El Occidente Barbaro PDF
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ISSN: 0124-4035
revistadesafios.urosario@gmail.com
Universidad del Rosario
Colombia
Zeraoui, Zidane
El Occidente bárbaro: la marginalización del pensamiento no occidental
Desafíos, vol. 17, julio-diciembre, 2007, pp. 12-30
Universidad del Rosario
Bogotá, Colombia
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Resumen
Hablar de un Occidente bárbaro cuando la civilización occidental se erige en
madre del pensamiento mundial, suena contradictorio. Es precisamente el objetivo
de este artículo: sacudir la conciencia eurocéntrica.
Hace unos años una “amplia encuesta” realizada por la academia Nobel para
determinar los “100 libros que todo hombre debe leer en su vida” seleccionó varias
obras, inclusive mexicanas como Pedro Páramo, pero ninguna árabe o islámica o
africana o china. ¿Debemos inferir que estas culturas no han aportado ninguna
obra “relevante” para el mundo? O ¿debemos inferir que el mundo occidental
desconoce los aportes de otras culturas? En esto reside la barbarie: “el otro es
bárbaro porque no lo entiendo”.
∗
Profesor-investigador del Departamento de Relaciones Internacionales del ITESM, Campus
Monterrey y autor de varios libros, entre los últimos: Islam y política. Los procesos políticos árabes
contemporáneos 3ª ed., México, Trillas, 2004; La guerra contra el terror. Estados Unidos, Afganistán
y la lucha contra el terrorismo, México, Ariete, 2006; Árabes y musulmanes en Europa. Historia y
procesos migratorios, Costa Rica, UCR, 2006.
Abstract
Talking about the barbarian west when the western civilization arises as the
world thought parent sounds contradictory. That is precisely the purpose of this
article: to shake the euro-centric conscience.
A few years ago, a “wide survey” carried out by the Nobel academy with the
aim of determining the “100 books every man should read in his life” selected
several works, including Mexican books such as Pedro Páramo, but not a single
Arabian, Islamic, African, or Chinese work... Should we conclude that these
cultures have not contributed any work of “relevance” to the world? Alternatively,
should we conclude that the Western World ignores other cultures’ contributions?
This is where the barbarism resides: “The other one is a barbarian because I do
not understand him.”
El Nobel de literatura
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Tal vez para justi car el otorgamiento del premio a Mahfuz, se especi
ca que su obra ha tenido un amplio eco en el mundo occidental por
el “estudio sistemático de las grandes novelas de Inglaterra, Francia y
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su mensaje cambiarse para permitir que sus descendientes tengan el
poder, y nalmente, la ciencia que mata a Dios. Pero, el otro mensaje
de Mahfuz, es la promesa traicionada, la del socialismo nasserista
(o de cualquier mensaje mesiánico revolucionario) que se convirtió
en el autoritarismo burocrático que mató las esperanzas del joven
M .
El eurocentrismo
Así, cuando consultamos alguna obra sobre literatura, sociología o
pensamiento social, encontramos casi invariablemente un enfoque
eurocéntrico. El pensamiento chino, indio o islámico es reducido drás
ticamente o simplemente es inexistente. El origen del pensamiento,
según estas obras, se remonta a los griegos para pasar a los romanos
y al cristianismo medieval y luego aterrizar en el Renacimiento, la
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ocupan un espacio reducido (Leo Srauss)7
rados (George H. Sabine).8
Sin embargo, los autores españoles son más prolí cos para mencionar
6
Cfr Salvador Giner, Historia del pensamiento social, 3ª ed., Barcelona, Ariel Sociología, 1982,
inclusive Giner dedica un espacio al pensamiento judío y al Pacto como antecedentes del
cristianismo, pero no a las civilizaciones madres como la china, la india o la musulmana.
Paul Janet, Historia de la ciencia política, tomo 1, México, Editores Mexicanos Unidos, 1948,
retoma exactamente el mismo esquema para su obra, pero agrega un “capítulo preliminar”
para dedicarlo al Oriente: “Moral y política de la India, Moral y política de los persas, Moral
y política de la China”. François Châtelet, Histoire des ideologies, París, Hachette, 1978, presenta
una obra en tres volúmenes. En el primer tomo, “Les mondes divins jusqu’au VIII siècle de
notre ère”, expone la posición del Islam en dos pequeños capítulos: “l’idéologie de l’Islam”
(17 páginas) para explicar la losofía religiosa islámica y “L’Islam: la conquête, le pouvoir”
(39 páginas) para explicar la ascensión política del Islam. A partir del siglo VIII (tomo 2:
“de l’Eglise à l’Etat, du IX au XVIII siècle”), la obra se enfoca nuevamente al cristianismo
medieval y el Renacimiento, para terminar con el mundo occidental moderno y contempo
ráneo, dejando de lado la riqueza del aporte islámico de estos siglos.|
Cfr. Leo Strauss, y Joseph Cropsey, Historia de la losofía política, México, Fondo de Cultura
Económica, 1996, quienes dedican un pequeño capítulo a Al Farabi (870-950) “El primer
lósofo (islámico) que trató de confrontar, de relacionar y, hasta donde fuese posible, de
armonizar la losofía política clásica con el Islam, religión que fue revelada por medio de
un profeta-legislador (Mahoma) en forma de una ley divina, que organiza a sus seguidores
en una comunidad política, y que establece sus creencias así como sus principios y sus reglas
detalladas de conducta. (...) La importancia del lugar de Alfarabi en la historia de la losofía
marco aportado por las religiones reveladas. (...) Hay muchas semejanzas asombrosas entre
varios de los rasgos fundamentales del Islam y el buen régimen considerado por la losofía
política clásica en general, y por Platón en Las Leyes .a
dios como causa última de la legislación, y consideran que las creencias correctas acerca de
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mente por Vallespín como Ibn Hazm (994-1064) y su Tratado de política;
Abu Yusuf (731-782) y su Libro de los impuestos; i
Uyun al-ajbar (tratado sobre el poder); Ibn al-Muqafa con su texto
sobre la buena conducta política; Al Farabi, Avicena (980-1037),
Avempace (1070-1138), Ibn Tofail (1110-1185), Averroes (1126-1198)
Comentarios a s
Tomás de Aquino para desarrollar sus ideas losó cas, etc.
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lista (islámica), razón por la cual su aporte al pensamiento universal
9
Cfr Fernando Vallespín (ed.), Historia de la teoría política, Madrid, Alianza, 1990.
Ibíd, . 333.
s a F Obras losó co-políticas (Kitab
al-siyasa al-madaniya), Madrid, Debate, 1992.
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i
línea del pensamiento universal. La ciencia política islámica, como
la sociología más tarde, son disciplinas teóricas cientí cas y no liga
das a la lógica religiosa predominante de la época. Obviamente, no
podemos ignorar la in uencia que ha tenido la religión musulmana
en la mente de los pensadores que debieron de una manera u otra,
re exionar en la relación entre religión y losofía (como lo hicieron
los pensadores occidentales medievales), pero sus planteamientos
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universalidad, la historia del pensamiento cientí co desde la pers
pectiva eurocéntrica ha dejado de lado los aportes de autores como
Al-Farabi o Averroes, entre otros.
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Ibíd., p. XV.
3
s El Muqadima. Tarij el alama (La Muqadima. Historia universal), Beirut,
Dar el Kitab El lubnani, 1979, 1295 páginas. Existe una traducción al castellano de Juan
Feres, con un estudio preliminar, revisión y apéndices de Elías Trabulse, no siempre acer
tada, publicada en México en 1977 por el Fondo de Cultura Económica con el título de
Introducción a la historia universal.
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te, gracias a los esfuerzos de intelectuales como Yves Lacoste, ƒ
tratado no solamente de rescatarlo, sino de considerarlo como el fun
las “fuerzas sociales”, “el hecho social” y “las leyes sociales”. Su obra
enfatiza tanto el con icto social como la solidaridad, lo que lo inserta
tanto en la perspectiva funcionalista como en la del con icto. Estos
elementos convierten a Ibn Jaldún en un autor central, no solamente
del pensamiento sociológico, sino también económico y losó co.
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Hago énfasis en que se trata de la época medieval europea, porque en realidad para el
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en todos los campos del saber: álgebra, medicina, losofía, sociología, historia, etc.
ƒ
Cfr. Yves Lacoste, Ibn Khaldoun: naissance de l’histoire, passé du tiers monde, París, François
Maspero, 1978, (reedición en 1998 en La Découverte).
6
Cfr. Amin, Samir. El eurocentrismo. Crítica de una ideología, México, Siglo XXI, 1989. s
Amin, aunque hoy día ha dejado de representar la punta de lanza del pensamiento progresista,
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importantes aportes de la cultura occidental. De la misma manera, aunque situamos a
América latina dentro de este “Mundo Occidental”, pero como región marginal, debemos
también reconocer que en las ciencias sociales, el aporte de la Teoría de la Dependencia
fue un elemento decisivo de nuestra región. No signi ca que por ser una aportación la
Un pensamiento unilineal
En efecto, la historia del pensamiento losó co o sociológico se ha
abordado bajo dos enfoques: el sistemático .19 s
bargo, salvo pocas excepciones, la gran cantidad de obras publicadas
dejan de lado dos aspectos fundamentales para una cabal comprensión
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para solucionar la problemática de la herencia en el mundo islámico,•‚
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base en las condiciones materiales, es necesario entender la inte
racción entre creación intelectual y medio material. Así, desde este
Para lograr una aprehensión total del pensamiento losó co, el análisis
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nesis del pensamiento. Sin embargo, “se ha discutido si el aspecto
€
Cfr. P.M. Pruna, “prólogo” a B. Hessen, “Las raíces socioeconómicas de la mecánica
de Newton”, en Introducción a la teoría de la historia de las ciencias, México, UNAM, 1989, pp.
69-145.
Leopoldo Zea, op. cit., .•.
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de Martindale ya señalada, podemos ver la relación existente entre
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de vista de la sistematización analítica, la presentación de las escuelas
3
Nicholas S. Timasheff, La teoría sociológica, México, FCE, 1986, decimosegunda reimpre
sión, p. 21.
Cfr. Thomas Hobbes, Leviathan, Nueva York, Dutton, 1950.
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del viejo continente y reduce el conocimiento universal a una obra
exclusivamente europea. Sin embargo, Grecia no aparece de una manera
espontánea sino que se sitúa dentro de un conjunto de civilizaciones
contemporáneas como la egipcia, la persa, la india, la babilónica y
la china, aunque esta última no lograra in uenciar sino hasta más
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de la sociedad; en otras palabras, sociología.
6
Cfr. Nicholas S. Timasheff, op. cit; Raymond Aron, Las etapas del pensamiento sociológico, b
Aires, Siglo Veinte, 1980, dos tomos; W.J.H. Sport, Introducción a la sociología, México, FCE,
Col. Popular, No. 52, 1964; S/A, Introducción a la sociología, México, Quinto Sol, 1985.
Leopoldo Zea, op. cit; Pedro D. Armada, El pensamiento losó co, México, Diana, 1986.
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El otro pensamiento
El análisis del caso de Plotino, y no es el único, nos muestra la
convergencia de los aportes egipcios, persas, caldeos e indios en un
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miento griego, en China se desarrollaban profundas teorías losó cas
y políticas, que en algunos de los puntos son precursores inclusive del
pensamiento de la ilustración. Un Confucio (551-479 a.c.), teórico
del “orden y de la observancia de la ley”, marcará profundamente la
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estatal. Para él, los hombres vivían sin tener leyes, ni gobierno, por eso
3
Cfr. Jean Jacques Rousseau, El contrato social, México, Austral, 1966.
d d • Robinsón Crusoe. a „
parte, considerado como el “ lósofo de los árabes” fue el principal
pensador que rescató del olvido a la losofía griega y en particular a
Aristóteles. Al-Farabi, el “segundus Magíster” de la Edad Media, era
considerado tanto en el mundo islámico como en la Europa medieval,
como el más importante lósofo, aunque después de Aristóteles, el
ƒP M ”.
3‚
Cfr. Janet Paul, Historia de la ciencia política, México, Editores Mexicanos Unidos, 1948.
3
Cfr. V.S. Pokrovski, op. cit.
33
c• . i J . La Muqadima. Introducción a la historia universal, México, FCE, 1979; Nasser
Nassif, El pensamiento realista de Ibn Jaldún, México, FCE, 1982.
3†
F e Die Neue Zeit, citado en Ernest Geller, La sociedad musulmana, México,
FCE, 1986, p.71.
P
versal, debemos dejar de lado la visión eurocéntrica que desconoce o
• € …
Bibliografía
Al- Farabi. (1992). Obras losó co-políticas (Kitab al-siyasa al-madaniya).
M …d .
3‡
Ibíd., pp. 71-72.
36
Samir Amin, op. cit., p. 9.