Mazzuca, Roberto, Bleynat, Horacio, M (..) (2005) - LA IDENTIFICACION EN EL PRIMER LACAN
Mazzuca, Roberto, Bleynat, Horacio, M (..) (2005) - LA IDENTIFICACION EN EL PRIMER LACAN
Mazzuca, Roberto, Bleynat, Horacio, M (..) (2005) - LA IDENTIFICACION EN EL PRIMER LACAN
LA IDENTIFICACIÓN EN EL PRIMER
LACAN.
Cita:
Mazzuca, Roberto, Bleynat, Horacio, Mazzuca, Santiago, Ayerza, Roque,
Calzado, Anabel, Donatello, Ignacio, Greiner, Gerardo, Sánchez, Jimena,
Smejkal, Oscar y Tendlarz, Edit (2005). LA IDENTIFICACIÓN EN EL
PRIMER LACAN. XII Jornadas de Investigación y Primer Encuentro de
Investigadores en Psicología del Mercosur. Facultad de Psicología -
Universidad de Buenos Aires, Buenos Aires.
Acta Académica es un proyecto académico sin fines de lucro enmarcado en la iniciativa de acceso
abierto. Acta Académica fue creado para facilitar a investigadores de todo el mundo el compartir su
producción académica. Para crear un perfil gratuitamente o acceder a otros trabajos visite:
https://www.aacademica.org.
LA IDENTIFICACIÓN
EN EL PRIMER LACAN
Mazzuca, Roberto; Bleynat, Horacio; Mazzuca, Santiago; Ayerza, Roque; Calzado, Anabel;
Donatello, Ignacio; Greiner, Gerardo; Sánchez, Jimena; Smejkal, Oscar; Tendlarz, Edit
Facultad de Psicología - Universidad de Buenos Aires
123
entre identificación y locura: la locura es la realización plena de Lacan concibe el yo como un sistema central de identificaciones
la identificación; es decir, cuando no hay distancia o mediatez alienantes y, de este modo, toma distancia de la idea del yo como
entre el sujeto y la identificación, cuando el sujeto cree ser la síntesis armónica de las funciones, y también de la idea de
efectivamente aquello con lo que se identifica, eso es la locura, que la perturbación mental sería una disolución de dicha síntesis.
entendida entonces como la infatuación que resulta de una En la concepción lacaniana el yo es una construcción que sirve
identificación en la que hay inmediatez. Para este caso, Lacan al desconocimiento y que adviene al aparato psíquico en un
usa el término “estasis” (estancamiento): frente al continuo momento de total prematuración, o desamparo, Hilflosigkeit,
devenir del ser en proceso dialéctico, una identificación plena, en términos freudianos. El yo constituye una determinada «forma
inmediata, implica la estasis del ser (8, p. 162). de relación con el mundo» (8, p. 170) que se instaura en la
Como referencia a un ser capturado en la locura, Lacan utiliza infancia temprana (en el estadio del espejo) pero «nunca se
el personaje de Karl Moor de Los bandidos de Schiller. Por una elimina por completo». Su mecanismo instaurador es la identifi-
serie de enfrentamientos familiares, Karl, desterrado del cación, considerada aquí por Lacan como «la causalidad
condado del que su padre es jefe, asume el rol de líder de una psíquica misma» (8, p. 178). La prematuración es el telón de
banda que se dedica a saquear y destruir ciudades; a medida fondo en el que se apoya la imago, lo visual en su carácter de
que prosigue su acción Karl se identifica con la imagen de anticipación generando una imagen unificada que le aporta al
delincuente sanguinario y pierde la distancia entre su ser y el niño una unidad y una coordinación de las que en verdad carece.
objeto de su identificación, avanzando rápidamente hacia el Esa imagen ideal le llega al bebé humano desde el otro
estado que Lacan define como la locura. semejante, y es a partir de la identificación con esa imagen del
Sin duda, esta concepción de la locura difiere de la de Henri Ey otro que surgirá el sentimiento de sí mismo. Es decir que no
y de la psiquiatría en general que la entienden, con el modelo habrá yo sin otro, por eso Lacan incluye una referencia a Hegel
de la esquizofrenia, fundamentalmente como debilidad, con la que intenta mostrar que sin la mediación del otro no existe
disociación, fragmentación. Por el contrario, el concepto de la posibilidad de la constitución subjetiva. Esta imagen ideal
locura implícito en la tesis de la identificación inmediata es la formadora del yo actúa como un reaseguro frente al desamparo,
infatuación, la certidumbre, la completud. Es decir, más cercano y el yo guardará eternamente la función de desconocer aquello
a la paranoia que a la esquizofrenia. que lo determina, desconocer al otro que lo captura en esa
En este escrito Lacan ubica la identificación como fuente tanto alienación necesaria y constitutiva. Así, Lacan revaloriza el
de la libertad como de la locura. La identificación ideal permite concepto de imago, sede de tal «captación identificatoria» (8,
al sujeto llegar a ser lo que no es, le da un margen de elección. p. 174), que tiene por función «instaurar en el ser una relación
En este sentido la identificación es la condición de la libertad. fundamental de su realidad con su organismo» (8, p. 172).
Pero si no se mantiene una distancia razonable con la De este modo es el otro (soporte de la imago) quien inevitable-
identificación, ésta lleva a la locura. Por eso la locura es el riesgo mente se interpone, hace mediación, entre el sujeto (o el ser) y
permanente de la libertad, una y otra van juntas como el cuerpo el mundo, e incluso entre el sujeto y su propia representación
y la sombra, afirma Lacan (8, p. 166). Para oponerse a Ey que de sí (su yo) como parte del mundo. Esta mediación (8, p. 171),
sostiene que “la locura es el insulto a la libertad”, Lacan propone de eficacia formadora sobre el yo y sobre los “instintos”, hace
su propia fórmula: “la locura es el límite de la libertad”. Nos que aquél no sólo se represente a sí mismo como otro, sino
parece pertinente conjeturar que aquí el término “límite” es usado que incluso desee como otro. De allí sus efectos iniciales de
tanto en el sentido de obstáculo, detenimiento, como también desconocimiento y alienación (8, p. 171).
en el sentido matemático de pasaje al límite de una función: Lacan sitúa este desconocimiento a través de todo el abanico
dar el salto y llegar al limite; es decir, anular la separación y el de los cuadros clínicos, atravesándolo. Se aplica tanto a la
margen de distancia con la identificación. En sentido contrario alucinación verbal, donde el sujeto «no reconoce sus propias
a la idea de Ey, para quien libertad y locura se oponen, para producciones en calidad de suyas» (8, p. 156), como al
Lacan ambas van en el mismo sentido, por eso el psicótico es sufrimiento del alma bella, ilustrado con referencia al Alcestes
el hombre libre. de Molière cuya pasión narcisista por «demostrar a todos su
Otra referencia de Lacan es El Misántropo de Molière, cuyo unicidad» lo fuerza a desconocer que su ser participa del
personaje principal, Alcestes, no puede decir otra cosa que la desorden contra el cual se subleva. En su análisis Lacan recorre
verdad frente a los otros. Esta situación va excluyéndolo cada también el caso de su tesis sobre la paranoia, la llamada Aimée,
vez más del lazo social hasta que, al final de la obra, se cuyo delirio idealizante también resulta tanto efecto como
encuentra en el mayor de los aislamientos posibles. Alcestes palanca del desconocimiento de su propia posición y de su
está loco porque no mantiene un margen y lleva su identificación contribución a los dramas de los que se experimenta como
hasta las últimas consecuencias. La locura vuelve a ser víctima, tendiendo así «en su conducta a realizar, sin recono-
planteada en términos de aquel sujeto que está identificado sin cerlo, el mal mismo que denuncia» (8, p. 159). Para todas esas
mediación alguna, sin grieta, sin distancia o corrimiento posible variantes, tan disímiles, de la locura, vale la misma «fórmula
respecto de su objeto de identificación. general»: «el sujeto no reconoce en el desorden del mundo la
manifestación misma de su ser actual» (8, p. 162).
Una concepción distinta del yo Lacan concibe entonces la función del yo como de descono-
En la tercera parte de este escrito, cuando Lacan aborda su cimiento del propio ser, y en consecuencia, de alienación.
tema principal: la causalidad psíquica, encontramos la Llevada a su extremo, esa alienación es la locura (ya sea en la
declaración explícita de que el concepto de identificación, y la neurosis o en la psicosis). Y así pensada la locura como
teoría del estadio del espejo y de la naturaleza y formación del alienación extrema, dos características definen la identificación
yo, provienen de los estudios sobre la paranoia (8, p. 170). Esto que la sostiene: la inmediatez y el estancamiento. La inmediatez
es afirmar que en el primer Lacan la identificación idealizante se refiere a la ausencia de distancia respecto de la imagen ideal,
de la locura paranoica es la que proporciona el modelo del es decir, a la infatuación (8, p. 161). El estancamiento remite a
concepto de identificación también para la constitución del yo la ausencia de dialéctica. Pues Lacan concibe a la identificación
en el estadio del espejo. como constitutiva del ser humano y del vínculo social, pero
En consecuencia, y de manera coherente con esa posición, siempre que funcione a través de «momentos», «estadios»
Lacan rechaza la concepción del yo de los posfreudianos, que dentro de la «historia de la génesis mental del hombre» (8,
pusieron el acento en su carácter de síntesis funcional del p. 104). Mientras que las ideas delirantes se constituyen por
organismo y de aliado terapéutico, y construye una teoría del «estancamiento de uno de esos momentos» o «motivaciones»
yo cuya estructura responde a la función de desconocimiento, (de envenenamiento, de maleficio, de influencia, de intrusión
propia del «conocimiento paranoico». física, de robo, de perjuicio, de persecución, de difamación…)
124
(8, p. 103-4).
A esta altura de la elaboración de Lacan, es el complejo de
Edipo, y especialmente la función que allí recae sobre el padre,
lo que permite superar esa alienación o, en todo caso, sus
consecuencias enloquecedoras (8, p. 172-3). De este modo, el
conocimiento paranoico conceptualiza en Lacan el «palacio de
espejismos que reinan en los limbos de ese mundo al que el
Edipo hace hundirse en el olvido» (8, p. 174).
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:
1. Freud, S. (1921) “Psicología de las masas y análisis del yo”, en Obras
Completas, Amorrortu, 1984, vol. XVIII.
2. Freud, S. (1923) “El yo y el ello”, en Obras Completas, Amorrortu, 1988,
vol. XIX.
3. Lacan, J. (1932) De la psicosis paranoica en sus relaciones con la
personalidad, Siglo XXI, México, 1979.
4. Lacan, J. (1936) «Más allá del “principio de realidad”», en Escritos I, Siglo
XXI Editores, Buenos Aires, 1988.
5. Lacan, J. (1938) La familia, Editorial Argonauta, Barcelona, 1978.
6. Lacan, J. (1948), «La agresividad en psicoanálisis», en Escritos I, Siglo
XXI Editores, Buenos Aires, 1988.
7. Lacan, J. (1949) “El estadio del espejo como formador de la función del
yo [je] tal como se nos revela en la experiencia psicoanalítica”, en Escritos 1,
Siglo XXI, 1988.
8. Lacan, J. (1950) «Acerca de la causalidad psíquica», en Escritos I, Siglo
XXI Editores, Buenos Aires, 1988.
9. Lacan, J. (1951) “Introducción teórica a las funciones del psicoanálisis en
criminología”, en Escritos 1, Siglo XXI, 1988.
10.Lacan, J. (1961-62) El seminario, libro 9: La identificación, inédito.
11. Lacan, J. (1974-75): El seminario, libro 22: R.S.I, inédito.
12.Mazzuca, R. “Las identificaciones en la obra de Freud: un conjunto
heteróclito”. En Mazzuca, R. (compilador) y otros, Cizalla del cuerpo y del
alma, Berggasse 19, Buenos Aires, 2003, págs. 335 a 354.
13.Mazzuca, R. “Las identificaciones freudianas en la obra de Lacan”. En
Memorias de las XI Jornadas de Investigación “Psicología, sociedad y cultura,
Facultad de Psicología, UBA, Buenos Aires, 2004, Tomo III, págs. 90 a 92.
14.Mazzuca, R. “La estructura del nudo borromeo en la caracterización de la
histeria en el último período de la obra de J. Lacan (1974-1981)”, Proyecto
UBACyT 2004-2007.
125