HE PORTADO HOY? REGULAR
MUY BIEN

DÍA DE LA SEMANA CONDUCTAS PREMIO

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