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Wittgenstein, Tractatus

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UNIVERSIDAD NACIONAL DE CUYO

FACULTAD DE FILOSOFÍA Y LETRAS


DEPARTAMENTO DE FILOSOFÍA

CÁTEDRA: FILOSOFÍA DEL LENGUAJE

Docente: Prof. Dr. Carlos Di Silvestre


Documento pedagógico: Selección de textos

WITTGENSTEIN, TRACTATUS LOGICO-PHILOSOPHICUS

Wittgenstein, L., Tractatus logico-philosophicus, 6ª reimp., trad. J. Muñoz e I. Reguera, Madrid,


Alianza Universidad, 1995.

Prólogo

Posiblemente sólo entienda este libro quien ya haya pensado alguna vez por sí mismo los
pensamientos que en él se expresan o pensamientos parecidos. No es, pues, un manual. Su
objetivo quedaría alcanzado si procurara deleite a quien, comprendiéndolo, lo leyera. El libro
trata los problemas filosóficos y muestra -según creo- que el planteamiento de estos problemas
descansa en la incomprensión de la lógica de nuestro lenguaje. Cabría acaso resumir el sentido
entero del libro en las palabras: lo que siquiera puede ser dicho, puede ser dicho claramente; y de
lo que no se puede hablar hay que callar. El libro quiere, pues, trazar un límite al pensar o, más
bien, no al pensar, sino a la expresión de los pensamientos; porque para trazar un límite al pensar
tendríamos que poder pensar ambos lados de este límite (tendríamos, en suma, que poder pensar
lo que no resulta pensable).
Así pues, el límite sólo podría ser trazado en el lenguaje, y lo que reside más allá del
límite será simplemente absurdo.
En qué medida coincida mi empeño con el de otros filósofos es cosa que no quiero
juzgar. Lo que aquí he escrito, ciertamente, no aspira en particular a novedad alguna; razón por
la que, igualmente, no aduzco fuentes: me es indiferente si lo que he pensado ha sido pensado
antes por otro.
Quiero mencionar que debo a las grandes obras de Frege y a los trabajos de mi amigo
Bertrand Russell buena parte de la incitación a mis pensamientos.
Si este trabajo tiene algún valor, lo tiene en un doble sentido. Primero, por ser expresados
en él pensamientos, y este valor será tanto más grande cuanto mejor expresados estén dichos
pensamientos. Cuanto más se haya dado en el clavo. En este punto soy consciente de haber
quedado muy por debajo de lo posible. Sencillamente porque para consumar la tarea, mi fuerza
es demasiado escasa. Otros vendrán, espero, que lo hagan mejor.
La verdad de los pensamientos aquí comunicados me parece, en cambio, intocable y
definitiva. Soy, pues, de la opinión de haber solucionado definitivamente, en lo esencial, los
problemas. Y, si no me equivoco en ello, el valor de este trabajo se cifra, en segundo lugar, en
haber mostrado cuán poco se ha hecho con haber resuelto estos problemas.
Viena, 1918.
L.W.


La presente selección de textos ha sido preparada por el Prof. Carlos Di Silvestre como Documento
pedagógico para la Cátedra de Filosofía del lenguaje de la Universidad Nacional de Cuyo. En algunos
casos la traducción ha sido parcialmente modificada por el Prof. Di Silvestre.
2

[Ontología formal]
1 El mundo es todo lo que es el caso.
1.1 El mundo es la totalidad de los hechos, no de las cosas.
1.11 El mundo está determinado por los hechos, y por ser éstos todos los hechos.
1.12 Pues la totalidad de los hechos determina lo que es el caso y también cuanto no es el caso.
1.13 Los hechos en el espacio lógico son el mundo.

2 Lo que es el caso, el hecho, es el darse efectivo [Bestehen] de estados de cosas


[Sachverhalten].
2.01 El estado de cosas es una conexión de objetos (cosas).
2.011 Poder ser parte integrante de un estado de cosas es esencial a la cosa.
2.013 Cualquier cosa está, por así decirlo, en un espacio de posibles estados de cosas. Puedo
representarme vacío ese espacio, pero no la cosa sin el espacio.
2.014 Los objetos contienen la posibilidad de todos los estados de cosas.

2.02 El objeto es simple.


2.021 Los objetos forman la sustancia del mundo. Por eso no pueden ser compuestos.
2.024 La sustancia es lo que persiste independientemente de lo que es el caso.
2.027 Lo fijo, lo persistente y el objeto son uno y lo mismo.
2.0271 El objeto es lo fijo, persistente; la configuración es lo cambiante, inestable.
2.0272 La configuración de los objetos forma el estado de cosas.
2.03 En el estado de cosas los objetos están unidos entre sí como los eslabones de una cadena.
2.031 En el estado de cosas los objetos se comportan unos con otros de un modo y manera
determinados.
2.032 El modo y manera como los objetos se relacionan en el estado de cosas es la estructura
del estado de cosas.
2.04 La totalidad de los estados de cosas que se dan efectivamente es el mundo.
2.06 El darse y no darse efectivos estados de cosas es la realidad.
(Llamamos hecho positivo al darse efectivo de estados de cosas; al no darse efectivo,
hecho negativo.)
2.063 La realidad total es el mundo.

[Teoría de la figuración]
2.1 Nos hacemos figuras de los hechos.
2.11 La figura representa el estado de cosas en el espacio lógico, el darse y no darse efectivos
de estados de cosas.
2.12 La figura es un modelo de la realidad.
2.13 A los objetos corresponden en la figura los elementos de la misma.
2.131 Los elementos de la figura hacen en ella las veces de los objetos.
2.14 La figura consiste en que sus elementos se interrelacionan de un modo y manera
determinados.
2.141 La figura es un hecho.
2.15 Que los elementos de la figura se comporten unos con otros de un modo y manera
determinados, representa que las cosas se comportan así unas con otras.
Esta interrelación de los elementos de la figura se llama su estructura y la posibilidad de
la misma, su forma de figuración.
2.151 La forma de figuración es la posibilidad de que las cosas se interrelacionen al igual que
los elementos de la figura.
2.1514 La relación figurativa consiste en las coordinaciones entre los elementos de la figura y los
de las cosas.
2.16 Para ser figura, pues, el hecho ha de tener algo en común con lo figurado.
2.17 Lo que la figura ha de tener en común con la realidad para poder figurarla a su modo y
manera –correcta o falsamente- es su forma de figuración.
3

2.171 La figura puede figurar cualquier realidad cuya forma tenga.


La figura espacial todo lo espacial, la cromática, todo lo cromático, etc.
2.172 Pero la figura no puede figurar su forma de figuración; la ostenta.
2.18 Lo que cualquier figura, sea cual fuere su forma, ha de tener en común con la realidad
para poder siquiera -correcta o falsamente- figurarla, es la forma lógica, esto es, la forma
de la realidad.
2.181 Si la forma de la figuración es la forma lógica, la figura se llama figura lógica.
2.182 Cualquier figura es también una figura lógica.
(Por el contrario, no toda figura es, pongamos por caso, espacial.)
2.19 La figura lógica puede figurar el mundo.
2.2 La figura tiene en común con lo figurado la forma lógica de la figuración.

2.21 La figura concuerda o no con la realidad; es correcta o incorrecta, verdadera o falsa.


2.221 Lo que la figura representa es su sentido.
2.222 Su verdad o falsedad consiste en el acuerdo o desacuerdo de su sentido con la realidad.
2.223 Para reconocer si la figura es verdadera o falsa, tenemos que compararla con la realidad.
2.224 Por la figura sólo no cabe reconocer si ella es verdadera o falsa.
2.225 No existe una figura verdadera a priori.

3 La figura lógica de los hechos es el pensamiento.


3.001 “Un estado de cosas es pensable” quiere decir: Podemos hacernos una figura de él.
3.01 La totalidad de los pensamientos verdaderos es una figura del mundo.
3.02 El pensamiento contiene la posibilidad del estado de cosas que piensa. Lo que es
pensable es también posible.
3.03 No podemos pensar nada ilógico, porque de lo contrario tendríamos que pensar
ilógicamente.
3.04 Un pensamiento correcto a priori sería un pensamiento cuya posibilidad condicionaría su
verdad.
3.05 Sólo podríamos saber a priori que un pensamiento es verdadero si por el pensamiento
mismo (sin objeto de comparación) se pudiera reconocer su verdad.

[Teoría de la figuración de la proposición]


3.1 En la proposición se expresa senso-perceptivamente el pensamiento.
3.11 Usamos el signo senso-perceptible (signo sonoro o escrito, etc.) de la proposición como
proyección del estado de cosas posible.
3.12 Al signo mediante el cual expresamos el pensamiento lo llamo el signo proposicional. Y
la proposición es el signo proposicional en su relación proyectiva con el mundo.
3.14 El signo proposicional consiste en que sus elementos, las palabras, se comportan en él
unos con otros de un modo y manera determinados.
El signo proposicional es un hecho.
3.141 La proposición no es un conglomerado de palabras. (Como tampoco el tema musical un
conglomerado de tonos.)
La proposición es articulada.
3.144 Pueden describirse estados de cosas, no nombrarse. (Los nombres semejan puntos, las
proposiciones flechas, tienen sentido.)

3.202 Los signos simples usados en la proposición se llaman nombres.


3.203 El nombre significa el objeto. El objeto es su significado. ("A" es el mismo signo que
"A").
3.21 A la configuración del signo simple en el signo proposicional corresponde la
configuración de los objetos en el estado de cosas.
3.22 En la proposición el nombre hace las veces del objeto.
4

3.221 A los objetos sólo puedo nombrarlos. Los signos hacen las veces de ellos. Sólo puedo
hablar de ellos, no puedo expresarlos. Una proposición sólo puede decir cómo es una
cosa, no lo que es.
3.23 La exigencia de la posibilidad de los signos simples es la exigencia de la precisión del
sentido.
3.3 Sólo la proposición tiene sentido; sólo en la trama de la proposición tiene un nombre
significado.

3.32 El signo es lo sensorialmente perceptible en el símbolo.


3.321 Dos símbolos distintos pueden tener, pues, en común el signo (signo escrito o sonoro,
etc.) –designan entonces de modo y manera distintos.
3.323 En el lenguaje ordinario sucede con singular frecuencia que la misma palabra designe de
modo y manera distintos –esto es, que pertenezcan a símbolos distintos-, o que dos
palabras que designan de modo y manera distintos sean usadas externamente de igual
modo en la proposición.
Así la palabra “es” se presenta como cópula, como signo de igualdad y como expresión
de existencia; “existir” como verbo intransitivo, como “ir”; “idéntico”, como adjetivo;
hablamos de algo [Etwas], pero también de que algo sucede [etwas geschieht].
(En la proposición “Verde es verde” –donde la primera palabra es el apellido de una
persona y la última un adjetivo-, estas palabras no tienen tan solo significado distinto,
sino que son símbolos distintos.)
3.324 Surgen así fácilmente las confusiones más fundamentales (de las que está llena la
filosofía entera).
3.325 Para eludir estos errores tenemos que usar un lenguaje sígnico que los excluya, en la
medida en que no use el mismo signo en símbolos distintos, ni use externamente de igual
manera signos que designen de modo diferente. Un lenguaje sígnico, pues, que obedezca
a la gramática lógica –a la sintaxis lógica-.
(La escritura conceptual de Frege y Russell es un lenguaje así, que, no obstante, no
excluye aún todos los errores.)
3.326 Para reconocer el símbolo en el signo hay que atender al uso con sentido.
3.328 Si un signo no se usa, carece de significado. Este es el sentido del lema de Occam.
(Si todo se comporta como si un signo tuviera significado, entonces tiene también
significado.)
3.5 El signo proposicional usado, pensado, es el pensamiento.

4 El pensamiento es la proposición con sentido.

[Lenguaje ordinario y forma lógica]


4.001 La totalidad de las proposiciones es el lenguaje.
4.002 El hombre posee la capacidad de construir lenguajes en los que cualquier sentido resulta
expresable, sin tener la menor idea de cómo y qué significa cada palabra. Al igual que se
habla sin saber cómo se producen los diferentes sonidos.
El lenguaje ordinario es una parte del organismo humano y no menos complicado que
éste.
Es humanamente imposible extraer de él inmediatamente la lógica del lenguaje.
El lenguaje disfraza el pensamiento. Y de un modo tal, en efecto, que de la forma externa
del ropaje no puede deducirse la forma del pensamiento disfrazado; porque la forma
externa del ropaje está construida de cara a objetivos distintos que el de permitir
reconocer la forma del cuerpo.
Las convenciones tácitas para la comprensión del lenguaje ordinario son enormemente
complicadas.
4.003 La mayor parte de las proposiciones e interrogantes que se han escrito sobre cuestiones
filosóficas no son falsas, sino absurdas. De ahí que no podamos dar respuesta en absoluto
5

a interrogantes de este tipo, sino sólo constatar su condición de absurdos. La mayor parte
de los interrogantes y proposiciones filosóficas estriban en nuestra falta de comprensión
de nuestra lógica lingüística. (Son del tipo del interrogante acerca de si lo bueno es más o
menos idéntico que lo bello).
Y no es de extrañar que los más profundos problemas no sean problema alguno.
4.0031 Toda filosofía es "crítica lingüística". (En todo caso, no en el sentido de Mauthner.)
Mérito de Russell es haber mostrado que la forma aparente de la proposición no tiene
porqué ser su forma real.

4.01 La proposición es una figura de la realidad.


La proposición es un modelo de la realidad tal como la pensamos.
4.024 Comprender una proposición quiere decir saber lo que es el caso si es verdadera.
(Cabe, pues, comprenderla sin saber si es verdadera.)
Se la comprende si se comprenden sus partes integrantes.
4.0312 Mi idea fundamental es que las “constantes lógicas” no representan nada. Que la lógica
de los hechos no puede representarse.
4.032 Sólo en la medida en que está lógicamente articulada, es la proposición una figura del
estado de cosas.
(También la proposición “ambulo” es compuesta, porque su raíz con otra terminación y
su terminación con otra raíz dan un sentido diferente.)

[Filosofía y crítica lingüística]


4.1 La proposición representa el darse y no darse efectivo de los estados de cosas.
4.11 La totalidad de las proposiciones verdaderas es la ciencia natural entera (o la totalidad de
las ciencias naturales).
4.111 La filosofía no es ninguna de las ciencias naturales.
(La palabra "filosofía" ha de significar algo que está por arriba o por abajo, pero no junto
a las ciencias naturales.)
4.112 El objetivo de la filosofía es la clarificación lógica de los pensamientos.
La filosofía no es una doctrina, sino una actividad. Una obra filosófica consta
esencialmente de aclaraciones.
El resultado de la filosofía no son "proposiciones filosóficas", sino el que las
proposiciones lleguen a clarificarse. La filosofía debe clarificar y delimitar nítidamente
los pensamientos, que de otro modo son, por así decirlo, turbios y borrosos.
4.113 La filosofía delimita el ámbito disputable de la ciencia natural.
4.114 Debe delimitar lo pensable y con ello lo impensable.
Debe delimitar desde dentro lo impensable por medio de lo pensable.
4.115 Significará lo indecible en la medida en que representa claramente lo decible.
4.116 Cuanto puede siquiera ser pensado, puede ser pensado claramente. Cuanto puede
expresarse, puede expresarse claramente.

[Mostrar y decir]
4.12 La proposición puede representar la realidad entera, pero no puede representar lo que
debe tener en común con la realidad para poder representarla - la forma lógica.
Para poder representar la forma lógica, deberíamos situarnos con la proposición fuera de
la lógica, es decir, fuera del mundo.
4.121 La proposición no puede representar la forma lógica; ésta se refleja en ella.
El lenguaje no puede representar lo que en él se refleja.
Lo que se expresa en el lenguaje no podemos expresarlo nosotros a través de él.
La proposición muestra la forma lógica de la realidad.
La ostenta.
4.1211 Así una proposición “fa” muestra que en su sentido aparece el objeto a; dos
proposiciones “fa” y “ga”, que en ambas se habla del mismo objeto. El que dos
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proposiciones se contradigan entre sí lo muestra su estructura; de igual modo, el que una


se siga de la otra. Etc.
4.1212 Lo que puede ser mostrado, no puede ser dicho.

[La lógica]
4.21 La proposición más sencilla, la proposición elemental, afirma el darse efectivo de un
estado de cosas.
4.22 La proposición elemental consta de nombres. Es una trama, una concatenación de
nombres.
4.25 Si la proposición elemental es verdadera, el estado de cosas se da efectivamente; si la
proposición elemental es falsa, el estado de cosas no se da efectivamente.
4.41 Las posibilidades de verdad de las proposiciones elementales son las condiciones de la
verdad y falsedad de las proposiciones.
4.46 Entre los grupos posibles de condiciones de verdad hay dos casos extremos.
En uno de ellos la proposición es verdadera para todas las posibilidades de verdad de las
proposiciones elementales. Decimos que las condiciones de verdad son tautológicas.
En el segundo, la proposición es falsa para todas las posibilidades de verdad: Las
condiciones de verdad son contradictorias.
En el primer caso llamamos a la proposición una tautología, en el segundo una
contradicción.
4.461 La proposición muestra lo que dice; la tautología y la contradicción, que no dicen nada.
La tautología carece de posibilidades de verdad, pues es incondicionalmente verdadera; y
la contradicción no es verdadera en condición alguna.
Tautología y contradicción carecen de sentido [sind sinnlos].
(Como el punto del que parten dos flechas en dirección opuesta.)
(Nada sé, p.e., sobre el tiempo si sé que llueve o no llueve.)
4.4611 Pero tautología y contradicción no son absurdas [unsinnig]; pertenecen al simbolismo y
ello de modo similar, ciertamente, a como el cero pertenece al simbolismo de la
aritmética.
4.462 Tautología y contradicción no son figuras de la realidad. No representan ningún posible
estado de cosas. Pues aquélla permite cualquier posible estado de cosas, ésta, ninguno.
4.464 La verdad de la tautología es cierta; la de la proposición, posible; la de la contradicción,
imposible. (Cierto, posible, imposible: He aquí los distintivos de la gradación que
necesitamos en la teoría de la probabilidad.)

5 La proposición es una función de verdad de las proposiciones elementales.


(La proposición elemental es una función de verdad de sí misma.)
5.4733 Frege dice: cualquier proposición formada correctamente debe tener un sentido; y yo
digo: cualquier proposición posible está correctamente formada y si carece de sentido,
esto sólo puede deberse a que no hemos dado significado a algunas de sus partes
integrantes.
(Aunque creamos haberlo hecho.)
Así, “Sócrates es idéntico” no dice nada porque no hemos dado a la palabra “idéntico”
ningún significado como adjetivo. Porque si aparece como signo de igualdad, entonces
simboliza de un modo y manera totalmente distintos –la relación que designa es
diferente-, o sea, el símbolo es también en ambos casos completamente diferente; ambos
símbolos tienen sólo casualmente en común el signo.
5.5563 Todas las proposiciones de nuestro lenguaje ordinario están de hecho, tal como están,
perfectamente ordenadas desde un punto de vista lógico. Lo más simple que hemos de
indicar aquí no es un símil de la verdad, sino la verdad misma. (Nuestros problemas no
son abstractos, sino acaso los más concretos que existen.)

5.6 Los límites de mi lenguaje significan los límites de mi mundo.


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5.61 La lógica llena el mundo; los límites del mundo son también sus límites.
No podemos, por consiguiente, decir en lógica: en el mundo hay esto y esto, aquello no.
En efecto, esto presupondría, aparentemente, que excluimos ciertas posibilidades; y ello
no puede ser el caso, porque, de otro modo, la lógica tendría que rebasar los límites del
mundo; si es que, efectivamente, pudiera contemplar tales límites también desde el otro
lado.
Lo que no podemos pensar no lo podemos pensar; así pues, tampoco podemos decir lo
que no podemos pensar.

6.1 Las proposiciones de la lógica son tautologías.


6.11 Las proposiciones de la lógica, pues, no dicen nada. (Son las proposiciones analíticas.)
6.124 Las proposiciones lógicas describen el armazón del mundo o, más bien, lo representan.
No “tratan” de nada. Presuponen que los nombres tienen significado, y las proposiciones
elementales, sentido: Y ésta es su conexión con el mundo. […]
6.13 La lógica no es una teoría sino una figura especular del mundo.
La lógica es trascendental.

[Ética]
6.4 Todas las proposiciones valen lo mismo.
6.41 El sentido del mundo tiene que hallarse fuera del mundo. En el mundo todo es como es y
todo sucede como sucede; en él no hay valor – y si lo hay, entonces no tendría valor. Si
hay un valor que tenga valor, tiene que hallarse fuera de todo suceder y ser-así. Porque
todo suceder y ser-así son casuales.
Lo que lo hace no-casual no puede hallarse en el mundo; porque de lo contrario sería
también casual.
Tiene que encontrarse fuera del mundo.
6.42 Por eso tampoco puede haber proposiciones éticas. Las proposiciones no puede expresar
nada más alto.
6.421 Es claro que la ética no se puede expresar.
La ética es trascendental.

6.53 El método correcto de la filosofía sería propiamente este: no decir nada más que lo que se
puede decir, o sea, proposiciones de la ciencia natural - o sea, algo que nada tiene que ver
con la filosofía -, y entonces, cuantas veces alguien quisiera decir algo metafísico,
probarle que en sus proposiciones no había dado significado a ciertos signos. Este
método le resultaría insatisfactorio -no tendría el sentimiento de que le enseñábamos
filosofía -, pero sería el único estrictamente correcto.
6.54 Mis proposiciones esclarecen porque quien me entiende las reconoce al final como
absurdas, cuando a través de ellas -sobre ellas- ha salido fuera de ellas. (Tiene, por así
decirlo, que arrojar la escalera después de haber subido por ella.)
Tiene que superar estas proposiciones; entonces ve correctamente el mundo.

7 De lo que no se puede hablar, hay que callar.

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