Escudo Financiero
Escudo Financiero
Escudo Financiero
Los escudos fiscales (EF) son todos aquellos gastos que, registrados en el estado de
resultados de la empresa, determinan, al reducir el monto imponible, un menor pago del
impuesto a la renta. Bajo esa definición, entonces, TODOS (así subrayado y en negrita) los
gastos anuales en los que incurre la firma (materia prima, salarios, alquileres, etc.) se
convierten en EF.
Si bien esto es correcto en Finanzas y, sobre todo, a la hora de que se evalúan proyectos, los
EF que nos interesan son los que se derivan de tres rubros del gasto, a saber: la
depreciación, los gastos financieros y los derivados de las ventas de los activos fijos al
inicio o al final del momento de la inversión. La respuesta del porqué es simple y fácil de
entender: todo lo que reduzca la salida de efectivo del proyecto -y el pago del impuesto a la
renta es una de ellas- redundará en una mayor disponibilidad de caja, lo que a la vez se
traducirá en una mayor generación de valor para el accionista.
Los EF que provienen de la depreciación (EFD) y de los gastos financieros (EFI), son
fáciles de entender. Los resumo en los cuadros siguientes, en los cuales se asume una tasa
de impuesto a la renta de 30%:
Queda claro que la inclusión de ambos rubros de gasto ha reducido el monto imponible y el
pago del impuesto a la renta. Alguien podría observar que también la utilidad ha
disminuido, pero, como sabemos, lo que manda es la caja y no la utilidad a la hora de
generar valor (si no está de acuerdo conmigo, le pido que revise la entrega "Caja o
utilidad... ¿Qué prefieren ustedes?" de fecha 23.11.2009; por lo que, al final del día, el
pagar menos tributos, hace que el proyecto tenga más caja y, por ende, genere más valor
para sus accionistas.
Hay un efecto que hay que resaltar y es que el EFI reduce la tasa de interés que
efectivamente paga la empresa o el proyecto cuando toma deudas. Si no le queda claro el
porqué, le pido que revise las entregas Y usted le da crédito al crédito (Parte 2) y El flujo de
caja del accionista de fechas 07.12.2009 y 28.07.2010 respectivamente. Asimismo, la
depreciación no representa una salida de efectivo. Es más bien una provisión contable que
se registra en el estado de resultados para tener en cuenta el desgaste por el uso de los
activos fijos en el proceso productivo. Un aparte, muchas personas, consideran a la
depreciación como un generador de efectivo. Esto no es verdad: la depreciación per se no
-repito: no- genera efectivo. Es más bien su efecto al reducir el monto imponible lo que le
entrega efectivo al proyecto.
Uno. Los escudos fiscales sólo operan cuando hay utilidades (Tatúeselo en la frente, por
favor, para que nunca se le olvide). Obviamente, si la empresa no tiene utilidades, no tiene
que pagar impuesto a la renta y, por lo tanto, pierde totalmente importancia el hecho de que
se registren rubros de gasto que reduzcan el monto imponible, simplemente porque este no
existe.
Dos. La manera más sencilla de calcular el menor pago de impuesto derivado de los EF es
fácil de entender. Por ejemplo, en el caso de la depreciación, la menor salida de caja fue de
S/.6.00 y, en el caso de los gastos financieros, el monto ahorrado fue de S/.4.50. Para
obtenerlos, siga estos dos pasos:
Paso 1. Verifique que ese año existan utilidades en el proyecto o empresa. Si la respuesta es
sí, entonces pase al paso 2.
Paso 2. Multiplique la tasa de impuesto a la renta, en nuestro caso 30%, por la depreciación
del período en caso que esté buscando el EFD o por los gastos financieros cuando busque el
EFI. El monto así obtenido será el ahorro producido en el impuesto a la renta.
En la siguiente entrega, abordaré los EF que se originan en la venta de los activos fijos o
cuando se presentan costos de oportunidad por el uso de maquinaria y equipo ya adquirido
por la empresa y que será utilizado en el proyecto cuando pudo haberse vendido.