Artículos Sobre El Noviazgo Cristiano
Artículos Sobre El Noviazgo Cristiano
Artículos Sobre El Noviazgo Cristiano
Samuel Edelstein
I. Definición
A. La Biblia no habla explícitamente en cuanto a lo que ahora conocemos como "noviazgo". Sin
embargo, para el cristiano, debe ser una relación hacia elmatrimonio. (Génesis 2:20-24). No es un juego o
pasatiempo.
B. El noviazgo es menos íntimo y comprometido que el matrimonio, pero mucho más que una
amistad.
C. Un noviazgo, aunque es una relación con mira al matrimonio, no tiene que terminar en una boda (en
matrimonio). Pero sin embargo, el noviazgo es la relación que establecen un hombre y una mujer con el fin
de desarrollar la estructura base para el matrimonio.
A. Debemos buscar y esperar la voluntad de Dios, sabiendo que es buena, agradable y mejor que la
nuestra (Rom. 12:1-2).
B. Es muy importante estar buscando la voluntad de Dios para casarse "en el Señor" (1 Co. 7:39).
C. No debemos enredarnos en un noviazgo si no es la voluntad de Dios (2 Ti. 2:3,4,1 Co. 7:7-9,17,27-
28).
D. Es esencial tener la mujer que Dios tiene para uno (Prov. 18:22, 19:14).
E. El tiempo de comenzar un noviazgo debe quedar bajo la voluntad de Dios (Ecles. 3:1-8, CC. 2:7, 3:5,
8:4).
F. Debemos concentrarnos en las cosas agradables a Dios- una relación que diminuya mi ministerio no
es la voluntad de Dios (Col. 1:10, 3:1-2, Fil. 4:8, etc.)
G. Los jóvenes no deben discipular a las jóvenes, sino dejar esto a las mujeres más maduras (Tito 2:1-
6).
H. Es algo muy serio y poderoso abrir el corazón a una persona del sexo opuesto. Debemos estar
seguros de la voluntad de Dios antes de hacerlo (Gn. 34:3, Jue. 16:15-18, 19:3, 2 R. 11:4, Rut 2:13, Prov.
6:23-25, 7:25, Ecl. 7:26, Os. 2:14, CC 8:6, etc.).
IV. Nuestro trato con el sexo opuesto siempre debe ser santo y puro.
A. La voluntad de Dios es que seamos santo y que evitemos la fornicación (1 Tes. 4:1-8, 1 Ti. 4:12,
5:22, 2 Ti. 2:22).
B. El sexo, creado por Dios, es bueno (Gn. 1:31), pero sólo dentro del matrimonio (He. 13:4, Prov.
5:15-23).
C. A las jóvenes cristianas hay que tratarlas como hermanas, con toda pureza (1 Ti. 5:2).
D. Es importante tener casi nada de contacto físico con una persona del sexo opuesto (1 Co. 7:1).
E. Es sano establecer relaciones sociales en grupo en vez de individualmente (He. 10:24-25).
F. La Biblia enfatiza la importancia de la pureza (1 Ti. 4:12, Tito 1:15, 1 Jn. 3:3, etc.).
G. Hay actitudes sexuales aparte de la fornicación que Dios condena (Job. 31:1, Mt. 5:27-28, Ro. 1:24-
32, Gá. 5:19-21, 1 Tes. 4:3, etc.).
H. Un poco de estímulo produce el deseo para hacer más (Ecl. 1:8, CC 2:6-7).
A. No debemos tomar nuestros patrones para el noviazgo del mundo, sino de Dios (Ro. 12:1-2, Col.
3:1-10, etc.).
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B. Lo que sembramos, cosechamos. No podemos burlarnos de Dios o de otro hermano sin sufrir las
consecuencias (Gá. 6:7-8).
C. Hay que cuidar de no lastimar a la otra persona. La mujer es más sensible. (1 P. 3:7).
D. No se debe levantar temas del noviazgo o del matrimonio entre dos personas del sexo opuesto si no
están pensando seriamente en hacerse novios (1 Ts. 4:6).
E. Un dirigente tiene más responsabilidad de cuidarse en esto que los demás (1 Ti. 5:19-20, Stg. 3:1).
A. Primero hay que tener disciplina en la vida cristiana (Prov. 25:28, Gá. 5:22-23, 1 Co. 9:24-27, 10:12-
13).
B. Uno debe tener ciertos tipos de madurez como preparación para el matrimonio: Madurez moral,
económica, sexual, social, emocional y espiritual. (Gn. 2:24, Prov. 24:27, etc.).
IX. Nuestro trato del sexo opuesto debe dar buen testimonio.
A. Citas con otra persona deben dar un buen testimonio delante de Dios y delante los hombres (Hch.
24:16).
B. No debemos hacerle tropezar a otra persona (Mt. 18:6-7, Rom. 14:13-21, 1 Co. 8:9, Ap. 2:14, etc.).
C. No debemos ir a lugares o hacer cosas que dan mala apariencia (1 Tes. 5:22).
D. No debemos estar en un lugar o hacer algo que puede ser una oportunidad para la carne (Rom. 13:14,
Gá. 5:13).
E. Debemos evitar lugares solas y oscuras (Juan 3:19).
F. Debemos hacer las cosas a la luz de todos, y no en la oscuridad (Ef. 5:11-14).
La felicidad depende de la decisión que se toma cuando se resuelve quién será el compañero o la compañera
de la vida. En ese momento se está decidiendo el éxito o el fracaso de dos vidas; la dicha o la desdicha.
Encarado el asunto de esta manera, la idea de que "el amor es ciego", o que "el matrimonio es una lotería"
pasa a ser un absurdo total.
Cómo conseguir la pareja ideal no es un juego de azar. Por el contrario, es un asunto muy serio, y hay que
encararlo con la debida responsabilidad. Si usted ya ha elegido su novio o su novia, y está más o menos
resuelto a casarse, sería bueno que se hiciera las siguientes preguntas que hemos condensado y adaptado de
la obra El Secreto de la Dicha Conyugal, del Dr. Haroldo Shryock.
Veamos:
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1. ¿Es mi novio --o mi novia-- generalmente alegre, feliz y optimista? Es bueno observar estos rasgos,
porque el matrimonio no cambia generalmente los aspectos fundamentales de la personalidad.
2. ¿Puede abordar temas de controversia sin desembocar en una disputa acalorada?
3. ¿Es emocionalmente estable?
4. ¿Qué opiniones tiene acerca de la política, la moral y las finanzas? ¿Moderadas o más bien extremistas?
5. ¿Coopera fácilmente con los demás y suele llevarse bien con sus superiores?
6. ¿Es considerado/a con sus subalternos y ayuda con gusto a los menos favorecidos?
7. ¿Es capaz de recibir consejos con buena disposición, aunque le duelan?
8. ¿Es prolijo/a en el desempeño de sus tareas?
9. ¿Está dispuesto/a a asumir responsabilidades, y ha tenido éxito en las tareas que ha emprendido?
10. ¿Le gustan los niños?
11. ¿Practica concienzudamente la misma religión que profeso yo?
12. ¿Lo/a amo a pesar de sus defectos? Recordemos que nadie es perfecto. Por otro lado, conviene recordar
también que el casamiento no elimina los defectos.
13. ¿Me enorgullezco de mi novio --o novia--? Si se avergüenza o no se siente cómoda/o a su lado, es
evidente que no han nacido el uno para el otro. El Dr. Shryock termina sus preguntas diciendo: "Si se
pueden responder afirmativamente estas preguntas, es clara la conclusión de que el novio --o la novia--
posee las cualidades necesarias para alcanzar una adaptación conyugal satisfactoria".
Por nuestra parte decimos que se estarían cumpliendo las condiciones para formar la pareja ideal. A fin de
tratar de asegurar en la mayor medida posible el éxito en el matrimonio, conviene añadir a las preguntas
precedentes el análisis de los siguientes puntos: El amor es una palabra muy usada, pero su verdadero
significado es prácticamente desconocido. Generalmente se lo confunde con sentimientos y emociones. El
amor participa de todo eso, pero es muchísimo más. Se dice que lo que sobresale por encima del agua en un
témpano de hielo es la décima parte de su masa. Algo parecido pasa con el amor: los sentimientos y las
emociones son apenas el diez por ciento de lo que realmente es.
Vamos a ilustrarlo: Juan Wesley, el fundador del movimiento metodista, solía referirse a sí mismo diciendo
que era "un tizón arrebatado del incendio". Y esto no era una figura de lenguaje solamente: era literal.
Cuando Wesley era niño, sus padres lo dejaron solo en casa por lo que calcularon sería unos momentos.
Pero en su ausencia se declaró un incendio en la casa, y cuando volvieron ésta se encontraba envuelta en
llamas, con el pequeño Juan adentro. La madre, sin vacilación ninguna, entró en medio del fuego y buscó a
su hijito; lo encontró y lo sacó sano y salvo. Puso en peligro su vida, y las cicatrices que dejaron las
quemaduras en sus manos, brazos y rostro, pusieron en evidencia la calidad de su amor, que era mucho más
que sentimientos y emociones.
La Sra. Wesley se olvidó de sí misma para pensar primero en la salvación y la felicidad de su hijito. Eso es,
queridos amigos, amor verdadero. La Sra. Wesley, seguramente sin proponérselo, imitó a Jesús, el mayor
ejemplo de amor verdadero que podemos dar. No tenía la menor obligación de venir a salvarnos, pero
cuando estalló el incendio del pecado, desafió las llamas y nos vino a buscar para llevarnos sanos y salvos a
su hogar. Y no sólo le quedaron cicatrices en las sienes, las manos, los pies y el costado, sino que dio su
vida por nosotros. Y un amor como éste deben profesarse los novios y los esposos si realmente quieren tener
éxito en el matrimonio. Deben olvidarse de sí mismos para pensar primero en la felicidad, el bienestar y la
salvación de su amada o de su amado.
La sinceridad. El amor verdadero es el fundamento del matrimonio. Pero sobre él debemos colocar otros
elementos, entre los cuales se encuentra la confianza, que debe ser absoluta entre los novios y los esposos.
Pero la confianza depende de la sinceridad. Sin ella simplemente no existe. Y, ¿qué es la sinceridad? Demos
un ejemplo para que nos podamos entender: Gabriela y Norberto viajaban en auto al iniciar su luna de miel.
Norberto comenzó a pensar en voz alta en los platos favoritos que Gabriela le había prometido preparar
cuando todavía eran novios. De repente ella le dijo bruscamente: "Estás equivocado, querido, cuando
estemos en casa vamos a contratar una cocinera para que se ocupe de esos menesteres. Yo estoy para cosas
mucho más importantes".
¿Qué paso aquí? Mientras eran novios Gabriela salió con la historia de los platos preferidos a fin de
envolver bien a Norberto. Y ahora que éste ya era propiedad suya, por así decirlo, apareció con su verdadero
rostro. Esto es falta de sinceridad, y tal cosa no debe existir ni en el noviazgo ni en el matrimonio.
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La afinidad. ¿Qué es la afinidad? En el mundo físico se dice que los polos opuestos se atraen. Esta ley,
válida para ese mundo, no sirve para el noviazgo ni para el matrimonio. Sin pretender que el novio y la
novia sean perfectamente iguales, lo que tampoco sería conveniente, debe haber tanto de parecido como sea
posible. Por ejemplo, si María y Julio provienen del mismo estrato social y cultural, van a congeniar mucho
mejor que si él es un obrero manual y ella es una doctora que enseña en la universidad. No queremos decir
que sea imposible que sean felices; lo que sí queremos decir es que si María es modista, y Julio obrero de la
construcción, dos honorables oficios por cierto, se van a entender mucho mejor y en menos tiempo.
Antes de terminar con el tema de la afinidad debemos poner énfasis en un aspecto en el que debe de haberla,
sin discusión ninguna: es en lo que atañe a la denominación. Si ambos son cristianos, es más que
conveniente que profesen la misma denominación, aunque no quiere decir que no se pueda establecer una
relación de noviazgo o matrimonio entre dos hermanos de diferentes Iglesias evangélicas. Se sugiere esto
para evitar conflictos doctrinales que pudieran lacerar los corazones de la parejea y dividirlos.
La madurez. Ernestina y Leandro tenían ambos alrededor de 19 años. Tuvieron un noviazgo de dos meses y,
contra viento y marea, se casaron. Una vez pasada la euforia de la luna de miel, cuando fue necesario hacer
frente a las crudas realidades de la vida, quedó en evidencia que ninguno de los dos estaba maduro para el
matrimonio. Les faltaba madurez física, psíquica, social y espiritual. Por eso mismo, las responsabilidades
de la vida los superaron, y comenzaron las discusiones, las peleas y las recriminaciones, que pasaron a
formar parte del programa de todos los días. Muy pronto eso no era un hogar: era un infierno. ¿La causa? La
inmadurez de los contrayentes. Por eso no son aconsejables ni los noviazgos ni los matrimonios prematuros.
Tampoco los noviazgos largos.
La relación de los jóvenes con sus padres. Los sociólogos hablan de la "brecha generacional", con lo cual
quieren referirse al desentendimiento casi total que hay en algunos ambientes entre padres e hijos. Los
jóvenes tienen la certidumbre de que sus padres son "un par de viejos anticuados, que no saben
absolutamente nada de la vida moderna". Consultarlos acerca de cualquier cosa es perder el tiempo. Por su
parte, los padres confiesan que no saben cómo, pero sus hijos se han convertido en extraterrestres para ellos.
Y esto ciertamente es lamentable. Es verdad que los padres pertenecen a otra generación, pero por eso
mismo han vivido más y tienen algo sumamente valioso: la experiencia. Es verdad que tienen defectos --no
más que los jóvenes-- pero pueden ofrecer consejos sabios sobre una cantidad de temas. Los buenos hijos
buscarán y apreciarán la opinión de sus progenitores, y los padres inteligentes harán y dirán lo mejor para la
felicidad de sus hijos.
Cómo actuar durante el noviazgo. El estilo de los noviazgos ha cambiado radicalmente en estas últimas
décadas. Ya no se estila más que al novio le digan: "Joven, usted puede ver a Lucía sólo los jueves de 9 a
10, en el salón, con la puerta abierta, de modo que los podamos ver". Y así era la cosa. Hoy, en cambio, no
estamos muy seguros si para bien, el novio --o el amigo-- viene el viernes de noche en su moto, carga
literalmente a la novia, sale zumbando con rumbo desconocido, y vuelve con ella el domingo a media
noche. ¿Dónde estuvieron y qué hicieron? Sólo ellos lo saben. Con toda seguridad tuvieron relaciones
íntimas, puesto que eso es parte inseparable de los noviazgos modernos. La explicación es que los tiempos
cambiaron.
Sí, cambiaron. ¿Para bien o para mal? Por supuesto que el noviazgo que describimos al principio es
inaceptable, y no quisiéramos que esas escenas se volvieran a repetir. Pero tan inaceptable como eso es el
noviazgo moderno, que merece más el nombre de libertinaje que de noviazgo. Los novios más dichosos son
los que han sabido esperar para llegar a ser, como dice la Palabra, "dos en una carne" sólo en el estado
matrimonial.
Los novios que aceptan la conducción divina en sus planes e ideales pueden formar hogares ejemplares,
capaces de beneficiar a la sociedad y a las generaciones futuras. Esta es la clase de hogar que deseamos para
ti y tu felicidad. Y recuerda algo: puedes contar con la poderosa ayuda de tu amigo Jesús para conseguir tu
pareja ideal. Pídesela. Él nunca falla.
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EL NOVIAZGO CRISTIANO
Estimados hermanos:
Con mucho cariño les comparto una copia de una conferencia que en cierta ocasión preparé con la ayuda de
Dios y otras fuentes literarias, para los jóvenes de mi congregación. Si les gusta, por favor cópienla e
impártanla con miembros de la sociedad juvenil de sus respectivas congregaciones.
Dios mediante hasta muy pronto. Les saluda: Hno. Juan Miguel.
PROPÓSITO:
Orientar adecuadamente a las parejas de novios de las congregaciones cristianas, para que mientras
sostengan relaciones de noviazgo, aprendan a respetarse y amarse mutuamente.
INTRODUCCIÓN:
De acuerdo con el contexto bíblico, no es fácil hablar del noviazgo, ya que la Biblia sólo hace referencia a
esta expresión en forma explícita, en alusión a la hermosa relación existente entre Cristo y la Iglesia. La
palabra noviazgo, según el diccionario, tiene las siguientes acepciones: 1). Condición o estado de novio o
novia. 2). Relaciones de amistad y de trato que se mantienen durante cierto tiempo, previo al matrimonio.
Novios, pareja de personas (hombre y mujer) que mantienen relaciones amorosas con miras al matrimonio.
Para hablar de noviazgo, es preciso considerar algunos principios básicos, con la finalidad de establecer
normas que puedan regir las relaciones amorosas con la persona de nuestros sueños. ¿Cuáles son los
conceptos que el joven tiene acerca del amor? ¿Qué significa el amor para él o ella?. Cuando un joven o una
señorita no tiene bien claro el significado de la palabra amor, lógicamente no está en capacidad de
emprender una relación de NOVIAZGO, ya que el amor es la plataforma en la que se fundamenta esta
preciosa relación.
Por tal razón, es necesario reconocer que éste debería ser el principio de mayor importancia para todas
aquellas parejas que se inician en el noviazgo, en virtud que una relación de tal naturaleza, es como una
carrera que se emprende en la vida, la cual debe terminar con los sonoros acordes de la marcha nupcial en el
altar del matrimonio.
Como que el amor requiere conocimiento, enfocaremos algunos principios de singular importancia, para
seleccionar al compañero (a) de nuestra vida. Veamos:
1. Una buena respuesta la encontramos en la Biblia cuando nos enseña que “debemos de amar a nuestro
prójimo como a nosotros mismos” Mateo 22: 39; Levítico 19: 18. Es decir que un joven es grande y virtuoso
en la medida que amándose a sí mismo, ama igualmente a los demás, erradicando de su vida toda actitud
egoísta.
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2. En tus relaciones amorosas, cuando caminas con ella o él, cuando te citas con el ser amado para dialogar
en forma romántica, posiblemente puedas descubrir algunas cosas que le clasifiquen como un ser egoísta.
Debes tener la capacidad de descubrir la virtud que ella o él tiene para amarte y amarse a sí mismo.
3. Cuando buscamos la felicidad de la persona amada y sentimos respeto por la imagen de Dios en nosotros,
y nos damos amor en forma desinteresada, es muy seguro que no haya egoísmo en nuestro ser.
B. Escójase su carácter:
El Diccionario de la lengua española dice que : la palabra carácter significa el genio natural de una persona.
También dice que el carácter tiene que ver con la condición de las personas en sus relaciones naturales. Nos
habla también de un carácter que se hereda y otro que se adquiere. Veamos algunos ejemplos:
1. Si la señorita (o el joven) tiene un carácter noble, es muy posible que éste lo haya formado observando el
ejemplo de carácter que ha visto en sus padres.
2. Si la señorita (o el joven) ha adquirido un carácter especial, es muy probable que lo haya obtenido: a
través de actitudes profundamente cristianas, en la lectura de libros instructivos de alto contenido espiritual,
o a través de las buenas costumbres que ha observado en sus amistades (compañeros de estudio o de
trabajo).
C. Escójase su salud:
Como toda relación de noviazgo apunta hacia el matrimonio, cabe preguntar : ¿Se uniría usted en afectos
sentimentales y conyugales a una persona enferma? Considero que no. En tal circunstancia, es
recomendable efectuar los exámenes médicos correspondientes, para evitar la formación de hogares que
puedan constituir una tragedia en medio de nuestra sociedad. Si tomamos una decisión de esta naturaleza,
desconociendo las condiciones de salud de nuestro ser amado, lógicamente sufriríamos frustraciones de tipo
emocional, moral y económicas, por toda una vida.
E. Escójase en oración:
Lamentablemente muchos de nuestros jóvenes han llegado a creer que Dios no tiene nada que ver en el
asunto del noviazgo. Puedo asegurarle que nos evitaríamos muchos problemas si todas nuestras decisiones
de amor las hiciéramos teniendo en cuenta el consentimiento de Dios. La respuesta de Dios dependerá,
lógicamente, de la consulta que nosotros le hagamos a través de la oración, y de la decisión que tomemos de
hacer su voluntad. Por tal razón, nuestro consejo es que: pidamos a Dios en oración para que sea Él quien
dirija esta importante página de nuestra vida; pongamos todos nuestros deseos en sus manos, y confiemos en
lo que Dios pueda hacer en nuestro favor. Reconozcamos que la oración es la llave que el Señor ha puesto
en nuestras manos, para que por medio de ella podamos entrar en su presencia y le roguemos
reverentemente que sea hecha su voluntad.
A. Necesitamos determinar cuál es el origen de nuestros conflictos. Muchas veces tenemos diferencias con
nuestros seres queridos por no poder adaptarnos a ciertas situaciones emocionales que suelen presentarse en
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nuestra vida. Hay ocasiones en que las cosas de menor importancia que se han suscitado en nosotros durante
el día, nos ponen de mal humor, y por consiguiente, nos hacen entrar en el mundo de los conflictos. En tal
caso, conviene corregir todas estas anomalías, para que de esta forma podamos practicar el arte de amar, y
ser beneficiados interiormente en nuestras entrevistas y no quedar en un grado crítico de soledad.
B. Algunos jóvenes tienen por costumbre resolver sus diferencias peleando, y otros, hasta han llegado a
declarar que dos personas que se aman forzosamente tienen que pelear ; pero esto es una terrible
equivocación. Si esta es la forma que usted ha venido utilizando para corregir sus diferencias, le invito para
que de hoy en adelante, busque métodos mejores, por ejemplo: el diálogo, el reconocimiento de sus errores,
el perdón y otros.
C. ¿Se ha preguntado usted, cuál es el sentir de sus padres acerca de la persona con la que se está
entrevistando ? ¿Tienen derecho nuestros padres de aconsejarnos en nuestras decisiones sentimentales ? Si
ellos han contribuido al desarrollo de nuestra vida, y han tratado de darnos una formación moral y espiritual
aceptable, y si han sido nuestros consejeros en muchas de nuestras experiencias diarias, ¿por qué no pueden
ser nuestros consejeros en el noviazgo ? Si es posible que nuestros padres participen en esta parte de nuestra
vida, debemos oírlos con atención y respeto, no haciendo caso omiso de la orientación que ellos pretendan
ofrecernos.
A. Una señorita no debe permitir caricias cuando éstas la puedan dañar moralmente. No se descarta la
posibilidad que un joven que ama a una señorita trate de brindarle caricias que puedan despertar en ella
pasiones sexuales, que más tarde le resulten fatales. Cuando las caricias que un joven brinda a una señorita
conllevan el propósito de dañarla moralmente, ella está en el deber ineludible de rechazarlas, aun a
sabiendas de que por este motivo, ella pueda perder al ser amado.
B. También, una señorita que está seriamente interesada en mantener la dignidad del noviazgo, no debe
aceptar caricias, cuando éstas la pueden perjudicar físicamente, dicho en otras palabras, cuando las caricias
provocan en ella el acto sexual ; ya que la actividad sexual está reservada únicamente para una pareja
legalmente unida por los sagrados vínculos matrimoniales. Dentro de una pareja de novios siempre debe de
existir respeto por la vida y la dignidad humana. Deben asimismo, estar compenetrados que en el noviazgo
existen ciertas limitaciones y ciertos deberes para con la persona amada. Cuando amamos respetamos, y
cuando respetamos somos incapaces de herir o dañar física o moralmente a nuestra pareja.
C. Las caricias dentro del noviazgo tampoco deben ser permitidas cuando éstas conllevan el propósito de
perjudicar espiritualmente. Cuantas vidas han sido destrozadas física, moral y espiritualmente por haber
permitido caricias que no eran otra cosa, sino la desviación de los verdaderos sentimientos espirituales.
D. Queremos dejar bien claro, que en ningún momento hemos manifestado que las caricias dentro del
noviazgo sean buenas o malas. Es decisión de cada miembro de la pareja aceptar o rechazar lo que puede
considerarse como perjudicial para el desarrollo de sus propias vidas, o en su defecto, lo que puedan
considerar que no conviene a la propia dignidad humana. Lo que sí hemos declarado con toda franqueza es
que de ninguna manera las parejas de novios deben permitir aquellas prácticas amorosas que son contrarias
a nuestra vida cristiana. Alguien escribió en una oportunidad : “que un amor sin caricias es como un jardín
sin flores”. Déjeme decirle que eso no es cierto, porque las flores son bonitas cuando se cultivan
delicadamente dentro de un hogar bien conformado y con el respaldo divino.
CONCLUSION:
Expresamos al principio que el noviazgo debe terminar con “los sonoros acordes de la marcha nupcial en el
altar del matrimonio”. Por tanto, pidamos a Dios que él nos ilumine, para que podamos emprender este tipo
de compromisos en nuestra vida, con toda seriedad, con la finalidad de ser dirigidos adecuadamente en la
formación de verdaderos hogares cristianos.
Sean gratos los dichos de mi boca y la meditación de mi corazón delante de ti, Oh Jehová, roca mía, y
redentor mío.
Salmo 19:14
¿ESTAS ENAMORADO?
No obstante que el matrimonio es una de las más grandes instituciones humanas, es para la que estamos
menos preparados
"Divorcio concedido…" Esta frase trágica se repite una y otra vez cada día. El Dr. James Peterson, profesor
de sociología en una prestigiosa universidad, recientemente ha concluido un extenso estudio de un selecto
grupo de parejas que han permanecido casadas por lo menos 20 años. Su estudio revela que de cada 100
matrimonios casados por 20 años o más, solamente seis pueden considerarse felices, realizados y satisfechos
en sus relaciones conyugales. ¿Por qué, a veces, la desilusión se apodera de las parejas aun en la misma luna
de miel? ¿Por qué muchos matrimonios están sufriendo de un caso severo de fastidio?
No obstante que el matrimonio es una de las más grandes instituciones humanas, es para la que estamos
menos preparados. No sabemos verdaderamente lo que es el amor y lo que realmente es el matrimonio. La
palabra más usada y la más mal entendida en nuestro lenguaje de hoy en día, es la palabra amor.
Deseo darles unas bases –algo con lo que puedan medir el amor. Estas normas les ayudarán a saber si están
enamorados, y además les ayudarán a medir la calidad de su propio amor que poseen en la vida. La
expresión del "amor" es mucho mayor de lo que podemos decir en palabras; por lo tanto, esta guía es
mínima.
Primera, el amor verdadero involucra una respuesta al ser amado en su totalidad. Uno no se enamora de un
cuerpo. Se enamora de una persona.
En Lucas 2:52 encontramos en resumen del proceso de crecimiento en la vida de Jesús: "Y Jesús crecía en
sabiduría (este es el aspecto mental de su crecimiento) y en estatura (este es su aspecto físico), y en gracia
para con Dios (aspecto espiritual) y los hombres (social)". Él era una persona –una persona completa. En la
misma manera, el hombre es más que un ser físico.
Pero el estudiante universitario, término medio, no puede pensar en el amor sin pensar exclusivamente en el
sexo. Estudios hechos entre estudiantes de la presente generación indican que ellos creen que el amor y sexo
son iguales en sus extensiones y límites, que son idénticos, pero no es así. No son idénticos en la práctica ni
en las Escrituras.
De acuerdo con las Escrituras, el amor es el más grande componente, en el cual el sexo es sólo un elemento,
aunque muy importante. El amor dentro del matrimonio tiene su expresión ideal en el sexo; pero hay
muchas cosas que abarcan los componentes del amor que no están orientadas a lo sexual.
En una correcta relación de amor, uno enriquece la totalidad de la vida de otra persona. En esta clase de
relación, un hombre que ha estado casado por 20 ó 40 años sigue ilusionado con su esposa, mucho más que
en la primera noche de su luna de miel. ¿Por qué? Porque no se casó con un cuerpo. Si lo hubiera hecho, esa
ilusión se habría apagado desde hace mucho, mucho tiempo. El se casó con una persona y cada año que pasa
se enriquece. Por lo tanto, su relación es enriquecida.
Piensen en el pobre muchacho que se casa con el cuerpo de una muchacha, pero después de un poco de
tiempo en su matrimonio, descubre que ella tiene un precioso cuerpo, pero es una buena para nada. No
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puede ni siquiera conversar con ella. Espiritualmente es una niña y ni se preocupa por ello. Socialmente es
una inepta. Entonces se da cuenta de mala adquisición, no importa cuán atractiva le pareció al principio.
Qué diferencia es encontrar a una persona en todos los aspectos atractiva. Quizá no sea en todos los aspectos
atractiva para muchos, pero para uno lo es. Vemos en I Pedro 3 que entre más se desarrolla el vestuario
interno del alma de la mujer, más hermosa se convierte.
PLACER Y REVERENCIA
Un estudiante vino a verme, no hace mucho tiempo, y me dijo: - Espero que usted no piense que estoy loco,
pero francamente, entre más estoy casado con mi esposa, me da más miedo tocarla. Y con una sonrisa, le
contesté: - Hombre, tengo una noticia maravillosa para ti. Ahora realmente estás desarrollando amor.
Al ver a tu esposo o esposa, ¿Has pensado: "Dios me la dio?" Qué sagrada confianza. Dios la hizo
especialmente para mí. Yo lo he pensado muchas veces acerca de mi esposa y he dado gracias a Dios por
ella.
Muchachas, si un muchacho les dice: "Si me amaras, me darías todo". Ustedes automáticamente se dan
cuenta del panorama. Si alguna vez un hombre les pide algo que está fuera de la voluntad de Dios, que les
haga perder el respeto propio, y que haga que él les pierda respeto, entonces eso no es amor. ¿Cuántos de
nosotros hemos conocido a alguien que ha aprendido esto en el "laboratorio" más difícil, con la
"colegiatura" más alta?
Muchos de ustedes, muchachos, tienen una doble norma de conducta: Una para las chicas con que pasean y
otra para la chica con quien quieren casarse. Ustedes quieren casarse con una muchacha virgen, pero
menosprecian y destruyen a la chica de otro. Para mí, esto es vulgar e hipócrita. No existe lo sagrado en esta
clase de relación.
DARSE A SÍ MISMO
Hay una tercera norma. El verdadero amor tiene la calidad de darse a sí mismo. Dios amó tanto al mundo
que DIO. Puedo saber cuando una pareja está enamorada, porque para cada uno de ellos el propósito
primario no es explotar, sino enriquecer al otro. Cada uno desea dedicar su completo ser para enriquecer al
otro.
Muchos sólo están enamorados de sí mismos. El paquete más pequeño de todo el mundo es la persona que
está envuelta consigo misma. Pero en el verdadero amor, una persona piensa más en la felicidad de otros
que en la suya misma. Si un joven va al matrimonio con la pasión suprema en la vida de satisfacer
completamente a su esposa, y si la joven va al matrimonio con el único y exclusivo propósito de satisfacer
plenamente a su esposo y los dos se han entregado totalmente para satisfacer a Jesucristo, entonces se tienen
los ingredientes para un matrimonio cristiano ideal.
RESPONSABILIDAD Y GOZO
Cuarta, el amor involucra el deseo de tomar una responsabilidad, así como de aceptar el gozo. Una persona
constantemente debe preguntarse a sí misma, no qué es lo que va a sacar de su relación, sino qué es lo que
va a dar a ella.
Como ven, el matrimonio no es sólo el encontrar al compañero adecuado –consiste en encontrar a la persona
correcta. La responsabilidad en el amor demanda una entrega. La pareja debe entregarse a Jesucristo, y a
cada uno respectivamente, y al hecho de que nunca considerarán el divorcio como una sabia opción. Si una
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pareja considera al divorcio como una opción válida, cuando los problemas aparezcan será un medio de
escape. Pero si ellos no consideran el divorcio como una alternativa, aprenderán a resolver sus problemas.
DOLOR EN LA SEPARACIÓN
Quinta, el verdadero amor se caracteriza por el extraordinario gozo que se experimenta al estar en compañía
de la otra persona, y por el dolor en la separación. El magnetismo se desarrolla en el amor. No se aburren el
uno del otro. Una de las escenas más deprimentes que yo conozco es ver a una pareja que va al matrimonio
tan entusiasmada el uno del otro y dentro de 6 meses o 6 años difícilmente pueden tolerarse.
En la relación del verdadero amor no se puede estar lejos del compañero por períodos largos de tiempo sin
sentir que algo hace falta. Pero debe haber un balance. Una relación madura puede soportar una separación.
Una mujer está emocionalmente lisiada cuando no puede soportar que se esposo esté lejos de ella por cinco
minutos o por dos días o por dos meses.
Yo tengo la necesidad de estar lejos de mi esposa más tiempo de lo que quisiera. Esto no lo he escogido yo,
sino por mandato. El saber que nos separamos el uno del otro legítimamente, porque los dos estamos
entregados a Jesucristo, y a la misma comisión en la vida, lo hace tolerable. Pero en cada oportunidad que
tengo, voy a casa, con mi esposa y nada puede detenerme, aun mi avión puede volar sin gasolina. Y qué
felicidad experimentamos.
Sexta, hay un gozo mutuo sin la constante necesidad de la expresión física. Si no pueden estar juntos sin
constantes caricias, no tienen la madurez básica para el matrimonio. El matrimonio no es una prostitución
con licencia. No es una constante orgía. Hay mucho de realismo en un buen matrimonio. Una impresión
siempre demanda una expresión, pero el sexo o la atracción física no es el fin.
Es un placer estar en la presencia del ser que se ama. Muchos de ustedes conocen la gran satisfacción que
hay en solamente estar en un mismo cuarto con el ser amado.
Pero es lamentable ver a tantos que piensan que la única cosa que compone al amor es acariciarse
constantemente. Algunos estudios han demostrado que la promiscuidad antes del matrimonio es la mejor
preparación para la promiscuidad en el matrimonio; y que la pureza antes del matrimonio es la mejor
garantía de pureza en el matrimonio.
Sin embargo, aquellos que no pueden estar juntos sin expresión física antes del matrimonio, a menudo no
tendrán expresión física después del primer año. ¿Por qué? Porque nunca realmente construyeron una base
adecuada para su relación –ningún verdadero compañerismo, no una real comunicación intelectual, nada,
nada que puedan compartir, más que un cuerpo.
ACTITUD PROTECTORA
Séptima, el verdadero amor tiene una actitud protectora. Se desea proteger al amado de todo dolor, de todo
sufrimiento, de todo daño, de todo aquello que le podría perjudicar.
Una de las armas más letales en las relaciones es de las pequeñas lesiones que se hacen uno a otro con
cortantes sarcasmos.
¿Saben lo que es eso? Es como verter ácido sulfúrico en tu brazo. Si sigues poniendo suficientes gotas en tu
brazo, no tendrías después brazo alguno. Si el cónyuge viene y le dice a su esposa: "¿Qué es lo que vamos a
tener por 'ofrenda quemada' esta noche? –ja,ja,ja,ja", ella nunca se convertirá en una verdadera cocinera.
Se desarrolla a una persona solamente fortaleciendo sus capacidades, nunca sus debilidades. Realmente se
puede destruir a la persona amada al encontrar un área débil y constantemente llamar la atención a ella.
Prueben algo diferente. La próxima vez que ella haga algo que parte de su debilidad, busquen algo para
mejorarlo y sinceramente den todo lo que puedan de aliento a su cónyuge.
Octava, en el verdadero amor existe un sentimiento de pertenencia mutua. Esto es lo que el escritor del
Cantar de los Cantares estaba diciendo cuando escribió: "Mi amada es mía, y yo suyo". La persona que está
enamorada siempre piensa de sí misma en relación a la otra persona, y es una preciosa manera de vivir.
¿Qué es lo que él está haciendo? ¿Qué es lo que ella está haciendo?
Las dos personas realmente no son dos. Simplemente sucede que han sido puesto en diferentes lugares. Se
identifican uno con el otro. Y lo más importante, desean compartir. Desean compartir lo que están haciendo,
y desean saber qué es lo que el otro está haciendo.
No son unos entremetidos –realmente se preocupan y desean tener parte con el otro.
SENTIMIENTO DE COMPRENSIÓN
Novena, el verdadero amor tiene un sentimiento: Ustedes se entienden más de lo común. Sienten lo mismo
acerca de las cosas importantes, porque hay fusión de mentes. Es muy interesante observar esto a medida
que se desarrolla en las relaciones de una pareja –se ven en las áreas que le son comunes. Entre más
desarrollan ellos estas áreas, más piensan, sienten, ven, etc., juntos.
Cuando el sistema de comunicación de las parejas se ha desarrollado, saben cómo piensa el otro. Yo puedo
preguntarle a una señora algo, y ella me puede decir qué es lo que su esposo diría, y no se equivocará.
CRECIMIENTO DINÁMICO
El amor real, centrado en Cristo, adquiere las características de El. Principia a asemejarse al amor que Pablo
describe en 1a Corintios 13: "El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es
jactancioso, no se envanece; no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor; no se
goza de la injusticia, más se goza de la verdad. Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta".
Este amor que viene solamente de Cristo cuando cada persona se ha entregado totalmente a Él.
En el instituto bíblico se acercaba el tiempo de las vacaciones de invierno, y por un lado estaba ansioso de
que llegaran. Visitaría a amigos, pero sobre todo tendría un descanso de los estudios. El lado oscuro de la
Red: webs sobre racismo, xenofobia e intolerancia
No obstante, en lo profundo de mi corazón no quería esas vacaciones. Cada vez estaba más interesado en
Patricia, y cuando me enteré de que ella haría un viaje durante esos días, me preocupé pensando que pudiera
llamar a algún viejo novio y volviera a verlo. De manera que le dije a Patricia lo que sentía con respecto a
ella.
No fue un momento dramático ni demasiado romántico. Fue simplemente mi estilo directo y sin rodeos. Le
dije que deseaba que supiera lo especial que ella era para mí, que me importaba mucho, y que esperaba que
pudiéramos pasar
más tiempo juntos luego de las vacaciones de modo de conocernos más y mejor.
Realmente la extrañé muchísimo. Luego del receso volvimos a los estudios, aunque debo admitir que mis
calificaciones no fueron tan buenas. Patricia tuvo parte de la culpa ya que pasaba con ella tanto tiempo
como me era posible.
Dos palabras caracterizaron nuestra relación durante ese período. Una de las palabras es CONOCIMIENTO.
Al tiempo que Patricia y yo conversábamos y pasábamos tiempo juntos, me convertí en un experto en ella.
Comencé a descubrir no sólo lo que ella pensaba, sino además por qué lo pensaba. Es verdad que sólo se
puede amar a alguien hasta el punto en que uno conoce a ese alguien.
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El amor a primera vista puede sonar romántico, pero una verdadera relación de amor rara vez está basada en
las primeras impresiones. Debemos tener cuidado de no desarrollar una imagen idealizada de la otra persona
basándonos en esas impresiones, ya que tarde o temprano nos decepcionaremos. Es vital ser honesto y
abierto desde el principio. Tenemos que crecer en amor al tiempo que profundizamos nuestro entendimiento
y apreciación de la otra persona.
Así fue que, para mi sorpresa, un día me levanté con la certeza de que estaba enamorado de Patricia y
deseaba pasar el resto de mi vida sirviendo al Señor con ella. Hablé con sus padres, y confieso que a pesar
de lo mucho que los quiero esa primera vez sentí un gran dolor de estómago por los nervios que tenía. Ellos
se alegraron; nos aconsejaron, y no pasó mucho tiempo antes de que nos comprometiéramos.
Realmente no puedo decir que el momento en que le propuse casamiento a Patricia fue romántico. Yo traté
de que sí lo fuera, pero en lugar de preguntarle si se quería casar conmigo, le pregunté si quería volver a la
Argentina conmigo. Ella comprendió lo que yo quería decir y todo lo que esa pregunta implicaba.
Cuando me dijo que sí, que regresaría conmigo a la Argentina, yo también comprendí lo que su respuesta
quería decir. Nos casamos unos meses después, y cada día le doy gracias al Señor por el regalo más grande
que me ha dado luego de la salvación: mi amada esposa. Como cristianos consagrados al Señor, no debemos
casarnos con alguien que simplemente sea cristiano (1 Corintios 7:39), sino con un cristiano que crezca en el
Señor Jesús.
Alguien cuya vida esté marcada por su consagración a Dios, por la verdadera espiritualidad. Hágase estas
preguntas: "La persona que yo amo, ¿en verdad me desafía, alienta e inspira a vivir cada día más cerca del
Señor? ¿O acaso me doy cuenta de que él/ella obstaculiza mi crecimiento espiritual?" Ante Dios hoy mismo
tome la decisión de que se pondrá de novio y se casará con alguien con quien pueda buscar el reino de Dios
toda la vida. Nada podría ser más emocionante.
"Honroso sea en todos el matrimonio, y el lecho sin mancilla; pero los fornicarios y a los adúlteros los
juzgará Dios." Hebreos 13:4
En esta lección hablaremos un poco del noviazgo, matrimonio y el hogar. El noviazgo normalmente
precede el matrimonio pero no siempre fue así. En tiempos bíblicos las esposas eran escogidas por los
padres (Génesis 24). Esto significaba que en muchos casos los jóvenes no se conocían hasta el día de su
matrimonio. Hoy en día algunos países todavía mantienen esta práctica, pero en la mayor parte del mundo
de hoy; los jóvenes escogen su pareja con quien desean casarse. Primero pasan tiempo junto como novios,
conociéndose, y luego deciden casarse. Aunque los padres no escogen nuestra pareja hoy en día, es
importante buscar el consejo de creyentes mayores en la fe, preferiblemente nuestros propios padres cuando
sea posible, antes de entrar en el matrimonio. Ellos podrán darnos valiosos consejos que pueden salvarnos
de grandes problemas en el matrimonio, si es que estamos dispuestos de reflexionar seriamente en lo que
nos dicen.
El matrimonio es una de las decisiones más grandes e importantes que haremos en nuestra vida y por lo
tanto no debemos entrar en ella sin mucha reflexión y oración. Una vez casados no hay camino atrás hasta
que la muerte los separe. La Biblia es muy clara que el matrimonio es por vida (Mateo 19:6) y solamente la
infidelidad puede dar motivo para el divorcio, es decir, si uno de los esposos comete adulterio. Así que para
el creyente el divorcio no es una opción, no importa cuan difícil resulten las circunstancias de un
matrimonio. En algunos casos puede ser necesario que la pareja se separe por un tiempo, es decir que vivan
aparte, pero sin divorciarse. El matrimonio es algo sagrado ante los ojos de Dios y debe ser tratado así por
todo creyente. Siendo así, el noviazgo también debe conducirse en el temor de Dios, ya que durante este
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tiempo, hasta los creyentes más fuertes y maduros corren gran peligro de caer en pecado que puede arruinar
su testimonio y tener consecuencias que duren toda la vida.
La primera y la más importante pregunta que debemos hacernos, antes de entrar en el noviazgo, es si nuestro
novio o novia es realmente un creyente. "No os unáis en yugo desigual con los incrédulos; porque ¿qué
compañerismo tiene la justicia con la injusticia? ¿Y qué comunión la luz con las tinieblas?" (II Corintios
6:14). ¿Cómo podemos pensar en desarrollar una amistad intima con un incrédulo, uno que esta en
enemistad con nuestro Señor? Tendríamos que ser como Judas, que por unas monedas se unió con los
enemigos del Señor. Antes de iniciar un noviazgo debemos estar seguros del testimonio de nuestra pareja.
Esto significa que no solo debe decir que es un creyente sino que también debe vivir como uno. Algunos
piensan ganar a su pareja al Señor una vez que sean novios, pero ya hemos dicho, ¿cómo podemos pensar en
desarrollar una relación intima con un incrédulo? Además, una vez que ya son novios no podemos ver
claramente para juzgar la realidad de una profesión de fe. Estamos tan deseosos de que se convierte nuestra
pareja que cualquier profesión de fe nos basta, y cuando la vida no se conforma a esa profesión, hay la
tendencia de justificar a nuestra pareja en vez de cuestionar seriamente su profesión de fe.
Otro aspecto importante del noviazgo es el desarrollar una relación espiritual. Debemos poder estudiar la
Palabra y de orar juntos. Esto es muy importante.
Además, antes del noviazgo uno debe preguntarse si realmente esta considerando seriamente casarse con
esta persona. El noviazgo no es un juego. No es para que podamos decir a otros que tenemos un novio o
simplemente para no estar solos. El noviazgo es para los que seriamente están contemplando el matrimonio
y que previamente han buscado la voluntad del Señor. Recuerde que una vez involucrado en una relación
amorosa será muy difícil ver la voluntad del Señor por encima de nuestra propia voluntad. Así que antes de
entrar en esta clase de relación pase un buen tiempo en oración buscando la voluntad del Señor. Sobre todo,
durante el noviazgo, siempre, y en todo, busca honrar al Señor y mantenerle a él primero. "El que ama a
padre o a madre más que a mí, no es digno de mí," nos dice el Señor (Mateo 10:37). Es muy fácil que su
pareja comience a tener un lugar más importante en la vida que el Señor. Si el Señor no es lo primero ente
los dos, su relación ya esta yendo por mal camino, y seria mejor si se separan, al menos por un tiempo. La
pareja que usted escoge es de por vida, así que escoge bien y escoge con cuidado, asegurándose que tiene la
bendición del Señor.
Por último, el matrimonio no es para todos. Algunos nacen para ser solteros y otros deciden permanecer
solteros para dedicarse enteramente al servicio de Dios (Mateo 19:12). Sin embargo, es importante recalcar
que el matrimonio fue creado por Dios, y es algo bueno y santo. Dios dijo: "No es bueno que el hombre este
solo" (Génesis 2:18) y creó a la mujer. Proverbios 18:22 nos dice "El que halla esposa halla el bien, y
alcanza la benevolencia de Jehová." Así que el casarse no es malo, y los que no se casan, no son más santos
por no casarse. Los que prohiben el matrimonio por razones religiosas, pensando así que alcanzan mayor
favor ante el Señor, o mayor espiritualidad, están en contra de la Palabra de Dios y han caído en el error (I
Timoteo 4:1-3).
El matrimonio debe ser en todo honroso al Señor. La convivencia es pecado. Si una pareja no esta dispuesto
a unirse ante las autoridades conforme a la ley, no están listos para formar un hogar. Si las leyes de la nación
en que vivimos no nos reconoce como casados, no lo estamos. Algunos erróneamente pone mayor énfasis en
lo que llaman el matrimonio espiritual que en un matrimonio legal. No hay tal cosa como un matrimonio
espiritual. El matrimonio no es eterno, ni existe en el cielo (Lucas 20:35). El matrimonio es una institución
sólo para esta vida, "hasta que la muerte nos separa." Así que se debe realizar ante las autoridades que Dios
ha instituido sobre los asuntos de esta vida terrenal. Si la ley no nos reconoce como debidamente casados,
tampoco lo reconocerán nuestros vecinos y esto es deshonrar al Señor. Algunos, al casarse, tiene una
ceremonia religiosa. Esto puede ser bueno, como un testimonio a nuestras familias, amigos y hermanos,
pero no es necesaria. Lo que es necesario es el aspecto legal. Nuestra unión como esposos debe estar
debidamente documentada ante las autoridades. Si alguno creyente no esta legalmente casado debe entender
que esta viviendo en fornicación. Algunos creyentes llegan a conocer al Señor cuando ya encuentran
conviviendo con un incrédulo. En estos casos, si su pareja no quiere casarse, es necesario terminar con dicha
relación (I Corintios 7:12-13), el Señor debe ser primero en nuestras vidas. ¿Cómo puede decir su pareja que
le ama si no esta dispuesto de casarse debidamente ante la ley? Pero si su pareja, aun siendo incrédulo,
desea casarse, entonces debe hacerlo ya que han estado conviviendo antes a su conversión.
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Todos deseamos un hogar feliz, lleno de amor y el Señor nos ha dado instrucciones muy claras en su
Palabra para ayudarnos poder disfrutar de esta clase de hogar. Es esencial para nosotros poner las
enseñanzas del Señor en práctica para el bienestar de nuestra familia.
- El Esposo debe amar a su mujer (Efesios 5:25), respetarla (I Pedro 3:7), serle fiel (Hebreos 13:4), y
confortarla (I Samuel 1:8).
- La Esposa debe amar a su esposo (Tito 2:4), reverenciarlo (Efesios 5:23), serle fiel (I Corintios 7:3-5),
sujetarse a él (Efesios 5:22-24), y obedecerle (Tito 2:5).
- Los Padres deben amar a sus hijos (Tito 2:4), criarlos en el temor de Dios (Proverbios 22:6), proveer para
sus necesidades (II Corintios 12:14), guiarlos y corregirles (Proverbios 13:24, Hebreos 12:7), y no deben
provocarlos a ira (Efesios 6:4).
- Los Hijos deben atender a los consejos de sus padres (Proverbios 1:8-9), hónrales (Hebreos 12:9),
respetarles (Levíticos 19:3), obedecerles (Efesios 6:1), y ayudarles en su vejez (I Timoteo 5:4).
La disciplina de los hijos es un deber de los padres que aman a sus hijos, y debe hacerse debidamente. No
abusando de ellos, haciéndoles daño, pero al mismo tiempo no podemos ignorar lo malo que hacen, y
dejarlo sin castigo. Proverbios 13:24 nos dice, "El que detiene el castigo, a su hijo aborrece; mas el que lo
ama, desde temprano lo corrige." Si queremos tener éxito educando a nuestros hijos, tenemos que
corregirlos desde una edad muy temprana, cuando su carácter todavía está en formación. Esa disciplina debe
ser gobernado por amor, para no excedernos y causarle daños a nuestros hijos, pero debe ser disciplina, la
cual no es placentera al momento, sino que produce tristeza (Hebreos 12:11), pero al final es para el bien de
nuestros hijos. Queremos lo mejor para ellos y por eso los castigamos. "No rehuses corregir al muchacho;
por que si lo castigas con vara, no morirá. Lo castigarás con vara, y librarás su alma del Seol." (Proverbios
23:13-14)
En conclusión todo hogar debe estar construido alrededor del Señor y su Palabra. La Biblia debe ocupar el
primer lugar en el hogar. Los niños deben aprender a reverenciarlo, y los padres deben vivirla. Para esto es
recomendable que la familia tenga unos momentos cada día, dedicados a la lectura bíblica y a la oración.
Esta práctica será de gran bendición para todo hogar que lo práctica.
Preguntas:
1. ¿A quién debemos acudir por consejo antes del matrimonio?
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2. ¿Qué es la cosa más importante en el noviazgo?
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3. ¿Los hombres que no se casan son más santos que los que se casan?
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4. ¿Cómo debemos casarnos, espiritualmente o legalmente?
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5. ¿Cuáles son los deberes del esposo y esposa en el hogar?
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Tarea:
Si no tiene la costumbre de orar y estudiar la Palabra de Dios con su familia o novio trate de establecer
una hora fija, por ejemplo después del desayuno en el caso de una familia, en la que pueden pasar un rato
leyendo la palabra y orando juntos.
"No os unáis en yugo desigual con los incrédulos; porque ¿qué compañerismo tiene la justicia con la
injusticia? ¿Y qué comunión la luz con las tinieblas?" II Corintios 6:14
"No rehúses corregir al muchacho; porque si lo castigas con vara, no morirá. Lo castigaras con vara, y
librarás su alma del Seol." Proverbios 23:13-14
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NOVIOS CRISTIANOS
Por: Gustavo
¿Cómo debe comportarse una pareja de novios cristianos?, hay quienes recomiendan una abstención total
del más mínimo contacto físico, esto significa no a los besos, no a las caricias, no a los abrazos y no a
tomarse siquiera de la mano. Los hermanos que recomiendan tal tipo de abstención lo hacen con la idea de
evitar que los novios sean tentados a caer en el pecado de la fornicación, ya que lamentablemente la
estadística muestra que cada vez más parejas de novios practican las relaciones sexuales sin siquiera llegar
al matrimonio en el futuro.
El hermano Calvin en su estudio titulado “El noviazgo Cristiano” relata lo siguiente: “La primera vez que
los novios se toman de la mano, es una experiencia maravillosa. La satisfacción es inmensa. ¿Cómo puede
ser posible que esta experiencia tan exquisita sea pecado? Pero al pasar el tiempo, uno desea ir más allá del
estar simplemente tomados de la mano. Seguramente hay algo que traerá aún más satisfacción. Se besan.
Ahora el estar tomados de la mano parece juego de niños en comparación al agrado que les trae un beso.
Pronto se besan más seguido, y por tiempo mas largo. Luego quieren aún más, pero por supuesto sin
cometer fornicación. Se abrazan. Luego los abrazos son más fuertes y apretantes. Lo que siente uno por el
otro es inexplicable. Para demostrar su afecto uno por el otro en esta manera tan personal, se encuentran
solos más y más. Al pasar el tiempo no se dan cuenta que ya no hablan tanto uno con el otro, porque el
contacto físico les trae más satisfacción. Hasta ahora, los novios no se han puesto límites, excepto la
fornicación. Pero al encontrarse solos, excitados por este contacto físico sin barreras, es casi imposible que
eviten caer en la trampa favorita de Satanás” el pecado de la fornicación”.
Ciertamente debemos reconocer que aquí narra un proceso muy lógico en el cual muchos jóvenes
experimentan cuando no tienen dominio propio.
Por otro lado hay quienes creemos que la relación de noviazgo es una etapa para conocerse mutuamente y
para compartir buena parte de su vida y experiencias, donde si es aceptable el contacto físico que significa
tomarse de la mano, besarse y compartir caricias tiernas en un marco de absoluto respeto primeramente a
Dios, en el perfecto entendimiento que nuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo (I Corintios 6:19) y por
lo tanto no debe ser mancillado, en este tipo de relación no deben existir los besos apasionados, ni las
caricias sensuales que provocan la mutua excitación y mucho menos el escarceo sexual.
La relación sexual, como don de Dios al ser humano, está reservada para el matrimonio que es la única
forma bendecida por Dios, y debidamente registrada en las sagradas escrituras cuando se escribe acerca de
los deberes conyugales (I Corintios 7:2-5).
La Palabra de Dios nos enseña que huyamos de las pasiones juveniles (II Timoteo 2:22), Pablo a Timoteo le
dijo: “ten cuidado de ti mismo” (I Timoteo 4:16a), sabemos que Satanás trabaja arduamente para hacer caer
a la pareja de novios, por ello es necesario vestirse de la armadura de Dios y resistir a Satanás (Efesios 6:11-
18), hacer acopio del espíritu de dominio propio con que nos ha dotado el Señor (II Timoteo 1:7) y estar
siempre firmes en Su Palabra.
Mis hermanos que recomiendan la abstención total de todo contacto físico, no están mal en su
recomendación , Pablo dijo, “bueno le fuera al hombre no tocar mujer”, “pero por causa de la fornicación,
mas vale casarse que estarse quemando” (I Corintios 7:1 y 9), El apóstol sabía perfectamente la debilidad
humana por nuestra naturaleza sexual (leer sexualidad), sin embargo a quienes han decidido no tener ningún
tipo de contacto físico, bien hacen, y quienes si están de acuerdo en tenerlo, no hacen mal, siempre y cuando
sea dentro de un marco de absoluto respeto y temor de Dios.
Es importante por lo tanto, que tanto el Joven como la Señorita, estén primeramente comprometidos con
Dios, y muy conscientes de su responsabilidad para con El y no mancillar su comunión con el Creador al ser
dominados por su carne, es decir que no deben hacer algo que sea motivo de pecado ofendiendo al Señor y a
ellos mismos, terminando por ser infieles a su Salvador.
El mensaje completo del Noviazgo Cristiano por Calvin George es posible leerlo en la siguiente dirección
http://amen.net/lb/index-2.htm
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Dios te bendiga
Hablar hoy de cómo llevar adelante un noviazgo cristiano, parece para muchos una utopía si nos basamos
exclusivamente en el mundo que nos rodea. Este mundo que sólo valoriza el cuerpo y los sentidos haciendo
apología del placer antes que del amor. En las películas de moda, en las propagandas de cualquier tipo de
productos sólo el cuerpo, y el de mujer desnudo, parece ser el único aliciente para el consumo. De allí que
en las relaciones entre un hombre y una mujer hoy se consumen mutuamente y por la vía corporal, muchas
veces con un final “light”: no va más, quedamos amigos, esto no funciona. Y en ninguno de los dos queda
muchas veces la percepción que se han usado.
Creo que para revertir esta situación deberíamos desde jóvenes revalorizar más la amistad, y no usar tan
temprano ni la palabra ni la intención de novios. Conocemos hasta por declaraciones de los mismos
profesionales de Psicología clínica, de los problemas que ocasionan a los jóvenes de 13 a 15 años, la
maternidad y relaciones sexuales precoces, las últimas pueden ocasionarle impotencia y escasa preparación
para su vida futura.
Si entendemos por AMOR un verdadero encuentro con el otro, el mismo exige muchos momentos de
diálogo, de estar juntos sin exigencias sensuales, de enfrentar conversaciones, opiniones sobre todos los
temas de actualidad y poder libremente y con responsabilidad saber si la otra persona es la que me plenifica
para decidir juntos un futuro de amor. Muchas veces es más importante y positiva una despedida a tiempo
que insistir en una relación que puede terminar destruyendo a los dos.
Un noviazgo cristiano vivido como tal, permite luego una vida conyugal donde ambos aprenden juntos a
crecer en el amor desde todas sus dimensiones, siendo la genital una sóla de ellas. Es muy difícil asumir esta
realidad en el mundo de hoy pero si nuestra misión es respetar la vida lo será desde el momento de la
concepción hasta la muerte...
Conocer las propias formas de distracción, nadie nace sabiendo, todo se aprende; no seguir la moda por la
moda misma o lo que hacen todos para no ser diferentes, ésta es una propuesta para diferentes ...
Así como proyectamos el día, proyectemos la noche, no dejemos la noche librada al azar o a la
improvisación ...
Manejemos nuestras salidas con creatividad, evitando la rutina y el ocio; para que nuestra vida tenga el
significado que merecemos, la finalidad de la dignidad de la persona, debemos conocer y esforzarnos para
apuntar a esa finalidad que nos plenifique ...
No olvidar los consejos de un pastor que sepa escucharnos y tenga la respuesta adecuada y actualizada en el
momento oportuno y los de nuestros padres quienes recorrieron ya el largo camino de transitar juntos por la
vida con nuestros mismos ideales ...
Revalorizar el significado de la intimidad personal y respeto por élla, cuidado de su manejo, lo que cuesta se
valora más ...
No perdamos de gozar en la amistad, conociendo más jóvenes de nuestra edad, podemos elegir mejor ...
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No confundir grupos de Iglesia con grupos de noviazgo y que sea ésa la única finalidad que nos una a los
mismos ...
No hagamos intervenir la familia antes de lo conveniente, muchas veces son éllas las que se enamoran
mutuamente y fuerzan una relación que tal vez no funcione ...
Que el almanaque no apresure el noviazgo, que tiene su tiempo muy personal para alcanzar la madurez de la
decisión, que se espera para toda la vida ...
Según cómo se viva el noviazgo será el matrimonio, nada cambia por una ceremonia ni por la llegada de los
hijos ...
Prioricemos nuestra relación íntima con Cristo para que nos ayude a clarificar nuestras vidas, perfeccionar
nuestras intenciones y realizarnos en lo que es nuestra auténtica vocación. Toda vocación por ser lo que
perfecciona nuestros dotes, sea la que sea es valedera y para nosotros debe ser lo más importante.
EL NOVIAZGO
Entérate de cómo lograr un matrimonio feliz con buenas bases durante el noviazgo.
Buscar la compañía de personas sanas que compartan la fe y la moral cristianas. En esta atmósfera de
amistad sana, probablemente se encuentra el futuro cónyuge. Conviene buscar a una persona que sea
cristiana en hechos y en verdad; que sea seria en cuanto a formar una buena familia y un hogar cristiano;
responsable y que valore el trabajo; sincera y honesta; casta y que se preocupe por vivir la pureza.
Empezar a la edad adecuada. Es peligroso formalizar relaciones serias o compromisos demasiado pronto.
Las relaciones que conducen al matrimonio requieren madurez: un grado de desarrollo mental y emocional.
Los jóvenes que formalizan relaciones muy pronto pueden no comprender la dignidad, belleza, seriedad y
desinterés del matrimonio. Cuando el noviazgo ha empezado a la edad adecuada, también existe el peligro
de prolongarlo demasiado. Nuestra experiencia cultural nos ha enseñado que iniciar un noviazgo a temprana
edad o "estar comprometidos" por mucho tiempo son invitaciones a la tentación y pueden prestarse a
relaciones sexuales prematrimoniales, que destruyen el amor.
Buscar el consejo de los padres y del confesor o director espiritual. Ellos tienen la experiencia, así como la
gracia de estado para ver la voluntad de Dios en tu vida. La decisión es, siempre, personal, pero es absurdo
no pedir consejo en asunto de tanta importancia.
Estudiar y comprender el concepto adecuado del matrimonio. Preocuparse por adquirir una conciencia bien
formada. Al igual que en el caso de otras vocaciones y profesiones, el matrimonio requiere de
conocimientos especiales. Conviene pedir al sacerdote instrucción sobre el matrimonio. Pedirle que nos
recomiende libros adecuados y documentos de la Iglesia sobre la naturaleza y los propósitos del matrimonio.
Casarse no sólo por la propia felicidad sino por la felicidad del cónyuge y de los hijos. La felicidad
verdadera les llega a los que son generosos. Ellos quieren dar sin esperar nada a cambio. Se sacrifican ellos
mismos en cualquier aspecto por las personas que aman y de quienes son responsables. Amar significa dar y
sacrificarse, sin pensar en uno mismo o en su propio bienestar.
Tener la intención correcta. El objetivo del matrimonio también es crear un hogar cristiano, es decir, tener
hijos, educarlos en la fe cristiana y conducirlos al cielo.
Tener seria intención de contraer matrimonio válido.Es necesario recordar que sólo existirá una unión total
cuando la persona está casada de acuerdo con las leyes de la Iglesia. Las relaciones sexuales deben
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reservarse para el matrimonio. Las condiciones y gracias adecuadas para empezar una familia sólo se
encuentran en el matrimonio. Ceder a la tentación antes del matrimonio indica egoísmo, el cual es un
detrimento serio para un futuro matrimonio. Además, ceder a la tentación oscurece el enlace de unidad que
debe provenir del acto marital. Cuando se tienen relaciones sexuales prematrimoniales se corre el peligro de
tener solo un "amorío" y elegir el compañero equivocado para el matrimonio.
Ser comprensivo, Hay que ponerse en los zapatos de la pareja. Conviene ser positivos y ponerse de acuerdo
en las opiniones.
Vivir una buena vida cristiana. Se necesita la gracia de Dios como base para el futuro matrimonio. Conviene
participar en la Santa Misa y recibir la Sagrada Comunión todos los domingos y lo más frecuentemente
posible. También confesarse con regularidad.
Orar juntos por un matrimonio santo y feliz. Al final de la vida Dios mismo pondrá en la balanza la forma
en que se ha vivido la vida matrimonial. Hay que considerar el matrimonio a la luz de la eternidad del juicio
de Dios y buscar su ayuda cuando se responde a esta vocación.
El amor se demuestra básicamente en el esfuerzo por negarse a uno mismo para buscar el bien de la persona
amada. Pedir pruebas de afecto específico para "demostrar" si hay amor, es egoísmo que demuestra que el
amor no es sincero y alegre. En tal caso, nunca se comprenderá la dignidad del matrimonio.
Los novios están llamados a vivir la castidad en la continencia (...). Reservarán para el tiempo del
matrimonio las manifestraciones de ternura específicas del amor conyugal. Deben ayudarse mutuamente a
crecer en castidad.[13]
Si se tienen dudas específicas sobre las manifestaciones de afecto entre los novios (besos, abrazos, etc.) será
conveniente consultarlo con el confesor y lograr así una formación de la conciencia.
Nada que se oponga a la ley de Dios puede ser natural. Quien no practique la pureza no puede desarrollar
adecuadamente el amor y el respeto, pues las cualidades del amor verdadero se fincan en un corazón puro.
Mientras transcurre esa etapa, un hombre y una mujer deben tener presente el designio de Dios para
demnostrarse el afecto que se profesan entre sí. El noviazgo no puede ser simplemente una aventura de amor
romántico en la cual se deja a un lado la pureza sexual. La castidad es una preparación para el matrimonio
porque un hombre y una mujer, que tratan de vivir en la pureza, adquieren un amor puro, sincero y alegre.
Se garantiza que realmente se está buscando el bienestar de la otra persona.
Cuando el amor es degradado, se convierte en una pasión sensual impura. Deja de ser amor y se convierte
en placer egoísta por medio del cual una persona usa a otra. Este amor impuro obviamente no puede ser
sincero y verdadero.
¿Por qué la práctica de la virtud de la castidad es una afirmación alegre de nuestro verdadero amor por
Dios?
La práctica de la virtud de la castidad es una afirmación alegre de nuestro verdadero amor por Dios porque:
- Es la forma más importante de glorificarlo al compartir su poder creativo divino de acuerdo a Su Voluntad.
Castidad significa la integración lograda de la sexualidad en la persona, y por ello en la unidad interior del
hombre en su ser corporal y espiritual. La sexualidad, en la que se expresa la pertenencia del hombre al
mundo corporal y biológico, se hace personal y verdaderamente humana cuando está integrada en la
relación de persona a persona, en el don mutuo total y temporalmente ilimitado del hombre y la mujer.
La virtud de la castidad, por tanto, entraña la integridad de la persona y la integridad del don.[15]
Si el amor verdadero es darse uno mismo, ¿Podemos decir que el amor verdadero está principalmente en la
voluntad? ¿No está determinado por los sentimientos? ¿Es ciego el amor?
Algunas personas afirman que estar enamorado es todo lo que importa y que justifica cualquier cosa. Sin
embargo, construir el amor en afectos que hacen que uno viole la ley de Dios pone en peligro la esencia de
cualquier relación.
Lo que parece amor, con frecuencia no alcanza al verdadero significado del amor. El amor no es
simplemente una atracción mutua y emocional, ni sólo un producto de nuestros sentimientos. El amor es
más. Es darse uno mismo personalmente y ser espiritualmente uno con la persona amada. Por esto, se
necesita la voluntad para amar.
El amor verdadero se demuestra en los hechos y no sólo en el afecto, promesas o palabras dulces. El
verdadero amor humano se basa en el amor de Dios que implica el deseo de cumplir sus Mandamientos.[16]
¿Cómo puede este amor generoso crecer y ser la base para un futuro matrimonio? Por supuesto que no
puede ser sólo producto de las emociones o sentimientos de la persona —llamado amor ciego—, el cual es
un impulso ciego de pasiones. Tiene que ser un amor espiritual probado y demostrado, en el cual se unen las
mentes.
Las pasiones no controladas pueden conducir fácilmente a la lujuria y a la impureza. La impureza nunca trae
la verdadera felicidad. Crea un amor sensual que buscará otros compañeros sensuales en el futuro. Mina a la
unión espiritual necesaria en el matrimonio y lo convierte simplemente en coincidencia accidental de
deseos.
Por otro lado, cuando el amor se basa en la razón, se aprende a aceptar y hasta a amar los defectos del futuro
cónyuge, ayudando a la persona amada a corregirlos. El amor generoso da motivos para la unidad, que
siempre pesa más que cualquier motivo para la división.
Durante "el compromiso", se da una revelación gradual de la verdadera persona para con el otro. Sólo dentro
del matrimonio alcanza la sexualidad humana su sentido completo y la perfección que sirve como vehículo
para un amor mutuo, exclusivo, permanente y de entrega entre un hombre y una mujer. El sexo no puede ser
una manifestación de amor si viola el plan de Dios. Las parejas que se acercan a la Iglesia para solicitar el
sacramento del Matrimonio están rechazando muchas de las nociones limitadas de la sociedad sobre la
sexualidad.
Cuando una sociedad permite que el comportamiento sexual rompa sus ataduras en el amor humano y en el
matrimonio; cuando trata al sexo como un mecanismo de placer personal, ésta fomenta una mentalidad
destructiva y disminuye el valor del compromiso personal y de la propia vida humana.[17]
20
¿Cuál es el plan de Dios para el sexo? ¿Cuáles son las diferencias básicas entre sexo y amor?
El propósito del sexo es la procreación y la unión conyugal entre esposo y esposa para disfrutar plenamente
del placer que este implica. Entre la importancia unificadora y la procreadora del acto matrimonial hay una
conexión inseparable, establecida por Dios, que el hombre no puede romper por su propia iniciativa.
El acto marital al mismo tiempo une al esposo y a la esposa en la más estrecha intimidad y, juntos, los hace
capaces de generar nueva vida. Esta unión fomenta la entrega mutua de los esposos. Por medio de esta
entrega recíproca que es propia y exclusiva de ellos, el esposo y la esposa tienden hacia esa comunión de sus
seres diseñada pr Dios para su disfrute exclusivo.
La Iglesia enseña que esos dos aspectos de las relaciones maritales —el fortalecimiento de la unidad
interpersonal entre los esposos y la procreación de la nueva vida— son dos bienes inseparables. Son
inseparables, no en el sentido de que deben lograrse ambos en cada acto de la intimidad conyugal, sino en el
sentido de que uno no puede deliberadamente actuar contra cualesquiera de estos bienes en un acto marital.
[19]
Por estos motivos, el sexo sin matrimonio va contra el plan que Dios puso desde el principio, Sólo en el
matrimonio el esposo y la esposa tienen las condiciones y la gracia necesarias para empezar una familia.
La sexualidad, mediante la cual el hombre y la mujer se dan el uno al otro con los actos propios y exclusivos
de los esposos, no es algo puramente biológico sino que afecta al núcleo íntimo de la persona humana en
cuanto tal. Ella se realiza de modo verdaderamente humano solamente cuando es parte integral del amor con
el que el hombre y la mujer se comprometen totalmente entre sí hasta la muerte.[20]
La entrega física total sería una mentira si no fuera un signo y el fruto de una entrega personal total en la
cual está presente toda la persona, incluyendo la dimensión temporal: si la persona retuviera algo, o se
reservara la posibilidad de decidir otra cosa en el futuro, por este solo hecho, él o ella no se darían
totalmente.
Las relaciones sexuales fuera del matrimonio demuestran el egoísmo contrario al plan de Dios. El sexo se
ve, no como la entrega de una persona, exclusivamente y para siempre al otro, sino como la satisfacción de
una urgencia o necesidad momentáneas, no más significativo ni más importante que la misma urgencia o la
necesidad. Esto es, obviamente, incorrecto. Sin embargo, el acto sexual entre esposo y esposa, cuando se
hace de acuerdo con el plan de Dios, es sagrado. Usado correctamente, el sexo se convierte en una
afirmación jubilosa del verdadero amor entre esposo y esposa.
¿Por qué el placer del sexo antes del matrimonio conduce a una frustración egoísta que destruye al
verdadero amor? ¿Cuándo son las expresiones del afecto una manifestación de amor?
Cuando es impuro, el amor es sofocante, ciego y dudoso: ¿Realmente me amas? o ¿Me estás usando? ¿En
realidad ves mi verdadero yo o sólo el placer que obtienes de mi? Estas preguntas revelan un amor que ya ha
empezado con el pie izquierdo. La respuesta es obvia. La falta contra la pureza se centra en uno mismo y en
una búsqueda de placer sin compromiso ni responsabilidad. El amor que existió al principio puede
convertirse en amargura y sentimiento de culpa. La unión de amor y compromiso, que debió haberse
contruído, ahora está roto.
Durante el noviazgo, un cristiano se comporta con moderación y dignidad, poniendo un alto precio por sí
mismo: el precio que Cristo pagó por cada persona con su propia sangre redentora.
¿Queremos una prueba de amor verdadero y serio? La mejor prueba es la pureza heroica durante el
noviazgo, mientras se está conociendo y evaluando al posible compañero. Las muestras de afecto entre las
personas no casadas son correctas y buenas cuando están de acuerdo con las demandas de modestia y son
signos verdaderos de amor puro. No deben ser acciones que despierten pasiones.
Un hombre y una mujer que se aman y que dicen no a sus pasiones, reservándose para el matrimonio, se
están diciendo uno al otro: Ves cómo te quiero realmente. Deseo honrarte y respetarse. Quiero demostrarte
que te pertenezco. Un compromiso valiente entre la pareja es un compromiso que Dios ayuda y bendice con
su propio amor. Si lo pueden tomar en serio, pueden pensar: Nos respetaremos y honraremos uno al otro.
Ella será mi esposa, la madre de mis hijos; él será mi esposo, el padre de mis hijos.
21
Un director espiritual personal y el sacramento de la Confesión pueden ayudar a los que tienen dudas sobre
su comportamiento concreto en el noviazgo. Dios conoce las debilidades humanas y las presiones de la
cultura moderna. Además, un signo de madurez y de preocupación por el futuro cónyuge es admitir las
debilidades y buscar el perdón y el consejo para poder superarlas.
¿Cuáles son los valores y las virtudes cristianos que deben adoptarse durante el noviazgo? ¿Cómo puede
desarrollarse la vida espiritual y qué medios sobrenaturales deben aplicarse?
Aparte de las virtudes teologales —fe, esperanza y caridad— y de las virtudes morales infusas (prudencia,
justicia, fortaleza y templanza) hay virtudes humanas. Estas desarrollan la personalidad de cada individuo.
Junto con la pureza, éstas ayudan a poner los cimientos sobre los cuales se construyen las virtudes
sobrenaturales. El matrimonio perfeccionará la vida de los esposos, si ellos saben cómo desarrollar las
virtudes cristianas desde el principio de cualquier relación afectiva. Cada una de estas virtudes está
potencialmente dentro de todas las personas llamadas al matrimonio.
Generosidad. Olvidarse de uno mismo. Buscar el bienestar, la felicidad y la vida espiritual del otro. Evitar el
egoísmo y hacer cosas sólo en beneficio de uno mismo.
Modestia y decoro. Cuidar los sentidos. Comportarse correctamente para evitar las tentaciones o ser ocasión
de pecado para otros. No hay que dejar que el ambiente ejerza una influencia equivocada.
Sinceridad. Ser sincero con uno mismo y con el otro. No tratar de justificar lo que es incorrecto. Llamar al
pan pan y al vino vino.
Lealtad a los compromisos. Tener fe en la otra persona. Ser modelo de una relación cristiana. Evitar lo que
nos avergonzaría ante Dios, los padres o la familia.
Hacer buen uso del tiempo. El ocio es la primera fuente de tentación y puede evitarse planeando y usando el
tiempo que se pasa juntos sabiamente.
El principal desarrollo de la vida espiritual de los futuros esposos se basa en estar concientes que Dios está
presidiendo sus corazones. El crecimiento y el progreso espiritual, para que sea eficaz, puede alcanzarse por
medio de los siguientes medios sobrenaturales:
La línea límite parecía anticuada e irrelevante. Sara pisó la línea, preguntándose qué sucedería si la
cruzaba. Finalmente la persuación de Andrés, su novio, la convenció y cruzó el límite.
Varias semanas más tarde la jovencita de 16 años descubrió que estaba embarazada.
--Nunca voy a olvidar el pánico que sentí--admite Sara--. Andrés estaba de viaje y yo vivía con papá ya
que mis padres son divorciados. Realmente no sabía a quién acudir.
Cuando Andrés regresó de su viaje, los dos adolescentes se casaron, pero los problemas de Sara distaban
mucho de haber llegado a una solución. Soledad, presiones financieras y lamentos.
--Espero que Andrés y yo sigamos juntos--confiesa Sara--. Por su trabajo él tiene que estar mucho fuera
de casa, mientras yo me aburro encerrada todo el día. De modo que tal vez debamos separarnos. La
cuestión es que uno tiene que poner tanto de sí para que un matrimonio
funcione como es debido, y la opción del divorcio parecería tan fácil...
22
A Sara le habían parecido anticuados los deseos de Dios en cuanto a la pureza antes del matrimonio. Sin
embargo, ella no había reparado en el hecho de que Dios en su amor y sabiduría ha establecido límites para
nuestra propia protección. La muchacha ahora no tiene más remedio que
sufrir las consecuencias de su desobediencia.
Sea usted soltero o casado, ¿cuáles son las consecuencias de traspasar el límite en lo que a cuestiones
sexuales se refiere? Preguntémosle al Rey David. En el Salmo 38 él describe los efectos de su pecado
personal--tal vez el de haber cometido adulterio con Betsabé.
David experimentó la agonía de la disciplina espiritual (vv. 1-2), tormento físico (vv. 3-10), aislamiento
social (vv. 11-16) y ansiedad emocional (vv. 17-22). Un precio bastante alto para un momento de pasión
descontrolada, ¿verdad?
Las normas divinas de la pureza en las relaciones interpersonales están lejos de ser anticuadas, aunque
por otro lado contradigan los lineamientos de conducta de nuestro tiempo.
La juventud de hoy dice que el sexo prematrimonial no tiene nada de malo. Como ya mencioné en el
PASO 23, una encuesta indica que al llegar a los 21 años, un 94% ya ha perdido la virginidad. A esto se
contrapone la exhortación de Dios: "Huyan de los pecados sexuales. Ningún otro tipo de pecado afecta al
cuerpo como esto. Cuando uno comete este pecado, peca contra su propio cuerpo. ¿No saben que el cuerpo
del cristiano es templo del Espíritu Santo que Dios le dio, y
que el Espíritu Santo lo habita? El cuerpo no es nuestro, porque Dios nos compró a gran precio.
Dediquemos íntegramente el cuerpo y el espíritu a glorificar a Dios, porque a El pertenecen" (1 Corintios
6:18-20 BD).
Los jóvenes cristianos se enfrentan a las mismas tentaciones que los no cristianos. A menudo el diablo
usa un noviazgo entre un cristiano y un no-cristiano para que el creyente tropiece. El Señor nos advierte:
"No se unan en matrimonio con los que no aman al Señor, porque ¿qué
puede un cristiano tener en común con los que viven entregados al pecado? ¿Cómo puede la luz llevarse
bien con la oscuridad? Y ¿qué armonía puede haber entre Cristo y el diablo? ¿Cómo puede un cristiano estar
de acuerdo con un incrédulo? Y ¿qué unión puede existir entre el Templo de Dios y los ídolos? Ustedes son
el templo del Dios viviente" (2 Corintios 6:14-16 BD).
Crea de todo corazón estas palabras, especialmente si usted es soltero. Desarrolle convicciones bíblicas
para el noviazgo y las relaciones con el sexo opuesto. Y luego, entonces, disfrute la satisfacción que resulta
de una relación centrada en Cristo y que permanece dentro de sus límites sabios de amor.
NOVIAZGO MIXTO
Introducción
Hablamos de noviazgo mixto, el noviazgo de un cristiano con una inconversa y viceversa. Llegamos a una
edad en la cual la persona sufre ataque de Cupido, una edad donde nos sentimos atraído por otra persona. En
esta ocasión conviene definir qué significa noviazgo: es la etapa en la que dos personas se conocen; tiempo
apropiado para aprender y respetar la ley (es antes del matrimonio). Si el noviazgo es una etapa de
conocerse, conviene conocer si es bueno entrar en un noviazgo mixto.
¡NO! No hay ningún pecado porque no hay ningún versículo que lo prohiba específicamente, pero a mi
parecer, no sería sabio involucrarse (en el sentido romántico) con alguien que no comparta la cosa más
importante en la vida del cristiano (la fe en Jesucristo).
Algunos aplican 2 Cor 6:14-7:1 al noviazgo y matrimonio, de que con un inconverso es yugo desigual.
Tengamos en cuenta que: el matrimonio es para toda la vida.
23
La unión de la cual habla Pablo es una que se puede romper: "...salid de en medio de ellos, y apartaos..." (v.
17); el matrimonio es una unión que ningún hombre puede romper, por lo cual el texto no tiene aplicación a
esta relación.
Para los que ya están en un noviazgo mixto y los que están solteros, pensemos en las posibilidades que se
tiene para escoger esposa(o). (Incluyo a los(as) que están en noviazgo, porque todavía no están atados para
toda la vida, o sea, tienen tiempo en escoger.)
Si mi novia(o) es inconversa(o)...
Puede minar su fuerza espiritual a grado de fracasar en su vida espiritual (Deut 7:3,4). Este principio no
cambia; todavía es verdad que el inconverso aleja de Dios al cristiano.
Los matrimonios mixtos traen sufrimientos también a la familia del que teme a Dios (Gen 26:34,35; 27:46).
Se casa con alguien que no ama a Cristo, porque no le obedece (Juan 14:15). Se casa con alguien que no
tiene amor para la verdad del evangelio porque no lo acepta (2 Tes 2:10-12).
Piense en los hijos. ¿Se podrán criar en disciplina y amonestación del Señor? (Ef 6:4-5) No podrán consultar
ninguna duda sobre la Biblia, y la mujer cristiana no podrá preguntarle a su esposo (1 Cor 14:35).
¿Me animaría ella(él) para que siguiera fiel al Señor? ¿Querrá ella que predique el evangelio? ¿Me ayudará
a llegar al cielo?
Pueda ser que en el noviazgo no tenga vicios, pero en el matrimonio puede empezar a practicar alguno. Y
piense: si toma alcohol, tendrá que compartir la cama con él. Si fuma, también Ud. fumará indirectamente y
sus hijos mirarán este ejemplo.
Tal vez hay hermanos(as) que se definan por esperar, con demasiado optimismo que el inconverso se rinda
al Señor y que terminará la historia con un final feliz. A veces puede pasar, pero no hay ninguna garantía de
esto. ¡Es un riesgo bastante enorme!
Si mi novia(o) es cristiana(o)...
Ambos tendrán a Cristo en común, juntos se darán ánimo para seguir a Cristo, y los dos amarán a Cristo y
su Verdad.
Los hijos se podrán criar en disciplina y amonestación del Señor (Ef 6:1-4).
Una esposa cristiana es un buen principio para ser obispo o diácono; pero esto también viene del estudio y
de anhelar esta obra (1 Tim 3:1-2).
Ambos entrarán al cielo agarrados de las manos, y recordemos que la mujer es ayuda idónea, y más si es
cristiana. Todo cristiano que ande en la tarea de buscar esposa tiene que buscarse a otro fiel que sea
compatible, agradable, y físicamente atractivo (Prov 18:22).
Conclusión
Los hombres somos demasiados impulsivos en este sentido. Somos capaces de hacer cualquier cosa por el
amor y existirá el peligro de pasar por alto nuestras diferencias espirituales y cometer la gran equivocación
de casarse con una inconversa--y esto traerá serias dificultades. (No se desespere, ya somos dos que estamos
"en el mismo barco".) Si eres mujer, ten paciencia para esperar a ese cristiano que te hará feliz toda tu vida.
24
Si nos quedamos dentro de esa realidad, la felicidad y el éxito pueden ser nuestros. Si decidimos vivir fuera
de esa realidad, producimos infelicidad y destrucción para nuestra propia vida.
A veces, la juventud se descarría del buen camino y sufre las consecuencias de una cosecha amarga de por
vida. Aun cuando luego se arrepientan y reciban consuelo, no pueden cambiar lo hecho. ¿Qué advertencia
daría Salomón si hoy pudiera hablarles personalmente? El aprendió lo que significa el dejar a Dios por ir
tras personas que no aman a Dios.
Pídale a Dios ayuda en esto. Él ayudó para que Rebeca se casara con Isaac (lea Gen 24).
DIFICULTADES EN EL NOVIAZGO
PROBLEMAS en el futuro
He conocido parejas de matrimonios de muchos años de casados que han estado todo ese tiempo viviendo
infelizmente. De inmediato viene la pregunta: ¿Por qué dos personas adultas aceptan esta relación
enfermiza y deprimente por tantos años? La respuesta la encontrarás en el tiempo que se conoce como EL
NOVIAZGO. Esta relación dañina de muchos años comenzó en el proceso del noviazgo por varias razones.
Estudiemos brevemente algunas de ellas y descubramos soluciones reales.
Esto esta en moda. La liberación sexual comenzó en los años 60 cuando se pensaba que esto era una
“Aventura” que iba a durar unos minutos o algunas horas y todo pasaría. Estaban muy lejos de la verdad.
Esta fue la época en que nacieron más niños en los Estados Unidos. Los jóvenes piensan que después de
esto no hay ninguna consecuencia. Las tradiciones y compromisos dicen que tienen que casarse
obligatoriamente. En esta relación más tarde existirán desprecios, lamentos, quejas, abuso emocional y
físico y culpabilidad. Qué tal si en esta aventura la muchacha queda embarazada. Se complica la situación.
Pide a Dios sabiduría (Santiago 1:5). Busca ayuda con un Consejero Profesional Cristiano (Cristiano,
porque te ayudará a buscar la solución en Aquel que es el UNICO que tiene la solución en tu vida: Dios.
Toma tiempo para Meditar y pensar si esta es la pareja que deseas pasar el resto de tu vida. El matrimonio
no es la SOLUCIÓN ABSOLUTA. La mayoría de estos casos no terminan bien: Terminan en Divorcio. En
la corte se sufre más cuando hay hijos envueltos. Esto sucede porque en la mayoría de los casos no existe
ninguna relación amorosa o respeto. Como dice la frase fue solo una aventura. Algo pasajero y que no
sabía cuán seria sería las consecuencias.
Tengo problemas en casa y tengo que salir de aquí lo más pronto posible.
No importa cual sea la dificultad que estés afrontando en tu casa, el matrimonio no es la solución. Tenemos
que decir que sería el mayor fracaso de tu vida. El Matrimonio es un contrato entre dos adultos, no entre
dos adolescentes o jóvenes. Hoy en día muchos jóvenes (12-18 años) creen que teniendo relaciones
sexuales con su novio(a) pueden casarse e inmediatamente, salir de su casa y ser muy felices. Esta situación
va en crecimiento exagerado en nuestra sociedad. De aquí que viene la frase “niñas criando niñas”. Esta
decisión llevará todos tus sueños a convertirse en una pesadilla en la que no podrás despertar cuando tu
quieras. Las situaciones difíciles de la vida no se solucionarán buscando un “esposo” o “esposa” para que
resuelva “mi problema”.
No te precipites a solucionarlo tu mismo. Pide ayuda a tus padres cristianos, a tu pastor o a un profesional
de consejería juvenil en tu escuela. Hoy existe un elevado porciento de divorcios como resultado de los
casamientos prematuros de dos jóvenes que no han llegado a ser adultos. Un adulto es aquella persona que
puede valerse por sí misma en términos físicos, emocionales y materialmente.
El tiempo es la solución a esta situación. Es solo tiempo. Precipitarse y tomar una decisión rápida debido a
tradiciones o a lo que tu familia o amigos piensan dañaría un futuro maravilloso. Pide a Dios, cada día, que
te ayude a prepararte para ser un Adulto Completo (Ayuda Idónea, Génesis 2:18) y estar listo para tu pareja
completa. No crees que es mejor esperar un poco más y tener la seguridad que Dios nos brinda. Mi consejo
es “encomienda a Dios tu camino, y confía en Él, y El hará”(Salmo 37:5).
Finalmente Recuerda: Hay TIEMPO para todo EN TU JUVENTUD. Para Amistad, Noviazgo, Compromiso
y Matrimonio. Un paso a la vez te evitará muchos dolores de cabezas y te asegurará un futuro de Confianza
y Fe hacia tu Dios y Creador. Qué el Señor te dirija y te bendiga.
26
DIVORCIO
INTRODUCCION
Para muchas personas, el divorcio es un vicio porque lo repiten una y otra vez para solucionar una selección
equivocada o la incapacidad personal de convivir en armonía con otra persona. No existe otro problema que
más asecha a los hijos de luz que un mal matrimonio. La mayoría de los jóvenes que se crían en la iglesia se
pierden, muchos porque escogieron a una persona por cónyuge que no es cristiano y que no quiere nada que
ver con las cosas de Dios.
A. Por no comprender el compromiso. Cristo dijo que los casados no son dos sino una sola carne y prohibió
que los hombres separaren lo que Dios había unido (Mt. 19:6) y que la fornicación era la única excepción
(Mt. 19:9). Es por esta razón que los que se casan juran "hasta que la muerte nos separe" porque es un
compromiso por toda la vida. No es una prueba. Para esto es el noviazgo, para ver si son compatibles, para
conocerse y estudiarse antes de hacer un compromiso para con Dios. Dios castiga a aquellas almas frívolas
que juegan con tales cosas tan serias para que durante el resto de sus vidas todas las cosas les salen al revés.
B. Inmadurez. Los inmaduros no sirven para casarse. En primer lugar, los inmaduros no entienden qué es un
compromiso de "venga lo que venga". Las obligaciones de trabajar, criar hijos, solucionar diferencias y
negarse antojos no son compatibles con la mente inmadura. Aunque los jóvenes se sienten muy seguros de
si mismos, casi todos los matrimonios de jóvenes menores de 20 años terminan en divorcio mientras que
rara vez se divorcian aquellos que se casan con edades de 30 o más. Hay algunos que nunca maduran. La
causa más grande del divorcio es la adolescencia emocional (inmadurez).
C. Conflictos. Ninguno quiere ceder. "Y toda ciudad o casa dividida contra sí misma, no permanecerá"
(Mat. 12:25). La esposa insiste en mandar a su marido, tal vez por seguir el patrón de su madre (Ef. 5:24). El
marido nunca da prioridad a las necesidades de su familia, tal vez por seguir el patrón de abandono y
insensitividad de su padre (Ef. 5:25). No hay diálogo ni comunicación efectiva.
D. Celos. Muchos matrimonios mueren cuando uno es infiel, aunque todo supuestamente se perdonó y todo
parece haber sanado. La verdad es que son muy pocos los que pueden perdonar a un cónyuge infiel.
Sentimientos de inferioridad, sospechas, chismes, trato frio y despidos de "Pórtate bien" son el resultado de
la falta de confianza. El celo puede también indicar, no tanto la infidelidad del orto sino el complejo de
inferioridad del celoso. Tiene que haber tal seguridad que, aunque separado por miles de kilómetros, se
tengan confianza mutuamente.
E. Matrimonios mixtos. El matrimonio donde uno es cristiano y el otro no, puede que no termine en
divorcio, pero frustra, sabiendo que el otro se va a perder. Luego cuando hay hijos, da trabajo llevarlos a la
iglesia y contrarrestar la influencia del cónyuge incrédulo. Los hijos se confunden. Peor todavía cuando el
otro es fanático de una secta. ¿Cómo puede haber felicidad y paz si el otro no es cristiano y, como
consecuencia, no respeta a las leyes de Dios, tales como "no cometerás adulterio" o "no dirás falso
testimonio" o "no hurtarás", o "no os embriaguéis con vino"? ¿Qué resultado tendrán estos pecados en la
crianza de los hijos? Dios nos manda a no unirnos en yugos desiguales con los incrédulos (2 Cor. 6:14-7:1).
Además, Pablo mandó a las viudas que están obligadas a buscar a un cristiano si quieren volverse a casar (1
Cor. 7:39). La vida y la salvación son más fáciles (menos complicado) con un cónyuge cristiano.
Quien lee este título puede ya pensar que se trata de un error porque el matrimonio comienza en la
celebración de las bodas, en presencia de los testigos y los familiares, cuando los novios rebosantes de amor,
emiten el consentimiento que produce el matrimonio y nace una realidad conyugal para la Iglesia y que la
sociedad reconoce.
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Sin embargo, el noviazgo es el comienzo del matrimonio. Allí los novios tienen la oportunidad de conocerse
sin ambages y máscaras y comienzan un proceso de aceptación que no termina en el matrimonio sino que se
proyecta a lo largo de la vida.
El conocimiento mutuo va más allá de los gustos y de la personalidad, de los defectos y las simpatías.
Implica descubrir una persona que tiene raíces familiares propias, un medio diferente al de su enamorado, y
un cúmulo de experiencias afectivas y emocionales que de alguna manera han influido en la nueva decisión
de formar pareja. Esto debe ser la preocupación inicial de los que se preparan para el matrimonio o de los
que intentan llegar al matrimonio. Si bien es cierto, los novios no siempre tienen una proyección hacia la
vida de pareja, sino que el interés descansa en la mutua compañía y la solidaridad en las tareas propias, pero
cuando el amor va creciendo y el deseo de convivir y pensar en una real pareja se va plasmando, es cuando
ambos se deben poner en la tarea de prepararse para el matrimonio.
Los novios deben tener puntos comunes sobre los cuales se va a construir la vida de esposos. Entre estos, la
experiencia de Dios y el deseo de tener hijos marcará la pauta para una auténtica vida matrimonial. En
efecto, siendo el matrimonio un sacramento que representa la unión de Cristo con la Iglesia, donde los
esposos santifican el amor humano, la comunión espiritual entre los esposos es básica y se traduce no solo
en los espacios comunes para la oración, sino en una auténtica adecuación de la vida conyugal con el plan
de Dios para la familia. La mutua entrega, aquella se hace en lo diario y en la rutina de la cotidianidad,
donde las emociones van dando paso al amor, es cuando los esposos viven la madurez de vida, es decir la
capacidad de vivir con el otro, aceptando aquello que dijeron en el consentimiento: "yo me entrego a ti y
prometo serte fiel en la alegría y en el dolor, en la salud y en la enfermedad, para amarte y respetarte, todos
los días de mi vida".
En los Tribunales eclesiásticos, cuando las personas están declarando delante del juez, muchos se dan
cuenta que el noviazgo fue un tiempo de diversión y de alegría, pero de total desconocimiento del otro, de
su mundo, de su familia, de su pasado, y todo se redujo a pasarla bien. Es el matrimonio donde las parejas se
dan cuenta que su noviazgo nunca estuvo proyectado hacia la convivencia, y que la palabra "matrimonio"
surgió en el horizonte de la vida cuando hubo embarazo o cuando una presión externa o interna los llevó a
pensar en la boda, como la solución a un problema de novios.
Muchas personas no deberían casarse porque no están preparadas para la convivencia, ni tienen la
generosidad de pensar en el otro o en los dos, como más importante que lo mío y propio. La madurez de una
persona, se mide también por la capacidad que tiene para enfrentar las adversidades y luchar contra las
pruebas de la vida. Es importante que los novios se conozcan aún en las pruebas y las adversidades por eso
el tiempo transcurrido juntos, sin ser por ello absorbente, será el apropiado para que en el futuro ambos
sepan que cuentan con una ayuda y un apoyo que garantizará la estabilidad de la pareja.
por Rogelio Morales Hay muchas preguntas que los adolescentes de hoy se hacen, y es posible que ni usted
ni yo nos las hicimos en nuestra adolescencia
Para colaborar con el ministerio de los adolescentes, RAÍCES comparte una opción de reuniones sencillas,
prácticas y orientadoras para mostrar cómo pueden ser abordados los temas que son difíciles para los
jóvenes y cómo guiar a estos a buscar respuestas bíblicas a sus propias inquietudes. En este número se
publica el modelo de reunión para dos temas, en los posteriores se presentarán otras ideas. A continuación
se presentan algunas de esas preguntas.
2. ¿Será mejor masturbarme o tener relaciones sexuales con mi novio? (pregunta hecha a un líder cristiano
en un programa radial).
7. Me gusta tener amigas con derecho: ¿Estará bien? («Amigas[os] con derecho» en algunos países de
América Latina se refiere a jóvenes que mantienen una relación sentimental como de noviazgo, pero sin
compromiso alguno, lo que les da la «libertad» de tener varias relaciones de este tipo al mismo tiempo.)
9. Mis padres no me permiten que me ponga un arete en el ombligo: ¿es cierto que la Biblia lo prohibe?
11. Tengo dieciséis años y fumo, ¿qué hago para dejar este vicio?
El énfasis metodológico de estas runiones está en que los adolescentes, a la luz de las Escrituras, sean
desafiados a pensar las respuestas, de esta manera serán formados con una fe madura. Los jóvenes no
quieren una lista de respuestas correctas, ellos quieren que se les enseñe a tomar decisiones morales; ellos
necesitan desarrollar las habilidades para tomar sus propias decisiones como buenos creyentes. Serán
creyentes no de prohibiciones, sino de principios y de valores.
a. Objetivo
Con este juego se pretende despertar la conciencia de los jóvenes en cuanto a que las relaciones
sentimentales tienen que desarrollarse con mucho cuidado y madurez, porque si no, se encontrarán
asumiendo tareas para las cuales no están preparados, realizando otras al revés, es decir, viviendo como con
los ojos vendados.
b. Desarrollo
(4) Entréguele un huevo crudo, un limón partido en dos, azúcar, un vaso de agua, y una hoja de papel con un
lápiz.
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v Luego tomen la mitad del limón, exprimanlo cada uno en su boca, agreguenle azúcar, y después agua,
muévanlo un poco y traguenselo.
v Por último, tomen el huevo y busquen, en un área que se haya asignado para esto, un cartón de huevos;
una vez que lo ubiquen, pongan el huevo en alguno de los espacios correspondientes.
(6) Tome un momento para que vean lo que hicieron y pídale a ellos que indiquen cual debería ser la manera
correcta de hacer las cosas.
Necesariamente, para llegar a conclusiones que guiarán en la toma de decisiones, se debe partir de un
presupuesto. Por la naturaleza del tema que se aborda se seguirán unos breves pasos, pero seguros, para fijar
el presupuesto de que el noviazgo es la antesala del matrimonio. El grupo tiene que resolver los siguienes
asuntos:
v ¿Es conveniente que se den relaciones de noviazgo que no tengan como fin el matrimonio? Expliquen su
respuesta.
v ¿En qué aspectos, específicamente, debe estar preparando el noviazgo a la pareja para el matrimonio?
Por no saber cómo se lleva una relación de noviazgo muchos jóvenes ingresan al matrimonio a la fuerza, sin
preparación o madurez alguna.
El ser humano:
(1) Dejará a su padre y madre. Saldrá de ser mantenido para mantener (Se logra independencia,
responsabilidad, capacidad de sostenerse y sostener a su pareja).
(2) Se unirá a su mujer. Madurez (se conocen, se aceptan, han tomado decisiones conjuntamente, asumen
responsabilidades, comparten sus metas, se uniránpara siempre).
(3) Serán una sola carne. (Relaciones sexuales satisfactorias que provean placer a los dos dentro del marco
de la voluntad de Dios —el matrimonio. Cada uno está exclusivamente para agradar al otro).
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v ¿Alrededor de qué edad estará lista una persona para empezar a tomar decisiones de pareja?
b. Entréguele a cada grupo una hoja y pídales que respondan el cuestionario breve que va a continuación
(tienen 15 minutos para resolverlo).
(2) ¿Qué características, emocionales, sociales, y espirituales debe tener uno para asumir una
responsabilidad de noviazgo? Escríbalas.
(3) Después del análisis de Génesis 2.24 escriba el propóstito que tiene para entrar a una relación de
noviazgo.
(4) Una vez terminado el trabajo cada grupo expone sus conclusiones. La idea es generar entre ellos una
discusión sana con crítica constructiva. Déjelos discutir, usted sólo anote las posiciones incorrectas (tiempo
máximo20 minutos).
(5) Tome al final un tiempo corto para guiarlos a una conclusión adecuada (guíelos a redactar uno o dos
principios que los orienten a tomar decisiones, y uno o dos valores que deberían tomar en cuenta en su
noviazgo). Las conclusiones deben responder la siguiente pregunta:
v ¿Qué desventajas tiene empezar una relación de noviazgo a una edad donde no se llenan lo requisitos?
v ¿En qué se perjudicaría un chico o chica de trece años si entra a una relación de noviazgo?
v Considerando los principios que se redactaron en el grupo, llévelos a tomar decisiones concretas, ya sea
para prevención, o bien, para corrección. Anímelos a escribir sus decisiones. Ofrézcales su ayuda.
6. Cierre de la reunión
Finalice este tiempo con algunos cantos, que los guíen a entrar en contacto con el Señor, y le den la
oportunidad de trabajar con sus inquietudes sentimentales.
Aunque parezca extraño, esta fue una pregunta planteada por una joven al llamar a un programa cristiano de
radio.
a. Objetivo
Este juego dirige la mente del joven hacia la idea de que tratar de sustituir una forma de lograr el placer
sexual por otra que también lo logra, no está sustituyéndola. Dios ha provisto una sola forma para que
alcancemos el placer sexual, y es en pareja dentro del marco del matrimonio.
b. Desarrollo
(1) Forme un círculo con los jóvenes, si son muchos haga varios círculos.
31
(2) Coloque uno o varios basureros vacíos cerca del grupo o grupos de jóvenes.
(3) Entréguele a cada uno un vaso con agua, y una pastilla efervescente para disolver en agua (puede ser
Alka Zeltzer, vitamina C o similares).
(4) Pídale que se pongan la pastilla dentro de la boca, y la dejen ahí, luego deben depositar un poco de agua
en su boca, no lo deben tragar. Déles el tiempo necesario hasta que sea imposible contener el líquido dentro
de la boca, rételos para ver quien soporta más tiempo, los que gusten pueden depositarlo en el basurero.
c. Reflexión
Una pastilla efervescente, la hemos tomado, pero la forma en que lo hicimos no es la adecuada. Si hacemos
las cosas como deben hacerse, podemos consumir el líquido. Existe una sola forma para gozar de la meta.
d. Moraleja
(1) Seguir las instrucciones que Dios ha dado para «gozar» del placer sexual adecuadamente.
(2) No usar ninguna forma diferente a la de Dios, si la usamos en realidad no estamos alcanzando la meta
que Dios se trazó para nuestro placer sexual.
El presupuesto del que se parte para esta reunión es que cualquier forma de conseguir placer sexual ajena a
las instrucciones de Dios nos aparta de la santidad. Las instrucciones de Dios dejan claro que el placer
sexual se goza en pareja dentro del contexto del matrimonio. El grupo tiene que resolver los siguientes
asuntos:
v ¿Cuáles son algunas formas que el mundo usa para lograr placer sexual fuera del plan de Dios? (Algunas
sugerencias son: pornografía, tocar las partes íntimas y eróticas de otra persona, la masturbación, etc.)
v ¿En qué consiste el engaño de estas formas que convencen a muchos para usarlas?
v ¿Cree que existen circunstancias cuando la masturbación no implica alejarnos de la santidad de Dios?
Explique.
v ¿Qué es lo que realmente necesitamos para no ceder al engaño de estas formas y mantenernos en la
santidad de Dios?
Examine con ellos los siguientes pasajes y haga preguntas a los jóvenes conduciéndolos a la mejor
respuesta. La clave en este proceso es hacer las preguntas abiertas para que los prepare para extraer
principios y valores que los dirigirán cuando tomen decisiones. Las preguntas que se proveen en este
segmento son sólo una sugerencia, un modelo de las que se pueden formular (una pregunta abierta no tiene
respuestas de sí o no, sino que obliga al joven a pensar).
v 1 Corintios 6.12
32
¿En qué medida podría ser permitida para mí la masturbación? ¿Qué debo hacer para no dejarme atrapar por
la masturbación?
v 1 Corintios 6: 18
¿Qué es fornicación? A la luz de esta definición elabore una lista de todas las prácticas que encajan en esta
definición. Según este versículo ¿qué es cada una de las prácticas que incluyó en la lista anterior? Muchas
personas tener derecho sobre su cuerpo y que por ende, pueden hacer lo que les plazca con él, elabore una
respuesta para alguien que afirme esto.
v 1 Corintios 6: 19
¿Qué es nuestro cuerpo? Considerando que los que hemos creído en Cristo como salvador somos propiedad
de él, ¿qué debería dirigir nuestras decisiones con respecto al uso de nuestro cuerpo?
v 1 Corintios 6: 20
El placer sexual es integral, no se logra solamente en lo físico, también intervienen nuestra mente, nuestras
emociones y ¡nuestro espíritu! Este versículo es imperativo al decir que nosotros debemos glorificar a Dios
con ¡todo! Siguiendo con el tema que estamos tratando explique cuatro formas cómo usted puede glorificar
a Dios con el uso de su cuerpo.
Prácticas para lograr placer sexual como la pornografía, las relaciones sexuales o caricias sensuales y en
partes íntimas en el noviazgo, la masturbación, etc., se clasifican dentro de la fornicación.
v ¿Qué nos toca hacer a cada uno para no caer en estas prácticas? (Dominio propio es la clave.)
v Explique si la masturbación y/o las caricias mutuas sensuales en partes íntimas protegen de no tener
relaciones sexuales con el novio o novia.
v Explique si la masturbación, las caricias mutuas sensuales en partes íntimas y las relaciones sexuales
tienen alguna diferencia en su papel de alejarnos de la santidad de Dios.
Como este tema es tan importante y controversial, sería conveniente que esta sección de aplicación, se
trabajara con suficiente tiempo, tal vez pueda dedicar la siguiente reunión para afinar algunos detalles
importantes sobre este tema, que en esta pudo haber quedado por fuera. Las preguntas podrían trabajarse
individualmente o en grupos pequeños, pero la puesta en común con el grupo grande es muy importante, no
debe pasarse por alto.
Si al responder las preguntas se dan opiniones contrarias deje que las clasifiquen en dos columnas.
a. A continuación escribe el concepto que te has formado de la maturbación. Si el concepto de los jóvenes
difiere en puntos clave escríbalos y dirija la discusión en torno a esos puntos.
v Los jóvenes descubrirán que la Biblia no trata directamente el tema. Déjelos que piensen, que den
sugerencias, quizá algunos montarán un argumento, una posición, dé la oportunidad de que se expresen.
33
v Tome un tiempo corto para guiarlos a una conclusión bíblica (guíelos a redactar uno o dos prinicipios que
los oriente a tomar decisiones, y uno o dos valores que deberían tomar en cuenta en su noviazgo). Las
conclusiones deben responder la siguiente pregunta: ¿Qué riesgos corres cuando decides masturbarte?
v Considerando los principios y valores que se redactaron en el grupo, el joven necesita tomar decisiones
correctas, ya sea para prevención o para corrección. Anímelos a escribir sus decisiones. Ofrézcales su
ayuda.
ANEXO
1. Aclarando conceptos
Si un joven accidentalmente descubre el placer que le causa el estímulo a las zonas eróticas de su cuerpo no
debe ser señalado como una práctica de fornicación. Pero sí debe recibir orientación para que no adopte tal
práctica como una rutina, los riesgos que corre deben ser bien especificados. Debe dejarse claro que no sólo
aquellos que tienen novia o novio la practican.
Para entender la problemática de la masturbación es necesario conocer los recursos que usa para el estímulo
y las consecuencias de su uso.
(1) Necesidad de pensar en otra persona desnuda, de una manera provocativa, sensual, a nivel de relaciones
sexuales, abriendo una puerta a los malos pensamientos, y a las obsesiones.
(2) Se tuerce el sentido de la sexualidad, por cuanto muchos que se masturban, ven a las personas del sexo
opuesto como objetos que deben satisfacerle placenteramente.
(3) Otros se relacionan sólo con las imágenes mentales, revistas y películas, así adquieren la tendencia de
aislarse de la vida social. En el caso de los novios que lo hacen para no tener relaciones sexuales,
simplemente caen en una situación similar, deben pensar en la otra persona, y no precisamente con ropa, o
practicando algún deporte.
2. Recomendaciones prácticas.
a. Masturbarse para no tener relaciones sexuales en el noviazgo es un camino equivocado para controlar los
impulsos. Lo más conveniente es no llevar la relación a tal extremo de excitación —sensualidad.
b. Definitivamente nuestros pensamientos deben llenarse de la Palabra de Dios, con sus valores y sus
principios, por medio de ellos podemos tener el dominio propio que el Espíritu de Dios nos da.
La Biblia no es directa con respecto al tema, pero nos menciona que todas aquellas prácticas que se
convierten en malos hábitos o que conducen a esclavizarnos —adicción, vicios— nos apartan de la santidad
de Dios.
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v Efesios 5.11–12 Somos responsables de reprender toda práctica que sea infructuosa.
v 1 Juan 2.16 Nuestra elección debe ser rechazar todo lo que no proviene de Dios.
v Mateo 5.28 Debemos mantener nuestros pensamientos libres de toda sensualidad cuando piense en otra
persona.
v 2 Pedro 2.19–20 No debemos enredarnos en ninguna contaminación del mundo para no ser esclavizados
de nuevo.
v Efesios 4.22–24 Si hemos estado esclavizados por cualquier práctica de fornicación debemos desecharla,
llenar nuestra mente con los principios que lo señalan como pecado y revestirnos de dominio propio.
v 1 Pedro 1.5–6 Para poder huir de la corrupción que hay en el mundo debemos añadir a nuestro carácter
dominio propio.
EL NOVIAZGO
El noviazgo es una relación formal de un muchacho y una muchacha que, después de un período en el cual
fueron amigos, comprenden que hay algo más que una amistad. El noviazgo es fruto y expresión de amor.
En muchos jóvenes de quince o dieciséis años existe una confusión muy curiosa. Ellos creen que porque
encuentran un buen amigo que le llena, le cae muy bien y es una persona comprensiva a quien le encanta
dialogar, ya tienen que ser novios. Muchos adolescentes queman etapas sin saborear bien lo que es una
auténtica amistad y no dan tiempo para que la amistad dé frutos. Piensan que porque se entienden bien con
su nueva amistad inmediatamente tienen que ser novios.
Jóvenes, entiendan bien que una cosa es tener un buen amigo o una buena amiga y otra cosa muy diferente
es tener relación de novios. Para que exista un noviazgo, se necesita que ambos se hayan conocido primero
como amigos porque el noviazgo es el período de preparación para el matrimonio, que es la unión plena de
una pareja que se ama y quiere realizarse en el amor. Además, el matrimonio es el medio creado por Dios
para procrear los hijos que son el fruto del amor de la pareja.
Es un terrible error convertir lo que podría ser una amistad preciosísima en un mal noviazgo, cuando todavía
ambos son demasiado jóvenes y no han madurado suficiente para entrar en una relación de esa naturaleza.
Muchos jóvenes cambian de novio o novia a cada rato. En el fondo, lo que realmente están buscando es un
buen amigo o una buena amiga, pero confunden los sentimientos de amistad con los de amor. Después
andan frustrados y aburridos, porque han perdido la frescura e inocencia de la juventud en relaciones
amorosas vacías e inútiles.
Es muy triste ver muchachos y muchachas que se encuentran desilusionados y amargados porque se
pelearon con el novio o la novia y ya no se van a hablar más, ni siquiera como amigos. En el fondo, no
existía en ellos amor de pareja, tal y como se entiende en el noviazgo, sino simplemente una amistad muy
linda que pudo haber florecido, pero que se frustró porque comenzaron esa relación prematuramente o
porque la moda es tener novio o novia.
Vamos a analizar las características y condiciones fundamentales para que se dé un buen noviazgo, que será
la mejor base para un matrimonio bueno, sólido y duradero.
Antes de continuar me gustaría dejar claro que mi criterio no tiene por qué ser el más correcto, y
verdaderamente no es mi intención imponérselo. Yo creo que la edad ideal para que una joven tenga un
novio es de los 22 a los 24 años, para permitir que pase más tiempo con su familia y sus amigos, se dedique
a los estudios y también para socializar, hacer nuevas amistades y conocer otros muchachos.
Los varones maduran más lentamente que las muchachas porque a nivel mental y físico son más lentos en el
desarrollo. Entonces, para los jóvenes la edad ideal para un noviazgo es como a los 27 años, más o menos. A
esa edad ya ha hecho su carrera o está trabajando, su vida está encaminada y tiene los medios necesarios
para poder casarse y mantener a su familia.
Hay jóvenes de 24 ó 25 años que apenas empiezan a despegar y algunos no logran nunca despegarse del
vientre materno y ésto es muy peligroso.
Cuidado con los noviazgos de dos o cuatro meses, así como los de seis o siete años porque son peligrosos.
Cuando la pareja es muy joven, el matrimonio no es aconsejable porque pueden confundir sentimientos y
emociones. Si tú con los pocos años que tienes todavía no te conoces bien, ¿cómo quieres conocer bien a tu
novio o tu novia en un mes y medio? No hay que desesperarse, ten calma. Después tendrás toda una vida de
casados... ¡hasta de cuarenta o cincuenta años!
¡No hay prisa; vive y goza tu juventud! Aprende un poco de la vida para que, cuando te cases, hayas vivido
lo suficiente para experimentar un poco lo que es la vida y vayas más seguro de lo que quieres. ¡Aprovecha
este tiempo precioso!
El novio y la novia tienen derecho a estar a solas para hablar y dialogar. Pero yo no concibo un noviazgo
donde están siempre los dos solitos. Hay que aprender a estar en grupo, porque las actividades de grupo son
fundamentales.
Yo creo firmemente que la causa de que muchos matrimonios fracasan es que hicieron un mal noviazgo. En
el período del noviazgo, es indispensable conocer bien a la pareja para saber bien con quién te vas a casar,
porque es una decisión para toda la vida. Escoge bien con quién te vas a casar, no sea que después te lleves
una tremenda sorpresa. Mira que tu novio será el padre de tus hijos; tu novia será la madre de tus hijos.
En el período del noviazgo nadie tiene derecho a meterse en la vida de la otra persona y presionarla a que
decida una u otra cosa que tenga que ver con su vida familiar, sus estudios, sus metas o sus gustos. Debe
haber un gran respeto a la privacidad de la otra persona.
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Un noviazgo auténtico no debe jamás perjudicar tu vida ni apartarte de Dios, de tus estudios, tu vida
cristiana o tu vida familiar. En tu vida cristiana, si tu novio te lleva al pecado o tu novia te aparta de Dios,
ese noviazgo no es del Señor. El novio o novia que haga que el otro se pelee con su familia y destruya su
vida familiar, no es bueno. Si no te permite estudiar, es un egoísta. Son cosas fundamentales que un buen
noviazgo nunca debe afectar ni perjudicar.
Los novios no son una sola carne, cosa que la Palabra de Dios dice claramente con respecto al matrimonio.
Acerca del matrimonio, Jesús dice en la Palabra que "El hombre dejará a su padre y a su madre, y se unirá
con su mujer, y serán los dos uno solo" (Mt 19.5). En el noviazgo ustedes no son una sola carne, porque la
unión no ha sido bendecida por Dios. Es muy importante que los novios, al entrar en ese período formal de
relaciones humanas, comprendan que el noviazgo no implica pertenencia. En el noviazgo nadie posee al
otro; cada uno es dueño solamente de sí mismo. Por lo tanto, cada uno debe aceptar que hay fronteras que
no deben traspasar.
En nuestra sociedad machista existe la idea errónea de que el hombre es el que debe decidir en todo.
Tristemente, en algunos noviazgos el hombre adopta la actitud de amo y la muchacha depende de él en todo.
En realidad, lo que existe es un atropello a la dignidad humana. Entonces no hay una relación de igualdad,
sino siempre él dominándola a ella. Eso no está correcto y es lamentable que las muchachas sigan ese juego.
Si de novio el muchacho es así, de casados la situación será insoportable.
En el noviazgo cada uno tiene que dar libertad al otro para que desarrolle su propia personalidad y sea como
quiera. Ambos jóvenes están en un proceso de crecimiento y tienen derecho a decidir por sí mismos. Hay
noviazgos donde uno de los dos se convierte en un dictador del otro, como si fuera su amo. ¿Qué derecho
tienen para decidir por el otro? El ser novio no te da derecho a decidir por tu novia y decirle lo que tiene que
hacer en su casa, qué carrera debe estudiar o si debe tener ese amigo o amiga. Los jóvenes creen que el
noviazgo, de hecho, les da el derecho para hacer lo que les da la gana con la otra persona. ¡No hay tal
derecho, ni religiosa ni legalmente!
El noviazgo no concede ningún derecho a tomar posesión del cuerpo de la otra persona, porque él o ella no
te pertenece. Cada persona es dueña solamente de sí misma. En el período del noviazgo no existe ningún
derecho para traspasar ciertas fronteras. Lo triste es que en muchos noviazgos se están quemando etapas
porque los novios están viviendo casi como marido y mujer. Ésto definitivamente no produce los mejores
resultados porque muchos noviazgos fracasan y resulta que no se casan. No se puede tomar posesión de la
otra persona sencillamente porque son novios y creen que se aman. Dios no ha bendecido esa unión todavía
y por lo tanto esa persona no te pertenece.
El amor tiene otras muchas expresiones además del sexo. Lo que pasa es que mucha gente ha convertido el
sexo en un dios y creen que la felicidad matrimonial consiste únicamente en entenderse bien en ese aspecto.
El matrimonio está destinado al fracaso cuando el sexo es la única motivación que existe para casarse,
porque puede aparecer después otra persona más atractiva y apetecible. Muchos hombres casados creen que
solamente aman cuando están con su mujer en un acto sexual.
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El problema con los jóvenes es que muchas veces queman etapas y confunden el sexo con el amor. Repito,
jóvenes, el sexo es solamente una expresión de amor. Cuando en la pareja hay intimidad sexual es porque
existe permanencia matrimonial, fidelidad, convivencia plena, garantía de perseverancia, madurez y la
bendición de Dios en esa unión. Yo conozco muchas muchachas y también muchachos que se sienten
frustrados, desilusionados y engañados porque creyeron que en el noviazgo lo importante era la parte carnal
y después descubrieron que no había amor. ¡Imagínense, que no había amor! Entonces, rompen el noviazgo
para empezar de nuevo con otra persona y al final terminan muy desilusionados.
Un buen noviazgo permite, claro que sí, besos y abrazos hechos con mucho respeto y delicadeza.
¡Suficiente! No es necesario avanzar más. Yo creo que eso, en definitiva, ayuda muchísimo a que cada uno
comprenda que la otra persona no le pertenece todavía. Entonces, si todavía no es tuyo, por qué vas a tomar
posesión de él o ella. Esto es sabiduría de muchos siglos de la Iglesia Católica, no un simple puritanismo.
Conocer a tu pareja
En el noviazgo hay que aprender a escuchar, dialogar mucho, comprender que la otra persona es diferente a
ti y que para conocerla tiene que pasar algún tiempo. Nadie puede amar lo que no conoce. Mucha gente se
casa sin conocer bien con quién se está uniendo. Resulta que después vienen las tremendas sorpresas porque
ese ser es un extraño, un desconocido. Algunas personas dicen que si hubieran sabido con quién se casaban,
no se habrían casado. Por eso se insiste tanto en la importancia del período de noviazgo.
También es importantísimo conocer a la familia de la otra persona porque cada persona está condicionada
por su ambiente familiar. No se trata de si tu novio o tu novia es de una familia muy pobre, si es de la misma
raza o color. Es más, tampoco importa tanto si es de otra religión. Lo verdaderamente importante es que la
familia del novio o la novia no tengan antecedentes de enfermedad mental, psicológica o de dependencia ni
que tengan otros tipos de problemas morales. No te cases con una persona que provenga de una familia así,
porque eso influye mucho.
Claro que hay excepciones, pero eso no elimina la validez de la regla universal. Si en la familia todos sufren
algún grado de locura, es muy probable que tu novio o novia ya esté medio loquito. Si en la familia son
maleantes, es muy probable que él ya esté en la onda. Si en la familia resulta que hay problemas de
inmoralidad, donde el papá anda con otras mujeres o la mamá anda con otros hombres, sería muy difícil que
tu novio o novia no haya absorbido algo de este tipo de comportamiento y lo considere muy normal porque
lo ha vivido.
No te relaciones con un degenerado que no tenga valores morales. Te puedes encontrar en el caso de una
señora cuyo marido tenía valores morales muy débiles y, con el tiempo, se metió en negocios de burdeles o
casas de cita. Ella sufrió horrores con su marido y decía que le daba vergüenza comer de su mesa porque
sabía que esa comida era, en parte, fruto de lo que ese hombre ganaba en los prostíbulos. Le daba asco
meterse en el carro que su esposo le había regalado, ponerse los collares y la ropa.
El no quiso cambiar, a pesar de que ella insistió repetidamente hasta que no aguantó más y le dijo que no
podía convivir más con un inmoral. A ella se le aconsejó que se separara, ya que la Iglesia lo permite
cuando no coinciden los valores y principios fundamentales de moralidad, sobre todo cuando la otra persona
no desea cambiar.
Hay que tener mucho cuidado con la familia de tu novio o novia. Tú tienes todo el derecho a investigar para
conocerla, porque aunque es verdad que no te casas con la familia de la otra persona, también es cierto que
te casas con alguien que trae mucho de esa familia.
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En el período de novios, ambos deben comprender bien el compromiso que adquieren y no estar jugando
con otras personas, porque el noviazgo no se puede tomar como un juego. Es cierto que en el noviazgo hay
que respetar la libertad de la novia o el novio para que tenga amigos y amigas y permitirle que haga lo que
crea conveniente con su vida. Pero no se trata tampoco de que la novia o el novio mantenga relaciones con
otras personas o juegue con ellas. Eso es indigno y no puede ser.
En el noviazgo tiene que existir fidelidad, porque el noviazgo es la escuela para el matrimonio. Yo no creo
en los novios que no son fieles el uno al otro. Si no se es fiel de novio, qué pasará después en el matrimonio.
Si tu novio es muy mujeriego o tu novia es muy aficionada a los hombres, y no ha cambiado en el noviazgo,
en el matrimonio será peor. Esas son cosas que el noviazgo tiene que descubrir y supuestamente curar.
Ser sinceros
La sinceridad total es muy importante en el noviazgo. A mí me duele el caso de muchos matrimonios que
confrontan problemas porque simplemente no se conocieron bien de novios. Si llevas cinco meses o un año
de novios y te das cuenta que no te conviene la persona que es tu novio o novia, que no te llena, que no es
para ti, que no son el uno para el otro, debes ser totalmente sincero y decírselo antes que sea demasiado
tarde. Si no eres sincero y te casas así, será mil veces peor después porque ya estás unido con lazos
indisolubles. No tengas pena ni pienses que no puedes ser sincero porque vas a hacer sufrir a esa persona. El
sufrimiento será mucho peor en el matrimonio. Mejor cortar de una vez ahora, para no crear ilusiones
inútiles.
Tampoco te cases porque crees que él o ella es el único ser que existe en el mundo y no encontrarás a otro u
otra que se interese por ti. Ten fe en Dios y confianza en ti mismo. Comprenderás que en el mundo hay
muchísimas personas buenas y que en el momento que Dios quiera encontrarás a esa persona especial que te
amará y respetará, con la que podrás establecer una relación satisfactoria y ser feliz.
Ser realistas
Jóvenes, sean muy realistas en su relación de noviazgo. Hay muchachos y muchachas que están tan
enamorados e ilusionados que solamente ven las virtudes del otro y además las ven con una especie de lente
de aumento, haciendo que esas virtudes aparezcan enormes. ¡No ven un sólo defecto! Están tan enamorados,
que se casan creyendo que la otra persona es un semi-dios. Desafortunadamente, después de los primeros
meses de matrimonio, vienen los terribles problemas. ¡Ay si hubiera sabido ésto o aquello! Lo sabías, pero
no querías ver la realidad.
En el noviazgo, hay que ser realistas y poner los pies sobre la tierra. Tu novio o novia tiene grandes
virtudes, pero también tiene defectos. Y te vas a casar con sus virtudes y defectos porque ambas cosas son
parte integral de su personalidad. No seas ingenuo, que eso se paga muy caro en la vida. Hay cosas que
después no se pueden solucionar sin destruir la unión que ha sido bendecida por Dios.
No debes comprometerte ni casarte con una persona que tenga enfermedad mental grave, tal como psicosis
o esquizofrenia. Si es una persona muy enferma, que lo atienda un psiquiatra, pero no seas tú psiquiatra de
nadie ni hagas de tu casa un manicomio. Si te casas con una persona así, la vas a pasar muy mal porque,
desgraciadamente, con el tiempo las enfermedades mentales se agravan.
Tampoco te debes comprometer ni casar con una persona que tenga una adicción muy pronunciada, como el
consumo habitual de drogas, porque ese hábito también empeora. Una cosa es haber probado la droga
alguna vez y otra muy distinta es tener problemas graves de drogadicción. ¡Ten mucho cuidado en casarte
con una persona así!
La adicción al alcohol también es terrible. Esta es una enfermedad que se oculta dentro de las fibras más
íntimas de nuestra sociedad bajo la careta de socialización y hasta de sofisticación. No te cases con un
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alcohólico o un drogadicto, a menos que esté dando pruebas clarísimas de rehabilitación y tú veas una
disposición firme y sincera a dejar el vicio del licor o la droga.
El problema de desviación sexual es muy grave. Un matrimonio que se efectúa sin saber de la
homosexualidad de la pareja, anula el matrimonio. Pero si te casas sabiéndolo, el matrimonio es válido y
tendrás que manejar esa situación. Por eso, conoce bien con quién te vas a casar para evitar grandes
sufrimientos.
Lo que en verdad importa es qu ambos coincidan en principios fundamentales como son el respeto a la vida,
el valor de la justicia, el amor, la fidelidad, el respeto a la dignidad humana y los valores morales. Si ambos
respetan la vida, aceptarán todos los hijos que el Señor les mande. Si respetan los valores, formarán a sus
hijos con el más alto sentido de la justicia, fraternidad, igualdad, fidelidad, paternidad y dignidad humanas.
Sobre todo, se respetarán mutuamente en su dignidad y condición de seres humanos. Por eso es importante
que desde el noviazgo coincidan en sus ideas y metas.
En una pareja se juntan dos historias personales distintas. Hay que ser respetuoso de la personalidad e
idiosincrasia de todas las personas, sobre todo de las personas más importantes en tu vida. Tengan paciencia
el uno con el otro y no se exijan demasiado. Perseverar es triunfar.
CONCLUSIÓN
Comprender y profundizar en el verdadero significado del amor permite entender mejor todo estado de
relación que tengamos con los demás seres humanos. La Palabra de Dios contiene todos los elementos
necesarios para producir ánimo, alegría y entusiasmo. Lo que encontramos en las Escrituras es inspiración
divina, contiene la sabiduría de Dios y el poder de Su Espíritu.
Dios creó a cada uno para amar y sin amor no se puede ser feliz. Existe una relación muy íntima entre el
amor y la paz mental que es, en definitiva, la felicidad real. Busquen ante todo el amor de Dios, que es el
único amor perfecto.
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El Señor quiere que ames de verdad para que seas realmente feliz. Sonríe a la vida y ámala profundamente.
Ama y serás feliz, porque CON DIOS, QUE ES AMOR, . . . ¡TU ERES INVENCIBLE!
La mayoría de los jóvenes no deciden un día tener relaciones sexuales, sino que simplemente un día se dan
las condiciones y sucede. De hecho, la mayoría de estos "accidentes" ocurren entre las horas de 3:00 a 5:00
de la tarde, cuando sus padres están en el trabajo todavía. Lamentablemente, en Estados Unidos, el 42% de
los jóvenes cristianos (en menor proporción los hijos de padres evangélicos/pentecostales) tendrán contacto
sexual directo antes de los 18 años. ¡Y esto no incluye a los que solamente tienen sexo oral, besos y
"manoseo". Este 42% se refiere a sexo… ¡que incluye la penetración!
Reglas estrictas para "salir a una cita" son necesarias para evitar que nuestros jóvenes se expongan a
tentaciones que sean casi irresistibles. Pero además de estas reglas estrictas (que conlleven consecuencias),
usted debe educar a sus hijos sobre la verdad del sexo desde el punto de vista bíblico. Usted debe expresar
lo que espera de ellos cuando sus hijos salgan con la pareja opuesta. Así les ayudará a que no pierdan el
control.
Debido a que todo pecado comienza en la mente, mientras menos oportunidades de estar solos y alejados les
proporcionemos a nuestros hijos adolescentes, menos posibilidades habrá de que se vean tentados a cometer
este grave error. Sin embargo, en algún momento se verán solos… eso es inevitable. ¡Es allí cuando lo que
usted haya sembrado en ellos dará frutos.
Si nuestros hijos son lo suficientemente dependientes de Dios y en alguna medida de nosotros para sus
decisiones, ellos no se tomarán sus decisiones basándose en la percepción social, sino basándose en
principios bíblicos sólidos. Este es especialmente cierto, en el caso del sexo. Es por eso que es esencial que
usted como responsable antes Dios por su familia, establezca ciertos parámetros o Guías de
comportamiento.
Las citas son reservadas para los fines de semana y para las ocasiones especiales, y NO son para después de
la escuela.
Puede salir en grupo y con una persona mayor y responsable (ojo… escoja bien a esta persona) empezando a
la edad de ___ años.
Puede salir en el auto o a solas ÚNICAMENTE cuando ya ha terminado los estudios de la secundaria o
bachillerato.
Puede salir con un muchacho/una muchacha después que este/esta haya pasado una tarde con ustedes (los
padres). Esto colocará las caras de los padres en la memoria de la pareja.
Puede salir ÚNICA Y EXCLUSIVAMENTE con un cristiano o cristiana DE COMPROBADA MADUREZ
Y RESPONSABILIDAD. (Hay muchos lobos vertidos de palomas en nuestras iglesias)
Tiene que avisar de sus planes (el lugar preciso donde estarán) antes de la salida, y llamar si hay un cambio
de planes.
Romper cualquiera de estas reglas DEBE tener consecuencias. De no ser así, mejor no use las reglas ya
que… ¡no hay justicia sin retribución!
¿Le parece muy fuerte? Bueno pues, vivir una vida de pureza es duro. Además de estas reglas sugeridas,
establezca PRECISAMENTE los parámetros de comportamiento mientras están en su ausencia.
La Biblia establece que el hombre que no proporciona para su familia es peor que un impío. La nutrición
familiar no solamente incluye la proporción de alimentos, sino la educación emocional, sexual y la
seguridad para nuestras familias.
Los padres varones hispanos tenemos la tendencia de dejar todos estos asuntos en las manos de nuestras
esposas. ¡Ese es un error garrafal! Como cabezas de nuestras casas deberemos un día responder ante Dios
por haber proporcionado un ambiente SEGURO para nuestros hijos. ¿Es un embarazo antes del matrimonio
o la pérdida de la honradez de nuestra hija, por ejemplo, un ambiente seguro?