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LESIONES

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SEMANA 1 y 2

LESIONES. -
Es el daño a la integridad física consistente en la herida, mutilación, deformación de
una parte del cuerpo humano o de un órgano; ese menoscabo en la integridad
corporal puede ser interno o externo.
Por su parte el daño a la salud física consiste en la producción de un estado patológico
o de una perturbación en el funcionamiento de un órgano que puede ser transitorio o
permanente.
El daño a la salud mental que puede o no estar vinculado a una lesión corporal o
fisiológica, se presenta cuando la víctima de la agresión padece una alteración
funcional de sus facultades espirituales.
En cuento a su magnitud o intensidad, según la estructura de nuestro código, las
lesiones son graves y leves y entre éstas últimas las que constituyen delito y las que
por su escasa significación son consideradas como faltas.
Atendiendo a la intencionalidad del agresor, las lesiones son dolosas, culposas y
preterintencionales.
a. Lesiones dolosas. - responde al propósito del autor y en las que el resultado
guarda equivalencia con la intención.

b. Lesiones culposas. - son aquellas que no deseadas que se causan como


consecuencia de un comportamiento negligente, imprudente o imperito.

c. Lesiones preterintencionales. - son las que muestran un resultado que excede


a la intención; aquí se comprende el homicidio preterintencional, el que se
produce cuando la intención se limitó a provocar lesiones y se causa la muerte,
siendo ésta previsible.
En la intencionalidad se remarca que es el elemento sustancial del delito de lesiones es
la ausencia total de propósito de matar, lo que inspira al agresor en las lesiones
dolosas es un animus vulnerandi (propósito de vulnerar), si existiera el animus necandi
estaríamos frente a un caso de homicidio frustrado.
En cuanto al sujeto activo del delito puede serlo únicamente una persona distinta a la
víctima, no puede hablarse de autolesiones, ni siquiera cuando éstas tienen por objeto
eludir el servicio militar, porque lo que se castiga no son propiamente las lesiones sino
la evasión respecto del deber de prestar servicio; las lesiones en este caso, no son un
delito, sino el medio para cometerlo.
Art. 121, Lesiones graves. - El artículo contempla los distintos casos de lesiones
graves, empezando por aquellas que ponen en peligro inminente la vida del sujeto
pasivo de la infracción; la gravedad está dada, no sólo por el riesgo que se hace correr
a la existencia misma de la víctima, sino por el alto grado de perversidad y peligrosidad
que demuestra el agente, al colocarse en los límites de la determinación homicida.
El 2do lugar, se consideran lesiones graves las que generan mutilación o inutilización
de un miembro u órgano principal del cuerpo humano, hay diferencia entre miembro y
órgano, miembro es un brazo o una pierna, órgano, el ojo, oído; la mutilación de uno u
otro es la separación y pérdida del mismo; la inutilización sin aparejarla separación es
la determinación de su capacidad funcional, que puede ser absoluta y relativa.
También estás las lesiones que causan incapacidad para el trabajo, así como invalidez o
anomalía psíquica permanentemente; la incapacidad para el trabajo ha de ser
permanente, para que dé lugar a la calificación de lesiones graves.
La desfiguración grave y permanente corresponde a las lesiones graves, puede haber
agresiones que no producen incapacidad funcional, invalidez, pero que acarrean para
la víctima una acentuada y permanente desfiguración, son lesiones de consecuencia
estética (en el rostro).
Por último, la ley incorpora a la categoría de lesiones graves cualquier otro daño a la
integridad corporal o a la salud física o mental que requiera treinta o más días de
asistencia o descanso.
En su parte final, el artículo reprime el homicidio preterintencional, el que se produce
como consecuencia de la agresión, pero sin figurar en el propósito del sujeto activo; se
quiso inferir una lesión grave, se infirió esa lesión grave, pero a consecuencia de ella se
produce la muerte de la víctima, siendo previsible el resultado.
Art. 121-A. Formas agravadas. Lesiones graves cuando la víctima es un menor de
edad, de la tercera edad o persona con discapacidad. – (derogado por DL. N° 1323)
Art. 122-B. Lesiones graves por violencia contra las mujeres e integrantes del grupo
familiar. –
Reprime las lesiones causadas al interior de un hogar y como consecuencia de la
violencia que desata uno de sus miembros, habitualmente es el esposo o padre quien
asume esas actitudes y castiga con rudeza a su cónyuge o a sus hijos.
La 2da parte del artículo, prevé el caso de un homicidio preterintencional, en que los
resultados van más allá de las lesiones que se quiso causar; el agresor pudo prever ese
resultado, la pena podrá elevarse hasta veinte años; finalmente existe la posibilidad de
que sea la mujer la autora, bien contra el esposo o contra sus hijos, también el hijo
podría a su turno ser el protagonista de ejercicio de violencia contra padres o
hermanos.
Art. 122. Lesiones leves. –
Consiste el cualquier detrimento a la integridad física o a la salud que no esté
comprendido en ninguno de los casos de lesiones graves y que, en lo cuantitativo, den
lugar a más de diez y menos de veinte días de asistencia facultativa o abstención de
trabajo.
Es posible que una lesión grave (una visible cicatriz en el rostro) requiere menos de
veinte días de asistencia o descanso e inclusive menos diez días, no por ello dejará de
ser lesión grave o reprima como tal; entonces el concepto cabal de lesión leve lo
obtenemos por la vía de eliminación, aunque parezca una perogrullada.
Las lesiones leves son lesiones dolosas e intencionales igual que las lesiones graves, en
ambos está presente el elemento intencional.
Siendo la agresión dolosa aparece la posibilidad del homicidio preterintencional,
cuando la víctima muere a consecuencia de la lesión y el sujeto activo estuvo en
aptitud de prever el resultado.
Art. 122-A. (Derogado)
Art- 122-B. Agresiones en contra de las mujeres e integrantes del grupo familiar. –
Este artículo reprime las lesiones leves causadas a un menor de edad como resultado
de loa actos de violencia y maltratos dentro de una familia, hay una cercanía con el
Art. 121-B, la normatividad es clara y no requiere mayor explicación.
Art. 123. Lesiones con resultado fortuito. –
Divide entre el acontecimiento fortuito y el delito preterintencional, cuando se
produce un resultado grave que puede ser la muerte o la lesión de importancia, sin
haberlo querido causar y sin que el agente estuviera en condiciones de preveerlo.
Un golpe de puño aplicado a un esplenomegálico es capaz de producir la muerte, el
mismo golpe aplicado a una persona normal puede no producir ni siquiera una lesión,
la enfermedad ignorada, oculta, funciona como una concausa de la muerte. El
resultado para el agresor era absolutamente imprevisible. No hay homicidio
preterintencional, el juez impondrá la pena a la lesión que el agente se propuso causar.
Art. 124. Lesiones culposas. –
Con relación a la culpa en el delito de lesiones se reproduce lo señalado en el delito de
homicidio incluyendo el dolo eventual; en el delito culposo se produce un evento no
deseado por el agente, pero derivado de un comportamiento negligente.
En el dolo eventual (frontera entre la culpa y el dolo) el agente tampoco desea que se
produzca el resultado dañoso, pero consiente en él.
La clasificación de las lesiones culposas en cuento a su magnitud es idéntica a las
dolosas; hay infracciones muy leves, que son faltas leves, que ya alcanza el nivel de
delitos y graves, entre una y otras, el criterio diferencial no puede ser otro que el
mismo empleado para las lesiones dolosas.
Este artículo reprime las lesiones culposas, cuando las mismas tienen como
responsable a quien actúa en quebrantamiento de reglas impuestas por su profesión,
ocupación o industria.
Así como en el homicidio culposo del Art. 111, trae agravación específica para quien
incurre en el delito en las condiciones expuestas en el párrafo precedente, resulta
coherente que la ley penal hágalo propio tratándose del delito de lesiones culposas.
Art. 124-A. Lesiones al feto. -
Resulta difícil imaginar como una acción humana puede dirigirse a causar un daño en
la salud o en el cuerpo de un feto, resultando este tipo sumamente complicada,
porque resulta improbable que se busque solamente la lesión del embrión.
Art. 124-B. Del daño psíquico y la afectación psicológica, cognitiva o conductual. –
El nivel de daño psíquico es determinado a través de un examen pericial o cualquier
otro medio idóneo, con la siguiente equivalencia:
a. Falta de lesiones leves, nivel de daño psíquico,
b. Lesiones leves, nivel moderado de daño psíquico,
c. Lesiones graves, nivel grave o muy grave de daño psíquico.
La afectación psicológica, cognitiva o conductual, puede ser determinada a través de
un examen pericial o cualquier otro elemento probatorio objetivo similar al que sea
emitido por entidades públicas o privadas especializadas en la materia, sin someterse a
la equivalencia del daño psíquico.
EXPOSICIÓN A PELIGRO O ABANDONO DE PERSONAS EN PELIGRO.
Art. 125. Exposición o abandono a personas incapaces. -
Exponer (DRA) jurídicamente es precisa, abandonar a un niño recién nacido a la puerta
de una iglesia, casa o paraje público, “expósito” es el niño que fue expuesto, la ley
reprime a la exposición a peligro de muerte o de grave daño para la salud.
Este artículo consiste en exponer a peligro de muerte o de grave e inminente daño a la
salud de un menor de edad o a persona incapaz de valerse por sí misma, menor de
edad es toda persona que no ha cumplido los 18 años y persona incapaz es aquella que
no puede valerse por sí misma, a partir de los 18 años, joven o anciano-a, que no esté
en aptitud de desempeñarse en forma independiente sin ayuda de otra.
Art. 126. Omisión de socorro y exposición al peligro. –
Se sanciona a quien omite prestar ayuda a una persona que ha herido o incapacitado,
ej. El chofer que se da a la fuga después del accidente incurre en un delito específico,
esta vez doloso, el que, unido al presunto delito culposo de lesiones daría lugar a un
concurso ideal de delitos.
Art. 127. Omisión de auxilio a persona en peligro o aviso a la autoridad. –
El delito reprimido consiste en omitir auxilio inmediato a un herido o a cualquier otra
persona en estado de grave e inminente peligro, de éste precepto se resumen varios
elementos:
a. El sujeto pasivo del delito es un herido o cualquier otra persona que se halle en
estado de grave e inminente peligro para su vida o su salud.
b. El delito se consuma cuando el sujeto activo encuentra a una persona en la
situación descrita y se abstiene de brindarle ayuda pudiendo hacerlo sin riesgo
propio o de tercero.

c. Si el sujeto activo, por no ponerse en peligro el mismo o poner a un tercero en


peligro, omite prestar auxilio, está en la obligación de dar aviso a la autoridad,
sino lo hace, comete el delito y se hace pasible de la sanción fijada por la ley.
Art. 128. Exposición a peligro de persona dependiente. –
El delito consiste en que el sujeto activo presione o induzca a la víctima a mendigar en
lugares públicos con riesgo de su vida y salud.
Cuando el agraviado está en relación de parentesco o de dependencia respecto del
autor del delito o en minoría de edad, se elevará la pena si ocurre lesión grave o
muerte de la víctima.
Art. 129 Circunstancias agravantes.
Este artículo fija represiones agravadas para los casos de los artículos 125 y 128, por su
claridad no reclama de mayor comentario.

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