Cervidos y Camelidos2019 PDF
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Lima - Perú
Unidad 1
BIOLOGIA DE LOS CÉRVIDOS
Todos los integrantes de la familia Cervidae son ungulados herbívoros, pero pueden alimentarse de
vegetación de alto crecimiento o de alimentación intermedia.
La masa corporal tiende a ser generalmente mayor en los machos que en las hembras. La estructura
social puede ser solitaria o en rebaño.
Aunque este grupo de ungulados está muy extendido desde la tundra ártica hasta los bosques
tropicales, los ciervos son la familia más exitosa.
Todos los integrantes de la familia Cervidae son ungulados herbívoros, pero pueden alimentarse de
vegetación de alto crecimiento o de alimentación intermedia.
La masa corporal tiende a ser generalmente mayor en los machos que en las hembras. La estructura
social puede ser solitaria o en rebaño.
Aunque este grupo de ungulados está muy extendido desde la tundra ártica hasta los bosques
tropicales, los ciervos son la familia más exitosa.
Un detalle que complica también su identificación es que muchas de las diferentes especies
de cérvidos son muy parecidas entre sí, aún cuando se trata de especies muy diferentes o con
distribuciones totalmente alejadas una de las otras.
El tamaño y complejidad de las astas aumenta con la distancia del ecuador, así como aumenta
la exigencia de necesidades nutricionales y condiciones medioambientales. Las hembras de
la familia Cervidae seleccionan a los machos que pueden prosperar mejor en las condiciones
de su entorno, y este puede ser el factor más importante para la evolución de las grandes
astas. Las astas crecen anualmente bajo control hormonal, surgen del hueso frontal y a través
de la piel; hasta que están completamente desarrollados se cubren por una piel muy
vascularizada conocida como “velvet” o “terciopelo”.
Cada año, el tamaño y complejidad de las astas aumentan en algunas especies, hasta su plena
madurez. El crecimiento de las astas tiene una estacionalidad menos definida en zonas
tropicales y subtropicales (Masters Nicholas J, 2015).
Los ciervos cuentan con una serie de glándulas odoríferas especializadas, ubicadas comúnmente en la región preorbital, pero
también pueden existir en las extremidades. Carecen de vesícula biliar, en la hembra hay dos pares de glándulas mamarias
inguinales. El esqueleto se ha desarrollado para permitir facilidad para correr y saltar, reduciendo la ulna y el cúbito, con pérdida
del primer dígito, reducción de los dígitos II y V, además de la fusión del tercer y cuarto metatarsianos para formar los huesos del
cañón. La ubicación proximal o plesiometacarpales de los huesos vestigiales de los metacarpianos II y V, es la base para identificar
a las especies de la subfamilia Cervinae, contra la subfamilia Capreolinae donde se localizan distales o telemetacarpales (Masters
Nicholas J, 2015).
Clasificación taxonómica
La clasificación de la familia Cervidae varía en número de especies y géneros que lo conforman de acuerdo con los autores, para
este escrito nos enfocaremos en la clasificación de Wilson y Mittermeier (Wilson DE, 2010), donde se describen 53 especies y 18
géneros. Para efectos de análisis de especies comunes mantenidas en cautiverio en el país, se describen las más comunes .
Ambiente
Para esto es necesario llevar un buen manejo, donde tengan acceso a agua limpia y a una
dieta capaz de mantener un estado de salud adecuado; y un ambiente donde estén protegidos,
cómodos y puedan descansar. Además de poder expresar su comportamiento natural, donde
tengan espacio suficiente, infraestructura adecuada y compañía de animales de su misma
especie para interactuar. Así como asegurar las condiciones que eviten el sufrimiento
psicológico, miedo y angustia, que provoquen estrés innecesario (SEMARNAT, 2014).
Siendo rumiantes presentan las mismas características internas a las de un bovino u ovino,
como son cuatro compartimientos estomacales (rumen, retículo, omaso y abomaso),
apoyando su digestión mediante la regurgitación y la remasticación repetida del alimento.
Como las otras especies de rumiantes, en su dentición carecen de incisivos superiores y los
molares presentan cuatro cúspides en forma de media luna conocidos como “selenodontes”.
En algunas especies de cérvidos se puede observar la presencia de los caninos superiores
muy desarrollados, como por ejemplo en los machos de los géneros Hydropotes e Moschus
(Figura 1)
De manera general, solo los cérvidos machos presentan sus astas desarrolladas, esto sirve
para su diferenciación sexual y se ve muy claramente en los machos adultos durante la época
de apareamiento donde estas alcanzan su mayor magnitud. La excepción a esta condición la
presentan los renos (Rangifer tarandus) donde tanto los machos como las hembras presentan
los cuernos bien desarrollados (Figura 2).
La mayoría de las especies de cérvidos tienen partos con una sola cría de rápido crecimiento
y adaptación a su hábitat; en casos excepcionales pueden presentar partos gemelares siendo
que estos partos son considerados normales en los venados de cola blanca (Odocoileus
virginianus).
Los cérvidos presentan una gran variedad de glándulas odoríferas, cuya secreción les sirve
como medio de comunicación con individuos de su misma especie, a fin de marcar
territorialidad y rasgos de parentesco entre ellos. Las principales glándulas odoríferas en la
mayoría de los cérvidos incluyen a las preorbitales, las nasales, las tarsales, las metatarsales
y las interdigitales.
Otra característica primordial en los cérvidos es que presentan sus sentidos muy bien
desarrollados debido a su condición de presa; en este sentido tanto su visón, como el olfato
y la audición presentan una agudeza y sensibilidad muy alta.
Debido a la pérdida de los hábitats muchas especies de cérvidos, estas especies se han
manejado en condiciones de cautiverio a fin de poder conservarlas y reproducirlas. En este
sentido muchos programas de mantenimiento, reproducción e investigación sobre las
especies más amenazadas de cérvidos a nivel mundial han crecido y esto ha demostrado que
cuando se hacen las cosas de una manera muy profesional se pueden lograr grandes objetivos
para la conservación de estas especies.
Los cérvidos en cautiverio son manejados bajo diferentes sistemas y objetivos de manejo. En
este sentido mucho tiene a ver la especie, el número de individuos, el tipo de instalaciones y
la forma de manejo que se requiere para lograr el objetivo de reproducción o de conservación.
Conociendo los diferentes objetivos y las especies de cérvidos, podemos considerar los
siguientes tipos de manejo e cautiverio:
• Zoológicos
En estas instituciones se prima tanto la necesidad de reproducción como la de
investigación, sumado obviamente a una buena y adecuada exhibición asociada a
programas educativos y de capacitación para profesionales.
En este sentido se prioriza el mantenimiento de especies en estado crítico de
conservación o especies muy raras, con el fin de conocer todo lo posible para su
correcto mantenimiento, reproducción y manejo zoosanitario, aplicando después
estos conocimientos al trabajo con las especies en sus propios hábitats en vida libre.
• Criaderos particulares.
Son centros pequeños o medianos donde se mantienen especies de venados más
comunes o de fácil manejo con el objetivo de exhibición y educación a pequeña
escala. Este tipo de criaderos puede servir a manera de centros de rescate y de custodia
temporal de individuos provenientes del tráfico ilegal de fauna silvestre. No tiene
fines de lucro y por ende no requiere de instalaciones muy sofisticadas para el
mantenimiento de los animales.
• Instituciones de investigación.
Son pocas las instituciones que se dedican íntegramente a la investigación de cérvidos
a nivel mundial. En este tipo de esquema de conservación principalmente
encontramos los ambientes de pequeño a mediano porte, manteniendo los estándares
mínimos de cautividad y se invierte mucho esfuerzo y dinero para la obtención de
información científica de las especies que estas albergan.
Cercos
Las áreas de solario o áreas verdes debes estar cercadas por malla de alambre metálico o de
cercos de madera con alturas de 1.80 a 2.20 metros. El recinto abierto debe carecer de
esquinas rectas y de preferencia deben tener las esquinas redondeadas a fin de disminuir la
posibilidad que los animales se golpeen contra la cerca en caso de intento de huida. Es común
también emplear otro tipo de cercos más naturales como bambús secos o cercos vivos
arbustivos.
Sustrato y vegetación
Se debe considerar además que los ambientes deben contar con un sustrato adecuado para el
drenaje de la orina, limpieza de las heces y para el desgaste adecuado de los cascos. La
vegetación que se considere para el ambiente debe ser adecuada desde el punto de vista de
ambientación y de seguridad para los individuos que se vayan a mantener en el recinto. El
uso de gramíneas asociadas a cuerpos de arena o tierra y a vegetación arbustiva y pequeños
árboles para sombra son las combinaciones ideales para la gran a mayoría de especies de
cérvidos.
De manera general los cérvidos son animales muy complicados cuando hablamos del manejo,
debido entre otras cosas a que son animales peligrosos (por sus mecanismos de defensa) y al
mismo tiempo son animales muy delicados ya que presentan una respuesta exacerbada al
estrés. Considerando esto, todo recinto debe contar con un área específicamente diseñada y
planeada para el manejo y contención de los animales en caso de emergencia o por la
necesidad de realizar un trabajo programado.
Las áreas de manejo son muchas veces contempladas como las áreas de descanso o
dormideros de los animales; estas son variables en tamaño de acuerdo a la especie con la que
se va a trabajar: en promedio para especies pequeñas se manejan áreas de 2x3 metros y para
especies más grandes se consideran espacios de 3x4 metros.
Estas áreas comúnmente cuentan con comederos y bebederos pequeños que permitan la
alimentación de los animales que se requieran mantener separados del resto del grupo por
consideraciones de manejo (hembras gestantes, machos agresivos, crías en destete, etc), o
por consideraciones médicas asociadas a los periodos de recuperación o para la evaluación
continua de un determinado individuo (consumo de alimentos, defecación, micción, etc.), o
bien para la realización de tratamientos médicos por varios días.
Toda instalación construida dentro del área de manejo debe permitir la realización de capturas
o manejos de los animales sin que estos se lastimen, normalmente se consideran áreas
totalmente cubiertas para disminuir el estrés del manejo y evitar que el animal se lesione
durante el procedimiento de captura. Los pisos pueden ser de cemento, tierra compacta, o
piso de jebe que permita una adecuada limpieza de los mismos. Debe además contar con una
buena iluminación si así se requiere (tragaluces o ventanas) y permitir una adecuada
ventilación del ambiente (colocación de las ventanas respetando la circulación de los vientos
en la zona).
Todo animal recién ingresado a la colección debe ser liberado en primer lugar dentro de esta
área de manejo a fin de que se acostumbre al ambiente y reconozca esa área como propia y
como su lugar de refugio en caso de que así lo requiera.
La nutrición de los cérvidos es uno de los desafíos más grandes cuando se decide mantener
estos animales en cautiverio, ya que debido a su amplia distribución los venados presentan
dietas tan variables como complejas las cuales tienen obviamente mucho que ver con su
adaptación a los diferentes ecosistemas que estos ocupan.
A pesar de que en muchos países aún no se establecen las dietas comerciales para especies
de zoológico, aquellos que cuentan con estas como es el caso de México y Chile, deben
considerar alimentar a los cérvidos con dietas para herbívoros exóticos bajas en almidón.
La captura y el manejo de las diferentes especies de cérvidos, como ocurre con las demás
especies de animales silvestres, son fundamentales para una serie de actividades de rutina
dentro de una institución zoológica o para la realización de traslados o investigaciones en el
caso de individuos de vida libre.
Los cérvidos son animales muy sensibles a los efectos del estrés, entre ellos alteraciones
cardiopulmonares, musculares y del sistema urogenital que les llegan a provocar la muerte
en situaciones muy graves; además no es nada raro que sufran traumatismos durante el
proceso de captura.
Existen varios factores que se deben considerar para definir una técnica adecuada de captura
en para los cérvidos:
Es indispensable o por lo menos muy importante que el equipo de captura esté estrechamente
familiarizado con el equipamiento y el método de captura que se va a emplear, además
obviamente de tener experiencia en el manejo de la especie que se desea capturar o al menos
con alguna especie muy parecida o próxima a la que se desea manejar.
BRETES DE MANEJO
Son estructuras mecánicas construidas de metal o de madera rígida con el fin de contener de
manera segura a los cérvidos, estos bretes son construidos a partir de adaptaciones de
equipamientos construidos para el manejo de rumiantes domésticos. En este sistema el animal
es contenido y suspendido por las paredes móviles del equipo que tienen una disposición de
embudo donde los miembros quedan colgando en el aire cuando estas se cierran.
En USA y Europa se construyen a medida exacta en relación a las especies que se desean
trabajar, y a diferencia de lo que muchos pensarían estos sistemas son considerados poco
estresantes para el manejo de cérvidos cuando se trata de procedimientos de pocos minutos;
sin embargo una gran limitante es sin duda alguna el alto costo de instalación.
CORREDORES DE MANEJO
Son estructuras sumamente simples que consisten en paredes sólidas o flexibles que sirvan
de barrera visual evitando que los animales se golpeen contra ellas. Estas son usadas para el
traslado de animales entre recintos, para guiar al animal hacia dentro de una caja de transporte
sin necesidad de anestesia ni contención manual, y también pueden ser empleados como
barreras para reducir el espacio facilitando la aplicación de dardos anestésicos evitando
riesgos innecesarios.
En diseños de recinto para cérvidos muchas veces es útil la inclusión de los corredores de
manejo como parte de su estructura fija a fin de acostumbrar a los animales al uso de estos
sistemas de manejo, aumentando su efectividad y reduciendo el estrés de los ejemplares
cuando sea necesario su empleo.
REDES Y MALLAS
Son equipos de captura que sirven como una extensión de las manos o como mallas pre-
instaladas estratégicamente en el recinto y que facilitan la captura de los animales reduciendo
el tiempo de captura y por ende su estrés. Esta técnica implica riesgos tanto para los animales
como para el equipo ya que conlleva a una contención manual, y normalmente se asocia a la
aplicación de anestésicos o la colocación de los animales en una caja de transporte.
CONTENCIÓN MANUAL
Técnica de alta complejidad pero cuando es bien realizada es de alta eficiencia. Solo debe ser
realizada por personal experimentado a fin de evitar daños propios así como en los individuos
que contenemos. La técnica consiste en sujetar firmemente los miembros torácicos y
pélvicos abrazando el cuerpo del animal. Los miembros torácicos se pegan al tórax y los
pélvicos deben mantenerse estirados a fin de evitar movimientos bruscos que podrían
lastimar al operador. Una vez contenido el animal se debe colocar una cubierta o venda en
los ojos para tranquilizar al animal y evitar estrés excesivo.
La contención física de cérvidos en vida libre es sin duda uno de los desafíos más grandes
cuando se trata de retos para el profesional que trabaja con fauna silvestre. Sin duda alguna,
el abordaje primario así como las conductas que se tomen durante la captura y un adecuado
acompañamiento post-captura, son indispensables para la realización de estos manejos con
la mayor posibilidad de éxito considerando el bienestar animal, así como la seguridad del
equipo y obviamente la obtención de los resultados esperados.
Sin duda alguna las técnicas de captura física más empleadas para el manejo de cérvidos de
vida libre son las redes y las trampas, y más recientemente también la captura manual con
ayuda de vehículos ha sido probada en diferentes proyectos de translocación de especies de
cérvidos.
REDES
Son por mucho las técnicas más efectivas para el manejo y la contención física de cérvidos
de vida libre. Existen varios tipos de técnicas asociadas al uso de redes y cada una presenta
enormes virtudes, pero al mismo tiempo presentan algunas limitaciones y complicaciones.
Se emplean comúnmente redes de nylon o de polietileno debido a que lastiman muy poco a
los animales cuando estos son capturados con ellas. Normalmente se colocan respetando o
acoplándolas a las características topográficas y a la vegetación del ambiente donde se van a
armarse; pueden colocarse en forma lineal o de “I”, o en formas de curvas siendo las formas
más comúnmente usadas las de “J”, “L” o “V”.
Normalmente se construyen considerando una altura de 2.5 a 3 metros y con una extensión
que varía de 30 hasta 50 metros. Estas redes se fijan con estacas de metal o de bambú o de
madera. Normalmente se preparan un día antes (al menos) de la captura en sí, debido a que
esto disminuye el efecto de perturbación que genera su presencia en el ambiente.
En su construcción se debe considerar que la cocada de la red no sea demasiado abierta para
que permita que los animales huyan a través de ella y que se fijen con estacas respetando un
ángulo de 60° hacia la dirección del animal. También que el exceso de malla forme un saco
en la parte inferior puesto que así se evita que el animal huya por la parte baja. Además, las
mallas no pueden ser de colores demasiado claras o brillantes a fin de aumentar el mimetismo
de la red con el ambiente donde se coloquen.
La gran ventaja de este método es sin duda la seguridad que ofrece tanto para el equipo de
captura como para el animal (baja tasa de mortalidad inicial). Por otro lado, su gran
desventaja es que requiere de mucha gente para ejecutar la captura y su preparación es muy
compleja.
Es un sistema de lanzador portátil con forma de rifle con cuatro cañones que son los
responsables de proyectar la red que está contenida en un recipiente que se acopla a los
mismos. Las redes son de tamaño variable yendo de 12 a 20 m2 y su resistencia a la tensión
varía de 150 a 300 Kg; estas dimensiones van a variar de acuerdo a la especie y al sexo del
animal que va a ser capturado.
Este sistema se emplea normalmente para la captura de los cérvidos en áreas abiertas sin
obstáculos altos que permitan el disparo de la red desde un helicóptero, aunque también
pueden ser disparadas a nivel de suelo en el caso de especies más pequeñas o animales más
tranquilos.
La ventaja de este sistema es que no requiere de mucho personal de apoyo y tal vez su única
desventaja es que su uso se limita a lugares claros sin ninguna vegetación alta que
imposibilite su uso efectivo.
Técnica de captura que se aplica para el armado de una red en un área abierta con la ayuda
de un vehículo que transporta la red hasta este punto. Normalmente se emplean redes de
polipropileno de cocada de 20 cm, altura de 1.8 m y con una extensión aproximada de 100
metros.
Esta técnica requiere del avistamiento del cérvido desde el vehículo, procediendo a rodearlo
lentamente disminuyendo el radio hasta alcanzar su punto de fuga, la red es colocada con la
ayuda del vehículo para evitar que el animal advierta su armado; esta se coloca utilizando
varillas de fierro de 1/8 de pulgada en forma de semicírculo con el fin de cortar el paso y la
huida del animal. Una vez instalada la red el equipo de captura rodea al animal por el lado
abierto induciendo a que éste choque contra la red quedando así contenido e inmovilizado
para facilitar su captura manual.
La ventaja de su uso se relaciona con su practicidad y bajo costo de aplicación, además de
tener baja tasa de accidentes y mortalidad de animales. Una única desventaja sería que se
aplica únicamente a áreas abiertas donde se pueda entrar con el vehículo.
Es un sistema de redes activadas con explosivos para que corran a través de unas guías que
son impulsadas sobre los animales a manera de captura, utilizando cebos para atraer a los
individuos a la ubicación de la red (Figura 4).
La activación de los explosivos la realiza un operador que está a una distancia razonable de
la red a fin de no advertir al animal de su presencia. Existen algunas técnicas que asocian el
uso de videocámaras camufladas en el punto de colocación de las redes para aumentar la
eficiencia de la captura mejorando la visualización de los animales a capturar y permitiendo
que el operador se mantenga a una distancia mayor del punto de captura (Figura 5).
Son las clásicas redes que se extienden de manera lineal en el suelo para luego ser levantadas
rápidamente por cuerdas o cables cuando el animal se encuentra dentro del perímetro de la
misma (Figura 6). Esta técnica se torna más efectiva cuando se emplean plásticos opacos
asociados a las redes dando la apariencia de una barrera solida a la red que los cérvidos evitan
atravesar.
Sistema clásico de captura de animales silvestres en la que usando un cebo se atrae a la presa
para debajo de la red que se encuentra suspendida en el aire, con el fin de que una vez activada
caiga sobre el animal inmovilizándolo y permitiendo su manipulación.
TRAMPAS
Trampas de cebo
Son estructuras fijas construidas con palos, redes de nylon o mallas de alambre, que se
colocan a manera de corredor en embudo que direccionan a los animales hacia un área de
espacio más restringido a fin de poder ser manejado con más facilidad, pudiendo ser dirigidos
inclusive para dentro de una caja para ser luego transportado, o simplemente para ser
contenido físicamente o con ayuda de fármacos anestésicos.
Generalmente las paredes del corral tiene una altura que va de 2 a 3 metros; estas paredes se
van cerrando dirigiendo al animal a corrales más pequeños que varían en diámetros de 50 a
100 metros para facilitar su posterior manejo e inmovilización.
En el caso de las cajas asociadas a corredores, estas permiten realizar una manipulación del
animal más directa debido a que las dimensiones del contenedor así lo permiten. Existen
cajas de captura que permiten que las paredes de la misma se movilicen y compriman al
animal permitiendo una manipulación más segura del animal; normalmente estas cajas son
construidas con paneles o tablas de madera evitando que el animal se lastime y limitando aún
más la visibilidad del animal lo que a la larga disminuye el estrés de la propia captura
evitando que el individuo intente huir.
Lima - Perú
Unidad 2
La contención farmacológica de los cérvidos es tal vez una de las técnicas anestésicas más
empleadas y estudiadas dentro de todas las especies de animales silvestres, debido a las
grandes complicaciones que genera el estrés de la captura física en este grupo de animales en
particular.
Específicamente cuando hablamos del manejo de las poblaciones en vida libre, la contención
química segura ha significado una herramienta que contribuye a un mayor conocimiento de
la biología y fisiología de estas especies, ya que este tipo de captura permite obtener
informaciones más completas que aquellas en la que se emplean únicamente las técnicas de
contención física.
Las técnicas más empleadas para la aplicación de las combinaciones anestésicas son las de
administración a distancia, entre las que destacan el uso de dardos anestésicos impulsados
mediante el uso de cerbatanas o armas anestésicas como pistolas o rifles de pólvora, cartuchos
de CO2 o aire comprimido (Figura 7).
Sin embargo, existe también la posibilidad de la aplicación de los anestésicos luego de una
contención física con redes o por contención manual, siendo que esta última permite la
administración por la vía intravenosa que asegura una aplicación completa y efectiva de los
fármacos anestésicos, pero obviamente el riesgo de traumatismos tanto para el animal como
para el manipulador es mucho mayor.
Los protocolos anestésicos más comúnmente empleados en los cérvidos, así como las
características de cada uno de ellos están descritos en la Tabla N°1 a continuación:
Para anestesia general en los cérvidos se ha empleado con éxito el propofol (4 – 6 mg/kg)
usado después de la contención química inicial. La anestesia inhalatoria también se usa en
venados que requieren anestesias prolongadas; normalmente se usa el isofluorano tanto vía
mascarilla anestésica, así como mediante la colocación del tubo endotraqueal. En el caso de
los venados la intubación es difícil pero no imposible, empleándose las mismas técnicas que
se usan en rumiantes domésticos.
El monitoreo de las constantes fisiológicas durante el proceso anestésico sigue los mismos
criterios que aquellos empleados en los rumiantes domésticos. Se debe monitorear la función
cardiovascular, la función respiratoria y la temperatura corporal durante todo el
procedimiento y hasta la recuperación parcial del animal (Figura 8).
El soporte con oxigenoterapia mejora en gran medida la condición del animal y disminuye
considerablemente el tiempo de recuperación post-anestésica debido al incremento de la
actividad efectiva del hígado y riñón de los animales, además de prevenir posibles cuadros
de hipoxia provocados por la depresión cardiorrespiratoria que generan la mayoría de los
protocolos anestésicos.
Debido a que los cérvidos solo reconocen las barreras visuales en situaciones de fuga o estrés,
el uso de mallas o redes resulta ser inefectivo para contenerlos cuando se requiere de un
transporte por tiempo prolongado. En tal sentido las cajas de transporte se convierten en el
medio más seguro y eficiente para el traslado de los cérvidos.
La colocación de los animales en estas cajas puede llevarse a cabo usando corredores, luego
de una contención física o principalmente asociada a procedimientos de inmovilización
farmacológica. Cuando se colocan los animales en la caja usando anestésicos, los individuos
anestesiados deben ser acompañados hasta su recuperación y si es posible revertir la mayoría
si no todos los fármacos. El uso de tranquilizantes durante el transporte en estas cajas puede
reducir la condición de estrés, pero podría promover que ocurran traumatismos si el
transporte no se realiza con los cuidados necesarios.
El trasporte de los cérvidos debe realizarse de manera individual en las cajas, y como
principio fundamental estas cajas deben tener estructuras fuertes pero deben ser muy leves
para facilitar su movimiento.
Las cajas de transporte son construidas principalmente con tablas de madera o de triplay de
10 a 12 mm de espesor; normalmente la estructura de la caja es reforzada con barras de
madera o metálicas, poseen orificios pequeños para facilitar la ventilación interna y permiten
la visualización de los animales durante el viaje. Además las compuertas de ambos lados son
diseñadas a manera de guillotinas para facilitar su apertura y cierre (Figura 9).
La liberación de los animales se debe realizar en un lugar tranquilo, con la mínima presencia
de gente y permitiendo que el animal salga de la caja por su propia voluntad, sin necesidad
de estímulos que puedan desencadenar la respuesta de fuga del animal.
Examen clínico
Debido a la condición evolutiva de los cérvidos como presas, estos no muestran generalmente
ningún tipo de señal de enfermedad, dolor o debilidad; es por este motivo que el examen
clínico se torna muy complicado y de difícil interpretación para los médicos veterinarios de
zoológico.
Debido a que tanto la contención química como la física pueden enmascarar los signos
clínicos en los cérvidos, la manera más acertada para realizar un examen clínico es sin duda
la observación constante y el conocimiento de lo que se puede considerar “normal” en el
animal en cuestión.
Los aspectos como la reducción del consumo de alimento o la inapetencia total son sin duda
algunos de los signos clínicos a considerar en estos animales como señales primarias de un
problema médico.
Debido a lo complicado del acceso a los animales este tipo de exámenes están siempre
asociados a contenciones físicas o farmacológicas, lo que por lo general podrían alterar
considerablemente los valores normales de los animales muestreados.
Sin embargo, aún considerando estas alteraciones es ideal generar información de los
animales de la propia colección, debido a que estos datos cuando son analizados
adecuadamente podrían ofrecernos una valiosa información sobre la condición de salud del
animal muestreado, mejorando nuestra calidad diagnóstica de todas maneras.
Los puntos de colecta sanguínea en los cérvidos son los mismos que se emplean en los
rumiantes domésticos es decir las venas cefálicas, safenas laterales y mediales y la vena
yugular, siendo estas las mismas que se emplean normalmente para la administración de
fluidoterapia o la administración de fármacos anestésicos en la mayoría de los cérvidos.
El manejo sanitario preventivo en los venados incluye un manejo adecuado de los residuos,
limpieza y desinfección continua de los recintos y obviamente acompañado de un manejo
nutricional apropiado y la suplementación vitamínica necesaria.
Como parte de la rutina veterinaria se deben hacer dos chequeos anuales que incluyan
contención farmacológica y exámenes físicos-clínicos completos (pesaje y biometría
incluida) y se aprovecha para la toma de muestras de sangre para análisis completos de
hemograma y bioquímica sanguínea, así como para la aplicación de antiparasitarios
parenterales y topicales. Durante estos manejos también se aprovecha para realizar
procedimientos odontológicos y corte de crecimiento excesivo de los cascos
ENFERMEDADES DE LOS CÉRVIDOS
De manera general podemos afirmar que los cérvidos pueden sufrir de las mismas
enfermedades que acometen a los rumiantes domésticos; sin embargo existen algunas
patologías que sin duda son muy propias de estos animales debido principalmente a su
respuesta al estrés y a la complejidad de su manejo y las limitaciones que existen para acceder
constantemente a un manipuleo directo.
Es necesario considerar que muchas de las enfermedades que se describen para los cérvidos
mantenidos en cautiverio tienen mucho que ver con algún error o deficiencia en el manejo de
los animales.
ACTINOMICOSIS
Es una enfermedad infecciosa no contagiosa provocada por bacterias del género Actinomyces
spp., se presenta de dos formas principalmente en cérvidos mantenidos en cautiverio: la
actinomicosis orofaríngea o la actinomicosis purulenta o abortiva.
LEPTOSIROSIS
Producida por bacterias del genero Leptospira spp. para la cual todas las especies de cérvidos
son susceptibles a la enfermedad; no se conoce mucho sobre la ocurrencia del proceso de
diseminación de la enfermedad en las poblaciones de cérvidos silvestres. Sin embargo se
conoce que se han detectado individuos seropositivos a diferentes serovares de Leptospira
patogénica en muchas poblaciones de venados de vida libre. Algo importante de mencionar
es que hasta la fecha no se han descrito “surtos clínicos” en ninguna especia de cérvido.
Esta enfermedad que tiene su origen en África se difundió para el resto del mundo debido al
transporte de animales infectados a los diferentes continentes.
Su primer reporte en EUA fue en 1948 y de ahí se reportaron casos en animales domésticos
y silvestres de Centro y Sudamérica.
La hiperemia y la congestión de los labios y de la lengua que pasa de un color rojo oscuro a
un azul provocado por la cianosis local, es la que genera el nombre de esta enfermedad.
No existe tratamiento para esta enfermedad y generalmente provoca la muerte rápida en los
animales que la padecen debido a las complicaciones que las lesiones producen en los
cérvidos infectados.
A partir de éste se dieron otros reportes aislados en otros países de Norteamérica, Asia África
y Australia. No existe vacuna específica para la EEH por lo que su control resulta un poco
complicado, pero con el cuidado adecuado se podría considerar autolimitante si se aísla a los
animales infectados.
FIEBRE AFTOSA
Hoy en día se sabe que muchas especies de cérvidos en condición de vida libre presentan
serología positiva al virus de la fiebre aftosa y en este sentido la vacunación se ha tornado en
el mejor medio de control de la enfermedad en aquellos lugares donde se encuentra presente.
Se sabe que la misma vacuna empleada para los rumiantes domésticos se puede usar sin
problemas en los cérvidos.
Las lesiones vesiculares o pápulas en la cavidad oral y las patas que son observadas en los
rumiantes domésticos, son las mismas que se han reportado en la ocurrencia de la enfermedad
en los venados principalmente. Sin embargo se cree que en algunas especies de cérvidos la
sobrevivencia del virus es muy corta y no llega a generar mayores problemas en estos
animales.
MIOPATIA DE CAPTURA
En el caso de los cérvidos este síndrome se presenta muy comúnmente en los procesos de
captura o de inmovilización física y más raramente en los que involucran anestésicos.
Existen cuatro tipos de miopatía de captura bien reconocidos y descritos para los animales
silvestres de manera general:
Las lesiones traumáticas son muy comunes en los cérvidos mantenidos en cautiverio, esto se
asocia a su temperamento tan nervioso y obviamente a la respuesta de fuga que todos
presentan y que muchas veces termina haciendo que se ocasionen lesiones en el propio
intento de huída. En algunas ocasiones el individuo resulta lesionado por peleas que se dan
entre los miembros del grupo cuando se establecen las jerarquías dentro del grupo.
Muchas veces el propio sistema de manejo o el diseño de los recintos provocan que estos
animales se hagan daños accidentales con mucha frecuencia.
Las lesiones más comúnmente observadas en los cérvidos en cautiverio son las laceraciones
de los labios, la ruptura de los dientes, la ruptura de las astas, la laceración de piel en rostro
y flancos y la fracturas óseas, entre otras.
RETICULOPERITONITIS TRAUMATICA
PARASITOSIS
De manera general, los cérvidos de vida libre presentan una carga parasitaria normal que se
mantiene en un aparente equilibrio con los hospederos debido principalmente al correcto
funcionamiento de su sistema inmunológico.
En ciertas épocas del año cuando la oferta de alimento o el clima se torna inclemente, estos
parásitos pueden llegar a provocar cuadros patológicos y en este sentido se podrían considerar
de importancia sanitaria para el manejo de las poblaciones silvestres.
En el caso de los animales mantenidos en cautiverio varios factores determinan que la carga
parasitaria se encuentre en aumento o que la presencia inclusive de una carga relativamente
pequeña de parásitos se torne de riesgo para la salud de los animales. La sobrecarga de
animales en un recinto pequeño y el inadecuado manejo de los residuos, así como la falta de
limpieza o un inadecuado tratamiento preventivo con antiparasitarios, son los factores más
comúnmente asociados a la presencia de las enfermedades parasitarias.
Endoparásitos
Es muy común encontrar parasitosis múltiples en los cérvidos, las cuales afectan diversos
sistemas al mismo tiempo como digestivo, respiratorio y tegumentario, y que por lo general
estás asociados a otros tipos de infecciones que terminan alterando la condición de salud de
los animales.
Los parásitos más comunes asociados a los cérvidos incluyen a las estrongiloidosis,
tricostrongilosis, espirurosis y paranfistomosis.
Ectoparásitos
Existen muchos ectoparásitos que han coevolucionado con las diferentes especies de
cérvidos, y sin duda alguna las garrapatas de los géneros Amblyomma y Boophilus son las
responsables de muchas pérdidas de animales mantenidos en condiciones de cautiverio en
América Latina. Si bien en vida libre puede ser común encontrar algunas garrapatas
infestando a los cérvidos, es en los animales mantenidos en cautiverio o en animales salvajes
cuyos hábitats están muy próximos a las zonas rurales o habitadas por el hombre y sus
animales domésticos, que estas infestaciones se tornan una verdadera problemática, debido
principalmente a la gran carga parasitaria que suele ocurrir en estas condiciones.
La presencia de pulgas y de piojos también se ha descrito en los cérvidos en vida libre, así
como en aquellos mantenidos en cautiverio tanto en zoológicos pero con mayor incidencia
en zoocriaderos, en donde la carga animal en un mismo recinto dificulta mucho un correcto
manejo sanitario de la población.
Las sarnas son patologías poco comunes en las diferentes especies de cérvidos y
generalmente se asocian a la presencia de otros animales que estén infectados o por
problemas de manejo de recintos y un manejo sanitario inadecuado de los animales.
Hemoparásitos
Las parasitosis sanguíneas más comúnmente encontradas en los cérvidos de vida libre así
como en los que se mantienen en cautiverio son los protozoarios y las ricketsias; muchos de
estos patógenos son transmitidos por vectores como las garrapatas, y de hecho en Sudamérica
el Boophilos microplus es considerado el vector más importante de las mayoría de los
patógenos sanguíneos en los rumiantes salvajes y domésticos.
Las infecciones por ricketsias del genero Anaplasma han sido reportadas en venados de cola
blanca, Odocoileus virginianus, de vida libre (infectado por Anaplasma marginale) y en
venado Mazama gouazoubira que eran mantenidos próximos a un corral que contenía ganado
bovino; en tal sentido las ricketsias deben ser consideradas como parte de un constante
monitoreo epidemiológico en los cérvidos salvajes principalmente.
DIPLOMADO DE MEDICINA Y MANEJO DE
ANIMALES DE ZOOLÓGICO
CAMÉLIDOS
Unidad I
Introducción
Ellen Wiedner, VMD
Diplomada, Medicina Interna de Grandes Animales
(American College of Veterinary Internal Medicine).
Los camélidos son artiodáctilos (sus extremidades terminan en un número par de dedos), con
siete especies existentes hasta hoy, cuatro de las cuales son conocidas como Camélidos
Sudamericanos (CSA), y tres denominadas Camélidos del Viejo Mundo (CVM).
Las cuatro especies de CSA, de las más pequeñas a la más grandes son: vicuña (Vicugna
vicugna) con un peso máximo de 45 kg; el guanaco (Lama guanicoe) cuyo peso oscila entre
50 y 120 kg; las alpacas (Vicugna pacos) con un peso que oscila entre 50 y 90 kg; y las llamas
(Lama glama) que pesan entre 120 y 220 kg y llegan a medir hasta 2 metros de altura. Ver
fotografías 1 a 5.
Tanto la vicuña como el guanaco son especies silvestres. La mayoría de la población de las
vicuñas se encuentra en Perú y Argentina, generalmente a alturas de hasta 4800 metros sobre
el nivel del mar y a menudo en la tundra pantanosa. Las vicuñas son consideradas ancestros
de la alpaca doméstica.
Por otro lado, se cree que los guanacos son ancestros de la llama. El guanaco habita un amplio
rango en Sudamérica desde el norte de Perú hasta el sur de Chile, prefiriendo como su hábitat
los matorrales semiáridos y los pastizales.
Las llamas y las alpacas son especies domesticadas, que se utilizan en Sudamérica para la
obtención de carne, fibras, transporte y ceremonias religiosas. Se cree que las alpacas fueron
domesticadas primero por los Incas.
En los Estados Unidos, estos animales se han vuelto muy populares como mascotas.
Las llamas fueron en un principio traídas a los Estados Unidos por William Randolph Heart
en la década de 1920 para su zoológico personal, mientras que las alpacas fueron importadas
al país mucho después en el mismo siglo.
En los Estados Unidos, se utilizan para eventos deportivos como el manejo y agilidad, así
como para practicar el senderismo en superficies ambientalmente frágiles, ya que sus suaves
almohadillas son menos dañinas para el sustrato, que las patas duras (o zapatos de metal) de
un caballo.
Las llamas pueden cargar hasta 60kg de peso sobre sus espaldas a pesar de que rara vez se
les carga con más de 20kg. Tanto las llamas como las alpacas son utilizadas también como
animales de guardia para cuidar de las pequeñas manadas y rebaños de ovejas y cabras, y
pueden ser muy feroces si se sienten amenazadas.
Estos animales prefieren los ambientes altos y fríos al igual que sus homólogos salvajes, lo
cual puede ser un problema en muchos de los lugares más cálidos donde se mantienen.
Existen dos razas de alpaca: suri y huacaya. La variedad suri presenta fibras largas blancas,
de tipo rulos, sin ondulación; mientras que las huacayas tienen rizos esponjosos suaves que
vienen en una gran variedad de colores, algunos de los cuales son considerados como muy
deseables por propietarios y criadores.
La fibra de la alpaca es una fibra de lujo que carece de la lanolina y de lo espinoso de la lana
de la oveja, pero mantiene su repelencia al agua. La genética de los colores del pelaje es
compleja y una pregunta común de los criadores es por qué siguen obteniendo animales
blancos aún cuando aparean animales no blancos entre sí.
La respuesta es que los colores y los patrones del pelaje en los camélidos no se explican con
genética mendeliana simple, sino que implican vínculos entre genes de colores primarios,
genes modificadores y los llamados multigenes que determinan el color, el tono, la calidad
de la fibra y la distribución (Frank 2006).
Se ha demostrado que el color del pelaje está relacionado con el color de los ojos, (Gelatt
1995) y ciertas combinaciones, particularmente el pelaje blanco y los ojos azules, pueden
estar asociadas con la sordera (Gauly 2005). Tanto el guanaco como la vicuña son siempre
de color marrón cacao.
Las tres especies de camélidos del viejo mundo (CVM) son: el dromedario de una joroba
(Camellus dromedarius) que pesa entre 400 y 600 kg, el bactriano doméstico de dos jorobas
(C. bactrianus) con un peso de hasta 500 kg y el bactriano salvaje de dos jorobas (C. ferus).
Las tres especies llegan a medir hasta 2 metros o ligeramente más altos. Los machos suelen
ser 10% más pesados que las hembras (Naumann 1999).
El C. ferus se encuentra en grave peligro de extinción, con menos de 1000 bactrianos salvajes
restantes en áreas remotas de Mongolia. Los esfuerzos activos de conservación e
investigación están en marcha para proteger estas especies.
El pelo del camello es una fibra de lujo y las carreras de camellos son una actividad deportiva
que deja mucho dinero. Los camellos históricamente, e incluso en la actualidad, se utilizan
como el principal medio de transporte para las tribus nómadas y para esfuerzos militares en
ambientes desérticos.
La terminología correcta es la siguiente: para los CVM, el macho es un toro y la hembra es
una vaca, la cría es un ternero. Para los CSA, el sexo femenino es una hembra, el sexo
masculino es simplemente un macho y la descendencia es una cría.
El cariotipo es 2n=74 y notablemente todas las especies de camellos son fértiles entre sí
(Skidmore 1999). Las técnicas de inseminación artificial han creado algunas cruzas
peculiares entre CVM y CSA. Sin embargo, las cruzas de alpaca con llama –que no requiere
ninguna intervención humana– son muy populares tanto en el sur como en el norte.
Las crías de llamas machos y alpacas hembras son llamadas “huarizo”. La cruza inversa es
llamada “misti” y se considera económicamente indeseable. La cría de vicuña macho y las
alpacas hembra son llamadas pacovicuña.
Los camélidos han vivido en conjunto con los humanos por casi 6000 años, la relación más
larga conocida de cualquier animal con las personas. Hoy en día tanto los CSA y los CVM
siguen desempeñando un papel importante en todo el mundo.
Anatomía general
Los camélidos son pastadores y ramoneadores. También son rumiantes funcionales sin un
rumen. En otras palabras, aunque ellos mastican su alimento regurgitado (rumia), rumian y
producen ácidos grasos volátiles, no tienen ese enorme compartimento de fermentación como
las vacas, es decir, el rumen. En su lugar, tienen tres compartimentos gástricos denominados
C1, C2 y C3, que son extremadamente eficientes en la extracción de los nutrientes de sus
dietas.
La motilidad del intestino anterior en los camélidos es muy diferente a la de los rumiantes.
La fase de inicio (la fase A) ocurre con la contracción del C2 seguido por la contracción de
la porción distal del C1.
La segunda fase (la fase B), que se repite varias veces durante un ciclo, comienza con la
contracción de la porción craneal del C1 seguido de la contracción del C2 y después la
contracción de la porción distal del C1. Los eructos pueden ocurrir de 3 a 4 veces por ciclo.
Sin embargo, como en los rumiantes, los ácidos grasos volátiles son los productos finales de
la fermentación y los microorganismos del intestino anterior son en su mayoría similares a
los de los rumiantes. Esto permite que a los camélidos se les pueda realizar la transfaunación
con contenidos ruminales de las vacas y las cabras (Smith 1997).
Los dromedarios y los camélidos bactrianos tienen 34 dientes. Su fórmula dental es: Incisivos
1/3; Caninos 1/1; Premolares 3/2; Molares 3/3. En los CVM, el incisivo superior y los
primeros premolares superiores e inferiores se han convertido en caniniformes. Los CVM
son capaces de abrir ampliamente sus bocas y usar sus dientes de forma extremadamente
agresiva (Bravo 2014).
En los CSA, la fórmula dental es: I 1/3; C 1/1; PM 1-2; M 3/3 para los dientes permanentes.
En los CSA, el incisivo superior migró en dirección caudal y es caniniforme. Estos dientes
caniniformes conocidos como dientes de pelea son igualmente peligrosos y se utilizan cuando
los machos están en combate.
Los machos enteros de las llamas y las alpacas también han sabido utilizar sus dientes de
combate en los seres humanos, teniendo como blanco el cuello y la ingle.
Los CSA hembras y machos castrados a veces no desarrollan caninos (Smith 1997). Los
dientes deciduos tanto en CSA como en CVM, son ocasionalmente retenidos y pueden
requerir la extracción en algún momento. Los dientes de los camélidos raramente necesitan
ser limados a pesar de que los dientes superiores e inferiores no se oponen entre sí y no se
desgastan de manera uniforme.
En las alpacas y las vicuñas, los incisivos crecen continuamente y tienen una cavidad pulpar
abierta (Bravo 2014).
Los camélidos son respiradores nasales obligados con un paladar suave elongado. Debido a
que la atresia de las coanas es un defecto congénito común en los CSA, puede ser rápidamente
mortal si no se reconoce de inmediato en un recién nacido. Otras anomalías congénitas
comunes se discutirán en la sección dedicada a los neonatos.
Los CVM tienen un divertículo en el paladar blando de la boca conocido como el “dulaa”.
Los dromedarios machos enteros protruirán este gran divertículo carnoso cuando se
encuentren estresados, enojados o en celo. El médico debe tener en cuenta que un dromedario
con su dulaa extendido, por lo general haciendo rugidos guturales, es un animal
extremadamente agitado y peligroso.
Los dromedarios hembras y machos castrados no extruyen el dulaa. Los camélidos bactrianos
y los CSA no tienen un dulaa.
El sistema inmune también es bastante excepcional. Los camélidos producen dos tipos de
anticuerpos, el anticuerpo convencional de dos dominios, que consta de una cadena pesada y
una cadena ligera, y un anticuerpo de dominio único que contiene exclusivamente cadenas
pesadas. Este anticuerpo más pequeño de cadena pesada –similar al encontrado en los peces
cartilaginosos– tiene una variedad de características únicas, incluyendo la resistencia al calor
y una mayor solubilidad en el agua, que lo hacen más apto para penetrar en los tejidos y evitar
componentes citotóxicos del sistema del complemento.
Estos anticuerpos también pueden unirse a los antígenos que los anticuerpos típicos de dos
dominios no pueden ligar (Hamers-Casterman 1993).
Estas características hacen que los anticuerpos de los camélidos sean de importancia
comercial para las compañías farmacéuticas que buscan nuevos tratamientos para las
enfermedades infecciosas y para las organizaciones militares que esperan crear antídotos
contra los organismos que podrían utilizarse en los ataques bioterroristas.
La sangre de los camélidos tiene un alto contenido de hemoglobina y sus eritrocitos tienen
una forma elíptica. En una vista de sección transversal, los glóbulos rojos se pueden ver como
las células falciformes de los humanos. Esto es porque son extremadamente deformables, lo
que a su vez, se debe la composición única de lípidos de sus membranas celulares.
La capacidad de los glóbulos rojos para tolerar los cambios en su forma, es parte de las
adaptaciones que permiten a los CVM, sobrevivir a la deshidratación y rehidratación masiva
con la lisis de sus células.
Los dromedarios pueden perder el 25% de su agua corporal sin que su sangre se haga espesa
por el aumento de la viscosidad. También pueden beber más de 120 litros en 30 minutos sin
experimentar la hemólisis que ocurriría en cualquier otra especie.
La hemoglobina de los camélidos tiene una mayor afinidad por el oxígeno; es decir, la curva
de disociación de oxígeno se mueve a la izquierda. Esto beneficia a los CSA que viven a gran
altura así como a los CVM que viven en el desierto con recursos limitados.
Los CVM son capaces de disminuir su tasa metabólica para hacer frente a sus ambientes
extremos. Un resultado de esto es el incremento de CO 2 en la sangre y los CVM hacen frente
a esto gracias a la mayor afinidad que tienen por el oxígeno (Yagil 1974a).
Los CVM tienen trucos fisiológicos adicionales para hacer frente a su entorno desértico.
Estos animales pueden perder hasta 1/3 de su peso corporal, principalmente a través de la
pérdida de agua. Cuando esto ocurre el volumen plasmático disminuye hasta un 43% y el
sodio en el plasma se puede incrementar hasta un 25% (Ben Goumi 1993).
Además, cuando hay una deshidratación severa, la creatinina deja de ser filtrada libremente
por los riñones. Clínicamente esto significa que la fracción de excreción no tiene sentido en
camellos como un indicador de la tasa de filtración glomerular (Yagil y Berlyne 1977).
Bajo condiciones de deshidratación, la osmolalidad del plasma y la orina aumentan en gran
medida (Ben Goumi 1993), con la osmolalidad urinaria aumentada a más de 2600
miliosmoles/ Kg (Yagil y Berlayne 1978); en este punto la orina desarrolla la consistencia de
la miel.
Los animales llegan a ser hipernatrémicos y experimentan altos niveles de natriuresis con
aumentos simultáneos en la actividad de la vasopresina y la renina plasmáticas.
Sorprendentemente, ni los niveles de la aldosterona ni los niveles del péptido natriurético
auricular cambian con la deshidratación grave (Ben Goumi 1993).
Por otra parte, la privación de los alimentos no provoca cambios en el volumen plasmático o
en la proteína plasmática. Además, la glucosa en el plasma, el cortisol y la tiroxina
permanecen sin cambios, al menos durante ayunos de hasta cuatro días (Dahlborn 1992),
aunque la temperatura corporal puede descender, un indicador de una tasa metabólica baja.
Mientras muchos de estos mecanismos son pobremente entendidos, los médicos deberían
reconocer que estas adaptaciones fisiológicas pueden complicar el examen físico y el
diagnóstico en los CVM enfermos.
Por ejemplo, la orina viscosa y las heces escasas y duras podrían ser indicativas de que un
animal no está ingiriendo agua, pero también podrían ser una respuesta normal a la falta de
acceso al agua, o un animal que no está bebiendo agua por un diverso número de razones, o
un animal con enfermedad renal.
Del mismo modo, la enorme gama de temperaturas corporales que un camello puede tolerar
significa que no siempre las altas temperaturas indican fiebre y tienen que ser interpretadas
a la luz de otros hallazgos clínicos y físicos tales como la hora del dia (temperaturas más frías
por la mañana y noche; y más altas a medio día), cómo está alojado el animal, etcétera.
La parte más característica de la anatomía del camello es su joroba. Esta también es una
adaptación al difícil entorno natural del camello. Localizando la grasa en un solo lugar, el
efecto aislante de esta –que sería altamente desventajoso en el desierto caliente- se minimiza.
Además la grasa puede metabolizarse y esto ayuda al camello en situaciones de la
deprivación de los alimentos.
Hay desacuerdo sobre si el agua metabólica obtenida de la joroba a través de los procesos
oxidativos es igual a la cantidad del agua que el camello pierde por no beber y a las pérdidas
por evaporación a través de la respiración. La mayoría cree que no lo es (Candlish 1981).
Mientras los CVM tienen adaptaciones notables para su entorno, los CSA tienen sus propias
peculiaridades, muchas de las cuales son pobremente entendidas tanto para ellas mismas
como en el contexto de la adaptación ambiental. Una de ellas es el manejo de la glucosa.
Las llamas y las alpacas tienen niveles más altos de glucosa que los que llegan a tener los
rumiantes. Cuando enferman, son mucho más propensas a desarrollar hiperglucemia severa
que hipoglucemia. También tienen una menor secreción de insulina por el páncreas inducida
por la glucosa y demuestran una marcada resistencia a la insulina (Firshman 2013).
Además, a diferencia de sus contrapartes del viejo mundo, la restricción alimenticia en las
llamas puede conducir a hepatopatía y lipidosis hepática (Tornquist 2001).
Los camélidos son artiodáctilos (dos dedos) y tienen almohadillas suaves y uñas en las patas,
no pezuñas. Los CVM caminan sobre P3 que es horizontal, con P2 a 35° del suelo (Bravo
2014), mientras que los CSA caminan sobre ambos P2 y P3 que son horizontales, mientras
que P1 está a un ángulo de 45° del suelo.
Estos ángulos cambian a medida que el animal camina y la almohadilla digital se comprime.
Las almohadillas son suaves pero cornificadas. Ver fotografía 7.
En los CVM, un callo cubre toda la superficie ventral del pie y la protege contra las
quemaduras de las arenas del desierto. En los CSA, cada dedo esencialmente tiene su propio
callo.
Para los CSA, el cuidado de los pies es un componente importante en la crianza, pero los
CVM generalmente tienen poca necesidad de un recorte de rutina. Esto se discutirá más
adelante.
Los camélidos tienen una variedad de callosidades.. En los CVM una “almohadilla kush” en
el esternón les permite sentarse en la arena caliente. Esta almohadilla puede ser de hasta 4”
de grueso
También tienen una piel engrosada en las extremidades delanteras y traseras. Los CSA no
tienen callosidades en la medida de sus contrapartes del viejo mundo, pero tienen glándulas
odoríferas sobre las superficies internas de sus extremidades delanteras.
Los camélidos machos tienen un receso uretral dorsal en la unión de la uretra pélvica y la
uretra peneana y un proceso cartilaginoso en el glande.
En los CSA, el paso dorsal de un catéter urinario no se puede utilizar para limpiar las
obstrucciones debido al receso uretral dorsal. En los CVM, ambos, el receso y el largo
prepucio colgante impiden el cateterismo sin sedación (Fowler 2008c).
Una última característica de la biología inusual del camélido es la membrana placentaria
extra de los neonatos. Además del corion, amnios y alantoides, los camélidos nacen con una
cuarta membrana, llamada membrana epidérmica. Esta membrana es excepcionalmente
delgada y envuelve al neonato en el útero. Se desconoce su función.
En el momento del nacimiento, por lo general esa membrana se rompe dejando solo unos
pocos filamentos visibles alrededor de las coronas y otras uniones mucocutáneas, donde se
encuentra adherida.
La excepción está en los nacimientos prematuros donde la membrana epidérmica está aún
completamente presente y puede aparecer engrosada. La membrana epidérmica no cubre las
fosas nasales o la boca, por lo que no puede causar asfixia (Fowler 1990).
Requerimientos de alojamiento
Los requerimientos de alojamiento para los camélidos de todo tipo son sencillos y similares
a los utilizados para las cabras u ovejas: un granero o albergue con buena ventilación y
sombra, y un pasto o jardín con una cerca adecuada. Idealmente, los animales deberían ser
capaces de ir y venir dentro o fuera del albergue.
El rango confortable de temperatura para los CSA va aproximadamente desde los 30° a 65°F
(-1 a 18.3° C) . El alojamiento debe estar disponible si las temperaturas exteriores tienden a
ir muy por encima o debajo de este rango.
Si las instalaciones tienen nacimientos, puede ser muy útil un área separada más cálida donde
se puedan colgar las lámparas de calor.
Los CSA utilizan pilas de estiércol comunales y deben mantenerse limpias regularmente.
Debe haber varios comederos y una técnica para separar a los animales que están siendo
intimidados y alejados de la alimentación. Demasiados animales en un área demasiado
pequeña conduce a problemas como la intimidación, así como con los parásitos y otras
enfermedades transmisibles.
Una regla empírica general es cuatro llamas por acre (cuatro llamas por cada 4,050 m2). Los
animales compatibles pueden y deben ser alojados juntos ya que son una especie de rebaño
y, por lo general, aprecian la compañía. No es aconsejable tener más de un macho reproductor
en un recinto.
Los dromedarios y bactrianos también pueden ser alojados de manera similar a otras especies
de ganado. Los bactrianos prefieren el clima frío y las temperaturas del albergue deben ser
similares a las de los CSA.
Por otra parte, los dromedarios se adaptan al calor y si son alojados en áreas con temperaturas
frías, se les deben proporcionar calentadores y acceso al interior.
Nutrición
Los CVM se han adaptado a comer plantas espinosas del desierto mientras que los CSA
comen plantas que crecen a gran altura. Los componentes nutricionales de estas plantas
pueden ser difíciles de simular en un entorno en cautiverio y tanto la obesidad como la falta
de crecimiento son problemas comunes de los camélidos en los zoológicos.
Aunque el concentrado comercial está disponible para ambos tipos de camélidos, la autora
advierte que éste no debe ser el componente primario de la dieta. En cambio, el heno de
calidad con proteína moderada (9 -10%) debe estar disponible tanto para los CVM como para
los CSA. También se debe ofrecer una variedad de especies no tóxicas para el ramoneo.
Los requerimientos de proteína se estiman en 3.5 gramos/proteína cruda/kg .75 (Van Saun
2007). En los CVM, la diarrea es a menudo el resultado de una dieta muy rica en heno y
concentrado comercial con altos niveles de proteína. Los CSA tienden a desarollar sobrepeso.
Los CVM tienen grandes requerimientos de sal, por lo menos 50g al día y en algunos
ambientes hasta 150g al día. Esto es de 6 a 8 veces mayor que los requerimentos de sal para
los rumiantes domésticos. La diarrea y la retención urinaria se han reportado en asociación
con un consumo inadecuado de sal (Gutiérrez 2002).
Esto no parece ser el caso para los CSA, aunque se recomienda que se les proporcione un
bloque de sal normal para mordisquear ad líbitum.
Por supuesto, son necesarias cantidades adecuadas de agua limpia. Los CVM a menudo
pueden pasar varios periodos (días) sin beber si pueden obtener agua suficiente de las plantas
que comen. A pesar de esto, deben ser provistos de agua potable, limpia y fresca diariamente.
La condición corporal puede ser difícil de evaluar. Idealmente, un peso real se debe obtener
con el animal de pie sobre una báscula. Debido a su fibra de lujo, puede ser difícil distinguir
la lanilla de la grasa y se recomienda tanto el peso real como la sensación manual. El cuello
debe ser rodeado con ambas manos; un animal de condición corporal normal se siente
“carnoso” pero las vértebras subyacentes aún serán palpables.
Es normal que la columna vertebral pueda ser fácilmente palpable; la confusión ocurre por
parte de los cuidadores que sienten una columna vertebral prominente y piensan que el animal
está flaco. De hecho, la grasa casi nunca se acumula en la columna vertebral de los CSA, en
cambio tiende a depositarse entre las extremidades delanteras y traseras (regiones axial e
inguinal) y en el esternón.
La situación es parecida en los CVM.
Mientras el tamaño de la joroba está relacionado a los factores genéticos, las jorobas flexibles
a menudo indican pérdida de peso, tal como en las vacas lactantes o los animales muy
debilitados. Ver fotografía 10. Los CVM tienden a depositar grasa extra de manera similar
a los CSA tanto alrededor de las jorobas como sobre la base de la cola.
Contención y anestesia
Contención física
La clave para trabajar con los camélidos es el entrenamiento. Cuatro de las especies
discutidas en esta sección han estado “en domesticación” con los humanos por 6000 años.
Las llamas, las alpacas, los dromedarios y los bactrianos –y en cierta medida los guanacos y
probablemente la vicuña también– se pueden entrenar con bozal y se les puede enseñar a
caminar con correa, a echarse sobre su kush y a tolerar procedimientos básicos de revisión
médica.
Sin embargo, es importante tener un sano respeto por estas especies. Todos los camélidos
pueden causar lesiones al personal. Los CVM pueden y han matado a los manejadores,
incluso a aquellos con gran experiencia. Los camélidos pueden escupir y morder.
También pueden patear, en el caso de una llama, suficientemente fuerte como para fracturar
una pierna humana; en el caso del dromedario, lo suficientemente fuerte como para romper
un trozo de madera de 4x4. Los CSA generalmente patean hacia adelante o hacia los lados;
los CVM pueden patear en todas direcciones y tienen suficiente flexibilidad como para rascar
sus oídos con sus patas traseras. Los CVM agresivos pueden bajar su mandíbula sobre la
cabeza del manejador; esto generalmente les causa un gran “chichón”.
En general, aunque los camélidos nos permiten saber cuándo están a disgusto, un buen
manejador debe saber observar estos mensajes. Las llamas y las alpacas fijan sus orejas y
levantan sus cabezas cuando están enojadas; el grado de fijación y levantamiento indica qué
tan enojadas están (Fowler 2008 a). Ver fotografía 11.
Los CVM no fijan sus orejas notablemente, pero la elevación de la cabeza y el cuello, y la
apertura de la boca, son indicadores de que el animal se siente amenazado o está agresivo.
Ver fotografías 12 y 13.
Ambos grupos de camélidos también hacen ruidos distintivos cuando están molestos. Cuando
un camélido se está tornando claramente agresivo o es obvio que está enojado, el médico
prudente debe entender estas señales y cambiar de plan, ya sea aplazar el procedimiento o
sedar.
La comida es un excelente motivador para que la mayoría de los camélidos vayan a un lugar
en particular. Una lata de café con una pequeña cantidad de alimento dulce en el interior (¡no
más que una pequeña cantidad!) agitada vigorosamente logrará que la mayoría de los
camélidos se muevan en la dirección del ruido. Debido a que son animales de manada por lo
general es útil tratar de mover dos camélidos juntos en lugar de uno solo, ya que al separarlos
se provoca un estrés excesivo.
Las mangas para llamas y alpacas son herramientas valiosas para trabajar de manera segura
con estos animales. Hay mangas comerciales disponibles y en Internet se pueden encontrar
diseños para la construcción de encierros. Sin embargo, los animales deben ser entrenados
para entrar en las rampas o mangas y quedarse quietos, lo cual no es tan diferente de enseñarle
a un caballo a pararse en los travesaños.
Las vicuñas y los guanacos también pueden entrenarse para ser manejados en rampas y
mangas, y pueden llevarse a cabo ciertos procedimientos cortos no dolorosos sin la necesidad
de sedación o anestesia. Una buena manga debe tener dos bandas de vientre que se puedan
atar bajo el animal para evitar el “kushing”, término que se utiliza para referirse al sentado
esternal, que es la reacción de un CSA cuando está enojado. También debe contar con una
banda de mentón para apoyar la cabeza.
Los CVM pueden trabajarse en las instalaciones de metal que se utilizan para la reproducción
equina y que están cimentadas en el suelo. De la misma forma es posible utilizar rampas
caseras pero se necesita una construcción mucho más fuerte que la que se utiliza para los
CSA. La capacidad de atar la cabeza y el cuello a la altura de marcha normal a las barras
verticales de la instalación proporciona mayor seguridad. Ver fotografía 14.
En los países del área, los CVM se entrenan para ser atados abajo antes de trabajar con ellos.
Esto requiere tiempo y habilidad por parte del entrenador y debe enseñarse cuando el animal
es joven. Una descripción de esta técnica se puede encontrar en Fowler 2008d.
Para evitar que los CSA escupan, la autora coloca un pañuelo de algodón, un paño de cocina
o un bozal de potro sobre la nariz y la boca del animal, metiendo los extremos en el bozal.
Ver fotografía 15.
A las llamas y a las alpacas tiende a no gustarles el olor de su saliva más que lo que le
desagrada a las personas y rápidamente descubren que escupir no es una buena idea cuando
se tiene bozal. Los bozales pueden usarse en los CVM si se aplican con seguridad, de lo
contrario el médico puede necesitar usar una careta de plástico. Los bozales también
previenen las mordidas.
Los camélidos bebés alimentados con biberón son propensos a ser más peligrosos conforme
crecen. En los CSA este fenómeno se conoce como el “síndrome de beserk del macho”
(“beserk male syndrome”), pero las hembras criadas con biberón pueden ser igualmente
peligrosas. Los CVM alimentados con biberón se vuelven más peligrosos a edades más
tempranas, simplemente por su tamaño.
Es importante criar a los neonatos con sus congéneres o al menos, con otras especies de
ungulados y limitar su impronta con los humanos (Fotografía 16). El médico debe ser
extremadamente cuidadoso cuando trabaja con camélidos criados artificialmente, los cuales
a menudo no proporcionan señales de alarma y pueden ser altamente impredecibles. La
castración no mejorará el comportamiento de estos animales.
Las llamas y alpacas pequeñas pueden ser arreadas en un establo por dos manejadores con
experiencia. El animal debe colocarse de manera que un flanco quede contra la pared y el
final de la espalda contra una esquina. Un manejador debe estar en el hombro, el otro en la
cadera, mirando en la misma dirección que la alpaca. En este momento, los manejadores
actúan en esencia como el otro lado de la manga, empujando gentilmente sus caderas contra
el costado del animal. El manejador que queda al frente puede evitar el movimiento hacia
adelante manteniendo un brazo alrededor de la parte frontal del cuello de la alpaca.
Para alpacas tranquilas, un solo manejador puede contener al animal, envolviendo un brazo
debajo de la barbilla y alrededor del cuello y agarrando la cola con la otra mano.
Contención química
Cuando se utiliza la contención química, el médico debe decidir si el animal debe estar de
pie, sentado sobre su kush o recostado. Para la sedación de pie y sobre el kush, un agente
alfa-2 adrenérgico con butorfanol vía IM es adecuado. La autora prefiere la inyección manual
en el tríceps, aunque para los CVM extremadamente irritables (e incluso algunos CSA), una
escopeta de aire comprimido puede ser una vía más segura de sedar al animal.
Las llamas por lo general necesitan menos sedación que las alpacas. Es importante esperar
un total de 20 minutos para observar los efectos; los camélidos tienden a alcanzar la sedación
lentamente. Un CVM sedado presentará obviamente labios caídos y párpados fuertemente
cerrados
La sedación puede ser menos evidente en los CSA. Los agentes revertidores deben estar
disponibles para su uso cuando el procedimiento ha terminado.
La distensión es poco común en los camélidos pero puede ocurrir; la aspiración de contenido
de C1 es más riesgosa. Los camélidos tienden a producir mucha saliva cuando se encuentran
en decúbito lateral o bajo anestesia general. Por lo que el cuello debe elevarse sobre un tablón
o una paca de heno pero la barbilla se debe bajar para permitir la salida de ingesta o saliva
fuera de la boca.
Los procedimientos cortos por lo general se pueden realizar con anestésicos inyectables
solos. Para procedimientos más largos o más invasivos, se prefiere la intubación seguida de
la anestesia inhalada. El camélido debería estar primero sentado sobre su kush y
extremadamente sedado. Proporcionar anestesia inalada por medio de máscarilla cuando
exista un nivel adecuado de sedación (Fotografía 18). Luego, el cuello y la cabeza deben
estar hiperextendidos en una línea recta.
Una pipeta de inseminación de yeguas se puede utilizar como un estilete. Las mandíbulas se
abren con tiras de gasa por un asistente que está de pie sobre el animal sentado sobre su kush
y de frente al mismo. A continuación el anestesista utiliza un laringoscopio de hoja plana
para visualizar la glotis.
La anestesia epidural puede ser un complemento útil a la cirugía perineal como la reparación
de prolapsos del recto o de la vagina. La anestesia epidural puede ser útil en una distocia
mientras se manipula un feto mal posicionado. El sitio epidural debe prepararse
asépticamente y el animal debe estar sobre su kush. Se puede levantar y bajar la cola para
identificar la ubicación correcta entre la última vértebra sacra (S5) y la primera vértebra
coccígea (C1).
Este es el espacio más craneal y obviamente móvil. Una aguja de 1 o 1.5” calibre 20 se debe
insertar en la línea media a un ángulo de 60° de la columna vertebral con el bisel en dirección
craneal, y se inserta a una profundidad de 1.5 a 2 cm. Si el sitio es el correcto, el líquido
cerebroespinal fluirá a través del eje de la aguja. Se puede conectar una jeringa y administrar
lidocaína al 2% a una dosis de 1 ml por 50kg de peso corporal (BWT) (Anderson 2014). No
agregue epinefrina.
Procedimientos de diagnóstico
Examen físico
La temperatura normal para los CSA es de 99.5° a 102°F (37.5° a 38.8°C) . En los CVM, la
temperatura rectal oscila entre los 97° a 107°F (36.1° a 41.6 °), siendo la más baja en la
madrugada y la más alta en el atardecer o después de que el animal ha estado bajo el sol. El
médico debe tratar de tomar la temperatura de los CVM en la mañana. Una temperatura
elevada a esa hora del día se puede tomar como evidencia de fiebre.
La auscultación se debe realizar en la zona con menos pelo detrás del codo. Puede ser difícil
escuchar los pulmones, especialmente en los CVM. En los CVM, la auscultación en general,
puede no ser provechosa, particularmente en los animales maduros.
Venopunción
En los CSA, que generalmente no necesitan sedación para la venopuncion, la yugular rara
vez se puede visualizar, pero se puede acceder ya sea en un nivel alto o bajo del cuello. La
fibra no se debe cortar pero se puede rociar con alcohol o incluso quitar la fibra del camino
puede ser útil. Las venas yugulares son mediales a las proyecciones ventrales de las apófisis
transversas de las vértebras cervicales.
Para un manejo de la yugular a nivel bajo, levante la cabeza ligeramente y coloque la palma
de la mano derecha extendida (si es diestro) apoyada sobre el lado del cuello con el pulgar
en dirección medial y los dedos dorsalmente justo encima del sitio donde el cuello se curva
dentro del tórax. El pulgar debe palpar los procesos ventrales de la columna vertebral y se
debe sentir una pulsación arterial.
Una aguja de calibre 18, de 1.5” debe insertarse en un ángulo de 45° dentro del cuello en el
lugar donde se sintió el pulso. Es posible puncionar inadvertidamente la arteria carótida en
este sitio. Esto no es un problema, pero el sitio debe ser manejado lo mejor posible para
limitar la formación de hematomas.
Existe menos probabilidad de pinchar una arteria con venopunción yugular alta, pero no hay
visualización o palpación posibles. Este sitio se encuentra dibujando una línea imaginaria
desde la rama ventral de la mandíbula hasta el cuello. La cabeza del animal debe ser sostenida
por un manejador en una posición ligeramente flexionada dirigida lejos del flebotomista. La
vena puede ocluirse en la porción ventral de la vértebra, y en algunos casos, se siente una
onda líquida.
Otras opciones para la venopunción en los CSA incluyen la vena braquial que se encuentra
medialmente en el antebrazo y la vena safena lateral que se encuentra medial a la babilla.
Estas venas pueden ser puncionadas con agujas de 1.5”, calibre 20.
La cateterización intravenosa se realiza generalmente en la vena yugular tanto para los CSA
como para los CVM. Ver fotografía 20. Para los CSA los catéteres intravenosos suelen
colocarse cerca de 6” por debajo de la mandíbula. El área debe bloquearse con lidocaína y
preparse asépticamente para entonces realizar una incisión.
Después de colocar el catéter, se fija una mariposa con cinta debajo de la conexión del catéter
y puede suturarse a la piel para ayudar a mantenerlo en su lugar. Se puede colocar un vendaje
alrededor del cuello para proteger aún más al catéter y evitar que se pueda salir. Dependiendo
del tipo de catéter utilizado, se puede mantener de 3 a 10 días. Los catéteres arteriales para
monitorear presión arterial bajo anestesia, se pueden colocar en los oídos.
Orina
Abdominocentesis
La abdominocentesis puede ser una herramienta útil para evaluar la causa de los cólicos y
otros problemas gastrointestinales (GI) en los camélidos. Los CSA y los CVM deben estar
en una manga de manejo; los CVM requieren sedación. El área que está ligeramente caudal
al ombligo sobre la línea media, debe cortarse y preparse asépticamente. Se debe administrar
una pequeña ampolleta de anestésico local y a continuación una aguja de calibre 14 se inserta
rápidamente en el abdomen.
Otra opción es hacer una incisión con la punta de una hoja de bisturí para luego insertar ahí
una cánula. El líquido peritoneal libre goteará de la cánula o de la aguja si está presente; a
veces es necesario utilizar una jeringa para la aspiración. El líquido peritoneal debe ser
escaso, claro y, ocasionalmente, con un tono ligeramente amarillo. Las proteínas deben estar
en cantidad mínima y la sangre ausente.
Intubación gástrica
Una sonda nasogástrica para potro se puede utilizar para una llama; una sonda de menor
diámetro para una alpaca. Para los neonatos, pueden utilizarse los catéteres largos de goma
roja (30 French para una alpaca; 40 French para una cría de llama).
Los animales adultos deben manejarse con bozales y ser contenidos idealmente en una
manga. La cabeza debe mantenerse en una posición neutral. El médico permanece junto al
animal viendo hacia la misma dirección. La otra mano más cercana al animal debe alcanzar
alrededor del cuello para agarrar ambas mandíbulas.
La otra mano inserta el espéculo suavemente sobre la lengua. Una vez en su lugar, el espéculo
se deja caer, se toma la sonda y se inserta a través del espéculo. Una suave presión motivará
al camélido para tragar el tubo. La sonda es fácilmente palpable a través de la piel del cuello.
Para muestras de fluido de C1, la sonda debe avanzar hasta este nivel. Para dar leche a un
neonato, la sonda debe permanecer en el esófago distal.
Los problemas neurológicos son comunes en los camélidos. Tanto el espacio lumbosacro
(LS) como el espacio atlanto-occipital (AO) se pueden utilizar para colectar líquido
cefalorraquídeo (LCR). El espacio AO requiere anestesia general. La colecta en el espacio
LS es más fácil con el animal en posición sobre su kush. El sitio LS está entre la última
vértebra lumbar (L7) y la primera vértebra sacra (S1).
L7 es la última vértebra con un proceso dorsal y el médico que esté de pie detrás del animal,
debe sentir este proceso. El área primero debe preparsse asépticamente. Por lo general, se
necesita una aguja espinal de 3.5” para una llama, una aguja más pequeña para una alpaca y
una aguja espinal equina de 5 a 7” para un CVM.
Unidad 4
Medicina preventiva
Cuarentena
Atención de rutina
Control parasitario
Trasquilado
Los CSA son extremadamente intolerantes al calor y trasquilar la
fibra en el clima cálido es una necesidad. Existen muchos cortes
posibles; un “corte de barril” se muestra en la Fotografía 23, pero
puede ser necesario trasquilar al animal en su totalidad. Se deben
utilizar las grandes cizallas eléctricas y las hojas especiales para
los camélidos. Trasquilar a los CSA es una forma de arte y no todo
el mundo lo hace bien.
Cirugía
La cirugía más común que se realiza en los camélidos es la
castración. La castración no se debe realizar en camélidos antes de
los 2 años de edad. La castración temprana puede retardar el cierre
epifisiario, provocar caída del menudillo y cojera permanente y
severa. Los animales deben tener una adecuada profilaxis contra el
tétanos y ser estimulados por lo menos 2 semanas previas a la
cirugía. Se debe administrar una sedación fuerte para este
procedimiento. Se puede instilar una pequeña cantidad de lidocaína
dentro del saco escrotal.
Farmacéuticos
Enfermedades bacterianas
Enfermedades fúngicas
Enfermedades parasitarias
En los países del área de distribución, la tripanosomiasis causada
por Trypanosoma evansii y T. brucei, es una de las enfermedades más
comunes y significativas de los CVM en África y la India. Los casos
recientes se han reportado en Francia, en los animales procedentes
de las Islas Canarias (Dequesnes 2008).
Farmacéuticos
Enfermedades infecciosas
Enfermedades virales
Enfermedades bacterianas
Enfermedades fúngicas
Enfermedades parasitarias
Enfermedades no infecciosas
Megaesófago
Problemas gastrointestinales
Las úlceras gástricas del tercer compartimento rara vez se
diagnostican antemortem porque los animales no muestran mucho dolor.
Si el dolor es manifiesto, típicamente con el rechinido de dientes
y sonidos zumbantes de nerviosismo, es probable que la úlcera esté
perforada y se produzca peritonitis, lo que casi siempre tiene un
desenlace fatal.
Las causas más comunes para ingresar a cirugía derivadas del cólico
comprenden obstrucciones por estrangulación, incluyendo torsiones
alrededor de la raíz del mesenterio, tricobezoares e
intususcepciones (Cebra 1998; Boileau 2003). La peritonitis,
enteritis y colitis también son causas de dolor abdominal.
El cólico parece ser más común en los CSA que en los CVM pero se
aplican los mismos principios.
Trastornos hepáticos
Reproducción
Machos
Hembras
Neonatos
Debe colocarse un espejo bajo las fosas nasales del recién nacido en
busca de condensación. El pronóstico para la reparación de la atresia
bilateral de las coanas no es bueno. La autora trabajó con una alpaca
que tenía atresia unilateral de coanas y la nariz torcida y vivió
hasta los 14 años de edad
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