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Indormacion de La Basura

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Cada vez la población del Gran Santo Domingo genera más residuos.

Esto se evidencia en la
cantidad de toneladas que se vierten en Duquesa, que se incrementan año tras año.
En once años el total de residuos echados en el vertedero aumentó alrededor de 21%.
Mientras en el 2005 vertieron 993,882.8, en el 2016 se arrojaron 1,260,385.2, según los
datos que registra la Oficina Nacional de Estadística (ONE).
La mayoría de los desechos llevados a Duquesa en el 2016 procedían del Distrito Nacional
(DN), seguido de Santo Domingo Este, Oeste y Norte.
El tema de tener un manejo más adecuado de los residuos se ha puesto en el tapete en los
últimos días debido a la gran cantidad de basura que arropó el malecón de Santo Domingo
tras el paso de la tormenta tropical Beryl.
Empresarios y funcionarios consideraron que en el país urge implementar políticas claras
para manejar los desperdicios e implementar un sistema que permita aprovechar aquellos
que pueden reutilizarse, como se hace en los países desarrollados.
Plantean además que es fundamental educar a la población para enfrentar la situación
porque esto responsabilidad de todos.

Imagen de archivo del cúmulo de basura de un barrio de República


Dominicana. (DIARIO LIBRE/ANEUDY TAVÁREZ)
En la República Dominicana se producen 264 mil toneladas de
residuos de plástico y se recicla menos del 8.

La basura como oportunidad económica:

La basura además de ser un fuerte problema para el mundo, es también una


gran oportunidad de negocios.

En los países donde hay política de reciclaje, la basura tiene un gran valor, y es
que la basura está compuesta por diferentes tipos de materia sólida, plástico,
papel, materia orgánica, hierro, aluminio, vidrio, neumáticos, etc. que
constituyen materia prima básica en la industria y el caso de la materia
orgánica, que comúnmente es utilizado para el uso de la agricultura.

En los rellenos sanitarios es común el aprovechamiento de los gases metanos


y de otros tipos que generan los mismos en grandes cantidades y que se usan
para la generación de energía.

Como vemos, si se utilizan programas tendentes al aprovechamiento de la


basura, esta dejaría de ser un problema en el mundo y pasaría a constituirse
en fuentes generadoras de riquezas. Así lo hacen en los países desarrollados.

En los países tercermundistas o en desarrollo como preferimos llamarlos hoy,


la basura sigue siendo un gran problema, pues no conocemos la cultura del
reciclaje y está solo sirve como fuente de contaminación, sobre todo en las
zonas de hacinamientos humanos como son nuestros barrios, donde los
servicios de recogida de basura son escasos y donde la población no ha sido
educada para crear una cultura nueva en torno a la basura.

La basura en República Dominicana:

La dirección técnica del Consejo Regional de Desarrollo, Inc. (CRD), ve con


mucha preocupación el manejo que dan los gobiernos locales a este problema,
la inmensa mayoría de la basura que generamos, no se elimina sino que
simplemente se trasiega de un lugar a otro.

Somos un gran generador de basura, pues con 10 millones de habitantes, una


población migrante residente que supera el millón de personas y una población
flotante de turistas en permanente crecimiento, somos uno de los países del
caribe insular con más capacidad para generar basura.

Si a esto sumamos, la escasa educación de la ciudadanía para manejar


racionalmente la basura que genera y la muy limitada capacidad de los
Ayuntamientos para retirar cabalmente la misma, unida a la situación de no
existir una política municipal que garantice vertederos apropiados que sean
verdaderos Rellenos Sanitarios, los mismos hacen que la situación de la
basura en el país sea un verdadero drama, trasegada a vertederos
improvisados a cielo abierto y esto se repite en los más de 155 municipios y
228 distritos municipales.

La producción diaria de basura del país va en aumento a medida que crecen


las actividades comerciales, industriales y agrícolas, pero no existen planes ni
siquiera a mediano y largo plazo tendentes a solucionar el problema.

Según apunta Domingo Contreras, experto en materia de desechos sólidos y


asesor de esta materia en el Ministerio de Medio Ambiente, el país ya esta
exportando basura por un monto que superan los US$23 millones de dólares al
año con a penas un nivel de reciclaje de un 7% de la basura que generamos.

En tal sentido, el CRD por medio de su dirección técnica, asume que si el


Estado dominicano junto al sector empresarial y los gobiernos locales, se
empoderaran y crearan los mecanismos para reciclar siquiera el 50% de la
basura que generamos y que esto se realice de forma gradual en un plan
decenal, llevado con verdadera voluntad política, el país no solo resolvería el
problema tan fuerte de la disposición final de la basura y la gran contaminación
que genera, sino que dispondría de los recursos necesarios para que los
ayuntamientos puedan disponer de medios económicos suficientes para
financiar una recogida cabal y eficiente de los desechos sólidos, generando así
decenas de miles de empleos directos en todo el país.

Una propuesta para la solución del problema:

El Consejo Regional de Desarrollo, Inc. (CRD), plantea que los Ministerios de


Medio Ambiente, Salud Pública, Agricultura (Por los desechos agrícolas) e
Industria y Comercio junto a FEDOMU como entidad que aglutina los gobiernos
locales y la Liga Municipal Dominicana, deben abocarse a diseñar un Plan
Integral de Recogida, Disposición y Aprovechamiento de la Basura, el cual
debe incluir la creación de empresas recicladoras mixtas por regiones.

Asume que este plan debe incluir un Proyecto Nacional con Plantas de
Reciclajes Regionales, a fin de aprovechar la basura como fuente de riqueza, lo
cual entiende que sería una magnifica salida para educar a la población
mediante la acción, pues los ciudadanos veríamos la basura no como un
problema, sino como opción de negocio.

Propone a tal respecto, aprovechar al Banco Mundial, que no solo dispone de


los estudios más acabados en torno a la problemática de la basura a nivel
global, sino que también, podría ser un excelente asesor, además, seria un
canal efectivo para el financiamiento de este proyecto, con un préstamo a 20
años con una tasa que no excedería el 2% anual que se pagaría con creces
con la exportación de los productos reciclados que generarían beneficios netos
al país por no menos de US$500 millones de dólares por año, suficiente para
pagar dicho financiamiento y dejar buenos beneficios a sus dueños
(Ayuntamientos y sector privado).

Dicha problemática por tanto, reclama de una minima voluntad política,


haciéndose de importancia capital acoger las sugerencias que hace el Consejo
Regional de Desarrollo, Inc.(CRD), para asumir el rumbo correcto que amerita
la basura con respecto a su alto incremento, sus problemas y su adecuado
aprovechamiento, para cuyo propósito, la dirección técnica del organismo de
desarrollo, desde hace más de dos décadas, ha externado su firme decisión
para unirse como gestor social, en un proyecto como el indicado, de tanta
trascendencia para el presente y el futuro de nuestra nación.

La República Dominicana tiene un grave problema con la basura. El sistema de


recogida de residuos es caótico y anticuado, la separación de desechos es
prácticamente inexistente. Toda la basura termina en uno de los aproximadamente
350 vertederos del país, excepto en las regiones más pobres. Pero pronto habrá un
cambio. En la pequeña ciudad de San Cristóbal, la Agencia Alemana para la
Cooperación Internacional (GIZ, por sus siglas en inglés) está ayudando a
establecer una economía circular moderna. Los residentes están limpiando sus
vecindarios y reciclando. En la escuela, los niños están aprendiendo a compostar los
desechos orgánicos. Mientras tanto, la ciudad de Santiago cuenta con una planta
clasificadora de residuos, que ha modernizado la gestión de la basura de la región y
puede servir de modelo para todo el país.

Objetivo del proyecto: apoyar a la República Dominicana en su camino hacia


un futuro con menos residuos
Implementación: se introducirá una nueva ley para regular un sistema
moderno de gestión de residuos con el fin de reducir la contaminación ambiental y
abrir nuevas oportunidades de ingresos para los recolectores de residuos locales. El
proyecto también pretende fortalecer las estructuras institucionales y ampliar la
base de conocimientos del país

Condiciones precarias
En Santo Domingo la recolección de basura del 72% de los hogares se realiza bajo la
responsabilidad de los ayuntamientos municipales, los cuales, según Rojas, carecen de los
recursos para disponer del personal y equipos suficientes y más adecuados.
“La colocación de basura fuera del horario de recolección, y las limitadas cobertura y
frecuencia de recolección, genera la acumulación en esquinas y solares baldíos”, se reseña
en el informe del Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo (MEPyD) “Contexto
actual del agua en la República Dominicana”, publicado este año.
Aquí el uso de contenedores es de uso limitado y  es común el vertido incontrolado de
residuos sólidos en cañadas y terrenos urbanos y rurales.
“De los residuos recolectados, del 60% al 80% corresponde a domicilios y esto se hace con
equipos de recolección muy precarios. En la mitad de los ayuntamientos, la totalidad del
equipo vehicular tiene más de 10 años de antigüedad”, indica el estudio refiriéndose al país
en términos generales.
El vertedero de Duquesa, principal destino final de los residuos sólidos de la mayoría de los
municipios del Gran Santo Domingo, se ha convertido en un peligro para la salud y el
medioambiente.
Alrededor de 83.9% de los residentes en sus inmediaciones (aproximadamente a dos
kilómetros) lo ven como un foco de contaminación, según un estudio publicado el año
pasado por el Observatorio Municipal de la Liga Municipal Dominicana.
A los pobladores les afectan, entre otros aspectos, los malos olores y vinculan enfermedades
respiratorias, alergias y de la piel con la cercanía del vertedero, ubicado en Santo Domingo
Norte, donde ocupa 127,810 metros cuadrados, de acuerdo a la investigación.
La contaminación de Duquesa se extiende además hacia el río Isabela, uno de los
principales de la ciudad, provocando que de manera indirecta afecte a un mayor número de
personas, señala el estudio.
El director ejecutivo de MGSD dice que hay un proyecto para construir una planta de
tratamiento para los lixiviados de Duquesa las cual costaría alrededor de 800,000 euros y
sería construida por la CAASD y los ayuntamientos. Se prevé esté en funcionamiento en el
primer semestre del 2019.  
¿Qué alternativas hay?
Para enfrentar la situación de los residuos sólidos, lo que se plantea es establecer un
sistema adecuado de gestión que permita fomentar su reducción, reutilización, reciclado y
otras formas de valorización tal como establece el proyecto de Ley Sobre Manejo de
Residuos Sólidos que espera por aprobación en el Congreso Nacional.
Carvajal entiende que no debería circular ningún producto sin que se sepa dónde terminará
porque a su juicio en toda economía es necesario saber qué se hará con los desperdicios.
LA FALTA DE ORDENAMIENTO ES EL ORIGEN DE TODO
HISTORIA. Los expertos consultados y los estudios analizados coinciden en que el origen
de los dos problemas ambientales de la metrópoli aquí descritos, y muchos más que es
imposible describir en dos páginas, es la falta de ordenamiento territorial.
En su momento la ciudad no se planificó debidamente para hacer frente al gran flujo
migratorio (interno) que se disparó tras el ajusticiamiento del tirano Rafael Leónidas
Trujillo, en 1961.
“Esta época conoce la mayor migración desde todo el país hacia Santo Domingo. La pobreza
predominante en los campos y ciudades del exterior expulsa la población hacia Santo
Domingo en busca de opciones de progreso”, reseña el libro Historia Crítica de la ciudad de
Santo Domingo del arquitecto Cristóbal Valdez.
El autor plantea que Santo Domingo es producto de las inversiones en infraestructuras del
Estado, del mercado, de la especulación inmobiliaria y de la ausencia de planificación.
“Debemos abocarnos a la construcción de un nuevo modelo de ciudad, estructurada a través
del espacio público, la calle, la plaza; una ciudad continua, densificada, multifuncional y
heterogénea (…)”, recomienda Valdez, cuyas sugerencias y la de otros expertos deben ser
tomadas en cuenta porque como indican las proyecciones, la población de la metrópolis
continuará creciendo.

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