Clase 5 La Homiletica 16
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Clase: La Homilética
INTRODUCCION...........................................................................................................................3
DEFINICION DE HOMILETICA………………………………………………………………..
PRACTICA PARA LA PREPARACION DE TEMAS..................................................................4
PARTES FUNDAMENTALES DE UN TEMA.............................................................................5
REGLAS SENCILLAS PARA LA INTERPRETACION DE LA BIBLIA...................................5
APLICACIÓN PRÁCTICA DE LA HOMILETICA......................................................................6
APLICACIÓN DE LA LOGICA A LA HOMILETICA................................................................7
ILUSTRACIONES..........................................................................................................................8
COMO HABLAR Y LEER BIEN EN PÚBLICO..........................................................................9
ALGUNOS EJERCICIOS PARA MEJORAR LA VOZ..............................................................11
CONCLUSION..............................................................................................................................11
Exo 4:10 Entonces Moisés dijo al SEÑOR: Por favor, Señor, nunca he sido hombre elocuente,
ni ayer ni en tiempos pasados, ni aun después de que has hablado a tu siervo; porque soy
tardo en el habla y torpe de lengua. Exo 4:11 Y el SEÑOR le dijo: ¿Quién ha hecho la boca
del hombre? ¿O quién hace al hombre mudo o sordo, con vista o ciego? ¿No soy yo, el
SEÑOR? Exo 4:12 Ahora pues, ve, y yo estaré con tu boca, y te enseñaré lo que has de
hablar.
El estar atento al tema expuesto por un predicador, y viendo el método que aplica nos deja en
forma de enseñanza mucho material en citas e ilustraciones para aplicarlo en futuras predicas, sin
duda en muchas ocasiones existe algo que da mayor atención para usarlo con eficacia, el cual es
también amoldable a casi cualquier tema.
Es importante hacer mención y debe estar claro que la obra solo y únicamente a
través del Espíritu Santo se puede desarrollar, y si es palabra de Dios la que
llevamos, nada ni nadie la podrá detener.
Homilética
La meta de la homiletica es saber preparar temas con facilidad que presenten en forma atrayente
un mensaje de la palabra de Dios, con tal eficacia que los oyentes comprendan lo que deben
hacer y sean movidos a hacerlo. Esto, en otras palabras es y siempre será, que para que la obra
sea un éxito uno tiene que practicar mucho hasta poder presentar y exponer su trabajo con
facilidad y eficacia. (Es básico también, que para todo aquel que desea en su corazón llevar
palabra de Dios a otros, deberá mantenerse en oración, pidiéndole al Señor nuestro Dios, la
guiaza y el discernimiento para efectuar su tarea)
4. Desarrollar el bosquejo
Porque?, donde?, cuando?, como?
La introducción debe estar íntimamente relacionada con el tema, y ser de tal naturaleza que guíe
a los oyentes a entrar en la huella del pensamiento y estar dispuestos a seguirla hasta el fin.
Tomando como ejemplo la cita anterior, Rm 12:1 teniendo como base principal la presentación
del cuerpo a Dios, podría decirse de lo maravilloso que es el cuerpo y cuanto se puede hacer para
Dios cuando se lo dedica a El.
En cuanto a la aplicación de lo que se dice a los oyentes para que lo pongan en practica, se puede
hacer en el desarrollo o en la terminación de cada división, también se puede hacer gran parte en
la conclusión, probablemente una combinación de ambos sistemas seria lo mejor.
La conclusión debe ser la culminación del pensamiento principal o tema. Por ejemplo: la
culminación del tema sobre Jn. 3.16 podría ser mas o menos de la siguiente manera:
¨´Ya que Dios nos ama tanto que envió a su único hijo para morir en nuestro lugar, y que a cada
uno de nosotros nos ofrece la salvación por medio de El, con tal que tomemos este paso tan
sencillo de creer en Cristo, y al creer en El nos asegura que gozaremos de vida eterna,
apresurémonos cada uno a aceptar a Cristo como Salvador.¨´
Es una buena costumbre escribir la conclusión, después de haberla pensado bien, por que es la
parte del tema que recalca el mensaje de la misma.
«Tú, sigue firme en todo aquello que aprendiste, de lo cual estás convencido. Ya sabes quiénes te lo
enseñaron. Recuerda que desde niño conoces las sagradas Escrituras, que pueden instruirte y llevarte a
la salvación por medio de la fe en Cristo Jesús. Toda Escritura está inspirada por Dios y es útil para
enseñar y reprender, para corregir y educar en una vida de rectitud, para que el hombre de Dios esté
capacitado y completamente preparado para hacer toda clase de bien». (2 Ti 3.14–17;
Se debe estudiar el pasaje mismo en primer lugar, es decir; sin el uso del Diccionario Bíblico ni
Comentarios. Ha de leerse el pasaje muchas veces hasta compenetrarse muy bien en su espíritu.
El Dr. G. Campbell Morgan acostumbraba a leer el pasaje que iba a exponer por lo menos
cincuenta veces como preparación de cada conferencia.
Lo mismo sucede en cuanto al uso del comentario; es decir, que en el caso de que hubiera algo
relacionado con la interpretación del sentido del texto o pasaje se debe buscar en el comentario
para saber que dice al respecto. A menos que se trate de un libro entero, un capitulo que tenga
unidad en si, o una sección que sea una unidad, se debe leer cuidadosamente lo que viene antes y
después con el texto que interesa especialmente.
En el caso de que se relacione con una biografía, conviene estudiar cuidadosamente lo que la
Biblia dice en cuanto al personaje, fijarse en cuanto lo que el Diccionario Bíblico dice al respecto
y si tiene un libro (Como la vida de Pablo, por Stalker) leerlo si alcanza el tiempo. Si trata de una
platica basada en un acontecimiento, es necesario leer cuidadosamente, y muchas veces, todo lo
relacionado con el mismo, fijándose bien en cada detalle. Luego se debe aclarar en el
Diccionario Bíblico o en el Comentario cualquier detalle que no se entienda. Llegamos a la
conclusión, pues, de que la meta de quien se pone a exponer a otros un pasaje de la Biblia, debe
ser entenderlo en todos sus detalles.
Es necesario preparar y presentar el tema de tal manera que haga uso eficaz de tres facultades de
la mente: La inteligencia, las emociones, y la voluntad
a) La inteligencia
La meta de cualquier tema espiritual es procurar que los creyentes comprendan la significación
del pasaje bíblico que se usa como base para la significación de la misma, y luego las
explicaciones y aplicaciones que se deducen del mismo. Por esto es necesario aclarar lo mejor
posible el asunto y dilucidarlo lo mejor posible.
Pero no basta alcanzar estos fines, porque en último termino, esto dejaría a los oyentes solo con
una comprensión del asunto, pero sin llevarlos al terreno de la práctica en ningún sentido.
b) Las emociones
Es necesario apelar a las emociones de los asistentes, para poder moverlos a poner en práctica en
sus vidas y a favor de otros lo que se les enseña. Las emociones a las cuales el predicador debe
apelar, son: Amor para con Dios y sus semejantes, dolor por las condiciones desfavorables en
que viven, paciencia para consigo mismo y para con los demás, y odio al mal que daña a uno
mismo y a los demás que es contrario a la voluntad de Dios.
Después de haber instruido la inteligencia, y luego de haber movido las emociones a base de los
datos presentados, y la forma de presentación, es necesario apelar a la voluntad, mostrando como
llevar a la práctica lo que se ha recomendado, y moviéndolos a hacer esto. Sin tomar este último
paso los esfuerzos quedan en nada y ningún resultado se consigue.
Además de las instrucciones que anteriormente se describen existen algunos sobresalientes que
son también de vital importancia para el buen desarrollo de un tema como ser:
a) La edad de los asistentes. Este asunto se simplifica mucho si todos son más o menos de
la misma edad, pero se torna complicado cuando las edades son variables entre niños que
aun no saben hablar y adultos mayores de 80 anos.
b) Su instrucción. Aun en un mismo grupo de persona de más o menos de la misma edad
acontece que muchas veces algunas son menos preparados académicamente que otros.
c) El conocimiento que tienen del evangelio. Muchas veces hay en el mismo grupo
personas de mucha experiencia en el evangelio, y otras que lo escuchan por primera vez.
d) La capacidad de prestar atención a lo que se les dice. Algunos prestan muy buena
atención y captan con facilidad lo que se les expone, pero tenemos que reconocer que la
mayoría en cualquier reunión de grupo, son oyentes que se distraen mucho.
Lo importante es darse cuenta de las condiciones en que los oyentes están en ese momento, y
hacer lo posible por captar y retener su atención, adaptando lo mejor posible el tema en ellos.
Esdras como maestro de la Palabra, mencionan tres características de él, y cada una de ellas
tiene a la Palabra de Dios como su móvil: «Esdras tenía el firme propósito de estudiar y de
poner en práctica la ley del Señor, y de enseñar a los israelitas sus leyes y decretos» (Esd 7.10;
DHH3).
Si uno escucha con un poco de cuidado, se da cuenta de la importancia que tiene la conclusión en
el tema que se expone. Hay mucho peligro que las conclusiones no se basen en la realidad y
verdad sino en prejuicios, en lo que han oído o leído de otros, quienes por otra parte tampoco han
hecho las investigaciones necesarias para descubrir la verdad en cuanto al asunto, o que se basen
en un número limitado de observaciones. Un ejemplo de todo esto podría citarse así:
Supongamos que una persona que jamás ha visto rosas rojas, de pronto ve una docena de rosas
rojas, luego declara ante el publico que todas las rosas son de color rojo; al oírlo decir esto todos
sabrían que esa afirmación es una conclusión equivocada. A todos nos puede pasar lo mismo en
cuanto a verdades y experiencias espirituales y a deberes espirituales. Por lo tanto debemos estar
seguros de nuestras bases antes de afirmar que tal o cual cosa son ciertos.
ILUSTRACIONES
3. Finalmente, las ilustraciones sirven para adornar y hacer más interesante un tema. Todo
orador observa como aumenta el interés y la atención de los oyentes cuando se comienza
a relatar el tema.
Experiencias propias. Son de mucho valor como ilustraciones con tal que uno tenga mucho
cuidado en cuanto a ciertos detalles. Ha de relatarse como experiencia propia lo que realmente lo
sea. En segundo lugar, hay que cuidarse para no exagerar la experiencia. Luego hay que relatarla
en forma natural y sin jactancia.
Temas escritos. Conviene copiar de temas escritos las ilustraciones que interesan. Hay que
buscar algunas forma de guardarlos y, si es posible tenerlas clasificadas. Es fácil hacerlos si uno
Libros de ilustraciones. Muchos de estos libros se han publicado, algunos tienen hasta mil
ilustraciones. Algunas personas los encuentran muy útiles y otras no. Para que esos libros sean
de más utilidad conviene repasarlos todos, leyendo con cuidado cada ilustración y haciendo una
lista de las que no quisiera usar. En el caso de tenerse un archivo podría ponerse debajo de la
clasificación correspondiente un papelito con el titulo de la ilustración y el número de la página
del libro en que se encuentra.
Hay que usar las que sean necesarias y evitar que el tema sea nada más que un conjunto de
ilustraciones
1. Utilizar de la mejor manera posible el conjunto de músculos que se usan cuando se habla.
Son numerosos, empezando con los de los labios, abarcando los de la mandíbula inferior,
la lengua y la garganta, incluyendo los de la caja toraxica, el diafragma y algunos del
abdomen. Así se ve que el hablar es un proceso complejo, que tiene por fin vencer la
timidez y otros obstáculos para hablar bien en público. Por lo tanto mucha práctica es
necesaria para poder hacerlo.
2. Hablar de tal manera que todos los oyentes puedan entender hasta la ultima palabra que
se dice para poder lograr esto son necesarias dos condiciones:
a) Se necesita hablar con suficiente fuerza para que todos lo que no sea completamente
sordos entiendan
Si existen estas dos fallas, fácilmente puede ser corregida con fuerza de voluntad y algo de
práctica.
3. De antemano hay que meditar en lo que se va a decir hasta que los sentimientos que
corresponden a lo que se dice se apoderen del predicador y, por medio de su voz, de la
expresión de su rostro y de su actitud, sean transmitidos a sus oyentes.
4. Tener mucho cuidado de usar palabras que los oyentes comprendan. Es muy fácil para el
orador usar palabras del lenguaje religioso técnico que el auditorio no entienda. por
ejemplo: Es mucho mejor decir nuevo nacimiento en lugar de Regeneración o Jesús
volvió a nacer o que Resucito.
5. Expresar los pensamientos en forma sencilla, clara y concreta usando frases cortas.
6. Mirar a los oyentes, y no al suelo, ni al cielo raso, ni por encima de sus cabezas. Debe
mirárselos en forma tranquila y no de manera demasiado concentrada. La mirada tiene
mucha fuerza magnética y debe usarse. El no poder mirar a los oyentes se origina en la
timidez y la falta de confianza en uno mismo. El predicador tiene que convencerse de
que Dios le ha dado un mensaje importante para quienes lo están escuchando y que
esta con El para fortalecerlo.
7. Una persona no solamente habla con su boca sino también con los movimientos de su
cuerpo, y especialmente con los brazos y de las manos. El problema mayor de casi todo
orador es que hacer con los brazos y las manos. Hay ciertas cosas que deben evitarse,
como mantener las manos unidas y bajo tensión, moverlas continuamente (Aunque sin
duda mejor moverlas demasiado que ir al otro extremo), tomarse de los costados de la
mesa o pulpito y quedarse así.
Algunas personas prefieren tener una Biblia en la mano izquierda mientras hablan, y tan solo
hacer uno que otro ademán con la mano derecha. No resulta mal, especialmente para una dama.
No hay dudad que lo ideal es hacer solamente ademanes que tengan verdadera significación y
concuerden con lo que el orador esta diciendo. Deben ser hechos de forma natural, y no
artificialmente como lo hace el aficionado en declamación. Los siguientes son algunos ademanes
básicos:
El dominio de la respiración
El orador necesita saber respirar correctamente y luego controlar la espiración del aire, como
hace un buen nadador. El ejercicio consiste en colocarse en buena posición, con el abdomen
hacia adentro y el pecho hacia fuera. (Teniendo hasta donde pueda con comodidad las puntas de
los hombros hacia atrás, la buena posición se toma automáticamente). Luego se inspira
profundamente (De manera controlada). Enseguida se empieza a pronunciar la letra ¨¨a¨¨
Y se sigue pronunciándola hasta quedar poco aire en los pulmones. Se ha de seguir con el
ejercicio para acostumbrarse a retener el aire en los pulmones por un tiempo cada vez mas largo.
CONCLUSION
El traductor de la Biblia necesita diferentes tipos de conocimiento para hacer bien su trabajo.
Debe estar muy familiarizado con el texto bíblico. Idealmente debe poseer un dominio
instrumental de las lenguas en que se escribió la Biblia. Es importante que sepa aprovechar bien
los diferentes tipos de libros de consulta, tales como concordancias, comentarios, diccionarios
bíblicos y otros que versen sobre diferentes aspectos de la historia y la cultura de aquella época.
I TIPO VERDADERO Y FALSO. Si la respuesta es falsa especifique por que. Valor 1% c/u = 6%
a)________________________ c)________________________
b)________________________ d)________________________
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4) Son fuentes de donde se pueden sacar ilustraciones para hacer más interesante un tema:
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