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Hipótesis

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Hipótesis

Suposición hecha a partir de unos datos que sirve de base para iniciar una
investigación o una argumentación. Una hipótesis es una descripción de un
patrón en la naturaleza o una explicación sobre algún fenómeno del mundo
real que puede demostrarse por medio de la observación y la
experimentación
Es una «suposición de algo posible o imposible para sacar de ello una o más
consecuencias».1 Es una idea que puede no ser verdadera, basada en
información previa. Su valor reside en la capacidad para establecer más
relaciones entre los hechos y explicar por qué se producen. Normalmente se
plantean primero las razones claras por las que uno cree que algo es posible.
Y finalmente ponemos: en conclusión. Este método se usa en el método
científico, para luego comprobar las hipótesis a través de los experimentos.

A. Como formular una hipótesis

1. Elige un tema. Elige un tema que te interese y en el que creas que sería
bueno profundizar.
 Si vas a escribir una hipótesis para una tarea escolar, es posible que
te proporcionen el tema de la hipótesis

2. Infórmate sobre las investigaciones existentes. Recopila toda la


información que puedas sobre el tema que elegiste. Tienes que
convertirte en un experto en el tema y comprender muy bien lo que ya se
sabe sobre este.
 Enfócate en la redacción académica. Deberás asegurarte de que la
información sea imparcial, precisa y completa.
 Puedes encontrar información en los libros de texto, en una
biblioteca y en línea. Si estás en la escuela, también podrías buscar
ayuda de los maestros, bibliotecarios y compañeros de clase.

3. Analiza la información. Dedica un tiempo a leer los materiales que hayas


recopilado. Mientras lo hagas, busca y toma nota de las preguntas sin
respuesta en la información, pues podrá proporcionarte ideas excelentes
para las áreas que deberás investigar.
 Por ejemplo, si te interesan los efectos de la cafeína en el cuerpo
humano pero te das cuenta de que nadie parece haber explorado si
afecta a los hombres de una manera distinta de las mujeres, podría
ser un aspecto sobre el cual formular una hipótesis. Asimismo, si te
interesa la agricultura orgánica, podrías notar que nadie ha probado
si los fertilizantes orgánicos dan lugar a índices de crecimiento
distintos en comparación con los inorgánicos.
 En ocasiones, puedes encontrar espacios en la información existente
al buscar frases como “se desconoce” o lugares donde dicha
información esté claramente omitida. También podrías buscar una
frase que parezca exagerada, improbable o demasiado buena para
ser cierta, como el hecho de que la cafeína mejora las habilidades
matemáticas. Si la afirmación es comprobable, podrías brindar un
excelente apoyo al conocimiento científico por medio de tu propia
investigación. Si confirmas que la información es verídica, esta será
aún más creíble. Si no encuentras nada que la respalde, podrás
ayudar en la corrección necesaria de ese aspecto científico.
 El análisis de estos tipos de preguntas te proporcionará un excelente
método para distinguirte al rellenar espacios importantes en un
campo de estudio.

4. Genera preguntas. Después de analizar la información sobre el tema,


realiza una o más preguntas sin respuesta que te interesaría explorar a
mayor profundidad. A continuación, estas son las respuestas de
investigación:
 Con base en los ejemplos anteriores, puedes preguntar lo siguiente:
“¿De qué manera afecta la cafeína a las mujeres en comparación con
los hombres?” o “¿De qué forma los fertilizantes orgánicos afectan el
crecimiento de las plantas en comparación con los fertilizantes
inorgánicos?”. El resto de tu investigación estará orientado hacia la
resolución de estas preguntas.
5. Busca pistas concernientes a lo que podría ser la respuesta. Una vez que
hayas generado la(s) pregunta(s) de investigación, verifica si los hallazgos
o teorías existentes relacionados con el tema proporcionan pistas que te
permitan elaborar ideas acerca de las posibles respuestas a dichas
preguntas. En ese caso, estas pistas pueden conformar la base de tu
hipótesis.
 Con base en los ejemplos anteriores, si descubres que existe un
patrón donde se indique que algunos otros tipos de estimulantes
parecen afectar a las mujeres en una proporción mayor a los
hombres, esta podría ser una pista que indique que la cafeína puede
tener los mismos efectos. Del mismo modo, si observas que los
fertilizantes orgánicos parecen tener una relación con plantas de
menor tamaño, podrías explicar este patrón con la hipótesis de que
las plantas expuestas a un fertilizante orgánico crecen de forma más
lenta que aquellas expuestas a un fertilizante inorgánico.

B. Formular una hipótesis

1. Determina las variables. Una hipótesis de generalización describe un


patrón que creas que puede existir entre dos variables: una
independiente y otra dependiente. Si tus experimentos confirman el
patrón, podrías sugerir una razón por la que dicho patrón existe o
incluso un mecanismo que lo genera. La razón o el mecanismo que
sugieras se conoce como hipótesis explicativa.
 Puedes considerar a la variable independiente como aquella que
produce un cierto tipo de diferencia o efecto. En los ejemplos, la
variable independiente sería el género (si una persona es de sexo
masculino o femenino) y el tipo de fertilizante (si es orgánico o
inorgánico).
 La variable dependiente es aquello que se ve afectado (es decir, lo que
depende) por la variable independiente. En los ejemplos anteriores, la
variable dependiente sería el impacto medido de la cafeína o el
fertilizante.
 La hipótesis solo debe sugerir una relación. Más importante aún, solo
debe tener una variable independiente. Si tienes más de una, no podrás
determinar cuál es realmente la fuente de los efectos que puedas
observar.

2. Genera una hipótesis simple. Una vez que hayas dedicado un tiempo a
pensar en la pregunta de investigación y las variables, escribe tu idea
inicial acerca de la manera en que dichas variables podrían estar
relacionadas utilizando una simple frase declarativa.
 En este punto, no te preocupes demasiado por ser preciso o detallado.

 En los ejemplos anteriores, una hipótesis podría conformar una frase


acerca de si el género de una persona puede resultar relevante en la
manera en que se ve afectada por la cafeína. Por ejemplo, en este
punto, la hipótesis podría ser simplemente la siguiente: “El género de
una persona se relaciona con la manera en que la cafeína afecta su
ritmo cardiaco”. La otra hipótesis conformaría una declaración general
sobre el crecimiento de las plantas y el fertilizante. Por ejemplo, la
hipótesis explicativa simple podría ser la siguiente: “Las plantas que
recibieron diferentes tipos de fertilizante tienen tamaños distintos
porque crecen a ritmos variados”.
3. Decide la dirección de la hipótesis. Las hipótesis pueden ser
direccionales o no direccionales. Una hipótesis no direccional
simplemente afirma que una variable afecta a otra de alguna manera,
pero no dice específicamente cómo. Por su parte, direccional
proporciona más información sobre la naturaleza (o “dirección”) de la
relación, indicando específicamente la manera en que una variable
afecta a otra.
 Con base en nuestros ejemplos, las hipótesis no direccionales serían:
“Existe una relación entre el género de una persona y la cantidad de
cafeína que aumenta su ritmo cardiaco” y “Existe una relación entre el
tipo de fertilizante y la velocidad a la que crecen las plantas”.
 Las predicciones direccionales basadas en las hipótesis anteriores
serían: “Las mujeres experimentarán un mayor incremento en el ritmo
cardiaco después de consumir cafeína en comparación con los
hombres” y “Las plantas fertilizadas con un fertilizante inorgánico
crecerán con mayor rapidez que aquellas fertilizadas con uno
orgánico”. De hecho, estas predicciones y las hipótesis que las
permiten son tipos de declaraciones muy distintas. Podrás encontrar
más información sobre esta distinción en líneas más adelante.
 Si la literatura te brinda alguna base para hacer una predicción
direccional, es mejor hacerlo, pues proporciona más información.
Especialmente en las ciencias físicas, las predicciones no direccionales
suelen parecer inadecuadas.
4. Sé específico. Una vez que tengas una idea inicial plasmada en papel,
es momento para comenzar a perfeccionarla. Haz que tus hipótesis
sean lo más específicas posible, de modo que quede completamente
claro qué ideas probarás. Haz que tus predicciones sean específicas y
medibles de modo que proporcionen evidencia de una relación entre
las variables.
 Si es necesario, especifica la población (es decir, las personas o cosas)
sobre la que esperas obtener un conocimiento nuevo. Por ejemplo, si
solo estuvieras interesado en los efectos de la cafeína sobre las
personas de edad avanzada, tu predicción podría ser la siguiente: “Las
mujeres mayores de 65 años tendrán un mayor incremento del ritmo
cardiaco que los hombres de la misma edad”. Si te interesara
únicamente la forma en que el fertilizante afecta a las plantas de
tomate, tu predicción podría ser la siguiente: “Las plantas de tomate
tratadas con fertilizante inorgánico crecerán con mayor rapidez
durante los primeros 3 meses que aquellas tratadas con un fertilizante
orgánico”.
5. Asegúrate de que tu hipótesis sea comprobable. La hipótesis debe
sugerir una relación entre dos variables o una razón por la que dos
variables se relacionan con la finalidad de que puedan observarse de
manera factible y medible en el mundo real y observable.
 Por ejemplo, no debes hacer una hipótesis como “El rojo es el color
más bonito”. Esta declaración es una opinión y no puede comprobarse
en un experimento. No obstante, proponer la hipótesis de
generalización donde se indique que el rojo es el color más popular es
algo que se puede comprobar por medio de una encuesta aleatoria
simple. Si confirmas efectivamente que el rojo es el color más popular,
tu próximo paso puede ser preguntarte lo siguiente: ¿Por qué el rojo es
el color más popular? La respuesta que propongas será la hipótesis
explicativa.
 Por lo general, las hipótesis se expresan en forma de oraciones
condicionales. Por ejemplo: “Si los niños consumen cafeína, su ritmo
cardiaco aumentará”. Esta declaración no es una hipótesis. Este tipo
de declaración es una descripción breve de un método experimental
seguido de una predicción, y es la manera más común en la que se
representa erróneamente las hipótesis en la educación científica. Una
forma sencilla de llegar a la hipótesis para este método y predicción es
preguntarte por qué crees que los ritmos cardiacos aumentarán si los
niños consumen cafeína. En este caso, la hipótesis explicativa puede
ser el hecho de que la cafeína es un estimulante. En este punto,
algunos científicos escriben lo que se conoce como hipótesis de
investigación, una declaración que incluye la hipótesis, el experimento
y la predicción en una sola frase: Si la cafeína es un estimulante y
algunos niños toman una bebida que la contiene mientras que otros,
una que no la contiene, el ritmo cardiaco de los primeros aumentará
más que el de los que no lo hicieron.
 Quizás suene extraño, pero los investigadores rara vez demuestran que
una hipótesis es correcta o incorrecta. En lugar de eso, buscan
evidencias para indicar que lo opuesto a sus hipótesis no sea cierto. Si
existe la probabilidad de que lo opuesto (la cafeína no es un
estimulante) no sea cierto, la hipótesis (la cafeína es un estimulante)
probablemente sea cierta.
 Utilizando el ejemplo anterior, si tuvieras que probar los efectos de la
cafeína en el ritmo cardiaco de los niños, podría surgir evidencia que
indique la falsedad de tu hipótesis (conocida en ocasiones como
hipótesis nula) en si los ritmos cardiacos de aquellos que consumieron
esta sustancia y aquellos que no lo hicieron (conocidos como “grupo
de control”) no cambien o lo hagan con la misma magnitud, o si no se
produjera ninguna diferencia entre ambos grupos. Por otro lado, si
quisieras probar los efectos de los diferentes tipos de fertilizantes, la
evidencia que indique la falsedad de tu hipótesis sería que las plantas
crecieron al mismo ritmo, independientemente del fertilizante
utilizado, o si aquellas tratadas con un fertilizante orgánico lo hicieron
con mayor rapidez. Es importante tener en cuenta que la hipótesis nula
en realidad aumenta su utilidad cuando los investigadores demuestran
la relevancia de sus resultados por medio de datos estadísticos.
Cuando se emplean datos estadísticos en los resultados de un
experimento, significa que se busca demostrar la idea de una hipótesis
estadística nula. Por ejemplo, se demuestra que no existe relación
entre dos variables que no hay diferencia entre ambos grupos.
6. Prueba tu hipótesis. Haz tus observaciones o lleva a cabo tu
experimento. Tu evidencia puede permitirte rechazar tus hipótesis
nulas, lo que sustenta tu hipótesis experimental. No obstante, la
evidencia podría no permitirte rechazar tu hipótesis nula, lo que está
bien. Cualquier resultado es importante, incluso cuando te envíe de
vuelta al principio. ¡Tener que volver continuamente al principio y
perfeccionar tus ideas es la forma en que la ciencia auténtica funciona
en realidad![6]

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