Por Qué Elegimos El Mal
Por Qué Elegimos El Mal
Por Qué Elegimos El Mal
La naturaleza de la libertad está en que las personas pueden optar por buenas o malas
acciones.
Cuando una persona elige voluntariamente realizar una acción o tomar una decisión que
genera malas consecuencias para sí mismo o para otros, es una prueba de no haber advertido
el mal o no haber querido con suficiente fuerza el bien. En ambos casos la libertad se ha
ejercido defectuosamente, y el acto resultante es malo.
Además, es común que en muchas ocasiones la voluntad rechace a la razón. Incluso a veces el
hombre busca justificar de alguna manera un acto antes de realizarlo, haciéndolo ver como
algo normal.
Sin embargo, ser libre no significa estar encima de la ética, y la inmoralidad nunca debe
defenderse en nombre de la libertad.
No somos libres de elegir lo que nos pasa, sino libres de responder a lo que nos pasa.
Ser libres para intentar algo no tiene nada que ver con lograrlo indefectiblemente.
Cuanta más capacidad de acción tengamos, mejores resultados podremos obtener de
nuestra libertad.