TRABAJOOO
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org/wiki/Decreto_Nacht_und_Nebel
http://es.wikipedia.org/wiki/Programa_Phoenix
https://es.wikipedia.org/wiki/Operaci%C3%B3n_Gladio
https://es.wikipedia.org/wiki/Direcci%C3%B3n_de_Inteligencia_Nacional
EL CASO PRATS
Entre los responsables del atentado contra los Prats se identificó a Michael Townley,
norteamericano experto en electrónica y agente especial de la DINA, Juan Luis Bulnes
Ossa, chileno ultraderechista, y el mayor del ejército chileno Armando Fernández Larios,
quien en octubre de 1973 integró la "caravana de la muerte", del general Sergio Arellano
Stark, que masacró a 72 prisioneros en cinco ciudades chilenas. (3)
Para el seguimiento de Carlos Prats, en la fase preparatoria del crimen, los agentes chilenos
utilizaron placas de la Dirección Federal de la Policía de Buenos Aires, credenciales de la
Dirección de Migraciones, automóviles asignados al ejército argentino, etc. Así como este,
hubo muchos otros casos en los que policías o militares chilenos actuaron con total libertad
en territorio argentino contra ciudadanos que huían del régimen de Pinochet.
EL CASO LEIGHTON
EL CASO LETELIER
El 21 de setiembre de 1976 la DINA ejecutó otro de sus operativos en el exterior. Esta vez
actuó en el corazón mismo del gigante norteamericano, asesinando en Washington D.C. a
Orlando Letelier, ex ministro de Estado en el gobierno de Salvador Allende, y personaje
clave de la oposición chilena, a quien pocos días antes Pinochet le había quitado la
nacionalidad, por "haber llevado a cabo en países extranjeros una campaña publicitaria
tendiente al aislamiento político, económico y cultural de Chile", y "por influir en la
política exterior norteamericana demandando la suspensión total de su ayuda militar a
Chile". En el atentado, cometido con bomba a control remoto, también murió Ronnie
Moffit, quien trabajaba con Letelier en el Instituto de Estudios Políticos.
Igual que en los casos antes mencionados, el responsable de coordinar el operativo fue el
norteamericano Michael Townley, un agente incondicional a Manuel Contreras, jefe de la
DINA. "Desde que lo liberamos, Letelier ha estado dando problemas al gobierno en el
exterior", le dijo Pedro Espinoza, asistente principal de Contreras, a Townley, cuando le
precisó las instrucciones para la misión de asesinar a Letelier en Estados Unidos.
Para este asesinato el Mayor del Ejército chileno Armando Fernández Larios realizó
previamente un minucioso trabajo de seguimiento de Orlando Letelier en Washington D.C.
Townley confesó a la justicia norteamericana que él mismo, con la ayuda del cubano
anticastrista Virgilio Paz, fabricó el artefacto explosivo a control remoto y lo colocó en el
automóvil de Letelier. En el crimen también participó Dionisio Suárez, del Movimiento
Nacionalista Cubano.
Unas semanas antes, agentes secretos chilenos habían obtenido en Asunción pasaportes
paraguayos y visas para ingresar a los Estados Unidos. También la cancillería chilena entregó a
agentes de la DINA pasaportes con nombres falsos. Ahora, con el descubrimiento de los archivos
del terror, en Paraguay, se confirma que el asesinato de Letelier fue gestado por Manuel
Contreras, dentro de la "Operación Cóndor".(5)
Las Operaciones Pre-Cóndor
Se trata de las pruebas que se hicieron previamente y de las que no necesariamente participaron todos los
países que luego se encargarían de acciones en la Operación Cóndor. Uno de los ejemplos que cita
Calloni es el asesinato del general democrático de Chile, Carlos Prats y su esposa Sofía, que estaban
refugiados en Buenos Aires. “Es una operación como de prueba que hace Estados Unidos por intermedio
de la gente de la CIA y sobre todo de grupos cubanos terroristas de Miami que participaron en casi todas
las operaciones fuertes. Los que armaron este atentado aquí fueron los grupos de la Triple A y unos
grupos de una Alianza Nacionalista que estaba ligada con sectores de la SIDE, el Ejército y la policía”,
especificó la integrante del Consejo Directivo del Instituto Espacio para la Memoria, y agregó que lo
mismo se hizo en Francia con el capitán Ramón Trabal, al que mandaron a matar los militares de
Uruguay, o el atentado en Roma a Bernardo Leighton y su esposa Anita Fresno, que no murieron. “Los
cubanos de Miami tuvieron la operación en sus manos pero intervinieron grupos mafiosos italianos,
además de Chile por supuesto y también estos grupos de Estados Unidos. Podemos llegar hasta el día 5
de noviembre de 1975, estando todavía Argentina bajo un gobierno no dictatorial, se firmó el acuerdo al
que convocó el jefe de la DINA, el general Manuel Contreras, donde se define cuál va a ser la función de
Cóndor”, señaló Calloni.
Además, mencionó que en la reunión en Chile se había especificado a cada embajada que debían enviar
un decodificador, para que los radiogramas no pasaran por ningún otro militar, sino por un hombre
especial: “por eso todos los militares que estuvieron en el período de Cóndor en las embajadas sabían de
qué se trataba porque eran los únicos que podían saber a quién tenían que pedir para secuestrar, matar”,
aseveró.
Stella Calloni aseguró que se cuenta con la documentación suficiente para demostrar la
intervención de Estados Unidos en el Cono Sur y su responsabilidad en la instalación de todas las
dictaduras de la zona: “también de su presencia, por ejemplo, a través de grupos como los
cubanos terroristas de Miami, que eran clave, porque ellos habían desarrollado la guerra por los
caminos del mundo que es muy similar a Cóndor porque se trasladaban en grupos e iban a algún
país para asesinar a un político, cónsul o representante de la embajada como lo hicieron en
México. Es importante tener en cuenta que Estados Unidos estuvo, que Orlando Bosch, Virgilio
Paz, son los nombres que ya han salido de agentes de la CIA que estaban con Pinochet en 1974
arreglando la conformación de la Operación Cóndor. Y en esto tiene que ver Henry Kissinger que
sabía exactamente lo que se estaba haciendo. Estaba el general Vernon Walters que pedía
documentación para los viajeros de Cóndor. La CIA fue la que instaló el gobierno de Pinochet, tal
como surgió en el juicio de 1975 que se hizo en el Congreso de Estados Unidos por el
comportamiento de la CIA. Por eso la CIA durante los años de Reagan fue puesta detrás de una
máscara con esa Fundación Nacional para la Democracia, pasó a ser la USAID para que no
aparezca la CIA ligada. El equipo clave, la estrella de la CIA era este equipo cubano, estos
personajes estuvieron metidísimos en Bolivia, incluso integrando con grado el ejército de ese país
cuando se estaba buscando al Che. Todo esto está comprobado”, manifestó Calloni.
Respecto a Argentina, la periodista y escritora afirmó que el embajador de Estados Unidos, Robert
Hill, tuvo mucho que ver con la formación de la Triple A y el desarrollo de las operaciones previas,
lo mismo ocurrió en Chile. En este sentido ejemplificó con el caso del diplomático chileno y ex
ministro de Allende, Orlando Letelier, y cómo su asesinato permitió empezar a conocer la
cooperación represiva entre América Latina y Estados Unidos: “el hombre de la DINA que en
realidad era de la CIA, Michael Townley, fue a matar a Orlando Lettelier junto con el coronel
Armando Fernández Larios, con pasaportes truchos. Quienes pusieron la bomba a Letelier fueron
estos grupos de cubanos de Miami y esto demuestra la implicancia de Estados Unidos en esto.
Cuando volaron a Letelier mataron también a la secretaria estadounidense Ronny Moffits e
hirieron a su marido Michael. Este hombre luchó mucho para que se hiciera el juicio, y un fiscal de
Estados Unidos, Eugene Propper, hizo una investigación enfrentándose con todos los obstáculos
que le ponía la CIA, y demostró cómo lo habían asesinado a Letelier. El juicio fue clave para que en
1979 apareciera en los periódicos de Estados Unidos datos sobre la Operación Cóndor”.