Anexo Lenguazaque
Anexo Lenguazaque
Anexo Lenguazaque
Para comprender las características geológicas y edafológicas que tienen relación con las
variables fisiográficas como el espesor de sedimentos que también depende del relieve en el que
se encuentre y así comprender su acoplamiento y la formaciones litológicas que se van dando en
la cuenca, información específica sobre la pendiente, y como el gradiente de pendiente empieza a
tener relación con la infiltración, además debemos partir de que tipos de sedimentos tiene nuestra
cuenca, que además de acuerdo a la cartilla hay variaciones que dependen de ciertos parámetros
los cuales vamos a analizar continuación para tenerlos en cuenta en próximos cálculos y
comprender de forma más especifica el comportamiento hidrológico, morfométrico y
fisiográfico de la cuenca del río Lenguazaque, porque es de gran importante saber la ubicación
de las rocas o formaciones, de manera que puedan encontrarse en áreas donde se puedan dar la
máxima infiltración efectiva, y por lo tanto la recarga hídrica de estos acuíferos.
Dicho lo anterior, de acuerdo con la CAR (2006):
“En la zona central de la cuenca de conformidad con estudios efectuados, se aprecian
espesores de sedimentos cuaternarios en la parte S de la L. de Fúquene de hasta 400 m,
mientras que en la parte N de la misma de hasta 150 m Speelman (1982)., esta diferencia
se puede explicar desde el punto de vista estructural, en el sentido de que se trata de dos
paleo valles totalmente independientes y que en la actualidad representan el acoplamiento
de dos faja cuaternarias.”
Hidroestratigrafia
La geología de la cuenca presenta un marco geológico extremadamente complicado, Las
principales unidades geológicas de carácter regional están representadas por rocas sedimentarias
del cretácico, terciario y del cuaternario, constituyendo las Formaciones Areniscas de
Chiquinquirá, Areniscas del Cacho, Formación Guadalupe Miembros de permeabilidad primaria
(areniscas Tierna y del Raizal) y los depósitos cuaternarios, que componen el relleno cuaternario,
de poca consolidación.
Los fenómenos tectónicos compresivos, generaron los rasgos estructurales de la cuenca, dando
como resultado dos aspectos principales, por un lado el intenso plegamiento y alto fractura
miento de las series de depósitos antiguos y el hundimiento de las fosas que conformaron el
paleo relieve, favoreciendo el transporte, deposición y relleno de aluvial y fluvio-lacustre
Cuaternario, lo cual modeló la estructura que condiciona la geometría y disposición de las
diferentes unidades almacenaditas de agua en la región.
De lo anterior, por la extensión y espesor, aunado a las características texturales, geométricas
y estructurales, se puede considerar como unidades acuíferas de interés a los sedimentos aluvio,
fluvio-lacustre del cuaternario, en primer orden, y en segundo orden, las formaciones Terciarias
Areniscas del Cacho, Formación Guadalupe (Miembro Arenisca Tierna y del Raizal) y la
Formación Arenisca de Chiquinquirá del cretácico, que a pesar de su grado de consolidación el
nivel medio presenta un grado de fracturamiento alto permitiendo una buena permeabilidad
secundaria, lo que hace que sea considerada como acuífero. En menor grado, por su constitución
y grado de consolidación, pueden ser considerados como potenciales acuíferos de menores
potenciales, rocas arcilloliticas del miembro de Labor y Plaeners de la Formación Guadalupe, del
Terciario las Formaciones Bogotá y Guaduas, que por sus características para almacenar y
transmitir fluidos se podrían considerar como acuitardos.
De acuerdo con su disposición y la posición altitudinal, en condiciones naturales, se puede
esperar, que el acuífero Cuaternario, reciba sus recargas en las zonas planas o llanas donde se
registra la mayor posibilidad de permanencia temporal del agua precipitada y por lo tanto mayor
posibilidad de infiltración hacia los horizontes profundos. En segundo orden de importancia,
probablemente el acuífero Guadalupe, recargue al acuífero Cuaternario, en la parte Sur de la
cuenca, en los alrededores de la población de Ubaté.
Los límites del acuífero, en superficie, se considera la zona de contacto con la Formaciones
Simijaca y localmente, con el acuífero del Cuaternario, sobre todo en la parte W de la
microcuenca. Por la base con el Grupo Chipaque y por el techo con la formaciones Simijaca,
Formaciones acuitardas del Terciario y el Acuífero Cuaternario. El acuífero puede estar
recibiendo recargas principalmente a través del complejo acuífero del cuaternario, por la zonas
de intenso fracturamiento y las zonas de contacto, donde el gradiente de pendiente así lo permite
coadyuvando los procesos de infiltración. Se puede descartar cualquier, conexión hidráulica con
los acuíferos que lo infra o suprayacen, debido a su estado de confinamiento.
En el borde interno, contra la planicie aluvial se dispone una serranía baja, con pendientes
muy marcadas, y conformada por la Formación Guadalupe, nivel de Arenisca Tierna, también
denominada como unidad hidrogeológica II2. Hacia la parte más alta se observa un área más
amplia conformada por el acuífero de Guadalupe, dentro de esta secuencia, aparecen una serie de
estructuras de pliegues sinclinales y anticlinales.
El área presenta un ligero aumento en la precipitación hacia la parte más alta, y así
mismo disminuye la pendiente topográfica en esa parte. (CAR, 2006)
Obtenido de https://www.car.gov.co/uploads/files/5ac69453469d1.pdf
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Como se mencionó anteriormente, la ventaja comparativa frente a otras cuencas está dada por el
hecho de existir una adecuada combinación entre factores reguladores del clima como son el
relieve que dificulta el paso de las masas de aire, logrando que la vegetación existente intercepte
la humedad y la pueda almacenar en profundidad, por cuanto las condiciones de los suelos
permiten llevar a cabo el proceso en mayor medida que frente a la escorrentía superficial. Así el
agua alcanza estratos profundos que liberarán oportunamente en función del ciclo el agua
necesaria. (CAR, 2006)
Obtenido de https://www.car.gov.co/uploads/files/5ac69453469d1.pdf
Actualmente estas tierras se encuentran cubiertas por bosque natural intervenido. Las
condiciones climáticas y de relieve restringen su uso, por lo cual se recomienda dedicarlas a la
conservación de la flora y fauna silvestres y a la protección de los recursos hídricos. Las
prácticas de conservación más importantes son: mantener la vegetación natural, evitar la tala y
quema del bosque nativo y reforestar con especies nativas aquellas zonas degradadas. (CAR,
2006)
Obtenido de https://www.car.gov.co/uploads/files/5ac69453469d1.pdf
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Dentro de la cobertura vegetal de la cuenca, el área de bosque es un 27,49% de acuerdo con la
CAR
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BIBLIOGRAFÍA
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