La Esperanza de Un Salvador PDF
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LA ESPERANZA DE UN SALVADOR
INTRODUCCIÓN
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1. ¿Cómo conoció la mujer a Jesús?
a) Ella vino a sacar agua del pozo a la hora
sexta (las doce del mediodía), nadie iba al
pozo a esa hora. La gente acudía en las
primeras horas del día o por la tarde. A ella
no le interesaba el calor ni el sofocante
clima, ya que quería evitar a la gente. El
relato bíblico declara que era una mujer
sufrida, había intentado formar un hogar
seis veces sin conseguirlo. Dadas estas
circunstancias negativas en su
experiencia, ahora ya no tenía esperanza,
ya no creía. Sin embargo, en lo más
recóndito de su corazón existía una
diminuta luz de esperanza. Anhelaba
contemplar con sus propios ojos al Mesías.
Y nunca imaginó que ese sería el día que
marcaría la diferencia en su vida.
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comunidad, la hora correcta, por la mañana o por
la tarde. Fue así como ella formalizó una relación
de noviazgo y se casó, pero al poco tiempo,
quizás uno o dos años, notó que el amor estaba
lejos de su corazón, era un matrimonio infeliz y
finalmente recurrieron al divorcio. La mujer acudió
por segunda vez al pozo, formó otro hogar y se
dio cuenta que el hombre con quien se casó no
podía darle el amor y la felicidad que ella tanto
anhelaba; por eso, vino una, y otra vez, una vez
más, hasta cinco veces. «La legislación
solamente permitía hasta tres casamientos»
(Encuentros pág. 58). Cuando fracasó en su
quinto matrimonio llegó a pensar que el amor y la
felicidad no existían, que eran irreales y perdió
cualquier esperanza de conseguirlos. Desde ese
momento su vida no tendría sentido, por eso
acudía al pozo a una hora extraña.
Muchas veces nosotros venimos al pozo a la hora
equivocada pensando que ahí está la felicidad y
el amor, pero fracasamos. La samaritana acudió
al pozo a medio día, no es un horario apropiado
para sacar agua, pero ella fue. De pronto, miró a
un caballero sentado en el brocal, ella de
inmediato notó que era judío. Él desconocido le
pidió agua. A esas alturas de su vida muchos ya
le habían pedido agua con intenciones de
enamoramiento. «Pedir agua junto al pozo es lo
que suelen hacer todos los hombres cuando
quieren hablar con una mujer». «Casi todas las
historias de amor en Sicar empiezan así: «Tengo
Sed».
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a) Ella confió que un día aparecería el Mesías,
que ella misma lo vería y cuando ese día
llegara el Mesías enseñaría solo la verdad.
Cuando Jesús le pidió agua ella trató de
evadir su petición y mencionó la enemistad
que había entre judíos y samaritanos, pero
Jesús continuó hablando con mucho tacto,
con mucha compasión y dijo: «Cualquiera
que bebiere de esta agua volverá a tener sed;
pero el que beba del agua que yo le daré, no
tendrá sed jamás» (S. Juan 4: 13, 14). En
otras palabras, Jesús le dijo, tú has venido a
este pozo muchas veces a buscar amor y
felicidad y has probado con muchos hombres
para terminar siempre desilusionada, pero el
agua que yo te ofrezco es el genuino amor y
la verdadera felicidad, cualquiera que me
acepte a mí, no tiene necesidad de volver al
pozo, porque el amor y la felicidad que yo doy
son incomparables.
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cualquier contacto con ellos. Jesús, un día
dijo que para Dios todos los seres
humanos son iguales.
Jesús ama a la gente de cualquier raza,
nacionalidad y cultura; pero también desea
que todos le entreguen su corazón, sus
vidas completas.
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Aunque su vida no estaba totalmente
organizada, ella sabía que el Mesías la
transformaría y organizaría su vivir.
La mujer dejó su cántaro. Es decir, se
apartó, inmediatamente, de las cosas
comunes de la vida, estuvo dispuesta a
dejar sus caminos tergiversados y oscuros,
comenzó a cambiar desde aquel momento
cuando aceptó el agua viva que es Cristo
el Señor.
Cuando Jesús entra en el corazón
transmite energía, elimina la tristeza, la
desconfianza, la intranquilidad y la
desesperación. Produce seguridad y
confianza porque la vida recobra sentido y
pleno deseo de vivirla. Ahora anhelamos
gritar a todo el mundo que Jesús perdona
y transforma para salvación.
Cuando Jesús entra en el corazón ya no
hay temor del pasado, ni del presente,
menos aún del futuro, porque en Jesús hay
felicidad, gozo, alegría y salvación.
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CONCLUSION
A. Hoy hemos visto cómo una mujer
despreciada y un pueblo aborrecido y
humillado, aún conservaban la ilusión de ver
un día al Mesías. Ellos lo vieron con sus ojos
y lo recibieron en sus corazones. Fue así
como sus vidas fueron transformadas.
B. Jesús quiere hacer los mismo contigo.
Quiere transformar nuestro carácter,
nuestra forma de tratar a los demás, nuestro
ser entero. Él quiere que lo aceptes como tu
salvador personal.
C. Su promesa es que muy pronto volverá y
tendrás el privilegio de ver al Mesías que
viene para reinar y brindar eterna paz a sus
seguidores.
D. A Jesús no le importa de qué pueblo o
ciudad procedes, lo único que le importa es
si estás dispuesto a entregarle tu corazón
para servirlo.
E. Hemos aprendido que cuando recibimos a
Jesús nos transforma totalmente como a la
mujer samaritana. En ella hubo un cambio
total y definido. Dios quiere hacer ese
cambio en tu vida. Hoy te ofrece el
verdadero amor y la verdadera felicidad,
solo Jesús puede hacer felices a hombres y
mujeres (Hogar cristiano pág. 24). Si lo
aceptas, comenzarás a gozar
verdaderamente la vida.
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