Metodologia
Metodologia
Metodologia
La destilación por arrastre con vapor es una técnica usada para separar sustancias orgánicas
insolubles en agua y ligeramente volátiles, de otras no volátiles que se encuentran en la mezcla,
como resinas o sales inorgánicas, u otros compuestos orgánicos no arrastrables.
Ley de Dalton
El vapor saturado de los líquidos inmiscibles sigue la Ley de Dalton sobre las presiones parciales,
que dice que: cuando dos o más gases o vapores, que no reaccionan entre sí, se mezclan a
temperatura constante, cada gas ejerce la misma presión que si estuviera solo y la suma de las
presiones de cada uno, es igual a la presión total del sistema. Su expresión matemática es la
siguiente:
PT = P1 + P2 + --- Pn
Al destilar una mezcla de dos líquidos inmiscibles, su punto de ebullición será la temperatura a la
cual la suma de las presiones de vapor es igual a la atmosférica. Esta temperatura será inferior al
punto de ebullición del componente más volátil. Si uno de los líquidos es agua (destilación por
arrastre con vapor de agua) y si se trabaja a la presión atmosférica, se podrá separar un
componente de mayor punto de ebullición que el agua a una temperatura inferior a 100ºC. Esto es
muy importante cuando el compuesto se descompone a su temperatura de ebullición o cerca de
ella. En general, esta técnica se utiliza cuando los compuestos cumplen con las condiciones de ser
volátiles, inmiscibles en agua, tener presión de vapor baja y punto de ebullición alto.
Aceites esenciales La destilación por arrastre con vapor también se emplea con frecuencia para
separar aceites esenciales de tejidos vegetales. Los aceites esenciales son mezclas complejas de
hidrocarburos, terpenos, alcoholes, compuestos carbonílicos, aldehídos aromáticos y fenoles y se
encuentran en hojas, cáscaras o semillas de algunas plantas.
Los aceites esenciales son productos naturales aplicados en diferentes industrias, como son la
farmacéutica, alimenticia, en perfumería, entre otros usos. Actualmente, se constituyen en
productos alternativos para la elaboración de biopesticidas o bioherbicidas.
METODOLOGIA
Cuando se usa vapor saturado o sobrecalentado, generado fuera del equipo principal, ya sea por
una caldera, una olla de presión o un matraz adecuado, esta técnica recibe el nombre de
“destilación por arrastre con vapor”, propiamente dicha.
También se puede usar el llamado “método directo”, en el que el material está en contacto íntimo
con el agua generadora del vapor. En este caso, se ponen en el mismo recipiente el agua y el
material a extraer, se calientan a ebullición y el aceite extraído es arrastrado junto con el vapor de
agua hacia un condensador, que enfría la mezcla, la cual es separada posteriormente para obtener
el producto deseado. Este método es usado de preferencia cuando el material a extraer es líquido
o cuando se utiliza de forma esporádica.
Una variante de esta última técnica es la llamada “hidrodestilación”, en la que se coloca una
trampa al final del refrigerante, la cual va separando el aceite del agua condensada, con lo cual se
mejora y se facilita el aislamiento del aceite esencial. También puede montarse como un reflujo,
con una trampa de Clevenger para separar aceites más ligeros que el agua.
El vapor de agua condensado acompañante del aceite esencial es llamado “agua floral” y posee
una pequeña concentración de los compuestos químicos solubles del aceite esencial, lo cual le
otorga un ligero aroma, semejante al del aceite obtenido. En algunos equipos industriales, el agua
floral puede ser reciclada continuamente, o bien, es comercializada como un subproducto (Agua
de Colonia, Agua de Rosas, etc.)
Saponificación
Es la sistesis del jabón a partir de la reacción química de aceites o grasas en un medio alcalino, que
bien pudiera ser el hidróxido de sodio
Reacción química
La reacción consiste en la hidrólisis en medio básico de las grasas o lípidos, que se descomponen
en sales de potasio o sodio (jabones) y glicerina, como se muestra a continuación:
La misma ocurre con desprendimiento de calor, elemento muy necesario para lograr un producto
de calidad, por ello mientras mayor sea el calor producido por la reacción mayor calidad tendran
los jabones producidos (transparencia y limpieza), aunque esta reacción rara vez produce el calor
necesario por lo que se hace muy combeniente suministrarselo para que la neutralización de los
ácidos grasos ocurra completamente lograndose así una mayor calidad en el producto.
Los lípidos que pueden intervenir en la reacción son los saponificables que serían aquellos que
estén compuestos por un alcohol unido a uno o varios ácidos grasos (iguales o distintos). Esta
unión se realiza mediante un enlace éster, muy difícil de hidrolizar. Pero puede romperse
fácilmente si el lípido se encuentra en un medio básico. En este caso se produce la saponificación
alcalina
La saponificación es un proceso químico por el cual un cuerpo graso, unido a un álcali y agua, da
como resultado jabón y glicerina. Se llama jabones a las sales sódicas y potásicas derivadas de
los ácidos grasos. Son susceptibles de saponificación todas aquellas sustancias que en su
estructura molecular contienen restos de ácidos grasos, y son sustancias naturales a las que
llamamos lípidos saponificables. Los lípidos saponificables más abundantes en la naturaleza son
las grasas neutras o glicéridos. La saponificación de un triglicérido se resume así:
grasa + sosa cáustica → jabón + glicerina
METODOLOGIA
La saponificación consta de dos etapas, la descomposición de los ingredientes en sus partes útiles
y la reacción de estas para producir el jabón.
Las grasas y los aceites se componen de triglicéridos, pero no se puede hacer jabón a partir de
ellos; es necesario que se descomponga en ácidos grasos y glicerol. Los ácidos grasos son un
elemento primordial en el proceso de elaboración de jabón, en cambio el glicerol aunque es útil no
es fundamental.
En el proceso de fabricación de jabón, el agua hace llegar el hidróxido de sodio a todos los
rincones del recipiente, permitiendo así que se produzca la hidrólisis. Cuando el agua y las grasas
se mezclan, tan solo una pequeña parte del aceite se disuelve en el agua. Es decir, el agua
corriente tan solo descompone ligeramente las grasas y los aceites, por esto debemos añadir
hidróxido de sodio al agua.