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La Influencia de La Escuela Francesa en Las Nuevas Dictaduras

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La influencia de la Escuela Francesa en las nuevas dictaduras

Los métodos adquiridos por el ejército francés durante su guerra colonialista en Indochina y
en Argelia, también influenciaron en el adoctrinamiento y accionar de los ejércitos
latinoamericanos. Conocida como la “Escuela Francesa”, una misión de instructores
paramilitares de la Organización Armada Secreta (OAS) fue convocada en la década de
1960 bajo el gobierno de Arturo Frondizi y permaneció en el país hasta la última dictadura.
Más tarde también asesoró a la dictadura brasileña sobre métodos de represión. Los
oficiales argentinos con mejores promedios de la Escuela Superior de Guerra hacían cursos
de perfeccionamiento en París, y luego eran enviados a un mes de práctica en Argelia. El
“modelo francés” implicaba el uso de la tortura y de otros medios para generar terror.
Usando su terminología, la “guerra moderna” era muy distinta de la tradicional, porque el
enemigo (los revolucionarios) contaba con el apoyo de la población civil. Entonces se
imponía el terror para tratar de separar a los grupos revolucionarios de su base de sustento.
La práctica sistemática de la tortura se justificaba como necesidad de obtener información.
También les enseñaron la división del territorio nacional en zonas de operaciones, los
métodos de interrogación, el tratamiento de prisioneros de guerra y la subordinación
policial al Ejército. Cada área de responsabilidad, cada zona, cada subzona tenía grupos que
actuaban entrando a las casas, allanando, apresando en forma ilegal y de ahí pasaban a
centros de detención donde se hacían los interrogatorios. Los métodos inquisitivos fueron
complementados con lo aprendido en la Escuela de las Américas de Panamá, a la cual
muchos argentinos fueron incorporados como profesores.
En suma, en los métodos de las dictaduras de la Seguridad Nacional se integraron la
doctrina francesa, la doctrina de Seguridad Nacional y la cooperación entre los Ejércitos, en
las Conferencias anuales y en el Plan Cóndor.

La coordinación entre dictaduras. El Plan Cóndor

La formación de los militares en la Escuela de las Américas facilitó la conexión de las


acciones de las dictaduras latinoamericanas. Los ejércitos de los distintos países
coordinaron sus acciones, incluso más allá de la voluntad de los gobiernos, que en algunos
casos eran democráticos. Argentina, a pesar de que entre 1973 y 1976 su gobierno era
constitucional (tercer gobierno peronista), sus fuerzas armadas y la Triple A colaboraron
con la dictadura de Augusto Pinochet, al detener a ciudadanos chilenos que intentaban
escapar de la represión desatada tras el golpe.
En 1974 fuerzas de la DINA (Dirección de Inteligencia Nacional) chilena asesinaron en
Buenos Aires al ex comandante en jefe y general del ejército chileno. Esos procedimientos
se generalizaron a partir de 1975 con la captura de refugiados políticos chilenos, uruguayos,
bolivianos y argentinos, en cualquier territorio del Cono Sur, e incluso fueron asesinados en
otros continentes: un dirigente demócrata cristiano chileno y su esposa, en Roma (1975); un
diplomático y general boliviano, en París (1976) y el ex ministro de Relaciones Exteriores
chileno, Orlando Letelier, en Washington. En Buenos Aires, en 1976, aparecieron
acribillados ex parlamentarios uruguayos y el ex presidente de Bolivia, Juan José Torres.
La notoriedad de estos asesinatos hizo que después las fuerzas represivas prefirieran el
secuestro y la muerte clandestinos de los perseguidos.
Esta coordinación de las dictaduras latinoamericanas entre sí, que se organizaban para
efectuar una represión eficiente sobre sus enemigos ideológicos se llamó Plan Cóndor
(también Operación Cóndor u Operativo Cóndor), y se concretó en 1975. Los países que lo
integraron, de manera comprobada fueron Chile, Brasil, Paraguay, Uruguay y Argentina,
aunque también hubo desapariciones, traslados y asesinatos de ciudadanos de otros países
en Perú, Bolivia y otros gobiernos autoritarios. Las dictaduras reunían a sus agentes de
inteligencia, organizaban espionajes conjuntos, intercambiaban prisioneros, falsificaban
documentos y actuaban en los países vecinos con libertad para secuestrar y matar.

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